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CUADERNO DE TRABAJO

CURSO: DIAGNOSTICO PARTICIPATIVO

Facultad de Ciencias Políticas y Sociales


Departamento de Trabajo Social
Sede Antigua Guatemala

Lic. Otto Edvin Arenales Callejas


oearenales@yahoo.com

Guatemala, 2010
Introducción
El cuaderno de trabajo de Diagnóstico Participativo, se convierte en una herramienta
para facilitar el aprendizaje participativo, que permita a los estudiantes adquirir y
desarrollar capacidades para coordinar procesos comunitarios.
Este cuaderno del curso de Diagnóstico Participativo, contiene conceptos y herramien-
tas útiles, para contribuir en la formación de los y las estudiantes, pero también se
constituye en una herramienta de apoyo y consulta para intervenciones sociales, orien-
tadas a diagnosticar la problemática en la cual se pretende intervenir para su trans-
formación.
Se presentan los conceptos relacionados con el diagnóstico social, participación social,
diagnóstico participativo, la importancia de construir un sistema de indicadores como
base para el desarrollo de cualquier proceso de diagnóstico.
Así mismo podrá encontrarse de manera didáctica los pasos a seguir para la realización
de un estudio de diagnóstico, al igual que las herramientas que pueden utilizarse en
cada uno de los pasos.
Durante cada semana, los estudiantes deben conocer cada una de las técnicas partici-
pativas disponibles, desarrollarla con sus compañeros en el aula.

Otto Arenales C.

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PRIMERA SEMANA
LECTURA

ANALISIS DE LA REALIDAD
Para comprender como funciona la sociedad y como se puede contribuir al cambio
social debemos mirar, analizar e interpretar todo lo que sucede para así poder actuar
en forma mas acertada y obtener los fines que nos proponemos, contribuyendo en la
construcción de una sociedad mas justa e igualitaria.
Todo propósito de la vida esta enmarcado por la visión que de ella se tenga, por es-
te motivo es indispensable hacer un análisis de la realidad inmediata, esto se debe
de realizar sin dejar de lado las otras realidades que también tocan a la comunidad
como la realidad local, del municipio, del departamento, del país y la realidad in-
ternacional que nos lleva a realizar un análisis de la realidad social.
¿Qué es realidad social?
Es el conjunto de las relaciones que establecemos con los demás. Estas relaciones son
de muchas clases: económicas, políticas, culturales, religiosas, familiares entre otras.
Estas relaciones pueden darse en términos de igualdad, justicia, solidaridad, coopera-
ción, servicio o pueden darse en términos de injusticia, dominación, represión, explo-
tación, competencia.
Cuando realizamos este análisis no debemos mirar estas relaciones como independien-
tes unas de otra, sino como un todo integral, porque lo político tiene que ver y se rela-
ciona con lo económico, lo militar y lo ideológico y al contrario es decir todo tienen
que ver con todo.
Por eso un análisis de la realidad social que tome una sola de esas relaciones es incom-
pleto y no nos permitirá ver la realidad como es.
La realidad social, al ser la organización de las diferentes relaciones, responde a una
forma o sistema de vida en que está ordenada, según los intereses de quienes tienen
el poder de manejarla.
Puntos clave en el análisis de la realidad
Estructura de la sociedad: En nuestro análisis debemos de profundizar y de esta mane-
ra comprender el origen y causas de la situación que se esta presentando, ya que lo
que vivimos hoy es el resultado de un proceso histórico.
Análisis de Coyuntura: El análisis de la sociedad es histórico es decir se ubica en un
momento determinado de la historia, en una coyuntura concreta; no es lo mismo hoy
que hace 20 o 30 años.

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Ambiente o Contexto: Es el lugar, el sitio, la población, pueblo, vereda, ciudad, país
o continente donde se esta haciendo el análisis de la realidad social, no todos los pro-
blemas se viven en todas partes de la misma forma ni se presentan en la misma forma.
Hay diferencia porque somos distintos, hay culturas y formas de vidas diferentes aun-
que tengamos cosas en común.
Clase Social: Es diferente el análisis que hace un Senador de la república al que hace
un campesino en su vereda o un obrero, o un desempleado en la ciudad. Es diferente
el que hace el militar, el latifundista, el industrial al análisis que hacemos los sectores
populares y empobrecidos por la marginación a la que nos han sometido.
Las comunidades tienen la obligación de mirar y observar lo que sucede al rededor de
su vida en comunidad para así asumir de forma responsable su presente y futuro.
De la forma de mirar u observar la realidad depende la respuesta que se le pueda dar
a la solución satisfacción de las expectativas o problemas presentados y diagnostica-
dos en la reflexión sobre la vida común que han hecho.
¿Qué es un análisis de la realidad local?
Para hacer el análisis de la realidad local es importante tener en cuenta nuestro am-
biente más cercano, lo que vemos todos los días, las relaciones que nos afectan direc-
tamente; así comprenderemos mejor la realidad de la sociedad y las relaciones que en
ella se dan. Esto es lo que se llama análisis de realidad local.
En nuestro pueblo, barrio o vereda y asentamiento es desde donde debemos partir a
analizar las relaciones que allí se presenten pues ese es el objetivo de nuestro estu-
dio.
Si empezamos a estudiar lo nuestro, las relaciones que sufrimos y manejamos todos los
días porque nos interesan y nos afectan, para luego pasar a problemas mas amplios en
lo regional, nacional o internacional, se empieza de lo mas simple para llegar a lo
mas complejo.
Problemas en el análisis de la realidad
Cuando hacemos un análisis de la realidad, nos podemos encontrar algunos problemas
que dificultan nuestro trabajo, algunos de ellos son los siguientes:
El análisis no es neutro, esto quiere decir que todo análisis tiene una intención, un in-
terés dependiendo de quien lo haga. Cuando hacemos un análisis de la realidad, te-
nemos una finalidad: cambiar una situación que va contra nuestros intereses.
Por eso en nuestro análisis va claramente fijada nuestra posición política, ideológica y
económica y nuestro compromiso en la construcción de una sociedad más justa.
También depende el análisis de nuestra forma de ver el mundo, la sociedad y la vida.
El análisis no es eterno. La realidad cambia todos los días, la sociedad también se
mueve, no permanece quieta, por eso el análisis que hicimos ayer, puede no servirnos
hoy.

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Necesitamos adaptar nuestras acciones a las nuevas situaciones, conflictos y proble-
mas, es decir, debemos permanecer evaluando las condiciones para adaptar nuestras
acciones.

Herramienta 1: Reuniones de grupo

Descripción de la herramienta
Una reunión es un encuentro de personas para un fin específico. En la reunión puede
participar un gran número de personas o un número reducido (menos de 10), que enfo-
can un problema o un propósito específico. Por lo general, en las reuniones hay un mo-
derador que estimula la comunicación en ambos sentidos. Las reuniones de grupos pe-
queños específicos pueden estar formadas por personas que tienen intereses comunes
(mujeres, ganaderos, indigentes) y pueden hablar cómodamente entre sí, comparten
problemas y propósitos comunes. Los resultados de las reuniones de grupos específicos
pueden presentarse a reuniones de grupos mayores, dando «voz» a los miembros de la
comunidad que no pueden hablar en una reunión más grande.
Finalidad de la herramienta

• Dar y recibir información


• Debatir temas de importancia para la comunidad
• Recibir la aprobación de la comunidad sobre un asunto
• Ayudar a identificar problemas y soluciones
• Planear actividades y negociar conflictos
• Dar validez a los resultados de las evaluaciones y formular recomendaciones

Principales beneficios
• Se puede alcanzar a un número considerable de personas en un tiempo relati-
vamente corto.
• Las reuniones suelen ser la primera ocasión para una presentación consistente
del personal del proyecto a la comunidad en su conjunto. Es muy posible que
sea en ella donde se obtenga la cohesión y la confianza de la comunidad.
• Las reuniones comunitarias con invitaciones abiertas puede permitir que todos
los que deseen participar puedan hacerlo.
• Las reuniones de grupos más específicos pueden poner en contacto a los que
tienen un problema particular; los que no pueden hablar en grandes reuniones
(como las mujeres o los grupos minoritarios) o las personas cuyo interés es mar-
ginal.
• Las reuniones periódicas en grupos pequeños pueden fomentar la disciplina de
grupo, estimular el enfoque cooperativo para identificar y resolver problemas,
ofrecer una tribuna para la adopción de decisiones por consenso, proporcionar
un medio práctico de desarrollar la dirección colectiva, promover actividades y
compartir experiencias.

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Empleo de la herramienta
Para que una reunión tenga éxito se requiere una planificación cuidadosa. Debe esti-
mularse la comunicación en ambos sentidos, mantenerse el interés y conseguir que el
«trabajo» se haga. Las siguientes medidas pueden contribuir a planificar una buena
reunión:
1. Tener un propósito claro. Saber lo que la reunión tiene que conseguir, desde la
perspectiva tanto de los miembros de la comunidad como de los agentes exter-
nos. Obtener la aprobación y la intervención de los dirigentes locales. Conocer
las costumbres y las reglas en vigor en la comunidad.
2. Preparar un calendario de fechas para ayudar a comprobar los preparativos de
cada día.
3. Fijar un día, una hora y un lugar convenientes para la reunión. Tener en cuenta
el tamaño y la composición del grupo. Recordar que las personas tienen diferen-
tes disponibilidades de tiempo y que las mujeres tal vez no puedan asistir al
mismo tiempo que los hombres.
4. Después de fijar el día y la hora en que pueda asistir la mayoría, lograr que la
gente lo sepa con bastante antelación.
5. Si van a intervenir agentes externos puede ser que necesiten alojamiento y co-
mida.
6. Informar a la comunidad o al grupo acerca del motivo de la reunión, por medio
de carteles, visitas domiciliarias, anuncios públicos, radio, teléfono y verbal-
mente.
7. Si se planea algún entretenimiento, procurar que no distraiga del propósito de
la reunión sino que se relacione con el tema.
8. Planear y preparar folletos y materiales para su distribución, así como un méto-
do para realizar la misma.
9. Planear la formación de grupos de motivación y mecanismos de retroalimenta-
ción, si es necesario.
10. Planificar una estrategia para estimular los debates. Por ejemplo: preparar
cuestiones introductorias; detener la proyección de diapositivas o de una pelícu-
la en plena exposición y abrir un debate; hacer que los miembros de la comuni-
dad imaginen sus propios «finales». Pensar siempre en la comunicación recípro-
ca, y en cómo adaptar el apoyo de la extensión para pasar de la comunicación
en un sentido a la comunicación en dos sentidos.
11. Una persona de la comunidad, por ejemplo un maestro de escuela o un dirigen-
te local, con experiencia en reuniones, puede ayudar a facilitar la reunión. Te-
ner en cuenta que pueden haber sectores de la comunidad (como por ejemplo
las mujeres) que no se expresan en estas reuniones. Pueden celebrarse reunio-
nes separadas con esas personas y llevar sus puntos de vistas, como conjunto, a
las reuniones más grandes.
12. Prever que si bien al principio puede haber un gran número de asistentes, éste
disminuirá con el tiempo a medida que asistan únicamente los especialmente
interesados o involucrados. Habitualmente, la reunión de un grupo de interés
particular puede realizar las actividades, celebrándose reuniones ampliadas pe-

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riódicamente para informar a toda la comunidad. Si la asistencia a las reuniones
cambia bruscamente, investigar la causa.
NOTA:
Al organizar las reuniones es importante:

• preparar y comprobar con suficiente tiempo antes de la reunión los medios au-
diovisuales así como las tomas eléctricas y/o un generador de energía;
• procurar que haya una atmósfera confortable y agradable. Cuando sea adecuado
disponer bocadillos/bebidas;
• lograr que la introducción sea breve y específicamente adecuada a los participan-
tes;
• dejar claro el propósito de la reunión en la introducción y situar dicho propósito
en el contexto de los acontecimientos pasados, presentes y futuros;
• empezar y terminar aproximadamente a la hora establecida;
• empezar con puntos, temas y asuntos respecto a los que sea fácil obtener acuer-
do o aceptación de diferentes opiniones;
• permitir que se manifiesten opiniones contrarias y tratar de que tales discrepan-
cias sean resueltas o aceptadas por el grupo;
• resumir los debates, enunciar las decisiones alcanzadas e identificar los «próxi-
mos pasos». Confirmar el lugar y la hora de la próxima reunión;
• tratar de terminar con una nota altamente. «positiva»

Precauciones al utilizar la herramienta

Precaverse contra puntos del orden del día, imprevis-


tos introducidos por grupos que podrían utilizar la
reunión para plantear sus propios intereses. El facili-
tador podría sortear esto diciendo: «Ese no es el
propósito de esta reunión, propongo que se celebre
otra para debatir ese punto».
El facilitador de la reunión debe tener suficiente autoridad para mantener el orden de
los debates, pero también suficiente sensibilidad para hacer que participe en ellos el
mayor número posible de personas.
La comunidad o el grupo pueden, poner al facilitador en la posición de «experto» y
dejar que se encargue totalmente de la reunión. Desarrollar métodos que estimulen la
participación.

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Actividades de la primera semana

1. Observe su comunidad o barrio, considere las relaciones, lo


presente, limitaciones y potencialidades, luego responda a
la pregunta ¿En que tipo de comunidad vivo?
2. Responda a estas preguntas ¿Qué cosas o situaciones descubrí ahora en mi co-
munidad? ¿Hay algo que me sorprenda?
3. Actualice su diario de aprendizaje.
Autoevaluación
1. Defina lo que entiende por realidad social.
2. Construya una descripción de la realidad social de su comunidad.

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SEGUNDA SEMANA

LECTURA

EL DIAGNOSTICO
La primera etapa en el ciclo del Trabajo Social o de cualquier intervención de tipo so-
cial esta constituida por el diagnóstico que consiste en investigar los problemas que se
tienen en la organización o en la realidad que nos rodea. Elegimos un problema, reco-
gemos informaciones sobre el y analizamos a fondo sus causas y consecuencias, sus
relaciones con otros problemas, los conflictos que abarca, etc.
Diagnosticar no es sólo una actividad de los sociólogos o economistas. Todos necesita-
mos hacerlo.
Necesitamos investigar lo que pasa en nuestro alrededor, porque es imposible actuar
eficazmente sobre algo que desconocemos.
Ciertamente tenemos conocimientos sobre nuestra propia realidad, pero pueden ser
insuficientes o equivocados. Por ejemplo, sabemos muchas cosas sobre la situación de
salud, pero posiblemente desconocemos qué tiene que ver con nuestra alimentación,
con la pobreza, con la economía del país, etc.
Si falta el diagnóstico:
• Podemos equivocarnos con la selección de problemas a
resolver. A lo mejor atendemos a los secundarios y no a
los principales o urgentes.

• Podemos entender mal las causas y relaciones entre los


problemas. Así no acertaríamos en las soluciones des-
perdiciando trabajo, tiempo y dinero.

• Podemos planificar y ejecutar mal las acciones, por no


conocer suficientemente los diferentes aspectos del
problema, los obstáculos y posibilidades que hay en la
realidad.

La necesidad de realizar un diagnóstico está basada en el principio de que es necesario


conocer para actuar con eficacia. En este sentido, todo diagnóstico social representa
una de las fases iniciales y fundamentales del proceso de intervención social. Constitu-
ye uno de los elementos clave de toda práctica social, en la medida en que procura
conocimiento sobre una situación sobre la que se va a realizar una intervención social y
de los diferentes aspectos que es necesario tener en cuenta para resolver la situación
diagnosticada.
Un diagnóstico no se elabora solo para saber que pasa. Se elabora con propósitos bien
definidos:

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• En primer lugar, para obtener una información básica que sirva para programar
acciones concretas, estas acciones pueden ser un plan, un programa o un con-
junto de actividades más o menos articuladas entre sí.
• En segundo lugar, se trata de dibujar un cuadro de situación que sirva para di-
señar y escoger las estrategias de actuación.
En otras palabras: a partir de los datos del diagnóstico, se diseñan las operaciones y
acciones que permiten enfrentar, con la mayor racionalidad y organización posible, los
problemas y necesidades detectadas en el mismo.

Para la realización del diagnostico la comunidad deberá en términos generales:

• Organizarse Para realizar una lectura critica de la realidad, desde los ojos
mismos de la comunidad.
• Ordenar los diferentes saberes teóricos y prácticos.
• Recoger, clasificar y ordenar la información.
• Participar activamente en la búsqueda y la definición de las soluciones.
• Planificar las acciones que vamos a desarrollar.
• Contribuir en la ejecución de los proyectos de desarrollo.

Organizarse.

La primer tarea de toda comunidad es la de crear


un espacio de referencia, donde se puedan reunir,
debatir y proponer ideas para coordinar las activi-
dades que faciliten la conformación como grupo. Y
a su vez se deben armar diferentes espacios con
tareas más específicas.
Ordenar los diferentes saberes.
En toda comunidad existen personas con diferentes
capacidades en artes y oficios, pues algunos saben construcción, agricultura; otros sa-
ben leer, escribir cantar; otros saben de poesía y otras potencialidades. Con esto iden-
tificamos con que recursos humanos contamos.
Recoger, clasificar y ordenar la información.
Para recolectar la información debemos seleccionar bien el tema y el tipo de necesi-
dades que queremos cubrir a través de encuestas, entrevistas u otros mecanismos.

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Una tarea en este punto es diseñar la forma de organizar la información para que sea
de más fácil acceso y entendimiento.
Participar activamente en la búsqueda y la definición de las soluciones.
Construirnos como comunidad requiere de la participación de todos y cada una de las
personas. Estas deben de ofrecer todos sus recursos y potencialidades para aportar en
la solución de los problemas.
Planificar las acciones que vamos a desarrollar.
Para esto es necesario partir de la discusión colectiva en donde se proyecten las pro-
puestas que irán encaminadas a la elaboración de un plan de trabajo.
Participar en la ejecución de los proyectos de desarrollo.
Si partimos de entender que las propuestas fueron elaboradas colectivamente, todas
las personas de la comunidad están en la obligación de participar activamente en cada
una de las tareas que permitan ejecutar las propuestas.
Por lo anterior y reconociendo que son tareas donde toda la comunidad ha participado
en la elaboración del proyecto, se debe reconocer que serán beneficiarios de ese pro-
yecto las personas que han trabajado directamente en su ejecución.
Resolver nuestros problemas debe hacerse en forma organizada y planificada, lo ante-
rior se inscribe en un proceso de reflexión y transformación que busca describir clara-
mente el problema, analizar las causas que lo originan, relacionar el problema y sus
causas con otros ya conocidos, evaluar las consecuencias del problema, diseñar, eva-
luar y seleccionar las mejores alternativas de solución, y finalmente actuar para que se
materialicen las soluciones.
El diagnóstico como forma de utilizar los resultados de una investigación en el di-
seño de intervenciones sociales
El diagnóstico social pone en relación la investigación y la programación, facilitando la
transición entre ambas fases. Sin investigación no puede haber diagnóstico y sin apo-
yarse en un diagnóstico no se puede hacer una buena programación de las intervencio-
nes sociales.
Se pueden hacer estudios sobre problemas sociales, sin que estos sean un diagnóstico
en sentido estricto. En un estudio sobre problemas sociales se recogen y sistematizan,
se analizan y se interpretan datos e informaciones sobre estos problemas. En un dia-
gnóstico, además hay que comprender los problemas de cara a la acción. Esto supone
conocer:
• Cuáles son los problemas.
• El porqué de estos problemas en una situación determinada.
• Cuál es el contexto que condiciona la situación-problema estudiado.
• Quiénes son los actores sociales implicados.
• Cuáles son los recursos y medios disponibles para resolver estos problemas.

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Para que el diagnóstico sirva operativamente a un programa de intervención social hay
que identificar cuales son los problemas que afectan a determinados colectivos o per-
sonas en un contexto dado. Una vez identificados, debemos determinar qué tipo de
ayuda o atención se requerirá, para que las personas o colectivos sociales puedan
afrontar la solución a sus problemas o necesidades y posteriormente identificar tam-
bién los recursos y medios disponibles para atender a las necesidades o problemas que
han sido detectados.
Diagnosticando nos educamos
El diagnóstico participativo es un proceso educativo por excelencia. En el los compa-
ñeros no sólo aprovechan los resultados, sino también el proceso mismo. Comparten
experiencias, intercambian conocimientos, aprenden a usar técnicas para recoger in-
formación, etc. El diagnóstico participativo es una oportunidad para el aprendizaje
colectivo, en que los participantes investigan su propia realidad y analizan las causas
de los problemas
Como en todo proceso educativo, el diagnóstico parte necesariamente de los conoci-
mientos y experiencias de los participantes. Por la vivencia diaria la gente siempre
tiene conocimientos de su realidad, aunque sean limitados. En base a ellos reflexio-
namos y buscamos lograr nuevos conocimientos. Así avanzamos hacia una comprensión
más profunda que nos permita desarrollar una práctica mejor.
Existen opiniones que dicen que “el pueblo tiene toda la verdad”. Estas ideas son
equivocadas, porque no reconocen las limitaciones del saber popular. Tampoco reco-
nocen la necesidad de una formación permanente de los sectores populares. Cierta-
mente el pueblo tiene su saber y su riqueza cultural. Sin embargo, sus conocimientos
también contienen muchos elementos de la ideología dominante.
Por eso, el proceso educativo en el diagnóstico busca por un lado rescatar los elemen-
tos críticos y realistas del saber popular y por otro, cuestionar los elementos extraños e
impuestos.

Herramienta 2: Dibujo y debate

Descripción de la herramienta
La herramienta de dibujo y debate tiene su máxima utilidad en una cultura con una
fuerte tradición visual. Los dibujos son producidos conjuntamente por la comunidad o
por individuos y los debates se centran en ellos. Cuando un dibujo es producido por
cierto número de personas, los debates pueden centrarse en la importancia relativa de
cada nuevo elemento introducido en el dibujo. Cuando se utilizan dibujos individuales,
éstos pueden compararse o debatirse en grupo.
Finalidad de la herramienta

• Identificar un asunto o problema.

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• Medir la percepción de la comunidad sobre una situación actual proporcionando
un registro para fines comparativos posteriores (para evaluación).
• Realizar un análisis de grupo.
• Reforzar la conexión entre «pensamiento» y «acción».
• Fomentar el debate en los puntos que requieran una armonización, una reformu-
lación o una profundización.
• Proporcionar una formulación visual objetiva.

Principales Beneficios
• Las personas que viven en comunidades en las que existen barreras de clase o
idioma, o que no son oradores experimentados, con frecuencia pueden expresar
opiniones y sentimientos más fácilmente mediante el dibujo.
• Utilizando medios visuales propios, las personas son capaces de visualizar y des-
arrollar conjuntamente un análisis, lo cual profundiza la identidad del grupo.
• Los gastos son relativamente pequeños y, si se utilizan buenos materiales, los
«productos» pueden utilizarse posteriormente para fines comparativos.
• Este instrumento puede utilizarse para la planificación a nivel “macro” (comu-
nidad) o “micro” (granja). Puede servir para hacer un análisis comparativo entre
los dibujos realizados en el momento del Estudio de Base y aquellos elaborados
durante las Evaluaciones Participativas.
Empleo de la herramienta
1. Recolectar materiales: papel, tela, madera y artículos de dibujo
2. Presentar la idea al grupo, procurando que el propósito o el enfoque del ejerci-
cio de dibujo sea claro para todos.
3. Explicar que la finalidad principal no es producir una obra de arte, sino suscitar
debate sobre un tema específico
4. Dejar que evolucione la dinámica del grupo. Con frecuencia, es tan simple como
dar a cada uno un instrumento de dibujo y la oportunidad de utilizarlo.
5. Los debates de grupo que se centran en la colocación y el tamaño de los objetos
indican a menudo la importancia relativa de los temas.
6. Puede ser útil realizar este ejercicio con grupos separados, tales como hombres
y mujeres; propietarios y no propietarios de tierras; ricos y pobres; y comparar
luego los dibujos en las reuniones de grupo ampliados.
7. Para iniciar el ejercicio, puede ser útil lograr que cada miembro del grupo haga
su propio dibujo, y luego utilizarlo como contribución al dibujo más grande pro-
ducido por el grupo.
8. Una vez terminado el dibujo (preferentemente después de un largo debate), el
grupo puede analizarlo. ¿Qué se dice sobre el tema en debate? ¿Han descubierto
cosas que antes no sabían? ¿Han visto las cosas de un modo diferente? Deben re-
gistrarse las interpretaciones del grupo para referencias futuras.
Precauciones al utilizar la herramienta
Puede ser difícil para el personal externo interpretar los dibujos. La grabación o regis-
tro de la interpretación del grupo, puede ayudar a evitar esta dificultad.

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Al principio es posible que las personas se encuentren incómodas dibujando, por creer
que no pueden producir una «obra de arte». Hay que convencer al grupo que la finali-
dad del ejercicio es comprender mejor un problema y no producir una obra maestra.

Actividades de la segunda semana

1. Realice la lectura de la semana.


2. Indague, pregunte en su comunidad, si existen estudios de dia-
gnóstico realizados con anterioridad, obtenga una copia.
3. Actualizar su diario de aprendizaje.

Autoevaluación

1. ¿Por qué se dice que el diagnóstico es la primera etapa en la intervención de un


trabajador o trabajadora social?
2. ¿Qué significa organizar los diferentes saberes?

