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El cosmopolitismo de Alejandría

Paul Balta. Periodista. Centre d’Études de l’Orient Contemporain, París

Alejandría ha sido, desde su nacimiento, la ciudad cosmopolita por excelencia. Ciudad faro,
sobrevive «por» y «en» recuerdo, que la resucitan y la rescatan del olvido. Éste es un viaje por
el tiempo, desde los orígenes hasta nuestros días, evocando sus aportaciones que han pasado
a formar parte de nuestra vida cotidiana.

Nostalgias y esperanzas lladas por miedo a que se vuelvan a abrir, aunque


también por pudor. Cada uno las cura a su mane-
Alejandría, ciudad de mi infancia, no es más que un ra: sorbiendo, entre la soledad y el ensimisma-
recuerdo.Alejandría, ciudad de los macedonios, no miento, el café turco matinal, saboreando con la
es sino un mito. ¿Acaso ha sido alguna vez algo más familia o los amigos un plato de fouls (habas) o
que un mito o una nostalgia inmensa? Lugar de to- una molokheya (sopa típica), tarareando canciones
dos los encuentros, de todos los mestizajes, de todas de otros tiempos, intentando salvaguardar un pa-
la síntesis, Alejandría ha sido, desde su nacimiento trimonio cultural amenazado, escribiendo...
y en cada uno de sus renacimientos, la ciudad cos- Tras los años sesenta, la Alejandría de mi in-
mopolita por excelencia. Un cosmopolitismo que se fancia, encajonada entre el Mediterráneo y el la-
ha convertido en humanismo. Pero esa Alejandría go Mariut, ha sobrevivido como ha podido al día
está muerta, exterminada por los nacionalismos a día, desplegándose de Este a Oeste bajo la im-
modernos. ¿Renacerá de sus cenizas espirituales? placable apisonadora de la natalidad. Desde los
La esperanza no se desvanece, pues esta ciudad de antiguos puertos modernizados hasta Abukir, la
eclipses siempre ha alternado períodos de esplen- antigua Canope, conforma un gigantesco tablero
dor y de decadencia, de muerte y resurrección. de calles paralelas al mar, atravesadas por per-
Diseminado por los cinco continentes, el re- pendiculares avenidas. Aquí y allá destacan pa-
cuerdo de esa Alejandría de mi infancia ha so- lacios y chabolas, villas y tenderetes, campos de
brevivido en la memoria de los alejandrinos cos- cultivo y fábricas contaminantes, zonas residen-
mopolitas instalados en sus nuevas tierras de ciales y barrios populares, animadas playas y ári-
acogida. No importa dónde se encuentren (Fran- das dunas, desérticas recientemente transformadas
cia, Gran Bretaña, Israel, Grecia, Estados Unidos, en fértiles y aguas estancas del lago donde se si-
Canadá, Australia…), todos ellos han conseguido guen cazando patos como antaño.
integrarse en sus nuevos países, hasta convertirse Sorprendente y decepcionante urbe, anima-
en la sal de la tierra que los acogió. Aunque cuan- da y apagada, bulliciosa y calmada, activa y so-
do se encuentran en sus patrias adoptivas rara ñadora, prosaica y esnob, coqueta y nauseabun-
vez hablan del cataclismo que les llevó a la diás- da, Alejandría, vacilante ante un pasado que se
pora. Son heridas que no cicatrizan nunca, aca- desmorona, no sabía cómo desembarazarse del
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presente, preocupada por lo cotidiano, despreo- Egipto; ni siquiera Port Said o Suez le hacen som-
cupada por el porvenir. ¿Personalidad propia o bra.Y con la región de El Cairo totalmente satura-
mimetismo inconsciente? Las alejandrinas, otro- da, la zona que separa ambas ciudades se ha reva-
ra fornidas campesinas procedentes del valle lorizado gracias a los campos de cultivo ganados al
del Nilo se han transformado en elegantes y co- desierto, las nuevas poblaciones o la mejora de las
quetas urbanitas, como las bellas ciudadanas de vías de comunicación. Alejandría aporta ya el 50%
la Antigüedad para siempre desaparecidas y las de la producción industrial del país. Ha vuelto a
de estos tiempos modernos, dispersas en el exi- ocupar el puesto de capital económica. Además,
lio. Pero gracias a estas mujeres metamorfosea- en 2002 inauguró la Bibliotheca Alexandrina.
das, con o sin velo, la esperanza renace. Les propongo pues un viaje por el tiempo,
Ciudad faro, Alejandría revive «por» y «en» el desde los orígenes hasta nuestros días, que des-
recuerdo. Sigue existiendo gracias a los libros vele las múltiples facetas del cosmopolitismo de
que nos ha legado y renace en todos aquéllos que Alejandría y evoque sus aportaciones, tan pre-
aún suscita. Aunque zozobre, los recuerdos la re- sentes aún hoy día y a la vez tan inadvertidas, a
sucitan y la rescatan del olvido. En los albores del pesar de formar parte de nuestra vida cotidiana.
tercer milenio, en medio de tantas intolerancias
raciales, religiosas, nacionales, etc., me pregunto
cuál será el destino de esta ciudad nacida de un La antigua Alejandría
sueño de Alejando Magno (356-323 a. C.).
Atenas siempre se ha tenido por ejemplo arque-
Al contrario que Estambul, donde se típico de ciudad que forma a sus ciudadanos, por
eso los europeos, en su nacionalismo, encuentran
superponen los estratos de la historia,
su origen en el concepto de la ciudadanía ate-
Alejandría ha ido borrando con el paso niense. Personalmente, después de haber nacido
del tiempo sus propias huellas y vivido en Alejandría durante veinte años en el
seno de la sociedad cosmopolita y el pueblo egip-
Al contrario que Estambul, donde se super- cio, ambos se han convertido para mí en una es-
ponen los estratos de la historia, Alejandría ha cuela de humanismo.Y lo digo con toda franque-
ido borrando con el paso del tiempo sus propias za: a ella le debo mi carrera como periodista,
huellas. Así, de la antigua ciudad de mármol universitario, escritor 2 y ciudadano. Por ello siem-
blanco sólo sobrevivieron tumbas y catacumbas, pre he lamentado que la Alejandría cosmopolita
pero ello no le impidió resucitar al cabo de mil no se haya considerado nunca un ejemplo de
años y brillar con renovado esplendor. Después modelo alternativo, pues no en vano ha brillado
de 19561 y el gran éxodo de los cosmopolitas, Ale- con luz propia por todo el Mediterráneo durante
jandría se adormeció y empezó a dudar de sí mis- casi diez siglos, desde su fundación en el año 331
ma. Mi Alejandría perdida... a. C. hasta el siglo v d. C. e incluso, aunque en me-
Pero ¿quién sabe? Quizá a su manera esté en nor medida, tras la llegada de los árabes en 641. Sin
pleno renacimiento en el doble plano económico olvidar su importante papel entre los años 1830
y cultural. Su puerto nunca ha tenido rival en y 1956, cuando pudo haber servido para inspirar

