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Hernando de Magallanes, probó que la Tierra

es redonda
Este navegante de origen portugués inició la expedición que dio la primera vuelta al mundo y descubrió el
estrecho austral que lleva su nombre.

Datos biográficos
Hernando de Magallanes, nació con el nombre de Fernao de Magalhaes, ya que vino al
mundo en las cercanías de Oporto, Portugal, en 1480. Era hijo de Pedro Rui de Magalhaes y
de Alda de Mesquita, pero estos murieron cuando tenía diez años. A los doce ingresó como
paje en la corte de la reina Leonor, esposa de Juan II.
Con 25 años integró la flota de Francisco de Almeida, virrey de la India Portuguesa.
Transformado en un avezado marino, tomó parte en varias batallas que sostenían los
portugueses contra los turcos, aunque en las Molucas (Indonesia, también conocida en la
época como la isla de las Especias) sufrió una herida que lo dejó cojo.
A los 30 años y ya ascendido a capitán, fue acusado de haber comerciado con el enemigo
cuando combatía en el norte de África. Mientras su caso era investigado, regresó a la corte
del rey Manuel I.

Inicio del viaje


Apoyado en sus estudios y en los de su amigo Rui Faleiro, astrólogo y matemático,
Magallanes estaba seguro de que existía un paso en el extremo sur de Sudamérica que
comunicaba el Atlántico con Asia. Sin embargo, como tal idea no era apoyada por el monarca
portugués, Magallanes se dirigió al rey de España, Carlos I, quien aprobó el proyecto.
El 20 de septiembre de 1519, cinco carabelas y 250 marineros partieron de Sevilla bajo el
mando de Magallanes, que se había nacionalizado español. El navegante no dejaba atrás solo
a España, sino que también a su esposa, Beatriz Barbosa, y a su hijo Rodrigo.

Descubrimiento del estrecho


Luego de permanecer dos semanas en Brasil, al que llegaron luego de navegar dos meses en
el océano Atlántico y aprovisionarse de alimentos y agua, siguieron hacia el sur buscando el
ansiado paso.
Como el invierno arreciaba, esperó la primavera en el Puerto San Julián, ubicado en la
Patagonia argentina, donde tuvo que racionar los alimentos, resistir un crudo invierno y
controlar un motín en tres de sus naves.
Además, una de sus carabelas naufragó en una tormenta. Sin embargo, la tenacidad del
navegante fue recompensada el 21 de octubre de 1520, al descubrir el paso que hoy es
conocido como Estrecho de Magallanes, aunque él lo llamó de Todos los Santos. Sin
embargo, mientras lo cruzaba, sufrió la deserción de una de sus naves: La San Antonio.
En noviembre, la expedición de Magallanes llegó a mar abierto, al que denominaron
Pacífico. Por él siguieron navegando hacia el oeste durante 10.000 km, en una travesía en la
cual murieron más de veinte hombres, por el hambre y el escorbuto.

Muerte de Magallanes
En marzo de 1521 llegaron a unas islas que después se llamarían Marianas. La siguiente
parada fueron las Filipinas, donde los indígenas los recibieron amistosamente. Magallanes
prosiguió hacia Leyte y Cebú, donde obtuvo del rey su conversión al cristianismo y el
vasallaje a la Corona española. Sin embargo, cuando Magallanes estaba cerca de completar
la primera vuelta al mundo, el 27 de abril fue muerto por los nativos de la isla Mactán
durante un enfrentamiento.
Fue entonces que asumió como capitán el vasco Juan Sebastián Elcano. Sin embargo, los
110 sobrevivientes eran escasos para navegar las tres carabelas que quedaban, debido a lo
cual incendiaron la Concepción, y se dirigieron hacia las Molucas.
Elcano completa la primera vuelta al mundo
Luego de recoger una valiosa carga de especias, las dos naves restantes se separaron para
evitar ser capturadas por los portugueses. La Trinidad se dirigió a Panamá, pero naufragó y
los sobrevivientes fueron arrestados por los lusitanos. Entretanto, la Victoria, en la que se
encontraba Elcano, siguió la travesía por el océano Índico, bordeando el continente africano.
El 8 de septiembre de 1522, en una destartalada carabela, pero con un valioso cargamento
de especias, 18 hombres regresaron de la expedición de Magallanes y recalaron en el puerto
de Sevilla, España. La redondez de la Tierra y la existencia de un paso entre el Atlántico y
Asia habían sido demostradas.

Tierra del Fuego

Mientras Magallanes y su tripulación cruzaban el estrecho que tan trabajosamente


habían descubierto, pudieron apreciar, curiosos, desde sus barcos numerosas
luminosidades, que se distinguían en las costas ubicadas a un lado del paso y que no
eran otra cosa que las fogatas que mantenían encendidas de día y de noche los
antiguos habitantes de esa zona: los onas o selknam, alacalufes o kaweshkar y
yaganes. Los marinos bautizaron entonces como Tierra del Fuego esa área, nombre
que ha permanecido hasta nuestros tiempos.

