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de textos, explorar su feeundidad, para sos roducr (y no repetit) un sentido la- ‘cotificado lingusticamente pero alizado en su forma literati, Contine siem momento de su produc- hace polisémico al ser transmit, pars urarse en el acto de recepcién, la lectu- 1, queen realidad es relectura, [eer un texto significa acunular sentido, que no que: 4a imitado por la intencin de su autor Consciente o inconscientemente, toda lectura se hace desde las prcticas o desde el contexio ‘cultural 0 ‘deoldgico de quien lee. Respecto de la Biblia, este fensmeno puede ser una desventaja pero también una condiciéa que permite tomarla como mensaje pert te para su reletura creaiva desde el compromiso la hermenutica bibliea —tema de este Tanto un camino para explorar las: ‘mensaje que no ha Tenecido y que espe iene Un libro que enseita a leer creativamente Ja Biblia José Severino Croatto HERMENEUTICA BIBLICA Para una teoria de la Lectura ‘como produccién de sentido 751011 dines ra) FAX GEL) SOS nas magistero@comnm.comar Cokin Bs to Bia 2a edn ISBN 9507044107 gy tines eco depo ge vin ey 11.723 Tobbstoedaeto wena yas pe encic ancenrna PROLOGO El punto de partda de este ensayo es la conviceién de {ue la Biblia no es un depdsito cerrado que ya “dijo” todo, Es un texto que “dice”, en presente, pero que habla como “texto”, no como una palabra difusa y existencia que slo tiene el sentido genérico de provocar mi decision. La ten sin entre ser un texto fijado en un horizonte cultural que yano es el nuestro, y ser una palabra viva que puede mo- ver la historia, s6lo se resuelve por una relectura fecunds Esto es enunciar el problema de li, hermenéutica bibl En una pequefia obra anterior’ hicimos un ejercicio de hhermenéutica sobre el ema del éxodo. Vista su aceptacién, sobre todo en el quchacer teoldgico en los paises oprimi- dos, decidimos ampliar y profundizar muchos aspecto, in virtiendo el orden: si allfhaciamos una préctica hermenéu- tica con pocos elementos teéricos, aqui queremos exponer és bien una teorfa hermenéutica, con ejemplos tomados dde muchos temas, no de uno solo como era el del &xodo. EL haber tomado entonces un solo fema era precisamente pa- ra mostrar el desarrolo, por la reinterpretacion, del sentido " Laeracn rad Pats homens Man Nurs, Buenos ize 1978/CEP- Lina 1978 = Buds Hemeneis of redo (Os BOS, New Yu 98 de un acontecimiento convertido en matsiz querigmitica Execs un aspecto del fendémeno hermenutico que conve destacar Si ahora vamos a asomamos a diversos temas biblicos es para mostrar que aquel fenémeno es ubiewo y expresa un rasgo esencial de la experiencia de fede Israel y de la pri mera comunidad cristiana [No vamos a inventar nada. La hermenéutica biblica es simplemente un método de letura de la Biblia, pero hay ‘que explictarlo y organizarlo. Explicitarle, porgue sien pre se lee hermenéuticamente la Biblia o cualquier otro {exfo, muchas veces empero sin reconocerlo, Veremos que no existe ectura que no sea hermenéutica. aberlo.es ya un paso grande. Método que ademds hay que organizar, para saber usrloy legitimarto, Es un hecho que cuanto mis re novatdora es la vida eristiana, y por tanto la teologta, més se ejercita implfcitamente In hermenéutica. Y es un hecho también que esta renovacién es resistida por una préctica y por una teologia traicionales. Esto es mucho mis visible en fos contextos de dominacién cultural, econémica, poli- ticay religiosa, lo que ya levanta una sospecha sobre quién ces el verdadero destinatrio del mensaje liberador que la Biblia propone. Por eso la necesidad y la urgencia de poseer un instru- ‘mental tedrico que nos permita ejercitar una relectura de Ja Biblia que desimpligue para nosotes su reservude sentido Para muchos cristianos la Biblia es més un problema que