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TERCERA SEMANA

LECTURA
La participación
Existen numerosas definiciones y aproximaciones a la participación.
Entendemos la participación como un proceso por el que los diferen-
tes actores sociales (individuos, grupos, colectivos, entidades, admi-
nistraciones, instituciones, etc.), con intereses legítimos en el Plan,
programa o proyecto, influyen en el (y son influidos por el), se impli-
can en la toma de decisiones y en la gestión de los recursos y com-
parten, al tiempo, el control sobre dichas decisiones y recursos que
les afectan.
Participar significa tomar parte de algo con otros. Implica intervenir
desde la acción y fijar posición en la toma de decisiones para la
solución de problemas. No es, simplemente, formar parte de un
grupo sino asumir la parte que nos corresponde dentro de ese grupo y contribuir al
logro del objetivo común propuesto. Implica entrar activamente en la distribución de
responsabilidades, aprendizajes, logros (y también de las frustraciones!), en la
adquisición de habilidades y espacios de poder.
Una definición de participación integra necesariamente estos tres aspectos:
a. Formar parte, en el sentido de pertenecer, ser integrante de un grupo de
referencia;
b. Tener parte, en relación a intervenir desde la acción;
c. Tomar parte, entendido como la capacidad de influir a partir de esa acción.
Al referirnos a la participación debemos diferenciar entre la acción individual y la
acción colectiva. En esta última, la presencia simultánea de personas implica
comportamientos que se influyen mutuamente; entonces la participación debe contar
con un componente de organización y estar orientada por decisiones colectivas.
La acción colectiva supone dos elementos:
1. un conjunto de normas y reglas que determinen los niveles de participación en
el proceso de decisión, y
2. una regla que delimite y determine como van a ir sumándose las opiniones
individuales en la formación de la voluntad colectiva.

La base de toda participación es la interrelación, y ésta se da siempre en función de un


otro semejante. Por eso, también, la participación da lugar a la aparición de diferen-
cias entre los sujetos involucrados, alrededor de las cuales tienden a surgir conflictos.

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Participar no es una cuestión automática o espontánea: requiere necesariamente reco-
rrer un camino de aprendizaje, entendiendo que transitar este recorrido implicará el
desarrollo de acciones que incrementarán las capacidades de los participantes para
analizar la realidad e influir sobre otros.
El contexto social también condiciona los distintos niveles, grados y formas de partici-
pación, constituyéndose en un factor más que puede funcionar como facilitador u
obstáculo de su viabilidad.
Hay otros factores complejos que deben tomarse en cuenta en el análisis de la partici-
pación, tales como los que se refieren a actitudes, valores y creencias de los actores
involucrados.
Así como aquellos aspectos grupales vinculados a la interacción, liderazgo e influencias
sociales y, también, los propios del grupo.

“Perspectivas y características de la participación social”

La participación como mecanismo de desarrollo de una ciudadanía activa e


Inclusiva
No se trata de cómo decía aquel lema de un antiguo concurso televisivo “lo importante
es participar”; sino que lo importante es participar para conseguir unos objetivos. En
este sentido entendemos la participación ciudadana como un mecanismo de profundi-
zación democrática ya que posibilita el desarrollo de una ciudadanía a la que algunos
autores ponen nombres y apellidos y la califican como ciudadanía activa e inclusiva.
¿Por qué activa e inclusiva?
Podemos decir que el concepto de participación se despliega en dos dimensiones:
Ser parte de algo y tomar parte en algo. Para el caso de la ciudadanía estas son dos
condiciones fundamentales que la posibilitan: esto es la pertenencia y su ejercicio ac-
tivo. Para poder tomar parte en algo activamente es fundamental pertenecer a ello y
por eso se habla de un modelo de ciudadanía inclusiva que amplíe las posibilidades de
participación de las personas. Esto requiere la extensión a otros ciudadanos de los de-
rechos que algunos ya disfrutamos e implica un modelo de participación social en el
que no luchamos sólo por la defensa de nuestros intereses más cercanos y particulares
ni los de nuestro grupo, sino así mismo, hablamos de ciudadanía activa porque esta
perspectiva se refiere a un modelo de ciudadanía en el que las personas y sus organiza-
ciones no sólo son parte o pertenecen formalmente a una comunidad sino que inter-
vienen activamente en ella a través de diferentes cauces de entre los cuales, uno im-
portante es el voto pero desde luego no el único.
Aquí es dónde, toma pleno sentido la participación ciudadana. En ese sentido, la parti-
cipación supone también un ejercicio político ya que los individuos “toman parte”, en
tanto que ciudadanos y actores políticos, en cuestiones públicas como portadores de
intereses sociales o colectivos de una comunidad de la que “son parte”. Por tanto ser

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parte y tomar parte, en la medida en que ambas dimensiones se desarrollen podremos
hablar de una ciudadanía activa e inclusiva que, a nuestro entender, es a la vez requi-
sito y fin de la participación.
Este planteamiento recoge el reconocimiento de la condición de actores activos en la
esfera pública que nos da la capacidad de influencia sobre la formulación y la decisión
de las políticas públicas y no sólo la posibilidad de intervenir colaborando en funciones
de asistencia, o como consumidores de actividades o como receptores de servicios.

Los distintos niveles de la participación

En las últimas dos décadas se ha puesto de moda la "participación" y todas las inter-
venciones, así como programas y proyectos tienen un enfoque participativo y todas las
actividades son resultado de un "proceso participativo". Pero, ¿qué significa participa-
ción?

Los Objetivos de la participación

A partir de estas consideraciones, se establecen una serie de objetivos para la partici-


pación:

1. Organizar una acción grupal para facilitar a los grupos (las personas) exclui-
dos el acceso a los recursos y servicios sociales.
2. Involucrar a los implicados lo mas posible y activamente en el proceso de
toma de decisiones.
3. Promover la implicación de los diferentes actores en el proceso de planifica-
ción y ejecución del Plan Local.
4. Mejorar los niveles de eficacia y eficiencia de las intervenciones.
5. Sumar compromisos
6. Contribuir al fortalecimiento de las capacidades de los diferentes implica-
dos.

Principios de la participación

La participación se basa en unos principios que debemos conocer, considerar y res-


petar:

• Existe siempre una diversidad de intereses. Para Participar debemos partir


del hecho de que los grupos humanos tienen características, historias y pers-
pectivas propias, por lo tanto sus intereses y expectativas son diferentes, lo
que hace que el proceso sea dinámico y enriquecedor.
• Diversidad y especificidad de funciones. Cada uno de los diferentes actores,
de acuerdo a sus características y al motivo que lo lleva a participar, debe
cumplir una función dentro de un proceso y unos momentos determinados.

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• Es necesario considerar y valorar todos los aportes, reconociendo el valor que
puede aportar cada uno de los participantes según sus diferentes caracterís-
ticas.
• La concertación. La participación implica una comunicación y una negocia-
ción permanentes entre diferentes intereses, conocimientos y actores. Parti-
cipar implica obtener, conceder, adquirir y aplicar capacidad de llegar a
acuerdos, de buscar consensos o puntos de encuentro.
• Participar es una actividad política. La participación genera poder en las per-
sonas, transforma situaciones, propicia alianzas y facilita procesos organiza-
tivos. La concertación implica que hay diversos intereses y por lo tanto re-
quiere voluntad y capacidad para la negociación.
• El fin último de la participación es transformar para mejorar, y como acto de
transformación, se mejoran las condiciones de vida de las personas y los gru-
pos.

Características de la participación

En esta fase se precisa considerar de manera clara el tipo de participación que


además se espera que sea constante en el diseño y en la ejecución misma del pro-
yecto. En este sentido, se recomienda evitar los siguientes enfoques participativos:
Participación Pasiva: Donde el equipo técnico reúne a los grupos de actores territo-
riales solamente para hacer una descripción de sus concepciones sobre el territorio,
sus problemas, necesidades así como sobre las posibles ventajas de encarar un pro-
yecto en el espacio local. Este enfoque es unilateral y no permite construir encade-
namientos que construyan una relación futura de horizontabilidad entre proyecto y
entorno territorial.

Demanda social

Participación limitada por la información y la


consulta: La cual no permite que las personas
puedan influenciar sobre los procedimientos y
herramientas que generalmente son encuestas,
entrevistas u otras, además de no existir espacio
para que se consideren de manera efectiva sus
posiciones respecto a los hallazgos obtenidos.

Participación Funcional: Donde los actores o


grupos participan para conocer y debatir sobre
ciertos objetivos, actividades y logros predeter-
minados por el equipo técnico.

Así, se debe considerar que la participación es vital para cualquier proyecto de de-
sarrollo económico local, pero que la misma debe ser considerada desde una pers-

18
pectiva estratégica a la búsqueda de verdaderos impactos positivos. Es decir, no
todo debe pasar por procesos de participación, ya que existirán niveles de decisión
operativa que no requieren volver al tamiz de la participación extendida.

Empero, si se deberá buscar en un marco estratégico una: Participación Interacti-


va: Donde un aspecto central es lograr transparentar la información relacionada al
proyecto y al contexto territorial. Este tipo de participación implica análisis conjun-
tos entre actores o grupos y equipo técnico, además debe buscar fortalecer espacios
para toma de decisiones.
En este tipo de proceso participativo, se debe tener siempre presente el lograr un flujo
de información horizontal entre equipo técnico y grupos de interés o actores sociales.

¿Quién participa?

Partimos de la premisa de que los Planes Locales no se preparan en un despacho ni de


manera individual, se elaboran en equipo y en el seno de éste deben estar representa-
dos todos los implicados.
En el proceso de elaboración del diagnóstico participativo, deberán por lo tanto parti-
cipar todos los individuos, organizaciones o grupos que tengan algo que decir y aportar
en relación a la exclusión social. De manera no exhaustiva, los principales implicados
serían:

Costes y límites a la participación

La participación tiene costes, en tiempo (que estamos alejados del trabajo u otras
obligaciones), en dinero (para pagar el transporte, por ejemplo) y en energías (para
preparase, estudiar, negociar y para poder aportar al proceso).
También tiene límites. Si bien la mayoría de las técnicas participativas se caracterizan
por su sencillez, hay algunos
Requisitos mínimos para que la participación sea eficaz: dominio de la lectura y la
escritura, capacidad para expresar conceptos de manera clara, capacidad de síntesis,
capacidades de abstracción y dominio conceptual y finalmente capacidad para inte-
grarse en un grupo heterogéneo y participar.

La participación de los afectados

Al contrario que otras personas, la población en situación de exclusión en muchas oca-


siones carece del tiempo, o las capacidades requeridas para articular sus intereses y
participar en un proceso colectivo de diagnóstico y planificación. En muchas ocasiones,
además, personas con bajos niveles culturales o formativos pueden sentirse cohibidas
ante la presencia de personas más cultas o educadas.
Por otra parte, estas personas no constituyen un colectivo en sí mismo, sino que son
individuos que eventualmente pueden pertenecer o ser adscritos a determinados gru-

19
pos (gitanos, inmigrantes, jóvenes, por ejemplo), pero que pertenecen a éstos por su
condición de inmigrante o gitano, no por su condición de excluido. En otros casos, no
pertenecen a ningún grupo o colectivo en particular, otras veces, sencillamente son
invisibles.
Todos estos factores limitan la participación de los afectados en el proceso de elabora-
ción de los Planes Locales. La solución no es fácil, pero pasa por que la participación
sea realmente representativa, de tal manera que podamos recoger el máximo de pun-
tos de vista.

Intensidad de la participación

La participación puede adoptar varias formas y darse con intensidades variables


dependiendo de la naturaleza de la actividad y de los roles y responsabilidades de
los individuos y grupos involucrados.
Participación no es solo una palabra de moda
En el diagnóstico participativo, los miembros de la organización son sujetos de las acti-
vidades. Todo el proceso de investigación está en sus manos. Son ellos los que toman
las decisiones sobre qué diagnosticar, para qué y cómo, de acuerdo a los intereses de
la propia organización comunitaria. La organización comunitaria busca la participación
amplia y activa de sus miembros desde la definición de problemas hasta la toma de
decisiones.
Entonces el carácter participativo del diagnóstico se expresa en las decisiones centra-
les. Los participantes controlan la información y tienen poder de decisión. En ese sen-
tido, el diagnóstico participativo constituye una actividad profundamente democrática
de la comunidad.
Sin embargo, sucede a menudo que lo participativo del diagnóstico se queda en un le-
ma, en una palabra que esta de moda. En los hechos la participación se reduce a que
los involucrados sólo proporcionan datos, mientras que las decisiones centrales son
tomadas por unos pocos. En estos casos el diagnóstico no es una actividad democráti-
ca. Se trata más bien de diagnósticos autoritarios.
Muchos diagnósticos tradicionales son del tipo autoritario. Los involucrados, en vez de
actuar como sujetos, son tratados como objetos de análisis. Su papel se limita a servir
como “fuente de información”, son algunos dirigentes o sólo un equipo externo los que
deciden hacer un diagnóstico. La gente no conoce ni los objetivos ni los métodos y
muchas veces ni siquiera logra conocer los resultados del diagnóstico.

La escalera de la participación

La Escalera de la Participación es una figura generada por Roger Hart que nos puede
ayudar a determinar las características de los diversos niveles o grados de participación
de una población. Puede servirnos para determinar hasta qué punto estamos promo-
viendo verdaderos procesos de participación, o si, en ocasiones, lo que generamos co-
mo agentes externos de desarrollo es sólo una participación de carácter simbólica.

20
Veamos las características de cada uno de los niveles de la Escalera de la Participa-
ción:

Escalón 1:
Participación "manipulada"
Es la que se da cuando la población es utilizada para realizar acciones que no entien-
den y que responden totalmente a intereses ajenos a los suyos. Un buen ejemplo de
ello podemos verlo en las campañas políticas que usan a la población llevando pancar-
tas, sólo para recibir a cambio una prebenda.

Escalón 2:
Participación "decorativa"
Se realiza cuando se incorpora a la población sólo como un accesorio, es decir, para
"decorar" o "animar" determinada actividad. Un buen ejemplo podemos encontrarlo en
eventos en los que se utiliza a la población indígena, o a sectores muy pobres para "lu-
cirlos" como beneficiarios de tal o cual programa, al margen de la conciencia o volun-
tad real de la población. Asimismo, cuando en determinadas publicaciones es incorpo-
rada sólo con fines decorativos o “folklóricos”.

Escalón 3:
Participación "simbólica"
Es la que podemos apreciar cuando se realizan acciones donde la participación de la
población es sólo aparente. Un buen ejemplo de este tipo de participación se da en
algunas "parlamentos infantiles", donde los niños actúan con un lenguaje y madurez
sorprendentes, sólo que, “entrenados” íntegramente por adultos.

Todos los niveles anteriores pueden considerarse


Como "falsa participación", en tanto la acción de la población no es consciente ni
responde a sus intereses.
No puede hablarse aún de participación.

Escalón 4:
Participación de "asignados pero informados"
En este nivel, aún se dispone de la población para que participe en una determinada
actividad, sin embargo se le informa en qué consiste la misma. Es, aunque todavía li-
mitada, el primer nivel de participación real. Un ejemplo es el que se da cuando llega

21
una obra de infraestructura a la localidad y se le encarga a la población un faena en la
que aportarán su mano de obra. En ese caso, la población ha sido asignada sin consul-
ta, pero al menos está informada de lo que va a hacer.

Escalón 5:
Participación "con información y consulta"
Es el segundo nivel de participación real. En él, los agentes externos de desarrollo in-
forman y consultan a la población sobre su probable participación. En base a ello, la
población decide. Por ejemplo, cuando los maestros de una escuela deciden un paseo
escolar y consultan con los niños si quieren ir y a dónde podría ser.

Escalón 6:
Participación "en ideas de agentes externos de desarrollo compartidas con la
población"
La acción es pensada por agentes externos de desarrollo, pero es compartida con la
población. Supone que ellos se incorporan en pensar y aportar respecto a la acción a
realizar. Este caso se daría, si en el ejemplo anterior, los maestros consultaran y com-
partieran con los niños la planificación de las actividades mismas del paseo.

Escalón 7:
Participación "en acciones pensadas y ejecutadas por la propia población"
La acción se gesta en la propia población y es ejecutada por ellos. No hay relación con
agentes externos de desarrollo. Un ejemplo de este nivel se da cuando un grupo de
niños organiza un campeonato de papifutbol en su barrio, sin consulta alguna con adul-
tos. Sin duda ellos son los protagonistas, sin embargo, no cuentan con el aporte que
podría brindar la experiencia o dominio técnico de los agentes externos de desarrollo.

Escalón 8:
Participación "en acciones pensadas por la propia población y que han sido
compartidas con agentes externos de desarrollo"
La acción es pensada por la población, pero a diferencia del escalón anterior, es com-
partida con agentes externos de desarrollo. Tomando el ejemplo anterior, los niños
organizan el campeonato y coordinan con sus padres un apoyo al evento. Es el nivel
superior que contempla la llamada Escalera de la Participación.

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La escalera de la participación de la población:

Herramienta 3: Murales y carteles

Descripción de la herramienta
Los murales y los carteles son grandes dibujos semipermanentes diseñados por la co-
munidad y realizados por un artista. En general, se colocan donde puedan ser vistos
frecuentemente por los miembros de la comunidad.
Finalidad de la herramienta

• Realizar propuestas en forma gráfica y objetiva.


• Trasmitir mensajes propios de la actividad de extensión comunitaria. Presentar
imágenes pasadas, presentes y futuras que sirvan de inspiración

Principales Beneficios
• La comunidad se siente implicada en la medida en que dirige al artista.
• Los murales y los carteles son recordatorios constantes que inspiran actividades
y/o cambian actitudes.
• Los murales y los carteles bien colocados pueden contribuir a un constante se-
guimiento y evaluación permanente.

23
• La presencia de un artista en la localidad puede fomentar el interés y la partici-
pación de la comunidad.
Empleo de la herramienta
1. Esta herramienta tiene muchas de las características de la del dibujo y debate,
especialmente en la forma en que la comunidad participa en la discusión y aná-
lisis colectivos, a fin de dirigir al artista.
2. La comunidad debe elegir y aprobar el contenido, la presentación y la localiza-
ción de los murales, especialmente si éstos se exponen públicamente.
3. Es necesario contratar a un artista y que éste comprenda los objetivos del ejer-
cicio y el proceso dirigido por la comunidad. El artista es guiado y dirigido por la
comunidad en todas las etapas de producción del mural o cartel.
4. A fin de dar una buena directiva al artista, la comunidad puede efectuar un
primer dibujo (véase la herramienta dibujo y debate). Este puede servir al artis-
ta como un primer paso.
Precauciones al utilizar la herramienta
• Esta herramienta no será apropiada en el caso de culturas con poca tradición vi-
sual.
• La comunidad debe estar de acuerdo con la colocación y el contenido del mural.
• Los materiales (pinturas y superficie sobre la que se pinta) deben ser de gran
duración.
Actividades de la tercera semana
1. Realice la lectura de la semana.
2. Identifique qué tipo de participación se presenta en su co-
munidad.
3. Defina las características de esa participación.
4. Actualice su diario de aprendizaje.
Autoevaluación
1. ¿Utilizamos el término ‘participación’ porque es políticamente correcto y/o nos
hace sentir bien acerca de nuestro trabajo?
2. ¿Nuestra definición operativa de ‘participación’ ha evolucionado suficientemen-
te para mantener el ritmo con el ambiente operativo cambiante?
3. ¿Estamos avanzando firmemente con buenas intenciones, pero dejando a la co-
munidad atrás, todo bajo el nombre de ‘participación’?
4. ¿Vemos la ‘participación’ como un ‘medio’ o como un ‘fin’? ¿Cuáles son las im-
plicaciones para nuestro programa de desarrollo?
5. Si realmente estamos comprometidos a involucrar a los socios y clientes en el
proceso de desarrollo, ¿qué aspectos de nuestro comportamiento necesitamos
cambiar?

24
CUARTA SEMANA
LECTURA

EL USO DE TECNICAS PARTICIPATIVAS


Averigüe cómo piensan y comunican la informa-
ción los miembros de la comunidad. Esto dará
indicios sobre las herramientas que podrían fun-
cionar mejor. Por ejemplo, pregunte a varias per-
sonas la dirección hacia la próxima comunidad y
observe de qué maneras transmiten esta informa-
ción. Las personas de algunas culturas pueden
trazar un mapa sobre el suelo. Esto podría signifi-
car que las herramientas visuales funcionarían
mejor para ellos. Las personas de otras culturas pueden dar instrucciones tales como
«recorra 17 kilómetros por la carretera y luego gire a la izquierda». Estas personas
pueden encontrarse a gusto con herramientas escritas.
Una tercera expresión cultural podría responder: «Vaya al mercado de la aldea y cuan-
do vea la carbonería siga por la carretera próxima hasta que llegue a un árbol inclinado
con una gran rama colgante. Allí hay dos carreteras. Tome la que tiene dos carriles».
Las herramientas más apropiadas para las personas de esta comunidad podrían ser las
narraciones y el teatro.
Observe
¿Tienen libros y revistas en sus hogares? ¿Tienen cuadros decorando sus casas? ¿Utilizan
símbolos para decorar sus herramientas de trabajo? Estos tipos de observaciones darán
pautas sobre el tipo de comunicación (escrita, oral o visual) básico para la comunidad.
Pregunte
Pregunte cómo se propaga la información por la comunidad. ¿Es exclusivamente de
boca en boca? ¿Hay periódicos? ¿Carteles?
Reflexione
Reflexione sobre las actividades de extensión que han dado buen resultado (o no tan
bueno) en la comunidad anteriormente.
Conociendo los métodos de comunicación usados más corrientemente en una comuni-
dad, el encargado del diagnóstico podrá compilar una «lista breve» de las herramientas
que pueden funcionar en una situación particular. La comunidad podrá elegir de esta
lista breve.
Elementos a tomar en cuenta en la utilización de las técnicas
Como toda herramienta, hay que saber para qué sirve una técnica, y como y cuando
debe utilizarse.

25
Las técnicas debemos dirigirlas siempre hacia el logro de un objetivo preciso:
a. Como mencionamos anteriormente, el uso de técnicas debe estar siempre en fun-
ción de los objetivos concretos que tenemos en un programa de formación. Por
ejemplo, si estamos trabajando el tema "Cooperativismo ': nos planteamos objeti-
vos específicos para cada uno de los puntos del tema:

Debemos elegir, entonces, técnicas que permitan lograr cada uno de los objetivos que
nos hemos planteado. Elegimos, por ejemplo, el" Rompecabezas de la Organización
para ver el tema de la Cooperación; esta técnica nos da elementos simbólicos para
discutir y llegar al objetivo propuesto. Teniendo el objetivo claro podemos guiar la
discusión hacia el tema de interés y evitar que ella se disperse en otros aspectos que
no son importantes para el tema en estos momentos. El aspecto de la comunicación
que esta presente en esta técnica se discute pero no se centra la discusión en el, ya
que no se trata de analizar el papel de la comunicación en ese momento.
Por tanto, es el objetivo que tenemos propuesto, el que nos orienta para saber que
técnica es mas conveniente utilizar, y el cómo utilizarla.

b. Así como debemos relacionar la técnica con el objetivo, debemos también preci-
sar el procedimiento a seguir para su aplicación de acuerdo a:
• el numero de participantes
• el tiempo disponible

Retomando nuestro ejemplo del cooperativismo, tenemos la técnica; ahora preci-


samos el procedimiento:

26
Teniendo en cuenta el procedimiento y la aplicación de la técnica, se calcula el tiempo
aproximado que se necesita. Siempre se debe detallar el procedimiento, eso nos per-
mite conducir correctamente la teoría hacia el objetivo planteado, nos permite preci-
sar el manejo de la técnica.

c. Es frecuente que con una técnica muy sencilla, nos entusiasmamos y queramos lle-
gar a causas y respuestas al problema o tema que se esta trabajando, mas allá del
objetivo que nos habíamos propuesto.
Cuando utilizamos cualquier técnica esta nos da elementos que motivan la discusión;
siempre tenemos que tener claro ¿hasta dónde queremos y podemos llegar en una dis-
cusión con esa técnica?
La respuesta a esta pregunta varía y depende casi exclusivamente del coordinador.
Este debe tener en cuenta primero que nada, el objetivo que se ha propuesto, éste le
sirve como orientación; también debe tener presente las inquietudes y entusiasmo por
la discusión que se genere en los participantes y ser lo suficientemente flexible:
• para no cortar una discusión que puede ayudar en ese momento a aclarar mas el
tema
• detener la discusión para que el proceso de reflexión se realice de forma orde-
nada y no saltar a generalidades que no ayudan a profundizar realmente en el
tema.

27
También es usual abusar de los elementos simbólicos de una dinámica y hacer con ellos
comparaciones muy forzadas sobre la realidad. Por ejemplo, utilizar una dinámica de
animación como “Las lanchas” para reflexionar sobre la importancia del trabajo en
equipo. El quitarle el carácter de animación pura que tiene la dinámica, es no recono-
cer su particularidad y seguramente creará confusión.

d. Un elemento importante a tomar en cuenta para la aplicación de cualquier técnica


es tener imaginación y creatividad, para modificarlas, adecuarlas y crear nuevas,
de acuerdo a los participantes y a la situación específica que se debe enfrentar.
Este elemento nos permite no amarrarnos a la técnica en SI, sino al proceso de
formación que estamos tratando de llevar a cabo, donde lo fundamental no es la
técnica sino el objetivo que se persigue, el proceso mismo de formación, la
concepción metodológica que guía. Una técnica puede tener múltiples variantes y
múltiples procedimientos, al aplicarla con diferentes participantes, en diferentes
situaciones, o para diferentes objetivos.

