Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
Se denomina atributo al complemento necesario e imprescindible que llevan siempre los sujetos de los verbos
copulativos, esto es, ser, estar y parecer. Constituye el verdadero núcleo del predicado que estos verbos forman, el
llamado predicado nominal, ya que los verbos copulativos están tan desemantizados o desprovistos de significado que
en realidad no pueden constituirse en núcleos del predicado.
La función de atributo puede ser realizada por cualquier tipo de sintagma, y es conmutable, sustituible o
reemplazable por el pronombre átono lo (pronominalización), tenga el género que tenga: "Juan es de Valencia" = "Juan
lo es". Juan es así = Juan lo es. Juan es bueno = Juan lo es.
Si el atributo es un adjetivo, concuerda en género y número con el sujeto.
En cierto número de casos, los verbos copulativos pueden ser predicativos y no llevar atributo. Así ocurre cuando ser
significa "suceder" u "ocurrir", o cuando estar significa "aposentarse, residir, permanecer en un lugar". Por ejemplo: "Es
que estoy cansado". "Estoy en Marruecos".
Antónimo
El par negro - blanco es un ejemplo que nos indica claramente qué es un antónimo y cuál es su función.
Definición
El Diccionario de la Academia describe un antónimo como la palabra que se opone a otra, o sea, que signfica lo
contario.
Tipos de antónimos
En la lengua española, el antónimo tiene tres tipos:
Graduales
En los antónimos graduales las dos palabras se oponen de forma progresiva, pues hay otras palabras que significan lo
mismo con diferente grado.
blanco - negro (hay gris)
frío - caliente (hay templado, gélido, helado, tibio...)
Complementarios
Recíprocos.
En los antónimos recíprocos el significado de una palabra implica el de la otra, es decir, no se puede dar uno sin el
otro.
comprar - vender (para que alguien venda una cosa otro tiene que comprarla)
dar-recibir
Homonimia y polisemia
Homonimia y polisemia son situaciones en las que un conjunto de letras, o de sonidos, tiene varios significados. Se
diferencian por la forma en la que esto ha llegado a ocurrir.
Homonimia
(Del latín homonymus, que a su vez procede del griego homōnymos: homo- 'mismo' + ōnymos 'nombre'[1]).
La homonimia es el fenómeno consistente en que dos palabras completamente distintas han llegado a tener "el mismo
nombre", el mismo significante, la misma forma, pero, por ser palabras distintas, sus significados siguen siendo
completamente distintos.
Por ejemplo:
El latín venit (él/ella vino) evolucionó y ha dado el castellano vino (él/ella vino).
En consecuencia, hay una sola forma vino para 1. vino (llegó) y 2. vino (bebida).
En el diccionario aparecen en entradas distintas (verbo en venir), como palabras distintas que son, sin relación entre
sí.
Sin conocer la etimología de las palabras no es posible distinguir la homonimia, pero un indicador es la imposibilidad
de que un significado se relacione de ninguna manera con el otro (la idea de "venir" y una "bebida elaborada a partir
de la uva" no tienen nada que ver, aunque sus nombres hayan coincidido tras su evolución).
Otro ejemplo:
El latín falce(m) [de falx, falcis = hoz, instrumento para segar) ha evolucionado en su forma al castellano hoz.
El latín fauce(m) [de faux, faucis = desfiladero, garganta] ha evolucionado en su forma al castellano hoz.
En consecuencia, hay una sola forma hoz para 1. hoz (instrumento para segar) y 2. hoz (desfiladero, garganta: Hoces
del Júcar)
En el diccionario aparecen como entradas distintas, como palabras distintas que son.
Luego, las palabras castellanas vino - vino y hoz - hoz son homónimas.
En español este fenómeno es menos frecuente que en otras lenguas, como el inglés o el francés, en las que la
evolución de la lengua ha derivado en una extensa relación de palabras homónimas, que con frecuencia se aprovecha
en publicidad y humor para crear juegos de palabras.
Palabras homógrafas
Son las palabras homónimas que se escriben de la misma manera:
Tomó una copa de vino (nombre común, masculino, singular).
Él vino desde Sevilla (verbo venir).
Palabras homófonas
Son las palabras homónimas que se pronuncian de la misma manera pero se escriben de distinta forma:
Dado el relativo paralelismo entre expresión escrita y hablada del español, y la existencia de pocas letras que se
pronuncian igual (como 'b' y 'v' o, en determinadas circunstancias, 'c' y 'z'), las palabras homófonas son relativamente
raras en este idioma.
• Muestra de homofonía en francés en la que, a partir de una sola sílaba, se pueden distinguir cuatro significados
distintos:
Ô [o] : ¡oh!
Au [o] : al (contracción de la preposición de y el artículo el)
Aux [o] : a los / a las
Eau [o] : agua
=
Polisemia
Por ejemplo:
El latín clave(m) [= llave] se toma como cultismo y tenemos castellano clave. En castellano podemos encontrar usos
contextuales lógicamente explicables:
1. La clave del problema. (lo que permite solucionar y entender el problema = la llave que abre el problema).
2. La clave de la caja fuerte. (combinación que permite abrir y cerrar la caja).
3. La clave del arco. (la pieza que cierra las demás piezas del arco y lo mantiene sin caerse, y viceversa: se quita la
clave y se derrumba el arco.)
Se percibe claramente la relación de significado único que hay entre los distintos casos de clave: llave que "abre" o
"cierra" real o figuradamente.
Veamos el caso de otras dos palabras polisémicas: sierra[2] y falda[3]:
Sierra es una herramienta para cortar madera, así como una cordillera de montañas. Falda es una prenda de vestir
femenina, así como la parte baja de un monte.
Distinción entre homonimia y polisemia
La diferencia fundamental entre la polisemia y la homonimia está en el origen de las palabras, es decir, en su
etimología.
Las palabras homónimas tienen etimologías distintas mientras que la palabra polisémica tiene un mismo origen, cuyo
significado se ha diversificado con el paso del tiempo. En otras palabras, las palabras homónimas fueron y siguen
siendo palabras distintas que han coincidido en su forma; las llamadas palabras polisémicas" son una sola palabra que
ha adquirido distintos significados, entre los cuales hay una relación de sentido.
Como veremos con la palabra bota[2], aunque a primera vista pueda parecer un caso de polisemia se trata, en
realidad, de un caso de homonimia, ya que cada definición tiene una etimología diferente y, en el diccionario, lo
podemos percibir porque cada una pertenece a una entrada independiente.
La polisemia es el fenómeno por el que una misma palabra, con un solo origen, puede tener diferentes significados,
cuyo funcionamiento morfológico y sintagmático no varía (esto último quiere decir que no cambia su categoría
gramatical ni las funciones sintácticas que puede desempeñar).
Es decir, se trata de una palabra que ha llegado a tener, por razones contextuales la mayoría de las veces, distintos
significados, pero esos significados son diversas acepciones de una misma palabra.
En el diccionario hay una sola entrada (por ser una sola palabra) y se van enumerando los distintos significados que ha
ido adquiriendo a lo largo de su evolución. Un elemento para distinguirlas es que, aunque sea de forma lejana o difícil
de ver, los significados se relacionan todos entre sí y hay una lógica que explica esas acepciones.
Por ejemplo:
El latín clave(m) [= llave] se toma como cultismo y tenemos castellano clave. En castellano podemos encontrar usos
contextuales lógicamente explicables:
1. La clave del problema. (lo que permite solucionar y entender el problema = la llave que abre el problema).
2. La clave de la caja fuerte. (combinación que permite abrir y cerrar la caja).
3. La clave del arco. (la pieza que cierra las demás piezas del arco y lo mantiene sin caerse, y viceversa: se quita la
clave y se derrumba el arco.)
Se percibe claramente la relación de significado único que hay entre los distintos casos de clave: llave que "abre" o
"cierra" real o figuradamente.
Núcleo Verbal.
El núcleo verbal es la palabra más importante del predicado. Puede decirse que por sí solo constituye una oración.
Sus modificadores son:
• Transitivo (con objeto directo).
• Intransitivo (sin objeto directo).
• Circunstancial.
Análisis
El: Modificador del núcleo nominal.
Timbre: Núcleo del sujeto (N.S.)
Sonó: Núcleo verbal (N.V.)
Fuertemente: Modificador del núcleo verbal.
Sintagma
Todas las oraciones son inmediatamente descomponibles en sintagmas (la oración misma puede considerarse un
macrosintagma) y los sintagmas pueden engancharse, depender o girar unos en torno a otros mediante relaciones
sintácticas de parataxis (coordinación), hipotaxis (subordinación) o relaciones morfosintácticas de concordancia,
también por relaciones semánticas de cohesión y congruencia denominadas coherencia textual. La composición
interior del sintagma varía desde sintagmas con una sola palabra que funciona como núcleo, hasta aquellos en los que
se encuentran varios sintagmas dependientes de uno central o incluso una proposición subordinada al núcleo del
sintagma.
Un sintagma puede ser obligatorio por haber sido seleccionado por el predicado. A ese sintagma se le denomina
argumento o complemento sintáctico. El sintagma no seleccionado por el predicado es siempre opcional y se le
denomina adjunto sintáctico.
Donde claramente O y O' serían "sintagmas" exocéntricos, con algunos rasgos nuevos no presentes en ninguna
• Sintagmas endocéntricos. A diferencia del caso anterior, un sintagma endocéntrico sería de la misma categoría
gramatical que su núcleo y con propiedades heredadas del núcleo sintáctico.
Nuevas perspectivas
Comúnmente se ha aceptado que el sintagma puede ser verbal, nominal, adjetivo, adverbial, preposicional (en algunas
lenguas es conveniente distinguir además el sintagma determinante). Más recientemente se han introducido también
sintagmas asociados a categorías funcionales que son además del sintagma determinante, el sintagma complementador
y el sintagma de tiempo (o inflexión).
La hipótesis de endocentricidad generalizada viene a decir que todo sintagma es la máxima proyección de un núcleo,
lo cual significa que las propiedades combinatorias del sintagma vienen dadas por la naturaleza del núcleo, ya que los
"rasgos" del núcleo serían heredados o "proyectados" a través del árbol sintáctico desde el núcleo al sintagma. La
hipótesis de endocentricidad generalizada supone además del abandono de las construcciones exocéntricas.
La estructura básica de un sintagma viene explicitada por la hipótesis de la X' según la cual un núcleo se proyecta dos
veces y recibe un modificador en cada proyección. Por tanto, si la letra X se utiliza para designar algún tipo de núcleo
(N = nombre, adjetivo o pronombre; V = verbo, P = preposición,...). el sintagma X (SX) puede descomponerse como
sigue:
SX
/\
esp X'
/\
X' adjunto
/\
X complemento
|
nucleo
• Un núcleo X se proyecta al nivel X' al recibir como modificador a un complemento.
