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La biotica arranc con bro en la dcada de los setenta. Entonces filsofos y moralistas
representaron un papel de primer plano. Posteriormente, en plena fiebre de la biotica,
se ha cuestionado la presencia de filsofos y telogos en el debate biotico. Algunas
tomas de posicin oficiales de instancias eclesisticas han contribuido a dicho
cuestionamiento.
Por otra parte, tampoco ha faltado quien ha reivindicado para la filosofa el papel de
moderador del debate y para la teologa la capacidad de iluminarlo a la hora de buscar
un consenso entre las diversas tradiciones preocupadas por los valores humanos bsicos.
Aqu no nos planteamos tanto si la teologa contribuye o no al debate biotico como qu
clase de teologas son las que lo frenan y cules lo favorecen.
En vez de conclusin
La presencia del telogo o teloga no estar de sobra en el debate biotico. Pero en
algunos casos podr estorbar. Depende del tipo de teologa. Una teologa discente,
dialogante y discernidora no slo no estorbar, sino que aportar. Pero ha de ser una
teologa de propuestas ms que de respuestas. Una teologa que cristalice en una moral
de recetas, estorba. Pero una teologa de dilogo y discernimiento puede jugar en el
debate biotico un papel de iluminadora de valores y estimulante utpico de aquellas
metas en las que pueden converger hombres y mujeres de buena voluntad intercultural,
interdisciplinar e interreligiosamente.