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El documento presenta 15 pautas para integrar la educación teológica al quehacer de la iglesia. Propone que la educación teológica debe preparar a los miembros de la iglesia para cumplir su misión de hacer discípulos, y debe estar disponible para todos los ministros actuales y futuros a través de programas formales e informales. También sugiere combinar la teoría con la práctica ministerial, y seleccionar cuidadosamente a los maestros y estudiantes para asegurar la calidad de la educación
Descrizione originale:
Educación teológica e iglesia Aldana
Titolo originale
Pautas Para La Integracion de La Educacion Teologica
El documento presenta 15 pautas para integrar la educación teológica al quehacer de la iglesia. Propone que la educación teológica debe preparar a los miembros de la iglesia para cumplir su misión de hacer discípulos, y debe estar disponible para todos los ministros actuales y futuros a través de programas formales e informales. También sugiere combinar la teoría con la práctica ministerial, y seleccionar cuidadosamente a los maestros y estudiantes para asegurar la calidad de la educación
El documento presenta 15 pautas para integrar la educación teológica al quehacer de la iglesia. Propone que la educación teológica debe preparar a los miembros de la iglesia para cumplir su misión de hacer discípulos, y debe estar disponible para todos los ministros actuales y futuros a través de programas formales e informales. También sugiere combinar la teoría con la práctica ministerial, y seleccionar cuidadosamente a los maestros y estudiantes para asegurar la calidad de la educación
Es evidente que la iglesia necesita una educacin bblica, teolgica y
ministerial que la acompae en el cumplimiento de la misin que Jesucristo le encomend. Esto no significa que la educacin teolgica no ha acompaado a la iglesia en la consecucin de sus metas, significa que no la ha acompaado de manera ptima. En pocas palabras, la misin es el propsito para el cual el Espritu Santo hace hacer y rehacer la iglesia. Consiste en: hacer discpulos de todas las naciones por medio de la enseanza, el ministerio social, la funcin proftica y las misiones transculturales. (Mateo 5:13-16; 28:19-20) A la luz de la misin de la iglesia, entonces sta no vive para s misma, no es un fin en s misma. La razn de su existencia es cumplir fielmente la misin que su fundador y dueo le encomend. La misin de la iglesia es lo que da origen a la teologa, y no la teologa a la misin. Martn Kehler dijo: la misin es la madre de la teologa (1) No hay una iglesia autntica sin misin, as como tampoco hay una verdadera teologa cristiana sin iglesia. Aunque hoy da existen iglesias sin misin y misin sin iglesia, tanto las iglesias sin misin como la misin sin iglesia son espurias. Entonces, el papel primario y bsico de la educacin teolgica es preparar a los miembros de la iglesia para que ellos cumplan la misin que Jesucristo les encomend. Para cumplir esta funcin, la educacin bblica, teolgica y ministerial, necesita preparar adecuadamente a los pastores proveyndoles la informacin correcta y la formacin apropiada para que ellos se encarguen de capacitar a los santos (miembros) para la obra del ministerio (Efesios 4:11-16). Por lo dicho anteriormente, es importante e impostergable la integracin de la educacin teolgica con el quehacer de la iglesia. Para hacer posible esta integracin es necesario que la educacin teolgica deje de existir para s misma o exclusivamente para la capacitacin de una lite, y se proyecte a todos los miembros de la iglesia a travs de la capacitacin en el conocimiento de las Escrituras y la capacidad de reflexionar y responder teolgicamente a los desafos de la pos-modernidad, tomando muy en cuenta el rol del Espritu Santo como agente de transformacin de la iglesia y la sociedad.