• X' puede recibir optativamente un adjunto sin modificar su naturaleza de proyección intermedia.
• X' se proyecta a SX al recibir como modificador a un especificador.
Un ejemplo de sintagma adjetivo con la anterior estructura sería el siguiente:
Donde:
sería el especificador.
sería el complemento.
sería un adjunto.
sería el núcleo sintáctico.
Finalmente cabe mencionar que algunas propuestas más recientes sugieren que realmente no existen sintagmas
asociados a categorías léxicas. Así realmente no existirían el sintagma verbal, nominal, adjetivo o adverbial sino sólo
existirían sintagmas asociados a categorías funcionales como el sintagma determinante, el sintagma complementador y
el sintagma de inflexión.
Sintagmas léxicos
Según el tipo de núcleo del sintagma endocéntrico, éste se clasificaba del mismo modo que en gramática tradicional
en sintagma nominal, verbal, adjetivo o adverbial según sea su núcleo un sustantivo o pronombre, un verbo, un
adjetivo o un adverbio respectivamente. En cuanto al sintagma exocéntrico actualmente está muy discutido, incluso
se ha propuesto la hipótesis de endocentricidad generalizada.
Sintagma nominal
Sintagma preposicional
De acuerdo con el análsis de la gramática generativa, un sintagma preposicional se compone como mínimo de una
preposición (u otro tipo de adposición), que hace de núcleo, y un sintagma como complemento obligatorio. Por
ejemplo: "entre los sauces llorones".
En español, el sintagma preposicional (SPrep o SP) puede funcionar:
• Como complemento de régimen de un verbo: No creo en los políticos.
• Como complemento directo de persona: Él amaba a la princesa.
• Como adjunto dentro de un sintagma verbal o nominal:
• Con un sintagma nominal haciendo de complemento preposicional de un nombre, adjetivo o adverbio,
también llamado complemento del nombre o CN.
• En una oración en voz pasiva de complemento agente que marca oblicuamente el agente.
• "Complemento" opcional o adjunto que hace de complemento circunstancial.
• Excepcionalmente como sujeto excepcionalmente: Entre Pedro y Luis lo hicieron.
En algunas teorías funcionalistas, se ha propuesto emplear la expresión Sintagma Nominal Introducido por Preposición
(SNIP) o Sintagma Adjetival Introducido por Preposición (SAIP), puesto que el núcleo del sintagma, es decir, la palabra
más importante semánticamente, no es la preposición, sino el sustantivo o el adjetivo.
Sintagma verbal
Artículo principal: Sintagma verbal
El sintagma verbal es el encabezado por un verbo no-auxiliar, es decir, un sintagma cuyo núcleo sintáctico es un verbo
con significado léxico. Por ejemplo en español:
[Øi [comei,N pescado]].
Juan [[está]N aquí].
En español el Sintagma verbal o SV puede funcionar solamente como predicado, bien sea como predicado verbal, como
predicado nominal o como predicado mixto.
Debe tenerse presente que cuando existen auxiliares, puede distinguirse entre un sintagma verbal que tiene por
núcleo el verbo en forma no personal y un sintagma de tiempo que tiene por núcleo al verbo auxiliar. Gracias a este
análisis puede explicarse como el comportamiento peculiar de ciertos adverbios en inglés o francés y otras lenguas
donde entre el auxiliar y el verbo principal puede ocurrir un adverbio. Si no se postula el sintagma de tiempo, además
de que ciertos hechos de estas lenguas quedan inexplicados tendríamos que asumir la existencia de "sintagmas
discontinuos" o cualquier otro tipo de solución poco elegante. En cambio en español entre el verbo auxiliar y el verbo
principal no puede aparecer ningún elemento, por lo que en español el verbo principal siempre estará.
Sintagma adjetival
Artículo principal: Sintagma adjetivo
El adjetivo es el núcleo, por ej: "muy guapa".
En español el sintagma adjetival o SAdj. puede funcionar como adyacente, como atributo y como complemento
predicativo.
Sintagma adverbial
Artículo principal: Sintagma adverbial
"Muy cuidadosamente" "Muy lentamente"
En español el sintagma adverbial o SAdv. puede funcionar como complemento directo, como complemento de un
adverbio, como complemento circunstancial y como Grado o cuantificador de un adjetivo.
Sintagmas funcionales
Artículos principales: Sintagma determinante, Sintagma complementante y Sintagma de tiempo
Los sintagmas funcionales son aquellos cuyo núcleo sintáctico no tiene en general un significado léxico, sino que es
simplemente:
• Un nexo subordinante (sintagmas complementantes)
• Un indicador de cantidad, definición o tipo de referencia (sintagma determinante)
• Un verbo auxiliar sin significado léxico que especifica el tipo de aspecto o la modalidad.
Ejes paradigmático y sintagmático
En la lingüística estructural inaugurada por Ferdinand de Saussure, éste observa (como si fueran ejes de coordenadas
cartesianas) dos ejes elementales constituyentes del lenguaje: el eje paradigmático (basado en palabras o,
directamente, en significantes) y el eje sintagmático o metonímico constituido por una cadena de significantes con un
posible significado en común que le da sentido.
Por otra parte Noam Chomsky ha considerado a una posible gramática generativa constituida por sintagmas léxicos y
sintagmas funcionales, y sujetos a unos principios combinatorios universales. Estos principios forman parte de la
capacidad innata de adquirir una lengua materna.
Leísmo
El leísmo es la sustitución impropia del pronombre personal lo/la por le en la posición de complemento directo y en
los verbos que tradicionalmente rigen el caso acusativo (también llamados verbos transitivos) en español:
Tipos de leísmo
El leísmo es un rasgo característico de los dialectos del centro de la península Ibérica, a las que la Real Academia
Española considera actualmente vulgares. El dictamen académico se ha moderado recientemente, y se considera
aceptable la forma leísta exclusivamente cuando el complemento directo de la acción es una persona de sexo
masculino. Por tanto, así le ví [a Juan] se tolera, mientras que *le ví [a Inés] o *le vi [al buque] no. En el caso de ser el
complemento directo masculino y plural, referido a personas, la Academia hace notar que aunque el uso de les "no
carece de ejemplos literarios", es "desaconsejable en el habla culta"; por tanto, decir *les vi llegar (a ellos) es
desaconsejable y, por supuesto, *les vi llegar (a los buques) ya es incorrecto sin paliativos.[1]
La posición oficial de la Academia ha variado con las épocas; durante el siglo XVIII la tendencia a la unificación de los
casos era dominante, y de hecho en 1796 la Real Academia dictaminó que el pronombre átono debería usarse para el
acusativo masculino con exclusión de lo. No sería hasta 1854 en que la doctrina se revertiría; atendiendo a una
propuesta de Vicente Salvá, se reintrodujo la distinción entre el lo usado para el acusativo y el le dativo. En una
primera instancia se reconoció simplemente la legitimidad de la distinción entre pronombres y luego prescribiéndola
explícitamente. Para fines de siglo, el dictamen de 1796 se había invertido por completo, y el uso de le se consideró
incorrecto, aunque con la salvedad de aceptar el leísmo para el pronombre masculino singular, diciendo que
...nunca o rarísima vez convendría el "le" acusativo a pronombre de cosa.
El criterio para las rarísimas veces se explicitó poco y mal. Posiblemente a causa de ello, la decisión académica alteró
paulatinamente el uso escrito en las regiones no distinguidoras, que por fuerza fueron adecuándose a las normas de la
RAE.
Leísmo aparente
Superficialmente similar al leísmo, la variación en el uso pronominal puede deberse también a variaciones dialectales
en el régimen de algunos verbos.
La atenuación de la oposición entre dativo y acusativo en el sistema de casos del español ha llevado a tendencias
divergentes en cuanto a la utilización de verbos en los que el complemento tradicionalmente considerado directo es
raramente explícito. Es el caso de verbos como pegar o enseñar, que se complementan tanto con una referencia
personal, en forma de dativo, como una inanimada o abstracta, en forma de acusativo; sin embargo, la segunda es
tácita muchas veces, por lo que a la forma estándar el policía le pegó al obrero [un cachiporrazo] la sustituye muchas
veces en algunos dialectos *el policía lo pegó al obrero.
Lo mismo sucede con verbos como tocar, con la estructura de doble objeto típica del español; aunque la frecuencia de
uso es muy similar a la de los verbos precedentes, aquí la censura de la Academia es menos tajante, y se admiten
tanto las formas él le tocó [las manos] como él la tocó, representando la variación pronominal un desplazamiento del
significado.
También se deja al arbitrio del hablante y a consideraciones contextuales la elección del dativo o el acusativo para los
verba sentiendi —aquellos que expresan una afección sensitiva, perceptiva o intelectual. En los verba influendi la
opción se codifica en la gramática académica según el verbo lleve o no normalmente la preposición a antes de la
proposición sustantiva que cumple la función de objeto; así, prohibir se complementa con el pronombre de dativo,
mientras que obligar lleva el de acusativo, aunque la estructura funcional es idéntica.
Leísmo deferente
Una de las formas más extendidas de leísmo, que se emplea aún en variantes que normalmente siguen el modelo
distinguidor, es el uso del pronombre de dativo para concordar con la forma de respeto usted. Se ha interpretado de
diverso modo como forma de desambiguar con la tercera persona, de separarse de la forma familiar o como extensión
del patrón leísta general. En el leísmo de respeto, la forma estándar Ayer lo llamé por teléfono [a usted] se convierte
en ayer le llamé por teléfono [a usted]. La Academia la admite, en especial en las fórmulas convencionales de
tratamiento y protocolo.
Leísmo de contacto
Otras formas de leísmo aparecen, también, en dialectos del español que se caracterizan por la situación prolongada de
bilingüismo o diglosia en contacto con lenguas en las que el régimen pronominal es distinto. La influencia del guaraní
en el español paraguayo, del quechua en el español andino o del euskera en País Vasco y Navarra llevan en algunos
casos a la supresión completa de la diferenciación entre pronombres de dativo y de acusativo, sustituyendo todos los
casos por le. Acompañada de una tangible modificación en el empleo de los pronombres, que se utilizan
sistemáticamente de manera redundante en todas las funciones —a diferencia de la forma estándar del español, que
prescribe la redundancia sólo en el dativo: yo le di la carta a mi hermana—, es efecto de la asimilación a un sistema
gramatical desprovisto de la distinción de casos. En ocasión se considera vulgar, sobre todo en las zonas de transición
entre dialectos afectados por esta forma de leísmo y dialectos no leístas, pero forma parte de la norma culta en las
regiones en que el dialecto leísta es exclusivo o mayoritario, y tiene expresión en la lengua formal y escrita. No
cuenta, sin embargo, con la sanción de la RAE.
