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Boletín

Gestión colectiva de la forestería: bases de la gobernabilidad comunitaria 1

de Políticas Septiembre 2009


Edición No. 1

CONTENIDO

2 Contexto
6 Hacia una gestión
exitosa de la FC
8 Territorialidad: recreación
del sujeto político de
identidad colectiva
9 Institucionalidad: una
Gestión colectiva de 11
gestión intercultural
Cultura económica sistémica
la forestería: bases 13 Cadena de producción
de la gobernabilidad forestal

comunitaria 14 Gestión del Conocimiento


15 Literatura de referencia
2 Boletín de Políticas

Gestión colectiva
de la forestería:
bases de la
gobernabilidad
comunitaria1
1. Seguridad territorial y autodeterminación

2. Recreación de las instituciones de manejo tradicional


y administración del territorio
La abundancia de los recursos forestales en los territo-
3. Planificación de los usos del territorio, ordenamien- rios indígenas ha acentuado la presión de la industria
to y zonificación histórica maderera sobre la explotación y comercialización de los
mismos. Con ello se han incrementado los conflictos
entre las comunidades autóctonas, asi como con las
Contexto poblaciones de inmigrantes mestizos que buscan tierras
para el desarrollo de la agricultura en una primera etapa
Los actuales esfuerzos de las autoridades de gobierno de uso y para la expansión de la práctica de la ganade-
y de la cooperación internacional están orientándose a ría en un etapa ulterior. De acuerdo con el informe de
fortalecer las capacidades comunitarias de manejo de GFA-Terra System y GTZ (2008), entre 1999 y 2005 el
los recursos forestales en las regiones autónomas de cambio en el uso del suelo afectó a 353,519 hectáreas en
Nicaragua. Esto representa un esfuerzo sin precedentes la RAAN, lo cual ha representando una pérdida del 2.6%
en la inversión de capacidades técnicas, tecnológicas y de la cobertura vegetal boscosa de la región.
financieras.
En el año 2002 se aprobó la Ley 4452, un instrumento
Las iniciativas intersectoriales de forestería comuni- normativo para demarcar y titular los territorios indíge-
taria (FC) intentan mejorar las capacidades de aprove- nas y étnicos en las regiones autónomas, estableciendo
chamiento sostenible de los recursos del bosque. Las las bases para la administración de los territorios y
tendencias de los recursos forestales en Nicaragua evi- los recursos naturales por parte de las comunidades.
dencian un acelerado deterioro de la cobertura forestal, Esta ley reconoce la legalidad de la institucionalidad
especialmente en las regiones autónomas de la costa tradicional y los mecanismos mediante los cuales las
Caribe. comunidades mantienen, en el marco de sus costumbres
y tradiciones, los procesos de elección de sus autoridades
Más del 70% de los bosques existentes en el país se ubican y representantes, así como el funcionamiento de sus
en las regiones autónomas de la costa Caribe (Thorslund, organizaciones endógenas.
2003), en territorios históricamente demandados y de-
fendidos por los pueblos indígenas y afro-descendientes, Desde el año 1987 y con base en el “Estatuto de Autonomía
con énfasis en la Región Autónoma del Atlántico Norte de las Regiones de la Costa Atlántica de Nicaragua”, se
(RAAN), donde los bosques representan el 42% de la han hecho importantes esfuerzos por demarcar y titular
cobertura boscosa del país.

2 
Se trata de la “Ley del Régimen de la Propiedad Comunal de los Pueblos
Indígenas y Comunidades Étnicas de las Regiones Autónomas de las Costa
1 
Escrito por Jadder Mendoza-Lewis. Atlántica de Nicaragua y de los Ríos Bocay, Coco, Indio y Maíz”.
Gestión colectiva de la forestería: bases de la gobernabilidad comunitaria 3

territorios en dichas regiones3. Sin embargo, los avances •• Proyecto Forestal de Nicaragua Sociedad Anónima
en la recreación de la instituciones endógenas de gestión (PROFONICSA). Fue promovido con el interés de
comunitaria territorial han sido muy pocos. Al mismo establecer el aprovechamiento forestal en el sector
tiempo, se ha evidenciado una complejidad política que de Kukalaya y generar opciones de empleo.
pone en riesgo los fundamentos consuetudinarios co-
munitarios para el manejo de los recursos naturales y la •• Corporación Forestal del Pueblo (CORFOP). Fue
administración del territorio bajo los principios de auto- creada por el gobierno de Nicaragua a mediados de la
determinación y consentimiento libre previo informado. década de los 80’s del siglo XX. La participación plena
y efectiva de las comunidades fue limitada o nula,
Es necesario establecer como premisa que los derechos con una ausencia de mecanismos que facilitaran el
territoriales de las comunidades de la costa Caribe, así desarrollo forestal de las comunidades indígenas y
como sus derechos políticos de autogobierno han sido étnicas de la costa atlántica.
aceptados por Nicaragua antes de la incorporación o
anexión de la Moskitia en 1864. Todos ellos han sido La voluntad política de Nicaragua de negarse a actuar
objeto de acuerdos internacionales entre Nicaragua e e implementar el ejercicio de los derechos territoriales
Inglaterra en 1864, 1894 y 1905. También han recibido comunitarios, así como el uso, goce y disfrute de los
el reconocimiento constitucional por parte del estado recursos naturales por parte de las comunidades, tuvo
nicaragüense en 1987, cuando se legalizó la autonomía una de sus mayores expresiones en la concesión para
y se creó el mandato constitucional que dio lugar a la la explotación forestal de 62,000 hectáreas otorgadas
Ley 445. por el Ministerio del Ambiente y los Recursos Naturales
(MARENA) a la empresa coreana
La falta de voluntad política del estado nicaragüense para SOLCARSA a inicios de los 90’s.
reconocer e implementar los derechos de usufructo, uso, Esta concesión, amparada en
goce y disfrute de las aguas, mares y tierras por parte de la concepción de las tierras
las comunidades, ha quedado en evidencia a lo largo de la
historia. El estado ha mantenido relaciones comerciales
con transnacionales madereras, sobre todo después
del proceso de titulación Harrison-Altamirano en
1905. Pero también ha impulsado proyectos na-
cionales orientados a legitimar las políti-
cas de nacionalización de tierras y el
control de los recursos forestales.
Entre tales programas figuran
los siguientes:

