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Salmo responsorial: 49
R/ Al que sigue buen camino le har ver la salvacin de Dios.
+ No te reprocho tus sacrificios, / pues siempre estn tus holocaustos ante
m. / Pero no aceptar un becerro de tu casa, / ni un cabrito de tus rebaos. R.
+ Por qu recitas mis preceptos / y tienes siempre en la boca mi alianza, /
t que detestas mi enseanza / y te echas a la espalda mis mandatos? R.
Reflexin
La autntica conversin afecta a la manera como nos relacionamos con los
pobres, a lo que hacemos o no con ellos: Dejen de obrar el mal, aprendan a obrar
bien; busquen el derecho, enderecen al oprimido, defiendan al hurfano, protejan a
la viuda. Sin un cambio en nuestra actitud hacia ellos, no hay perdn ni redencin.
Nuestra suerte est ligada a la suya.
La justicia del Reino, para que deje de ser un mero discurso de buenas
intenciones que no nos compromete, debe traducirse en acciones concretas. Jess
juzga con dureza una prctica religiosa incoherente que no hace lo que dice o hace
lo contrario: Hagan y cumplan lo que les digan, pero no hagan lo que ellos hacen,
porque ellos no hacen lo que dicen. Exigir a los otros lo que no nos exigimos a
nosotros mismos, o hacerlo por apariencia, o por cumplimiento, o por vanagloria, o
para lucrar con ello, pervierte la religin. Edificar la comunidad fraterna de Jess
pide un nuevo modelo de autoridad-jerarqua fundamentadas en el servicio humilde,
porque el que se enaltece ser humillado, y el que se humilla ser enaltecido.
(Evangelio: www.servicioskoinonia.org)
Jess denuncia la forma como se usa la religin para engaar, para explotar,
para enriquecerse aprovechndose de los dems, para enaltecerse pisoteando la
dignidad humana. Esa religin as utilizada deshumaniza y hay que echarla a un lado.
Es necesario desenmascarar todo tipo de manipulacin de la religin. Ojal nosotros
siempre empleemos la religin tal como lo hace Jess: para servir, para hacer crecer
la vida, para edificar una humanidad digna y libre.
Oracin sobre las ofrendas: