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de la Argentina
Hay que hacer un enorme esfuerzo para dejar de lado el estupor, la indignacin y la bronca
que produce el asesinato del fiscal Nisman para poder vertir alguna idea coherente. Digo
asesinato porque es de lo nico que estoy seguro, como casi todos los ciudadanos que no
estn fanatizados.
Y aclaro prestamente que un suicido inducido es un eufemismo nada jurdico para decir
asesinato con premeditacin y alevosa. La frase, fruto de la propaganda del Estado, es
otro intento de manosear, distraer y confundir a la opinin pblica, en esta
permanente ofensa a la inteligencia del pueblo que practica el kirchnerismo.
Desde las novelas policiales de quiosco de los aos 30 a los tratados de criminologa, el
asesino siempre es buscado entre quienes ms se benefician con su muerte. Pero har un
esfuerzo por no aplicar silogismos en este caso, por respeto al lector.
As como la corrupcin es el mecanismo de los intiles para igualar el xito econmico de
los capaces y brillantes, el asesinato es el mecanismo desesperado de los impotentes para
dirimir sus diferencias y salvar su pellejo. A ello habra que agregar la reaccin paranoica
socioptica tan comn a nuestros gobernantes para fundamentar fcilmente esa
sospecha. La paranoia lleva a la defensa desesperada.
Pero no caer en esa lnea, que slo sera una reaccin hormonal y catrtica frente a otra
alevosa, a otra falta de respeto por la vida y las instituciones, a otro golpe a la Repblica y
al concepto republicano.
S en cambio acusar al Gobierno de algo an ms terrible. De haber libanizado a la
Nacin. Su impericia, su incapacidad, su resentimiento, la ambicin poltica y/o econmica
Su sangre mancha al Gobierno, el tiro que lo mat nos mat. No, no somos todos
Nisman. Pero ahora sabemos que podemos serlo.
Con la impunidad, la ineficacia de la seguridad, la corrupcin, el estado de pas liberado, la
desesperanza y desunin nacional y la complicidad garantizada para los asesinos,
sicarios, espas y aventureros, la libanizacin ya est en marcha. De eso s es culpable
Cristina Fernndez de Kirchner.