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C O M E N TA R I O
marinos están bajo alguna figura jurídica presentada en sistemas de usos tradicionales
que promueve su conservación y cerca del 17 de cultivos, acuacultura, ganadería trashu-
% de todas las ecorregiones del mundo sólo mante, en todas partes del mundo, como por
están con 1 % de su superficie protegida ejemplo en las regiones andinas en Sudamé-
(UNEP, 2006). A nivel de América Latina y El rica. En estos paisajes rurales, se encuentra
Caribe, se ha registrado un incremento signi- un alto porcentaje de especies amenazadas y
ficativo del número y superficie de áreas en peligro de extinción y que en su gran
protegidas desde el periodo 1992 – 2007 mayoría están fuera de espacios “naturales”
(Castaño-Uribe, 2008), que en algunos paí- protegidos. Por este motivo, se han desarro-
ses alcanzó el 50 % (por ejemplo, para Bra- llado modelos de conservación y uso más
sil y El Salvador), pero varios países tienen integrados, pero siempre bajo el concepto
entre 37 % y 45 % de las ecoregiones sub- genérico de “reservas”. Sin embargo, la ten-
representadas (Castaño-Uribe, 2008), lo que dencia no muestra que en el futuro cercano
indica que aún más de la mitad de la diver- incrementemos el número de áreas protegi-
sidad biológica a escala de paisajes y ecosis- das, ya sean éstas de carácter estrictas
temas no la podemos preservar bajo los ac- (como parques nacionales) o más flexibles
tuales sistemas de áreas protegidas (Bennett, en términos de uso (reservas extractivas, por
2004). ejemplo). La presión sobre estos espacios
Además de la sub-representatividad de protegidos es cada vez mayor frente a los
ecoregiones en el conjunto de áreas protegi- cambios de escenarios sociales, económicos
das del mundo, principalmente a escala de y climáticos, por lo que se han venido desa-
paisajes y ecosistemas, muchas de ellas no rrollando nuevos enfoques para abordar la
podrán mantener a largo plazo poblaciones complejidad de la conservación de la biodi-
viables de las especies silvestres como conse- versidad, más allá de las áreas protegidas y
cuencia de sus tamaños reducidos y su esta- más aún ante escenarios evidentes de cambio
do y tendencias de fragmentación y aisla- climático.
miento (Shafer, 1990; Primack, 2006). Esto
a su vez se verá fuertemente potenciado por ENFOQUES ACTUALES
los cambios climáticos globales (Laurance y
Williamson, 2001; Shadie y Epps, 2008). Por Un paso importante para mirar la con-
consiguiente, a pesar del esfuerzo de conser- servación de la biodiversidad desde una
vación a través de áreas protegidas, conti- perspectiva integradora con las actividades
nuará el empobrecimiento progresivo de la humanas, ha sido el desarrollo del concepto
diversidad biológica sobre todo a escalas de Reservas de la Biosfera (RB), impulsado
genética, poblacional y comunitaria. por el Programa MAB de UNESCO desde
¿Dónde queda el resto de la diversidad 1974. Las Reservas de la Biosfera tuvieron
biológica y cómo logrará perdurar y evolu- un gran éxito entre los años 1970 y 1990 y
cionar? Si enfocamos entonces a la comple- su concepto ha constituido un verdadero
jidad de la biodiversidad (genes, poblacio- cambio en términos de enfoque de conserva-
nes, comunidades, paisajes y ecosistemas y ción integrando la gente a la naturaleza
sus tres componentes), ¿Cuánto nos queda (UNESCO, 1996; Ballestero y Müller, 2001).
por conservar? Es evidente que con este enfo- Un enfoque convergente desarrollado en el
que tradicional se han incrementado las seno de la Unión Internacional para la Con-
oportunidades de sumar superficie y biodi- servación de la Naturaleza (UICN) es el de
versidad bajo protección (hace dos décadas Paisajes Protegidos (PP), que buscan ligar
la superficie terrestre bajo áreas silvestres los valores naturales, culturales y comunita-
conservadas era menos del 4 % y hoy es, rios, erigiéndose como una nueva categoría
como ya lo mencionamos, del 12 %; UNEP, de áreas protegidas (Categoría V en la no-
2006), pero al parecer no es suficiente. Tam- menclatura internacional de áreas protegi-
bién, hay una alta diversidad biológica re- das, Brown et al., 2005). Esta categoría
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sociales, económicos, culturales y ecológi- co. En este sentido, a nivel político tanto la
cos, en un área geográfica particular. El EE Convención Marco de Naciones Unidas de
establece 12 principios para la acción que se Cambio Climático (CMNUCC) y el Convenio
centran en los principios del desarrollo sos- de Diversidad Biológica (CDB) han venido
tenible y el manejo ecosistémico. Uno de los trabajando de manera conjunta desde el año
principios más relevantes del EE es el reco- 2000, con el fin de establecer relaciones en-
nocimiento de la estructura y función de los tre el cambio climático y la diversidad bioló-
ecosistemas y su relación intrínseca con los gica (Kapos et al, 2008) . La relación entre
bienes y servicios que estos suministran a las estos dos temas es esencial ya que por un
comunidades y a la sociedad en general. Este lado existe un estrecho vínculo entre el cam-
principio implica que la conservación debe bio climático y el estado de salud de la bio-
visualizarse no solamente con el manteni- diversidad y por el otro existe, como conse-
miento de los aspectos biológicos del ecosis- cuencia del manejo no sostenible de los eco-
tema, sino de los procesos ecológicos que sistemas, un impacto significativo en la
allí se generan y que cumplen una función magnitud misma del cambio climático y la
social tales como el suministro de agua, la forma de cómo podemos adaptarnos.
