Sei sulla pagina 1di 57
(CURSO DE EDIFICACION Seconsideraun maestro, Encaso de contarconayadante el lempo es raturalmente menor —Tabique Votcani ¥ colocacién de marcos, Sin juntura invisible, que se cobra apurte. Un ‘maestro demora unos 45 minutos por metro cuadrado. —Tabique "Real pire. 24), con la indicaciones anteriores. puede ‘Duplex (pier. 23) Ieluye bonde de madera considera un Hmpo de 29 minutos poem" —Esiruetra de madera confeccionada en su iio. incluyendo sole 12. pes derechos. ete. con madera etregda en argos comerciales de hasta 2" de espesor (unos 22 mini’. y de 2 4” de espesor (unos 27 sive —Revestimiento de Vokeanita clavada sobre estructura de madera Puede considerarse una demora de 13 minutos por m* por ara —Revestimiento de planchas de ashesto-cemento,atorilladas 2 la madera, incluyendo corte: Unos 19 minutos por m? y por cara. Revestimiento de madera, con tabla elaborada tinglada © ma chihembrada, de 4 6" de ancho, clavada ala estructura de madera, en Aireccién horizontal 22 minutos por metro cuadrado y por cara, Pars la tabla en dteccién vertical, puede aumentarse a demora en unos 4 mi —Tabiques de pandereta de ldrilo: Se indicd el rendimiento de a obra de mano en el parr, vit, 220, Capitulo XI PUERTAS Y VENTANAS 1. Como se sabe, las puertas y ventanas son aberturas 0 vanos que se practican por lo co- min en una pared, sirviendo estas mismas pa- labras para designar los elementos que se ajus- tan en esas aberturas, para cerrarlas o abrirlas. A fin de ordenar las ideas desde un comien- ZO, aunque parezca obvio, es bueno preguntar- se para qué sirven estos elementos tan numero- sos y-corrientes, cudles son las principales fun- ciones que desempefian. Las puertas que —a diferencia de las venta- nas— Ilegan hasta el suelo, sirven para entrar y salir de un recinto, como también para impedir — 1 2 3 ambas acciones. A veces predomina la necesi- dad de cerramiento completo, sin filtraciones de aire, y deben ajustar en todas sus partes. En otras ocasiones toma importancia la seguridad, y deben ser sdlidas, capaces de resistir un ase- dio exterior. Ademis de ubicarse en una pared, sabemos que pueden estar en una cerca 0 verja, en un mueble, en un automévil, etc. Las ventanas de los edificios, situadas a cierta distancia del suelo, tienen por finalidad principal proporcionar luz y ventilacién a las habitaciones. También hacen posible la vista hacia el exterior. FIGURA 22. Tipos més corrientes de puertas de madera. 1. Puerta de tablero, con bastidor a la vista. 2. Puerta lisa o de placa, con caras de madera terciada. 3. Puerta de tablero vidriada. 4. Puerta parcialmente vidriada. 5. Puerta parcialmente de celosia. 6. Puerta parcialmente de reja Cap. XII, PUERTAS Y VENTANAS FIGURA 23. Formas de abrir més usuales en las puertas: 1. Movimiento giratorio en torno a un eje vertical, por medio debisagras. 2, Puerta de cristal, con igual movimiento, en tornoa un quicio o pivote. 3. Puerta de corredera. que realiza uun movimi {to deslizante, alo largo de uno 0 dos rieles. 4. Hojas de movimiento compuesto, deejes verticales en gutas 6 tieles horizontales. §. Hoja que se mueve en tomo a ejes horizontales, deslizandose en guias verticals. Para cumplir bien estas tareas, aparente- mente tan simples, deben reunir una serie de caracteristicas y cualidades, que nos corres- A. PUERTAS SU CLASIFICACION 2. Pensando en las hojas que cierran el vano, se pueden ordenar como sigue, desde el punto de vista del material de que estan hechas: 2.1. De madera. Se distinguen las Hamadas puertas de tablero (Figura 22) formadas por un bastidor, subdividido en recténgulos, que alojan en una ranura central, sendas planchas de madera, llamadas tableros 0 cuarterones. Luego estan las puertas lisas 0 de placa, de mayor uso en la actualidad, cuyas caras estén formadas casi siempre por laminas de madera terciada, separadas y sostenidas con diversos sistemas. Estas puertas pueden ser parcial 0 totalmente vidriadas; tener una parte de celosia*', o sea, con listones paralelos, en po- sicién oblicua, para permitir el paso del aire y tamizar la luz; o llevar por ultimo una parte con reja. 2.2. De metal. Pueden tener un bastidor metélico, a semejanza de las anteriores, ser como ellas lisas 0 de placa, de celosia, vidria- das o de reja. Las hay formadas con una lamina ponde estudiar ordenadamente en este capitu- lo. Comenzaremos por las puertas, para ver mis adelante las ventanas. flexible o por partes articuladas, que pueden girar, para puertas que se enrollan 2.3. De cristal. La hoja entera suele ser una plancha de cristal, con sujeciones especiales. 2.4. De plastico. Admiten variedades pare- cidas a las de madera o metal, de diversas caracteristicas. 2.5. Puertas especiales. Aptas para desem- pefiar tareas especificas, como impedir la pasa- da del fuego, ser aislantes del ruido y de la ‘temperatura, puertas de seguridad. Aparte de los materiales indicados en los cuatro primeros grupos, hay naturalmente puertas de materiales heterogéneos, combina- dos de muy distintas maneras. 