Hernando de Magallanes
El 1° de noviembre de 1520 las naves de Magallanes entraron al estrecho, que hoy lleva su nombre, por la
fiesta religiosa que ese día se celebraba, recibió el nombre de Estrecho de Todos los Santos. El 27 de
noviembre las tres naves que quedaban entraron finalmente al Pacífico: Magallanes había encontrado la
tan buscada ruta hacia oriente y también había descubierto el extremo sur de Chile. Había logrado
además comprobar en la práctica que la tierra tenía forma esférica. En la historia de Chile, Magallanes
ocupa un lugar privilegiado, ya que fue el primer descubridor de estas tierras y el primer explorador de
sus costas.

De noble cuna, Hernando de Magallanes nació en la ciudad de Sabrosa, Portugal, hacia 1480.
Su padre fue Ruy de Magallanes, quien por su nobleza pudo obtener para su hijo calidad de
paje de la Reina Leonor, viuda de Juan II de Portugal. Su madre fue Beatriz de Barbosa.
En 1505, se enroló en la expedición de Francisco de Almeida, en la que fue un simple
marinero, entre otros 1.500 hombres enviados con el propósito de ganar sitios estratégicos
para Portugal en la ruta hacia la India. En esta expedición inició su carrera de navegante,
ganando experiencia y prestigio.
En 1509 viajo a Malaca -actual Singapur- bajo las órdenes de López de Sequeira, quien
comandaba una expedición que debía reconocer esa importante plaza del Lejano Oriente.
Durante 7 años Magallanes navegó y luchó en fieras contiendas, donde más de una vez
resultó herido. En 1512 retornó a Portugal y no tardó en iniciar una nueva travesía.
Habiéndose trasladado a Marruecos, se unió ahora a la tripulación de 13 mil hombres que, al
mando de Jaime, duque de Braganza, sobrino del Rey de Portugal, tenía por objetivo la
derrota de los piratas moros.
Al igual que muchos navegantes de su época, Magallanes era uno de los más interesados en
encontrar una ruta hacia la India, lo que lo llevó a concretar una ambiciosa empresa de
navegación en 1519. Fue durante este viaje que encontró muerte en 1521.

La expansión europea
Portugal inició la expansión europea a partir del siglo XV ante la necesidad de conocer
nuevas tierras y buscar otras rutas hacia Asia. De Cipango -actual Japón-, Catay -China-, India
y las islas Malayas, Europa se abastecía de finas telas, sedas, perlas, porcelanas, tapices,
perfumes y, principalmente, las especias: canela, clavo de olor, nuez moscada, jengibre y
pimienta.
Así, explorando la costa occidental de África, los portugueses hicieron importantes
descubrimientos en el Atlántico, de los cuales uno de los más trascendentales fue la hazaña
de Bartolomé Díaz, quien dobló el Cabo de Buena Esperanza, en el extremo sur de África,
dejando abierta la ruta hacia la India.

El proyecto de llegar a las Molucas


A los 35 años de edad, Hernando de Magallanes ya era un marino experimentado, aunque no
había obtenido el reconocimiento del Rey de Portugal. La amistad que cultivó con el
cosmógrafo Ruy Faleiro lo llevó a interesarse en el tema de la esfericidad de la tierra y en el
del descubrimiento de un paso hacia India por occidente, asunto al que se abocó con todos
sus conocimientos.
Hubo dos razones que lo impulsaron a estudiar la posibilidad de navegar hacia Las Molucas
-ubicadas más allá de Las Indias, es decir, América-: las noticias que sobre dichas islas le
diera su amigo Francisco Serrano y el hecho de que estas eran objeto de gran interés por la
riqueza de sus productos, en especial las especias. Su idea era navegar hacia ese lugar
siguiendo la ruta del oeste, pero para ello había que encontrar un paso hacia el océano que
posteriormente él llamaría Pacífico, el mismo Mar del Sur que había descubierto Vasco Núñez
de Balboa en 1513.
Primero presentó su proyecto al Rey don Manuel de Portugal, quien no acogió su idea, ante lo
cual renunció a su ciudadanía y decidió concretar su sueño fuera de su patria. Fue así como
dejó Portugal, con la esperanza de ser ayudado por la monarquía española.