1. Paul Balta, «1956», en Robert Ilbert y Ilios Yannaskakis (dir.), Alexandrie 1861-1960. Un modèle éphémère de convivialitè:
communautés et identité cosmopolite, Autrement, nº 20, diciembre 1992.
2. Paul Balta, «Voyage bibliographique», en Thierry Paquot (dir.), La bibliothèque des deux rives, París, Lieu commun, 1992.
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el cosmopolitismo incipiente de ciudades de la cese de la persona que considera a todos los luga-
ribera norte como Marsella. res del mundo como patria suya. // Dícese de lo
que es común a todos los países o a los más de
El cosmopolitismo ellos».Victor Hugo, ese visionario de quien recien-
Cosmopolita... un término subvalorado por los na- temente hemos celebrado el bicentenario de su
zis, que lo aplicaban a los judíos, y por los estali- nacimiento, escribió en su día: «Por su cosmopoli-
nistas, que lo utilizaban para calificar a los capita- tismo, París es el deslumbrante y misterioso motor
listas; hoy parece sospechoso de chauvinismo. La del progreso universal.» También lo fue Alejandría
presión es tal que hasta los más contrarios al racis- en la Antigüedad, como recuerda el título de una
mo evitan utilizar la palabra y prefieren hablar de obra colectiva3 escrita por los mejores especialistas
«sociedad plural». Pero para cantar las alabanzas en la materia: Alexandrie, IIIè siècle av. J.-C.Tous les
de la palabra «cosmopolita» remontémonos antes savoirs du monde ou le rêve d’universalité des Ptolé-
a los orígenes. Empecemos por el Petit Larousse: mées. En él se destaca que en Alejandría se agolpa-
«(Del gr. kosmopolités, ciudadano del mundo). Dí- ban pacíficamente macedonios y griegos, egipcios