3, SEGUN SU FORMA DE ABRIR. Re- sulta mas interesante clasificar las puertas de acuerdo al tipo de movimiento que realizan para cerrar o abrir. Tal movimiento puede ser giratorio, en tor- no a un eje vertical u horizontal, ya sea por medio de bisagras 0 de un quicio o pivote (Figura 23), cuyos detalles veremos mas ade- lante. Otra forma de movimiento es la desli- zante 0 de corredera, a lo largo de rieles 0 0 CURSO DE EDIFICACION A . = i= : it = sme == = Nie 9 —— soho sono hes ( } \ " wf BO J 7 = la] — J Poe oa 15s 16 7 18 w FIGURA 24. A. Puertas mas comunes de eje vertical, vistas en planta: Ly 2. Puertas corrientes. de una y dos hojas. 3 y 4. Puertas de vaivén, de una y dos hojas. $. Puerta plegabl 7. Puerta deslizante o de corredera, muy usada en closets. 8. Puerta de correde inte telese6pica. 11, Puerta de rollo, de eje vertical. 12, 13 y 14. Puertas giratorias corredera exterior. 10, Puerta desli de dos, tres y cuatro hojas. B. Puertas de eje horizontal, vi le, de cuatro hojas. 6. Puertas de fuelle, tipo “Modernfold” a recoger en el muro. 9. Puerta de istas en corte: 18. Puerta basculante, de apoyo o 21 16. Puerta plegable, que se recoge hacia arriba, 17. Puerta deslizante. a recoger bajo el cielo raso. 18. Puerta de rollo corriente. 19. Puerta deslizante, a recoger en el piso. guias, también de posicién vertical u horizon- tal. Por ultimo, las hay de movimiento com- puesto, de eje vertical y guia horizontal, o al revés, de eje horizontal y guia vertical. En la Figura 24 se ilustran los tipos mas frecuentes de puertas con eje vertical (vistas en planta) y de eje horizontal (en corte), tanto abisagradas, como pivotantes, deslizantes y compuestas. 4, Manos de la puerta, Con relacidn al lado hacia el cual se bre una puerta de una hoja y la ubicacién de las bisagras, se distinguen las cuatro posibilidades que se ilustran en la Figura 25, con la’ manera de indicarlo en los dibujos técnicos: a. Puerta de mano derecha. La que tiene las bisagras al lado derecho, en relacién ala persona que entra, y puede abrirse hacia dentro (empujando) 0 hacia afuerta (tirando) b. Puerta de mano izquierda. La que tiene las bisagras al lado. izquierdo y puede abrirse hacia adentro (empujando) o hacia fuera (tirando). HOJAS DE TABLERO 5. Eran las puertas mas usadas hasta hace poco, antes que se difundiera el empleo de las hojas de caras lisas. En la actualidad, vuelven a ser apreciadas. Su parte principal es el bastidor, constituido por dos largueros y varios travesarios que for- man los tableros, cuarterones o paneles (Figura 26). Lanorma chilena 446.n77 distingue con el nombre de /arguero a aquél en que se colocan las bisagras y llama batiente al del lado opues- to. Asimismo llama cabezal al travesano supe- rior y peinazo al de mayor ancho inferior (a ‘veces, en puertas antiguas, iba mas arriba, ala altura de la cerradura). Las piezas del bastidor van unidas entre si con ensamble de caja y espiga, a menudo con Cap. XIII. PUERTAS Y VENTANAS S89 SA 1. ano oenscwa = = 3. mano zavienoa ‘Obese eMrusa 4. ano 2auenon FIGURA 25. Cuatro posibilidades para abrir una puerta de una hoja, en relacién al lado en que se abre y la ubicacion de las bisagras, con la forma de indicarlo en los dibujos. una clavija de madera, de refuerzo, colocada después de ser encoladas (Figura 27). ‘A laclavija o tarugo de madera se le hace psa previamente por lagujero dentado de una plancha metilia, para producile est longitudinaes, que alojan mejor la cola o el athesive EI peinazo, que tiene la importante tarea de dar rigidez a la hoja (parr. 1. 78) lleva para ese objeto dos espigas BISAGRAS. ramazo FIGURA 26. Hoja de puerta de tablero, con los nombres de sus partes. Cuando el ensamble esta hecho a maquina, debe llevar en la base de la espiga, el contra- perfil de la moldura, o sea, una forma negativa de ella (letra A). En los casos de realizar este ensamble a mano, resulta mas facil rebajar la parte moldurada de las piezas a unir, con cortes a 45°, como se ve en la letra B 6. Los tableros se forman uniendo varias tablas por sus cantos, unién que conviene re- forzar con tarugos 0 con lengiieta (Figura 28 A). Sus bordes, de menor espesor y con caras inclinadas, se alojan en la ranura de los largue- ros y travesafos, llamada gdrgol (letra B), sin adhesivo 0 cola, para permitir su libre juego. Ello por ser inevitable un aumento o disminu- A Fem FIGURA 27. Uniones de caja y espiga entre las piezas, del bastidor de una puerta. A. Forma en que realiza el ensamble una méquina escopleadora, considerando el perfil y un contraperfil de las molduras. B. Para ejecutar la unidn a mano es més facil rebajar las molduras, con un corte a 45° cién de tamano del tablero, segun la magnitud de su superficie, ocasionados por las variacio- nes de la humedad ambiente, en las diversas estaciones del aio. Puede notarse a veces, en puertas de un solo tablero o de tableros anchos un reborde sin acabado o pintura, a la vista, por encogimiento de la madera. En ciertos casos, entre el tablero y el gargol se coloca una moldura con perfil especial (letra C) que sobresale del plano del bastidor y que, ademas de realzar el relieve de la hoja, dismi- nuye los efectos de los cambios de volumen de las partes, CURSO DE EDIFICACION 7. El espesor mas frecuente del bastidor de puertas corrientes es de 2"", que corresponde a 45 mm de la madera elaborada. En puertas de closet o de viviendas econémicas, se dismi- nuye este espesor a 1,5" (32 mm). El ancho corriente de largueros y travesafos es de 4” (90 mm) y el del painazo, de 8" (190 mm) Las dimensiones normalizadas de las hojas se dan en el parr. 10. 