•• Proyecto Forestal del Noreste (PFNE).


Administrado por el Instituto de
Fomento Nacional (INFONAC) y
contando con el financiamiento de la
FAO, impulsó la reforestación de pinares
en zonas comunitarias, con poco o ningún
acuerdo sobre derechos territoriales. Creó
una alta oferta de empleos en acciones de
reforestación y manejo de plantaciones.

3 
La costa Caribe de Nicaragua se subdivide en dos regiones: la RAAN,
a la que ya se ha hecho referencia aquí, y la RAAS (Región Autónoma del
Atlántico Sur).
4 Boletín de Políticas

torios ejercen un efecto directo sobre las estructuras de


gobierno comunal, puesto que son creados y empujados
mediante mecanismos de toma de decisiones para los
cuales los actores comunitarios no están preparados.
Actualmente son palpables las divisiones y contradic-
ciones internas que se producen en la elección de sus
representantes y en los procesos de consentimiento
libre previamente informado para la toma de decisiones.

La gestión del proceso de demarcación por parte de


sectores políticos está afectando severamente la visión

Foto por: Masangni


endógena de desarrollo de las comunidades, y la creación
de territorios en bloques, sin una madurez de las orga-
nizaciones e instituciones tradicionales, está poniendo
en riesgo los mecanismos tradicionales de manejo de
los recursos naturales y tierras. Hay que destacar que
los modelos de territorios en bloques pueden obedecer
estatales, violentó la Constitución de la República y la a diversos intereses. Entre estos destacan:
ley de autonomía.
1. Los intereses de manejo con enfoque participativo
Después de la aprobación de la Ley 445 y su publicación de áreas protegidas, que se articulan desde modelos
a inicios del 2003, se han acentuado las demandas de de organizaciones indígenas en bloques. Este es el
titulación de las tierras reclamadas por las comunida- caso de la Reserva Bosawas y también de Tawira
des. En la actualidad, este es el talón de Aquiles en la para la Reserva Cayos Miskitus.
agenda de los gobiernos regionales autónomos, quienes
enfrentan, por un lado, la concepción de la titulación 2. Otras iniciativas más recientes de bloques pueden
basada en criterios agrarios del espacio físico y, por otro, obedecer a los intereses de otros actores sociales:
la visión de la comunidades enfocada en la revitalización
de sus propios modelos de gobernabilidad, basados en •• Desde la CONADETI se plantea que los bloques
sus costumbres y tradiciones. En este sentido, la región facilitan en un mediano plazo la titulación de
del Caribe sirve de escenario a los conflictos entre los los territorios indígenas y afrodescedientes, así
diferentes actores institucionales que ponen en riesgo el como el establecimiento de acuerdos entre las
ejercicio de la autodeterminación, y a las críticas sobre comunidades.
las concesiones de derechos para el aprovechamiento de
recursos naturales, sin mecanismos idóneos de consulta •• Algunos sectores políticos persiguen consolidar
que aseguren un pleno consentimiento libre por parte sus respectivas circunscripciones electorales a
de las comunidades. Entre los casos más destacados través del enfoque de bloque. De esta manera
figuran los modelos de empresas para aprovechar los pretenden innovar un modelo para elegir a sus
bosques y las concesiones para las exploraciones mineras representantes, que sea adecuado a la cultura de
e hidrocarburos. los pueblos indígenas y comunidades étnicas.

El proceso actual de demarcación y titulación representa, •• Otros grupos visualizan la oportunidad de tener
desde la visión de las comunidades, una amenaza para espacios donde declarar tierras nacionales del
la dinámica política endógena, como consecuencia de Estado.
las transformaciones geopolíticas del espacio físico y
poblacional de los nuevos territorios4. Estos nuevos terri-
ocurre en Prinzu, donde el bloque de Layasiksa, después de haber hecho su
diagnóstico, demandaba una titulación fuera del territorio Prinzu Awala.
4 
En la RAAN el proceso de demarcación se ha organizado por bloques, Otro caso relevante es el de la comunidad de Tuara. Aun cuando esta
conformados por varias comunidades, o por sub-bloques. Por citar algu- última inició su auto-diagnóstico y se encuentra en la fase de mediación
nos casos: Wanki Tui se asocia actualmente al bloque de Tasba Raya, en un con vecinos, las autoridades presionan para que se integre a los territoios
proceso donde no hay evidencias de un consentimiento libre. Igual cosa de las 10 comunidades o Tawira.
Gestión colectiva de la forestería: bases de la gobernabilidad comunitaria 5