3. Christian Jacob y François de Polignac (dir.), Autrement, nº 19, noviembre 1992.


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y judíos, mercenarios galos y esclavos nubios, mer- idea: la nueva capital debía ser fácilmente acce-
caderes y viajeros venidos de Oriente y de todo el sible desde Macedonia, servir de punto de en-
Mediterráneo. cuentro entre el Egipto profundo y el Medite-
rráneo y de nexo de unión entre Europa, África
Alejandro Magno y Asia.
Inicialmente, Alejandro el Macedonio pretendía Se vino a llamar Alexandria ad Aegyptum, es
someter Persia, enemigo ancestral de Grecia. En decir, «al margen de Egipto», aunque, personal-
el año 331, con 25 años, conquistó Siria, liberó mente, no estoy de acuerdo, porque creo que to-
Egipto de la ocupación persa, se inclinó ante los do estaba indisolublemente relacionado. Las re-
templos egipcios, adoptó el rito de los faraones y cientes excavaciones e investigaciones en el delta
posteriormente se entregó en el tempo de Men- del Nilo demuestran que Alejandría desempeña-
fis, donde sería entronizado como soberano del ba un papel económico y político de importancia
país, primer Estado-nación del mundo y con respecto al Alto Egipto.5 Gracias a su puerto, se
más de cinco mil años de historia. Dio órdenes a convirtió en la ciudad comercial, cultural y mer-
su arquitecto, Dinocrates de Rodas,4 para que cantil por excelencia, de lo cual se benefició el
construyera una ciudad. Alejandro Magno no valle del Nilo. Y no sólo fue la capital de Egipto,
podría contemplarla, pero la ciudad llevaría su sino que se convirtió en la de todo el Mediterrá-
nombre y su impronta. Con el tiempo se conver- neo. Cada vez que se replegó en sí misma no lo-
tirá en la nueva capital del país, en el centro del gró más que caer en decadencia.
mundo conocido y en la más prestigiosa de la
treintena de ciudades conocidas como Alejan- Gracias a su puerto, Alejandría se convirtió
dría. Más adelante conquistaría el oasis de Siwa,
en la ciudad comercial, cultural y mercantil
donde el dios Amón le reconocería como hijo
suyo. A partir de entonces, transformado en
por excelencia, de lo cual se benefició el
oriental y a la vez en cosmopolita, intentará ar- valle del Nilo
monizar el mundo a través de la mezcla de razas,
la simbiosis de las religiones y el mestizaje cultu- Alejandro no fue un conquistador como los
ral. En pocas palabras, y a pesar de la persistencia demás. En Persia reafirmó su política de fusión
del atavismo griego, intentará conciliar Oriente y racial: se desposó con Roxana, hija del rey Da-
Occidente. río III, y animó a sus 37.000 soldados a tomar
como esposas a mujeres persas. Ilustre funda-
La capital: un puerto dor de ciudades que jalonaban su avance hacia
La fundación de Alejandría cerca de la antigua Oriente, Alejandro llevaba consigo, junto a sus
villa de Rhakotis supuso una innovación sin tropas, a artistas y hombres de ciencia como el
precedentes. Por primera vez en la historia un arquitecto Dinocrates. Se trataba de un hecho
puerto alcanzaba el rango de capital. Hasta en- insólito para la época.
tonces prevaleció en su contra la tesis de Pla- Demos un salto en el tiempo: a partir de la ex-
tón, por considerarla demasiado vulnerable: pedición a Egipto (1798-1801), Napoleón Bona-
Atenas, por ejemplo, dominaba el Pireo desde parte se inspiró en Alejandro Magno. Llevó con-
sus alturas. Pero Alejandro había madurado la sigo a 167 sabios, se presentó como un amigo que