8. La madera mas empleada para la confec- cién de puertas es el rauli, por su escasa defor- macién, resistencia y buena apariencia, Tam- En la pig. 75 del Primer Tomo se describieron las principales maderas empleadas en estructuras resisten- tes, como coigiie, roble, tineo 0 teniu, ulmo, pino arau- caria y pino insigne. En la pig. 2.98 se informé sobre el anc FIGURA 31. Ensayo de rigidez transversal a que se somete una hoja lisa de puerta. A las exteriores se le aplica una carga de 10 kg y a las interiores de 8 kg. Se acepta una deformacién de I em, con un residuo, al retirar la carga, inferior a 1,5 mm. ‘ens FIGURA 32. Ensayo de resistencia al impacto de una hoja de puerta lisa, El saco de arena, que pesa 4.5 ke. se deja caer desde una altura de 300 em, contra un punto situado en el eje de la puerta, a 1/4 de su altura, No debe presentar roturas 0 fallas el impacto o fallas por separacién de planchas entre si o de la armazén interior. 11.3. Comportamiento de uniones encoladas 0 pegadas, ‘sexi se empleen colas 0 adhesivos, Se cortan trozos de 30 * 30 cem de ta hoja, de dos esquinas diagonalmente opuestas. Las puertasinteriores se someten dos veces a la siguiente operacién: ‘Sumergidas en agua potable a temperatura ambiente durante ‘cuatro horas, se secan cada vez al aire quieto durante 20 horas. Las puertas exteriores son sometidas tres veces al siguiente ciclo: InmersiGn en agua potable durante 16 horas y secado durante 8 hhoras, en condiciones que establece la norma. No deben mostrar fallas al final de ta prueba, 11.4. Humedad. Al momento de recepcidn de las hojas. ta thumedad de la madera debe ser de 10.4 15% (salvo.en regiones en due la humedad ambiente sea mayor) 12. Terminacién y acabado. Las hojas que van a quedar con terminaciones transparentes, deben tener la superficie a la vista libre de adhesivos, marcas, rastros de maquina, lijados u otros, Las que van a ser pintadas o Ilevarén otra terminacién, han de estar libres de efectos que afecten el acabado*! w Los cantos inferiores de las hojas deben ser pintados antes de su colocacién en obra MARCOS DE PUERTAS 13. Los marcos 0 cercos son los elementos que rodean las hojas de puertas y ventanas, y van unidos al muro. Se da asimismo el nombre de marco a la pieza de madera o de metal, con perfil especial, que sirve para fabricar ese ele- mento. CURSO DE EDIFICACION En tabiques de més de 12.m de espesor o en muros no muy gruesos, suele fabricarse un cerco con una pieza de madera del ancho total del muro o del tabique (Figura 33), que recibe entre nosotros el nombre de centro. 14, En la actualidad, el marco recorre slo tres bordes de la hoja de la puerta: sus dos costados 0 jambas*' y su borde superior 0 dintel. Hace un tiempo, la rodeaba por comple- LAUREL Madera de este drbol chileno que se da entre la provincia de O'Higgins hasta la de Llanguihue. De color amarillo verdoso, manchado de pardo obs- ccuro, con veteado irregular. Resistente, flexible. liviana (pesa 1,20 kg el pie maderero seco), fécil de trabajar. presenta l inconveniente de deformarse y agrietarse en el secamiento, ‘Se emplea en la fabricacién de madera terciada, en revestimientos interiores de tipo econémico, construc- cones provisorias, muebles de poco costo, cajoneria, palos de escoba ‘Se asemeja mucho a la tepa, que tiene caracteristicas muy parecidas. Se conoce esta dltima por un olor acre peculiar, que se torna desagradable cuando esti humeda. Las dimensiones en que se trabaja para la venta son. iguales al rauli y al resto de las maderas para termina: ciones. OLIVILLO El rbot con este nombre crece desde la provincia de Coguimbo hasta Chiloé De color rojizo claro, muy semejante al raul. aunque cearece de veteado y de brillo. Es de inferior calidad y a ‘menudo esta cubierta de manchas amarillas o pardas, debido a la accién de ciertos hongos que la atacan recién aserrada, si no recibe un tratamiento adecuado. El pie rmaderero en estado seco pesa 1.10 kg ‘Se le emplea en madera terciada, revestimientos inte- riores, incluso a veces en puertas y persianas, si esta bien seco. En usos més corrientes, como cajoneria y emba: lajes. En exteriores debe protegerse con pinturas. ‘Se vende en las mismas dimensiones que el esto de las maderas de terminaciones. MADERAS PARA TERMINACIONES 3 EUCALIPTO Madera de este rbol, aclimatado en Chile a fines det siglo pasado, de crecimiento muy rapido en toda la zona central de! pais. Hace un tiempo, sélo se empleaba como combust ble, pues es dificil de secar y de trabajar. En estado seco es tan enormemente duro, que imposibilita cualquier ‘empleo en edificacién, en tareas parecidas a las otras rmaderas. Sin embargo, su dureza y el hermoso pulimento ‘que admite, le hacen particularmente apreciado en par- quets de alta calidad, De color amarillo pilido, es de fibra retorcida, dura y pesada (un pie maderero seco pesa 1.6 kg). ‘Ademés de parquet, suele usarse en chapas decora vas, que sirven de revestimiento a “placas carpinteras’ Por su elasticidad y resistencia, se emplea también en ‘mangos de herramientas. En ingenieria se utiliza para puntales de minas, andamios y puentes. Sim tratar, conti- ida sirviendo como combustible. Por las razones anotadas, no se ofrece en venta en barracas. PRECIOS COMPARATIVOS ‘Si damos al roble un valor igual a 100, tendriamos para las principales maderas, el siguiente valor aprox mado, en Santiago: Alamo 35. Pino insigne 30 Alerce 258 Rauli 258 Coigiie 112 Roble 100 Laure! 