Algunos niños y niñas tardan más que otros en pronunciar adecuadamente
todas las palabras. Desde la familia, podemos ayudarlos a través de ciertas actividades a las que dedicaremos aproximadamente unos veinte minutos diarios. Así que, ten paciencia y trata de hacer todos los días algo. La preocupación es más perjudicial que provechosa. Trabaja con tu hijo/a y anímalo para que continúe aprendiendo al ritmo que le permita su capacidad. Vosotros sois el ejemplo para el desarrollo del lenguaje de vuestro hijo/a. Hablad siempre con oraciones completas. El niño debe oír frases largas. Veréis cómo disfruta conversando con vosotros.
Cosas que se deben hacer:
1.- No se angustie por la forma que tiene de hablar su hijo/a. Los niños captan rápidamente sus estados de ánimo. 2.- Escuche pacientemente lo que su hijo le diga, y no cómo lo dice. 3.- Deje a su hijo completar la idea, no lo interrumpa ni le complete la frase. 4.- Mantenga el contacto visual, de manera natural, mientras su hijo habla. 5.- Evite completar o expresar las ideas que su hijo quiere transmitirle. Deje que él lo haga, utilizando sus propias palabras. 6.- Después que él termine, responda despacio, sin prisas, usando algunas de las palabras que él empleó. Por ejemplo, si él dijo: “veo un jadón”, usted contestará, lenta y relajadamente: ¡Ay sí, mira!, es un jarrón. ¡Qué bonito!. 7.- Espere un segundo aproximadamente, para responderle a su hijo. Esto ayuda a calmar las cosas y alivia la tensión del momento, con lo cual hará que la situación de habla sea algo agradable para el niño. 8.- Disponga de, por lo menos, cinco minutos diarios para hablar con su hijo de manera fácil, relajada y sin prisas ni tensiones. 9.- Si su hijo le habla mientras usted realiza actividades que requieren concentración (por ejemplo, conducir un coche o usar un cuchillo en la cocina), dígale que aunque no lo está mirando, por esa razón, le está escuchando y prestando atención. 10.- Hable al niño pausadamente y con claridad. 11.- Utilice frases simples y bien articuladas de forma que el modelo sea correcto. 12.- Explore al máximo la diversidad de experiencias de la vida familiar: tareas de colaboración, salidas al parque, en la comida, en el baño,... Aproveche cualquier situación cotidiana para establecer interacciones con el niño. 13.- Procure enseñar al niño las palabras que puede utilizar más frecuentemente. 14.- Cuando sepamos que conoce una palabra debemos exigírsela oralmente. 15.- Evite discursos demasiado directivos y demasiado ricos en imperativos, ya que no facilitan la comunicación como tal. 16.- No atosigue al niño con exceso de lenguaje y mire más calidad de las interacciones. 17.- Cuéntele cuentos, historietas, adivinanzas,...
Cosas que no se deben hacer:
a.- Completarle las oraciones y/o “adivinar” lo que el niño quiere decir. b.- Apresurarlo para que termine de expresar sus ideas. c.- Interrumpirlo mientras habla. d.- Fomentar o pedirle que hable con rapidez y precisión todo el tiempo. e.- Corregirlo con frecuencia, criticar o tratar de cambiar la forma en que habla o pronuncia sonidos y/o palabras. f.- Hablar al niño con el mismo vocabulario que él utiliza, por ejemplo, el guau-guau, el pío-pío, un pachús. g.- Hacer que el niño hable en voz alta, recite o de pequeños discursos frente a amigos, parientes o vecinos.
Ejercicios que pueden realizar los padres:
Nos ayudaremos de los dibujos “Hago muecas con Viki” y realizaremos con nuestro hijo/a los ejercicios que hace Viki. Además habrá que trabajar la respiración y el soplo, para ello podéis: + Soplar velas a diferentes distancias. + Soplar sin apagar las velas, sólo mover la llama. + Soplar una pelota de ping-pong con distinta intensidad. + Soplar pompas de jabón a distinta distancia. + Soplar un matasuegras, lento y rápido. + Inflar globos. + Sorber líquidos por una pajita. Hacer burbujas. + Hacer gárgaras con agua tibia. + Soplar trocitos de algodón o papelitos desparramados sobre la mesa. + Utilizar perfumes para que el niño haga ejercicios de inspiración nasal. (En todos estos ejercicios asegurarse que el niño inspira por la nariz y espira por la boca)
Si su hijo/a sólo tiene problemas para articular la /r/ requerirá de unos
ejercicios más específicos, no olvide que a veces un niño no pronuncia correctamente un fonema porque sus órganos de articulación no funcionan al 100% pero con el paso del tiempo lo harán.