Dialectos leístas
Leísmo castellano septentrional
En la región septentrional y occidental de Castilla y León, el sistema distinguidor del caso está reemplazado casi
totalmente en el habla por un sistema paralelo, basado en las características semánticas del antecedente referencial
antes que en la función gramatical. La hipótesis más extendida es que los criterios de construcción atienden a la
naturaleza numerable o contable del antecedente, y secundariamente a su género y número; esta distribución se
denomina sistema confundidor del caso o referencial, y se expresa en los tres fenómenos paralelos del leísmo, el
laísmo y el loísmo. De acuerdo a esta teoría, en el sistema confundidor, la elección de pronombre depende de:
1. la naturaleza numerable o no del complemento; los sustantivos innumerables o continuos (agua, trigo, tierra)
se representan por lo;
2. el género del complemento, si es discontinuo o numerable; los sustantivos femeninos se representan por
la/las, mientras que los masculinos lo hacen por le/les.
Otros autores disienten con esta hipótesis, sosteniendo que el factor crucial en la selección pronominal es el valor de
animacidad concedido al objeto mencionado; así, el lo se limitaría a los objetos inanimados, contables o no, mientras
que el le se emplearía para seres vivos, con mayor frecuencia cuanto más similares al humano sean (véase González
1997, passim). Es probable que la diferente evaluación se deba a que aspectos superficialmente similares enmascaren
variaciones profundas en el desarrollo del sistema pronominal en distintos dialectos del español.
El área afectada por esta forma de leísmo comprende la mayor parte de Castilla y León. La forma más pronunciada se
manifiesta en Valladolid, el este de León, Palencia y el noroeste burgalés, donde le sustituye a lo y les a los para todos
los antecedentes animados de género masculino. El resto de la provincia de Burgos, las zonas aledañas a Valladolid y
las regiones leístas de Segovia y Soria oscilan entre les y los para el plural, usando le invariablemente para el singular.
En la provincia de Salamanca, Ávila y las zonas de transición entre éstas, Madrid y Cáceres el plural no es leísta salvo
en raros casos. Menos estudiada es la distribución del leísmo para el pronombre femenino, que la mayoría de los
autores juzgan limitada al habla popular, aunque no se dispone de investigación sociolingüísticas en profundidad.
Evolución histórica
En muchas lenguas, se ha producido un cambio de régimen del uso del dativo por el acusativo o viceversa para
estructurar de una manera más clara varias funciones. Así, el uso del dativo para el verbo ayudar en latín, se ha
sustituido por el acusativo en francés (Je l'aide), algo que también se produjo en algunas regiones de lengua
castellana.
Pero el fenómeno de alteración de todo el sistema de pronombres es una innovación del español respecto al latín que
no halla correlación en otras lenguas romances o variantes del español; refleja la tendencia a eliminar la diferencia
funcional entre los antiguos casos acusativo y dativo —que en español sobreviven sólo en la declinación pronominal—
por medio del género. En efecto, la distinción entre casos gramaticales ha desaparecido en gran medida de la lengua
castellana, que emplea preposiciones para suplirla. El sistema pronominal no leísta es una de las únicas instancias de
conservación del complejo sistema de pronombres del latín en español; lingüísticamente se le estudia como sistema
distinguidor del caso.
Complemento circunstancial
Se denomina complemento circunstancial a la función sintáctica desempeñada por un sintagma adverbial, por un
sintagma nominal, por un sintagma preposicional o por una oración subordinada que señale alguna circunstancia
semántica de tiempo, lugar o modo al verbo de que es complemento, a veces incluso cantidad, causa, posibilidad,
afirmación, negación o finalidad.
• En el caso de un circunstancial de cantidad, puede ser: bastante, poco, mucho, etcétera etcétera.
• En casos de un circunstancial de negación se encuentran los siguientes: no, nunca, jamás.
• En casos de circunstancial de afirmación hay: sí, siempre, seguro, etcétera.
Todos esos sintagmas se pueden sustituir entre ellos, conmutar o reemplazar: el adverbio o sintagma adverbial por un
sintagma preposicional, y el sintagma preposicional por un adverbio o sintagma adverbial. Sin embargo, de ningún
modo, un sintagma adverbial o adverbio puede sustituirse por un sintagma preposicional constituido por preposición
más pronombre tónico, ya que en ese caso se trataría de un complemento de régimen, que bajo la terminología de la
Escuela Funcionalista de Oviedo, lugar donde ejerció su magisterio su creador, el gramático Emilio Alarcos Llorach, se
denomina suplemento, ya sea suplemento directo (sin complemento directo) o suplemento indirecto (con
complemento directo).
Algunos sintagmas nominales pueden funcionar como complementos circunstanciales: "Vendré el lunes". Sin embargo,
se pueden sustituir por sintagmas preposicionales: "Vendré en el lunes", "durante el lunes". Por otra parte, algunos
complementos del nombre pueden semánticamente indicar espacio y tiempo, nociones propias de complementos
circunstanciales del verbo, por lo general de tiempo o lugar: "El armario del rincón está colocado en el rincón". Así
pues, las clasificaciones del complemento circunstancial resultan ser más semánticas que sintácticas y funcionales y
por tanto pueden inducir a error y confusión.
El aditamento es un término de lingüística acuñado por el Funcionalismo español de la Escuela de Oviedo (escuela de
Emilio Alarcos Llorach). Es un complemento verbal no exigido (un 'adjunto', pues), que corresponde a lo que la
tradición gramatical ha denominado siempre Complemento Circunstancial.
El término 'aditamento' ha de ser considerado en relación al resto de términos propuestos por Emilio Alarcos en sus
estudios gramaticales: 'implemento' (complemento directo), 'complemento' (complemento indirecto), 'suplemento'
(complemento verbal de régimen preposicional).
Se recomienda ser coherente en la utilización conjunta de los términos; así pues, es recomendable que quien utilice el
término 'complemento directo' y no el de 'implemento', continúe utilizando el de 'complemento circunstancial' y no
'aditamento'.
Se dice que el aditamento posee mayor movilidad respecto a los otros complementos verbales, pues puede colocarse,
por ejemplo, delante del verbo sin necesidad de marcarlo entonativamente como tópico o tema del discurso.
Para la caracterización sintáctica y categorial del aditamento, véase arriba la caracterización del complemento
circunstancial.
Complemento directo
En sintaxis se llama complemento directo u objeto directo a la función que desempeña un sintagma nominal, un
pronombre o una proposición subordinada sustantiva que es requerida de forma directa y obligatoria por un verbo
transitivo:
Cuando el verbo usa voz directa (activa) el complemento directo es interpretado usualmente como un tema o
paciente, si se usa una voz inversa (pasiva) el complemento directo usualmente pasa a ser sujeto.
En ciertas zonas de España, como Madrid, es frecuente el leísmo de persona, que consiste en sustituir la forma del
pronombre de tercera persona para el complemento directo lo o la por la forma del pronombre de tercera persona
para el complemento directo le, al contrario que lo que es habitual en Hispanoamérica. En España, pues, es corriente
oír "Pedro le mató" o "Pedro lo mató" indistintamente, donde le o lo funcionan como complementos directos. La Real
Academia Española admite esta construcción por lo corriente que es, aunque no la recomienda, pero prohíbe su uso en
plural (les mató en vez de los mató)
¿Cómo reconocerlo?
Es necesario para los verbos transitivos. Nunca lleva preposición, excepto cuando se refiere a personas bien concretas,
que lleva la preposición "a".
Pedro come peras.
Esperamos a tu hermano.
Siempre se puede sustituir por lo, la, los, las :
He visto la película.
La he visto.
Al transformar la oración activa en pasiva, el complemento directo se convierte en el sujeto paciente:
(activa) El golpe destrozó el jarrón.
(pasiva) El jarrón fue destrozado por el golpe. (Sujeto paciente).
(voz media) El jarrón se destrozó con el golpe. (Sujeto paciente).
Para pasar la oración activa a pasiva, hay que cambiar el orden de los factores: el complemento directo de la oración
en voz activa, pasa a ser el sujeto de la oración en voz pasiva, mientras que el sujeto de la oración activa, pasa a ser
el complemento agente de la oración en voz pasiva. Veamos un Ejemplo!:
María compra [unas] flores.
[Unas] Flores son compradas por María.
Complemento indirecto
El objeto indirecto o complemento indirecto es un constituyente sintáctico regido por un verbo transitivo,
generalmente no obligatorio, cuya interpretación semántica o referente designado es un receptor, benefector o meta
de la acción verbal expresada por el verbo. De forma simple se puede decir que corresponde al beneficiario o
perjudicado por la acción del sujeto (caracterización semántica), y suele ser más a menudo persona que cosa.
Forma general
En español el objeto indirecto (no-pronominal) se introduce mediante la preposición a (o para). Cuando el objeto
directo es pronombre clítico (me, te, le, se (lo), se (los), ...) no lleva preposición, el complemento directo también
puede consistir en una forma de dativo (u oblicua) precedida de preposición (a mí, a ti, a él, ...).
Dado que tanto el objeto directo de personas como el indirecto pueden ser introducidos por la preposición a se pueden
confundir ambos tipos de complemento. Para establecer de qué tipo de complemento se trata, pueden hacerse varias
pruebas de constituencia, como tratar de pasivizar la frase o hacer una substitución mediante pronombres clíticos.
El complemento indirecto le/les de (1) se "convierte" en el sede (2), al seguirle un complemento directo (CD) de
segunda persona formal o de tercera persona; es decir, si le sigue uno de los siguientes pronombres: lo, los, la, las; en
tales casos, el complemento indirecto (CI) siempre se puede sustituir por el pronombre se, para evitar la cacofonía:
Otras veces el complemento indirecto reviste un gran valor enfático, porque señala el especial interés que se toma
una persona por la acción; en esos casos puede suprimirse, pero la frase pierde emotividad:
Significado
Los pronombres de complemento indirecto representan a la persona (o personas) a quien se hace una acción. El uso
más común es para referirse a personas. También es posible usar estos pronombres para referirse a cosas inanimadas;
por ejemplo:
Está claro que aunque en (1) parece que las dos oraciones pueden tener el mismo significado, está claro que en (2) la
substitución por el clítico te conduce a una oración agramatical. Otra evidencia que muestra que muchos sintagmas
introducidos mediante para no son complementos indirectos son cuando aparece otro complemento más, como en (3):
(3a) Han traído un sobre para Pedro
(3b) Le han traído un sobre a Luis, para Pedro
Existen varias pruebas sintácticas y semánticas para determinar si un complemento introducido mediante la
preposición a es un complemento directo (CD) o un complemento indirecto (CI), o incluso otro tipo de complemento:
• Substitución por un pronombre clítico o un pronombre más preposición. Si se deja substituir por lo y sólo por
ese complemento es un CD.