4. André Bernard, Alexandrie la Grande, París, Hachette Pluriel, 1996.


5. Christine Favar-Mecks y Dimitri Mecks, «L'héritage du Delta», en Christian Jacob y François de Polignac (dir.), op. cit.
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venía a liberar Egipto no ya de los persas, sino de cialista en la Grecia clásica. Curiosa coinciden-
los mamelucos y, en su primera intervención, in- cia, había incluido recientemente en el currículo
vocó a Dios, a Mahoma, el Corán y la religión mu- de la asignatura la época helenística, que va de
sulmana. ¡Cuántas analogías! desde las conquistas de Alejandro Magno hasta
las romanas y a la cual había consagrado los últi-
Los sansimonianos mos años de sus investigaciones. Gracias a él des-
Los discípulos de Claude-Henri de Rouvroy, con- cubrimos al dios Serapis, mezcla de Zeus y Osiris,
de de Saint-Simon (1760-1825) y autor de Catéchis- quien junto a su esposa Isis y a su hijo Horus
me des industriels, se habían instalado en Alejandría constituían una tríada que había sido entroniza-
y en el resto de Egipto, donde desempeñaron un da en el Serapeum de Alejandría bajo el reinado
importante papel en la modernización del país ba- de los ptolomeos (del 305 al 30 a. C.)
jo el mandato de Mehemet Ali y sus sucesores.6 Nos explicó cómo el cosmopolitismo había ge-
También ellos deseaban convertirse en ciudadanos nerado el sincretismo alejandrino, que no se limi-
del mundo, en cosmopolitas atentos a los avances taba simplemente a lo religioso, sino que abarcaba
del progreso; incluso uno de ellos, Ferdinand de también todos los aspectos culturales. Arremetía
Lesseps, concibió el canal de Suez. contra (palabras literales suyas) la «maldición que
Alejandro Magno también fue fuente de ins- pesa sobre el arte alejandrino, tildado de decaden-
piración para los sansimonianos. Júzguelo si no te y pomposo», al contrario que el arte faraónico, el
el lector en el siguiente fragmento de la obra único considerado ejemplar. Se lamentaba de que
Système de la Méditerranée (1832), de Michel Che- no se hubiera estudiado mejor y, diapositivas en
vallier: «La más colosal de las luchas, la más ge- mano, nos demostraba cómo en contra de la opi-
neralizada y la más arraigada de cuantas hayan nión dominante, había «renovado el arte griego y
hecho retumbar en la faz de la tierra el fracaso el egipcio gracias a su expresionismo ya barroco y
de las armas es aquélla que enfrenta a Oriente a un realismo de una sensibilidad sutil». Sólo un
con Occidente (...) Es la manifestación más evi- ejemplo: la influencia de la pintura y los mosaicos
dente de la guerra que desde hace seis milenios alejandrinos en los de Pompeya y Herculano.
enfrenta espíritu y materia, espiritualidad y sen- También fue en Alejandría donde aparecie-
sualidad, a la cual nosotros hemos venido a po- ron las primeras estatuas de dioses niño, a veces
ner fin. (...) En adelante el Mediterráneo debe alados. Enseguida se pusieron de moda y se ex-
convertirse en un enorme foro de encuentro tendieron por todo Oriente; Charles Picard se
donde comulguen los pueblos hasta ahora divi- preguntaba incluso si no habrían preparado el
didos. El Mediterráneo va a convertirse en el le- camino a la aceptación de Jesús, «el niño Dios».
cho nupcial de Oriente y Occidente.» Y para aca- Picard fue la primera persona que formuló esta
bar: «La paz definitiva debe fundamentarse en la hipótesis, digna de ser considerada. Según él, los
coaligación de Oriente y Occidente. (...) Es el dioses niño también sirvieron de modelo a los
primer paso hacia la coaligación universal.» angelitos regordetes propios de los artistas del
Renacimiento.
Serapis, el sincretismo y los dioses niño
En 1952, cuando todavía estudiaba, tuve el privi- El faro
legio de tener como profesor de arqueología e Desde el punto de vista de la arquitectura, el fa-
historia del arte antiguo a Charles Picard, espe- ro, finalizado hacia el año 280 a. C. durante el rei-