•• Los territorios creados son del interés de algu- gia regional forestal a las características de cada munici-
nos sectores políticos que aspiran a obtener el pio de la RAAN, a fin de armonizarla con las agendas de
dominio de los recursos naturales, especialmen- desarrollo municipal y con el Plan Regional de Desarrollo.
te los forestales, mineros, petrolero e hídricos. No obstante, este esfuerzo no generó los frutos espe-
rados debido a que el CCF se concentra sus acciones
En la RAAN, el proceso de descentralización del sector en Bilwi y cuenta solamente con la participación de las
forestal se concentró desde inicios del 2002 en consolidar organizaciones establecidas en la cabecera regional.
las capacidades instaladas. Lo hizo mediante un cuerpo
colegiado llamado Comité Consultivo Forestal (CCF), En la actualidad, las principales acciones del sector fo-
que nació a la par de la formulación de la Estrategia restal en las políticas e instituciones del Estado han
Regional de Desarrollo Forestal. El CCF fue la instan- concentrado importantes recursos técnicos y financieros
cia asesora de la Comisión de Recursos Naturales y el en el fortalecimiento de las capacidades de las comu-
Ambiente. Brindaba recomendaciones técnicas para la nidades dueñas de bosques, así como en el manejo y
toma de decisiones vinculadas a los Planes Generales aprovechamiento comercial que tiene como plataforma
de Manejo (PGM) y a los procesos administrativos que el desarrollo de empresas comunitarias. Las distintas ex-
el INAFOR establecía donde se evidenciaban casos de periencias evidencian que se ha adoptado como modelo
aprovechamiento ilegal. organizacional el perfil de Cooperativa de Producción
con Responsabilidad Limitada.
Fue en el año 2005, a raíz de la Ley de Emergencia
Económica que estableció una veda al sector forestal, La organización de empresas bajo la figura de coopera-
cuando el CCF brindó sus mayores aportes para lograr tivas no ha tenido el éxito esperado por los dueños de
condiciones favorables para la dinámica forestal en la bosques, según las opiniones de diferentes representan-
RAAN. Basándose en la estrategia regional del sector, sus tes de tales organizaciones.
propósitos fueron dos: (a) asegurar los usos tradicionales
domésticos y comerciales que las comunidades hacen de Hasta la fecha, se ha hecho una fuerte inversión en
sus recursos forestales; y (b) proteger el aprovechamien- equipamiento con aserríos portátiles para mejorar la
to forestal en áreas y especies donde habían acuerdos calidad de la madera comercial. Este proceso se aceleró
previos con el sector privado, así como evidenciar que después del huracán Félix, en septiembre del 2007, a
en la región no se tiene la capacidad tecnológica para fin de aprovechar los árboles caídos un una superficie
lograr la tercera transformación de todos los volúmenes superior a las 500,000 de hectáreas5. Con recursos pro-
acordados en PGM y sus respectivos Planes Operativos venientes tanto del gobierno como de las agencias de
Anuales (POA). cooperación internacional, se ha facilitado el desarrollo

En el 2005, el acompañamiento del 5 


El informe de FAO e INAFOR (2007) estima un daño severo cuando el
CCF al Consejo Regional Autónomo número de los árboles tumbados es superior al 75%.