• Doble objeto cuando existen dos complementos uno de objeto inanimado y otro de persona introducido por a,
el primero es directo y el segundo indirecto (cuidado, ya que un único complemento de persona precedido por
a también puede ser CD).
• Voz pasiva, si un complemento admite su enfoque a sujeto mediante la pasiva es un CD.
La primera prueba funciona así: se toma el complemento introducido por la preposición y se busca un pronombre (le, a
él, ...) que pueda substituirlo sin que cambie el significado:
(1a) Llevó flores a su madre.
(1b) Le llevó flores.
(2a) Esto me asusta
(2b) A mí, esto me asusta
Las frases (1a) y (1b) tienen el mismo significado y el hecho de que el segundo constituyente sea substituible por un
pronombre de dativo (le) indica que se trata de un complemento indirecto. Cuando tenemos un clítico me, te, os
como en (2a) y (2b) si es posible "reforazar" ese clítico enfáticamente mediante a mí, a ti, ... entonces el pronombre
clítico hace de objeto indirecto. Debido a la existencia de loísmo y leísmo en ciertas variedades de español, la
substitución por clícitos no siempre es una ayuda útil para los hablantes de estos dialectos para determinar si un
objeto es un directo o un indirecto:
(3) Perdonó la vida a sus adversarios / les perdonó la vida
(4) Perdonó a sus rivales / les perdonó / *los perdonó
En (3) está claro que a sus adversarios sólo puede ser un objeto indirecto ya que está detrás de otro complemento del
mismo verbo que es el complemento directo. Sin embargo, (4) es más complicada: en español normativo la única
forma clítica correcta en (4) es la que usa les, aunque en los dialectos "loístas" la forma con los (marcada con
asterisco, también es posible). Por otra aparte en los dialectos "leístas" (como el español de España) resulta posible
substituir algunos objetos directos de persona por clíticos de dativo:
(5) He visto a tu padre en la calle / Le vi en la calle / Lo vi en la calle.
En (5) la parte en negrita denota de hecho a un objeto directo, pero en español de España puede ser substituido no
sólo por lo sino también por le por lo que esta prueba sintáctica en general no ayuda a los hablantes de esta variedad
en frases como (5).
La segunda prueba puede contrastarse en (6a) y (6b). En la primera el complemento en negrita es un CD mientras que
en la segunda es un CI:
El hecho de que en (7b) la carta sea sujeto prueba que en (7a) es un CD, ya que en español sólo los CD pueden pasar a
sujeto mediante pasivización. La oración (7c) no es posible en español, aunque en inglés sí existen frases con esa
estructura. De hecho en inglés el equivalente de (7a) admite una pasiva de la forma (7b) y otra de la forma (7c).
Además de que existen lenguas donde la pasivización no es siempre una prueba desambiguante en los dialectos
"loístas" pueden surgir confusiones:
(8a) Perdonó a sus rivales / Sus rivales fueron perdonados
(8b) Perdonó la vida a sus rivales / La vida les fue perdonada, a sus rivales
La oración (8a) sugiere que sus rivales son CD, pero (8b) sugiere que no es así; por lo que no está claro que se trate
que el verbo arriba y abajo esté funcionando con la misma valencia y la prueba sintáctica es ambigua.
Complemento de régimen
El complemento de régimen', c. preposicional de régimen, c. regido o, en la terminología de Emilio Alarcos Llorach, el
suplemento, es un sintagma preposicional seleccionado por la semántica o subcategorización de un verbo específico, y
no es complemento circunstancial, directo, indirecto, agente ni atributo. La preposición que lo introduce puede ser
cualquiera, incluso a. Se reconoce porque es conmutable o sustituible por dicha preposición más pronombre tónico:
Tipología
Exísten dos tipos de complemento de régimen, el complemento de régimen directo y el complemento de régimen
indirecto. Cuando se da el directo, no aparece complemento directo (casos anteriores); cuando se da el C. R.
indirecto, sí aparece complemento directo; es más, no puede suprimirse el complemento directo porque entonces la
frase queda "coja":
Complemento predicativo
Se llama complemento predicativo (también, atributo adverbial) a una función sintáctica en la que se mezclan dos
funciones: la de atributo de un sustantivo o pronombre y la de complemento circunstancial de un verbo. Es, pues, una
especie de complemento mixto entre ambas funciones.
La función Complemento Predicativo suele aparecer parecida con la de atributo, y no siempre recibe la misma
caracterización. El término complemento predicativo no es sinónimo de predicado: la función predicado corresponde
al verbo (más concretamente al sintagma verbal), mientras que el predicativo nunca es verbo o sintagma verbal, sino
que forma parte del mismo.
Por ejemplo, si decimos: "El niño está alegre", alegre es evidentemente un atributo; si decimos por el contrario: "El
niño pasea alegremente", alegremente es un complemento circunstancial de modo. Sin embargo, si decimos: "El niño
pasea alegre" ¿qué es alegre? Porque en esta oración estamos queriendo decir dos cosas:
1. El niño es, está o parece alegre (atributo)
2. El niño pasea alegremente (C.C. de modo)
3. El cabello de la señora es artificial ... CC modo
4. El cabello de la señora parece artificial..... atributo
Para comprobar si estamos ante un Predicativo o un C.C., debemos comprobar si el complemento concuerda con el
nombre al que complementa en género y número:
1. Los niños pasean alegres: Predicativo.
2. Los niños leen rápido: C.C.M
3. La niña lee rápido: C.C.M
4. Las ambulancias cruzaban rápidas la ciudad: Predicativo.
Esto es especialmente útil cuando tenemos palabras que pueden funcionar como adverbio y adjetivo.
El niño pasea alegre el predicativo (alegre ) determina tanto al verbo no copulativo (pasea) como al nombre (niño).
Pero dicho sustantivo se encuentra en el sujeto. Como un sustantivo puede estar también en el Complemento u Objeto
directo, se establece una diferencia entre Predicativo Subjetivo (determina a un nombre que está en el Sujeto) y el
Predicativo Objetivo (determina a un nombre está en Objeto directo).
Preposición
La preposición es la clase de palabra invariable que introduce el llamado sintagma preposicional. Las preposiciones
generalmente tienen la función de introducir adjuntos, y en ocasiones también complementos obligatorios ligando el
nombre o sintagma nominal al que preceden inmediatamente con un verbo u otro nombre que las antecede. En
algunas lenguas las preposiciones pueden no encabezar un sintagma preposicional, como en inglés donde incluso
pueden aparecer al final de la frase.
Tradicionalmente, la gramática del español la ha definido como la parte invariable de la oración que une palabras
denotando la relación que tienen entre sí.
Preposiciones en español
La lista tradicional de preposiciones del idioma español es: a, ante, bajo, cabe, con, contra, de, desde, en, entre,
hacia, hasta, para, por, según, sin, so, sobre, tras.
A esta lista cabe añadir durante y mediante. La lista oficial de la RAE es a, ante, bajo, con, contra, de, desde,
durante, en, entre, hacia, hasta, mediante, para, por, pro, según, sin, sobre, tras, vía.[1]
De estas series, las únicas preposiciones tónicas son contra y según; el resto son átonas.
Han caído en desuso la preposición cabe, cuyo significado ha sido sustituido por el de la locución conjuntiva junto a, y
so, proveniente de la preposición latina sub, que se limita a frases fijas en locuciones conjuntivas como so color de, so
capa de, so especie de, so pretexto de, etc.
A estas se pueden agregar también allende, con el significado de "al otro lado de", como en "allende el océano";
aquende, con el significado de "a este lado de", como en "aquende los Pirineos"; vía, con el significado de "a través
de", como en "fui de París a Roma vía Milan" y pro, con el de "en favor de" como en "vino a Madrid e hizo campaña pro
damnificados por el huracán Mitch".
También en algunos de sus usos se pueden considerar preposiciones las expresiones extra, excepto, salvo, incluso, más
y menos. Se discute si pueden considerarse preposiciones pospuestas los adverbios arriba y abajo en sintagmas como
"boca arriba" o "boca abajo".
Todas las preposiciones son invariables desde el punto de vista morfológico.
Locuciones preposicionales
Las llamadas locuciones preposicionales son dos o más palabras que equivalen a una preposición, precisan algunos
aspectos de espacio, tiempo y modo que las preposiciones existentes matizan mal: acerca de, al lado de, alrededor
de, antes de, a pesar de, cerca de, con arreglo a, con objeto de, debajo de, delante de, dentro de, después de,
detrás de, encima de, en cuanto a, enfrente de, en orden a, en pos de, en virtud de, frente a, fuera de, gracias a, a
merced de, junto a, lejos de, por culpa de, respecto a, etc.
Contracción con el artículo
Estas preposiciones preceden necesariamente a un sintagma nominal. En el caso de las preposiciones "a" y "de" ante el
artículo determinado masculino singular "el" forman los artículos contractos "al" y "del", respectivamente.
Metábasis de la preposición
Por otro lado, las preposiciones pueden sufrir metábasis, es decir, cambio de función, y volverse conjunciones
formando locuciones conjuntivas; en español suele ocurrir algunas veces cuando la preposición va seguida de un verbo
en infinitivo:
• Al + inf. = Cuando + verbo conjugado: Al cantar el gallo...
• De + inf. = Si + verbo conjugado: De venir Pedro...
• Con + inf. = Aunque + verbo conjugado: Con ser tan guapo...
• Por + inf. = Porque + verbo conjugado: Por venir tarde...
Las preposiciones en las perífrasis verbales
Por otra parte, las preposiciones actúan algunas veces como nexos que unen los verbos auxiliares con los verbos en
forma no personal en el caso de las perífrasis verbales: "Voy a cantar", "He de volver"...
Lista de preposiciones
Preposición Ejemplo Notas
a Visitó a la tía Antonia por su cumpleaños.
ante dijo ante todos que era cierto
bajo Escondió la carta bajo los libros.
aceptado por el DRAE aunque indica que está
cabe[2]
en desuso
con El café con leche ya estaba frío cuando llegaste.
contra Las olas chocan contra las rocas del espigón.
de Compró un kilo de limones.
desde Desde octubre no había vuelto a ver a su padre.
Durante su visita al museo, Juan se maravilló de la
durante
belleza de las pinturas exhibidas.
en Entró en la cárcel por tráfico de drogas.
entre Dijo que el secreto debería quedar entre nosotros.
hacia Embarcó en el vuelo hacia Cochabamba.
hasta La fiesta duró hasta las ocho.
