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Reflexin
No hay nada garantizado en la maldad del malvado o en la bondad del justo.
La suerte de uno u otro, puede cambiar. La salvacin es siempre posible, incluso
para el que obra el mal, si se arrepiente y cambia su proceder: Acaso quiero yo la
muerte del malvado y no que se convierta de su conducta y que viva?. En cuanto al
justo, no debe fiarse pues l tambin puede apartarse de la justicia y cometer
maldad, imitando al malvado. No tenemos nada seguro. Podramos caer en la tentacin de creernos lo
mejor del mundo e incluso con la autoridad para juzgar y despreciar porque hemos
logrado ciertos avances en nuestra humanidad. Pero cuidado! No estamos exentos
de errores, podemos caer an ms bajo de lo que han cado esas personas juzgamos
y condenamos. Otras veces podramos sentirnos lo peor del mundo porque
cometido errores. Pero recordemos que Dios nos da nuevas oportunidades pues su
voluntad es siempre la salvacin, nuestra salvacin.
Slo la justicia mayor del Reino nos garantiza la participacin en l: Si no
son mejores que los escribas y fariseos, no entrarn en el Reino de los cielos. La
puesta en prctica de los valores de ese Reino, pone en entredicho muchas creencias
y prcticas religiosas que atentan contra ellos. La libertad de Jess ante la ley y la