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Planificación patrimonial

Aspectos fiscales de las sucesiones y donaciones

En una planificación de la futura herencia hay que tener muy


presente su fiscalidad. En particular hay que prestar atención al
Impuesto de Sucesiones y Donaciones que tiene unos tipos realmente
elevados (del 7,65% al 81,6%). Esto debe ser objeto de preocupación
particularmente para el empresario. Dejar unos activos empresariales
de envergadura puede, en ausencia de una planificación adecuada,
obligar a los herederos a venderlos rápidamente y a bajo precio para
hacer frente a los Impuestos y recoger algo de liquidez. El pago del
Impuesto puede llevar a la desaparición de la Empresa.
Pero además del Impuesto de Sucesiones y donaciones, la
sucesión hereditaria tiene implicaciones en los siguientes impuestos:
Impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF) e Impuesto
municipal sobre el incremento del valor de los terrenos (IIVT).
Tratemos a continuación de cada uno de ellos.
El impuesto de sucesiones y donaciones
Es un tributo que grava el incremento patrimonial obtenido a
título gratuito, es decir, se hace tributar la adquisición por el heredero
o donatario de bienes y derechos sin contraprestación. Es un
impuesto progresivo en función del caudal recibido (a más caudal,
mas impuesto), del grado de parentesco (a mayor lejanía de
parentesco, mayor imposición) y del patrimonio preexistente del
heredero (a mayor patrimonio, mayor impuesto). En el cuadro adjunto
vemos un supuesto sencillo de liquidación del impuesto.
El Impuesto de Sucesiones y Donaciones por su fuerte impacto
recaudatorio es propicio para operaciones de planificación fiscal, sin
embargo determinadas conductas son altamente desaconsejables,
por ejemplo:
• Ocultar el fallecimiento del causante para ganar la
prescripción. A este respecto, hay que tener en cuenta que
el Registro Civil remite nota a la Agencia Tributaria de las
inscripciones de fallecimiento, que los notarios están
obligados a facilitar datos sobre los documentos que han
autorizado y que los órganos judiciales, los intermediarios
financieros y las entidades aseguradoras no pueden acordar
las entregas de bienes a personas distintas de su titular sin
se que se acredite previamente el pago del impuesto.
Además los bienes o derechos heredados no pueden tener
acceso a ningún Registro Público si no se han cumplido los
trámites fiscales.
• Hacer donaciones sucesivas para disminuir el impacto de la
progresividad del impuesto. El Impuesto de Sucesiones y
Donaciones tiene normas para integrar las donaciones

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hechas por una misma persona a favor de otra durante los
últimos 3 años.
Sin embargo existen conductas lícitas que pueden minimizan el
impacto fiscal, entre las que podemos enumerar:
1. Beneficiarse de la reducción del 95% en el Impuesto aplicable a las
empresas familiares. Esta reducción ha tenido un gran impacto. Se
busca favorecer la continuación de las empresas familiares en un
momento particularmente delicado como es el de la sucesión,
concediendo una generosa reducción del Impuesto. La reducción
es aplicable tanto a la transmisión hereditaria de negocios
individuales como de participaciones sociales. Las condiciones
para beneficiarse de ella, en cuanto a las participaciones sociales,
son las siguientes:
• En primer lugar ha de tratarse de una participación activa
Es decir, el transmitente por herencia o donación ha de desempeñar
cargos directivos en la Sociedad y percibir por ello como mínimo de
esa Sociedad una cantidad que represente un 50% del total de sus
remuneraciones de trabajo personal, empresariales y profesionales.
• En segundo lugar ha de tratarse de una participación
significativa en la Sociedad
La participación ha de ser como mínimo del 15% individualmente o
del 20% con determinados miembros de la familia.
• En tercer lugar, el heredero o donatario ha de cumplir unas
determinadas condiciones, de las que la más importante es
que no puede transmitir sus participaciones durante un
período de 10 años
2. Cambiar de residencia. Determinadas comunidades autónomas,
por ejemplo Navarra, tienen unos Impuestos sobre Sucesiones muy
reducidos. Las transmisiones entre padres e hijos prácticamente
están exentas, por lo que no sería de extrañar que a lo largo del
tiempo el número de navarros en edad avanzada crezca
considerablemente. Es un supuesto más común hoy en día de lo
que pudiera aparecer a primera vista. No obstante, debe tratarse
de un cambio de residencia real y no efectuado exclusivamente
con propósito elusorio.
3. Pedir aplazamiento de pago
Existen varias clases de aplazamiento:
• Aplazamiento de un año sin garantía pero con intereses de
demorar al que pueden optar todos los contribuyentes si no
existen en la herencia efectivo o bienes de fácil realización.
• Fraccionamiento de hasta cinco años con la garantía
correspondiente que ha de cubrir principal e intereses.

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• En el caso de empresas familiares, aplazamiento de hasta
cinco años, sin intereses y, transcurrido este tiempo,
posibilidad de fraccionar el pago en diez plazos semestrales,
con el interés legal.
El Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas.
Entre los Impuestos de Sucesiones y Renta existe
incompatibilidad, de modo que lo que está sujeto a uno no está sujeto
a otro, es decir, el incremento patrimonial que supone la adquisición
hereditaria está sujeto a Sucesiones pero no a Renta. No obstante, en
la donación puede darse la sujeción a ambos impuestos: en el
donante por la posible ganancia patrimonial derivada de la
comparación entre los valores de adquisición y enajenación del bien
donado (sujeta a IRPF) y en el donatario por la adquisición del bien
donado (sujeta al Impuesto de Sucesiones).
Impuesto municipal sobre el incremento en el valor de
los terrenos.
Se trata de un Impuesto exigido por los Ayuntamientos el cual
están obligados a pagar las personas que hayan recibido los bienes
hereditarios. Sólo se exige cuando se han heredado bienes inmuebles
de naturaleza urbana.
Para calcular el impuesto se toma el valor del terreno
establecido en el Impuesto sobre Bienes Inmuebles. al cual se aplica
la tarifa establecida por el Ayuntamiento. Estas tarifas están
calculadas de modo que a mayor tiempo de titularidad por el
fallecido, mayor impuesto, con un límite de 20 años, por encima del
cual, el gravamen ya no crece.
En definitiva, en una planificación patrimonial hay que prestar
atención al componente tributario, para ello es conveniente planificar.
Como resumen podemos dar dos consejos: integre sus bienes, en la
medida de lo posible, en una empresa familiar y obtenga la
residencia, si ello es factible, en una Comunidad Autónoma con baja
tributación.

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Aspectos fiscales
✓ Técnicas para disminuir el ISD

Desaconsejables Aconsejables

•ocultar el fallecimiento para •integrar bienes en empresas


ganar la prescripción familiares
•hacer donaciones sucesivas •constituir una holding
•hacer compraventas •cambiar de residencia
simuladas sucesivas •compraventas reales
sucesivas
•pedir aplazamiento de pago

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