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LA POSINFORMACION COMO NUEVO NICHO PROFESIONAL DEL

PERIODISMO.

1. INTRODUCCION.- El periodismo ha evolucionado con los cambios y


procesos de producción que se han registrado en la sociedad. De una era
industrial hemos pasado a una postindustrial, donde más que vivir el auge de
procesos productivos en masa, ahora se vive una tendencia hacia la economía
y el orden informacional o la era del conocimiento (1).
De manera análoga, el periodismo transita de la era de la información a
la de la posinformación. La producción industrial de la información encuentra
ahora una competencia cada vez mayor en la producción especializada de
contenidos, incluyendo la producción minimedia y el periodismo hiperlocal con
la subsecuente transformación cultural del receptor ahora con un rol más activo
dentro del proceso de la comunicación.
2. HIPOTESIS.- Con la era de la posinformación los contenidos están sujetos a
un proceso que se dirige a atender las pequeñas audiencias especializadas y
ya no a las grandes públicos o a las masas, como suelen aún los medios de
comunicación industrial.
3. MARCO TEORICO
Era Postindustrial.- el estadio alcanzado por las sociedades desarrolladas, en
el que ya no es posible distinguir las condiciones económicas y el crecimiento
de una serie de factores estrechamente integrados a las fuerzas de producción,
como, por ejemplo, la investigación técnica y científica, la educación, la
información, etcétera. (2)
Sociedad del conocimiento.- La aceleración sin precedente del ritmo de
creación, acumulación, distribución y depreciación del conocimiento; a aquella
sociedad basada en el uso crítico, racional y reflexivo de la información global y
distribuida (3).
Periodismo hiperlocal.- Los contenidos son creados por la propia
audiencia y, por lo tanto, muy pegados a la vida y a los intereses de
ésta. De hecho, el periodismo ciudadano ofrece su máximo potencial
en el nivel hiperlocal –término empleado por el blogger Jeff Jarvis- (4).
Nuevo periodismo.- Fusión de técnica novelística y el reportaje real, donde la
ficción es capaz de contener la seriedad moral de la novela (5).
4. DESARROLLO DEL TEMA
Historia.- No han bastado nuevas escuelas o tendencias literarias como
las del Nuevo Periodismo que en los años 70 intentó responder a la
transformación cultural de la época. La información comienza a tener un
tratamiento acorde a las expectativas de la audiencia quien, ya sea como
persona física o moral, busca ya contenidos especializados que cumplan con
un objetivo productivo.
La aparición de medios emergentes y las herramientas que brinda el
Internet han acelerado este proceso. Sin embargo, el potencial del Internet no
sólo multiplica la difusión del conocimiento; al compartirse información de
manera masiva pudieran compartirse también contenidos que algunas veces
podrían ser sólo desinformación o información “chatarra”.
Esta multiplicidad veloz con que se comparten contenidos ha hecho que
se requieran ahora contenidos hechos a la medida, para instituciones,
empresas u organismos que requieren información procesada con una
plusvalía que, por lo general, no encuentran en los medios industriales de
comunicación. Existen sectores industriales donde no existe información
procesada del área de competencia que requiere la directiva para
complementar en la correcta y oportuna toma de decisiones.
En la era de la posinformación estas necesidades son atendidas por
empresas emergentes que se han avocado a brindar contenidos
especializados, como ocurre para con el sector del autotransporte, el minero, el
de las tiendas departamentales, etc.
Ello representa en el periodismo una magnífica oportunidad para
quienes no han encontrado cabida en el mercado laboral de los medios.
Pudiera iniciarse una oleada de freelancers o bien de nuevas plazas dentro de
empresas que cubran este nicho de mercado.
Asímismo, representa un caso de estudio y análisis dentro de la esfera
de la comunicación donde el proceso evolutivo en esta era permitiría avanzar
hacia una mejor integración y profesionalización.
Consecuencias.- La creación de estos contenidos especializados es
también necesidad elemental de otros medios medios informativos que carecen
de periodistas especializados en la materia respectiva. Algunos de los medios
industriales de la comunicación han comenzado a comprar contenidos o bien a
contratar como colaboradores cuyo perfil profesional permiten otras
perspectivas y enfoques que la de los reporteros en general.
La investigación de ciertos temas conllevan durante su profundización y
sistematización constante hacia nuevos escenarios que difícilmente el
reportero investigador podría llevar a cabo ya que, por lo general, su tarea
concluye una vez que publica determinado tema y pocas veces se presta para
un seguimiento temático constante.
Ya las redes sociales como Twitter y Facebook le han arrebatado un
porcentaje interesante de audiencia a los medios tradicionales de Prensa,
Radio y Televisión. De hecho, los anunciantes están migrando parte de sus
presupuestos y campañas hacia estos medios emergentes o hacia la Televisión
de paga.
La posinformación atiende parte de esos mercados incluyendo recursos
como el periodismo hiperlocal, cuya contribución se ha dado a pasos
agigantados en comunidades del norte y centro del país; las unidades
minimedia, que atienden a ciertas audiencias, lo que conduce a la
transformación cultural de las mismas como parte del proceso de cambio en
esta nueva era de la posinformación, la cual requiere ser observada porque ello