Convenciendo al Rey
Encontrándose las islas Molucas en la zona española que se había fijado en el Tratado de
Tordesillas (1494), para concretar su plan Hernando de Magallanes debía contar con la
autorización del Rey de España; sin embargo, esto no sería fácil. Luego de presentar su
iniciativa a la Casa de Contratación (1517), esta la rechazó y sólo al año siguiente el marino
portugués logró entrevistarse con el entonces joven Carlos V.
Los argumentos para convencer al Rey fueron la posibilidad de llegar a las islas de la
especiería por una ruta más corta, y la certeza de que ellas estaban en territorio español.
El 22 de marzo de 1518 se firmó la correspondiente Capitulación, en la que el monarca se
comprometió a entregar 5 naves con 265 tripulantes y víveres para dos años. Magallanes
recibió el mando de la expedición con el título de Adelantado y Gobernador de las tierras que
descubriera, y con derecho a parte de los productos y a un sueldo para sus gastos
personales.

Viaje hacia el sur


Hernando de Magallanes demoró 18 meses en armar su expedición. Intrigas y quejas del
gobierno portugués se interpusieron en su empresa hasta que, finalmente zarpó del puerto
de San Lúcar de Barrameda el 20 de septiembre de 1519.
Su ruta pasaba por las Islas Canarias, Río de Janeiro, Río de la Plata -a donde llegó el 10 de
enero de 1520-, y desde ahí hacia el sur, por la costa de la actual República Argentina.
La navegación costera lo puso en contacto con los aborígenes australes. Altos y envueltos en
pieles, estos parecían más grandes de lo común. Sus enormes huellas llevaron a los
españoles a llamarlos patagones, de ahí el nombre de Patagonia que se dio a esa región
austral.
La travesía de Magallanes estuvo repleta de problemas: motines, racionamiento, pérdida de
embarcaciones y el miedo de la tripulación que estaba convencida de la inutilidad del
proyecto. Todas estas dificultades fueron superadas por el capitán, quien actuó con energía e
incluso por la fuerza.

El descubrimiento del Estrecho


Habiendo descubierto la boca oriental del paso el 21 de octubre, el 1° de noviembre de 1520
las naves de Magallanes entraron al estrecho, que, por la fiesta religiosa que ese día se
celebraba, recibió el nombre de Estrecho de Todos los Santos. Se inició así un lento avance
buscando una ruta que condujera hacia el Océano Pacífico. Las observaciones de Magallanes
le permitieron concluir que estaba en el extremo del continente americano y que Tierra del
Fuego, llamada así debido a las fogatas encendidas por los indígenas, era una gran isla.
La búsqueda de la salida oeste se prolongó hasta el 27 de noviembre, cuando las tres naves
que quedaban entraron finalmente al Pacífico.
De esta manera, Magallanes había encontrado la tan buscada ruta hacia las islas de las
especias y también había descubierto el extremo sur de Chile.

En marcha hacia occidente: miseria y desventura


De acuerdo a los cálculos que realizó antes del viaje, Magallanes consideraba que la llegada
a Las Molucas sería cosa de algunas semanas, pero el tiempo diría lo contrario. Había que
navegar prácticamente la mitad del globo terráqueo, en lo que demoró 100 días soportando
las condiciones más extremas.
Así relató el cronista de la expedición, Antonio Pigafetta: ?La galleta que comíamos, ya no era
pan, sino polvo mezclado de gusanos que habían devorado todas sus sustancias. Tenía,
además, una fetidez insoportable por estar impregnada de orines de ratas. El agua que
bebíamos era pútrida y hedionda. Nos vimos obligados, para no morirnos de hambre, a
comer los pedazos de cuero de buey con que estaba forrada la gran verga para impedir que
la madera gastase las cuerdas... Muchas veces nos vimos reducidos a alimentarnos con
aserrín de madera; y las ratas mismas, tan repugnantes para el hombre, habían llegado a ser
un alimento tan buscado, que se pagaba hasta medio ducado por cada una... Esto no era
todo. Nuestra mayor desgracia consistía en vernos atacados por una especie de enfermedad
con la cual se hinchaban las mandíbulas hasta ocultar los dientes de ambas mandíbulas...?.

Las Filipinas, fatal descubrimiento


La ruta fijada por Magallanes no coincidía con muchas islas donde obtener alimento; las
únicas dos que encontró eran muy pobres, casi desiertas de frutos y animales, por lo que las
bautizó como Islas Desventuradas. Continuando la travesía, el 6 de marzo de 1521, se
encontró con las islas que luego bautizó con el nombre de Los Ladrones, actual Archipiélago
de las Marianas, donde encontró alimento.
El interminable viaje lo hizo descubrir otro inmenso archipiélago, el de las Filipinas,
densamente poblado por aborígenes y rico en oro y especies. La decisión de desembarcar en
estas tierras, le costaría la vida. La tripulación arribó a la isla Mactan, donde al momento de
descender fue atacada por un gran número de indígenas. El capitán quedó herido de una
pedrada y uno de los naturales se aprovechó de ello para asestarle un violento lanzazo,
debido a lo cual falleció el 27 de abril de 1521.

