“VIAJAR ES COMO HACER UN DOCTORADO”

QUÉ Y CÓMO SE APRENDE A TRAVÉS DE LOS VIAJES

Manuel Enrique García Solórzano
Docente y Asesor Turístico
garciamani@hotmail.com

PLANEAR

Participar en la planeación del viaje, desde la selección del lugar a donde se va, permite al
viajero adquirir habilidades de organización y programación. Además, le asegura que va a
disfrutar del viaje y no un paquete que le prepara la agencia.

INDAGAR

Leer y estudiar detalles de la zona que se va a recorrer, da un contexto previo que garantiza el
mejor aprovechamiento del lugar.

RESPETAR

Lo primero que se debe empacar es el respeto para entender que la vida e historia de los
lugareños, son tan importantes como la de los demás. Quien viaja es un embajador, por eso, al
llegar al destino, hay que asumir las costumbres locales y esmerarse por dejar una buena
imagen de lo que se está representando.

APRECIAR LA DIFERENCIA

“Saber que lo mío no es lo mejor, aún así, muchos no lo tienen”, es uno de los aprendizajes más
valiosos de observar las diferencias entre un lugar y otro. El contacto con “realidades diferentes”
hace al viajero ampliar su pensamiento y aprender a ser tolerante.

Conocer acentos, idiomas, estilos de vida y formas de ser, enriquecen. Todo esto es
conocimiento y es preparación para entender al indígena, al campesino, a la gente, sea cual sea
su condición.

EXPLORAR

“Que cada uno recorra y explore” es la mejor forma de encontrar lugares y situaciones
inesperadas.

En este sentido, los viajes terrestres son más educativos, porque ofrecen variedad de paisajes y
lugares entre el punto de partida y arribo. Viajar es aventurar por una nueva región, y eso implica
estar abierto a nuevas experiencias.

HABLAR Y PREGUNTAR

Aunque el silencio es la mejor compañía para conocer la naturaleza, cuando se trata de

costumbre, la palabra es la maestra. Por eso a los habitantes y “preferiblemente los adultos
mayores” para conversar con ellos, puede convertirse en una excelente clase de historia y
tradiciones populares.

PROBAR

Parte importante de lo que implica conocer una región, es degustar lo que se produce allí y hacer
lo que allí se hace. Por eso, viajar es degustar cosas distintas y atreverse a hacer cosas nuevas.
Es significativo “pedirle a alguien que lo lleve a uno a ver aquello de lo que la región se siente

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orgullosa, y probarlo”. Así, teniendo la experiencia, es difícil que se olvide, porque la cultura no
está toda en los libros, la cultura está en la gastronomía, la música y las costumbres.

FOTOGRAFIAR

Las fotos son el testimonio de lo que se vivió. Y en esa medida, lograr excelentes imágenes debe
ser un reto de todo viajero. Primero, porque “al volver a verlas se goza de nuevo el viaje”.
Segundo, porque “al enseñarlas se está haciendo labor social de divulgación de lugares que vale
la pena visitar”. Y tercero, porque “los paisajes y lugares también cambian”, y tener el recuerdo
de lo que era antes es conservar viva la historia.