Tipos de técnicas
Hacemos esta breve clasificación de las técnicas, basándonos en los sentidos básicos
que tenemos para comunicarnos, tomando en cuenta cuáles de ellos son los que inter-
vienen de forma más activa en cada una de las técnicas que utilizamos. Con esto pre-
tendemos dar algunas recomendaciones prácticas que debemos tomar en cuenta para
la utilización y creación de técnicas participativas.
No pretendemos hacer una clasificación estática, ya que muchas técnicas combinan el
conjunto de las aptitudes del ser humano para expresar y comunicar sus ideas.
A. Técnicas o Dinámicas Vivenciales:
Las técnicas vivenciales se caracterizan por crear una situación ficticia, donde nos in-
volucramos, reaccionamos y adoptamos actitudes espontáneas; nos hacen vivir una
situación.
Podemos diferenciar las técnicas vivenciales en:

28
• Las de animación, cuyo objetivo central es animar, cohesionar, crear un am-
biente fraterno y participativo. Estas técnicas deben ser activas, deben tener
elementos que permitan relajar a los participantes, involucrar al conjunto y de-
ben tener presente el humor.
• Las de análisis. El objetivo central de estas dinámicas es dar elementos simbóli-
cos que permitan reflexionar sobre situaciones de la vida real.
Aparte del elemento simbólico, el tiempo juega un papel importante en la mayoría de
las técnicas vivenciales: les da dinamismo en la medida que es un elemento de presión.
El que esta coordinando una dinámica vivencial debe hacer un uso flexible del tiempo,
de acuerdo, a como se está desarrollando la dinámica; sea para presionar, sea para
permitir que elementos propios del grupo de participantes se desarrollen. Otro aspecto
a tomar en cuenta son las" reglas "en las dinámicas. Estas siempre deben ser aplicadas
con flexibilidad; no son estrictas ni inflexibles, y son elementos también de reflexión,
por lo que debemos analizar el significado que tienen en la realidad.
B. Técnicas con Actuación:
(Por ejemplo, Sociodrama, Juego de roles, Cuento dramatizado, etc.) , El elemento
central es la expresión corporal a través de la cual representamos situaciones, compor-
tamientos, formas de pensar.
Para que estas técnicas cumplan su objetivo siempre que las vamos a aplicar, debemos
dar recomendaciones prácticas, por ejemplo:
• Presentación ordenada, y coherente.
• Dar un tiempo limitado para que realmente se sinteticen los elementos centra-
les.
• Que se utilice realmente la expresión corporal, el movimiento, los gestos, la ex-
presión.
• Que se hable con voz fuerte.
• Que no hablen y actúen dos a la vez.
C. Técnicas Auditivas y Audiovisuales:
(Por ejemplo una charla, un radio-foro, una película, un diaporama, etc.) La utilización
del sonido o de su combinación con imágenes es lo que le da la particularidad a estas
técnicas. Debemos tomar en cuenta los siguientes elementos:
• Para usar una técnica auditiva o audiovisual se ha requerido de un trabajo de
elaboración previa que por lo general no es producto de la reflexión o análisis
que el grupo mismo ha realizado. En ellas se presenta una situación, o un tema,
con una interpretación basada en una investigación, análisis y ordenamiento es-
pecífico de quienes la produjeron. En este sentido, decimos que aportan siem-
pre elementos de información adicional para que el grupo que lo está utilizando
enriquezca su reflexión y análisis sobre algún tema. Encierran siempre un punto

29
de vista particular y esto lo tenemos que tomar en cuenta; es un material que
aporta elementos nuevos o interpretaciones que permitan profundizar en el te-
ma que se este viendo.
• Cuando utilizamos estas técnicas es necesario que los coordinadores conozcan
su contenido de antemano para que realmente sirvan coma una herramienta de
reflexión y no solo coma una distracción. Par esto es importante siempre hacer
una discusión para analizar el contenido o mensaje presentado con una técnica
auditiva o audiovisual. Es muy útil el tener preparadas algunas preguntas para
esta etapa que permitan relacionar el contenido con la realidad del grupo.
También es bueno utilizar otras técnicas para analizar en grupos el contenido de
una charla o proyecci6n, luego de estas.
D. Técnicas Visuales
Podemos diferenciar dos tipos:
1. Técnicas escritas: Todo aquel material que utiliza la escritura como elemento
central (Por ejemplo, papelográfo, lluvia de ideas por tarjetas, lectura de tex-
tos, etc.)
2. Técnicas gráficas: Todo material que se expresa a través de dibujos y símbolos
(Por ejemplo, afiche, "Lectura de cartas '; "Uno para todos '; etc.)
En las técnicas escritas podemos hablar de
• Las que son elaboradas por un grupo en el proceso de capacitación (como por
ejemplo papelógrafos, lluvia de ideas por tarjetas, etc.) se caracterizan por ser
el resultado directo de lo que el grupo conoce. sabe o piensa sobre un determi-
nado tema; es el producto del trabajo colectivo en el momento mismo de su
aplicaci6n. En la utilización de este tipo de técnicas debemos procurar:
o que la letra sea clara, y según la técnica, lo suficientemente grande para
poder ser leída por todos.
o que la redacci6n sea concreta; se trata de dejar por escrito ideas centra-
les síntesis de una discusión.
Este tipo de técnicas ayudan a centrar y concretizar las ideas y reflexiones del
grupo de participantes.
• Los materiales elaborados previamente (como por ejemplo lectura de textos)
son el resultado de una reflexión o interpretaci6n de personas externas al grupo
o una elaboración individual. Se utilizan para aportar elementos nuevos a la re-
flexión del grupo.
En la utilización de estas técnicas es importante ver si la redacción y el contenido
corresponden al nivel de los participantes. Que su utilización siempre este acompa-
ñada de procedimientos que permitan la participación y discusión colectiva del con-
tenido de lo que se ha dado a leer.

30
Las técnicas gráficas expresan contenidos simbólicamente, por lo que requieren de un
proceso de descodificación, o sea, de interpretaci6n de esos símbolos.
Siempre que utilizamos este tipo de técnicas es recomendable empezar por describir
los elementos que están presentes en el gráfico; luego, que los participantes que NO
elaboraron el trabajo hagan una interpretación y que finalmente sean las personas que
lo elaboraron las que expongan cuales son las ideas que trataron de expresar. Esto
permite una participación de todos en la medida que exige un esfuerzo de interpreta-
ción por parte de unos y de comunicación por parte de los otros.
A los que coordinan:
Para que la aplicación de una técnica sea efectiva en su sentido pedagógico, es im-
prescindible que el coordinador:
1. Antes de escoger la técnica se haya contestado las siguientes preguntas clara-
mente:
• ¿Que tema vamos a trabajar?
• ¿Cuál es el objetivo que se quiere lograr? (¿Para que?)
• ¿Con quiénes se va a trabajar? (características de los participantes)
2. Una vez contestadas esas tres preguntas, plantearse que técnica es la más ade-
cuada para tratar ese tema, para lograr esos objetivos propuestos, con esos par-
ticipantes específicos.
3. Un tercer paso que todo coordinador debe precisar una vez resueltos los otros
dos, es como va a implementar la técnica: detallar el procedimiento que va a
seguir en su aplicación. Una vez precisado esto, calcular y ajustar el procedi-
miento de acuerdo al tiempo disponible.
4. Un elemento imprescindible es que los que coordinan conozcan el tema que se
esta tratando, para poder conducir correctamente el proceso de formación y
enriquecer" lo con todos los elementos que surjan de la participación de la gen-
te.
Sugerencias para la discusión de una técnica:
Cuando aplicamos cualquier técnica podemos tener las siguientes preguntas y pasos
básicos que nos ayudan a desarrollar ordenadamente el proceso de discusión:
1. Motivación inicial para centrar el tema: que los participantes se ubiquen en el
tema que se va a tratar. (En el caso de las dinámicas vivenciales, esta ubicación
se debe realizar de forma general para que la dinámica no pierda su fuerza ni
espontaneidad).
2. Una vez realizada la técnica, y de acuerdo al tipo de técnica que utilizamos em-
pezamos por preguntar:

31
Este paso nos permite un primer ordenamiento colectivo reconstruyendo ó recordando
los principales elementos.
3. Una vez realizada la etapa anterior, pasamos a analizar más a fondo los elemen-
tos presentes en la técnica: su sentido, lo que nos hace pensar:

4. Luego relacionamos todos esos elementos con la realidad misma.

En este momento la técnica, que sirvió para motivar, se deja de lado para entrar de
lleno a analizar los aspectos de la realidad que interesan.
5. Llegar a una conclusión o síntesis de lo discutido:

Estas sugerencias de discusión sobre las técnicas debemos asumirlas con, creatividad y
de forma flexible. Estos dos elementos importantes nos van a permitir llevar a cabo un
proceso educativo que sea participativo, democrático y sobre todo, profundo y sis-
temático.

32
Herramienta 4: Franelográfos

Descripción de la herramienta
Los franelógrafos contienen figuras adhesivas secuenciadas o priorizadas en cualquier
orden y colocadas en una superficie en la que son pegadas (de aquí el nombre de «Fra-
nelógrafos»). Las figuras adhesivas son representaciones de problemas comunes (in-
cendio, pobreza, erosión del suelo, sequía, aumento demográfico, etc.), y de algunas
soluciones a tales problemas. Tanto el tema de las figuras adhesivas como la posición o
prioridad (si la hay) que tendrán en el franelógrafo son sometidos a debate.
Finalidad de la herramienta

• Suscitar, debatir y ordenar los temas de acuerdo con las prioridades.


• Identificar y debatir soluciones comunitarias apropiadas a los problemas.

Principales beneficios
• En las comunidades donde los problemas pueden ser demasiado delicados para
ser debatidos o identificados abiertamente, esta herramienta es especialmente
útil pues permite «preidentificar» los problemas.
• Esta herramienta es especialmente útil en las culturas de orientación visual.
• Los temas preidentificados pueden desencadenar las discusiones de grupo.
• Utilizada con frecuencia, esta herramienta permite hacer seguimiento a las ne-
cesidades de la comunidad, controlando si se identifican siempre los mismos
problemas y si se los jerarquiza u ordena de manera igual.
Empleo de la herramienta
1. El facilitador debe preparar este ejercicio utilizando figuras adhesivas que refle-
jen problemas actuales y potencialmente delicados. Debe disponerse de mate-
riales suplementarios para la preparación de figuras adhesivas sobre temas o so-
luciones que puedan ser planteados por el grupo.
Debería disponerse de una amplia gama de posibles soluciones en figuras ad-
hesivas. Puede ser útil formular un par de soluciones inapropiadas para estimu-
lar en el grupo su desacuerdo frente a tales soluciones si no son apropiadas.
2. El facilitador debe estar consciente que los franelógrafos pueden limitar la es-
pontaneidad y la comunicación recíproca, a menos que estén hechos de modo
que ofrezcan opciones al grupo.
3. Presentar el ejercicio y sus objetivos a un pequeño grupo (6–10 personas).
4. La gente debe intervenir físicamente, colocando las figuras adhesivas sobre el
tablero y moviéndolas al ponerlas en orden de prioridad. Esto estimula la parti-
cipación.
5. En el debate se deben identificar y jerarquizar los problemas o temas y luego
identificar las posibles soluciones.
6. Los resultados de la composición final del franelógrafo deben registrarse para
futura referencia. Esto puede hacerse mediante una fotografía o un dibujo del
tablero terminado.

33
Precauciones al utilizar la herramienta
Los franelógrafos pueden limitar la espontaneidad y la comunicación en dos sentidos, a
menos que se hagan de una forma que permita al grupo elegir temas y problemas.

Actividades de la cuarta semana

1. Realice la lectura de la semana.


2. Consultando un libro de técnicas participativas, clasifíquelas
de acuerdo a la tipología tratada en la lectura, elabore un
cuadro.
3. Actualice su diario de aprendizaje.
Autoevaluación
1. ¿Qué sucederá, si no existe concordancia entre la técnica y los objetivos?
2. ¿Por qué es importante hacer una buena selección de las técnicas a utilizar?
3. ¿Qué puede suceder, sí la persona que facilita una actividad participativa, no
domina la técnica en uso?

34
QUINTA SEMANA
LECTURA
EL DIAGNOSTICO PARTICIPATIVO

¿Qué es el Diagnóstico Participativo? Llamamos diagnóstico participativo (también


conocido como diagnóstico comunitario o diagnóstico compartido) al diagnóstico hecho
por un colectivo. Es un instrumento empleado por las comunidades para la edificación
en colectivo del conocimiento de su realidad, en el que se publican los problemas que
las afectan, los recursos con los que cuentan y las potencialidades propias de la locali-

35
dad que puedan ser aprovechadas en beneficio de todos; lo cual, permite identificar,
ordenar y jerarquizar los problemas comunitarios y, a través de ello, hacer que la gen-
te llegue mejor preparada a la formulación del presupuesto participativo.
El diagnóstico es un instrumento eficaz para lograr el conocimiento ordenado y sis-
temático de la realidad comunitaria, en la que se desenvuelven las relaciones sociales,
económicas, productivas y culturales de una comunidad.
¿Por qué o para que hacer un diagnóstico participativo? Porque, mientras la comuni-
dad analiza el diagnóstico, va comprendiendo mejor su situación, identificando los
problemas y obstáculos que impiden su desarrollo y determinando las prioridades. El
diagnóstico sirve además, para planificar y activar el Plan Único de Desarrollo del
Órgano Ejecutivo.
Existe una marcada diferencia entre un diagnóstico hecho por agentes externos a una
localidad y aquel hecho por los propios vecinos; de hecho, los planes de acción y las
soluciones suelen ser más apropiados y eficaces cuando se basan en el análisis de los
problemas realizados por las personas afectadas. El diagnóstico participativo es una
actividad del colectivo comunal; sin embargo, es conveniente que la comunidad cuente
con el apoyo de facilitadores para aplicar la metodología adecuada al proceso investi-
gativo llevado a cabo por los sectores populares.
¿Cuales son los problemas, necesidades, recursos y potencialidades? El objetivo del
diagnóstico participativo es obtener información acerca de los problemas y necesida-
des comunitarias y su articulación dinámica con recursos locales y externos, así como
las oportunidades de desarrollo que tienen los habitantes de las comunidades, ante lo
cual definiremos como problemas comunitarios aquellos que afectan el normal desen-
volvimiento social de los habitantes residentes en un área geográfica determinada:
falta de servicios básicos (aseo urbano, electricidad, agua, cloacas, asfalto); inseguri-
dad, desempleo, falta de infraestructura recreativa (canchas, centros culturales, par-
ques, plazas); de infraestructura social (escuelas, ambulatorios, hogares de cuidado de
niños, recreación), entre otros.
Asimismo, definiremos como recursos comunitarios, a las fortalezas presentes en la
comunidad: talento humano (albañiles, artesanas, panaderos, ingenieros, mecánicos,
maestras); vocación económica y productiva; elementos naturales (árboles frutales,
minas, peces, playas, ríos); organización social existente (unidades de batalla electo-
ral, patrullas, grupos culturales, deportivos, religiosos, comerciantes, grupos de volun-
tarios); líderes naturales; aspectos geográficos, entre otros.
Las oportunidades comunitarias son los componentes ajenos a la comunidad que pue-
den ser empleados en su beneficio: los programas sociales del gobierno nacional (Mer-
cal, misiones educativas, reservistas...); los planes de financiamiento popular nacional,
regional o municipales (Foncrei, Banco del Pueblo, Banco de la Mujer, Fondemi, cajas
de ahorro, bancos cooperativos, fondos de crédito regional...); las potencialidades del
suelo, entre otros.

36
¿Para que otras cosas sirve el diagnóstico participativo?
El diagnóstico participativo servirá además para: Conocer con un mínimo de fuero
científico, el lugar donde vivimos. Establecer las prioridades con un criterio racional las
demandas comunitarias. Construir un ¡nosotros! comunitario territorial. Hacer que la
comunidad tome conciencia de los diversos aspectos relacionados con los problemas
que las aquejan. Proporcionar espacios concretos para la organización y la participa-
ción de diferentes grupos comunitarios. Proporcionar una base para elaborar un plan
único de trabajo dirigido a la solución de los problemas comunitarios. Recolectar datos
que puedan proporcionar una base para el sistema de seguimiento, control y evalua-
ción. A desarrollar el Poder Popular.

¿Quiénes realizan el diagnóstico?

En auxilio del órgano coordinador, el diagnóstico participativo es realizado simultá-


neamente por las personas que habitan en la propia comunidad, básicamente por los
miembros activos del COCODE. Pueden apoyarse inicialmente por un grupo de especia-
listas, pero la idea es que una vez que la comunidad se apropia de la metodología sea
ella quien se responsabilice del proceso. Es indispensable que dentro del grupo que
realiza el diagnóstico se encuentren los líderes naturales, personas con distintas res-
ponsabilidades en la comunidad (profesor, administrador de Mercal, el responsable de
las distintas misiones, presidenta de la asociación de vecinos, entre otros).

¿Cómo se logra la participación de la comunidad en la elaboración del diagnóstico?

Debe realizarse una convocatoria abierta y atractiva a todos los habitantes de la loca-
lidad sin distingo alguno, es algo natural que los habitantes de una determinada área
geográfica se interesen por los problemas que aqueja a su comunidad y estén dispues-
tos a proponer soluciones y a participar en la ejecución de las mismas; pero lo más
usual, es que asuman la tarea del diagnóstico los cuadros con más vocación participati-
va. Lo importante es que exista siempre un acceso abierto a las reuniones de tal modo
que si algún miembro de la comunidad no se siente interpretado por quienes la repre-
sentan, pueda expresar en ellas sus opiniones críticas. Para realizar la convocatoria es
conveniente apoyarse en los líderes naturales, así como en todas las fuerzas sociales y
políticas que hagan vida en la comunidad.

La agenda debe señalar los dos puntos importantes:

1. Formalizar la iniciación del proceso del diagnóstico participativo; y,


2. Presentar las fotografías de la comunidad y el plano oficial de los linderos del
mismo.

¿Cómo podemos agilizar la formulación del diagnóstico participativo? Se puede agili-


zar el proceso, haciéndose las siguientes preguntas:

¿Cuál es el problema que más te afecta? ¿Cuáles son las causas que lo originan? ¿Qué
relación tienen los problemas que tú planteas con otros expuestos por otros vecinos?

37
¿Qué soluciones pueden emplearse para resolverlos? ¿Qué posibilidades reales existen
de solución? ¿Cómo hemos aprovechado la capacidad técnica, artesanal, laboral y pro-
fesional que existe en la comunidad? ¿Cuál es el origen de los conflictos intrafamiliares
y entre vecinos? ¿Estamos aprovechando los recursos y las condiciones naturales, orga-
nizativas, geográficas y económicas que tiene la comunidad?

¿A qué se denominan las "fotografías" de la comunidad? En la convocatoria abierta,


se debe describir la situación en la que se encuentra el Área Geográfica de la comuni-
dad. Esto es presentar una especie de fotografía o una maqueta del vecindario, donde
se señale en forma clara y precisa: los límites del territorio, número de habitantes,
número de viviendas, escuelas, centros de salud, centros de trabajo, mercales, calles,
caminos, manzanas, bodegas, número de niños, jóvenes, adultos, ancianos, y cuántos
de éstos están en una situación de abandono; la cantidad de individuos en determina-
dos oficios, profesiones y labores, la cantidad de desempleados, de escolarización,
promedio de nacimientos al año. Entre otros datos cuantitativos importantes sería con-
veniente señalar: la vocación económica y productiva de dicha área; las actividades
económicas, las potencialidades del suelo, la ubicación geográfica y de otros recursos
físicos o naturales con los que cuente el sector.

La idea de la fotografía comunitaria, es que esta surja del


estudio socioeconómico de la comunidad, donde la misma
se realice como paso previo al diagnóstico participativo. Si
este paso no se ha realizado, esa fotografía debe ser hecha
por aquellas personas de la comunidad que tienen más co-
nocimientos de la situación global de la misma, como el
jefe del ambulatorio, la directora de la escuela u otra per-
sona con estas características. También es importante se-
ñalar la forma en que los programas sociales del gobierno
nacional, regional o municipal están presentes en dicho
territorio (las misiones y otros).

¿Qué debemos obtener del diagnóstico y de las fotografías comunitarias? Cuando me-
nos, debemos lograr develar:

• Los problemas de la comunidad.


• Las necesidades más sentidas.
• Las potencialidades de la comunidad: líderes vecinales (políticos, sociales, deporti-
vos); Organizaciones, instituciones que pueden apoyar el trabajo comunitario.
• Identificación de oficios (herreros, carpinteros).
• Profesionales y técnicos presentes en la comunidad.
• Los conflictos intrafamiliares, entre vecinos, los abusos, el atropello, entre otras
situaciones de convivencia.
• El altruismo y el amor por el prójimo que reflejan los vecinos/as.
• Las tradiciones culturales, económicas y otros usos y costumbres de la comunidad

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¿Para qué un diagnóstico?
El diagnóstico participativo forma parte de un proceso más amplio, que es, ante todo,
una acción política; es decir, no se hace porque "nos guste conocer nuestro barrio o
ciudad" sin más, sino porque queremos producir determinados efectos en determinadas
direcciones.
Desde esta perspectiva, el diagnóstico desempeña básicamente dos papeles en un pro-
ceso comunitario: por una parte, pone encima de la mesa los temas que hay que deba-
tir para poder transformar lo que se pretende transformar; por otra, pone a los actores
en condiciones de hacerlo, puesto que las prácticas transformadoras tienen que des-
arrollarse desde la propia comunidad.
Un diagnóstico participativo sirve para:

• Para conocer mejor la propia realidad, los problemas y sus causas, dando es-
pecial relevancia al punto de vista de quienes viven esa realidad.
• Para seleccionar áreas de intervención de acuerdo a criterios comunes de prio-
rización.
• Para motivar a la comunidad hacia la búsqueda de soluciones viables.

39
• Para levantar propuestas de solución compartidas entre la comunidad y las ins-
tituciones públicas y privadas (según sea el caso).
Dado que la realidad no se contempla siempre desde la misma óptica ni de la misma
forma, lo primero que hay que saber es en qué podemos ponernos de acuerdo (sin olvi-
darnos de que nuestras posiciones siguen siendo distintas).
En definitiva, no se trata solo de incorporar a la comunidad como sujeto de conoci-
miento, sino de vincular el sujeto de conocimiento con el sujeto de acción; es decir, el
proceso de producción de conocimiento convierte a los actores en protagonistas de una
intervención transformadora, puesto que, desde el momento en que la comunidad par-
ticipa en la definición y en el conocimiento de su realidad cotidiana, se están constru-
yendo nuevas formas de actuar y de relacionarse. Tres aspectos son fundamentales en
este proceso:
a) El autoaprendizaje sobre nuestra realidad cotidiana, pero también sobre la for-
ma de conocerla: abriendo progresivamente nuestro discurso, integrando la
perspectiva individual en la grupal –y asumiendo como propios los enfoques co-
lectivos y pasando de una visión fundamentalmente particular a una holística e
integrada (Elizalde, 1993: 133). El autoaprendizaje se concibe también como
creatividad: partimos de la base de que nuestras ideas no se hallan escondidas
en algún lugar de nuestra mente, esperando a que alguien venga a descubrirlas
o a que surjan en algún momento de inspiración, sino que se construyen a partir
de la reflexión y la interacción colectiva. Es así como los tópicos, los prejuicios
y las contradicciones de nuestro discurso cotidiano se ponen encima de la mesa
y pueden evolucionar hacia posiciones que permiten avanzar.
b) La implicación progresiva que se da cuando se participa activamente en todas
las fases de un proceso: desde el momento en que vemos recogidos nuestros
puntos de vista hacemos nuestros los resultados; desde el momento en que los
hemos debatido podemos tomar decisiones de forma más consciente y partici-
par en él de manera más activa. El diagnóstico debe contribuir a corresponsabi-
lizar a los actores en este sentido.
c) El proceso de diagnóstico debe ser un proceso de construcción de relaciones so-
ciales: difícilmente se puede conseguir desde las formas tradicionales de inves-
tigación, en las que el investigador, una vez ha extraído sus conclusiones, hace
sus propuestas sobre lo que cree que se debe hacer y lo que no. En vez de que
el investigador se dedique a predicar sus soluciones entre actores que quizás
vayan en otra dirección, parece mucho más sencillo abrir procesos de reflexión
y relación colectiva a partir de los síntomas que se plantean; precisamente, a lo
largo de esos procesos se construyen prácticas y relaciones alternativas. De
acuerdo con este planteamiento, el diagnóstico debe permitir a los actores re-
crear las redes sociales, es decir, transformarlas desde la autorreflexión sobre
las estructuras existentes y, en definitiva, potenciar su nivel y su capacidad de
organización.
Es fundamental que los diagnósticos aborden esa doble dimensión participativa: por un
lado, interesa incorporar el conocimiento práctico y construir puentes y sinergias entre
este y el conocimiento teórico; además, deben movilizar a los actores para que sean
ellos mismos los protagonistas de las prácticas transformadoras. Muchos diagnósticos

40
potencian únicamente el primer aspecto, es decir, garantizan que se ha llegado a to-
dos los sectores sociales, que se han incorporado sus intereses y visiones, pero no ge-
neran una implicación activa en el proceso; más que participativos, estos diagnósticos
son neotecnocráticos (Blanco y Gomà, 2002), puesto que los actores difícilmente es-
tarán en condiciones de hacerse cargo del proceso cuando los equipos investigadores
hayan terminado su trabajo.