Resolvió el enigma mediante la ayuda de su mejor Intercambiable con la preposición con en la
mediante
amigo. mayoría de los casos.
para Tengo un libro para Juan.
por Tengo un libro firmado por el autor.
según Cocinó la carne según las indicaciones de su madre.
sin Llegamos a una calle sin salida.
so[3] Volvió a su país so pena de ser arrestado
sobre Juan puso la manzana sobre el escritorio.
tras Lo enterró en el árbol que se encuentra tras el edificio.
vía[4] Voló de Texas hasta Australia, vía Londres.
Preposiciones en otras lenguas
Aunque generalmente algunas de las palabras identificadas como preposiciones en otras lenguas tienen propiedades
similares a las preposiciones del español, algunas lenguas tienen preposiciones con funciones inexistentes en español.
Preposiciones en inglés
En inglés las preposiciones tienen como función, al igual que en español, introducir algunos tipos de complementos
indirectos y los adjuntos circunstanciales.
Michael is in the kitchen.
I send a letter to Mary = I send Mary a letter.
También pueden funcionar como nexos subordinantes para oraciones con verbo no conjugado:
This is useful for painting the windows.
Y además de estas funciones pueden aparecer como elementos clíticos de un verbo, llamados verbos preposiconales o
en inglés phrasal verbs. En esta posición pueden aparecer incluso al fin de la frase:
Please, get in!
What you waiting for?
Preposiciones en latín
Las preposiciones latinas funcionan básicamente como en español. Y aunque en español muchos de los prefijos
verbales son preposiciones (pre-, con-, de-, a-, en-,...) al igual que en latín, en esta segunda lengua existe un mayor
número de formas y parece haber sido un proceso productivo, frente al español donde la mayoría de formas verbales
obtenidas por derivación prefijando una preposición están fosilizadas y ya no son productivas para algunas
preposiciones.
Lenguas con postposiciones
Artículo principal: Postposición
Algunas lenguas no tienen preposiciones propiamente dichas, y en ellas los elementos que realizan la misma función
en lugar de preceder a un nombre se colocan detrás de él, llamándose en ese caso postposiciones. Estas postposiciones
realizan básicamente la misma función que las preposiciones, con la particularidad que que siguen al nombre al que
rigen en lugar de precederlo. El euskera, el turco, el japonés o el quechua son casos de lenguas con postposciones.
En general las postposiciones se dan en lenguas donde el núcleo de un sintagma tiene tendencia a colocarse al final de
dicho sintagma.
Clasificación Semántica
Las preposiciones pueden clasificarse semánticamente:
• espaciales
• ubicación (en, sobre, bajo, a través de)
• desplazamiento (desde, hacia)
• tiempo (durante, después de haber, antes de estar)
• comparación
• material o composición (hecho de madera, compuesto por tubos)
• posesión (la casa de la señora)
• instrumento (por medio de una herramienta, escrito a lápiz)
• agente (hecho por)
• propósito (para conseguir, por lograr)
• causa (a causa de, por su culpa)
• referencia (acerca de, en referencia a, hablando de tí)
Caracterización del complemento predicativo
Sintagma nominal, precedido o no de preposición (en función de sintagma preposicional o nominal) El sintagma
nominal y el preposicional son más reacios a funcionar como complemento predicativo y están sujetos a más
restricciones.
1. Las flores démelas de tela
2. Te creía el rey del rock
Oración subordinada de gerundio, referido al complemento directo o al sujeto La construcción de gerundio está sujeta
a una restricción gramatical de carácter aspectual, y es la de que tanto el gerundio como el verbo de la oración
principal deben admitir, en principio, la perífrasis durativa estar + gerundio:
1. María actuó bailando -> María estaba bailando
2. *María actuó teniendo un disfraz -> *María estaba teniendo un disfraz
Cláusula absoluta de participio pasado encabezada por con En esta estructura pueden aparecer otras categorías en
lugar del participio, por ejemplo, el gerundio.
1. La vi con el pelo teñido de azul
2. Encontré a Pedro con la camisa chorreando
Las Oraciones Pseudocopulativas y el Predicativo
El complemento predicativo aparece también con los verbos semicopulativos que forman predicados mixtos en frases
semipredicativas: "Pedro se volvió tonto". Casi siempre suele ser un adjetivo, pero algunas veces (con verbos que
signifiquen "nombrar" o "elegir" y "reputar" o "considerar") puede ser un sustantivo y puede ir precedido de como:
"Eligieron presidente a Pedro". "Eligieron como presidente a Pedro". "Consideraba a Pedro su mejor amigo"
Por otra parte, también pueden existir complementos predicativos que son sintagmas preposicionales: "Lo tienen por
muy listo" o incluso proposiciones subordinadas sustantivas: "Lo tomaron por el que no era"
Hiato (gramática)
Pertenece al grupo de los heterosilábicos. Un hiato o adiptongo es la secuencia de dos vocales que se separan en
sílabas distintas y que, por tanto, no forman diptongo.
Tipos de hiato
Hiato simple
Es el encuentro de dos vocales abiertas (a,e,o) o de dos vocales cerradas (i,u) iguales.
Por ejemplo:
• caoba, cuya separación silábica es, ca-o-ba
• saeta, cuya separación silábica es sa-e-ta
• chiita, cuya separación silábica es chi-i-ta
• semiinconsciente, cuya separación silábica es se-mi-in-cons-cien-te
• Zoólogo, cuya separacion silábica es, Zo-ó-lo-go
• duunviro, cuya separación silábica es du-un-vi-ro"
Hiato acentual
También llamado hiato por disolvencia, provocado y adiptongo. Es un tipo de hiato resultante del encuentro de una
vocal abierta con una cerrada o de una cerrada con una abierta. Lo que diferencia a este hiato del diptongo es que la
cerrada obligatoriamente debe llevar tilde. Por ejemplo:
• saúco, cuya separación silábica es,sa-ú-co.
• Raúl, cuya separación silábica es, Ra-úl.
• sabía, cuya separación silábica es,sa-bí-a.
• día, cuya separacion silabica es, "dí-a".
Diferencias dialectales
A veces las separación en sílabas difiere de una variante de español a otra, por ejemplo, español de España y el
español de México difieren en el número de sílabas en que separan palabras como:
Oaxaca, toalla; teatro, Orleans, pelear, etc.
Otras veces las diferencias pueden darse entre hablantes de un mismo dialecto o si se compara el área coloquial con el
habla elicitada esas diferencias se dan en palabras como:
pe-rí-o-do / pe-rio-do
di-a-fragma / dia-frag-ma
Diptongo
Al encontrarse vocales juntas en una sola palabra, podemos estar frente a un caso de diptongo, hiato o triptongo.
• Un diptongo es la unión de dos (2) vocales en una misma sílaba, siendo al menos una de ellas débil, sin
importar el orden. Ejemplos: aire, auto.
• Un hiato se produce al ocurrir juntas dos vocales fuertes, o cuando se junten una fuerte y una débil y la débil
esté acentuada. Las vocales fuertes o abiertas son a, e, o; y las vocales débiles o cerradas son i, u. Ejemplos:
días, ahora.
Un triptongo.
La acentuación del español sigue patrones en parte predecibles y emplea el acento ortográfico en la escritura cuando
estos no se cumplen. La acentuación gráfica está establecida actualmente por la Ortografía de la lengua española
(1999) de la Real Academia Española.[1]
El acento prosódico es la mayor fuerza con que se pronuncia una sílaba (sílaba tónica) de una palabra polisílaba
cualquiera (de forma aislada) y de una monosílaba (si se encuentra dentro de su contexto). Este tipo de acento se
encuentra en todas las palabras polisílabas y puede servir para diferenciar palabras según la sílaba sobre la que se
encuentre: público (esdrújula), publico (grave) y publicó (aguda).
El acento gráfico o tilde, en cambio, no se utiliza siempre y sirve para marcar dicha sílaba en determinados casos que
no se rigen por las reglas generales.
Aquellas palabras que se escriban en letra MAYÚSCULA llevarán acentos según la Real Academia Española.
Diptongos
Un diptongo es un conjunto de dos vocales que se escriben juntas y se pronuncian en una misma sílaba.
Las palabras con diptongo sólo llevan tilde si se encuentran dentro de alguno de los casos de las reglas generales.
Dentro del diptongo, en el caso de llevarla, la tilde se coloca:
• Vocal abierta (a, e o) + vocal cerrada (i, u): siempre se coloca sobre la vocal abierta (por ser la tónica),
indistintamente si es abierta + cerrada o cerrada + abierta (diptongo decreciente y creciente
respectivamente): información, náutico.
• Vocal cerrada + vocal cerrada: la tilde siempre irá sobre la segunda vocal: interviú.
En el lenguaje español hay 14 diptongos. Que son: ai, ia, au, ua, ei, ie, eu, ue, ou, uo, oi, io, ui, iu.
Triptongos
Un triptongo es un conjunto de tres vocales que se escriben juntas y se pronuncian en una misma sílaba. Al igual que
los diptongos, los triptongos sólo se acentúan si las reglas generales lo indican. En ese caso, la tilde se coloca siempre
en la vocal abierta (a, e, o): averigüéis.
Hiatos
Forman dos vocales que se escriben juntas pero que pertenecen a sílabas distintas. Los hiatos se acentúan según el
tipo de vocales en contacto, al igual que con los diptongos:
• Vocal abierta + vocal abierta: Este tipo de hiato se rige por las reglas generales: caótico, zoólogo.
• Vocal abierta + vocal cerrada: Siempre se acentúan, independientemente de lo que exijan las reglas generales,
sobre la vocal cerrada (por ser la tónica): país, día. Este es un tipo de acentuación especial llamada dierética.
Tilde diacrítica
La tilde diacrítica distingue palabras con diferentes categorías gramaticales pero que se escriben igual (homógrafos).
Cuando hay dos palabras de igual forma y distinto significado, una de ellas llevará tilde para distinguirse de la otra.
Ejemplos:
• Para diferenciar entre un artículo y pronombre:
• El perro
• El perro lo tiene él
• Para diferenciar entre significados:
• Ya se lo he dicho
• Ya lo sé (primera persona del presente del verbo saber)
• Para diferenciar entre enunciativas e interrogativas/exclamativas:
• ¿Cómo lo has hecho?