1S Tineo 98 Olivillo 10 Ulmo 100 Pino araucaria = 112 (Cap. XI, PUERTAS Y VENTANAS = —"TABIOUE GRUESS noua oe FIGURA 33. En muros de poco espesor 0 en tabiques, gruesos, stele ponerse un cerco del ancho total del muroo del tabique, que llamamos centro. a diferencia del marco. que no mide mas de 4 a 5” de ancho. to, en sus cuatro cantos. El cuarto lado, en su canto inferior, constituia el wmbral. Todavia puede observarse, en construccio- nes antiguas, esta parte inferior del marco, que a menudo sobresalia del nivel del pavimento. ” Lo curioso es que con esa disposicién de! mar- co, los pavimentos de las diversas habitaciones de una casa 0 edificio, no estaban necesaria- mente a un mismo nivel. Ocurrfa con los pavi- mentos lo que hoy pasa con los cielos, 0 sea, por ser independientes entre un recinto y otro, sus terminaciones no siempre estan exacta- mente a la misma altura. En transformaciones de edificios antiguos, al demoler un tabique, es frecuente constatar que los pavimentos de habitaciones contiguas no estin en un mismo plano. MARCOS DE MADERA 15. En el comercio se encuentran marcos elaborados de dos escuadrias: 2 x 4"* y 2 x 5°’, generalmente de rauli. Tienen las medi- das, en milimetros, que se ven en la Figura 34.A, con el correspondiente rebaje para la hoja de la puerta. Se les sefiala a veces como marcos rebajados, para diferenciarlos de un ‘marco compuesto (letra B) que puede formarse con un tablén liso, al que se le agrega un list6n, como tope para la puerta. FIGURA 34. Marcos de puertas, de madera. A. Marcos rebajados standard, con sus medidas. B, Marco compuesto de dos piezas. C. Unién de las piezas en la esquina, a media madera. D. Ensamble de quijera, preferible al anterior. E. Ensamble de quijera con inglete, para el caso en que las caras del marco estén a la vista, F, El mismo anterior, més reforzado. a UY paras_7 FIGURA 35. Patas metélicas para anclar un marco de madera a la albafileria, A lo menos se colocan tres en cada jamba y una, o més de una, enel dintel. Luego se ven posiciones més convenientes de las patas. en relacién al marco y al muro. La union de estas piezas puede ser con un ensamble a media madera (C), no muy reco- mendable, debido a que la jamba solicitada en un borde por las bisagras, tiende a girar su seccién. Es preferible, para evitar este peligro, el ensamble de quijera (D). Si se quiere que la parte visible de la unidn esté a 45° —en caso que esa cara del marco no quede oculta por la pilastra— se puede adoptar el ensamble de quijera con inglete, en la forma simple de la letra E, 0 la mas efectiva, aunque de mayor complejidad, de la letra F El marco terminado debe llevar un list6n 0 traba*! sobrepuesto en su parte inferior, para mantener la distancia entre las jambas. 16. Unién al muro. Estos marcos de made- rase unen a los muros de albafileria por medio de patas metdlicas (en otros paises se les cono- ce conel diminutivo de patillas). Son pequefias pletinas de acero, de unos 8 a 10 cm de largo, con un extremo partido y abierto (Figura 35), con la forma conocida como “pata de cabra’”, para empotrar o dejar embutido en el muro. En el otro extremo llevan dos agujeros para torni- llos. A los marcos se les coloca a lo menos tres patas en cada jamba y una en el dintel, o mas de una, en puertas anchas. Se atornillan en la CURSO DE EDIFICACION direccién que convenga para un buen empotra- miento. La segunda forma de ubicarlas que aparece en la figura, en que los tomillos que- dan a la vista, no es mala, ya que esa parte estard luego oculta por la pilastra y el marco aparece sujeto desde una arista proxima a la bisagra y, en el lado opuesto, proxima a la cerradura. También pueden colocarse en aris- tas alternadas, para mayor seguridad 17. También es dable unir un marco de ma dera a un muro de albanileria o de hormigén, por medio de tarugos. Es un medio mas limpio, que se presta para albahilerfas a la vista, ya que no es necesario picar los bordes del vano y retapar después, con los inconvenientes que ello implica. Sin embargo, presenta el peligro de desprendimientos posteriores, si los tarugos y la mano de obra no son de buena calidad Para proceder con este sistema, se perfora el marco en los lugares en que iran los tarugos con agujeros de unos 4 mm de diémetro, apro- piados para tornillos de unas 3°” de longitud. Luego se presenta en el vano, al que se supone ajusta perfectamente, y una vez que esté en su posicion definitiva (de acuerdo a las explica- ciones del parr. siguiente), se