regulación hidrológica, la conservación de Los espacios naturales y las áreas prote-
suelos, entre otros. Adicionalmente, el EE da gidas cumplen un rol primordial en el ciclo
especial relevancia al aspecto social y cultu- del carbono y a la vez suministran una serie
ral que desempeña el hombre dentro de los de servicios ecosistémicos adicionales para
ecosistemas. Esta visión, orienta también el el bienestar humano (CDB, 2009). Los efec-
análisis de los ecosistemas no solamente en tos del cambio climático en los ecosistemas
sus componentes biofísicos sino sociales, eco- cada vez tienen un impacto mayor sobre los
nómicos y culturales. Por lo tanto, el EE bus- servicios ambientales que estos suministran,
ca un nuevo paradigma para integrar, de tales como la pesca, la producción de made-
manera equilibrada, todos los factores que ra, agua, entre otros, con consecuencias ne-
determinan el mantenimiento de la diversi- gativas en lo ambiental, social, económico y
dad biológica a largo plazo (Smith y Maltby, cultural, aunque persisten niveles amplios de
2003), incorporando de manera específica incertidumbre. Las áreas que hoy en día tie-
los servicios ecosistémicos (Ranganathan et nen un alto valor para la conservación de la
al., 2008). biodiversidad, muy probablemente van a es-
tar afectadas en escenarios de calentamiento
HACIA DÓNDE VAMOS desde + 2º C (CDB, 2009).
La Adaptación Basada en Ecosistemas
¿Sabemos a dónde vamos en términos de (ABE) propone la integración del uso de la
conservación de la biodiversidad? Realmente diversidad biológica y los servicios de los
estamos frente a un futuro incierto y no esta- ecosistemas en una estrategia general de
mos totalmente seguros hacia dónde nos di- adaptación (CBD, 2009). Surge desde el
rigimos (Locatelli et al., 2008). Ante los 2008 como producto de varias decisiones
efectos potenciales de los cambios climáti- propuestas en la COP IX, en las cuales se
cos (algunos ya en el presente), las tenden- recomienda integrar el tema de biodiversi-
cias son cada vez más complejas de predecir, dad en todas las políticas, programas y pla-
sobre todo a nivel de lo que podría ocurrir nes, en respuesta al cambio climático, y de-
en las áreas protegidas, nuestros más pre- sarrollar herramientas para su conservación,
ciados objetos de conservación de la biodi- contribuyendo así a la adaptación. Para el
versidad (Shadie y Epps, 2008). Uno de los caso específico de las áreas protegidas, se
retos principales que tenemos a futuro es establece la necesidad de consolidar la co-
articular las acciones de conservación de la nectividad con el fin de enfrentar los retos
diversidad biológica con las estrategias de del cambio climático. El concepto de ABE
adaptación y mitigación al cambio climáti- parte del principio que los ecosistemas bien
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do. Estos hechos ponen a los ecosistemas Ballestero, S.A. y E. Müller (eds). 2001. Guía para la
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servicios ecosistémicos, que para muchos colaborativa en bosques modelo, cuencas hidro-
tomadores de decisión se traduce en un in- gráficas y corredores biológicos: Diez experien-
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mación de los ecosistemas que aún prevale- y Gobernanza del Ordenamiento de Recursos
cen en estado natural o semi-natural. Esta Naturales. Publicación 2, CATIE, Turrialba, Costa
situación, sin duda, afectará aún más a los Rica, 94 pp.
sistemas de áreas protegidas con los que Bennett, A. F. 2004. Enlazando el paisaje: El papel de
contamos actualmente. Las evidencias del los corredores y la conectividad en la conserva-
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diversidad nos exigen, por otra parte, un re- temas Boscosos, Serie 1, UICN, Gland, 276 pp.
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