• Lo he hecho como me dijiste
él = pronombre personal = él llegó el primero
el = artículo = el premio será para ti
sé = imperativo del verbo ser / presente de indicativo del verbo saber = sé tú misma en todo momento, aunque sé que
a veces te costará
se = pronombre = se puede ser como te digo
o: conjunción
ó: conjunción entre números
por qué = interrogativo o exclamativo = ¿por qué no te callas? / ¡por qué te haré caso!
porque= "da razón de algo" = "por causa de que..." = porque te vi llorar
porqué = sustantivo = "el motivo" = no sabemos el porqué de algunas cosas
por que = cuando el que es relativo = Las calles por que (=por las que) vienes son peligrosas
qué = pronombre interrogativo o exclamativo = ¿qué quieres? ¡qué grande eres!
cuál = pronombre interrogativo o exclamativo = ¿cuál escoges?
quién = pronombre interrogativo o exclamativo = quién llama
cuánto = pronombre interrogativo o exclamativo = cuánto has crecido
cuándo = pronombre interrogativo o exclamativo = ¿cuándo vienes?
cómo = pronombre interrogativo o exclamativo = ¿cómo lo haces?
dónde = pronombre interrogativo o exclamativo = no sé dónde vives
cuán = adverbio de modo interrogativo = ¡cuán gritan esos ruidosos!
Palabras que ya no llevan tilde diacrítica
este, ese, aquel = adjetivo o pronombre. Ahora solo se acentúa el pronombre en casos de manifiesta ambigüedad, los
que son realmente excepcionales.
solo = adjetivo o adverbio. Se acentúa el adverbio en los excepcionales casos en que se produce auténtica
ambigüedad.[2]
La palabra solo puede funcionar como adjetivo o como adverbio. Ejemplos:
A Tomás le gusta estar solo.
Solo tomaremos fruta.
Cuando quien escribe perciba riesgo de ambigüedad, llevará acento ortográfico en su uso adverbial. Ejemplos:
Pasaré solo este verano aquí (en soledad, sin compañía).
Pasaré sólo este verano aquí (solamente, únicamente).
Palabras que terminan en dos consonantes
En estos casos habría que diferenciar las palabras agudas de las graves:
En el caso de las agudas, estas no deben llevar tilde si tienen una doble consonante. Ejemplos:
Isbert, robots, tictacs.[3]
En el caso de las graves que tengan dos consonantes, deberán llevar tilde aunque terminen en -s. Ejemplos:
Bíceps, fénix /ks/, cómics.
Los verbos impersonales son aquellos que no son compatibles con la idea de un sujeto léxico (y por lo mismo con una
coordinación con una persona), y se separan en los que son considerados propios (también llamados "unipersonales"), y
los impropios.
• Los verbos impersonales propios son verbos que, en su sentido original (es decir, no-metafórico) se conjugan
sólo en la 3° persona del singular. Dicha categoría está compuesta por los llamados "verbos meteorológicos" o
"climáticos" (llueve, nieva, etc.). Estos verbos son intransitivos.
• Los verbos impersonales impropios, por el contrario, son verbos que si bien en algunos contextos poseen una
conjugación normal, pueden ser usados como impersonales (de ahí su categoría de impropios). Por ejemplo: el
verbo "hacer" puede ser usado en contextos como:
"Angie hace sus tareas".
o en frases como
"Hace calor"
En este segundo ejemplo está siendo usado como verbo impersonal. Los verbos impersonales impropios son:
• Haber: "Hay cosas que hacer".
• Hacer: "Hace muchísimo calor".
• Bastar (en su forma "bastar + preposición"): "Basta de palabrería".
• Ser: "Es de noche".
• Ir: "Me fue bien en el examen" o Me fue bien en el partido de tenis
Verbos terciopersonales
Son verbos que acontecen a un fenómeno meteorológico. Ejemplos: -llover -tronar -granizar -relampaguear -diluviar
-nevar Las oraciones con verbos terciopersonales carecen de sujeto: ejemplo:
Anoche llovió extremadamente fuerte.
Verbos defectivos
Los verbos defectivos son aquellos en los que no se cumple el paradigma de conjugación completo. Para estos verbos
no existen conjugaciones en algunos tiempos y personas, principalmente debido a razones de eufonía o de uso. El
ejemplo más conocido de esta categoría es el verbo "abolir".
Hay verbos que carecen de algunas formas en su conjugación. Estos verbos se llaman verbos defectivos:
• Algunos verbos son defectivos porque necesitan por su significado un sujeto de cosa y, por tanto, solo tienen
formas de tercera persona. Este es el caso de los verbos ocurrir o suceder: no podemos decir *ocurro *sucedes,
sino solamente ocurre o sucede
• Otros verbos son defectivos porque nombran fenómenos propios de la naturaleza y normalmente no llevan
sujeto. Es el caso de llover, nevar, atardecer...,que solo tienen formas de tercera persona: llueve, ha nevado,
atardecerá...
Verbos copulativos
Los verbos copulativos son:
• Ser
• Estar
• Parecer
• Resultar
• Seguir
• Semejar
• Asemejar
• Permanecer
• Continuar
Son los verbos que no aportan un significado pleno, sólo se emplean para unir el sujeto y el predicado. Son aquellos
verbos que poseen un significado mínimo, de forma que no añaden apenas nada al sujeto y por ello son casi
prescindibles (diciendo "la casa es azul" diríamos prácticamente lo mismo que diciendo "La casa azul"); por ello, en vez
de seleccionar objetos directos afectados por el verbo, rigen un tipo de complementos diferentes llamados atributos
oracionales, que son mutables o sustituibles por el pronombre átono "lo". Los atributos oracionales pueden ser de dos
tipos:
• Sujetivos, es decir, que determinen al núcleo del sujeto;
• Predicativos, es decir, que determinan a algún miembro del predicado. También se les llama a estos
complementos predicativos.
En el análisis morfosintáctico, los atributos se marcan como determinantes tanto del verbo que lo rige como de
aquello que determina, esté esto en el sujeto o en el predicado. Es importante hacer notar que no sólo los verbos
copulativos exigen atributos.
Tiempos y Modos verbales
En español, las formas verbales se agrupan en diferentes tiempos verbales y tres modos. Además de tres formas
impersonales, las cuales no tienen tiempo o modo: el infinitivo, el participio y el gerundio. Los tres modos existentes
son modo indicativo, el modo subjuntivo y el modo imperativo, en los cuales hay diferentes formas verbales: (Usando
de ejemplo el verbo Amar)
• Personales
• Modo indicativo:
• Presente (amo, amas, ama, ...) / Pretérito Perfecto Compuesto (he amado, has amado, ha
amado, ...)
• Pretérito Imperfecto (Amaba) / Pretérito Pluscuamperfecto (Había amado)
• Pretérito Perfecto Simple (Amé) / Pretérito Anterior (Hube amado)
• Futuro Imperfecto (Amaré) / Futuro Perfecto (Habré amado)
• Condicional Imperfecto (Amaría) / Condicional Perfecto (Habría amado)
• Modo subjuntivo: El mismo ejemplo
• Presente (Ame) / Pretérito Perfecto (Haya amado)
• Pretérito Imperfecto (Amara o amase) / Pretérito Pluscuamperfecto (Hubiera (ó hubiese)
amado)
• Futuro Imperfecto (Amare) / Futuro Perfecto (Hubiere amado)
• Modo imperativo
• Tú (Ama)
• Usted (Ame)
• Nosotros (Amemos)
• Vosotros (Amad)
• Ustedes (Amen)
• No Personales
• Infinitivo Simple (Amar)/ Infinitivo Compuesto (Haber amado)
• Participio (Amado)
• Gerundio Simple (Amando) / Gerundio Compuesto (Habiendo amado)
Latinismos
Definición
Palabras latinas que se han incorporado a una lengua manteniendo su forma original. No obstante, como se muestra en
algunos de los ejemplos de la tabla, existen formas que por su elevado uso han adoptado modificaciones propias de la
lengua de llegada, como su escritura o acentuación.
A continuación se incluye una lista con latinismos que actualmente se emplean en español, aclaraciones sobre su
escritura, acentuación y la traducción correspondiente. Los términos, expresiones y locuciones que están recogidos en
el DRAE aparecen escritos en redonda y no en cursiva.
No es una página sobre latín, por lo que no siempre se trata de decir lo que un romano hubiera dicho, sino cómo se
han incorporado al español estas locuciones. Muchas de ellas se emplean solo en el lenguaje jurídico.
Metáfora
La metáfora (del griego metá o metastas 'más allá, después de'; y phorein, 'pasar, llevar') consiste en el uso de una
expresión con un significado distinto o en un contexto diferente al habitual. Establece una relación de identidad total
entre dos seres, ideas o conceptos, de tal forma que para referirse a uno de los elementos de la metáfora se emplea
el nombre de otro. Significa comparar dos elementos sin ocupar nexos.
El término es importante tanto en teoría literaria (donde se usa como recurso literario) como en lingüística (donde es
una de las principales causas de cambio semántico). Se utiliza también en psicología para referirse al poder profundo
de "las historias-metafóricas" y su acción en el cambio interno, la visión o el paso a un nivel de conciencia más
profundo.
La metáfora es un recurso literario (un tropo) que consiste en identificar dos términos entre los cuales existe alguna
semejanza. Uno de los términos es el literal y el otro se usa en sentido figurado. La metáfora tiene tres niveles
• El tenor es aquello a lo que la metáfora se refiere, el término literal.
• El vehículo es lo que se dice, el término figurado.
• El fundamento es la relación existente entre el tenor y el vehículo (el discurso).
Así, en la predicación metafórica "Los ojos de Charizard Maé son el mar ", el sintagma Los ojos son el tenor, el mar el
vehículo y el fundamento sería el color azul oscuro de los ojos. A la metáfora en la que aparecen estos tres niveles se
le denomina metáfora explícita. Sin embargo, cuando el tenor no aparece, se la denomina metáfora implícita (Los
lagos de tu rostro). Por otro lado, la metonimia es un recurso literario similar a la metáfora, pero en el cual la relación
entre los términos identificados no es de semejanza; puede ser causa-efecto, parte-todo, autor-obra, continente-
contenido, etc.
Así pues, la gran fuerza poética de la metáfora reside en su capacidad de multiplicar de forma ilimitada el significado
"normal" de las palabras, de modo que puedan llegar a describir lo desconocido (muerte, felicidad, miedo, etc.), que,
en definitiva, constituye la gran aspiración del arte.
Metonimia
En semiótica y en literatura la metonimia es un tropo o figura retórica que alude, como su etimología indica, a la
translación de un nombre o de una denominación, es decir al sentido translaticio, lo que coloquialmente suele
llamarse el sentido figurado. Es uno de los tropos más frecuentes junto a la metáfora. Ejemplo:
...las proas vinieron a fundarme la Patria («Fundación mítica de Buenos Aires», J. L. Borges)
En este ejemplo, que es más bien una sinécdoque las proas significan a los navíos y, más aún, a los navegantes. Puede
suponerse que las proas con el significado real de navíos e incluso de navegantes son una metáfora, sin embargo existe
una diferencia estructural con la metáfora: en el enunciado dado como ejemplo se mantiene evidente la relación: la
proa es parte del navío.