marcan los luga- res para los tarugos, a través de los agujeros practicados en el marco. Debe retirarse luego este tiltimo —marcan- do previamente algunos puntos que sirvan para ubicarlo de nuevo en el mismo sitio— a fin de perforar el muro (pag. 2.180) y colocar los tarugos. El didmetro y profundidad de las per- foraciones ha de estar naturalmente de acuerdo con el tipo y tamafo de los tarugos. Ellos pueden ser de fibra, de aluminio o de nylon (pag. 2.182). EI éxito de este procedimiento depende en gran parte de una buena eleccién del tarugo, de la longitud del tomnillo y del didmetro de la perforaci6n. Es aconsejable realizar antes una prueba, con un trozo del mismo madero del marco, en una parte no visible de la albafileria El tomillo puede quedar parcialmente embuti- doenel marco, aumentando el diémetro en una Cap. XIII. PUERTAS Y VENTANAS FIGURA 36. Para ubicar el marco en un vano —si el ‘muro no se ha revocado aun— es necesario definir el plano vertical de su futura cara, rodeando el rectangulo, ue forma un tramo de muro, por una lienza, sostenida en cuatro clavos. Los trozos verticales de la lienza deben estar a plomo. La distancia de la lienza al muro indica el espesor del futuro revoque, que ha de suponer una carga minima de mortero, suficiente para contener las imper- fecciones de la obra gruesa. parte de su profundidad. Por dltimo, es posible sellar el agujero con un tarugo de madera, con adhesivo, 18. UBICACION DEL MARCO EN LOS VANOS. ,Cémo procede el carpintero a colo~ car un marco en un muro? Como primer tramite, ha de consultar un plano de obra, donde aparezca la puerta, en planta. Alli se ve hacia donde abre Ia hoja y la ubicacién del marco, en relacién al espesor del muro. ° Es frecuente que el marco coincida con un paramento del muro, hacia el lado que abre la puerta, Si el muro esté terminado, con su cara definitiva, el carpintero tiene en esa cara un plano cémodo para guiarse. En caso contrario, en que el muro esta en bruto y va a recibir con posterioridad un revoque o estuco, es necesario que el carpintero determine el plano vertical que tendrd en definitiva. Ha de proceder enton- ces como lo haria en un comienzo el estucador, ” en cuanto a ubicar un plano vertical —la futura a del muro—, paralelo a su eje y que, con una minima carga de estuco, sea capaz, de con- tener todas las imperfecciones de la obra gruesa. La determinacién de este plano se veri en detalle en el Cap. xv. Digamos ahora que basta con considerar un tramo de muro y rodearlo en sus cuatro bordes con una lienza (Figura 36) sostenida en cuatro clavos de 3 6 de 4"", uno en. cada esquina. La distancia de la lienza al muro indica el espesor del futuro revoque, mante- niendo con el hilo a plomo la verticalidad de las que sefialan los extremos del tramo. Aproximando las piernas del marco a la lien- za horizontal inferior y aplomando las jambas con la ayuda del cateto (pag. 1.77) se obtiene la posicién vertical de este elemento. 19. Antes, debis resolverse el problema de su altura, en relacién con el nivel del piso terminado. Para ello es necesario sefialar con un trazo en ambos costados del marco la altura que ha de coincidir con la linea a nivel, esa que va a 1 m del piso terminado (Figura 37). Si la hoja de la puerta es de 210 em de alto, debe marcarse ese Ofavec be — + t FIGURA 37. La altura del marco se establece de acuerdo ‘la linea de nivel del muro, marcando previamente en las jambas los puntos que han de coincidir. Presentando el ‘marco, conviene clavarle un suple en cada pierna, para que descanse en la base del pavimento. Luego se com- prueba con el nivel de burbuja la direccién horizontal del dimtel CURSO DE ED ‘a I (al —L - 40a no + 70 + : a Some St FIGURA 38. Perfiles mas corrientes para marcos metali cos de puertas, con sus medidas. En primer término, se ve un tipo de pata mévil para unirlo a la albafileria. Luego una bisagra soldada por el lado interior del marco, un cerradero, en que encaja el pestillo de la cerradura y una pata soldada, punto a una distancia de 110 em desde el dintel. medido en el interior del rebaje. Conviene cla- var un suple en el extremo inferior de cada jamba, después de comprobar su altura, para que el marco pueda apoyarse en la base del piso, mientras dura el proceso de fijacién én de lo obrado, se aplica 1.142) en la cara Como comprob: el nivel de burbuja (pag. inferior del dintel Terminada la ubicacién del marco, se sostie- ne en su lugar con las trabas necesarias de listones, para recibir el mortero que rellene el hueco de las patas, hasta que fragite MARCOS METALICOS 20. Los mas usados son de chapa de acero de 1,0 a 1,2 mm de espesor, doblados en frio por el sistema continuo (parr. 1x. 19). Los hay de variadas medidas y formas (Figura 38), para puertas de 2”” y de 1,5°” de espesor El marco va soldado en sus esquinas y debe llevar, como el de madera, una traba metdlica enssu parte inferior, unida provisoriamente con un punto de soldadura Es necesario dejar en su sitio a las bisagras, con una de sus palas o placas soldadas al mar- co, lo que se hace por su cara interior, introdu- ciéndola por una ranura a propésito, como se ve en el dibujo. Asimismo, llevan a veces sol- dada una cajita para alojar el pestillo de la cerradura 0 la placa especial de ella, Hamada cerradero, que veremos mas adelante. En general, el marco metilico tiene el incon- veniente de ser muy sonoro, al producirse en su contra el choque de la puerta al cerrar. Defecto que puede aminorarse con cintas especiales de goma. 21. Van unidos a los muros de albafileria por medio de patas soldadas, 0 por medio de un fleje movil de forma especial, como el primero de la figura, que se ajusta al alto de la hilada que convenga. ste fleje movil es muy apropiado para el sistema de colocar el marco en obra antes de erigir la albanilerfa (parr. 1. 