6. Anouar Abdel-Malek, Idéologie et renaissance nationale, l'Égypte moderne, París, Anthropos, 1969.
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nado de Ptolomeo II Filadelfo (309-246 a. C.) y las proximidades del tempo de Serapis, en el
una de las siete maravillas del mundo, acabó emplazamiento actual de la columna Pompeya.
siendo la mejor muestra de la fusión cultural. Llegó a albergar entre 500.000 y 700.000 volú-
Fue edificado por Sostrato de Cnido en la isla de menes (rollos de papiro). ¿Quién los destruyó?
Faros, que después dio nombre a todos los faros Se ha acusado a Julio César, pero como Canfo-
que guiarían a los marineros del mundo. Cons- ra demuestra, los romanos atacaron el puerto y
truido en mármol blanco, tenía una altura de 135 quemaron 40.000 rollos de copias destinadas a
metros, y era de estilo compuesto: de torre de ba- la exportación.
se cuadrada coronada por otra octogonal remata- También se ha acusado a los árabes. En 641,
da a su vez por un tholos completamente redondo Amr, conquistador de Egipto, quedó impresiona-
donde se ubicaba la linterna. Representaba la do por el esplendor de Alejandría.Tras describír-
síntesis de los conocimientos científicos de la épo- sela al califa Omar, se dice que éste le respondió
ca e influyó sobre la arquitectura de numerosos respecto a la biblioteca: «Si los libros contradicen
monumentos, desde los mausoleos romanos has- el islam, son peligrosos. Si lo confirman, son inú-
ta los minaretes de las mezquitas mamelucas de tiles. Así que destrúyelos.» Sin embargo, como
El Cairo, de la Torre Magna de Nimes a los cam- destaca Canfora, este testimonio de Ibn al-Kifti
panarios de muchas iglesias románicas, donde el (1172-1248) es seis siglos posterior y no cita fuen-
cono sustituyó el tholos. Los terremotos lo des- te alguna.
truyeron en 1302. ¿Quién fue, pues, en realidad? La verdad
tiende a ocultarse cuando resulta desagradable:
La biblioteca los cristianos, en el pasado perseguidos, se ha-
Alejandría también fue la primera capital de los bían convertido en perseguidores.Ya no se con-
libros gracias a su biblioteca enciclopédica, tentaban con combatir el paganismo en el pla-
mandada construir en 290 a. C. por Ptolomeo I no filosófico; en el 389 el patriarca Teófilo, al
Soter (367-283 a. C.). Por primera vez en la his- frente de miles de fieles, destruyó el Serapeum
toria, el sueño de la universalidad se hacía rea- de Canope y, en 391, atacó el de Alejandría, ade-
lidad. Los tres primeros monarcas habían ini- más de la Biblioteca. «Fue el primer auto de fe.
ciado la colección tras enviar emisarios a que La quema de libros formó parte del proceso de
adquirieran todos los manuscritos que recogie- cristianización. A Alejandría le seguirían Pérga-
ran los saberes no sólo griegos, sino también mo, Antioquia, Roma, Constantinopla», nos re-
los llamados «bárbaros» de los magos caldeos y lata Canfora. Un jesuita, Henry Ayrout, ya lo ha-
de sacerdotes y filósofos de otros pueblos de bía reconocido en un libro consagrado en parte
Oriente como Moisés y Zoroastro. En un noto- a los coptos.8
rio estudio, Luciano Canfora destaca «su doble
vertiente de centro de atracción y de difusión Las escuelas
de sabios y doctos».7 Alejandría era célebre por sus escuelas: la poéti-
En realidad, la biblioteca estaba compuesta ca de Calímaco (310-240 a. C.), Teócrito (320-250
por dos edificios: la «biblioteca madre», situada a. C.) y tantos otros; la científica, dominada por
en el museion, cerca del palacio real, y la «bi- Euclides (s. iv a. C.); la judía (s. iii a. C.-ii d. C.),
blioteca hija», la más importante y situada en caracterizada por su anticonformismo; la filosófi-