En síntesis, se entiende el diagnóstico local participativo como un proceso de autoaná-


lisis de una comunidad local que permite a los actores construir relaciones y propues-
tas integrales sobre determinados temas que den una respuesta –sobre la práctica, y no
solo sobre el papel– a las necesidades y oportunidades de dicha comunidad, y que se
conviertan en el punto de partida para desarrollar prácticas transformadoras desde el
ámbito local.
El diagnóstico constituye una valiosa experiencia educativa en sí misma, en la cual se
comparten experiencias, se intercambian conocimientos, se aprende a utilizar técni-
cas para recoger información etc.
Como en todo proceso educativo participativo, el diagnóstico parte necesariamente
de los conocimientos y experiencias de los participantes.
Por su vivencia diaria, la gente siempre tiene conocimientos de su propia realidad,
aunque sean limitados. Sobre la base de éstos se inicia el proceso de reflexión y la
búsqueda de profundización en los niveles de información.
Una condición básica para una efectiva participación en el proceso diagnóstico es ase-
gurar que todos los participantes tengan la suficiente información acerca de los objeti-
vos, la metodología y los mecanismos de participación de cada uno de los actores invo-
lucrados.

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Herramienta 5: Historias incompletas

Descripción de la herramienta
En las historias incompletas se omite deliberadamente el comienzo, la parte central o
el final de una narración relevante. Los oyentes debaten lo que podría ocurrir en la
parte de la historia que se ha suprimido adrede.
Generalmente, en el comienzo se planteará un problema, en la parte central se esbo-
zará una solución y en el final se expondrá un resultado.
Finalidad de la herramienta

• Facilitar la discusión dentro de un grupo


• Identificar problemas y/o soluciones

Principales beneficios
• Esta herramienta puede ser especialmente útil con grupos analfabetos o esca-
samente alfabetizados que tienen una rica base oral o folklórica.
• Esta herramienta puede combinarse con una representación teatral o de títeres.
• Esta es una herramienta dinámica que suscita una buena participación colecti-
va.
Empleo de la herramienta
1. Toda la historia debe estar preparada de antemano, de modo que la parte omi-
tida «encaje» en la historia completa. Es necesario un narrador con buenas apti-
tudes de comunicación recíproca. Según la amplitud del debate en grupo, con-
tar la historia y añadir la parte que falta puede durar hasta dos horas.
2. El narrador debe ser capaz de contar la historia, escuchar y responder al análisis
de la comunidad. Puede ser útil que haya dos facilitadores: uno para contar la
historia y otro para ayudar a la comunidad a llenar el «vacío».
3. Es necesario registrar la historia y las reacciones. En este caso, pueden ser útiles
las grabaciones en cinta, aunque se cree comúnmente que las personas con cul-
tura oral tienen excelente memoria.
Precauciones al utilizar la herramienta
Puede ser difícil encontrar un buen narrador con capacidad para comunicación recípro-
ca y, tal vez, sea necesario utilizar dos personas (una para contar la historia y otra pa-
ra estimular el debate).

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Actividades de la quinta semana

1. Realice la lectura de la semana.


2. Elabore una fotografía de su comunidad, considerando los cri-
terios indicados en la lectura.
3. Actualizar su diario de aprendizaje.

Autoevaluación
1. Defina lo que es un diagnóstico participativo.
2. ¿Qué hace diferente a un diagnóstico participativo de otros tipos de diagnóstico?
3. ¿Para que sirve un diagnóstico participativo?

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SEXTA SEMANA
LECTURA
IMPORTANCIA DEL DIAGNOSTICO PARTICIPATIVO

Partiremos hablando de la importancia del diagnóstico para conocer una realidad.


Tal y como se dice, visibilizar nuestras vidas, para conocernos y comunicarnos mejor y
acercarnos. Mejorando la forma de conocernos y acercarnos a otras experiencias, a
otras realidades o culturas; mejorará también la manera de comunicarnos mujeres,
hombres, norte, sur, blancos, negros, etc.
Para diagnosticar se debe tomar en cuenta a todas las personas y ofrecer las mismas
oportunidades para poder reflexionar, opinar sobre sus vidas y fomentar el trato iguali-
tario entre grupos diversos. Entenderemos pues el diagnóstico no sólo como un cúmulo
de datos, sino de una manera más cualitativa y basada en las experiencias de vida.
Situado en un momento y un lugar concreto de la historia, debe intentar incluir los in-
tereses más genéricos y los más concretos de los grupos.
El diagnóstico como herramienta
Los siguientes puntos, nos ayudarán a dotar de contenido participativo al diagnóstico.
Las presentes aportaciones teóricas, deberán ser tomadas en cuenta de manera flexi-
ble. Todos los apartados, aunque diferenciados para una mayor aclaración metodológi-
ca, están interrelacionados en la realidad.
1. Procedencia de la demanda. Para realizar un diagnóstico, debe existir una deman-
da que surja de la necesidad de una población que requiere cubrir determinadas
carencias. Pese a esas carencias, sea cual sea su estilo de vida y sean cuales sean
los condicionantes educativos que les han impuesto, se ha de mantener la confian-
za en que la población va a poder siempre sostener las riendas de su destino.
No se puede olvidar que puede hacer uso de su voluntad para manejar su vida en
todo momento. Es por esto que aunque sepamos que la labor de un equipo técnico
es importante, se debe evitar imponer nuestra presencia y presentar nuestro traba-
jo como una carga más a la vida diaria de la población con la que vamos a trabajar.
2. Carácter preventivo de la intervención. A la vez que participamos, preveemos
males futuros. Nos adelantamos a los acontecimientos, buscando la raíz de los pro-
blemas y evitando así el avance de las desigualdades. Procuramos recuperar los va-
lores más positivos de una sociedad y analizar la ruptura de costumbres que no se
quieren continuar en un futuro. Sembrando esperanza en el futuro, buscamos al-
canzar un desarrollo sostenible, una sociedad más sana y más constructiva
3. La convivencia del equipo técnico con la población. Se trata del acercamiento a
la vida de otras personas. Desde la observación y el respeto, el personal técnico se
va dando a conocer. La humildad es una herramienta de lo más propicia para dis-

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ponerse a aprender de las personas con las que se va a trabajar. Se trata de contar
con la gente, acercándose a sus necesidades diversas.
4. El análisis político de la población. Es ubicar a las personas en su proceso históri-
co. Rescatando la memoria histórica de los grupos y visualizando sus estructuras or-
ganizativas, saldrá a la luz un tipo de sistema ideológico y de valores. Podremos si-
tuar las necesidades y problemas de los mencionados grupos, y sus posibles solucio-
nes, dependiendo de si los condicionamientos del sistema son más o menos de-
mocráticos. Se trata de baremar en qué determinados aspectos de sus vidas las per-
sonas se sienten libres o condicionadas a la hora de tomar decisiones. Han de re-
flexionar y expresar también cual es la lógica del sistema en el que encuentran las
limitaciones para desarrollarse. Ver si sus derechos están reconocidos, se encuen-
tran en vigor y en qué medida.
5. Empoderamiento de los grupos. Se descubre mediante la convivencia, que las per-
sonas se agrupan naturalmente en pro de intereses comunes. Cada grupo en cada
comunidad, tendrá similitudes genéricas y específicas diferencias (niñas, niños, ju-
ventud, mujeres, hombres, inmigrantes, grupos religiosos, personas jubiladas, es-
tudiantes, etc.). También habrá grupos que, posiblemente nunca lleguen a existir
en determinadas sociedades y en determinados momentos (P. EJ.: grupos de ex-
combatientes de guerrilla o grupos de mujeres viudas por la guerra). Las técnicas
participativas promoverán a grandes rasgos la reflexión de estos grupos sobre as-
pectos importantes de sus vidas, sus necesidades y sus problemas. Se buscará tam-
bién paralelamente reafirmar las capacidades que posee la población para resolver
sus problemas, enfrentarse a sus vulnerabilidades y sacar a relucir el modelo de de-
sarrollo que quieren para su vida. Es así, que una primera nube cargada de proble-
mas, se va reconvirtiendo en otra nube cargada de alternativas generadas por el
proceso de participación y reflexión grupal. Es aquí donde las personas toman con-
ciencia o se reafirman en su poder de ejercer el cambio sobre sus vidas.
• El papel de las personas facilitadoras.- En cada población, hallaremos personas
que por su capacitación previa en determinados servicios de la comunidad y por
su vinculación a otros programas sociales, estén dispuestas a ofrecer su poten-
cial al trabajo que se va a realizar. Se trata de hacer un equipo de trabajo junto
a estas personas, tratando de que se hallen representados al máximo los dife-
rentes grupos de intereses dentro de la comunidad.
• Técnicas participativas.- Las técnicas participativas además de tener una finali-
dad educativa, tienen un valor inestimable como recogida de experiencias y da-
tos. Los pilares deben ser la participación, la visualización y la reflexión grupal.
• Talleres específicos.-. Se trata de reforzar las capacidades de la población que
surjan durante el diagnóstico, llevando a cabo talleres de apoyo y empodera-
miento. Estas capacidades son las que ayudarán a enfrentarse a la población a
las limitaciones que puedan sufrir debido al cúmulo de necesidades.
• La asistencia y el apoyo. Estos apoyos puntuales tendrán un beneficio inmediato
dentro de una intervención más amplia. Echamos un cable a determinados gru-

45
pos desfavorecidos dentro de la comunidad para promover su empoderamiento
y avance.

6. El trabajo en red. Trabajar desde la horizontalidad, es trabajar en equipo. Esto es


realizar un ejercicio democrático desde un propósito de escucha, empatía, humil-
dad, y revisión. Cualquier persona o profesional puede aportar al proceso de dia-
gnóstico. Cualquiera puede aportar y aprender de los demás, realizando un esfuer-
zo y dejando a un lado el miedo al intrusismo profesional. La creatividad que surge
del trabajo conjunto, inspira la labor individual y evita el estancamiento. La articu-
lación de redes forma parte de cualquier labor profesional. El espíritu constructivo
se alimenta desde el ejercicio de la solidaridad y la búsqueda del encuentro pacífi-
co entre partes diversas.
7. El seguimiento. La continuidad de las acciones debe estar asegurada, para consoli-
dar la confianza de la población. Lo que se deja a medias, genera rechazo. La po-
blación debe sentir que es autónoma durante la ejecución del diagnóstico, para no
sentir dependencia del exterior. La creación o el fortalecimiento de los tejidos aso-
ciativos, también refuerzan los caminos empezados.

Herramienta 6: Cárteles no clasificados

Descripción de la herramienta
Esta herramienta consta de una serie de carteles prediseñados que representan sucesos
locales, generalmente durante un largo período. Los carteles son luego ordenados cro-
nológicamente por el grupo para narrar la historia tal como ocurrió. Los carteles pue-
den abarcar la historia, los problemas, las creencias, las prácticas y los valores de la
comunidad.
Finalidad de la herramienta

• Facilitar la discusión.
• Ayudar a obtener un registro visual cronológico de la historia local.

Principales beneficios
• A medida que se ordenan los carteles se estimula la discusión en grupo.
• Esta herramienta puede ser probada con diferentes grupos de la comunidad y
luego se puede comparar la diferencia en la secuencia.
• Esta herramienta es especialmente útil en las comunidades de cultura de orien-
tación visual.
Empleo de la herramienta

1. Explicar al grupo la finalidad del ejercicio.


2. Exponer todas las imágenes ante el grupo y abrir un debate sobre cada una de
ellas a fin de valorar su importancia para la comunidad.

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3. Si la secuencia se hace en un pequeño grupo, los miembros pueden ordenar los
carteles. Si se trata de un grupo grande, se puede determinar por consenso la
posición de los carteles que se exponen para que todos los vean.
4. La supresión temporal y la reintroducción de uno o más de los carteles puede
ayudar a determinar su importancia y estimular los mismos tipos de respuestas
que la herramienta 5: Historias incompletas.
Precauciones al utilizar la herramienta
Los carteles prediseñados pueden no representar un suceso importante. Pueden utili-
zarse carteles en blanco para completar y representar el suceso faltante.

Actividades de la sexta semana

1. Realice la lectura de la semana.


2. Elabore un instrumento para determinar la demanda de su co-
munidad en la realización de un diagnóstico participativo.
3. Implemente el instrumento, para determinar la demanda de su
comunidad.
4. Actualizar su diario de aprendizaje.

Autoevaluación
1. ¿Cuál es la importancia de un diagnóstico participativo?
2. ¿A qué se refiere el carácter preventivo de una intervención social?
3. ¿Cuál es la importancia de una buena facilitación en un proceso de diagnóstico par-
ticipativo?

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SÉPTIMA SEMANA

LECTURA
DIAGNÓSTICO PARTICIPATIVO LOCAL EN INTERVENCIONES SOCIALES
Tomado de:
http://www.ceadel.org.ar/cuadernos/ElDiagnostico
Significado y utilidad del diagnóstico en intervenciones sociales
El principal objetivo de un diagnóstico es brindar un mejor conocimiento acerca de las
situaciones problemáticas que se pretenden solucionar o aliviar mediante las interven-
ciones sociales, dando información confiable acerca de la magnitud o alcance y carac-
terísticas primordiales de esas situaciones en el territorio donde se las aborda; también
interesa conocer los factores que influyen en tales situaciones en los contextos concre-
tos y las consecuencias que habría en un corto, mediano y largo plazo si no se intervi-
niera en procura de soluciones.
Por ende, la utilidad más evidente del diagnóstico es la posibilidad de identificar, pre-
cisar y dimensionar la situación problemática, para de ese modo, evaluar distintas es-
trategias y líneas de acción a desplegar en torno a la problemática visualizada.
Antes de abordar un proyecto, los técnicos y profesionales de las diferentes disciplinas
(ya sean externos o propios del lugar), como los propios pobladores que viven los pro-
blemas cotidianamente, en forma directa o indirecta, tienen hipótesis descriptivas y
explicativas acerca de cómo funciona el contexto en el que viven, en particular en re-
lación al tema de preocupación dominante; tienen por lo general una idea aproximada
acerca de cuáles son los déficit y requerimientos y cuáles son las fortalezas u oportuni-
dades. Ese conocimiento puede provenir de diferentes fuentes, por el simple hecho de
vivir en el lugar, por conocer la historia o formar parte de la situación a diagnosticar,
por estar familiarizado con información relacionada, por experiencias y aprendizajes
de otros proyectos similares realizados, entre otras vías de conocimiento.
El diagnóstico servirá para corregir, precisar mejor y fundamentar ese saber previo,
esas hipótesis de trabajo, y permitirá que las acciones que se propongan sean más
apropiadas, se ajusten más a situación problemática y a las expectativas de la gente.
Suele decirse que todo diagnóstico debe tener:
• un componente descriptivo: cómo son y/o suceden las cosas en un determinado
contexto,
• un componente explicativo: cuáles son las causas o factores condicionantes para
que en esa situación y particular contexto las cosas sean y/o sucedan de esa
forma, y
• un componente predictivo: cuáles serían las consecuencias, qué sucedería si no
se interviene y se deja que las cosas sigan su curso “espontáneo”

A eso se hace referencia cuando se dice que los diagnósticos permiten fundamentar las
hipótesis de trabajo, puesto que para formular dichas hipótesis debe tenerse, además

48
de una fotografía acerca de la situación actual (un “corte transversal”), información
acerca de las tendencias históricas (qué cambios o permanencias hubo a través del
tiempo) a la vez que una explicación basada en teorías vigentes acerca de los factores
y mecanismos que producen ese tipo de situaciones, es decir, cómo suceden las cosas o
cuáles son los problemas que deben resolverse para introducir cambios para que las
cosas sucedan de otro modo en el futuro.
Es importante retomar aquí el término de situación problemática, o construcción del
problema, ya que de lo que se trata es de efectuar una reconstrucción interpretativa y
comprensiva de un sector delimitado de la realidad. El diagnóstico no equivale a des-
cripción, sino que constituye una reconstrucción “analítica” sintética e interpretativa
de un recorte de la realidad que se pretende transformar.
No siempre se diagnostica en forma explicita o precisa; hay proyectos que se formulan
sin diagnóstico apropiado y eso no impide desarrollar actividades que pueden benefi-
ciar a las comunidades respectivas. Sin embargo, por mejores que sean las intenciones
de la acción desplegada, será difícil saber en esos casos en forma certera si las activi-
dades fueron correctamente formuladas o dimensionadas, si cubrieron a quienes co-
rrespondía, si se aprovecharon plenamente los recursos existentes, si el proyecto fue
eficaz o no, en suma, en qué medida cumplió con sus objetivos y mejoró la situación
problemática visualizada. Esos proyectos parten de las convicciones de los actores in-
volucrados, aquellos que viven la situación problemática cotidianamente, acerca de
que no necesitan más que su propio conocimiento sobre sus realidades circundantes. Es
indudable que ese conocimiento es útil y necesario, sin embargo resulta insuficiente.
Por otra parte, no siempre ocurre que todos aquellos que padecen una situación la
perciben y en el caso que la perciban, no siempre la explican de la misma forma, sino
al revés: lo más frecuente es que las percepciones y explicaciones acerca de las situa-
ciones problemáticas sean muy diversas, lo cual se vincula, por un lado con las distin-
tas posiciones y roles que los diferentes actores tienen en relación con el problema y
por otro con factores culturales, étnicos, generacionales, de filiaciones, de género u
otros En síntesis, que raramente hay consensos absolutos en las formas de definir y
explicar los problemas.
Así visto, puede decirse que el diagnóstico es el primer momento del proceso de plani-
ficación / programación.
Además de las posibles dificultades mencionadas que acarrea para la programación la
falta de un buen diagnóstico de la situación inicial, también esa carencia plantea difi-
cultades para la evaluación, ya que no se contará con ese parámetro que permite
comparar – evaluar – al cabo de un tiempo, qué cambió, de qué manera y en qué me-
dida, debido a la intervención o proyecto que está siendo o ha sido llevado a cabo. Va-
le decir que el diagnóstico inicial será importante para la evaluación en sus diferentes
momentos ya que servirá como línea de base o parámetro comparativo con el que se
contrastarán las informaciones que se obtengan en los diferentes momentos evaluati-
vos, particularmente en la evaluación final. En la evaluación ex ante permitirá apreciar
la pertinencia de las actividades planteadas y el dimensionamiento de las mismas, así
como la adecuación de las estrategias y modalidades de intervención, en función de las
características y magnitud del/los problemas y su contexto. En la evaluación de proce-

49
sos, durante la ejecución del proyecto, servirá para ver en qué y en cuánto se ha modi-
ficado la situación inicial, lo que permitirá rectificar o ratificar los rumbos de acción
que se han venido desplegando. En la evaluación final servirá para contrastar la situa-
ción de llegada con la del punto de partida, para poder sacar conclusiones acerca de la
eficacia del proyecto y de la modalidad de trabajo adoptada para el abordaje de la
situación problemática.
El diagnóstico constituye una de las varias intersecciones que existen entre la planifi-
cación y la evaluación; eso es así por la doble utilidad que recién fue comentada: para
fundamentar las hipótesis y las acciones propuestas y por su contribución al parámetro
comparativo requerido para el proceso evaluativo.
En particular, teniendo en cuenta que luego será relevante evaluar la cobertura o el
alcance de un proyecto, es importante contar con información diagnóstica, lo más pre-
cisa posible, sobre la población que vive la situación problemática visualizada en el
territorio bajo consideración. Suele denominarse a esta última población objetivo o
beneficiarios potenciales; en el caso que acá preocupa serán: los niños y niñas, sus fa-
milias, comunidades en donde se desarrollan y las organizaciones que conforman esa
comunidad.
En los programas que abarcan proyectos en diversas localizaciones, si el proceso de
diagnóstico de las distintas comunidades es llevado a cabo bajo lineamientos comunes,
además de las utilidades planteadas anteriormente, tiene la potencialidad de permitir
realizar comparaciones y análisis entre diagnósticos, comparando situaciones pro-
blemáticas y estrategias elegidas; por otra parte la consolidación o síntesis de todos
esos diagnósticos contribuye a la construcción de la línea de base del programa.
En resumen, puede decirse que un diagnóstico debe buscar, recopilar y sistematizar la
información secundaria existente, cuanti y cualitativa, proveniente de diversas fuentes
y recoger información primaria (también de índole cuanti y cualitativa) en relación a la
situación problemática específica; en primer lugar acerca de la población que es afec-
tada por la situación diagnosticada o está en riesgo de serlo, y también acerca de los
recursos disponibles en forma real o potencial (institucionales, programáticos, de re-
cursos humanos y financieros, entre los más relevantes) orientados a dicha situación
problemática en el territorio donde la misma ocurre, así como acerca de los actores
estratégicos que influyen real o potencialmente en la situación problemática. El dia-
gnóstico permite, entre otras cosas, prever el potencial asociativo de las instituciones
y actores presentes en la comunidad, de modo de poder evaluar las posibilidades de
trabajo conjunto, de la conformación de equipos de concertación, etc.
En tal sentido, los principales productos que se obtendrán, de alta importancia para la
formulación de toda intervención social, son:

• el diagnóstico de la situación poblacional con foco en el tema de interés,


• el mapeo de los recursos disponibles para superar las situaciones problemáticas
identificadas y priorizadas,

50
• el mapeo de los actores relevantes o estratégicos en relación con el tema de in-
terés.
El diagnóstico como recorte de la realidad
Como se viene diciendo, el diagnóstico da la posibilidad de reconocer situaciones pro-
blemáticas y priorizarlas para formular una intervención; en este sentido constituye un
particular recorte de la realidad que enfoca la mirada hacia un espacio o territorio de-
limitado, a un segmento poblacional más que a otros y a un tipo de situación pro-
blemática en especial. Con eso se quiere decir que toda localización implica un límite
territorial referido al espacio en el que se asienta la comunidad y/o temático (la edu-
cación, la salud, la seguridad, etc.) y/o etáreo (niños de 0-8 años o población infanto-
juvenil). Vale aclarar que en esta dimensión poblacional, el recorte se hace desde una
perspectiva relacional, esto implica considerar el espacio social en el que se configuran
las relaciones (por ejemplo, en el caso de la infancia: niños-familias, niños-comunidad,
niños instituciones, niños-recursos/servicios).
En el marco de los modelos de intervenciones territoriales de tipo integral, el dia-
gnóstico debe adoptar también características de integralidad, abarcando - sintética-
mente - las diferentes dimensiones que se refieren a la calidad de vida de los poblado-
res: la pirámide demográfica, la situación epidemiológica, los aspectos de infraestruc-
tura (agua de red, sistemas cloacales, electricidad, gas natural, teléfonos privados y
públicos, transporte, etc.), la situación medioambiental, las características económi-
cas y productivas, la situación del empleo, los ingresos de los hogares, la existencia y
utilización de servicios (de salud, educación, justicia), las políticas publicas, el trabajo
de las instituciones y organizaciones de la sociedad civil, para mencionar las dimensio-
nes más relevantes.
Visto desde el punto de vista de su elaboración, el diagnóstico constituye un proceso
permanente, de aproximaciones sucesivas, aunque se realicen “cortes temporales”.
Por ende, todo diagnóstico de situación es tentativo y abierto a enriquecimiento y revi-
siones posteriores a medida que se avanza en el desarrollo de la intervención. Sin duda
alguna durante la ejecución de un proyecto, se estará en condiciones de incorporar
ajustes al diagnóstico realizado al inicio como punto de partida o línea basal. Vale de-
cir que aún en la etapa de intervención se sigue profundizando en el conocimiento de
la realidad en la que se interviene. De modo que puede agregarse que además de los
recortes espacial/territorial, poblacional y temático, un diagnóstico de situación es
también un recorte temporal.
El diagnóstico comunitario
Es posible afirmar que una comunidad estaría conformada a partir de las siguientes
características:

• Asentarse en una localidad geográfica (el territorio, la vecindad).


• Tener una cierta estabilidad temporal (comunidad de vida) es decir contar con
una cantidad de tiempo (años) de residencia en la comunidad. Contar con insta-
laciones, servicios y recursos materiales que forman núcleos y ejes de conden-

51
sación comunicativa y relacional de los individuos. Por ejemplo: un local o cen-
tro de venta, un pozo comunitario en zona rural para el agua, un gimnasio en el
barrio, etc.
• Poseer una estructura y sistemas sociales (de socialización, control y apoyo so-
cial, poder y distribución de servicios y recursos), siendo en el seno de estos sis-
temas donde suelen originarse los problemas a superar mediante las interven-
ciones comunitarias. Por ejemplo, la institución escolar, la estructura generado-
ra de fuentes laborales, una empresa, una unidad policial, una biblioteca, etc.
• Un componente psicológico resultante (sentido psicológico de comunidad) ex-
presado en dos dimensiones: la vertical, o la identificación o sentido de perte-
nencia; y la horizontal, o el conjunto de interrelaciones y lazos entre los miem-
bros comunitarios.

