Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
Lucas 14:28-30
Porque quin de vosotros, queriendo edificar una torre, no se
sienta primero y calcula los gastos, a ver si tiene lo que necesita
para acabarla? (29) No sea que despus que haya puesto el
cimiento, y no pueda acabarla, todos los que lo vean comiencen a
hacer burla de l, (30) diciendo: Este hombre comenz a edificar, y
no pudo acabar.
Jess mismo nos habla de la importancia de considerar el precio
de algo que queramos hacer, aunque l est usando el ejemplo de
edificar una torre, el principio es el mismo. El precio de ser un lder
espiritual, especialmente pastor, es alto, y debemos de considerar el
costo. En estos ltimos das, Dios me ha estado llevando a
considerar el precio que debemos de pagar, no solamente para
seguirle en su llamado que ha puesto en nuestras vidas, pero aun
mas importante, para continuar con pasin, y llegar a la meta final,
ms fuerte que cuando comenzamos. Sabemos el precio inmenso
que Jess pago por servir a su Padre, Tambin sabemos el precio
que el apstol Pablo pago, pero aun as en ocasiones, pareciera
que somos los nicos que tenemos que pagar un precio tan enorme
por servir a Jess. Pareciera que los dems ministros, amigos
nuestros siempre estn en victoria, sin presiones, y sin batallar, y en
sus iglesias no tienen los mismos problemas que nosotros
experimentamos. Recuerdo las palabras de un amigo mo, que
cuando me comparta sobre su iglesia, yal ministerio que tenia, me
deca que era tan fcil, recuerdo que uso estas palabras, las cosas
estn pasando tan rpido, que parece como cuchillo caliente en la
mantequilla. En mi experiencia, en ocasiones ms bien a parecido,
como cuchillo de palo queriendo cortar rocas de granito. Hay cinco
reas que debemos de estar dispuestos a pagar un precio, si es
que deseamos seguir adelante sirviendo a nuestro Seor:
1. El Precio Espiritual:
Sera conforme a lo que Dios nos ha confiado. Entre ms Dios
bendice nuestra vida y ministerio, y ms influencia tenemos sobre
otras personas, ministros, e Iglesias, ms terrible sern los ataques
en contra de nuestras vidas, familias, y ministerios
experimentaremos. Muchas veces estos ataques vendrn de otros
creyentes, y aun de otros ministros. El aposto Pablo declara las
siguientes palabras, Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el
Dios nos conoce y sabe nuestro corazn, y nunca nos deja, el dijo a
sus discpulos,