un mensaje cla, Lejana, por su origen, de nuestro tiempo y de nuestro espacio: con ideas antiguas y muchas veces dispares en su largo tayecto literario; con un texto final frecuentemente diffi, lo que contradice la nitidez es- perada de un “mensaje, resulta poco atrayente en la inme- diatez de la praxis, ,Vale lo que dice? (Es necesario que “diga” algo? Si es palabra de Dios: cde qué Dios se trata, del nuestro 0 del de Jos hebreos? Hay un rosario de pregun tas que surgen. Para esta nueva edicin se han reelaborado algunos te- sas del texto original: las diferencias se observardn tam bin respecto de la publicacién en inglés por Orbis Books yen alemain por Kaiser Verlag.* Bl esquema dela obra, con Todo, es el mismo, El nuevo texto fue preparado para la pu blicacin en japonés (Jordan Press, Tokio). Slo pequelios retogues fueron introducidos ttimamente para su edicion argentina por Lumen, Buenos Aires, 12 de julio de 1994 2 emer bce Pare an rade as im prac de J bial Hemant: Tord 9 Theory of Radin she Pract of Maigret pt ere Pe ‘er eer bongsoancen Heme (Kar Me INTRODUCCION 1. Motivacién “Hermenéutica” es el correlato del término “interpreta- cidn, mis comtin. Hermenewo, en griego, es el equivalen- te de interpretar. En ses la misma realidad en dos voea- bios diferentes, griego el primero, latino el segundo. Pero ‘como éste se ha hecho comtin y por eso ha perdido en pre- cisidn, se prefiere el de “hermenéutica” para indicar sobre todo tres aspectos que deben ser explieitos: * Ante todo, et lugar privilegiado de ta operacidn her- ‘menéitoca es la interpretacion de los textos. Veremos mas adelante qué otras cosas implica esta afirmacin, ** En segundo lugar, se supone que el intérprete con- diciona su letura por una especie de precomprensién que surge de su propio contexto Vita ‘°* Bn tercer lugar, y esto no siempre queda bien defi- ido pero ser central en nuestro desarrollo l acto herme- néuico hace crecer el sentido del texto que se interpreta, Creemos que toda intepretacién, tanto de textos como e acontecimientos, connota estos aspectos. De modo que en esta exposicién ni nos preocuparemos por dstinguit los «dos términos, ni los reduciremos a ls textos. Sin con ello confundir las cosas, veremos que la interpretacin de estos limos supone otro proceso, a saber Ia intepretacién de ‘determinadas pricticas o de acontecimientos,y que su pro- pia constitucién se origina en una experiencia que es inter~ pretada, De ah que vayamos ms alli de la limitacidn que le da por ejemplo P. Ricoeur, cuando define la hermenéuticaco- mo “la teoria de las operaciones de la camprensién, en su relacin con la interpretacsn de los txtas”.* Texto y acon- tecimiento, 0 texto y praxis, se condicfonan mutuamente desde el origen y desde el punto de vista hermenéutico. Es- to debe destacase justamente en el caso de la Jetura de la Biblia que se hace desde una prctica de la fe, y de una Bi- bla que remite alos grandes hechos salvificos de Dios. Con esta sola frase hemos sefalado que la letura de los textos bibicos est circunserita por dos momentos existen= ciales, 0 sea, por dos polos histricos. El texto esté en et medio. Ya es una manera de apreciar la centralidad de la Biblia como texto, pero como texto alimentado en dos ver~ tientes de fa vida [No hay una hermenguticabiblica distinta de otra filosé- fica, sociolégica,ltraria y tantas otras. Hay una sola her ‘menéutica general, de Ia cual existen muchas expresiones regionales.