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Empresas ecológicas que apuestan por una vida verde

Ya es posible una existencia 100% respetuosa con el medio ambiente gracias al


empeño de multitud de compañías valencianas fieles a principios naturales y no
contaminantes. Si nos paramos a analizar las cosas que utilizamos cada día y que
nos rodean, desde nuestros zapatos hasta la bandeja del solomillo (es una pieza
de carne procedente de la parte lumbar, alojado entre las costillas inferiores y la
columna vertebral.) del mediodía contaminan o perjudican de alguna manera al
medio ambiente. Muchas empresas se han animado a pasarse al lado de la vida
saludable con la creación de productos que son tolerantes e incluso beneficiosos
para nuestro entorno.

“Cada año mueren 300.000 europeos por contaminación ambiental, ¿no sería hora
de cambiar eso?”, plantea Miguel Celades, director de la oficina de expansión
comercial de MDI, una empresa española que se dedica al desarrollo de coches
que funcionan con aire comprimido, en los que es el aire a propulsión el que hace
que se pongan en marcha. “Por el tuvo de escape sale aire limpio y frío, en
muchas ocasiones más puro que el que se respira”, comenta Celades. Desde la
compañía auguran que quizás a finales de 2008 comenzarán a fabricar en España
y para España. Su proyecto cuenta con rentabilidad demostrada por Ratan Tata, el
quinto fabricante mundial de coches, líder en La India y en Rusia. Uno de los
coches de su firma cuesta 9.000 euros (con cinco plazas y maletero) y tienen
150.000 unidades reservadas de un vehículo de solo 3.500 euros. “Repostar” el
coche es sencillo: el aire se introduce en las bombonas de fibra de carbono del
automóvil mediante un compresor. “Su gasto es diez veces menor al de la
gasolina, ya que comprimir el aire para recorrer 150 kilómetros cuesta
aproximadamente dos euros”, afirma Celades.

Comprarse unos zapatos tampoco está libre de poder hacerlo con conciencia
medio ambiental; la empresa valenciana Martín Natur se encarga de fabricar los
únicos zapatos 100% ecológicos del mercado. “Nuestro calzado está hecho con
una piel alemana curtida vegetalmente, sin utilizar sales de cromo ni metales
pesados. Están hechas con productos y procesos naturales, sin colas corrosivas”,
explica Pedro Martín, dueño de la empresa. Este tipo de calzado es ideal para las
personas alérgicas, permiten una transpiración natural por su suelo de poliuretano
y se adaptan perfectamente a la forma del pie. “Su precio es algo más elevado
que la zapatería clásica, pero no más que cualquier producto de marca. Quien
prueba nuestros zapatos no puede llevar otros, se asfixia”, afirma Martín.

Muchas de estas empresas coinciden en un punto: a veces son más una ONG que
una compañía rentable al uso. En ocasiones están esperando que su producto
salte al mercado, que la legislación se adapte a sus características especiales o
que el público se desentienda de prejuicios sociales y culturales. Este último caso
es el que de alguna manera perjudica a Okupakit, una empresa valenciana que
construye muebles con cartón. “Nuestra idea podría extenderse a lo grande si se
supera una barrera psicológica importante: la asociación del cartón con la
indigencia, con un material que se tira, que no sirve. Nosotros ofrecemos muebles
más que funcionales, como estanterías, mesas, sillas, sillones... El 99% procede
de material reciclado”, explica David Burguera, de la empresa. Este mobiliario a
base de cartón no es frágil en absoluto; ya que se trata de un material especial de
mucha dureza. Su precio también da puntos a su favor: una mesa o una estantería
grande pueden costar 50 euros. El dueño puede retocar si lo desea sus muebles,
pintarlos, hacerles dibujos, aplicarles otros elementos... “En la Feria de Arte
Contemporáneo de Barcelona utilizaron en los stands estanterías y pupitres de
nuestra firma y los pintaron; quedaron geniales”, explica Burguera.

Casi todo el mundo afirma reciclar papel o ahorrar agua, pero tener una casa
ecológica al 100% es mucho más. José Mº Riba, presidente de la Asociación para
el Desarrollo de la Casa Bioclimática, explica que su objetivo es “aprovechar el
clima para que la vivienda sea lo más eficiente posible y reducir el uso de energías
ya que todo el mundo hace uso de ella, aire acondicionado, calefacción, porque no
pasa nada. Pero sí pasa”. Colocar placas solares, ventanas de doble cristal,
recoger agua de lluvia para regar, aprovechar la iluminación natural, utilizar
electrodomésticos y luz de bajo consumo... “Las posibilidades son infinitas y
aunque a veces suponga un gasto, cualquier instalación se amortiza a los seis
años”, afirma Riba.