Foto por: Masangni


facilitó una adecuación de la estrate-
6 Boletín de Políticas

de Planes de Aprovechamiento Forestal (PAF6) y la do- 5. Las mismas cooperativas y otros modelos de empre-
tación de herramientas. sas comunitarias tienen severas dificultades para
aperturar cuentas bancarias, dado que los requi-
También se han señalado dificultades al nivel regional sitos son numerosos y carecen de los documentos
para el aprovechamiento de los PAF, especialmente de necesarios.
carácter técnico, administrativo y financiero. Una de
ellas es la inaccesibilidad de las zonas afectadas donde Actualmente el proceso de forestería comunitaria en
hay altos volúmenes de árboles de especies de interés la RAAN se focaliza de manera paralela en una agenda
comercial. Esto es mas evidente en la cuenca alta del política comunitaria que, por un lado, está vigilando el
Río Wawa. Por otro lado, los trámites administrativos reconocimiento de sus derechos territoriales reconoci-
para un aprovechamiento apegado a los procedimientos dos por el proceso de titulación y, por otro lado, trata
son costosos, porque deben coordinar permisos con al de aprovechar los recursos forestales afectados por el
menos tres instancias: alcaldías municipales, Consejo huracán Félix en una organización para emprendimiento.
Regional e INAFOR. En las dos primeras instancias
se ha señalado la existencia de una fuerte mediación
e influencia de carácter político partidario que tiene Hacia una gestión
efectos muy negativos de cara a lograr un proceso ágil, exitosa de la FC
eficiente y eficaz.
Las comunidades de la RAAN dueñas de territorios con
Entre los más importantes vacíos que dificultan el éxito bosques poseen un conjunto de particularidades que
de las empresas destacan los siguientes7: expresan claramente sus desafíos de gobernabilidad
como un proceso de autodeterminación. Entre dichas
1. El trámite de registro de los aserríos en la muni- particularidades destacan:
cipalidad y en el INAFOR es muy costoso y lento.
a. Los municipios de Prinzapolka y Waspam, con ma-
2. El costo de operación y mantenimiento de los ase- yoría de población indígena, figuran entre los 10
rríos requiere disponer de liquidez monetaria, la municipios más pobres del país (World Bank, 2008).
cual no tienen las empresas. Poseen, además, una alta tasa de deforestación aso-
ciada a inmigraciones de colonos que primeramente
3. Hay intereses de intermediarios que gozan de jerar- comercializan el bosque y después transforman di-
quía y poder político y que regulan los precios y difi- chos suelos en zonas agropecuarias.
cultan el acceso de las comunidades para establecer
nuevos espacios y canales comerciales con mejores b. En la RAAN se encuentra la mayor superficie boscosa
opciones de precios. bajo Planes Generales de Manejo8. Hasta antes del
huracán Félix, era propiedad de empresas privadas
4. Las opciones y oportunidades de crédito son limita- que, en el mejor de los casos, establecían acuerdos
das y los recursos financieros a los que normalmente comerciales de derechos extractivos con las comu-
se tiene acceso son donaciones y pocas veces es nidades.
posible incidir en la priorización de las inversiones.
c. Acentuados conflictos por la tierra entre las po-
blaciones mestizas y las comunidades miskitas
principalmente. Esta situación es muy visible en
6  Prinzapolka y en el sector de la Reserva de Bosawas,
Los PAF son los instrumentos de planificación para el aprovechamiento
de los árboles de interés comercial que fueron tumbados por el huracán Fe- en los municipios de Bonanza y Waspam. En estas
lix. Estos árboles se aprovecharon inicialmente para la reconstrucción de
viviendas en las comunidades afectadas, mientras en una segunda etapa se
autorizó su explotación con fines comerciales. 8 
De acuerdo con cifras de ORNF/SIRCOF/INAFOR (2008), en el período
7 
Información obtenida en talleres de discusión efectuados en Bilwi, Was- 2000-2007 Nicaragua tenía 124,032.16 hectáreas bajo PGM. De ellas,
pam y Tasba Raya, así como en entrevistas con representantes comunita- 75,097.84 hectáreas corresponden a la RAAN y están situadas principal-
rios del sector de Layasiksa, Llano sur y Tasba Pri. mente en el municipio de Prinzapolka.
Gestión colectiva de la forestería: bases de la gobernabilidad comunitaria 7

zonas geográficas, los informes de avance de la de- misma la institucionalidad interna de las comunidades
forestación son los más preocupantes de la región, para manejar los recursos territoriales en consonancia
siendo superados solamente por los de Siuna. con sus respectivos estilos de vida.

d. Conflictos a lo interno de las comunidades por el Figura 1: Articulación sistémica de la gestión de la forestería
ejercicio de sus derechos de gobernabilidad bajo comunitaria en la RAAN.
principios de consenso. Estos conflictos son alimen-
tados por los partidos políticos y por las condiciones
de desconfianza ante la falta de respeto que han
mostrado las autoridades regionales de certificar
a las autoridades comunitarias elegidas de forma
Economía
legítima conforme a los artículos del 4 al 8 de la comunitaria
Ley 445. También contribuye a la gestación de los
conflictos intracomunitarios la falta de mecanismos
de transparencia en el manejo de los recursos finan- Manejo
cieros que se derivan tanto de los acuerdos de explo- territorial y de
tación forestal con terceros, como de las partidas que los recursos
entrega el Ministerio de Hacienda. Ambos recursos naturales
corresponden al 25% de los impuestos recaudados
por explotación de recursos naturales.

Partiendo de los cuatro problemas centrales que vienen Gobernabilidad


de ser identificados, se ha propuesto un conjunto de comunitaria y
recomendaciones que aporten a la recreación de las re- territorial
laciones de gobernabilidad interna en las comunidades
y en sus territorios. Estas propuestas constituyen el
eje central del presente boletín y se les ha denominado
Ejes articuladores de la forestería comunitaria en
la RAAN. La Figura 1 ofrece una visión macro de este
proceso y refleja también la complejidad sistémica del
planteamiento para un aprovechamiento sustentable
del bosque. Otro componente central de la propuesta es el manejo
territorial y de los recursos naturales, un proceso
Desde la macro-perspectiva, los procesos de forestería en el cual las comunidades asocian su estilo de vida a
comunitaria en la RAAN tienen al menos tres compo- una cultura ecológica que da lugar a sus negociaciones
nentes articuladores y su dinamismo brinda un escenario internas y a los modelos de las organizaciones e insti-
equilibrado de oportunidades para mejorar las condi- tuciones que mantienen el control y regulan el acceso a
ciones de vida de las comunidades que son dueñas de los recursos naturales y la utilización del espacio físico.
bosques. En primer lugar, demandan el respeto pleno del Esto, a su vez, establece condiciones naturales históri-
ejercicio de los derechos históricos de gobernabilidad cas de reparto de los beneficios colectivos para la vida
de las comunidades, es decir, que desde las diferentes
instituciones formales del Estado se reconozcan y res-
en la unidad nacional; dotarse de sus propias formas de organización
peten los derechos de la autonomía comunitaria. Esta social y administrar sus asuntos locales conforme a sus tradiciones. El
última debe ser ejercida a través de procesos de auto- Estado reconoce las formas comunales de propiedad de las tierras de las
Comunidades de la Costa Atlántica. Igualmente reconoce el goce, uso y
determinación, tal como lo establece la Constitución disfrute de las aguas y bosques de sus tierras comunales”. El artículo 180
de la República (artículos 89 y 1809), y representa en sí esablece, por su parte: “Las Comunidades de la Costa Atlántica tienen el
derecho de vivir y desarrollarse bajo las formas de organización social que
corresponden a sus tradiciones históricas y culturales. El Estado garantiza
9 
Dice el artículo 89: “Las Comunidades de la Costa Atlántica son parte a estas comunidades el disfrute de sus recursos naturales, la efectividad
indisoluble del pueblo nicaragüense y como tal gozan de los mismos de sus formas de propiedad comunal y la libre elección de sus autoridades
derechos y tienen las mismas obligaciones. Las Comunidades de la Costa y representantes. Asimismo garantiza la preservación de sus culturas y
Atlántica tienen el derecho de preservar y desarrollar su identidad cultural lenguas, religiones y costumbres”.
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y se vincula directamente con una cultura económica Territorialidad: recreación