> EI método y el fensmeno coinciden en todos 4 Rises "La ca eta Reman e9 Vain Exel Profemss eno vector deectrss Ase, Bey As 1979) 21-29 potikel arya coms, 5 npn ema Rises, at p20-9 ant en "Henned 10 Jos casos. Es verdad, con todo, que la hermengutica bibli- ca tene una caracteristica tal vez inédita, por cuanto asu- ‘me textos de una larga trayectoria de ereacién y relabora- cidn, originados en un pueblo con un itineraria tambien prolongado, unificado por una concepeiéa lineal y teleals- ica de Ia historia que implica un gran trabajo intepretati- vo, Tal fecundidad hermenéutica quedari bien mazcada lo largo de este estuio, 2. Tres fases historicas. ute no es ef lugar para hacer una historia de la heeme- ‘néutica general, ni dela biblica en particular. Conviene se- ialar solamente que la tematizacién de la hermenéutica hit ‘conocido tres momentos de relieve, que registramos en un ‘orden inverso de tiempo, con el fin de mostrar que lo que parece nuevo no lo es tanto: 8) La era moderna En un context filoséfico, el problema se plantea desde Schleiermacher (¢.1800) y Dilthey (c.1900), pasando por Heidegger, luego por Gadamer y Ricoeur, con las deriva cones conocidas al campo teol6gico (Fuchs, Ebeling, Bultmann y la expansién postbultmaniana). Es interesante constatar en los dos primeros su preocupacién por lo que std detns del texto (la historia, el autor), por el que se ex- presa en un texto, no por lo que éste dice. Heidegger, por u ‘su parte, pasa de Ia epistemologia a Ia ontologia: el ser que interroga es un seren (e! mundo), situado, que en el acto 4e interpretar se pre-comprende. Hay un ‘mundo (Dasein) que condiciona la interpretacién, Esto ‘punta conta la pretensién del sujeto de ser medida de ob jetividad, ya que pertenece asu esencia el ser ya “habitan- te" de este mundo, que lo citcunscibe. Heidegger emprende el camino hacia los fundamentos, pero no reioma ala epistemologia Gavdamer destaca que el hombre est dentro de una tr- dicibn, y que el comprender es un suceso finito de aquella tradici6n, como forma de pertenencia a la histori, La dis- tancia histérica entre el texto y el intérprete reclama una “fusion de horizontes”, que es posible porque aguél (el in- \éxprete) es interno a la historia, El aporte de Ricoeur, que por otro lado relee a Heideg- ger, consisteen haber hecho el rodeo por la lingtistica pa- ra llegar a una teora fecunda dela hermenéutica, Las derivaciones al campo teoligico arriba setaladas son anteriores a Ricoeur y estin impregnadas de una super: valoracién de la Palabra biblica como “acontecimiento” presente (més adelante hablaremos, invrtiendo los térmi- ros, del acontecimiento hecho palabra). Estos hitos de la reflexin sobre Ia hermenéutica han contribuido notablemente a una sintesisfilos6fica que deja sus huellas en la teologfa. Pero no constituyen una novedad absolut R ) La Fad Media ‘Durante la larga tradicién medieval, en efecto, era co- sain Ja discusin teol6gica sobre los sentidos de Ia Escri- tra, Junto a 0 por encima de, el sentido literal se situaba ‘un sentido espritual que podta llevar diversos nombres (alegérico, mistico, mesiénico, cristolégico, etc). Tipica fue la disputa sobre los cuatro seatidos de la Biblia: 1. li- teral; 2. alegérico (= cristol6gico}; 3. moral (llamado “tro- ppoldgico”, 0 sea lative a las costumbres) y 4. escatol6gi ‘co (denominado “anagégico”, que “conduce hacia”). ‘Muchas teoria hicieron su aparicin. Lo significativo ‘del hecho estéen que el supuesto de fondo es precisamen- te la hermenéutica! el texto del Antiguo Testamento no se ‘gota en su primera intencién sino que dice algo mas. ©) Filén de Alejandria. Otro intento, ms antiguo, de formalizar el problems hhermenéutico fue el de Fildn de Alejandria en el siglo 1 {C. No s6lo por cuanto interprets las tradiciones hebreas ‘desde un pardmetr griego (tipico es su comentario al Gé- resis, el De opifcio mundi) sino sobre todo por su esfver- 120 por comprender el problema del lenguaje.