En otras palabras, se entiende por comunidad un sistema o grupo social de raíz social
local, diferenciable en el seno de la sociedad de que es parte en base a características
e intereses compartidos por sus miembros y subsistemas que incluyen: localidad ge-
ográfica, interdependencia e interacción psicosocial estable y sentido de pertenencia a
la comunidad e identificación con sus símbolos e instituciones. La noción de comunidad
está caracterizada en el componente territorial o por el hecho de que determinadas
personas habitan un determinado territorio.
Aunque puedan existir otras caracterizaciones más allá de lo territorial, a efectos de
las intervenciones o proyectos sociales la comunidad puede considerarse como el espa-
cio social local que constituye el lugar de la palabra y los intercambios, de los acuerdos
y controversias, de la materialización de los resultados, del hacer mancomunado.
Cuando se habla de comunidad se hace referencia a sujetos que recorren espacios co-
munes en la vida cotidiana y sus complejas alternativas, a relaciones que conectan
desde lo distinto y aún desde lo contradictorio. La comunidad en este sentido se cons-
truye en arduos procesos de consensos siempre provisorios y contingentes, que necesi-
tan de permanentes redefiniciones y concertaciones explícitamente trabajadas.
El diagnóstico comunitario es el primer análisis que se lleva a cabo en forma previa al
diseño de una intervención o proyecto social. Como se anticipó, se trata de la activi-
dad mediante la cual se interpreta, con el mayor grado de objetividad posible – en el
sentido de disponer de datos e información específica sobre la cual se sustente cual-
quier interpretación contextualizada de la realidad en observación –, aquello que in-
teresa transformar. A través de este análisis se estará en condiciones de definir los
problemas prioritarios, las causas, efectos, las posibles áreas o focos de intervención y
las eventuales soluciones a las situaciones problemáticas. La información obtenida del
diagnóstico comunitario permite orientar la acción, clarificar los objetivos y adaptar el
proceso de intervención a las características de los participantes o población involu-
crada.
En este proceso de realización del diagnóstico deben involucrarse las distintas organi-
zaciones que se vinculan directa o indirectamente con la temática de interés, median-
te la aplicación de distintas técnicas (especialmente aquellas basadas en dinámicas
grupales).

52
La participación de los actores Los diagnósticos participativos incluyen los saberes y
puntos de vista de actores diferentes que se vinculan con el tema de interés, en parti-
cular aquellos que viven – padecen – la situación problemática. Cuando se realiza bajo
esa modalidad participativa el diagnóstico trasciende los objetivos de fundamentar las
acciones de una intervención y de brindar insumos básicos para los diferentes momen-
tos evaluativos. En efecto, la modalidad participativa añade un valor agregado suma-
mente relevante que es la iniciación de un proceso de construcción de un escenario
donde interactúan distintos actores sociales, un espacio de intercambio de informa-
ción, de articulación y de negociación, un ámbito para el aprendizaje social de todos
los participantes y un espacio de oportunidad para el protagonismo de los actores so-
ciales que luego serán involucrados en los proyectos. Es en sí mismo una práctica de-
mocrática de relacionamiento social.
Dos características relevantes de los diagnósticos participativos locales son:
• La intersubjetividad, entendida como la integración de miradas y percepciones
diversas para la construcción conjunta de la situación problemática. El proceso
implica sucesivas reconstrucciones tentativas de esa realidad mediante la con-
frontación y síntesis de informaciones parciales – objetivas y subjetivas - en un
trabajo grupal de elaboración intersubjetiva.
• El aprendizaje colectivo y el empoderamiento institucional y comunitario, pues
como se anticipó, implica aprendizaje para los actores que se involucran, per-
mite dejar capacidades instaladas y facilita incorporar modalidades de reflexión
– autorreflexión para la transformación.
Los beneficios para una comunidad o un grupo al trabajar en la elaboración del dia-
gnóstico comunitario local son principalmente:
• Mayor claridad, precisión, profundidad y comprensión de las situaciones pro-
blemáticas.
• Menor margen de error al formular las acciones correctivas y mayor eficacia al
llevarlas a cabo.
• Aprendizaje de metodologías, técnicas y procesos de generación colectiva de
conocimientos.
• Aprendizaje de una manera más objetiva y democrática de percibir y compren-
der el mundo, el entorno, a los demás y a uno mismo.

En síntesis: se produce un intercambio de conocimientos y de tecnología, quedando


“capacidades instaladas” para una comunidad más autónoma en la detección, concep-
tualización y resolución de las situaciones problemáticas que deben afrontar.
El momento del diagnóstico constituye además una estrategia contributiva para la con-
vocatoria a las organizaciones no gubernamentales, los actores públicos, los actores
privados, las escuelas, los centros de salud, las familias, así como otros actores signifi-

53
cativos, se acerquen al proyecto, se interesen e involucren en la conformación y man-
tenimiento de un nuevo espacio de articulación y decisión.
Es en ese sentido que puede afirmarse que el diagnóstico es útil además para la cons-
trucción de la viabilidad futura de los proyectos. Resulta estratégico para conseguir
adhesiones y apoyos por parte de funcionarios y de otros actores que tienen poder de
decisión o influencia sobre recursos necesarios para la resolución de las situaciones
problemáticas y para llevar adelante las acciones previstas; de modo que sirve también
para construir, desde el mismo inicio de las acciones, su ulterior sustentabilidad.
Por todo ello, un diagnóstico tiene que ser comunicable, para que pueda convertirse
en una herramienta de abogacía, en la medida que sus resultados sean difundidos por
los medios masivos locales (emisoras de radio y TV y prensa escrita), haciendo referen-
cia en los mensajes y gacetillas a los procedimientos por los cuales se llevó a cabo, con
énfasis en el protagonismo de los actores. En tal sentido, los miembros del grupo res-
ponsable de las actividades diagnósticas deben estar disponibles para brindar notas
periodísticas junto con pobladores y otros actores locales que se hayan involucrado; si
las autoridades locales (por ejemplo el intendente o autoridad comunal) se hubieran
involucrado – lo cual es altamente recomendable –, las entrevistas que ellas otorguen a
la prensa son de suma importancia; no cabe duda, que en esos casos, el diagnóstico
local se constituye en herramienta política.
El término abogacía usado en el párrafo previo traduce la palabra inglesa advocacy,
que alude a las acciones que se desarrollan en favor de una causa, para colocarla en
forma relevante en la agenda pública y en las políticas gubernamentales. Por ejemplo,
en el caso de la infancia: las prácticas de crianza para el desarrollo infantil, los dere-
chos de los niños, el valor de la educación y la inserción en el sistema educativo como
influyentes de trayectorias futuras, entre los más relevantes.
Aspectos y actores a incluir en un diagnóstico participativo local Se mencionaron antes,
en forma general, los aspectos que deberían tomarse en cuenta en un diagnóstico, en
la medida que se desee abordar la intervención social con un carácter integral, es de-
cir, tomando en cuenta los múltiples factores que convergen en la determinada situa-
ción problemática que se procura resolver o aliviar.
Por otra parte es importante remarcar que los aspectos incluidos en un diagnóstico (y
al mismo tiempo, los aspectos que no se incluyen) ponen de manifiesto la concepción
(marco teórico) que se tiene acerca del tema sobre el que se diagnosticará. La reco-
mendación es que deberían abordarse todos los aspectos que se vinculan con la temá-
tica, acorde con el estado del arte, pero cuidando de no plantear un esquema de tal
complejidad que sea poco viable desarrollarlo en los tiempos apropiados. Muchas de
las críticas a los diagnósticos tradicionales hacen referencia, por un lado, a la cantidad
de información recopilada pero con escasa utilización posterior, y por otro a los tiem-
pos de elaboración que impedían la formulación y realización de los proyectos en for-
ma oportuna.
Es indudable que según sea la temática y/o el segmento poblacional de interés, se
podrán precisar los aspectos, dimensiones o ejes analíticos que tomará en cuenta el
diagnóstico.

54
Acá se toma como ejemplo el tema de desarrollo infantil, la infancia, y se sugieren los
aspectos a considerar en un diagnóstico. Pero sin duda, el ejercicio puede realizarse
para la población adolescente6, la población de tercera edad, etc.
• Situación contextual del territorio
• Ubicación geográfica del territorio (municipio, comuna o barrio).
• Pirámide demográfica (por tramos de edad y sexo).
• Principales actividades productivas y fuentes de empleo.
• Tasas de ocupación y desocupación.
La construcción, identificación y priorización de problemas
Un problema social plantea una brecha entre lo que existe y lo que es deseable por
parte de un conjunto significativo de actores sociales.
Un problema es social cuando afecta a un número importante de personas y para su
superación no bastan los esfuerzos individuales o familiares, sino que se requieren ac-
ciones por parte de los organismos gubernamentales y/o de los grupos y organizaciones
de la sociedad civil.
Las situaciones problemáticas implican por lo general carencias o dificultades de acce-
so y participación efectiva en relación con servicios o bienes sociales. En el caso de la
iniciativa OEC los problemas se relacionan con los obstáculos existentes para que los
chicos accedan a oportunidades educativas tendientes a su desarrollo integral. Dichos
problemas deben ser delimitados socialmente (población que está afectada) y territo-
rialmente (espacio geográfico donde se ubica).
A través del diagnóstico los problemas deben ser priorizados; los criterios más relevan-
tes para realizar esa priorización y seleccionar el problema central o focal, son:
• Tipo y cantidad de población afectada.
• Ámbito de gobernabilidad de la/s organización/es que plantea/n la interven-
ción.
• Prioridad asignada en el marco de las políticas sociales locales.
• Nivel de incidencia en el conjunto de problemas identificados (nudos críticos).
• Es solucionable: existen modos de intervención posibles y probados (disponibili-
dad y efectividad tecnológica).
• Existencia de presión social para su solución.
• Necesidad sentida por la comunidad.
Debe plantearse una explicación del problema focal en función de los factores explica-
tivos directos, indirectos y estructurales. Esos factores son, a su vez, problemas aso-
ciados, causas, o determinantes, relacionados con el problema focal o central que se

55
seleccionó; este es el componente “explicativo” del diagnóstico, que antes se men-
cionó. Además, deben señalarse los problemas o consecuencias o efectos que se deri-
varían de la no resolución del problema focal, el cual constituye el componente
“pronóstico” del diagnóstico, que se anticipó.
Se puede volcar en un diagrama ese esquema problemático, situando en el centro el
problema focal, precedido de los factores antecedentes, causales o determinantes y
seguido de los problemas ulteriores, efectos o consecuencias que se producirían si no
se interviene. Ese diagrama suele llamarse “árbol de problemas”, el cual es muy usado
en el modelo de programación del “marco lógico”.

Herramienta 7: Estudios de casos de la comunidad

Descripción de la herramienta
Un estudio de casos es una descripción y un análisis de una situación o un problema
específicos, realizado conjuntamente por los miembros de la comunidad y los agentes
externos, de manera que represente la perspectiva de los primeros. En la recolección
de información y el análisis se puede tener en cuenta el contexto cultural, los aspectos
de género, las relaciones económicas y los aspectos sociales y/o ambientales de una
situación o un problema.
La presentación puede hacerse en forma de dibujos, teatro popular, canciones, rela-
tos, fotografías, diapositivas o videos. La comunidad debe presentar el estudio de caso
en la forma más cómoda para ella.
Finalidad de la herramienta

• Aumentar el conocimiento y la comprensión de una situación específica de una


comunidad.
• Proporcionar información para el Diagnóstico, el Estudio de Base y la Evaluación.

Principales beneficios
• Los estudios de casos, escritos en la lengua local, pueden convertirse en un libro
de lectura para las escuelas locales, aumentando el orgullo por sus logros loca-
les así como el compromiso por las actividades.
• La producción de un estudio de caso contribuye a fomentar los debates concre-
tos y es un poderoso instrumento para reforzar la autosuficiencia. En el proceso
de preparación de un estudio de caso, los miembros del grupo deben analizar
las razones por los cambios, así como los posibles efectos de éstos.
• Los estudios de casos estimulan la reflexión integral y la toma de conciencia so-
bre las complejidades de las situaciones reales.
• Se obtiene información útil tanto para los miembros de la comunidad como para
el personal externo.
Empleo del instrumento
1. Debería haber un asunto o tema principal en el estudio de caso. Tales asuntos o
temas deben ser ubicados en el contexto y entenderse claramente a fin de ase-

56
gurar que sigan concitando la atención central. Es fácil desviarse cuando surgen
otros puntos importantes.
2. Mientras el personal de campo debería guiar y estimular el proceso de desarro-
llo del estudio de caso, se deberían asignar tareas a uno o varios miembros de la
comunidad, delegados que pueden reunir información y luego lograr la «valida-
ción» del estudio de caso por parte del resto de la comunidad.
3. El personal externo puede proporcionar valiosa información procedente de los
registros gubernamentales o los mercados urbanos, la cual quizás no sea de fácil
acceso para los miembros de la comunidad. El personal externo puede «tradu-
cir» la información de modo que sea útil para los miembros de la comunidad.
4. El método de presentación del estudio de caso debe ser previamente elegido en
la etapa de recolección y análisis de la información.
5. Para preparar el estudio de caso pueden utilizarse otras herramientas de reco-
lección de información.
Precauciones al utilizar la herramienta
Es posible que el estudio de caso requiera mucho tiempo y se pierda el entusiasmo ini-
cial. Este problema potencial puede evitarse si una persona ofrece aliento y apoyo
consistentes a los participantes.

Actividades de la séptima semana

1. Realice la lectura de la semana.


2. Obtenga la copia de un informe de diagnóstico, luego analícelo
para identificar los componentes descriptivo, explicativo y pre-
dictivo.
3. Actualizar su diario de aprendizaje.

Autoevaluación

1. ¿Por qué se dice que un diagnóstico es un recorte de la realidad?


2. ¿Cuál es la importancia de un diagnóstico para identificar una problemática co-
munitaria?

57
OCTAVA SEMANA
LECTURA

¿CÓMO TRABAJAR EN EQUIPO Y CON EQUIPOS?

El diagnóstico participativo, es por excelencia, un trabajo de equipo. No puede ser de


otra manera, puesto que la participación es un principio de todos los niveles del proce-
so y debe comenzar por observarse rigurosamente desde el equipo de personas mismo
que organiza y coordina las acciones: el equipo base. Su conducta y motivaciones in-
fluirán en lo que se espera de la comunidad.

El equipo base

Se puede definir al equipo base a partir de la descripción de sus funciones en el dia-


gnóstico:

1. Elaborar el marco teórico referencial


2. Coordinar el diagnóstico operativo
3. Organizar y preparar la información sobre la realidad
4. Diseñar y planificar todas las acciones de ambos procesos
5. Elegir los métodos y técnicas por utilizar
6. Coordinarse y estructurarse internamente
7. Interconectarse y proyectarse hacia la comunidad
8. Formar y preparar a la comunidad para el proceso participativo
9. Coordinarlo, evaluarlo y darle seguimiento en todas sus etapas
10. Elaborar el resultado y preparar las acciones y proyectos consecuentes

El equipo base se constituye en el corazón del diagnóstico participativo, pero el logro


de sus objetivos, dependerá fundamentalmente de su eficiencia en la articulación de
dos de las funciones señaladas: sus capacidades de coordinación y estructuración in-
terna como grupo productivo y, su capacidad de interconectarse con la comunidad,
proyectarse hacia ella e implicarla en las decisiones y las acciones.

La estructura del equipo y su dinámica interna

Un equipo de trabajo es de cierto modo un pequeño sistema que consta de:

a) Las partes o elementos con que este se estructura


b) Las funciones inherentes a cada parte o niveles de la estructura
c) Un sistema de relaciones entre las partes y niveles

La estructura

Un equipo base no está integrado exclusivamente por el pequeño grupo de personas


que coordina o dirige el proceso, sino por la estructura, pudiéramos decir, de todo el

58
equipo o los equipos de trabajo involucrados con responsabilidades o funciones deter-
minadas en su desarrollo. Esto es particularmente importante en el diagnóstico parti-
cipativo, por se una tarea de mucha complejidad operativa, donde el grueso del proce-
so participativo se realiza a lo externo del equipo base y con un grupo amplio de cola-
boradores y personal de apoyo.

Su estructura debe ser por tanto pluripersonal y descansar más en sub equipos o comi-
siones de trabajo, que en cargos personalizados. Su esquema organizacional corres-
ponde a la lógica horizontal del cuadro siguiente:

EL EQUIPO BASE

COMISIÓN 1 COMISIÓN 2 COMISIÓN 3

AREA 1 AREA 2 AREA 3

Estas comisiones o grupos auxiliares, pueden ser de carácter permanente, para una
función que se ejecuta a lo largo del proceso (coordinación, administración, etc.), o
eventuales, también llamadas ad hoc, cuyas funciones están relacionadas con determi-
nadas tareas: realización de una actividad específica de animación, los grupos que co-
laborarán en la aplicación del diagnóstico de campo, etc.). Es necesario que la estruc-
tura de los equipo de trabajo tenga un carácter abierto que garantice la suficiente
flexibilidad para trabajar en conjunto.

Las funciones

El equipo de trabajo, debe sustentarse en una definición clara de las funciones que le
corresponden a cada comisión o sub grupo y a cada integrante de éste. En caso con-
trario, se crearían disfunciones tanto en la preparación como en la aplicación del dia-
gnóstico. Las más usuales de estas disfunciones son la definición de responsabilidades,
funciones o sectores operativos insuficientemente atendidos y desequilibrios entre las
cargas de funciones y responsabilidades entre los equipos o entre sus integrantes.

Las relaciones

Las relaciones de un equipo de trabajo tienen que ver con el flujo de la información
entre sus integrantes y sus grupos, con el movimiento de las instrucciones para la ac-
ción. Las relaciones estructurales se rigen por dos grandes modelos: las estructuras
verticales y las estructuras horizontales. Las primeras se basan en la unidireccionali-
dad de la información y las instrucciones, así como en las relaciones de dependencia y
subordinación que caracterizan a las cadenas de mando de las organizaciones centrali-
zadas. En estas organizaciones el reflujo de información de la base a los niveles de di-

59
rección es pobre y las tareas se realizan por los principios de autoridad y no de consen-
so.

El diagnóstico participativo, como proceso esencialmente democrático y consensual,


exige un modelo diferente de relaciones basado en estructuras esencialmente horizon-
tales, donde exista un flujo permanente de información en ambas direcciones, que
permita ajustar el proceso a la realidad y a cada circunstancia y donde las instruccio-
nes para la acción se generen de modo con-
sensual, lo que permita la participación de la
población y motive su capacidad creativa.

Lo anterior no quiere decir que las estructuras


verticales deban ser desterradas. De hecho
son necesarias en algunos equipos para el tra-
bajo técnico o el apoyo logístico, que requie-
ren de decisiones operativas rápidas. Aún así
y cuando sea recomendable el flujo de ins-
trucciones precisas de acción, siempre es pre-
ferible que a lo interno de esos grupos existan
también canales de información bidirecciona-
les. En el caso de las relaciones con la comu-
nidad y sus organizaciones, estás deben de regirse, invariablemente, por os principios
de la horizontalidad y el consenso.

La dinámica del equipo

El concepto de dinámica de grupos, es un concepto sumamente complejo que ha sido


desarrollado extensamente por la sicología social y la teoría de las organizaciones. Por
lo anterior es recomendable que los involucrados en el diagnóstico participativo y en el
trabajo de organización comunitaria en general, abunden en eficiencia en generar los
procesos organizativos que requiere su multiplicación en equipos comunitarios autó-
nomos y estables, capaces no solo de ser ejecutores de su autodiagnóstico, sino de las
acciones de transformación que este promueva.

En la práctica, este objetivo se torna muchas veces difícil y la articulación social se


dificulta o se realiza de modo parcial entre unos sectores de la comunidad, dejando
por fuera otros de gran peso en el contexto global. En ese caso, cuando no toda la
comunidad se involucra en el diagnóstico, sus resultados serán parciales y sus objetivos
sociales difíciles de alcanzar, pues no movilizarán a toda la población.

La reunión del equipo

La reunión es la técnica por antonomasia del trabajo en equipo o con equipos. La reu-
nión es el punto de encuentro de un colectivo de trabajo, cualquiera que sea su objeti-
vo. Es su sustancia participativa. Su alcance va más allá de una técnica propia del
equipo base o los diferentes equipos de trabajo o comisiones, para adentrarse en

60
problemas y principios que son aplicables
para todo el trabajo con grupos. Conviene
por tanto, observar sus reglas en toda
técnica grupal, independientemente de sus
características y modalidades.

El éxito de una reunión comienza a decidir-


se incluso antes de su inicio formal y se ve-
rifica muchas veces tiempo después de su
finalización. Por rutina a menudo menos-
preciamos su importancia como técnica y
olvidamos que una reunión improductiva es
una pérdida de tiempo y de recursos, mien-
tras que una reunión productiva, es el punto de partida del éxito de la acción.

A continuación se presentan, los principales elementos a considerar para garantizar el


éxito de una reunión.

• La conducta en la reunión: la productividad de una reunión para el trabajo in-


terno o del encuentro con un grupo para obtener un conocimiento cabal de su
realidad, depende del tipo de relación que se establezca entre sus participantes
y de que esta relación genere un dialogo productivo de ideas o instrucciones va-
liosas para la acción. No siempre sucede así y ello depende tanto de la habili-
dad del conductor o coordinador del encuentro como de su preparación y desa-
rrollo, así como de la propia personalidad del grupo.

Es claro que la conducta en la reunión, además de su adecuada preparación,


preferiblemente mediante una agenda u orden de la reunión escrita, dependerá
también de la habilidad de sus conductores y de su dominio del lenguaje y de
las técnicas de comunicación oral.

Por último, resulta muy conveniente, si es posible, grabar y transcribir las reu-
niones, para poder estudiar pormenorizadamente su contenido y principales
planeamientos, o en su defecto tomar abundantes notas que faciliten este
propósito. Con las transcripciones o notas, se pueden confeccionar las actas pa-
ra la información de los participantes y el seguimiento de las acciones.

• Tipos de reunión: Aunque existen normas generales para el buen funcionamien-


to de una reunión, es preciso tener en cuenta, además que el modo de desarro-
llar cada reunión o encuentro variará de acuerdo con el objetivo para el que fue
pensada y de la simpleza o complejidad de sus propósitos.

Dentro de los tipos de reunión, pueden citarse: de información, generación de


ideas, discusión libre, coordinación y de solución de problemas.

61
Consideraciones sobre el liderazgo y el grupo

Casi toda la literatura conocida sobre el trabajo de grupos, gira en torno al concepto
del líder y las funciones y atributos que le son inherentes. Sin embargo, el concepto
de liderazgo ha evolucionado en la medida que los procesos participativos han demos-
trado su eficacia en el trabajo comunitario y social en general, por encima de los
métodos.

El trabajo con grupos comunitarios

Tal vez, el reto mayor que comparta una iniciativa de diagnóstico participativo, sobre
todo cuando esta se genera desde fuera de la comunidad o cuenta con la intervención
de factores externos, es su confrontación con el universo de la comunidad. El trabajo
con grupos y organizaciones comunitarios, reviste una problemática bien diferente a la
labor con un equipo base o un equipo de trabajo ya constituido.

El primer escollo, es la reserva de cualquier grupo comunitario ante cualquier inter-


vención externa que pueda ser percibida, como una injerencia en los asuntos que le
competen o una restricción de su autonomía.

Una comunidad, no es la simple suma de sus habitantes o núcleos familiares. Usual-


mente están compuestas por un entramado de organizaciones, asociaciones, grupos de
interés común, agrupaciones solidarias, etc. cuyas funciones se entrecruzan, se super-
ponen e, incluso se contraponen. Esta problemática se da no solo entre uno u otro
grupo u organización, sino entre los individuos mismos que a veces participan de más
de un grupo con intereses o expectativas, no siempre coincidentes. Esas expectativas,
que a veces provienen del otro grupo al que pertenece un individuo, pueden actuar
como una fuerza “externa” en relación con la proyección del grupo.

Por otra parte, muchas de las organizaciones y grupos que funcionan en la comunidad e
integran a sus habitantes, son ramificaciones de organizaciones centrales que existen
fuera de la comunidad, ya sea a nivel regional, nacional o mundial. Logias, organiza-
ciones religiosas, sindicatos, entre otros, son ejemplos de ellas y sus expectativas y
valores esenciales pueden no corresponder a aquellos de la comunidad.

No hay que olvidar que toda la comunidad, es un conglomerado humano unido por una
cultura común, qué además de tradiciones y hábitos compartidos, se traduce también
en un conjunto de grandes metas sociales, aceptadas más o menos por todos sus inte-
grantes y en una serie de medios validados y aceptados por ellos, que conforman una
mentalidad, una tabla de valores. El status o la ascendencia de un grupo para el con-
junto de una comunidad, dependerá también de su acercamiento o alejamiento a esos
valores colectivos, como dependerá igualmente el éxito de un diagnóstico, de discernir
cuáles organizaciones gozan de status y son representativas de esos valores y cuáles no
gozan de amplia aceptación en la comunidad.

62
Es decisivo que estos criterios sean despejados en el diagnóstico operativo y que se
tomen como pauta para la conformación de los equipos base en las comunidades. Co-
mo un medio de auxiliar y orientar el diagnóstico.