52), puesto que se puede hacer coincidir siempre con un tendel, la altura que corresponda. El método, ilustrado en la Figura 1.174 —que es muy recomendable y de empleo ba tante frecuente en la actualidad— se presta precisamente cuando los marcos son metili- cos, porque no los afecta la humedad de la mezcla, como a la madera, y pueden quedar llenos de mortero, a medida que avanza la albaiileria. Precaucién que tiene la doble ven- taja de preservar la cara interior del marco de la oxidacién y aminorar su sonoridad Cap. XIN PUERTAS Y VENTANAS at PILASTRAS 22. Damos nosotros este nombre a la moldu- ra que rodea el marco de puertas y ventanas, con el objeto de cubrir la junta entre éste y el muro (Figura 39) Se hace necesario un elemento cubrejunta como éste cuando los marcos son de madera, debido a la imposibilidad de unir materiales tan diversos (madera y mortero; madera y ladri- Ilo). En efecto, las contracciones y cambios volumétricos de la madera, mayores que los del mortero y el ladrillo, producen siempre una separacién entre el marco y el muro, que la pilastra trata de aminorar u ocultar. En sus esquinas superiores, la moldura debe ser unida a 45°, para lo que se hace indispensa- ble disponer de una caja de ingletes (pag. 1.82), que permite realizar este corte con exac- titud. La caja de ingletes es facil de construir y su preparacién se justifica cuando son varias las uniones a realizar. Para el corte mismo de la moldura se emplea el serrucho de costilla. Al pie de la pilastra suele ir una pieza de madera especial, llamada plinto, que aparenta formar una base de ella y resuelve el encuentro de la moldura vertical con el guardapolvo. Ca FIGURA 39. Nosotros llamamos pilastra a la moldura que rodea al marco de puertas y ventanas, y que cubre la junta entre éste y el muro. La pieza de madera que va al pie, simulando una base, que resuelve el encuentro de la pilastra con el guardapolvo, se llama plinto (ver Fig. 41), 23. La pilastra no se hace coincidir con el borde del marco, puesto que dejaria una junta entre los dos maderos, en un mismo plano, que aparece como un defecto (Figura 40.A). En este caso —como en otros similares— se pre- fiere desplazar un poco la pilastra, dejando visible un borde del marco, a fin de formar un pequefo rinc6n, que disimula la unién (letra B) VOCABULARIO 1 CELOSIA, Hasta aqui hemos visto las lamadas vigas de celosia (pags. 1.25 y 2.210) 0 de alma abierta. Sin ‘embargo, un significado mas directo de esta palabra se refiere aun tipo de persianas, con tablillas 0 cintas ‘metilicas colocadas en posicidn oblicua, que regulan Iaentrada de la luz en ventanas y puertas. Pueden set fijas o movibles. (Elorigen de esta palabra es curios: Proviene de celoso y seg la definicién de la Acad, designa al “enrejado de Tistoncllos de madera 0 metlicns que se pone en las vena fas de los edificios, para que las personas que estén en lo ACABADO. Se llama ast a la tltima labor de la cual depende el aspecto definitivo de un objeto la preci sidn de una pieza mecénica | Las normas describen «1 menudo el acabado que de. ‘ben cumplir diversos materiales, cuando se presentan terminados o listos para ser usados. En un edificio el | acabado de una ventana puede ser la pintura; sies de aluminio, puede ser el anodizado, o aumento de una pelicula protectora; en un pavimento de madera, el pulido y encerado, etc JAMBA. Vimos esta palabra en la pig. 1.167 designan- do los costados de los vanos de puertas y ventana, No obstante, e primer significado de jamba se refiere alas piezas de los costados de! marco de una puerta 0 ventana, Se llama jambaje al conjunto de las dos Jjambas yel dintel, que conforman ese marco o cerco. TRABA. Conocemos ya dos significados de esta voz (pig. 1.87): como endentado entre los larillos y el trincado de un serrucho, ‘Ahora, llamando asf al listn que mantiene la distan- cia entre las piemas de un marco de puerta, se la cemplea en su significado mds corriente, que es para designar en general al elemento con que se sujeta 0 ‘une una cosa, como las ligaduras con que se atan las ppatas de un caballo, CURSO DE EDIFICACION BISAGRAS eliel} elles | Ee VAIVEN DESIMPLE ACCION _vaivEN DE OOBLE ACCION (© Elementos para product giro en torno aun ee en puertas, ventana. tapas de cas et, para abitlas y ceraras. Se com: pponen de dos chapas metilicas, Hamadas palas, una para ser atomillada la hoja de la pera ventana y la otra para ser fijada al marco, unidas ambas por un eje comin o pasador Enlas plas evan agujeros con el horde aellanado obsela- o, para dar cabida a tornills de cabeza plana o perdi que no eben sobresalt. Es conveniente, no obstante, que al cerra las bisagras los agujers estén alternados, para que 1s tomillos no topen sus cabeza, precaucion que no siempre se cumple Se fabrican de aero y de bronce, con acabados muy varia- sos, como acer pulido, bronceado,cadmiado,niguelado, bron ce pido, niguel opaco, oF0 viejo. ete © Las variedades que se ven en la figura son: 1, Bisagras corrientes, Se midenabiertas Pucden ser cuadradas orectang: lares, con el mayor largo en e sentido del pasador. 