7. Luciano Canfora, La biblioteca desaparecida, Gijón, Trea, 1998.


8. Henry Ayrout, Fellahs d'Égypte, El Cairo, Éditions du Sphynx, 1952.
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ca neoplatónica en la que destaca la figura de tió durante siete siglos. Eratóstenes (284-192 a. C.),
Plotino (205-270); la cristiana de los siglos i al iv. geógrafo y matemático, autor de una descrip-
Los libros de texto escolares hacen hincapié en ción del mundo entonces conocido, desde la In-
nuestra herencia grecorromana, pero hablan dia hasta las islas británicas, fue el primero en
muy poco de las aportaciones de Alejandría.Vea- medir la tierra. Además, sostuvo, junto al astró-
mos algunos ejemplos. nomo Aristarco (215-143 a. C.), que indudable-
mente la tierra giraba alrededor del sol. No obs-
Los libros de texto escolares hacen hincapié tante, Claudio Ptolomeo (100-170), autor de El
Almagesto, tratado matemático y astronómico
en nuestra herencia grecorromana, pero
que fue una obra de referencia hasta el Renaci-
hablan muy poco de las aportaciones de miento, sostuvo lo contrario, y su teoría prevale-
Alejandría ció hasta Galileo (1564-1642) quien, condenado
por la Inquisición y obligado a retractarse, afir-
La escuela poética mó la ya célebre frase: Eppur si muove! («¡Y, sin
Cuando los jóvenes dibujan un corazón atravesa- embargo, se mueve!»).
do por una flecha para decir que, por ejemplo, También fue en Alejandría donde se creó el ca-
Antonio quiere a Luisa, lo que no saben es que lendario tal y como lo conocemos hoy. En el año
están reproduciendo una imagen de la elegía bu- 239 a. C., Ptolomeo III, decidido a conciliar la
cólica, un género creado por la escuela poética tradición egipcia y la ciencia de los griegos, so-
de Alejandría. Los poetas, con su ligereza carac- licitó a los sacerdotes de Serapis, en Canope,
terística, cantaban en su día a lo que en la actua- que volvieran a calcular el calendario antiguo, que
lidad nos parecería banal pero que entonces no hasta entonces contaba con 365 días y 12 meses
lo era en absoluto, como los «senos retozones», de igual duración en vez de los 365 días y 8 horas
los «guiños provocadores», los «pechos palpitan- actuales. Con los años, sin embargo, comenzaron
tes» o la «ardiente flama» a la que alude Edward a surgir discrepancias, de modo que, por ejem-
Morgan Forster9 en su libro. plo, la fiesta de la mies ya no coincidía con la épo-
ca de la cosecha. Para rectificarlo se instituyó el
La escuela científica año bisiesto, una reforma que, aunque aprobada,
Naturalmente, estaba formada por varias subes- no llegó a aplicarse en su día. No fue hasta el
cuelas, entre las que destacan en especial: mandato de Julio César, en el 46 a. C., que se creó
el «año alejandrino», el año oficial que en Europa
MATEMÁTICAS. Ya hemos citado anteriormen- se impuso con el nombre de «año juliano» y que
te la escuela de geometría euclidiana, pero ¿cuán- posteriormente pasó a ser, en 1582, el «año grego-
tos de nosotros sabíamos que Euclides, que no riano» tras los ajustes introducidos por el papa
era natural de Alejandría, concibió su obra en Gregorio XIII.
esta ciudad y escribió los Elementos, el manual
de geometría universal por antonomasia, vi- MEDICINA. Erasístrato inventó la vivisección de
gente incluso después de las innovaciones que los animales e intuyó el funcionamiento de la cir-
supuso la teoría de la relatividad de Einstein culación sanguínea, como prueban sus escritos,
(1879-1955)? Euclides fundó hacia el año 300 a. C. aunque murió antes de poder demostrarlo, por lo
una célebre escuela de matemáticas que subsis- que el descubrimiento finalmente se atribuyó a