En esta metonimia se está designando al todo por una parte; no existe una sustitución completa como sí existe en la
metáfora. En las proas vinieron a fundarme la Patria se ha dicho que el tropo está fincado en el designar al todo por
una de sus partes. A este tipo de metonimia se le llama más específicamente sinécdoque; mientras que las metonimias
en general siempre están constituidas por relaciones de contigüidad, las sinécdoques son un caso de contigüidad, en el
cual una parte designa al todo.
Metonimia en Psicoanálisis
En psicoanálisis, de acuerdo a la teoría lacaniana, la metonimia es uno de los dos procesos psíquicos, siendo el otro la
metáfora, usados por el inconsciente para manifestarse. El siguiente ejemplo trata de ilustrar este punto: una persona
que odie a su padre, al no poder hacer consciente este sentimiento, desarrolla una aversión aparentemente
inexplicable hacia la marca de cigarrillos que éste fumaba. En este caso, lo que el padre significa para el sujeto
(significado) se traslada del significante inicial (el padre) hacia otro que está relacionado (los cigarrillos.)
Metonimia en lingüística
Roman Jakobson ha realizado una clara y concisa explicación de las relaciones entre metonimias y metáforas
guiándose por las consideraciones estructuralistas de Saussure. Una posible interpretación que hacen algunos lingüistas
es que la metáfora es una exageración de la metonimia.
Por otra parte el mismo Jakobson en el trabajo referido explica en parte la diferencia de ciertas afasias, metonímicas
las unas, metafóricas las otras. Jakobson considera que la metonimia se relaciona con lo que el antropólogo James
George Frazer ha clasificado como magia por contagio, y que la metáfora se relaciona con lo que el mismo Frazer
llama magia homeopática, o imitativa. También Jakobson sugiere que los procesos de lo inconsciente, denominados
por S. Freud «desplazamiento» y «condensación», podrían equipararse a la metonimia y a la metáfora
respectivamente. A partir de esto es que Lacan expresa que lo inconsciente está estructurado como un lenguaje,
mediante procesos de tipo metonímico y metafórico.
Retornando a la índole semiótica de la metonimia cabe decir que las principales modalidades de metonimia se dan
según la relación de los términos en juego; por ejemplo: de continente a contenido («bebió un vaso de agua» en lugar
de «bebió el agua que estaba dentro de un vaso»); de materia a objeto («la carne» en sentido figurado -o metonímico-
para aludir al cuerpo); de lugar de procedencia («el Francia» en lugar de «el sujeto francés»); de lo abstracto a lo
concreto y del signo a la cosa significada o viceversa. La metalepsis es un tropo del conjunto de las metonimias en el
cual se nombra o toma al antecedente por el consecuente o viceversa. Usando una terminología típica de la semiótica,
puede decirse que la metonimia es el desplazamiento de algún significado, desde un significante hacia otro
significante, que le es en algo próximo.
Tipos
• Causa por efecto:
Carecer de pan (carecer de trabajo).
• Efecto por causa:
Los niños son la alegría de la casa (causan felicidad).
• Contenedor por contenido:
Fumar una pipa (fumar tabaco en una pipa)
Tomar una copa (tomarse el contenido de una copa)
• Símbolo por cosa simbolizada:
Juró lealtad a la bandera (jurar lealtad al país).
• Lugar por lo que en él se produce:
Un Rioja (un vino de Rioja).
• Autor por obra:
Un Picasso (un cuadro de Picasso).
• Objeto poseído por poseedor:
El primer violín de la orquesta (se refiere al que toca el violín).
• La parte por el todo:
El balón se introduce en la red (la portería).
• El todo por la parte:
Lavar el coche (la carrocería).
• La materia por el objeto:
Un lienzo (un cuadro).
• El nombre del objeto por el de otro contiguo a él:
El cuello de la camisa.
• El instrumento por el artista:
La mejor pluma de la literatura universal es Cervantes.
Sintaxis
La sintaxis es la parte de la gramática que estudia las reglas que gobiernan la combinatoria de constituyentes
sintácticos y la formación de unidades superiores a estos, como los sintagmas y oraciones gramaticales. La sintaxis,
por tanto, estudia las formas en que se combinan las palabras, así como las relaciones sintagmáticas y paradigmáticas
existentes entre ellas.
Sintaxis estructural: Teoría bloomfieldiana de la sintaxis
La sintaxis, para Leonard Bloomfield, era el estudio de formas libres compuestas completamente por formas libres.
Central a esta teoría de la sintaxis eran las nociones de clases de forma (form classes) y estructura constituyente.
(Estas nociones eran también relevantes, aunque menos centrales, en la teoría de la morfología.) Bloomfield definió
clases de forma más bien de manera imprecisa, en términos de algún "rasgo fonético o gramático reconocible" común y
compartido por todos lo miembros. Dio como ejemplos las clases de forma que consisten en “expresiones substantivas
personales” de la lengua inglesa (definidas como “las formas que, cuando están expresadas con tono exclamatorio
final, constituyen requerimientos (llamadas) de la presencia o la atención de una persona”: por ejemplo, "John," "Boy,"
"Mr. Smith."); las clases de forma que consisten en “expresiones infinitivas” (definidas como "formas que, cuando están
expresadas con tono exclamatorio final, tienen el significado de una orden": por ejemplo, "run," "jump," "come here");
las clases de la forma de “expresiones sustantivas nominativas” (por ejemplo: "John," "the boys") y así sucesivamente.
Debe estar claro, a partir de estos ejemplos, que las clases de forma son similares, aunque no idénticas, a las partes
del discurso tradicionales y que una misma forma puede pertenecer a más de una clase de forma.
Sustitutabilidad
Lo que Bloomfield tuvo en cuenta como criterio para la membresía de clases de forma (y por tanto de equivalencia
sintáctica) podría ser mejor expresado en términos de sustitutabilidad. Las formas de clase son conjuntos de formas
(ya sean simples o complejas, libres o ligadas), de las cuales cualquiera podría sustituirse por otra en una construcción
o conjunto de construcciones dadas en todas las oraciones de una lengua determinada.
Constituyentes y constituyentes inmediatos
Las formas más pequeñas en las que una forma más amplia se puede analizar son sus constituyentes, y la forma más
amplia es una construcción. Por ejemplo, la frase "pobre Pablo" es una construcción analizable en, o compuesta de, los
constituyentes "pobre" y "Pablo". Dado que no hay unidad intermedia de la que "pobre" y "Pablo" fueran constituyentes
y que sea ella misma un constituyente de la construcción "pobre Pablo", las formas "pobre" y "Pablo" pueden ser
descritas no sólo como constituyentes sino también como constituyentes inmediatos de "pobre Pablo". Similarmente, la
frase "perdió su vida" está compuesta de tres palabras-forma ("perdió", "su" y "vida") de las cuales todas podrían
describirse como constituyentes de la construcción. No todos esos constituyentes, empero, son sus constituyentes
inmediatos. Las formas "su" y "vida" se combinan para hacer la construcción intermedia "su vida"; es esta unidad
intermedia la que se combina con "perdió" para formar la frase más amplia "perdió su vida". Los constituyentes
inmediatos de "perdió su vida" son "perdió" y "su vida"; los constituyentes inmediatos de "su vida" son las formas "su" y
"vida". Por estructura constituyente de una frase u oración se entiende la organización de sus más pequeñas formas de
las cuales se compone (sus constituyentes últimos) en capas de unidades sucesivamente más incluyentes. Vista de esta
manera, la oración "Pobre Pablo: perdió su vida" es más que simplemente una secuencia de cinco palabras asociadas
con un modelo de entoncaión particular. Es analizable en sus constituyentes inmediatos y así sucesivamente, hasta
que, en el último paso del análisis, los contituyentes últimos de la oración son alcanzados. La estructura constituyente
de la oración completa se representa por medio del siguiente esquema:
• [Pobre Pablo] [perdió [su vida] ]
Cada forma, sea simple o compuesta, pertenece a una clase de forma. Usando letras arbitrarias seleccionadas para
denotar clases de forma del español, "pobre" puede ser un miembro de clase de forma A, "Gonzalo" de la clase B,
"perdió" de la clase C, "su" de la clase D y "vida" de la clase E. Dado que "pobre Gonzalo" es sintácticamente
equivalente a (o sea, sustituible por) "Gonzalo", se ha de clasificar como un miembro de A. Así lo es también, puede
asumirse, "su vida". En el caso de "perdió su vida" sí hay un problema. Hay muchas formas (incluyendo "perdió",
"repartió" y "exportó") que podrían ocurrir, como aquí, en construcciones con un miembro de B y que también pueden
ocurrir solas; por ejemplo, "perdió" es sustituible por "exportó la cocaína", ya que "exportó" es sustituible por juntos o
por "perdió su vida". Siendo así esto, se podría decidir clasificar construcciones tipo "perdió su vida" como miembros de
C. Por otra parte, hay formas que —aunque sean sustituibles por "perdió", "repartió, exportó" y así sucesivamente
cuando estas formas ocurren solas— no pueden ser usadas en combinación con un miembro siguiente miembro de B (cf.
"murió", "existió"); y hay formas que, aunque puedan usarse con un siguiente miembro de B, no pueden ocurrir solas
(cf. "poseyó"). La pregunta es si se respeta o no la distinción tradicional entre las formas de verbo transitivas e
intransitivas. Podría decidirse, así, que "perdió", "repartió", "exportó", etc. pertenecen a una clase: C (la clase a la que
pertenece "poseyó"), cuando ocurren "transitivamente" (esto es, con un siguiente miembro de B como su objeto) pero
a una clase diferente, F (la clase a la que pertenece "murió"), cuando ocurren "intransitivamente". Finalmente, puede
decirse que la oración completa "Pobre Pablo: perdió su vida" es un miembro de la clase de forma G. Así, la estructura
constituyente no solamente de "Pobre Pablo: perdió su vida" sino de todo un conjunto de oraciones españolas puede
ser representada por medio del siguiente esquema:
• G([B(AB)]F(CB[DE])
Nuevas oraciones del mismo tipo pueden ser construidas sustituyendo formas reales por las etiquetas de clase.
Cualquier construcción que pertenezca a la misma forma de clase en forma de por lo menos uno de sus constituyentes
inmediatos se cataloga como endocéntrico; la única construcción endocéntrica en la oración modelo anterior ("pobre
Pablo: perdió su vida") es "pobre Pablo". Todas las demás construcciones, de acuerdo con este análisis, son
exocéntricas. Esto es claro por el hecho de que en el anterior esquema las letras en los nudos de la parte superior
cada frase diferente de A + B (por ejemplo, "pobre Pablo", "viejo Popeye", etc) son diferentes de cualquiera de las
letras en los extremos de las ramas inferiores conectadas directamente a estos nudos. Por ejemplo, la frase D + E ("su
reloj", "la cocaína", etc.) tiene en su parte inmediatamente superior un nudo etiqueteado B, en vez de D o E.