endógena, que ha sido considerada tradicionalmente del sujeto político de
como de subsistencia, pero que asocia valores claves
para producir sus recursos básicos de alimentación, identidad colectiva
atención de la salud, recreación, bienes para vivienda y
reproducción. Gracias a ella se mantienen los patrones
culturales institucionales colectivos de asociación para
generar bienes y servicios con un alto sentido en el mo-
delo propio de manejo del bosque, desde una perspectiva
de índole sistémica e integral, que revive el sistema de
conocimientos tradicionales.

Desde esta perspectiva es recomendable establecer cinco


ejes centrales de trabajo que contribuirán a consolidar
la gestión de la forestería comunitaria como un proceso
en el cual las comunidades re-articulan las bases de su
gobernabilidad. Los cinco ejes de este proceso de gestión
aparecen consignados en la Figura 2: (i) territorialidad;
(ii) instituciones interculturales; (iii) producción sisté-
mica; (iv) formación y transferencia tecnológica; y (v) La territorialidad comprende el eje central del proyecto
cadena de producción. colectivo de las comunidades de las regiones autónomas.
Constituye una demanda de mayor complejidad que el
Figura 2: Los ejes de la forestería comunitaria como proceso reclamo exclusivo de la tierra como unidad física esta-
blecido en los derechos de tenencia que son reconocidos
en Nicaragua.

Para las comunidades, la territorialidad es una condición


política estratégica en su modelo de pedagogía de ne-
gociación con otros sectores. Por lo tanto, los procesos
comunitarios deben abonar de forma permanente a la
consolidación de la cultura política de los miembros de la
comunidad que reivindican los derechos fundamentales
de los pueblos indígenas. Entre tales derechos figuran
la autodeterminación y el consentimiento libre previo
informado, los cuales están articulados al control del
acceso y la toma de decisiones sobre asuntos que inciden
en su condición de vida.

Es necesario que se prioricen los desafíos territoriales


de las comunidades frente a las negociaciones de los
recursos naturales con énfasis en el aprovechamiento
forestal. Uno de los retos urgentes de abordar en el pro-
ceso de demarcar y titular los territorios consiste en la
construcción del proyecto político común que visibilizará
los paradigmas endógenos de las comunidades y que
dará pautas a las alianzas y asociaciones entre comuni-
dades para conformar los bloques y/o territorios. Este
Gestión colectiva de la forestería: bases de la gobernabilidad comunitaria 9