9. E.M. Forster, Alexandria. A History and a Guide, Nueva York, Anchor Books, 1961 (primera edición de 1922).
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William Harvey, pero en 1628. También fueron también por la iglesia cristiana primitiva; desde
los alquimistas ptolomeos los que, a partir del sa- entonces siempre ha servido de referencia.
ber de los antiguos egipcios, inventaron la desti- Por otra parte, el judaísmo alejandrino, im-
lación de plantas aromáticas.Y es a un árabe mu- pregnado de cosmopolitismo, representó la in-
sulmán, Abulsacasis al-Zahrawi, que vivió en novación frente al conservadurismo de Jerusa-
Córdoba en el siglo X, a quien debemos la desti- lén. El historiador Flavio Josefo, autor de la
lación del alcohol, palabra que procede del árabe Las guerras de los judíos y Antigüedades judaicas,
al-kahal, «lo sutil». Se le considera el inventor del trata de la «nación judía» de modo tan poco
alambique (al-anbiq), pero él mismo precisó que conformista que los militantes sionistas lo cri-
esta palabra procedía etimológicamente del grie- tican hoy duramente. Otra de las obras desta-
go alejandrino ambix. cables fue La sabiduría de Salomón, donde el
autor imagina a un intermediario entre el inal-
ASTRONOMÍA. Siempre se habla de Berenice, canzable Jehová y el hombre llamado Sophia,
princesa judía de principios de nuestra era y he- es decir, sabiduría. Por su parte, Filón el Judío
roína de la tragedia de Racine, si bien este nom- (20 a. C.-50 d. C.), gracias a quien la escuela ju-
bre griego, Bereniké, «portadora de la victoria», día alcanzaría su máximo apogeo, estableció
era en realidad propio de las princesas y reinas que la Biblia y el pensamiento platónico eran
lágidas. La esposa de Ptolomeo III Evergeta ha- complementarios, lo que propició que Jehová
bía hecho votos en el año 244 a. C. prometiendo resultase más comprensible a ojos de los poli-
ofrecer el cabello a los dioses si el rey regresaba teístas e influyó sobre los primeros padres de
vivo de la guerra. Y así sucedió. Pero, desgracia- la Iglesia.
damente, la ofrenda desapareció durante la no-
che. El astrónomo de la corte, Conon, explicó en- El judaísmo alejandrino, impregnado de
tonces que el cabello se había transformado en
cosmopolitismo, representó la innovación
una constelación de estrellas que acababa de
descubrir, a la que llamó Coma Berenices. Calíma-
frente al conservadurismo de Jerusalén
co y Catulo elevaron sus cantos a la cabellera de
Berenice, que inspiró asimismo al romancero La escuela cristiana
moderno Claude Simon.10 Según la tradición, Egipto fue evangelizado en el
siglo I de la mano de San Marcos, fundador de la
La escuela judía iglesia de Alejandría. Uno de sus teólogos más
Los judíos llegados de Jerusalén a Alejandría des- ilustres, Clemente (150-216), presentó la verdad
de su fundación se habían helenizado. De hecho, cristiana como la culminación de la filosofía, como
Ptolomeo II Filadelfo (309-246 a. C.) mandó tra- resume su máxima: «Platón ilustrado por las Escri-
ducir para ellos los textos sagrados hebreos. Se- turas.» También podríamos citar a Cirilo, el hom-
gún la leyenda, el rey encerró en la isla de Faros a bre del sincretismo y la superación para quien el
setenta rabinos en setenta cabañas distintas, de cristianismo no representaba una ruptura respec-
las que salieron al mismo tiempo todos con seten- to al pasado sino más bien el punto culminante, la
ta versiones idénticas de la Biblia. En realidad, la plenitud de todas las religiones.
famosa versión Septuaginta se tradujo entre el De la escuela cristiana surgieron dos institu-
250 y el 130 a. C. Fue utilizada por los judíos y ciones directamente vinculadas con el cosmopo-