2. Bisagras ppomeles. Con el pasadorremovible, para desarmarla con fai dad, sin sacar los tomilos. 3, Bisagras de palasfargas. Rectan _ulares. con 1 mayor largo en sentido opuesto al pasador. con ‘una © Jas dos pals dobladas en ingulo, 4, De palasdesiguates Lade mayor tamafo se llama también en Ty se utiliza paracolgar pueras pesadas. §. Bisagras en H. Con el pasado mis corto que las palas, que puede quedar sobresaliente de la puerta y del te ° ° ] 8 ee es (© GON ARANDELAS - DECLAVIUA Me marco, para que la hoja se distancie del marc al abrir. 6. Para _mucbes de cocina, Tiene cieno espesor. con bordes redondea- os, para poner sobrepuesta. Puede ser Fundidas 0 estampadas 7. De vaivén, de simple accion. Posee un tubo con resore, que hace volver lao de la puerta hacia una posicin. 8. De save, de dobleaccm. Con do sistemas de tesortes, que permiten ala ‘puerta abrir para ambos lads y volver a su posicin intermedia Los resoes se rensangirando un anillo en el extreme dyad pasador. 9. De piano. Para colocar a todo lo largo de la hoja que sc abr. Se venden de largo deseado, por metos. 10, De clavja Con plas pariales desplazadas lo argo del pasador, que puede extraerse para retrar la puerta, como la pomeles. 11 Con aran: delas de friccin. Tienenente cada anil, rodeando el pasador, tuna arandela que favorece el giro de ambas palas. 12. De exten: si6n 0 quicio de extension. Con brazos metiicos artculados. para colocar en el borde inferior de una hoja de ventana, pr ‘iénose al abila una dablertacin en torno a dos ees vertcs Jes. Ello produce una separacion ene la hoja de la ventana y el ‘marco, para mejorar a ctculaci del aie, ala ver de petit limpieza exterior de las ventanas en pisos altos Las bisagas se especificanindicando el tipo, el material acahado, sus dimensiones —con las pals abiertas si son iguales.. ‘ocada una separadamente, si desguales—y elespesor de apa RE EEE FIGURA 40. Ubicacién de la pilastra en relacién al marco. A. Se evita ponerlaen el mismo plano, como se ve aqui, ya que cualquiera irregularidad aparece como un defecto, B. Un ligero desplazamiento, dejando visible un borde del marco, forma un pequefio rincén, que disimula la unién, Los maestros aman erréneamente plinto a este borde (figura siguiente). ‘Aqui cabe una aclaracin. Es muy frecuente entre los maestros cemplear la palabra plinto para refrine a este borde del marco que «queda a la vista, con el desplazamiento dela pilatra. Laman de la misma manera ottos pequetos rebordes por cambios de plano en un En realidad se lama plintoaalgo muy diferente, como es a base de una columna (Figura 41), que tiene aparentemente poca relacion com este borde sobresaliente. Por extensin, se nombra también asi, ‘como acabamos de ver, a pieza que vaal pie de la pilastra debido & que simula ser su base {Como se Heg6 a usar esta palabraen algo tan ajeno? Observemos ‘que en una columna de seccién cuadrada o rectangular, su base, de ‘mayor tamafo, sobresale un tanto de los paramentos. Es posible que se haya comenzadoadar este nombre la zarpao reborde sobresalien- que acu la presencia del pinto, y después se haya extendido su so —por cierto equivocadamente— a otros rebordes parecidos 24. La otra juntura entre el muro y el borde posterior del marco se resuelve de varias mane- ras, segun sea la calidad de las terminaciones (Figura 42). En el primer caso, el revoque del muro llega simplemente hasta el marco, produ- ciéndose luego, como se ha dicho, una separa- cién entre ambos materiales. En el caso 2 se agrega un junquillo, que va clavado al marco y permite la contraccién del revoque bajo él, de manera menos notoria. Solucién de regular aspecto, ya que la moldura, que se coloca des- pués del estuco, no siempre queda perfecta- mente recta. La terminacién 3 consiste en prac- ticar un pequefio rebaje en el marco, para alojar el estuco. El rebaje puede ser un poco mayor que dicho espesor (caso 4), forméndose alli una especie de ranura, que no deja ver la juntu- ra entre ambos materiales. Las tiltimas formas de resolver el problema, requieren de mayor exactitud en la ubicacién del marco y los plomos del estuco, para que las aristas resultantes se vean limpias y rectas. 25. En marcos metilicos no es necesaria la pilastra, ya que en este caso es dable lograr una buena unién con la albaiiileria. Cuando estan en el mismo plomo del estuco, se deja una ranura o canaladura entre ambos, para separar los materiales, que sin duda recibiran acabados diversos. COLOCACION DE LAS PUERTAS. 