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El clima en los continentes está más determinado por los océanos que por el
lugar, más cercano al Polo o al Ecuador en que vivamos. Así, si el Norte de
Europa tiene un clima de temperaturas benignas no es por su latitud, más cerca
del Polo que nuestra Tierra del Fuego sino a un Mar del Norte irrigado por aguas
cálidas. Si no hubiese océanos, la mitad tropical y subtropical de la Tierra sería un
desierto con temperaturas superiores a los 50º C y el resto estaría
permanentemente por debajo del punto de congelación. Pero no son las aguas las
moderadoras de los climas sino: las Corrientes Oceánicas y el efecto invernadero.
Básicamente todo planeta constituido por fluidos (líquidos o gases), tiene una
suerte de corrientes que desplazan el fluido tendiendo a formar ‘climas’ de cierta
uniformidad en la superficie. Así sucede en La Tierra , el Sol, Venus y Júpiter por
tomar algunos ejemplos de planetas de superficie fluida en nuestro sistema, la
circulación de las corrientes oceánicas está determinada por factores como
diferencias de temperaturas y de densidad en el agua.
Y por el otro lado, el efecto invernadero. No podemos vivir sin agua. Marte la tuvo
y un proceso desbocado de ‘efecto invernadero’ la evaporó. Fue una reacción en
cadena: el calentamiento de los océanos genera vapor de agua. Cuando hay
suficiente vapor en la troposfera, éste atrapa la energía térmica procedente de la
superficie y la temperatura del agua del mar crece aún más generando más vapor.
Para iniciar el proceso solo bastan 27º C de temperatura de superficie del mar. Y
un huracán como Katrina mostró temperaturas oceánicas de 26º en el mar
caribeño. Hasta ahora la Tierra se salvó gracias a las corrientes oceánicas que
enfrían las aguas en los polos. Pero el Polo Norte viene disolviéndose hace tres
veranos, Groenlandia y la Antártida llevan una disminución de un 40% en su
plataforma de hielo a un ritmo de 152 Kilómetros cúbicos al año. Vamos en camino
y el único planeta de repuesto está a más de 20 años luz. Hasta el año 2015 hay
retorno, aún así los beneficios recién los apreciaríamos a mediados de siglo. Y si
pasamos el 2015 sin frenar el calentamiento global entraremos en un proceso
desbocado y la Tierra será un espejo de Marte, ya sin habitantes.
Gaia Misiones