En una construcción subordinada (por ejemplo, "pobre Pablo"), el constituyente que es sintácticamente equivalente a
la construcción completa se conoce como la cabeza, y su acompañante se conoce como su modificador: así, en "pobre
Pablo", la forma "Pablo" es la cabeza, y "pobre es su modificador. Un ejemplo de construcción coordinada es, en inglés,
"men and women", en el cual, puede asumirse, los constituyentes inmediatos son la palabra "men" y la palabra
"women", cada una de las cuales es sintácticamente equivalente a "men and women". (Queda implícito aquí que la
conjunción "and" no es un constituyente propiamente dicho, sino un elemento que, tal como el orden relativo de los
constituyentes, indica la naturaleza de la construcción en cuestión. No todos los lingüistas comparten este punto de
vista.)
Construcciones ambiguas
Una razón para el darle reconocimiento teórico a la noción de constituyente es que éste ayuda a explicar la
ambigüedad de ciertas construcciones. Un ejemplo clásico es la frase inglesa "old men and women", la cual puede
interpretarse de dos maneras diferentes de acuerdo a si uno asocia "old" con "men and women" o simplemente con
"men". Bajo la primera de las dos interpretaciones, los constituyentes inmediatos son "old" y "men and women"; bajo la
segunda, son "old men" y "women". La diferencia en significado no puede ser atribuida a alguno de los constituyentes
últimos sino que resulta de una diferencia en la manera en que se asocian uno con otro. La ambigüedad de este tipo se
conoce como ambigüedad sintáctica. No toda ambigüedad sintáctica se explica satisfactoriamente en términos de
estructura constituyente.
Sintaxis generativa
El actual paradigma en la disciplina es la gramática generativa, de cuyas formas se destaca la gramática generativa
transformacional que se centra en el análisis de la sintaxis como constituyente primitivo y fundamental del lenguaje
natural.
La gramática generativa no centra su investigación en la descripción de oraciones, sino en cómo la mente humana
logra generarlas e interpretarlas a través de un sistema mínimo e intencional. El objetivo fundamental de la gramática
generativa es el diseño de un dispositivo formal capaz de explicar la generación de todas las oraciones de las lenguas
humanas.
En la práctica, la descripción estructural de las oraciones suele realizarse a través de corchetamiento o de diagramas
arboreos. Ambos esquemas reflejan la jerarquía estructural de los constituyentes de la oración, a la vez que justifican
(especialmente en el actual Programa minimalista) el orden lineal de las palabras.
La clásica distinción de diferentes categorías sintácticas no suele ser rescatada en la mayoría de las escuelas
generativistas (LFG considera que las funciones sintácticas son primitivos de la sintaxis). Esto se debe a que se
considera a tal análisis meramente descriptivista y taxonómico. Casi todas las corrientes generativistas operan con los
diferentes tipos de sintagmas que permiten los núcleos léxicos y funcionales de cada lengua.
Sintaxis funcionalista
Los estudios de gramática funcional están orientados a explicar cómo el lenguaje humano se ha desarrollado como
herramienta comunicativa. Por tanto, se supone que la sintaxis (y el resto de los componentes lingüísticos) deben
reflejar cierta funcionalidad comunicativa en su diseño. La Gramática sistémica funcional de Michael Halliday y la
Gramática del papel y la referencia de Robert Van Valin son muestras de este tipo de orientación lingüística.
Teoría general
Para diversos autores, tanto funcionalistas como generativistas, la sintaxis opera mediante operaciones binarias de
combinación de dos elementos funcionalmente diferentes. Así todas las lenguas contarían con una operación binaria
del tipo en que cualquier unidad sintáctica no-simple es descomponible en dos partes, cada
una de ellas, en principio con diferentes funcionales y estructura.
Léxico
Construcción de palabras con dos tipos de monemas, el lexema "gat-" y sus morfemas flexivos.
La morfología (del Griego μορφ- [morph]: forma, + λογία [logía]: tratado), es la rama de la lingüística que estudia la
estructura interna de las palabras para delimitar, definir y clasificar sus unidades, las clases de palabras a las que da
lugar (morfología flexiva) y la formación de nuevas palabras (morfología léxica). La palabra 'morfología' fue
introducida en el siglo XIX y originalmente trataba simplemente de la forma de las palabras, aunque en su acepción
más moderna estudia fenómenos más complejos que la forma en sí.
El término morfología proviene del griego μορφ-, morph ('forma') y λογία logía ('tratado', 'ciencia'); así, el todo
significa literalmente 'ciencia (o estudio) de la forma'. En efecto, se habla de la morfología de las plantas, de la
morfología de los seres vivos, de la morfología del relieve terrestre, etc.
Pero en lingüística, este término ha adquirido un significado especializado: 'estudio de las formas de las palabras' y,
por extensión, 'estudio de la palabra'. Esto se remonta a una tradición iniciada en los trabajos de Baudouin de
Courtnay según la cual están formadas por raíces y afijos que realizan la función del signo saussureano. Y aunque
también se deba hablar en lingüística de la forma de los sintagmas y/o de las frases, el término morfología no se
aplica a estos últimos; es la palabra, y solamente la palabra, lo que constituye el objeto de la morfología lingüística de
acuerdo a un uso general.
La posición en la morfología gramatical es intermedia. Para la tradición estructuralista americana de Bloomfield, la
morfología era esencial; en la tradición generativista chomskyana la sintaxis es central y la morfología o bien es
relegada a la fonología o bien es ignorada como disciplina independiente. Esas posturas han hecho de la morfología
lingüística un campo polémico y de difícil definición en la moderna teoría lingüística. Habitualmente se considera que
los patrones morfológicos son el resultado de la gramaticalización y que, en cierto sentido eso es todo lo que hay en
morfología. Por tanto, la búsqueda de universales morfológicos y el propio análisis morfológico no serían otra cosa que
un estudio de los patrones de gramaticalización.
Distinción entre morfología y sintaxis
La descripción gramatical de todas las lenguas del mundo se divide, por convención, en dos secciones: morfología y
sintaxis. La relación entre las dos es la siguiente:
La morfología explica la estructura interna de las palabras mientras que la sintaxis describe cómo las
palabras se combinan para formar sintagmas, oraciones y frases.
Definición de morfema
Lexemas (Morfemas léxicos)
En todas las lenguas con independencia de procedimientos morfológicos que posea, podemos identificar en una
palabra un morfo básico una secuencia deembargo, en lenguas con morfos que no son afijos, como las lenguas
semíticas, los lexemas son "esqueletos" de 2 o 3 consonantes entre las cuales se insertan vocales. Estas vocales entran
en forma de esquemas pradigmáticos y son un ejemplo de morfo discontinuo (en este tipo de lenguas los lexemas
también son de hecho discontinuos, es decir, no forman una secuencia de fonemas consecutivos)..... exemas forman la
mayor parte del léxico de una lengua, su número es siempre muy superior al de gramemas, y en principio se considera
una clase abierta. Es decir, forman un conjunto susceptible de ser ampliada con nuevos préstamos léxicos u otros
procedimientos creativos para designar nuevos conceptos o realidades.
niñas lexema: niñ
utilizar lexema: util
Gramemas (Morfemas gramaticales)
Los morfemas gramaticales son las unidades que constituyen la parte variable de la palabra y son las responsables de
expresar relaciones gramaticales y que no alteran el significado referencial básico de una palabra. Usualmente no son
autónomos y su aparición no es facultativa sino que está sujeta a restricciones gramaticales. Estos morfemas expresan
relaciones o accidentes gramaticales como:
• Número gramatical
• Género gramatical
• Caso gramatical
• Tiempo verbal
Gramemas derivativos
También llamados afijos, son formantes facultativos mediante los cuales se forman significados composicionales y
conceptos derivados del significado básico. Algunos ejemplos de esto:
Según su posición respecto al lexema, se distinguen tres tipos de morfemas gramaticales derivativos:
• Sufijos: Van después del radical o lexema y antes de los morfemas dependientes gramaticales. Pueden cambiar
la categoría gramatical de la palabra o el género de los sustantivos y son tónicos, es decir, cargan con el
acento de la palabra.
repetible sufijo: -ible, transforma un verbo en adjetivo
tranquilamente sufijo: -mente, transforma un adjetivo en adverbio
casón sufijo: -on, transforma el género del sustantivo casa.
• Prefijos: Preceden al radical o lexema. Son átonos y poseen significado. Si cargan con acento son en realidad
prefijoides o prefijos cercanos a los lexemas.
infranqueable prefijo: in-, significado de negación o privación
monosilábico prefijoide: mono-, significado de único o uno solo
• Interfijos: Son alargamientos morfológicos eufónicos que se colocan entre los prefijos y sufijos para evitar la
cacofonía entre dos sonidos y las homonimias. Son átonos y no poseen significado. Muchos de ellos funcionaron
también como sufijos pero quedaron sin significado perceptible. Estos interfijos no son equiparables a sufijos o
prefijos y es importante no confundirlos con los infijos que aparecen en otras lenguas y que sí son equiprables
a los prefjos y sufijos derivativos.
Gramemas flexivos
Son formantes constitutivos que ocupan siempre la posición final de la Palabra y la información que ofrecen es de tipo
gramatical, como el género, el número, la persona, el modo, etc.
niños morfemas flexivos: -o, género masculino
-s, número plural
Morfemas libres o independientes
Existe otra clase de morfemas denominados morfemas libres o independientes que no van unidos a ningún lexema pero
confieren de significación gramatical a las palabras con las que se asocian. Los determinantes, las preposiciones y las
conjunciones puede actuar como morfemas libres. Casi todos ellos son átonos. Por ejemplo, el artículo hace de
morfema flexivo para el sustantivo.
Morfos de un morfema
Los alomorfos son las diferentes realizaciones fónicas de un determinado morfema. Por ejemplo, en español el plural
puede realizarse como -s o -es, estas dos formas son por tanto alomorfos del morfema de número plural del español.
También son alomorfos: -ble y -bil como en imposible e imposibilidad o nece- y neci como en necio y necedad.
Morfo cero
Un tipo de morfo interesante es aquél que no tiene realización fonémica audible. La consideración de esta ausencia de
contenido fónico como una relación, con frecuencia ayuda a hacer más sencillo y sistemático el análisis morfológico,
ya que el hecho de que un determinado morfema no tenga realización fónica no impide considerarlo un miembro de
pleno derecho de la clase de equivalencia que forma el morfema sobre la base de relaciones paradigmáticas
sistemáticas.
Un ejemplo de esto lo encontramos en español en la palabra atlas. Aquí el morfema de número no está presente, y esa
es precisamente la razón por la cual el número es singular.