26. Como primer paso de este trabajo, el carpintero necesita avenir la hoja de la puerta al espacio libre del marco, esto es, reducir sus cantos o bordes, hasta que la hoja calce bien en el rebaje de este ultimo. Se deja una pequefia huelga entre ambos, de 1 a 2 mm, teniendo en cuenta que entre el verano y el invierno se producen —en unas maderas mas que en otras— notorios cambios de volumen. En su FIGURA 41. El verdadero significado de plinto se refie- re a la base de una columna. En aquéllas de seccién cuadrada o rectangular, es posible que se comenzara a amar asf al resalte de la base, que corresponde al plinto y después se haya generalizado erréneamente la aplicacién de este nombre a cualquier reborde o resalte, CURSO DE EDIFICACION joscadalieramente cOnica y el ilete -que conforma esa rosca— con borde cortante. para que avancenen la madera, ayudados por la presivn del destor nillador. Se les Hania por eso tornillos de rosea golosa Se fabrican de avero. de bronce. de bronce:silicio, de cero inoxidable, de aluminio, ete. El procedimiento jenza al cortarel alambre en pequeios tr070s (letra A de la Figura 1). Luego la misma miquina le da forma sla cabeza, asestindole un golpe en la direcciin de su eje mientras el troo de alambre es sostenido en una mord zamatriz. (B). Como tercera operacisn, una pequena sierra circular le practica la ranura de la cabeza (C). Por Ultimo, unos ““dedos” mecinicos colocan al futuro torn Ho.en un mandrit giratorio (D), de modo que un instru- mento afilado, que avanza horizontalmente, talla el ti- fete © Tienen la par El producto terminado se ve en la Figura 2. Eltornillo mas comdn es el de cabeza plana o perdida (A). Después tenemos el de cabeza redonda (B) y el de gota de sebo (C), El de cabeza fresada o con ranura recta (D) y el de ranura eruciforme o tornillo Philips (E) © La longirud de los tornillos, que se mide desde et ddidmetro maximo de su cabeza. como se ve en la Figura mm) y 6 fa hasta 1", en 2, se expresa en pulgadas, entre “4” (6, «asa, mm). Varia en octavos de pul TORNILLOS PARA MADERA ccuartos de pulgada hasta 3 las hasta 5 2 yen medias pul @) 2. & A B. c + El didimetro o calibre del alambre de donde proviene: ‘que permanece sin variaciones entre la eabera y la parte roscada, se expresa en niimerosde 1a 30. segainel calibre ASG (American Screw Gauge). cuya vorrespondencia en rilimetros es como sigue: Calibre - mm — Calibre - mm Calibre - mm 118 1 5.15 2. kay 2-204 12-548 22-882 3-247 1B. S81 RB. 9.16 4-281 61s. 949 $- 314 15-648 25. 9.82 6-347 16-682 26 - 10.16 7-381 W275 27-1049 8.44 Ik = 74828 - 10.83 9. 448 19-782 29-1116 10-481 20 - 81S 30 - 11.50 El didmetro maximo de la cabeza del tornillo es por lo ‘comin igual al doble de su calibre. lo que conviene tener cen cuenta al especificarlo. Se indica para ello el material la forma de la cabeza, la longitud y el calibre (Pueden verse “Tomillos para chaps metalic doscomo tmnilosroscalata, en pi. 57 del Ma Obra) I para Jefese borde inferior, la huelga es un poco mayor (ver parr. 53). [Los cambios de volumen son pequefis enelalerce, medianos en rally mayore en otras maderas. Dependen en gran pare del grado ‘radial atac ala madera en un dngulo casi recto y tiene un solo extremo con filo, por lo que debe girar con mayor Velocidad. El oto extremo reproduce aproximadamente cL misino peril, para equilibrar su peso a ambos lados del frbol. Los cuchills tangenciales, que deben ser iguales, actian en un dngulo menor y duplican las veces que pasan contra la madera, Los cuchillos se confeccionan desde una pletina de ‘acero de muy buena calidad. Ocasionalmente sirven, por ejemplo, las hojas de un paquete de resortes, En primer término debe quitérsle el temple (calentando y dejando cenfriar muy lentamente) para que pierda su dureza y MAQUINA MOLDURERA O “TUPI” permita darle la forma requerida. Terminada esta prepa: racidn, se vuelve a templar (calentando y enfriando brus- ccamente), en una operacién especializada, que requiere de gran experiencia © Esta es una méquina bastante peligrosa, tal vez la de mayor riesgo en el trabajo de la madera, por lo que deben cextremarse las precauciones para las personas que la ‘operan. Por ejemplo, la fijaci6n de los cuchillos al érbol, debe ser absolutamente segura, por medio de muescas aque encajen en él, ademas de los pernos. Debe asimismo disminuirse la exposicién de los cuchillos lo estrictamen- te indispensable para que pase la madera, manteniendo ccerrados sus otros costados y su parte superior. Cuando se trabaja con trozos pequefios de madera, como en la owas as PonTacueMLLos fabricacién de ciertas tablillas para persianas, conviene eencajarlos en un hueco de igual tamaio, practicado en el borde de un madero més grande, y operar cone! segundo, cde manera que cubra completamente al més pequeit. © A veces se emplea la tupf combinada con otras maqui nas, Por ejemplo, para preparar una tabla machihembr dda en una sola operacién (5) se hace pasar en primer término por una cepilladora (pérr. u. 11.3) y luego entre dos trompos, uno de los cuales le conforma la ranura en uno de sus bordes, mientras el otro le forma la lengeta

Potrebbero piacerti anche