Vivir de forma ecológica es posible, solo es necesario conocer las posibilidades y


hacer uso de ellas para obtener lo mismo de un producto sin perjudicarnos a
nosotros y al medio ambiente.
Sólo las empresas "verdes" tendrán éxito

Diseñar productos ecológicos es una necesidad más que una oportunidad de


negocio, ya que sólo las empresas "verdes" tendrán éxito en el mercado, explica
en una entrevista Carmelo León, catedrático de Economía del Medio Ambiente de
la Universidad de las Palmas de Gran Canaria.

Carmelo León es docente en un taller de eco-diseño que organiza la Universidad


de La Laguna, iniciativa que forma parte del Programa Canario de Eco-diseño
para el Desarrollo Local Sostenible, proyecto de investigación modular
desarrollado por la Facultad de Bellas Artes, donde se forma a 50 creadores en el
ámbito del diseño ecológico.

Como señala Alfonso Ruiz, decano del centro, la diferencia fundamental del eco-
diseño radica en que "se tiene en cuenta que toda la vida del producto sea
sostenible y tenga una incidencia escasa o nula sobre el medio ambiente".

Así, los participantes en el programa, aprenden a estudiar cuidadosamente el


modo de minimizar el consumo de energía, agua, productos químicos, emisiones,
vertidos y gases en todas las fases del ciclo de vida del producto desde la
extracción de las materias primas, fabricación y distribución hasta su uso y
posterior desecho.

De esta forma el diseño ecológico se convierte en una herramienta de prevención


ambiental, motor de innovación y competitividad empresarial, ya que, como apuntó
Carmelo León, "en el futuro, sólo las empresas verdes venderán sus productos en
el mercado".

Según el Plan Insular de Ordenación de Tenerife (PIOT), en la actualidad cada


habitante de la isla genera al día en torno a los 1.800 gramos de basura, cifra que
en el periodo 1998-2004 experimentó un incremento medio interanual per cápita
del 1,99%.

Por ello, uno de los retos del diseño será conseguir que los residuos se conviertan
en un recurso económico, indicó Carmelo León.

Iniciativas como la desarrollada en el municipio grancanario de Guía, donde


aprovechan los residuos generados por las empresas locales de fabricación de
cocinas para la elaboración de mobiliario urbano a partir del reciclaje de lajas,
representan un modo inteligente de elaborar productos reciclados y reciclables, y
por lo tanto respetuosos con el medio ambiente y al mismo tiempo de aprovechar
los recursos propios de cada comunidad.

El diseño basado en conceptos de eco-calidad se orienta a la revalorización de los


recursos naturales y productos locales como el salvado de trigo, del cual sólo la
industria harinera de Tenerife produce más 10 toneladas mensuales, mediante su
reutilización como materia prima en la industria alimentaria, o la pinocha.
Antiguamente el uso más extendido era su empleo para el embalaje de
mercancías que se exportaban desde el Archipiélago, como el plátano.

De esa manera se fomentaba una industria sostenible que mantenía los bosques
limpios y en consecuencia reducía el riesgo de incendio y generaba empleo en las
comunidades cercanas, beneficios que desaparecieron desde que este material
fue reemplazado por el plástico.

Canarias puede convertirse en un referente en este sentido, ya que hay muy


pocas políticas de eco-diseño y ninguna implantada de forma generalizada, por
ello es una ocasión magnífica para una comunidad pequeña donde por nuestra
situación las fórmulas de otros no serán válidas para nosotros, comentó Alfonso
Ruiz.

Añadió que, además, en unas islas que viven del turismo pensar en unas
soluciones ecológicas puede ser una opción muy interesante.

Ámbitos como el packaging o envasado de productos, el mobiliario para


hostelería, el equipamiento de hoteles y la creación de una oferta de turismo
sostenible ofrecerán al eco-diseño un amplio campo de actuación dentro del sector
turístico canario.

El eco-diseño es en la actualidad una herramienta de mercadotecnia, ya que se ha


consolidado un cliente más concienciado al que le importa mucho el origen de los
productos, que rechaza por ejemplo los manufacturados de China o los
elaborados en masa y al que no le importa pagar un poco más por tener estas
garantías.

Así lo asegura Elena Corchero, diseñadora canaria especializada en la aplicación


de las nuevas tecnologías en el ámbito de la moda e investigadora del Distance
Lab de Escocia.

Pero la etiqueta de diseño ecológico no conlleva necesariamente un mayor coste


de fabricación para las empresas productoras ni un precio más elevado para los
consumidores.

Como asegura Carmelo León, la minimización del impacto ambiental puede


suponer para la empresa un ahorro de costes y una mayor eficiencia y las grandes
firmas, como los principales productores automovilísticos, "lo tienen claro".

Vehículos de funcionamiento eléctrico que permitirán reducir las emisiones de


C02, televisiones y ordenadores que consumen menos energía, ropa interior
orgánica, materiales de construcción, pinturas, muebles y elementos decorativos
libres de toxinas perfilan un futuro en el que "todo el diseño será eco-diseño,
donde es impensable algún sector donde el diseño no se haga de manera
sostenible", indica Ruiz.

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