conlleva una transformación conceptual de la realidad.
Esa realidad a veces corre paralela a la vida convencional, aquella
alejada de las nuevas generaciones que nacieron con la era digital y quienes
empiezan a rebasar a quienes nacimos en la era industrial y postindustrial.
Vemos con resistencia estos cambios que son parte de una realidad concreta,
porque se circunscriben en un entorno productivo y conceptual que es
parámetro actual y del futuro inmediato.
La información contenida en los medios tiende a ser gratuita. Lo que
tiende a venderse en la era de la posinformación es el servicio. Los contenidos
especiales o a la medida serán factores rentables de empresas industriales y
emergentes. Los freelancers con este escenario tendrán mayor autonomía y el
medio convencional se descargará de costos de infraestructura. La aportación
de colaboradores en línea, toda vez borradas las limitantes geográficas
permitirán una mayor productividad.
La era de la posinformación debe atenderse desde la perspectiva de las
ciencias y tecnologías de la información. Entendidas unas como las que
influyen en la conducta y la interpretación de la realidad y las otras como las
herramientas que a su vez están brindan una nueva perspectiva y una nueva
realidad a los procesos de la comunicación-información-periodismo.
El soporte material de la información ha comenzado a determinar a la
información misma. McLuhan prevía que el medio es el mensaje y el Internet y
sus aplicaciones comienzan a marcar un nuevo entorno social donde el
aspecto comercial de aquellos medios preconcebidos como industriales
comienzan a ver con recelo la competencia que representan las nuevas
herramientas hoy convertidas en medios. En sentido contrario, Nicholas
Negroponte (3) asume que “en un mundo digital el medio no es el mensaje, sino
una encarnación de este”, con tantas connotaciones que derivan del contexto y
el entorno de la información transmitida.
La era de la posinformación comparte etapa productiva con el
capitalismo financiero que se ha transformado en informacional y digital, lo que
a su vez se ha denominado, como así lo señala J.B. Terceiro, en “capitalismo
del conocimiento” (6). Hay una diferencia sustancial entre compartir información
y compartir conocimiento. El conocimiento es requerido por estratos que
requieren resolver más allá del entretenimiento o de la información llana,
inmediata o concisa.
Se requiere entonces de especialistas en brindar conocimiento. Sin
embargo, en la globalización de la información, no todo se constituye en
conocimiento. No hay del todo conocimiento compartido, sólo se comparte
información, muchas veces no del todo confiable por la improvisación y la
carencia de rigor investigativo.
CONCLUSIONES.- La posinformación asume dos grandes retos: por un
lado, enfrentar esa improvisación y, por el otro, resolverlo con la
profesionalización y actualización que se requiere en un mercado laboral
acotado y que requiere de una capacitación constante. (7)
Para reestablecer ese orden se requiere de un tiempo perentorio donde
la audiencia o el consumidor reconozcan cuáles canales, medios o sitios sean
los que requieran su atención, es decir que la demanda conforme al mercado
hasta quedar una mayoría de profesionales que podrán incluso ayudar al
desarrollo del periodismo ciudadano o periodismo hiperlocal que se gesta
desde ya en diferentes puntos del orbe.
De la economía de conocimientos se pasa por una nueva economía
basada en los servicios. Rosa San Segundo (8) plantea que una nueva “realidad
se constituye en la era tecnológica de la posinformación”… “se gesta una
nueva conciencia relacional de la posmodernidad”. La conectividad deja atrás
al sujeto autónomo para dar paso a uno más vinculado al tiempo que con el
espacio, este ya sin fronteras por la interconexión total. La información
electrónica va a vertebrar, dice San Segundo, la nueva era de la
posinformación y a conformar la realidad en su totalidad.
Seguirá habiendo audiencias que prefieran el infoentretenimiento u otros
esquemas más apegados al convencionalismo de la TV tradicional, de la
prensa que ya no relata sino sólo difunde datos fríos, fotos que apelan más a la
emotividad o al sensacionalismo, radios que entretienen y se alejan del
auditorio.
Habrá otras audiencias más apegadas a una nueva hiperrealidad que
requerirán de nuevos contenidos, de conocimiento que no encuentran en los
medios industriales de comunicación. Habrá entonces una nueva etapa dentro
del proceso de la generación y consumo de información, una ventana de
oportunidades para el profesional de la comunicación.
FUENTES:
(1) Gisbert Cervera, Mercé . “El siglo XXI, hacia la sociedad del conocimiento”, en Medios
audiovisuales y nuevas tecnologías para la formación del siglo XX , Murcia, 2002.
(2) Galbraith, John Kenneth,” El nuevo estado industrial”, Ed. Ariel, Barcelona 1974.)
(3) Negroponte, Nicholas. “Ser digital” . Ed. Océano. México. 1996.
(4) Periodismo Ciudadano, Voces paralelas a la profesión periodística. Koldobika
Meso Ayerdi, Ancla. 6 de agosto. 2005.
http://ancla.bitacoras.com/archivos/2005/08/06/
(5) Hollowell, John. “Realidad y Ficción, el Nuevo Periodismo y la Novela de No Ficción”. Ed.
Noema Editores. México 1979.
(6) Terceiro J.B. “Digitalismo, el nuevo horizonte sociocultural”. Ed. Taurus. Madrid. 2001 p.260
(7) Noam Chomsky “La aldea global” .Ed. Txalaparta. Navarra 1997.
(8) Rosa San Segundo. “Constitución de la realidad en la era tecnológica de la posinformación”.
Revista electrónica Razón y Palabra Núm. 31. (www.razonypalabra.org.mx

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