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Oh Dios, con cunta frecuencia hablaste en contra de la idolatra! Desde los albores de la historia,
y a lo largo de las pginas de Tu Palabra, advertiste a Tu pueblo y amenazaste a las naciones que
estaban a su alrededor, que destruyeran sus dolos o de lo contrario lo haras T por ellos. Acaso
no nos dices lo mismo hoy? Nuestro mundo est abarrotado de semidioses de todo tipo: dioses de
pasin, de placer, de temor y de poder. Destruye nuestros dolos, Dios! No nos permitas tener otro
Dios aparte de Ti (Miqueas 5:10-15).
(Viviendo la Adoracin)
REFLEXIONES
JESS EL CRISTO
Resulta muy evidente que Jesucristo supera el pensamiento ms noble que tengamos de l.
Nuestra medida intelectual de l no logra entender ni excederlo. La mejor y ms franca valoracin
no lo honra como es debido. Es posible arrodillarse y, en un momento de adoracin, volcar nuestro
amor en forma de cntico de alabanza a su carcter, ponindole todo el idealismo y la nobleza que
el corazn pueda expresar o el cerebro concebir; o hilar, en las imaginaciones que tengamos de l
hebras de oro, figuras de luz y smbolos de belleza. Sin embargo, cuando se finaliza todo y termina
la delineacin en nuestra mente, su personalidad incomparable se destaca en glorioso fulgor por
encima de lo que se pens, se sinti o se realiz. Ante su carcter trascendental, el alma de los
seres humanos queda confundida y avergonzada. El pensamiento ms acabado de l no alcanza a
ser una expresin adecuada y las notas ms sonoras en las alabanzas que le ofrecemos, son
apenas ecos de la sinfona que es l.
(Calvin Weiss Laufer 1874-1938)