La primera vuelta al mundo


Muerto Magallanes, la expedición continuó bajo el mando del piloto Sebastián Elcano, quien
tuvo la suerte de llegar finalmente a Las Molucas, tierras de especies, riquezas, bosques y
exóticos animales. Permaneció allí algún tiempo y tras meses de navegación, Elcano y sus
hombre recalaron en el puerto de San Lúcar de Barrameda el 6 de septiembre de 1522 en la
única nave sobreviviente, la Victoria. La tripulación la componían sólo 17 hombres, los que
pudieron relatar los pormenores de la primera vuelta al mundo, una verdadera hazaña en
esos tiempos. Elcano recibió grandes honores por su labor.
El aporte de Magallanes al conocimiento geográfico de su época fue inapreciable. Se había
logrado comprobar en la práctica que la tierra tenía forma esférica y que estaba abierta para
ser recorrida. Si bien no llegó personalmente a Las Molucas, esto no aminoró su hazaña,
reconocida contemporáneamente. En la historia de Chile, Magallanes ocupa un lugar
privilegiado, ya que fue el primer descubridor de estas tierras y el primer explorador de sus
costas.

Una gran aventura


Una expedición realizada en 1520 que buscaba un paso hacia Oriente a través del continente americano, y
que estaba a cargo del portugués Hernando de Magallanes, fue el primer acercamiento a Chile.

Hernando de Magallanes
Juan Sebastián Elcano

El primer acercamiento a Chile fue en el año 1520, cuando una expedición comandada por el
portugués Hernando de Magallanes buscaba un paso hacia Oriente a través del continente
americano, navegando por el Océano Atlántico hacia el sur.
Después de recorrer la zona que nombraron Patagonia -debido a las huellas que dejaban
sus habitantes, de gran estatura-, el 1º de noviembre se encontraron con un amplio brazo de
mar, el que posteriormente sería llamado Estrecho de Magallanes en honor al capitán de
la travesía.
Al descubrir este paso hacia el Oriente, Hernando de Magallanes creyó que se encontraba
en la parte más austral del continente y que la región que se veía al sur debía ser una isla. La
denominó Tierra del Fuego, por la gran cantidad de fogatas que se distinguían a lo lejos.
Así se reconoció la parte austral del territorio chileno.
Tras la exploración del estrecho durante 27 días, llegaron a mar abierto. El inmenso océano
era muy tranquilo -a diferencia de las tempestades que los habían azotado en el Atlántico-,
por lo que fue llamado Pacífico. Con el nuevo nombre, quedó desechado el de Mar del
Surde Vasco Núñez de Balboa.
Después de varios meses de navegación, se descubrieron las islas Marianas y las Filipinas,
donde Magallanes fue asesinado por los aborígenes (1521). Solo una de las naves, la Victoria,
capitaneada por Juan Sebastián Elcano y con alrededor de 20 hombres a bordo, regresó a
España en 1522. Después de haber dado la vuelta por África, completó la primera
navegación alrededor del planeta, confirmando que la Tierra era redonda.
La segunda expedición que pasó por el estrecho fue la dirigida por el fray Juan García Jofré
de Loaiza, y también buscaba llegar al Oriente. Una de sus naves, la San Lesmes, fue
arrastrada hacia el sur por los temporales antes de penetrar el estrecho, llegando hasta el
paralelo 55°. Al regreso, su capitán, Francisco de Hoces, declaró haber llegado al fin de las
tierras. Se trataba de lo que hoy conocemos como Cabo de Hornos (1526).
El nuevo continente

Tras los descubrimientos de Colón, muchos navegantes siguieron


sus rutas pensando que iban al Oriente, hasta que dos de ellos
demostraron que estas tierras eran en realidad otro continente.
El navegante florentino (de la ciudad italiana de Florencia)
Américo Vespucio recorrió la costa atlántica de América del Sur
hasta Puerto Santo en Brasil, publicando después una carta,
"Mundus Novus" (1503), traducida a varios idiomas, y un croquis de
las regiones recorridas.
Vespucio fue el primero que sostuvo que los territorios descubiertos
eran parte de otro continente, y no de una serie de islas ubicadas
en el Oriente, debido a su enorme extensión y a la gran diversidad
de la población. Además, los productos (cultivos) no eran los de
Oriente, sino otros distintos, como el maíz, las patatas (papas),
tabaco, tomates y cacahuates (maní), entre otros.
Vasco Núñez de Balboa confirmó la teoría en 1513. Estando al
frente de la gobernación de Panamá, cruzó el istmo y descubrió un
inmenso océano, el Pacífico, que denominó Mar del Sur.

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