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Muchas son las ideas, pero pocas son las que se realizan. La contaminación ambiental es un problema serio al que, en los últimos años, muchos países están prestando atención. Se generan ideas en cada Cumbre Mundial Climática para combatirla, pero no todas estas son realizadas o, peor aún, no todas son tomadas en cuenta por los mandatarios presidenciales a la hora de llegar a su país, salvo algunas excepciones.
Dentro de esas excepciones estaba Brasil, uno de los países que más se ha desarrollado en Sudamérica y que, a los ojos del mundo, era uno de los estados que más se comprometió en la lucha contra el cambio climático debido a que está entre los 5 países más contaminantes del mundo, generando, al año, el 7% de las emisiones de CO2 a nivel mundial, el gas de efecto invernadero más contaminante. Para luchar contra este exorbitante número de emisiones de carbono, se estableció en 1999, en Japón, el Protocolo de Kioto, un pacto que compromete a países industrializados a bajar sus emisiones de gases de efecto invernadero en un breve periodo de años, dando las iniciativas para el 2005 y los resultados entre los años 2008 y 2012. Brasil fracasó.
Muchas son las ideas, pero pocas son las que se realizan. La contaminación ambiental es un problema serio al que, en los últimos años, muchos países están prestando atención. Se generan ideas en cada Cumbre Mundial Climática para combatirla, pero no todas estas son realizadas o, peor aún, no todas son tomadas en cuenta por los mandatarios presidenciales a la hora de llegar a su país, salvo algunas excepciones.
Dentro de esas excepciones estaba Brasil, uno de los países que más se ha desarrollado en Sudamérica y que, a los ojos del mundo, era uno de los estados que más se comprometió en la lucha contra el cambio climático debido a que está entre los 5 países más contaminantes del mundo, generando, al año, el 7% de las emisiones de CO2 a nivel mundial, el gas de efecto invernadero más contaminante. Para luchar contra este exorbitante número de emisiones de carbono, se estableció en 1999, en Japón, el Protocolo de Kioto, un pacto que compromete a países industrializados a bajar sus emisiones de gases de efecto invernadero en un breve periodo de años, dando las iniciativas para el 2005 y los resultados entre los años 2008 y 2012. Brasil fracasó.
Muchas son las ideas, pero pocas son las que se realizan. La contaminación ambiental es un problema serio al que, en los últimos años, muchos países están prestando atención. Se generan ideas en cada Cumbre Mundial Climática para combatirla, pero no todas estas son realizadas o, peor aún, no todas son tomadas en cuenta por los mandatarios presidenciales a la hora de llegar a su país, salvo algunas excepciones.
Dentro de esas excepciones estaba Brasil, uno de los países que más se ha desarrollado en Sudamérica y que, a los ojos del mundo, era uno de los estados que más se comprometió en la lucha contra el cambio climático debido a que está entre los 5 países más contaminantes del mundo, generando, al año, el 7% de las emisiones de CO2 a nivel mundial, el gas de efecto invernadero más contaminante. Para luchar contra este exorbitante número de emisiones de carbono, se estableció en 1999, en Japón, el Protocolo de Kioto, un pacto que compromete a países industrializados a bajar sus emisiones de gases de efecto invernadero en un breve periodo de años, dando las iniciativas para el 2005 y los resultados entre los años 2008 y 2012. Brasil fracasó.
Muchas son las ideas, pero pocas son las que se realizan. La contaminacin ambiental es un problema serio al que, en los ltimos aos, muchos pases estn prestando atencin. Se generan ideas en cada Cumbre Mundial Climtica para combatirla, pero no todas estas son realizadas o, peor an, no todas son tomadas en cuenta por los mandatarios presidenciales a la hora de llegar a su pas, salvo algunas excepciones. Dentro de esas excepciones estaba Brasil, uno de los pases que ms se ha desarrollado en Sudamrica y que, a los ojos del mundo, era uno de los estados que ms se comprometi en la lucha contra el cambio climtico debido a que est entre los 5 pases ms contaminantes del mundo, generando, al ao, el 7% de las emisiones de CO2 a nivel mundial, el gas de efecto invernadero ms contaminante. Para luchar contra este exorbitante nmero de emisiones de carbono, se estableci en 1999, en Japn, el Protocolo de Kioto, un pacto que compromete a pases industrializados a bajar sus emisiones de gases de efecto invernadero en un breve periodo de aos, dando las iniciativas para el 2005 y los resultados entre los aos 2008 y 2012. Brasil fracas. En septiembre del ao pasado, la presidenta brasilera Dilma Rousseff indic, en la Cumbre Mundial Climtica anual de la ONU, que las emisiones de CO2 haban disminuido en su pas. Sin embargo, en febrero de este ao, universidades del mundo como la Universidad de Velmort de Estados Unidos, y la misma
Universidad Federal de Minas Gerais de Brasil, realizaron estudios para cuantificar
las emisiones de CO2 en el grande sudamericano, y los resultados no fueron acordes a las declaraciones de la mandataria. Durante el estudio se lleg a determinar que la cantidad emitida de carbono, en lugar de bajar, aument al doble. Pasaron de emitir 91 toneladas mtricas de CO2 en la produccin de acero, a 182 toneladas mtricas. Y no solo ello! al cambiar el uso del carbn mineral por el carbn vegetal, no solo aument la emisin de CO2 por el cambio de uso de la tierra, sino que, al requerir este procedimiento la tala de rboles, se produjo una acelerada deforestacin en la Amazona brasilea. Todo esto hace indicar, en cuanto a la lucha contra el cambio climtico, que en lugar de avanzar, Brasil est retrocediendo. En algn momento el mundo va necesitar de rboles y aire puro para vivir, y quiz ese da los mandatarios y grandes empresarios notarn que el dinero no se respira ni se come. Tal vez, hoy en da, en sus balanzas, el dinero pesa ms que el aire que respiramos.