VEAMOS LAS SIGUIENTES PAUTAS PARA LA INTEGRACION DE LA
EDUCACION TEOLOGICA AL QUEHACER DE LA IGLESIA. 1. Todo ministro debe estar dispuesto a educarse. Todo ministro del evangelio debe alcanzar plena consciencia respecto importancia de la educacin, estar dispuesto a pagar el precio por preparacin y tener la determinacin de educarse.
a la su
2. Todas las instituciones educativas deben trazarse como meta:
capacitar a los pastores y maestros del pueblo de Dios acerca de la Biblia, la capacidad de reflexionar y responder teolgicamente a los desafos de la pos-modernidad en contextos sociales, culturales e histricos concretos; informar, formar y transformar a los pastores en relacin al carcter y la tica cristiana para que ellos sirvan como agentes de transformacin en las iglesias, denominaciones y comunidades donde las congregaciones estn ubicadas. 3. Los directores de las instituciones educativas, los administradores y los docentes, de manera intencionada y planificada deben alcanzar con la educacin bblica, teolgica y ministerial a todos los ministros de la iglesia. Adems de los programas que ya tenemos, implementar mtodos no formales de educacin teolgica, tales como: conferencias de corta duracin, seminarios de actualizacin ministerial, cursos por extensin, cursos modulares, cursos por correspondencia, cursos por tutora, cursos especiales para ministros mayores de 50 aos, utilizando medios audiovisuales como videos, cds, pelculas, multimedia, Internet y presentaciones. A los que no han terminado un programa de estudios formales, es importante llevarles cursos eminentemente prcticos y partir del nivel en que se encuentra cada ministro para estudiarlos con ellos. 4. De manera intencional y planificada debe incluirse a la mujer en los distintos programas de educacin teolgica. Tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento se mencionan mujeres que sirvieron a Dios y desempearon funciones importantes. Por ejemplo, Mara, hermana de Moiss, Dbora, Ana, Mara, la madre de Jess, Priscila, Lidia, Febe, etc. Adems, est demostrado que la mayora de los miembros de la iglesia son mujeres, sin embargo, el liderazgo es predominantemente masculino.
5. Los programas residenciales, tienen grandes ventajas respecto a los otros
programas, por ejemplo, en alcanzar la excelencia acadmica y la formacin del carcter del nuevo ministro. Sin embargo, son econmicamente muy costosos y se alcanza a un grupo muy reducido de aspirantes al ministerio. La gran mayora de los pastores quienes estn pastoreando nuestras iglesias no estn adecuadamente capacitados ni actualizados, y si no alcanzamos a los ministros actuales y futuros con programas educativos que respondan a sus necesidades y metas ministeriales y a las necesidades especficas de las comunidades donde estn pastoreando, la educacin no va a poder integrarse con la iglesia ni sta va a cumplir su misin. 6. Los directores de las instituciones educativas deben promover en todas las iglesias locales bajo la jurisdiccin de cada uno, todos los programas educativos que ofrecen y hacerlo de manera dinmica, clara, contundente y motivadora. La promocin de la educacin en todas las actividades de la iglesia debe contar con el tiempo suficiente en estos eventos. Los espacios para la promocin de los programas educativos no deben ser un apndice, sino parte medular de la agenda de trabajo.
7. Tengamos presente que ninguna de las oficinas administrativas ni
educativas de la iglesia generan dinero, este se genera en las iglesias locales. No olvidemos que la iglesia est haciendo una significativa inversin en la educacin y por lo mismo, sta debe llegar a las iglesias locales, puesto que ellas la pagan. La administracin de la iglesia y la educacin bblica, teolgica y ministerial se desarrollarn en la proporcin en las que las iglesias locales se desarrollen 8. Hay que reconocer que, las finanzas que ingresan a las oficinas de la iglesia se han gastado en la compra de terrenos, construccin de templos, casas pastorales y aulas de educacin cristiana y est demostrado que esta prctica no ha producido resultados efectivos. Primero, porque ninguna oficina tiene la capacidad econmica para responder satisfactoriamente a la demanda de ayuda financiera para construir edificios. Segundo, esto ha fomentado la dependencia econmica, tan nociva para el desarrollo integral de la iglesia. Evidentemente es mucho ms rentable para la iglesia construir vidas que edificios; es ms importante ensearle a pescar a alguien que darle un pescado. Un ministro preparado tiene la capacidad de optimizar la obtencin y el uso de los recursos econmicos que la iglesia local necesita para su desarrollo integral.