Herramienta 8: Mapas históricos

Descripción de la herramienta
Esta herramienta contribuye a documentar la historia de la comunidad o del grupo be-
neficiario. Esto puede hacerse mediante imágenes, inscripciones o símbolos. Se esta-
blece un calendario (cada cinco ó diez años), remontándose hasta donde la gente pue-
da recordar. El calendario enfoca un tema específico, como el manejo de un recurso
natural o comunitario, o el crecimiento del poblado y su efecto sobre el medio circun-
dante.
Finalidad de la herramienta

• Estimular el debate sobre por qué y cómo surgió un problema.


• Ofrecer a la comunidad una visión profunda de la «raíz» del problema

Principales beneficios
• El conocimiento del origen de un problema puede ofrecer tanto a los miembros
de la comunidad como a los agentes externos una pizarra en blanco sobre la que
se empiece a configurar las actividades.
• Trazar una trayectoria cronológica (cada cinco años) en la cual se insertan los
acontecimientos, a través de los debates del grupo.

63
• Dar tiempo suficiente a los debates sobre cada período y garantizar que se re-
gistran todos los temas importantes.
Precauciones al utilizar la herramienta
Pueden plantearse problemas delicados del pasado. Si esto ocurre, el facilitador puede
pasar al período siguiente y volver más tarde al problema delicado. El grupo no debe
quedar atascado en debates prolongados sobre temas conflictivos.

Actividades de la octava semana

1. Realice la lectura de la semana.


2. Identifique a las personas que en su comunidad pueden confor-
mar un equipo responsable de coordinar la elaboración de un
diagnóstico participativo.
3. Defina que posición pueden ocupar, así como la comisión que
pueden coordinar, para ello utilice el formato de cuadro de la
lectura.
4. Actualizar su diario de aprendizaje.

Autoevaluación

1. ¿Cuál es la importancia de contar con un equipo coordinador para la realización


de un diagnóstico participativo?
2. ¿Qué funciones asignaría a un equipo coordinador del diagnóstico participativo?

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NOVENA SEMANA

LECTURA

PASOS PARA CONDUCIR UN DIAGNÓSTICO PARTICIPATIVO


El punto de partida
Antes de iniciar un proceso participativo debemos hacernos algunas preguntas, hacer
una autorreflexión sobre nuestro punto de partida y sobre nuestros intereses en el pro-
ceso. De qué pre-juicios partimos, para qué y para quién vamos a hacerlo.
1. ¿De dónde partimos? ¿Qué conocemos de la gente? (Tipo de población, problemáti-
cas generales, algo de su historia...) ¿Qué conocemos del tema?, ¿qué dimensiones
tiene, locales y globales? ¿Existen procesos participativos en marcha, movimientos
ciudadanos, etc.?
2. ¿A través de qué mecanismos hemos definido el tema del proceso? ¿Responde el
tema delimitado a una necesidad sentida por la comunidad, por nosotros, por la
Administración...? ¿A quién ocupa y a quién preocupa el tema objeto del proceso?
3. ¿Qué posición ocupamos? ¿Qué papel ocupamos en la red comunitaria (agentes ex-
ternos, protagonistas...), con quién nos relacionamos? ¿Qué capacidad de acceso
tenemos a los sectores implicados, agentes sociales, Administración, etc.?
4. ¿Qué tipo de participación vamos a incorporar al proceso? En el diseño (El proceso
se hace de todos desde el principio, no sólo nuestro) A lo largo del proceso.)

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Diseño participativo
Iniciamos el diseño de un proceso participativo que guíe a todos los participantes en
sus diferentes etapas. Y lo hacemos participadamente: lo negociamos tanto con la insti-
tución u organismo que promueve la investigación, como con aquellos actores sociales
implicados en ese momento.

Negociación del tema y objetivos: Tras una primera delimitación del tema del proce-
so se inicia el contacto con el tejido asociativo existente en la zona para que partici-
pen en la formulación de la propuesta. Para su localización podemos utilizar medios de
comunicación locales, acudir a estructuras ya existentes tipo coordinadoras, Redes de
entidades sociales, Plataformas, etc., captar información a través de los técnicos mu-
nicipales, servicios de información, Consejos de participación, etc. A partir de estos
primeros contactos vamos iniciando la relación con el resto de agentes relevantes.

Quizá nos encontremos con que las demandas recogidas son o demasiado concretas o
demasiado generales. En este sentido el Grupo Coordinador debe hacer el esfuerzo de
unir los “dolores”, las necesidades más sentidas con las problemáticas integrales exis-
tentes (empleo, medio ambiente, participación ciudadana, derechos humanos, etc.)
para así ir estableciendo puentes entre ambos niveles. ¿Cómo llegar de las demandas y
necesidades más sentidas a las problemáticas integrales que afectan a tod@s?.

66
En este proceso aprovecharemos para ir indagando sobre hechos históricos (mejor re-
cientes) que hayan tenido lugar en la zona donde investigamos, que fueran sentidos
por la mayoría de la población y que movilizaran a gran parte de esta (generando bien
consensos, bien conflictos, etc.). Estos, que llamaremos desde ahora Analizadores
Históricos, nos darán la pauta para adivinar cuáles son los elementos de motivación,
interés y movilización de la población Por ejemplo, contra la guerra de Irak se produje-
ron grandes movilizaciones de muchos miles de personas, pero luego eso no se tradujo
en organizaciones de ese mismo contenido. Otro ejemplo similar, pero de ámbito más
local podría ser la celebración de una gran fiesta intercultural en un barrio, que no
tuviera continuidad en nuevas formas de organización social. Estos son hechos que
pueden provocar los análisis (por eso llamarlos analizadores), pues son conocidos y la
gente los ha comentado en su vida cotidiana, son un referente práctico para mostrar
las posiciones que cada cual adopta. Ambos casos pueden provocar, por ejemplo, la
pregunta: ¿por qué la gente no se organiza para…? Para sacar estos analizadores se
puede hacer un taller.

Herramienta 9: Entrevistas semiestructuradas

Descripción de la herramienta
Las entrevistas semiestructuradas se realizan en un marco relativamente abierto que
permite un proceso de comunicación específico, coloquial y recíproco. Pueden utilizar-
se tanto para dar como para recibir información.

67
A diferencia del cues-
tionario rígido, en el
que cual se formulan
preguntas detalladas
con anticipación, las
entrevistas semiestruc-
turadas empiezan con
cuestiones o temas más
generales. Al comienzo
se identifican los temas
pertinentes (tales como
la degradación del re-
curso forestal). La posi-
ble relación entre esos
temas y otros, tales
como la erosión, la fal-
ta de mercado para
productos forestales, la
falta de experiencia sobre manejo, sirve de base para formular cuestiones más concre-
tas que no necesitan ser preparadas de antemano.
No todas las preguntas se plantean y formulan por adelantado. La mayoría de ellas se
improvisan durante la entrevista, lo cual permite tanto al entrevistador como al entre-
vistado tener la flexibilidad necesaria para abordar detalles o debatir problemas.
La entrevista semiestructurada está orientada sólo en el sentido de que hay algún tipo
de guía para la entrevista, como la matriz descrita más abajo, que proporciona un
marco referencial para la entrevista.
Finalidad de la herramienta

• Obtener información específica cuantitativa y cualitativa, a partir de una mues-


tra de la población
• Obtener información general de interés sobre temas específicos (es decir, sonde-
ar lo que no se conoce).
• Dotarse de una serie de ideas sobre problemas específicos.

Principales beneficios
• Menos indiscreta para los entrevistados que la entrevista formal, la entrevista
semiestructurada estimula la comunicación en los dos sentidos. Los entrevista-
dos pueden hacer preguntas al entrevistador. De este modo, la entrevista puede
funcionar también como herramienta de extensión.
• Confirma lo que ya es conocido, pero también ofrece la oportunidad de apren-
der. Con frecuencia, la información obtenida en las entrevistas semiestructura-
das no ofrece solamente respuestas, sino también las razones de las respuestas.
• Cuando las personas son entrevistadas individualmente pueden discutir más
fácilmente asuntos delicados.

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• Ayuda al personal del proyecto a conocer a los miembros de la comunidad. En la
realización de las entrevistas el personal externo tiene la ventaja de ser perci-
bido como más objetivo.
• La realización de entrevistas tanto individuales como colectivas permite optimi-
zar los beneficios de ambas.
Empleo de la herramienta
1. Definir (el facilitador o el grupo de entrevistadores) un marco para la entrevis-
ta, similar a la matriz del ejemplo. Incluir temas o cuestiones de debate.
2. Establecer el tamaño de la muestra y el método de muestreo
3. Los entrevistadores pueden realizar entrevistas de ensayo entre sí o con unos
cuantos miembros de la comunidad, para familiarizarse con las preguntas y pro-
bar su capacidad de comunicación recíproca.
4. Tomar sólo breves notas durante la entrevista. Inmediatamente después de
ésta, completar y desarrollar las notas.
5. Analizar la información al final de cada día de entrevistas. Esto puede hacerse
con el equipo o grupo de entrevistadores.
6. Examinar los resultados generales del análisis con los miembros de la comuni-
dad, de modo que éstos puedan discutir las percepciones del equipo de entre-
vistadores. Esto puede hacer que el proceso sea todavía más participativo.
Precauciones al utilizar la herramienta

Durante las entrevistas pueden surgir muchas infor-


maciones suplementarias. Las reuniones del equipo
pueden ayudar a identificar semejanzas en las res-
puestas.
En una entrevista personal, asegúrese que la persona
entrevistada entienda y confíe que las respuestas
serán confidenciales.
El entrevistador puede requerir cierta práctica para
encontrar un equilibrio entre entrevista abierta y en-
trevista dirigida.
En una entrevista grupal semiestructurada las personas pueden interrumpirse y «ayu-
darse» unas a otras, o no intervenir. También pueden desviarse completamente del
tema.
Los entrevistadores necesitan tener cierta habilidad. Su problema más común es hacer
preguntas dirigidas. Otros problemas son: incapacidad para escuchar atentamente;
repetir preguntas que ya se han hecho; incapacidad para sondear cuando sea necesa-
rio; dificultad para juzgar las respuestas: y hacer preguntas vagas o que carecen de
sensibilidad.

69
Estrategias para formular preguntas
Durante la realización de las entrevistas, la herramienta principal para recolectar in-
formación, constituye la pregunta. Los miembros de los equipos reconocerán que exis-
ten varias clases de preguntas, que diferentes tipos de preguntas merecen diferentes
tipos de respuestas, y que algunas de ellas son más adecuadas que otras para efectos
de las entrevistas detalladas.
• Preguntas cerradas pueden utilizarse hasta cierto límite. Ejemplo: ¿Usted cree
que el proyecto de educación nutricional fue útil?
• Preguntas dirigidas deben evitarse. Ejemplo: ¿Está de acuerdo en que la capa-
citación para trabajadores en salud comunitaria fue realizada adecuadamente?
• Preguntas dobles deben evitarse. Ejemplo: ¿Los trabajadores en salud comuni-
taria participaron activamente en las sesiones de capacitación y utilizan lo
aprendido luego de volver a sus lugares de origen?
• Preguntas abiertas, aclaratorias y de seguimiento deben utilizarse ampliamen-
te. Ejemplos:
- Pregunta abierta: ¿Cuales son sus impresiones acerca de las actividades
llevadas a cabo por parte de los comunicadores tradicionales?
- Pregunta aclaratoria: ¿Por qué opina que fueron efectivas?
- Pregunta de seguimiento: ¿Qué cree que se debe hacer para ayudar a las
otras familias?
Las guías para llevar a cabo las entrevistas para cada categoría de personas a entrevis-
tar, constituyen las bases para realizar las entrevistas tanto de grupo como individua-
les. Al contrario que en el caso de un cuestionario que debe seguirse estrictamente, las
guías para llevar a cabo entrevistas se utilizan de una manera más flexible. Si una per-
sona entrevistada no entiende la pregunta que se le formula, el entrevistador puede
reformularla de la manera en que ésta sea comprensible para el encuestado.
Con frecuencia, además de las preguntas que se encuentran en la guía, el encuestador
formula preguntas aclaratorias o de seguimiento para profundizar el tema y obtener así
una información más precisa. El propósito de la formulación de las preguntas es la ob-
tención de información que ayudará a responder las preguntas formuladas para el pro-
ceso de diagnóstico. Las guías para realizar las entrevistas constituyen herramientas
que el entrevistador deberá utilizar de manera flexible a fin de lograr los objetivos
trazados.
Principios de la toma de datos
Además de conocer el tipo de preguntas que deben formularse, el entrevistador deberá
ser capaz de tomar nota de manera efectiva del contenido de las respuestas. Los si-
guientes principios acerca de la toma de datos pueden servir como una guía:
1. Las notas deben escribirse en primera persona
2. Deberán anotarse las palabras e ideas clave
3. Las frases o dichos descriptivos especiales deberán anotarse palabra por palabra
4. La información debe registrarse tal como se la escucha y no modificarla en base
a las ideas o valores de los entrevistadores
5. Deberán tomarse, en lo posible, todas las notas que se puedan

70
6. Durante las entrevistas de grupo, las diferentes opiniones de los participantes
deberán anotarse.
Conducción de entrevistas de grupo
Durante la realización de entrevistas de grupo se deberán seguir los siguientes pasos y
prácticas:
1) Antes de iniciar las entrevistas
• Elegir un lugar tranquilo y aislado
• Verificar las características de los integrantes del grupo
• Limitar la participación en el grupo a 10 personas aproximadamente
• Hacer que los participantes se sienten alrededor de un círculo
• Sentarse al mismo nivel
2) Introducción al ejercicio
• Dar la bienvenida a los participantes
• Explicar el propósito de la entrevista
• Asegurar a los participantes la confidencialidad de sus respuestas
• Alentar la participación de todos los miembros del grupo
3) Facilitar las discusiones de grupo
• Conducir la entrevista en el lenguaje local
• Utilizar la guía para estructurar la entrevista
• Las entrevistas deben durar de 1 a 1 hora y media
• Tomar todas las notas que sean posibles
4) Terminar la entrevista
• Revisar la guía para llevar a cabo la entrevista
• Agradecer a los participantes
Sesión corta de retroalimentación
Luego de concluida una entrevista de grupo, resulta útil para el equipo del diagnóstico
disponer de 15 a 20 minutos para analizar la dinámica de las sesiones individuales y de
grupo, a fin de identificar las limitaciones encontradas y formular las lecciones apren-
didas a ser utilizadas en entrevistas posteriores.

71
Preguntas sugeridas para la sesión corta de retroalimentación:

1) ¿Cuales son las observaciones con respecto a la participación de los miem-


bros del grupo o del individuo durante la entrevista? ¿Qué comportamientos
no verbales se observaron que sugieran que los participantes se encontraban
cómodos e interesados, o lo contrario? ¿Se observaron problemas relaciona-
dos a la participación de los miembros del grupo? ¿Qué puede hacerse para
mejorar la participación de las personas en entrevistas posteriores?
2) ¿Cómo resulto la facilitación durante la entrevista? ¿Cuáles son las fortale-
zas? ¿Cuáles fueron las debilidades? ¿Cómo puede la facilitación ser mejorada
para el futuro?
3) ¿Hubieron factores externos al grupo que distrajeron a los participantes?
¿Cómo pueden evitarse estos problemas en el futuro?

Actividades de la novena semana


1. Realice la lectura de la semana.
2. Establezca el punto de partida para realizar un diagnóstico
participativo en su comunidad, utilice las preguntas de re-
flexión de la lectura.
3. Haga la definición preliminar del tema del diagnóstico.
4. Establezca los objetivos preliminares del diagnóstico.
5. Actualice su diario de aprendizaje.
Autoevaluación
1. ¿Por qué es importante establecer un punto de partida para un diagnóstico par-
ticipativo?
2. ¿A quiénes se debe considerar en un proceso de negociación?
3. ¿Cuál es la importancia de las redes sociales en la realización de un diagnóstico
participativo?

72
DÉCIMA SEMANA
LECTURA
LOS PASOS DEL DIAGNÓSTICO PARTICIPATIVO (continuación)
1. Selección o identificación de un problema
Seleccionar el problema es un paso indispensable para el desarrollo del diagnóstico
participativo, ya que se constituye en su punto de partida.
1.1 Identificación del problema
Todo problema tiene orígenes o causas y éstas son las que no se ven. Lo que obser-
vamos únicamente son las manifestaciones y efectos de esas causas. Un problema
se compone de tres elementos distintos: causas, manifestaciones y efectos o conse-
cuencias. Por ejemplo:
Problema: Fenómeno del niño
Causa: Deterioro ecológico
Manifestaciones: Fuertes lluvias o sequías
Efectos: Inundaciones, pérdida de cultivos y viviendas
De estos tres elementos, son dos lo que regularmente tenemos mayor posibilidad de
precisarlos antes de hacer el diagnóstico: sus manifestaciones y efectos. Pero res-
pecto a las causas, únicamente en posibilidad de intuirlas o de suponerlas.
Las causas son las situaciones que originan el problema y que casi siempre quedan
ocultas en sus manifestaciones. Si tomamos el ejemplo anterior: una causa proba-
blemente sería el deterioro ecológico.
Las manifestaciones, son aquellas que logramos ver o sentir con mayor claridad.
Siguiendo con el ejemplo anterior, serían las lluvias o sequías.
Los efectos o consecuencias, son todas aquellas situaciones que produce el proble-
ma, sea sobre el ambiente o sobre las personas. Partiendo del mismo ejemplo, en-
tre los efectos estarían las inundaciones, la destrucción de casas y la mayor pobreza
de la gente que sufre estos perjuicios.
Para hacer una identificación precisa del problema, habrá que tomar en cuenta los
dos aspectos que conocemos del problema: 1) la forma que se presenta y 2) los
efectos que produce. Estos dos espacios serán nuestro marco de referencia.
Ahora veamos otro ejemplo: el de los linchamientos
Se conoce como se manifiestan: un grupo de personas, toma la justicia en sus ma-
nos, dando muerte a otras personas, que se supone están provocando daños a la
comunidad. Los efectos pueden ser: molestia de la población guatemalteca, hoga-
res en desgracia, temor de la población, gente en la cárcel etc.

73
¿Y las causas? Estas son las que desconocemos, aunque podemos suponer algunas.
En este ejemplo probablemente pensaríamos: ¿Deficiencias en la administración de
justicia?, ¿Desconocimiento de Leyes? Ó ¿Serán otras?
Para comprobar estos supuestos, tendríamos que realizar una investigación que nos
diga cuales son las causas que dan lugar a los linchamientos.
Así para poder situar claramente el problema del diagnóstico, es necesario distin-
guir, ubicar y ordenar tanto las manifestaciones y efectos, como lo que pensamos
que son las causas.
Esta identificación nos lleva a tener un panorama más amplio del problema, descri-
biendo su probables vinculaciones con otras causas, con otros efectos, o bien, con
otros problemas. Este paso es importante, pues permite explicar el problema en
cuanto a sus probables causas, manifestaciones y efectos. Con esta explicación te-
nemos posibilidades de avanzar en dos sentidos:
• Elaborar las hipótesis que se deben confirmar o negar con el diagnóstico.
• Arribar al siguiente paso, que es la definición del problema.
1.2 Definición del problema
Con el trabajo hecho anteriormente, llegamos a tener un panorama general del
problema, ahora es necesario realizar un trabajo más que nos ayudará a tener ma-
yor claridad del mismo.
En el análisis que hemos hecho, partimos de nuestras vivencias y experiencias direc-
tas con el problema, pero es probable que otras personas también hayan sido o
estén siendo afectadas por un problema similar y que se hayan realizado algunas
investigaciones o estudios para conocer las causas del problema. Esto significa que,
puedan tenerse avances para el trabajo que, pensamos realizar que aporten para
mejorar o ampliar nuestra comprensión y definición del problema. Así que, será
necesario que busquemos información relacionada con nuestro problema de dia-
gnóstico.
Ahora si, ya estamos en condiciones para explicar el problema. Dos preguntas que
nos ayudan para hacer más precisa esta explicación son: ¿Cuál es el problema? Y
¿Cómo es este problema? Con esto podemos explicar en qué consiste éste, desde sus
manifestaciones y sus efectos, hasta sus probables causas. Una realidad que debe-
mos recordar en todo este proceso, es que no existe investigación posible que pue-
da abarcar un problema en toda su extensión, por lo que habrá que poner los lími-
tes de lo que será el problema de investigación para nuestro diagnóstico. A este
trabajo se le llama delimitación del problema.
1.3 Delimitación del problema
En los pasos anteriores nos dimos cuenta que, ese problema que nos preocupa es
muy amplio y muy complejo y que no nos alcanzaría el tiempo para investigarlo en
su totalidad, por lo que habría que decidir qué es lo que necesitamos conocer de

74
ese problema y qué es lo que podemos investigar. Para precisar esto, debemos res-
ponder a las siguientes preguntas:
• ¿Qué aspectos de este problema necesitamos conocer?
• ¿Qué factores de estos aspectos vamos a estudiar?
Estas respuestas nos llevarán a tener una descripción clara y precisa de los límites
del problema que vamos a abordar con el diagnóstico, lo que hace posible definir
los temas y subtemas que contendrá éste. También es necesario delimitar el pro-
blema en cuanto a su ubicación geográfica y la población que consideramos necesa-
rio o nos interesa investigar.
Una vez que hemos llegado a este momento, podemos plantear el problema que
guiará el diagnóstico. Este planteamiento normalmente se hace en forma de pre-
gunta, a la que se buscará responder con el diagnóstico.

Herramienta 10: Diagnóstico del entorno de la comunidad

Descripción de la herramienta
El diagnóstico del entorno de la comunidad se utiliza para recolectar información des-
tinada a analizar los efectos que sobre el medio ambiente pueden causar las activida-
des proyectadas o realizadas. La herramienta ofrece un marco para que los miembros
de la comunidad puedan hacer observaciones y estimar el valor del cambio. Este valor
se determina asignando un número a cada factor ambiental. De este modo se obtiene
una puntuación ambiental. La utilidad no se encuentra en esta puntuación, sino en la
manera en que los valores numéricos indican la importancia de un factor en compara-
ción con otros. Los valores también pueden indicar qué factores deben vigilarse de
cerca.
Finalidad de la herramienta

• Proporcionar juicios de valor, sistemáticos y consistentes que pueden compararse


a lo largo del tiempo.
• Predecir, en la medida de lo posible, los diversos efectos positivos y negativos
que pueden tener las actividades propuestas. Cuando éstos hayan sido compren-
didos, pueden hacerse compensaciones lo más favorablemente posible a las per-
sonas interesadas.
• Identificar dónde pueden surgir problemas ambientales.

Principales beneficios
• Los diagnósticos del entorno comunitario crean una conciencia del efecto am-
biental potencial (negativo y positivo) de las actividades.
• Proporciona «señales de alarma» para los factores ambientales potencialmente
negativos.

75
Empleo de la herramienta
1. Analizar la finalidad de esta herramienta y la forma de utilizarla, en una reunión
con los miembros de la comunidad interesados. Determinar una definición de
«medio ambiente», tal como:
«el medio ambiente de una comunidad está definido por los aspectos sanitarios,
sociales, económicos, culturales y físicos en general de esa comunidad.»

2. Inscribir los valores asignados en un formulario, de modo que sean fácilmente


visibles. La asignación de valores puede hacerse del siguiente modo:

Efecto muy positivo, claro y decisivo +2

Cierto efecto positivo pero limitado +1

Ningún efecto, indiferente 0

Cierto efecto negativo apreciable, pero limitado -1

Efecto negativo muy específico o amplio -2

3. Presentar la hoja de trabajo de diagnóstico ambiental de la comunidad, de la


cual mostraremos un ejemplo a continuación. También se dan las descripciones
de las categorías.

76
Algunas categorías que pueden discutirse son:

Agua superfi- Corriente, torrente máximo y caudal. ¿Afectará/afecta la actividad del


cial: proyecto a la corriente? ¿Al torrente máximo (caudal de inundación)? ¿A la
magnitud del flujo de agua?

Agua subterrá- Su calidad, tasas de recarga. ¿Altera/alterará/ha alterado el proyecto su


nea: composición química?

Vegetación: ¿Se reducirá/ha reducido la vegetación natural (malo) o aumentará/ha


aumentado (bueno)? ¿Cómo será/ha sido afectada la regeneración natural?
¿Habrá/ha habido un aumento o una disminución de la demanda de árbo-
les, arbustos, hierbas, etc.?

Suelos: ¿Aumentará/aumenta o disminuirá/disminuye el proyecto la fertilidad del


suelo? Cuando las superficies pueden ser/son afectadas por el proyecto, ¿el
mejor aprovechamiento de la tierra dará/ha dado resultados favorables o
desfavorables? ¿Será/es la erosión más o menos probable?

Otros: Preguntas básicas sobre cambios favorables o desfavorables de la fauna, la


pesca, las características naturales.

Alimentos: ¿Tendrá/tiene la gente más alimentos? ¿alimentos en la estación seca? ¿una


dieta más completa?

Enfermedades: ¿Producirá/ha producido el proyecto más agua estancada? ¿Aumentará/ha


aumentado el proyecto el flujo de aguas?

Otros: Cuestiones básicas relacionadas con los productos químicos tóxicos, la ex-
posición a las enfermedades transmitidas por los animales, etc.

Productividad ¿Serán/han sido afectados los rendimientos de la producción de alimentos


agrícola: per cápita (cultivos de subsistencia o para la venta)?

Volumen de ¿Proporcionará/ha proporcionado el proyecto más o menos bienes (alimen-


bienes, servi- tos, leña, agua, etc.)?
cios:

Recursos comu- Agua, pastos, árboles, etc. ¿Suprimirá/ha suprimido el proyecto el uso
nes: colectivo de algunos de esos recursos? ¿Restringirá/ha restringido el acceso
a esos recursos?