proceso se ha establecido y liderado desde afuera, y es trucción gradual que, por un lado, entrelacen la
percibido por los comunitarios como impuesto desde seguridad de la propiedad del territorio desde los ins-
otros niveles políticos y como carente de legitimidad. trumentos legales y, por otro, abonen a la identidad
Esto es evidente en Layasiksa y Tasba Raya (Coleman del bienestar de las instituciones tradicionales para
et al., 2007; Wilson et al., 2007). En ambos conjuntos de la administración de los planes de ordenamiento de
comunidades se han establecidos bloques territoriales uso y conservación de los recursos naturales.
en asociación con otras comunidades, muchas veces
sin consulta y sin consentimiento de las asambleas co-
munales, lo cual ha tenido como repercusión divorcios Institucionalidad: una
conceptuales de los proyectos de gestión territorial. Por gestión intercultural
esta razón se recomienda:
Un desafío permanente de las comunidades se centra
1. Los procesos de negociación y fomento del desarrollo en recrear las instituciones tradicionales para la nego-
de las comunidades deben articular al sujeto indivi- ciación de sus intereses colectivos. Dichas instituciones
dual en la dinámica de los planes de vida colectiva, descansan en principios de autodeterminación endó-
los cuales están fundamentados en la cultura política gena en lo concreniente a sus mecanismos de elección,
de gestión permanente de la territorialidad. planificación, toma de decisiones y procedimientos de
sanción. Ellas asocian, además, un conjunto de valores
2. La demarcación y titulación debe comprender para morales y éticos claves en la formación del sujeto político
las comunidades un dinámico proceso de negocia- de la comunidad. Esta perspectiva plantea una mayor
ción que reivindica al sujeto autonómico y revitaliza profunda cultural para las comunidades, basada en los
el proyecto de autonomía. Este, a su vez, descansa valores propios de la cosmovisión, prácticas espirituales
en la concepción política de autodeterminación y y sistemas de conocimientos tradicionales.
derechos históricos de los pueblos indígenas y co-
munidades étnicas. Es urgente enfrentar el acelerado crecimiento del lide-
razgo bajo los criterios cultura del sello, proceso en el
3. La estructura espacial, cultural y económica de los cual se evidencia una transculturización en los modos
territorios indígenas requiere de procesos de cons- de liderazgo y ejercicio de la autoridad. Desde que las
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instituciones públicas de gobierno han tenido mayor A la gestión forestal comunitaria bajo el modelo orga-
injerencia en las instituciones comunales, estas han nizativo de cooperativa, se le atribuye un conjunto de
ido teniendo una dinámica vertical y autoritaria, espe- limitaciones:
cialmente porque se han transformado los valores para
ser elegidos. a. Impide una participación amplia de todos los miem-
bros que son dueños por derecho colectivo y consue-
Para administrar sus bienes y medios de vida de identi- tudinario del bosque. Este es especialmente el caso
dad colectiva, y para poder responder con una cultura de las mujeres, los jóvenes y los ancianos. Con ello
de sostenibilidad a sus necesidades, las instituciones se favorece el acceso a un grupo finito de asociados
tradicionales comunitarias requieren de una recreación que ha estado fuertemente marcado por afinidades
de los códigos éticos y morales históricos y culturales. partidarias e historia de luchas armadas. Debilita
Demandan, por ende, que los proyectos de acompaña- igualmente las instituciones tradicionales, tanto
miento externo para la forestería comunitaria profundi- las administrativas como las de producción y repro-
cen su mirada intercultural en la creación y definición de ducción. Dichas instituciones tienen un carácter
mecanismos de administración, así como en las formas cultural inter-generacional, ofrecen algunas opor-
y estrategias de participación en la toma de decisiones. tunidades para la mujer y revitalizan la continuidad
del conocimiento tradicional.
Desde un abordaje externo es conveniente profundizar
también en las repercusiones de los procesos de crea- b. Superposición de cargos y funciones entre los sín-
ción de instituciones para el manejo forestal, porque dicos, wihtas y coordinadores. Estos tres actores
tales procesos han ido alterando los modelos endógenos comunitarios suelen formar parte de las juntas di-
(Larson y Mendoza-Lewis, 2009). Aunque aparezca como rectivas de las cooperativas, lo cual los convierte
exitosa en un primer balance general, la experiencia en juez y parte. Por tal razón, su participación no
de Layasiksa ofrece serias limitaciones como proceso
replicable en el resto de la región. Para comenzar, se
trata de la experiencia de una sola comunidad y no de
un bosque compartido por varias comunidades, como
es la tendencia en la conformación de los territorios.
Además, estos procesos son de desarrollo gradual y
requieren de una alta inversión de recursos técnicos y
financieros, algo que normalmente crea dependencia
en las comunidades.
Gestión colectiva de la forestería: bases de la gobernabilidad comunitaria 11

ha abonando a una fiscalización y auditoría interna el bienestar de la colectividad. Esta última posee
basadas en condiciones de confianza, transparencia normalmente un diseño interno para la producción
y rendición de cuentas. que está fundamentado en la familia (taya nani) y en
la práctica tradicional de la reciprocidad (pana pana),
c. Los mecanismo de selección, elección y toma de dos de las bases de la cultura económica comunitaria.
decisiones de los líderes y representantes de las
organizaciones de carácter exógeno, tales como 3. Crear y articular mecanismos regionales de control
las cooperativas, son de escasa legitimidad en los de las instituciones tradicionales, que abonen a la
modelos tradicionales y consuetudinarios de las transparencia del manejo de los recursos colectivos
comunidades. Por ende, no se les aplican, sino que de las comunidades. Se trata con esto de evitar la
se les eximen de los roles vinculantes que provienen duplicidad de autoridades y los recurrentes conflic-
de los mandatos de las asambleas comunales y terri- tos por obtener los certificados11 que acreditan el
toriales. Se aduce que las organizaciones exógenas cargo. Se trata también de buscar mecanismos que
son instituciones de naturaleza privada, a pesar de mejoren el manejo de los recursos financieros que
que en el discurso se mantiene la índole de la cultura se obtienen de la venta de recursos naturales, las
colectiva y a pesar de que aprovechan recursos que tasas de aprovechamiento y el 25% de los impuestos
pertenecen a la comunidad. recaudados por el Estado en concepto de explotación
de recursos de las comunidades.
La dinámica de negociación de los recursos económicos
de las comunidades tiende a trastocar inevitablemente
los modelos institucionales históricos de las mismas. Cultura económica sistémica
Por consiguiente, se requiere de un permanente proceso
de ajustes organizacionales a fin de que, el acceso a los Es trascendental que los procesos de forestería comu-
bienes y créditos para la producción, contribuya a man- nitaria reconozcan y dinamicen acciones que visibilicen
tener, desde la colectividad comunitaria, el control del el sujeto político de la comunidad, en sintonía con una
acceso y el beneficio del uso de los recursos naturales. mirada sistémica del bosque y evitando un enfoque de
En este sentido es adecuado considerar: aprovechamiento forestal basado en la madera. A pesar
de que en la región existen esfuerzos para promover sis-
1. Un permanente proceso de fortalecimiento de las temas agroforestales, los mismos no están articulados a
instituciones tradicionales. El punto de partida debe los procesos de explotación y comercialización maderera,
ser la negociación de las funciones administrativas aun cuando en la mayoría de los casos se encuentran bajo
en vinculación con las normas y costumbres de las la gerencia de instituciones gubernamentales.
comunidades, y con el cumplimiento de las normas,
directrices y políticas del sector forestal del país, pero En la memoria histórica de las comunidades existen las
sin perder la perspectiva del enfoque sistémico del bases culturales de una soberanía alimentaria que se
bosque que descansa en la cosmovisión comunitaria. fundamenta en el dominio de la tierra, la fuerza laboral
propia y un manejo tradicional de la biodiversidad. Esta
2. La creación de formas organizacionales para el acce- forma de manejo asocia la capitalización de bienes ma-
so a programas de fomento productivo forestal debe teriales para producir alimentos con un uso moderado
centrarse en modelos graduales de conceptualización del bosque y sistemas de conocimientos tradicionales
y diseño sui generis10. Estos modelos deben adecuarse para poder alcanzar bienes alternativos. Hoy en día,
a la visión comunitaria del éxito en el aprovecha- estos bienes enfrentan un severo nivel de riesgo como
miento y a la madurez política de cada comunidad resultado de:
y territorio, con miras a invertir los beneficios en