9. Combinar teora y prctica.
En la mayora de los casos, se estudia mucho, pero casi no se hace nada. Tengamos presente que, el evangelio no es slo para ser estudiado, es para ser vivido y compartido. 10. Es recomendable que los maestros dediquen parte de su tiempo al ministerio pastoral, a fin de que su propia prctica ministerial enriquezca y oriente su enseanza. Por ejemplo: el que ensea consejera pastoral, debe ser pastor; quien ensea homiltica, debe ser un predicador; el que ensea respecto al desarrollo integral de la iglesia, debe ser alguien, que pastoree una iglesia creciente, el que va a ensear misiones, debe ser o haber sido misionero. 11. Materiales. Es esencial que los materiales de estudio sean cuidadosamente seleccionados para inducir a los estudiantes a la reflexin crtica y les planteen preguntas que los conduzcan al anlisis de su propia situacin en cada curso. Los materiales autodidcticos deben incluir, no slo libros y folletos impresos, sino tambin audiovisuales, videos, presentaciones, testimonios, etc. 12. Preparar seminarios de capacitacin magisterial por lo menos una vez cada ao para todos aquellos maestros en funciones y para todos los que tengan llamado a servir en el ministerio de la docencia. Es importante que los maestros sean capacitados y acreditados acadmica y ministerialmente para impartir clases en los diferentes programas de estudio que se implementen. Lo ideal sera contar con maestros especialistas en Biblia, teologa, ministerio, misionologa y liturgia. El da que en nuestras instituciones educativas tengamos maestros especialistas que sean autoridad en lo que ensean no slo acadmica sino ministerialmente, tendremos ms y mejores estudiantes y en consecuencia, ms y mejores egresados, ms y mejores ministros. 13. Revisar, reestructurar, actualizar y dinamizar todos los programas educativos con los que contamos y crear los programas que sean necesarios. Es recomendable que se consulte con los ministros y miembros respecto a qu es lo que esperan que los educadores hagan y, tomando en cuenta la misin de la iglesia, elaborar un verdadero plan educativo e implementarlo. En algunos casos los educadores han contestado preguntas que nadie hace, han rascado donde a nadie le pica y han ofrecido productos que casi nadie quiere. 14. Cuando todos los ministros tengan acceso a la educacin, los administradores no deben tramitar credenciales internaciones a aquellos que no hayan concluido un programa serio de estudios o por lo menos que estn estudiando en uno de ellos. Esto suena impositivo, pero podra lograr que algunos ministros estudiaran, aunque fuera solo por su credencial.
15. Seleccionar cuidadosamente a los candidatos para estudiar en los
programas superiores de educacin, verificando que llenen los requisitos establecidos y realizando una evaluacin exhaustiva de su personalidad y capacidad acadmica. 16. Para la integracin de la educacin teolgica en el quehacer de la iglesia, es indispensable que las partes involucradas, es decir, los directores de educacin, maestros, administradores y pastores locales den los pasos necesarios que le pongan fin, de una vez y por todas al distanciamiento que ha existido entre la iglesia y la educacin teolgica. Interactuar, dialogar, compartir, unir esfuerzos, sesionar y apoyarse mutuamente es algo a lo que hay que darle prioridad, anteponiendo siempre los intereses de la iglesia a los intereses personales. 17. Todo pastor y educador deben saber que el Espritu Santo no es antiintelectual y que la verdadera enseanza bblica y teolgica no es antiEspritu Santo. Uno de los asuntos preocupantes en las iglesias locales hoy da es que no les gusta reflexionar, no aman la investigacin seria. Estn interesados slo en las celebraciones, la msica y las experiencias emocionales. Es muy interesante que en el libro de los Hechos, las palabras Espritu Santo y Enseanza o doctrina aparecen 67 veces. Acabemos con el mito de que los intelectuales son carnales y que los que no estudian son espirituales
18. Mejorar significativamente las facilidades fsicas de nuestras instituciones
educativas. Se educa con facilidades fsicas adecuadas y no slo con las clases magistrales y las discusiones. CONCLUSION La integracin de la educacin teolgica a la misin de la iglesia no se lograr con acuerdos plasmados en libros de actas, resoluciones ni congresos. Esta integracin es un proceso. El que se logre o no, depender del entendimiento, compromiso, seriedad, dedicacin y la determinacin e inversin que las partes involucradas pongan para la implementacin de las pautas.