Equidad del ¿Cómo se distribuirán/han distribuido los beneficios? ¿Quién se aprove-


proyecto: chará/ha aprovechado de esas actividades? ¿Con qué equidad se compar-
tirán/han compartido los beneficios?

77
4. Se requieren dos operaciones separadas: OBSERVACIONES (resultados de las me-
diciones o juicios); y CALCULOS.
5. Probar primero los materiales con un pequeño grupo a fin de resolver los posi-
bles problemas y para que los facilitadores se familiaricen con la herramienta.
6. Repasar el ejercicio, categoría por categoría, formulando la pregunta básica
«Cómo afectará la actividad propuesta....». Las «respuestas» son los valores
asignados, que se han dado anteriormente.
7. Esta herramienta puede utilizarse periódicamente a lo largo del proyecto, a fin
de observar los cambios en los factores ambientales.
Precauciones al utilizar la herramienta
Esta herramienta no proporcionará mediciones exactas, de precisión matemática, pero
sí juicios sistemáticos y coherentes que puedan compararse a lo largo del tiempo.
Dejar sitio para las nuevas categorías y preguntas que puedan surgir durante el ejerci-
cio.
Esta herramienta es algo complicada, por lo que hay que cerciorarse que se ha com-
prendido bien antes de utilizarla.

Actividades de la décima semana


1. Realice la lectura de la semana.
2. Después de haber identificado el tema del diagnóstico,
ahora proceda a identificar el problema.
3. Haga una definición del problema identificado.
4. Delimité el problema, indicando ¿que aspectos de este problema necesitamos
conocer? ¿qué factores de estos aspectos vamos a estudiar?
5. Actualice su diario de aprendizaje.

Autoevaluación
1. ¿En que consiste la identificación del problema?
2. ¿Por qué es importante identificar los aspectos que se necesita conocer en un
diagnóstico?

78
DECIMA PRIMERA SEMANA
PASOS DEL DIAGNÓSTICO PARTICIPATIVO (continuación)
2. Diseño metodológico
El trabajo realizado en la etapa anterior constituye la base para desarrollar este
paso, pues tenemos que definir de manera concreta lo que haremos. Corresponde
ahora dar respuesta a las preguntas:
• ¿Qué haremos?
• ¿Cómo lo haremos?
• ¿Con quiénes lo haremos?
• ¿Cuándo lo haremos?
• ¿En que lugar lo haremos?
Para responder, tenemos que definir cuatro aspectos:
• Los límites y alcances del diagnóstico.
• La selección de la población.
• La selección de las técnicas de trabajo.
• Diseño de los instrumentos de trabajo.
• Elección de los recursos.
2.1 Límites y alcances del diagnóstico
Uno de los resultados del trabajo realizado anteriormente, fue lograr establecer los
límites del problema, este es el punto de partida para poder definir los límites y los
alcances del diagnóstico. Forman parte de estos límites y alcances: los objetivos,
los temas y subtemas, el tiempo y el lugar donde realizaremos el diagnóstico.
• Definición de objetivos del diagnóstico
Es necesario que definamos claramente por qué y para qué estamos haciendo el
diagnóstico, es decir que definamos el propósito que tenemos al realizar este traba-
jo de investigación.
Los objetivos son una descripción clara y breve de lo que pretendemos lograr con
esta investigación. Los objetivos por sí mismos, tienen que explicar toda nuestra
intención, el modo en que lo haremos, con quiénes, dónde lo haremos y para qué lo
haremos. Señalan hacia donde nos dirigimos cuando realizamos una actividad. Es
decir, declaran los límites del trabajo que vamos a realizar.
La definición de los objetivos contribuye a la selección adecuada de los procedi-
mientos y técnicas de investigación, la utilización eficiente de los recursos disponi-

79
bles y la revisión crítica del proceso. A las personas participantes les deja saber
hacia dónde se encaminan sus esfuerzos.
Los objetivos tendrán que explicar y describir el panorama que esperamos cumplir o
hacer realidad al término del diagnóstico. Sus límites son la ejecución y los resul-
tados del diagnóstico. Comúnmente en la definición del objetivo se confunden dos
momentos distintos: el diagnóstico como tal y el de las acciones a emprender poste-
riormente al diagnóstico, encaminada a resolver el problema. Este último momento
no corresponde al diagnóstico. Si bien, éste contribuye con la información que pro-
porciona, es muy difícil que por si mismo realice ese cambio.
• Definición de los temas y subtemas
Para llegar a la definición de los temas y subtemas, habrá que ubicar el problema
que ya hemos identificado, definido y delimitado anteriormente. Partimos entonces
de la delimitación del problema anteriormente realizado, retomando los aspectos
del problema que va a abordar nuestro diagnóstico. Estos aspectos del problema
pueden ser descompuestos para su estudio en partes o temas y a la vez, éstos en
sub temas.
Una vez establecidos los sub temas, debemos identificar las ideas centrales que los
conforman y elaborar algunas definiciones sobre esas ideas. Con esto nos estamos
preparando, para cuando hagamos el análisis de los datos que obtendremos durante
la recopilación de información. Estas definiciones nos servirán como marco de in-
terpretación y guía para ese análisis de los datos.
Como ejemplo:
Representemos con una manzana nuestro problema delimitado. Para lograr cono-
cerlo debemos separar las partes que componen la manzana: el jugo, cáscara, fi-
bra, el tallo que la sostiene y las semillas. Cada una de estas partes, podría ser un
tema, par lo que podemos desarrollar varios sub temas. Un ejemplo de esta divi-
sión podría ser: del tema jugo; sus subtemas: consistencia, acidez, color, sabor y
volumen. De la cáscara: color, dureza, brillantes, grosor, etc.
Esta clasificación, nos permite precisar aún más la información que necesitamos
indagar respecto al problema, en este caso la manzana.
• El tiempo
El diagnóstico es un trabajo que tiene una duración determinada, por tanto, es ne-
cesario establecer el tiempo con el que contamos para realizarlo. Son tres momen-
tos importantes a considerar en la planificación del tiempo para el diagnóstico: 1)
El diseño; 2) La recopilación de la información y 3) El análisis de los resultados, has-
ta la presentación del informe final.
El tiempo es un factor que, debe ser establecido en función de nuestros recursos,
pero también de las características del trabajo concreto que vamos a realizar, el
número y características de actividades a desarrollar y de personas y poblaciones
que tendremos que visitar. La consideración de todos estos aspectos, nos llevarán a

80
establecer el tiempo de duración del diagnóstico, mismo que habrá que especificar-
se en el informe.
• Ubicación geográfica del diagnóstico
Igual de importante que los puntos tratados es la ubicación geográfica del estudio.
Esta ubicación será determinada por dos situaciones 1) la delimitación del problema
y 2) por nuestros objetivos. Si el problema que queremos diagnosticar se presenta
en todo el territorio nacional y hemos decidido abarcar todo, se tendrá que expli-
car. De igual manera habrá que hacerlo, si aún cuando el problema se presenta en
todo el territorio nacional, pero únicamente nos interesa conocer como se manifies-
ta en una región, en una población o en un grupo particular.
Los alcances del estudio y las posibilidades reales de un obtener recursos para su
realización son determinantes en esta situación. Así, es posible que se espere que
los resultados del diagnóstico conlleven a recomendaciones encomendadas al desa-
rrollo de políticas gubernamentales, o a la formulación de programas de atención
social. Esto exigirá que, el estudio abarque la mayor parte del territorio posible, de
forma que pueda contar con información de varias regiones del país.
Otro aspecto importante de establecer claramente, dónde ocurre la situación que
se diagnostica, es por que esto hace posible realizar comparaciones con estudios
similares que, se hayan realizado, o se vayan a desarrollar posteriormente, sea en
el mismo lugar o en otro. Una vez que hemos establecido estos límites, podremos
decidir con quiénes trabajaremos.
2.2 Selección de la población
Para ubicar la población habrá que responder a la interrogante ¿dónde ocurre y a
quiénes afecta este problema?
Teniendo claramente establecido el problema, planteados nuestros objetivos y de-
limitando el diagnóstico, podemos entonces identificar quiénes con los individuos
que participarán en el diagnóstico. Es decir, ¿quiénes son los afectados por el pro-
blema que investigamos? Estos individuos, constituirán la población de estudio, que
puede estar conformada por personas, organizaciones, familias, comunidades, re-
giones, niños, adolescentes, artistas, etc. según el problema de que se trate.
En el diagnóstico, se entiende por población al grupo de individuos que están siendo
afectados por el problema y que por ello comparten, situaciones, vivencias, moles-
tias determinadas, etc.
Son dos los aspectos a tomar en cuenta para determinar quiénes serán las personas
que participarán en el diagnóstico:
• La delimitación del problema
• La ubicación geográfica del diagnóstico
Para ilustrar este proceso de selección, partamos de un ejemplo.

81
Si el planteamiento del problema fuera: ¿cuáles son las razones que llevan a la po-
blación a ejecutar sin un proceso legal y tumultuariamente a personas sospechosas
de delitos?
Siguiendo el ejemplo, para seleccionar a la población, debemos precisar quiénes y
de donde. Algunas preguntas que nos ayudarían serían:
• ¿Se incluirán a todas las personas involucradas, observadoras o especialistas
del mundo?
• ¿Se trabajará con todas las personas involucradas, observadoras o especialis-
tas de Guatemala?
• ¿Qué tipo de observadoras?
• ¿Qué tipo de especialistas?
• ¿Se trabajará con todos los familiares de las personas linchadas?
• ¿Con todas las personas sobrevivientes de linchamientos?
Si en la ubicación geográfica del estudio, hemos dicho que se realizará en el depar-
tamento de Huehuetenango, entonces tendremos que determinar si las personas a
seleccionar de ese departamento, deberán ser ¿familiares de personas linchadas?,
¿personas involucradas en linchamientos?, ¿observadoras?, ¿especialistas? Ó ¿sobre-
vivientes de linchamientos?
Ahora bien, en muchos casos es imposible abarcar una población tan amplia como la
de todos y todas las personas señaladas anteriormente, principalmente por la inver-
sión de recursos humanos, materiales y técnicos, que habría de hacerse. Por ello,
se hace necesario elegir un determinado número de personas que reúnan las condi-
ciones señaladas por el problema. A este número o grupo de miembros de la pobla-
ción se le denomina muestra.
La muestra seleccionada, debe ser representativa de la población afectada, es decir
que debe incluir a personas que tengan las características de la población señalada
por el problema. Por lo tanto, debemos garantizar que la muestra contenga: perso-
nas que están relacionadas con la delimitación del problema a investigar; y que se
ubiquen en el lugar donde se ha decidido hacer el estudio: ¿jueces?, ¿comunitarios?,
¿familiares?, ¿amigas?, ¿observadoras?, ¿expertas?, ¿sobrevivientes?
Para determinar la cantidad de personas que conformarán la muestra, debemos rea-
lizar algunos procedimientos, de tal forma que tengamos una muestra representati-
va y los resultados a obtener, puedan ser ampliados a la población general, siendo
además confiables.
Para resolver la cuestión de la muestra, debemos fijar criterios claros, tanto en
número, como en características que deben tener quiénes participarán, haciendo
posible conformar el grupo de personas a incluir en la muestra.

82
Por ejemplo:
• Sólo familiares de linchados.
• Únicamente familiares directos: padre, madre, esposa, esposo, hijos e hijas.
• Únicamente de los lugares donde esto ha ocurrido.
• Únicamente jueces del lugar. Sólo expertos de la región.
Según los límites del estudio, podrían ser todos estos criterios o bien, sólo algunos
de ellos. Ahora falta determinar cuantas personas, que cumplen con cada uno de
estos criterios habrá que incluir en la muestra. Por ejemplo: 20 familiares de dis-
tintos grados de parentesco. De estos 20, 10 serán mujeres y 10 serán hombres. O
bien, si son 100 familiares directos, de éstos tendrán que ser: 20 padres, 20 ma-
dres, 20 esposas (as), 20 hijos y 20 hijas, que habiten en los lugares donde han ocu-
rrido los linchamientos. Además, 10 jueces, con un mínimo de 3 años de ejercer en
los lugares del departamento de Huehuetenango, donde han ocurrido linchamien-
tos.
Una vez seleccionada la población, tendremos que definir los procedimientos que
emplearemos para realizar el trabajo con estas personas.
2.3 Selección de técnicas de trabajo
Bien, ya hemos avanzado un buen trecho del camino, ahora nos hace falta precisar
cómo vamos a trabajar con las personas para obtener la información, es decir elegir
las técnicas de trabajo. La selección de las técnicas depende en gran medida del
tipo de problema y de las características de la población de estudio.
La selección de las técnicas de trabajo requiere de un análisis cuidadoso de estos
dos factores, tratando de identificar los procedimientos que nos ofrezcan mayores
posibilidades de obtener datos precisos y confiables. Al seleccionar las técnicas, es
necesario considerar aquellas que, ofrezcan posibilidades de participación, recor-
dando que el enfoque del diagnóstico es participativo.
Aunque existe una amplia variedad de técnicas que podemos emplear, siempre será
importante considerar las modificaciones, ajustes o combinaciones entre ellas, para
asegurar que el proceso sea participativo, pero también es posible inventar otras
nuevas, lo importante es que nos garanticen los resultados.
2.4 Diseño de los instrumentos y elección de los recursos
Una vez que hemos seleccionado y definido nuestras técnicas de trabajo, nos toca
diseñar los instrumentos y elegir los recursos que nos apoyarán para desarrollar esas
técnicas. Vayamos primero al diseño de los instrumentos.
La decisión y el diseño del instrumento, dependen directamente de la técnica que
vamos a emplear para trabajar con la población del diagnóstico, así, en función de
este diseño se decidirá, el tipo de recursos que usaremos como apoyo para el traba-
jo de registro de información

83
a) Diseño de instrumentos
Se llaman instrumentos a los medios que nos apoyan para obtener y/o registrar la
información derivada de la aplicación de las técnicas de trabajo.
Son dos tipos de instrumentos: los cuestionarios y las guías temáticas.
Los cuestionarios:
Son documentos escritos que, contienen una serie de preguntas que deberán ser
respondidas por las personas que han sido seleccionadas como parte de la muestra.
Las preguntas contenidas en los cuestionarios, deben corresponder a los temas y sub
temas definidos con anterioridad y al tipo de datos que necesitamos: ¿números?,
¿respuestas breves?, ¿respuestas amplias?
Los cuestionarios son útiles, especialmente cuando elegimos como técnica el traba-
jo grupal por medio de un cuestionario para auto llenado. En este último caso,
donde las personas por sí mismas llenan el cuestionario (auto llenado), es conve-
niente usar un instrumento con preguntas tan claras, que no dificulte su compren-
sión y donde no sea necesaria la asistencia constante de la persona que estará a
cargo de la conducción del grupo.
Las guías temáticas
Como su nombre lo indica, son guías que sirven para orientar a las personas encar-
gadas de la conducción de las entrevistas o el trabajo con grupos. Las guías, son
documentos que contienen a manera de listado los temas, sub temas y/o aspectos
particulares de éstos y sobre los cuales es necesario obtener información.
La precisión de una guía temática, depende básicamente de cuatro aspectos:
a) Del tipo de técnica a emplearse.
b) De la capacidad y la experiencia en el uso de las técnicas que tengan las per-
sonas que recopilarán la información.
c) Del involucramiento de las personas que recopilarán la información, en el di-
seño general del diagnóstico.
d) Del conocimiento del problema a investigarse, que tienen las personas que
recopilarán la información, así como de las características de la información
que busca el diagnóstico.
• Otros recursos
Únicamente, nos falta determinar si es necesario hacer uso de otros recursos para
registrar la información, facilitando con ello el trabajo de las personas encargadas
de obtenerla.
Es probable que las personas facilitadoras del diagnostico, no puedan escribir en la
medida que se desarrolla la actividad participativa, esto puede significar perder la
información necesaria e interesante para el diagnóstico.

84
Si usamos una grabadora, podríamos tener algunas ventajas al respecto, aunque
esto significa hacer un trabajo extra: la transcripción de las grabaciones.
De igual forma, hay que valorar el uso de otros recursos como son, las videograba-
ciones y las fotografías, que pueden ser herramientas valiosas para explicar o veri-
ficar la información.
• Capacitación para las personas que facilitarán las actividades en las que se
obtendrá la información
Las personas que serán las encargadas de facilitar el desarrollo de actividades par-
ticipativas, para recoger la información, por medio de las técnicas y recursos selec-
cionados, deberán participar en todo el proceso de diseño del diagnóstico. Esto
representa toda una serie de ventajas que garantizarán, que la información que
obtendremos, será realmente la que buscamos. Permite además, que las personas
estén plenamente familiarizadas con el problema sujeto de diagnóstico y puedan
con mayor facilidad adecuar o adaptar, tanto las técnicas, como los instrumentos a
las necesidades de comprensión de las personas que brindarán la información. Esto
hace que nuestra búsqueda sea más precisa.
La capacitación debe considerar, tanto la lectura y comprensión de las definiciones
alcanzadas en el diseño del diagnóstico, la práctica en el uso de las técnicas, ins-
trumentos y recursos, como también ejercicios prácticos de la aplicación de estos
últimos.
Es importante, realizar con el equipo completo, una visita previa al inicio del traba-
jo de recopilación de información, al lugar o los lugares donde se realizará el dia-
gnóstico, incorporando un ejercicio práctico del uso de técnicas e instrumentos,
para garantizar que vayan al campo con mayor seguridad, conocimiento y manejo
del tema.
Además la capacitación debe incluir información correspondiente a los procedi-
mientos administrativos que hay que cumplir y que están señalados en el plan de
trabajo: El cumplimiento en tiempos de las entregas de información, las entregas
de informes de las actividades desarrolladas, los procedimientos para las solicitudes
y entregas de recursos, viáticos, materiales para el trabajo entre otros, los proce-
dimientos de evaluación.

Herramienta 11: Teatro popular

Descripción de la herramienta
Es una herramienta que busca generar mas conciencia mediante el empleo de medios
de comunicación locales, como el baile, el canto, el teatro y la mímica. El teatro popu-
lar se diferencia del teatro tradicional porque, en vez de reflejar y calcar la cultura,
muestra las contradicciones, dejando al auditorio preguntas sin contestar sobre las que
motiven la reflexión y, posiblemente, la búsqueda de respuestas
El teatro popular no tiene por objeto representar una obra maestra, sino que es una
herramienta para comprender mejor una situación.

85
Finalidad de la herramienta

• Expresar sentimientos, narrar un cuento o suscitar el interés de la comunidad por


un tema.
• Utilizar el potencial del teatro como una «representación de la vida cotidiana»,
ayudando a superar temores y a crear confianza.
• Estimular al auditorio a reflexionar sobre los problemas de la comunidad, y a
buscar las correspondientes respuestas.

Principales beneficios
• Esta herramienta tiene múltiples usos. Puede utilizarse con fines de diagnóstico,
evaluación y seguimiento. Puede utilizarse con frecuencia a lo largo del proyec-
to, para construir un relato. Puede utilizarse para presentar los «resultados» de
un análisis, a fin de que éstos sean verificados por un auditorio más amplio.
También puede utilizarse para presentar (mediante video, proyecciones o gra-
baciones) información a otras comunidades, otras instancias de decisión y/u
otros interesados.
• Esta herramienta promueve un alto grado de participación de la comunidad o
los beneficiarios, identificando las preocupaciones colectivas y facilitando las
soluciones.
• Permite superar los temores y crea confianza.
Empleo de la herramienta
1. La presentación de esta herramienta de una forma relativamente elaborada re-
quiere cierto tiempo. Sin embargo, si la comunidad está familiarizada con la
forma de comunicación que ha elegido, puede hacerlo con bastante rapidez y
facilidad. Los gastos son mínimos si se utilizan trajes y decorados localmente
disponibles. Si se quiere un registro documental (fotografías, diapositivas, vi-
deo, grabaciones) puede resultar más costoso.
2. Se recomienda capacitación en el uso del teatro popular. La experiencia ha de-
mostrado que una vez presentada la idea a un grupo, éste la desarrolla con en-
tusiasmo. Si no se dispone de experiencia local, puede utilizarse un grupo de
teatro popular exterior para facilitar la presentación
3. La producción del teatro popular consta de cuatro etapas básicas:
Aceptación
Se trata de crear una atmósfera en la que tanto los miembros de la comunidad co-
mo los agentes externos puedan sentirse libres de hablar abiertamente de las expe-
riencias o problemas, cuya discusión sea penosa, difícil o tabú. La mayor parte de
la gente comienza explorando sus propias experiencias y luego empieza a estudiar
las experiencias de los demás.

86
Análisis del material
El análisis se hace mediante discusiones entre los miembros de la comunidad, los
agentes externos y los animadores/actores/facilitadores. En estas discusiones, se
examina la información sobre el problema en su contexto social, económico o polí-
tico más amplio. Este enfoque revela las relaciones y las contradicciones entre los
diferentes problemas.
Creación del material
Convertir los temas principales en entretenimiento que puede tomar la forma de
una serie de talleres, o de una obra de teatro. Para tal fin las actividades pueden
estructurarse del siguiente modo:
Pidiendo a la gente que represente el papel de un grupo o una comunidad que no le
sea conocida, que se compenetre con ella y que refleje esa experiencia. Por ejem-
plo, puede pedirse a un grupo urbano que asuma o represente el papel de los
miembros de un grupo rural, o dar a hombres papeles de mujeres. Cuando la gente
representa papeles muy poco conocidos, está obligada a aprender y explorar nue-
vos sentimientos y experiencias.
Convirtiendo los nuevos pensamientos y emociones aprendidos en relatos o escenas
de un drama. Esto puede hacerse incorporando ideas en el argumento de un drama,
o dándole la forma de un debate entre los actores y el público.
La reflexión conduce a la gente a la etapa siguiente y más importante: la «repre-
sentación de la vida cotidiana», donde existe la oportunidad de crear una situación
teatral en la que cambia la «práctica» de la gente y emergen nuevas percepciones.
Se pide a los participantes o al público que intervengan para solucionar un proble-
ma o resolver una contradicción. Al resolverse la contradicción, el proceso teatral
pasa a una nueva fase y se convierte en uno nuevo. Este nuevo proceso puede con-
tener nuevas contradicciones, con lo que el proceso se vuelve continuo.
Todas estas fases pueden tener lugar en un escenario natural. No se requiere un
teatro tradicional con todos sus ornamentos, como guiones, decorados, trajes y lu-
ces.
Organización
Una parte vital del teatro popular es la organización de un pequeño grupo de per-
sonas que trabajen bien en conjunto y que comprendan a la comunidad. Este grupo
se encarga de establecer vías para la participación de la comunidad en el análisis y
la adopción de decisiones que son esenciales para esta labor. El grupo garantiza
que los actores, los animadores y los escritores permanezcan en contacto con los
sentimientos de los grupos con los cuales trabajan y viceversa.

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Precauciones al utilizar la herramienta
Puede ser difícil registrar el proceso y el resultado, especialmente si hay una gran
respuesta del auditorio. A ese efecto pueden ser útiles las grabaciones, las foto-
grafías o los videos.
Los actores tienen que «improvisar» rápidamente, sobre la base de la reacción del
público.
El valor del teatro popular como entretenimiento no debe sobrepasar su valor
didáctico.

Herramienta 11a: Teatro de títeres

Descripción de la herramienta
Los títeres se utilizan para representar personajes que exponen los problemas y/o el
argumento, determinados por los miembros de la comunidad. Si se utiliza un grupo
profesional de títeres no perteneciente a la comunidad, se necesita la ayuda de los
miembros de ésta para desarrollar los guiones respectivos.
Finalidad de la herramienta

• El teatro de títeres tiene la misma finalidad que el teatro popular (Herrramienta


# 11) pero, debido a que los títeres no son vistos como «personas reales», pueden
con frecuencia abordar las situaciones delicadas y obtener más fácilmente la res-
puesta del público.

Principales beneficios
• En ciertas culturas, los títeres tienen un gran valor como entretenimiento pu-
diendo llegar a un amplio auditorio así como retroalimentarse de éste.
• Esta herramienta tiene múltiples usos. Puede utilizarse con fines de diagnóstico,
para la recolección de información cualitativa, como instrumento de extensión, y
para la presentación y comunicación de resultados.
• Utilizando esta herramienta de manera continua, se establece un proceso cons-
tante de retomo de información proveniente del público. Esto refuerza el análisis
colectivo.
Empleo de la herramienta
1. Se necesitarán reuniones entre los miembros de la comunidad y el personal ex-
terno con la compañía de títeres (si es el caso) para identificar los problemas
esenciales y diseñar una presentación que estimule la respuesta. Una vez de-
terminados los mensajes y los problemas esenciales que se van a comunicar,
debería determinarse la mejor manera de hacerlo. Por ejemplo, los títeres pue-
den narrar una historia o representar un drama.

