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Chascarrillos gramaticales
La lengua se aleja a veces de la vida, y eso facilita muchas paradojas
LEX GRIJELMO 18 ENE 2015 - 00:00 CET
La vida y la gramtica se parecen pero no son lo mismo. Por ejemplo, una cebra
mantiene su gnero femenino aunque se trate de un macho. Lo mismo sucede con
una ballena, una ardilla o una jirafa. En cambio, el topo puede ser una hembra,
igual que un moscn o un ratn.
Las palabras terminadas en o tienden a ser masculinas; y las que acaban
en a, femeninas; pero existen transgenricos: la mano, el da, el mapa, la
radio, el programa, el pediatra, el guardia, el atleta, la contralto, la
soprano Y los sexos biolgicos son dos; pero los gneros, tres (masculino,
femenino y neutro).
Si decimos "los jueces", que es masculino, eso abarca a los jueces y a las jueces. Si
decimos la judicatura, que es femenino, tambin. La persona representa en
femenino a mujeres y hombres, mientras que el ser humano lo hace en
masculino, con el mismo resultado.