La

pcara Perlita
Haba una vez una liebre blanca llamada Perlita. Ella
viva en una pequea isla lejos muy lejos de aqu.
Perlita se aburra terriblemente en su isla.

Un da decidi irse, abandonar su hogar. Pero haba un grave

problema, la tierra del otro lado estaba lejos y ella no poda llegar
porque no saba nadar.
Un da, una maravillosa idea vino a su mente y le habl a los
cocodrilos del gran ro.
- Estimados seores cocodrilos aceptan ustedes que contemos
cuntos cocodrilos hay en el ro?
Los cocodrilos entusiasmados con la idea aceptaron.
- Escchenme, dijo Perlita, hagan una larga fila poniendo la cabeza
detrs de la cola del compaero. Cuando estn listos, yo pasar
corriendo sobre la espalda de cada uno de ustedes y los ir
contando uno por uno. Despus contaremos cuntas liebres hay
en la isla.
Los cocodrilos se alinearon cmo ella les haba dicho, cabeza
contra la cola el uno detrs del otro. Y eran tantos, tantos que llegaron
hasta la tierra del otro lado. Perlita, al ver que estaban listos,
comenz a saltar sobre ellos a la vez que contaba: un cocodrilo,
dos cocodrilos tres cocodrilos cuatro cocodrilos as la muy
diabla iba avanzando cuarenta y seis cocodrilos, cuarenta y siete
Cuando iba llegando a los ltimos se puso a rer y empez a contar:
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- Cuarenta y ocho tonto, cuarenta y nueve tonto ja, ja, ja!

Si supieran, les dijo Perlita, que Me da lo mismo saber cuntos son
ustedes! Slo quera llegar a esta tierra y no saba cmo hacerlo. Si
algn da deseo regresar los llamar!
Pero demasiado pronto Perlita haba credo en su victoria. Slo
tena una patita en la tierra cuando el ltimo cocodrilo de la fila,
enojado, dio vuelta la cabeza y abri furioso su gran boca y de un
mordisco le arranc la cola y todo su calzoncito de piel.
- Oh! dijo llorando la liebre, porque le dola mucho, esto me pasa
por haber engaado a mis amigos. Este castigo me lo merezco!
Y gimiendo se puso un parche en su colita.
Perlita al fin haba logrado llegar al pas que ella tanto haba
deseado pero tuvo que esperar largo tiempo para conocerlo, ya que
encerrada en una cueva, tuvo que esperar a que le creciera su colita y
su calzoncito de piel.
Fin

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