® 6 KL Ove, Ds Spacers Pio om leaden. Spach al Mie! ae Memeo be, Taingen 1961 Chestasen. Die Ten er olegnchn sepunsieshah bet Phi von Aandi (Ss, ‘Tbmge 10911 P Main "et een expen ein lene Neji Revise Bi 9097) 21122 13 Dijimos que estos tres momentos pertenecen a otros tantos intentos de tematizar el problema de Ia interpreta: cidn de textos histricos, bblicos)o de la existencia hu ‘mana como tal. Ahora bien, ni siguiera esto es nuevo. El proceso hermenéutico —aunque no tematizado— es cons- ‘itutivo de toda tradicin, religiosa 0 no, La Biblia misma ro se expica sn ese proceso. Pero es en el rabinismo de lt <época intertestamentaria donde se puede ratrear la tentai va de eer un segundo sentido debajo del primer sentido de un texto, un sentido profundo detris del sentido simple de las palabras (ders y pesat,respectivamente, en latermino logia aramea de entonces).7 Esta cuestin reapareceri mis adelante, al hablar del targum y del mideis, Este recorido histrico nos motiva para entrar en el te ‘ma con una preocupacién directamente biblica, 3. :Cimo se puede acceder al texto biblico? La Biblia ha sido objeto de distin enfoques,orienta- os todos ellos a I exploracidn de su sentido o de su men- saje. Algunos expresan el “problema” de la lectura actual 4e la Biblia, otros buscan penetrar en su contenido. Sei lamos seis aproximaciones generals, 2 ease A. De Mico. “Dera y edges et Nevo Tecanent Sra 5198) 3749: 18 Targum horde a dace avons eta ms CSI Mae 19, 4 3.1. La realidad presente como “texto” primario, Se puede relegar la Biblia un segundo plano en cuan- to texto desactualizado, frente al texto de Ia realidad pre~ sente, entendida ésta como el primer “lugar teoligico” donde descubrir al Dios que habla einterpela al ser huma- no La realidad esté tan cargada de significado, que resulta secundario cualquier oto significante teol6gico. Dicho de ‘otro modo, cuando las opciones son cares, no hace falta ir la Biblia, {No es ésa la acttud de muchos crstianos comprometi dos com la lucha revolucionaria corrals estrcturasinjus- tas de este sistema en que nos toca vivir? {Qué mensaje “evo” les trae el evangelio? {La pregunta es sincera; creemos empero que deja entre: ver una dificultad metodoligica por salir de una lectura tsadicional de la Biblia que la ha enajenado de la historia teal de los seres humanas, El obsticulo era visible en algu- ros de los primeros tesloges de la iberacisn, atentos mis que otros a la praxis socio-histGrica como parmetro de la reflexién teol6gica, Ahora, en la década del 90, constata- ‘mos que se ha avanzado mucho en una nueva comprensin el mensaje bibico, justamente cuando es ldo desde la préctica de una fe comprometida con la sociedad. 32. Concoriismo. (Otro camino consiste en asumir la Biblia como es, bus- 15 cando en ella correspondencias entre nuestras situaciones y Jos sucesos en ella elatados, Cuando hay coincidencia, pa- rece que Dios estéhablando a través del suceso arquetipi- co, Yaa primera vista, esta aproximacin a la Biblia es concordista. Ahora bien, el concondismo (tan extendido, sobre todo en las lecturas fundamentalistas del texto sagra- do) es doblemente negativo: 1) Reduce el mensaje a situaciones que tienen su equi- valente en la experiencia de Israel o dela primera comuni- dad crstana, como si Dios no supiera hablar o revelarse de ‘otra manera. Es un concordismo teol6gico que supone ade- ‘mds un eoncepto de revelaci6n que fay que reinerpretar, ') Bl concordismo superficializa el mensaje al nivel de una facticidad externa, confundiendo lo que sucede con si sentido. O también, lo que sucede en el texto como idati- co alo sucedido en Ia realidad, sn tener en cuenta que &- ta es interpretada en aguél. El mismo peligro existe cuan do, en algunas teologias, se busca una continuidad entre Jas ideas del Antiguo (= Primer) Testamento 0 del Nuevo ‘Segundo) y las de una cultura dada, asdtca, africana 0 e donde fuere.; Qué pasa cuando no se dan tales coinci-

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