10 
La Constitución de la República establece en su artículo 5 que “la eco-
nomía mixta asegura la existencia de distintas formas de propiedad; pú-
blica, privada, asociativa, cooperativa y comunitaria; todas deben estar en 11 
función de los intereses superiores de la nación y contribuir a la creación En su artículo 8, la Ley 445 establece que el Consejo Regional emitirá
de riquezas para satisfacción de las necesidades del país y sus habitantes”. la certificación de la autoridad comunal o territorial. Esto lo faculta, según
No obstante, los mecanismos externos de colaboración para el desarrollo el artículo 10 de la misma Ley, a otorgar permisos de aprovechamiento de
económico comunitario no profundizan en la forma comunitaria. tierras y recursos naturales por terceros, siempre y cuando tenga el visto
bueno de la Asamblea Comunal o Territorial.
12 Boletín de Políticas

cisiones. Esto pone en riesgo los elementos cultu-


rales de la visión sistémica del bosque que tienen
las comunidades.

Es esencial articular los procesos de explotación forestal


o de cualquier otro recurso natural a un plan de inversión
colectivo. Este debe ser construido desde los desafíos
endógenos de las comunidades y debe aportar los ele-
mentos sociales y económicos de bienestar, tales como
la mejora de sistemas de producción agroforestal, agua
y saneamiento, crédito a medios alternativos producti-
vos y formación de recursos humanos. Todo ello debe
fundamentarse en las siguientes acciones:

1. Planificación de los usos comunitarios del territorio


con objetivos de conservación, uso sustentable y
gestión de riesgos frente a las amenazas ambienta-
les del cambio climático, así como la recuperación
de los elementos centrales de la cultura ecológica12.

2. Otorgamiento de oportunidades a mujeres, jóvenes


y ancianos para poder producir bienes y servicios
que les generen ingresos económicos.

3. Identificación de estrategias de reforestación de bos-


ques severamente erosionados mediante la gestión
a. Una presión sobre el uso de la tierra causada por el de sistemas diversificados que generen productos
crecimiento poblacional endógeno de de la comuni- en el corto, mediano y largo plazo, con técnicas
dad y por los asentamientos de los colonos. agroecológicas que aseguren la sustentabilidad del
suelo y el enriquecimiento del valor forestal del bos-
b. Una desordenada presión sobre el bosque explotado que, además de revitalizar la cultura de la soberanía
para fines comerciales. En la mayoría de los casos se alimentaria.
trata de concesiones para la extracción de árboles
vendidos en pie a empresas madereras que pagan 4. Concertación de mecanismos de mercado para pro-
un valor menor a US$ 8.00 por m3 y una tasa del 1% ductos orgánicos comunitarios que abran opciones
que es cobrada por el síndico y que se denomina comerciales alternativas y que reduzcan la presión
popularmente como “tronconaje”. sobre las especies de árboles madereros.

c. Los recursos financieros que se derivan de la comer-


cialización de madera no evidencian inversiones para Cadena de valor forestal
la producción agrícola. Esta última ha estado fuerte-
mente subsidiada por programas gubernamentales La forestería comunitaria en la RAAN pone en perspecti-
que mantienen latente un vínculo de asistencialismo va la creación, el mejoramiento y el fortalecimiento de las
estatal-paternalismo social. capacidades de las comunidades para la comercialización
de recursos forestales. Sin embargo, con resultados alen-
d. La escala de la explotación no está determinada por
la visión y oferta interna de la comunidad, sino por 12 
En su artículo 8, inciso 4, la Ley 28 (Estatuto de autonomía de las
las empresas madereras externas, cuyas demandas regiones autónomas de la costa atlántica) establece que las comunidades,
suelen ser mayúsculas y son negociadas sin una a través de sus autoridades regionales, tienen derecho a “promover el
amplia calidad de información para la toma de de- racional uso, goce y disfrute de las aguas, bosques y tierras comunales y la
defensa de sus sistema ecológicos”.
Gestión colectiva de la forestería: bases de la gobernabilidad comunitaria 13

tadores en dos años y medio de proceso, las comunidades misos (municipal, regional autonómico y nacional). En
han adoptado figuras organizativas que han producido la mayoría de los casos, estos procedimientos son poco
pocos resultados concretos en el acceso a subsidios tec- fructíferos y se prestan a manipulaciones institucionales
nológicos, asistencia técnica y financiamiento. de carácter partidario. De ahí que sea necesario:

A pesar de que el huracán Félix aceleró la oportunidad de 1. Articular la capacidad de manejo administrativo con
comercializar la madera y creó las condiciones para que las habilidades de planificación, implementación,
se promovieran más de 25 PAF con subsidios guberna- vigilancia y control que apoyen la cobertura insti-
mentales y extranjeros, los representantes comunitarios tucional en la explotación del bosque.
expresan que existen excesivas limitaciones para que
las comunidades puedan beneficiarse directamente de 2. Acompañar procesos internos normativos de las
la explotación y comercialización de los árboles. El pro- comunidades que contribuyan a sintetizar el tedioso
blema reside en que se exige a las comunidades asociarse proceso burocrático. Este último, según el sentir de
a nuevas empresas de actores regionales que intentan las comunidades, es prolongado y costoso, y termina
posicionarse como intermediarios. por otorgar los derechos de usufructo a empresas
exógenas.
Este esquema de intermediación no abona a consolidar la
demanda de las comunidades y el discurso de diferentes 3. Aportar incentivos para el aprovechamiento del
corrientes políticas nacionales y regionales. Por esta ra- bosque con modelos organizacionales insertos en
zón es necesaria una exhaustiva revisión de los procesos los tejidos sociales y basados en las tradicionales
de permisos comerciales demandados a las comunidades. culturales de la comunidad, con miras a reencontrar
Estas últimas deben contar con efectivas oportunidades afinidades de asociatividad y de emprendimiento
para comercializar directamente la madera con al menos empresarial de naturaleza sui generis, así como un
una primera transformación, sin tener que enfrentar mayor control de los beneficios y el reparto de estos,
tediosos procesos para la obtención de los distintos per- con la inclusión de las mujeres, ancianos y jóvenes.

Foto aqui
14 Boletín de Políticas

Gestión del Conocimiento (c) las instituciones extensionistas deben respetar las
costumbres que benefician la conservación y el uso sus-
Uno de los ejes centrales para mejorar las capacidades tentable de la biodiversidad.
comunitarias de manejo sustentable del bosque des-
cansa en los procesos formativos y de transferencia Los procesos educativos y de transferencia tecnológica
tecnológica. Estos deben considerar tres aspectos me- han intentado centrarse en el crecimiento económico
dulares: (a) recapitalizar los sistemas de conocimientos como modelo de bienestar comunitario. No obstante, la
tradicionales; (b) promover el ejercicio práctico como primera confrontación se da entre la percepción de las
fundamento de la metodología aprender-haciendo; y comunidades de la riqueza versus los indicadores exóge-
nos generados desde la concepción de las instituciones.
Esto provoca una erosión del tejido sociocultural y los
vínculos holísticos del pueblo con su entorno natural.

De acuerdo a los foros y talleres de discusión para de-


sarrollar el presente documento, se identificaron como
necesidades de formación y transferencia tecnológica:

1. Procesos lentos, graduales y capaces de identificar


la innovación y la adaptación que las comunidades
desarrollan, especialmente en los modelos de explo-
tación y transformación de los recursos naturales.

2. Asegurar una formación sistemática, acompañada de


asistencia técnica y financiera en la implementación
de las iniciativas empresariales.

3. El acceso a los mercados requiere de un proceso de


acompañamiento formativo directo y permanente,
tanto al nivel de desarrollo organizacional, como al
nivel de negociación y comercialización de productos
con segundo o tercer nivel de transformación.
Gestión colectiva de la forestería: bases de la gobernabilidad comunitaria 15

Literatura de referencia
Coleman.O; Robin. T., Mendoza-Lewis J. y Larson A.
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comunitario en Layasiksa. Informe de Investigación.
URACCAN-IREMADES y CIFOR.

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sados por el huracán Félix.

GFA-Terra System y GTZ (2008). Análisis multitemporal


aplicando imágenes satélite para la cuantificación de
los cambio de uso de la tierra y cobertura en Bosawas-
RAAN y los departamentos de Rivas, Granada y Carazo.
Preparado por INGTELSIG. Nicaragua.

Larson. A. y Mendoza-Lewis, J. (2009). Desafíos en


la tenencia comunitaria de bosques en la RAAN de
Nicaragua. URACCAN-IREMADES; CIFOR y Rights
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ORNF/SIRCOF/INAFOR (2008). Estadísticas forestales


de Nicaragua. Tomado de www.inafor.gob.ni

Thorslund, O. (2003). Estudio sectorial forestal de las


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Nicaragua. Corredor Biológico del Atlántico,
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Wilson White, C.; C. Romel; J. Mendoza-Lewis y A.


Larson (2007). Tenencia y acceso forestal y el rol
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investigación. CIFOR/URACCAN IREMADES.

World Bank (2008). Nicaragua Poverty Assessment


(In Three Volumes). Volume I: Main Report.
Report. Nº 39736-Ni. 215p.
16 Boletín de Políticas

Este boletín surge como un esfuerzo conjunto entre la Universidad de las Regiones Autónomas de
la Costa Caribe de Nicaragua (URACCAN), el Center for International Forestry Research (CIFOR) y
Masangni, con el propósito de estudiar los derechos de tenencia y acceso a los recursos del bosque. El
estudio se realizó en la RAAN, Nicaragua, entre el 2006 y el 2008, y sus resultados han sido publicados
en Larson, A. y J. Mendoza-Lewis (2009).

Autor:
Jadder Mendoza -Lewis

Fotografias por:
Jadder Mendoza -Lewis

Portada Diseño y Diagramación:


Francisco Saballos Velásquez

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