88
La compañía de títeres necesitará destreza manual, buenas voces y capacidad
para narrar una historia. Si un grupo local va a formar la compañía de títeres,
puede requerir cierta capacitación y ensayo.
2. Confeccionar títeres y un escenario si éstos no existen. Para ello deben buscarse
materiales locales: pueden utilizarse calabazas como cabezas de los títeres,
construirse escenarios con telas y madera de desechos locales, así como siste-
mas de iluminación en base a latas viejas. Sin embargo, con frecuencia estos
elementos no son de buena calidad y habrá que comprar materiales.
3. Elegir los personajes y empezar escribiendo el guión.
4. Ensayar las representaciones con un pequeño grupo que desempeñe el papel de
público.
5. Presentar el espectáculo de títeres a un grupo más grande. Registrar las res-
puestas de modo que puedan ser usadas más tarde para desarrollar el mensaje y
la historia.
Precauciones al utilizar la herramienta
El grupo o la compañía de títeres pueden tener que afrontar una diversidad de res-
puestas inesperadas y, con frecuencia, delicadas. Registrar las respuestas para su uso
futuro puede ser difícil. Puede servir de ayuda una grabadora o un grupo de personas
que tome notas.
Procurar que los mensajes/temas tengan interés para la comunidad (hay un ejemplo
de una compañía de títeres que estimuló a plantar árboles en las fincas a un grupo de
personas sin tierra). Cuando los problemas y los mensajes son decididos por los miem-
bros de la comunidad, este problema se reduce.
Actividades de la décima primera semana
1. Realice la lectura de la semana.
2. Contestando las preguntas de la lectura, establezca los
límites del diagnóstico a realizar. Así mismo objetivos del
diagnóstico, temas y sub temas del diagnóstico, tiempo,
ubicación geográfica.
3. Identifique la población sujeta del diagnóstico.
4. Decida que técnicas de trabajo se utilizarán para realizar
el diagnóstico.
5. Elabore el diseño de un taller de capacitación para las personas que partici-
parán en las actividades del diagnostico.
6. Construya al menos tres instrumentos a usar en la recolección de informa-
ción.
7. Actualice su diario de aprendizaje
Autoevaluación

1. ¿En el diseño de un diagnóstico participativo es importante el uso de pregun-


tas generadoras? ¿por qué?
2. ¿Qué relación tiene el uso de instrumentos con la triangulación de la infor-
mación?

89
DECIMA SEGUNDA SEMANA
PASOS DEL DIAGNÓSTICO PARTICIPATIVO (continuación)
3. Organización para el trabajo y recopilación de la información
3.1 Plan de trabajo
El plan de trabajo, es la concreción del proceso de planificación, por medio del cual
se ha realizado el diseño del diagnóstico y se han definido las acciones, que nos lle-
varán a recabar la información necesaria. En la elaboración del plan de trabajo,
deben hacerse operativos todos los aspectos definidos durante el diseño del dia-
gnóstico, detallándose las características de esas acciones, los recursos humanos,
materiales, financieros y el tiempo que serán necesarios para llevar a cabo estas
acciones y por tanto para conseguir los objetivos que fueron establecidos.
El plan de trabajo, es un documento descriptivo y escrito que nos guía durante la
ejecución del diagnóstico y por tanto una característica importante, es su flexibili-
dad. Es decir, que el plan de trabajo como guía, hace posible incorporar modifica-
ciones, siempre y cuando éstas no pongan en juego el logro de los objetivos plan-
teados. El plan de trabajo es también, una herramienta importante para la evalua-
ción del trabajo a realizar.
El plan de trabajo se compone de dos partes elementales: el plan de actividades y
el cronograma.
• Plan de actividades
En el, se describirán las actividades concretas a realizar, el orden en que ocurrirán,
los resultados esperados de cada una, su duración y periodicidad y quiénes serán las
personas responsables de su ejecución, haciendo compatibles todos estos elementos
con los recursos y tiempo que tenemos disponibles, siguiendo el criterio de garanti-
zar el cumplimiento del trabajo. En este plan de actividades, se tendrán que defi-
nir los procedimientos para llevar a cabo el seguimiento y especificarlos. Así, las
personas encargadas de facilitar las actividades participativas para recoger la in-
formación, conocerán las condiciones del trabajo y podrán cumplir con lo planifica-
do. Esto hará posible, ir evaluando los avances y así también, resolver cualquier
problema que pudiera ocurrir durante la recopilación.
Es recomendable que, cuando menos al inicio del trabajo de campo, se haga una
supervisión en el lugar en que se desarrolla cada una de las actividades participati-
vas. Además será necesario realizar reuniones periódicas con el equipo para eva-
luar la calidad de la información, el tiempo utilizado para su obtención, las relacio-
nes que se establecen entre las personas facilitadoras y las participantes, obstácu-
los y limitaciones, así como los avances del trabajo.
• Cronograma

90
Es una descripción concreta del desarrollo de cada una de las actividades que con-
forman el plan de trabajo del diagnóstico, en términos de tiempo y responsables. El
siguiente cuadro es un ejemplo para presentar esta información en el cronograma.

CRONOGRAMA
No. Actividad Calendario Responsable Observaciones

• Anexos
Es necesario preparar y adjuntar al plan de trabajo, los distintos materiales (docu-
mentos, registros y otras) que apoyarán a la realización de las actividades: por
ejemplo, planos o mapas, información de otros diagnósticos o estudios, o también,
las listas de asistencia, hojas de informe de gastos, solicitudes de materiales, etc.
Sea que sirvan por la información complementaria que contienen, porque ayudarán
a registrar y obtener de manera oportuna la información necesaria, o porque permi-
tirán dar seguimiento a las actividades a lo largo del trabajo de recopilación de la
información.
Herramienta 12: Lluvia de ideas
Objetivo
Obtener información pertinente, en forma rápida, trabajando en asamblea, o con
un grupo reducido de gente directamente involucrada en la problemática estudiada
(grupo enfocado). A la diferencia de la entrevista, los temas son mis abiertos y se
busca recolectar todas las ideas y percepciones de la gente.
Algunos ejemplos de aplicación:
• cuandosenecesitainvestigarporprimeravezunaspectodelavidadelacomunidad
(p.ej. las fuentes de ingreso accesibles a ]a gente);
• cuando se necesita obtener una idea general de las percepciones y reaccio-
nes de la gente frente a una propuesta o un evento.

91
Tiempo necesario
Es muy rápido; generalmente es una fase de introducción a otros ejercicios donde
se va a analizar el producto de la lluvia de ideas.
Material requerido
Pizarra, papelón, plumones, tarjetas.
Metodología
Paso 1
Introducir la dinámica con una pregunta
abierta sobre el tema que interesa.
Escribir o visualizar la pregunta.
Paso 2
Los participantes deben visualizar todas
las ideas expresadas sobre tarjetas (una
por tarjeta, max. 3 líneas). Los que sa-
ben escribir mejor ayudan a los demás.
Paso 3
El facilitador reúne todas las tarjetas,
las mezcla y las coloca sobre la pizarra,
leyendo cada una en voz alta. No se eli-
mina ninguna tarjeta.
Paso 4
Se agrupan las tarjetas que expresan una
misma idea. Si los participantes están de
acuerdo, tarjetas repetidas pueden ser
eliminadas, pero es mejor reemplazarlas
por una nueva con una formulación acor-
dada por todos. Ninguna tarjeta sale de la pizarra si no hay consenso. Cada vez que
se manipula una tarjeta se lee en voz alta para todos los participantes.
Paso 5
Se agrupan las tarjetas que tratan ideas directamente relacionadas.
Paso 6
Decidir que trabajo se va a hacer sobre el resultado (seg6n los casos, nueva Iluvia
de idea enfocada sobre uno de los temas que aparecieron, ejercicios de análisis,
priorización, etc..).

92
Actividades de la décima segunda semana
1. Realice la lectura de la semana.
2. Elabore una lista de actividades a realizar durante el dia-
gnóstico participativo de su comunidad.
3. Utilizando el formato de la lectura, prepare el cronograma
de actividades en forma lógica y coherente, asignando el
tiempo específico de realización de cada actividad.
4. Actualice su diario de aprendizaje.
Autoevaluación
1. ¿Es posible realizar un diagnóstico participativo sin un cronograma de activi-
dades? ¿por qué?

93
DECIMA TERCERA SEMANA
LECTURA
PASOS DEL DIAGNÓSTICO PARTICIPATIVO (continuación)
4. Recopilación de la información
Una vez concluido el diseño del diagnóstico y el plan de trabajo, estamos en condi-
ciones de desarrollar las actividades para obtener la información. Estas actividades
inician en el momento en que establecemos contacto con las personas afectadas,
directa o indirectamente por el problema sujeto de diagnóstico; con el fin de reco-
ger la información requerida para explicar el problema. Así mismo, la recopilación
finaliza con la realización de la última actividad de recolección de datos y la elabo-
ración y en entrega de su respectivo informe.
Durante la recopilación de la información, es necesario dar seguimiento al desarro-
llo de las actividades, a fin de garantizar que los datos aporten la información sufi-
ciente y necesaria para cumplir con los propósitos del diagnóstico. En este momen-
to los aspectos relevantes que, debemos cuidar, son los que están relacionados con:
• La calidad de la información obtenida.
• El desempeño de los recursos humanos.
• La optimización de los recursos materiales.
• El tiempo.
Las personas, tanto las afectadas por el problema, como las facilitadoras del proce-
so de investigación en el campo, son prioritarias y por tanto, debemos cuidar su
integridad, de tal forma que debemos evitar que el proceso de investigación lesione
esta integridad, buscando en todo momento atender antes que nada, este aspecto y
respetando sus procesos. Por ello, es necesario que el seguimiento incorpore este
aspecto, garantizando un únicamente los resultados del trabajo, sino que también
la calidad de las relaciones que se establecen entre las personas. Este es un aspec-
to fundamental para el proceso de recopilación de la información.
Además, es necesario prever y evitar retrasos en el tiempo de realización de activi-
dades, que afectarían la entrega de los resultados. La prolongación del tiempo de
recopilación puede provocar un gasto mayor, en cuanto a recursos financieros, lo
que significaría afectar otras actividades pendientes de desarrollar en esta fase, o
en las que siguen del diagnóstico participativo, llegando incluso a restarle calidad al
trabajo en su conjunto o anular la contribución que con éste, se pretendía hacer.

94
Herramienta 13: Diagrama de Cuenca

95
Objetivo del ejercicio
En base al mapa de la comunidad, identificar el patrón de drenaje y las microcuen-
cas, como punto de partida para discutir las interacciones ambientales en el Área
de influencia de la comunidad. El método es sencillo y basado en los conocimientos
locales.
Tiempo necesario
2 - 3 horas
Material requerido
El mapa de la comunidad, papelón y plumones, pizarra.
Metodología
El concepto de cuenca es el más adecuado para poner de relieve las interacciones
ambientales a nivel del territorio de la comunidad, entre aspectos fundamentales
como abastecimiento de agua, deforestación, erosión, contaminación, sobrepasto-
reo, etc..
Paso 1
Reunir un grupo de trabajo, incluyendo las personas que han participado en la ela-
boración del mapa de la comunidad, y explicar el Objetivo del ejercicio. Recopilar
los elementos base del mapa (ríos, topografía y principales puntos de referencia) en
una nueva copia.
Paso 2
Revisar y completar con los participantes, la red de ríos, riachuelos y quebradas
existentes, e indicar con flechas la dirección del drenaje. Completar también la
ubicación de nacimientos de agua.
Paso 3
Con flechas más pequeñas o de otro color, indicar en qué dirección se hace el dre-
naje del agua de lluvia hacia las quebradas y ríos. Esto permite delimitar aproxima-
damente las microcuencas.
Paso 4
Indicar con algún símbolo acordado con los participantes, la cantidad y calidad del
abastecimiento de agua en cada rio y nacimiento (p.ej. usar colores diferentes para
las fuentes permanentes y las que se secan durante la estación seca).
Paso 5
Empezar el análisis, comparando el mapa de drenaje con los otros aspectos indica-
dos en el mapa de la comunidad. Tratar de identificar relaciones entre problemas
identificados y/o problemas potenciales (p. ej., deforestación y sobrepastoreo de

96
una microcuenca y abastecimiento de agua, uso de agroquímicos y peligro de con-
taminación de fuentes, etc..).
Paso 6
Utilizar el esquema como punto de partida para la planificación de acciones.

Actividades de la décima tercera semana


• Realice la lectura de la semana.
• Aplicando los tres instrumentos diseñados anteriormente,
proceda a recopilar la información.
• Actualice su diario de aprendizaje.

Autoevaluación
1. ¿Por qué es importante la calidad de la información?
2. ¿Es importante la calidad de los informantes? ¿por qué?

97
DECIMA CUARTA SEMANA
PASOS DEL DIAGNÓSTICO PARTICIPATIVO (continuación)
5. Procesamiento de la información
5.1 Ordenamiento y sistematización de la información
El ordenamiento y sistematización de la información, es una actividad que puede
realizarse durante la recopilación, conforme vayamos teniendo acceso a ésta, con
lo que avanzamos un poco más y optimizamos el tiempo destinado a esta etapa. Si
tenemos posibilidades de hacer uso de las nuevas tecnologías, es recomendable
emplear una base de datos que facilitaría el trabajo de sistematización y análisis.
Una vez que tengamos la información, va a ser necesario que organicemos los datos
contenidos en los reportes de las personas encargadas del trabajo de recopilación,
de tal forma que permita su lectura y comprensión.
La sistematización, parte de la identificación de estos datos, basándonos para ello
en: los temas, sub temas, ideas centrales y sus definiciones.
De esa manera iremos integrándolos en paquetes que permitirán interpretarlos y
analizarlos.
5.2 Análisis de la información
La información o datos obtenidos nos están comunicando una realidad, que para
entenderla tendrá que pasar por un proceso de análisis, que nos permita interpretar
o entender lo que nos dicen.
Este análisis puede ser de diferente tipo, dependiendo de la forma en que recogi-
mos la información. Si la recogimos en números o en forma que las respuestas pue-
dan ser contadas, podemos usar algunos procedimientos de estadística o de ma-
temática y organizarlos en cuadros, tablas, gráficos, etc. Si los datos que recogi-
mos no son numéricos, pero sí cualitativos, el análisis se hará entonces hacia el
contenido sustancial de las respuestas. Para ello, son de gran utilidad los criterios y
el desarrollo de ideas centrales, definidos en la etapa inicial del diseño del dia-
gnóstico, que harán posible traducir los datos en explicaciones que vayan clarifi-
cando los resultados, basándonos en las necesidades planteadas por el problema del
diagnóstico.
El trabajo realizado, durante el diseño del diagnóstico, nos permite tener un marco
para realizar este análisis, especialmente cuando para plantear el problema tuvi-
mos que atravesar por un análisis profundo de las causas, manifestaciones y efec-
tos, diferenciado cada uno de ellos, hasta llegar a definir claramente el problema
del diagnóstico. La división en temas y sub temas, comprende ya un trabajo impor-
tante de análisis lógico y estructural.
Todos estos aspectos que ya hemos construido, son las herramientas que nos permi-
tirán discriminar la información que recabemos y llegar a explicar las característi-
cas del problema que investigamos: Sus causas, manifestaciones y efectos.

98
5.3 Resultados
A partir del análisis de la información, podemos determinar los resultados del dia-
gnóstico. Estos resultados pueden ser la expresión de las causas de los problemas
identificados, las características encontradas, las necesidades detectadas, o bien,
efectos que no se conocían etc.
Cualesquiera que sean estos resultados, deberán ser presentados de forma muy cla-
ra y precisa, señalando su importancia y sus implicaciones.
Así también, en los resultados podemos describir la información que nos llevará a
sugerir las maneras en que se tendría que abordar el problema, que dio lugar al
diagnóstico, en caso que se buscará implementar alguna acción encaminada a resol-
verlo.
5.4 Conclusiones y recomendaciones
Las conclusiones y recomendaciones se elaboran a partir de conocer los resultados.
Toda información relevante y concerniente al problema que investigó el diagnóstico
deberá servir para plantear conclusiones, valorando y remarcando los aspectos fun-
damentales a retomar para su tratamiento en acciones posteriores.
Se espera que, a partir del conocimiento que nos proporcionan los resultados, lle-
guemos a establecer recomendaciones sobre acciones o medidas a incorporar en un
futuro plan de acción. Así también, que nos permita sugerir los procedimientos a
desarrollar durante el trabajo a modo de cubrir las necesidades de la población
afectada por el problema.
En este apartado, es conveniente explicar los aspectos y/o los sucesos más impor-
tantes ocurridos durante el diagnóstico, sus limitantes y alcances, valorando el pro-
ceso por medio del cual realizamos el trabajo.

Herramienta 14: La comunidad ideal


Objetivos
Reflexionar sobre la necesidad de una investigación Participativa previa y una ade-
cuada interacción con la comunidad para llegar a la planificación u organización de
la misma.
Identificar los tipos de información necesarios que nos permitan conocer más inte-
gralmente la realidad
Contenidos
Aquí el termino “ideal” no se refiere a algo perfecto, sino más bien al procedimien-
to correcto de intervención en una comunidad (investigación - planificación). Sin
embargo en el desarrollo de la técnica, lo “ideal” permite la proyección y por lo
tanto, la reflexión de las actitudes de los participantes.

99
Materiales
30 tarjetas del mismo tamaño (10 verdes, 10 azules, 10 amarillas)
Preparación
Debe escribirse en las tarjetas la siguiente información:
Verdes:
La comunidad está dominada por un terrateniente
35% son niños y 40% son jóvenes
no hay servicio de salud en la comunidad
hay 5 cantinas
al oriente hay 3 ojos de agua, pero no hay servicio público
el 80% de los adultos son analfabetos
se cultiva maíz en la región
somos cerca de 10.000 habitantes

Azules:
“nuestra comunidad es fea”
“tenemos muchos problemas”
los hombres son muy borrachos”
“somos muy ignorantes”
“somos muy poco participativos”
“hay muchos perezosos que no les gusta trabajar”
“las mujeres no trabajan”
“Nuestra comunidad es pequeña”

Amarillas:
Hace 15 años mataron a 30 campesinos por líos de tierras
Los primeros pobladores fueron indígenas
Hace 5 años llegó la única maestra que tenemos
Todos somos católicos
Celebramos la fiesta de Santo Domingo

100
Las mujeres tenemos una pequeña cooperativa de telares
Desde niños cultivamos la tierra
Los viejos de la comunidad saben hablar todavía la lengua indígena.
Previamente al desarrollo de la técnica, se debe seleccionar a un pequeño grupo de
participantes, sin que el resto se de cuenta, para que jueguen el rol de la comuni-
dad, entre ellos se distribuirán las tarjetas anteriormente elaboradas
• Asuman lo más realistamente posible su papel y solo den información que se
les entregó, si les es solicitada sino, procuren iría aportando paulatinamente.

Instrucciones:
En plenario, para iniciar, se pedirá la participación de 5 ó 7 voluntarios, a quienes
se les indicará que ellos son un equipo promotor que llega a una determinada co-
munidad y que de lo que se trata es planificar esa Comunidad Ideal. Se les debe
advertir que toda la información necesaria para dicho trabajo se encuentra ahí
mismo en la asamblea. Puede dejárseles al alcance un papelográfo y un marcador.
Resulta conveniente nombrara 1 ó 2 observadores del proceso de la técnica que
posteriormente ayuden a la reflexión.
Desarrollo:
Comúnmente el primer grupo de voluntarios, diseña la comunidad sin ningún orden,
a veces hasta la dibujan en el papelógrafo a espaldas del grupo.
La coordinación deberá participar ingeniosamente, motivando a quienes juegan el
rol de la comunidad, a que opinen sobre el trabajo del equipo promotor, o a que
exijan su derecho a ser tomados en cuenta.
Se dará la oportunidad de pasar a otro equipo de voluntarios en la medida en que se
observe se haya iniciado un proceso de interacción entre los promotores y la comu-
nidad imaginarios.
El desarrollo de la técnica se va dando a través de que cada grupo de voluntarios
vaya superando los errores de los anteriores equipos; es decir, motive la informa-
ción que ésta le proporciona.
Se pasará a reflexionar el proceso, cuando se juzgue que exista una abierta relación
entre el equipo promotor y la comunidad, ambos tratando de encontrar una planifi-
cación adecuada a las necesidades reales.
Reflexión:
• Para Empezar debe permitirse la expresión vivencial de los participantes lue-
go tratar de reconstruir las etapas importantes de la técnica, es decir, las
distintas acciones realizadas por los diferentes equipos promotores.

101
• A partir de éste reconocimiento se debe hacer el paralelo con la realidad en
el sentido de revisar qué tanto se dan las actitudes del grupo promotor como
los de la comunidad en la práctica real.
• En el plenario, agrupando las tarjetas por su color, se puede hacer referencia
a los tipos de información que debemos obtener para adentrarse mejor a la
realidad de una comunidad u organización.
Es decir para partir efectivamente de la realidad debemos procurar obtener un tri-
ple diagnóstico.
Variantes:
Para reflexionar más explícitamente sobre el rol del “agente externo” que llega a
una comunidad; al momento de que pasen los primeros voluntarios, puede leerse un
comunicado,(previamente elaborado), de que la organización o institución a la que
imaginariamente pertenece dicho grupo promotor, en el que se los conmina el lle-
var a cabo mejoras en la comunidad a través de una planificación, dadas las posibi-
lidades de recursos con que se cuenta, para desarrollar dicho trabajo y la importan-
cia que tiene éste trabajo para la organización o institución que los envía.
• Dado que esta técnica hace reflexionar sobre la importancia de los procesos
de autoinvestigación, puede ligarse con la técnica “La búsqueda del Tesoro”
que permite profundizar sobre este aspecto y en general sobre una metodo-
logía adecuada para el trabajo popular.

Actividades de la décima cuarta semana


1. Realice la lectura de la semana.
2. De acuerdo a los criterios de la lectura, realice el orde-
namiento de la información recopilada la semana ante-
rior.
3. Analice la información
4. Establezca las conclusiones y recomendaciones
5. Defina la prognosis de los resultados de su diagnostico
6. Actualice su diario de aprendizaje.

Autoevaluación
1. ¿En el análisis de la información que elementos del diagnóstico debemos to-
mar en cuenta?
2. ¿Cuál es la importancia de los indicadores y variables para el análisis de la in-
formación?

102
DECIMA QUINTA SEMANA
PASOS DEL DIAGNÓSTICO PARTICIPATIVO (continuación)
6. Informe
Es el documento final que incorpora y describe todo el proceso de diseño del dia-
gnóstico, así como el desarrollo de las actividades, los resultados, conclusiones y
recomendaciones logradas por medio de éste. Es necesario estructurar este docu-
mento de forma que cada uno de estos aspectos, se describan con precisión y pue-
dan localizarse con facilidad. Para ello, el informe del diagnóstico, debe contener
mínimamente las siguientes partes:
Estructura del informe
Introducción:
En este apartado explicaremos de manera breve el contenido del informe, haciendo
énfasis en los hallazgos más importantes del diagnóstico y explicando sus dificulta-
des, limitaciones y logros.
Justificación:
Aquí expondremos, el objetivo del diagnóstico, explicando las razones por las que
decidimos hacerlo, nuestra preocupación por el problema y la contribución que es-
peramos hacer con el mismo.
El problema y su caracterización:
En este apartado, se incluye el planteamiento del problema, el contexto general
del trabajo, cómo y dónde se realizó.
Metodología:
Acá se describirá, como fue llevado a cabo el diagnóstico, incluyendo la definición
de la población, el procedimiento que empleamos para seleccionar la muestra, sus
características como: procedencia, edad, sexo, etc. Así también, se incluirá infor-
mación respecto a las técnicas, instrumentos y recursos que empleamos, haciendo
un resumen de cada paso que dimos en su elaboración o definición. Describiremos
también, cómo se realizó el trabajo con las técnicas participativas empleadas, los
problemas enfrentados y la manera en que se resolvieron, la utilidad de los instru-
mentos, cómo se utilizaron, sus dificultades, etc.
Resultados:
Se presentarán aquí los resultados obtenidos por medio del diagnóstico y la forma
en que se realizó el análisis de los datos. Los resultados pueden ser presentados en
frases o afirmaciones que resuman la información. De igual forma pueden ser pre-
sentados descriptivamente, en cuadros, gráficas, con dibujos, etc.
Conclusiones y recomendaciones:

103
Las conclusiones deben presentar los hallazgos más relevantes del estudio de dia-
gnóstico participativo, que llevarán a establecer las recomendaciones, sea para
otros futuros diagnósticos o para el desarrollo de acciones encaminadas a resolver
el problema. Es conveniente incorporar en este apartado, información relacionada
con el cumplimiento o no de los objetivos del diagnóstico.
Anexos:
En este apartado, se pueden incluir los mapas de los lugares donde ser realizó el
diagnóstico y otros documentos o información que sirvió de apoyo durante el traba-
jo.

Actividades de la décima cuarta semana


1. Elabore el informe de su diagnóstico, utilizando la estruc-
tura presentada en la lectura.

104
Referencias bibliográficas
1. Alforja. Técnicas participativas para la educación popular. Tomos I y II. San José
Costa Rica. Diciembre 1,988.

Webgrafía
1. http://ctb.ku.edu/es/dothework/
2. http://www.isd.org.sv/publicaciones/documents/TECNICASPARTICIPATIVASPARALAEDUCPOPU.
3. http://www.fao.org/docrep/011/y5793s/y5793s00.HTM
4. http://www.rlc.fao.org/es/desarrollo/particip/doctos/sistec/diagnos/arada2.pdf
5. http://www.rlc.fao.org/es/desarrollo/comunic/manuales.htm
6. http://www.pronaf.gov.br/dater/arquivos/1049212319.pdf

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