10. La Chevelure de Bérénice, París, Éditions de Minuit, 1983.


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litismo que perduran hasta nuestros días. La igle- dose así una tradición antigua, ya que hasta la
sia de Alejandría quiso demostrar la capacidad conquista de los romanos era en esta ciudad,
del cristianismo para formar a teólogos y desarro- principal plaza financiera, donde se fijaba el pre-
llar un vasto pensamiento sintético que contra- cio del trigo para todo el Mediterráneo.
rrestara el de los distintos filósofos paganos y los Mehmet Ali recurrió a los sansimonianos11 y a
pensadores judíos. Así, en el siglo ii fundó el Di- otros colectivos extranjeros. Entre ellos destaca-
dascaleo, la primera universidad cristiana. Tam- ron avispados hombres de negocios y mecenas
bién como reacción a los excesos de la Alejandría que fomentaron la creación artística para conver-
cosmopolita surgió el ascetismo monacal repre- tir la ciudad en la reina del Mediterráneo, como
sentado por Pablo de Tebas (234-347), san Anto- en 1928 proclamaba la portada de la revista Ale-
nio el Grande (251-356) y san Pacomio (287-347), xandrie. Los extranjeros más numerosos por
fundador del primer monasterio en Tabennis, aquel entonces eran los griegos (400.000), los ita-
junto al Nilo. Por último citaremos a santa María lianos (300.000), los armenios que habían podido
Egipciaca (345-422), célebre cortesana, quien se escapar al genocidio (100.000), los judíos (90.000),
arrepintió tras tener una visión en el Santo Se- los sefardíes expulsados de España por la Inqui-
pulcro de Jerusalén y creó el primer convento pa- sición y los askezaníes, originarios de la Europa
ra mujeres. La vida monástica, nacida en el de- Central. Los ingleses, franceses y españoles sólo
sierto al otro lado de Alejandría se expandiría por eran unos pocos miles. A pesar de la colonización
Oriente y posteriormente por Occidente. británica, el francés ha sido el idioma utilizado
por una parte de la élite egipcia, especialmente
en Alejandría, hasta mediados del siglo xx. La so-
La Alejandría moderna ciedad cosmopolita y la burguesía egipcia sin du-
da se mostraban condescendientes hacia el pue-
Después de la conquista árabe, bajo el reinado de blo llano egipcio; en el país reinaba, en conjunto,
los mamelucos y gracias a los venecianos (que ro- un espíritu de compresión mutua.
baron las reliquias de san Marcos), a los pisanos o La Segunda Guerra Mundial marcó un punto
a los genoveses, también hubo cierto esplendor e de inflexión. A partir de 1945 Moscú envió dos
incluso períodos brillantes, aunque a decir ver- buques para llevarse a la Armenia soviética a los
dad fueron fugaces. Cuando Napoleón llegó a armenios que lo desearan; partieron aproximada-
Alejandría en 1798, la ciudad no contaba más mente la mitad. Posteriormente, después de la
que con 4.000 u 8.000 habitantes frente al medio creación de Israel en 1948, los judíos emigraron
millón o al millón de personas de la época de los al Estado hebreo o a Europa. Pero no fue hasta la
ptolomeos. Mehemet Ali (1769-1849), fundador nacionalización de la compañía del canal de
del Egipto moderno, la resucitó. Por ejemplo, la Suez, anunciada intencionadamente en Alejan-
unió a El Cairo mediante el canal de Mahmudiya dría en 1956 por el coronel Gamal Abdel Nasser,
y la vía férrea, la convirtió en la base de la flota y la expedición francobritánica, a la que siguió un
naval con que dotó al país, edificó el palacio de ataque israelí, que asestó el golpe de gracia al
Ras el Tin y concibió la plaza de los Cónsules, im- cosmopolitismo: los judíos, tanto egipcios como
ponente centro urbano donde se construyó un de otros orígenes, los franceses y los ingleses
templo moderno: la Bolsa. Allí se instaló la bolsa fueron expulsados, mientras que la mayoría de
de valores (1866) y la del algodón (1871), renován- miembros de otras comunidades emprendieron

11. Anouar Abdel-Malek, op. cit.


150 El cosmopolitismo de Alejandría

progresivamente el camino hacia el exilio. Y el politismo. ¿Habría alcanzado tanta fama si no hu-
edificio de la Bolsa… quedó destruido en un in- biera escrito El cuarteto de Alejandría?13 Hoy se sa-
cendio. Las aportaciones de la Alejandría moder- be que la alejandrina Marthe El Kayem fue la mu-
na han sido importantes; a continuación citaré sa del novelista e inspiró el personaje de Justine.14
algunos ejemplos ilustrativos. Ahora quisiera aludir a tres escritores egip-
cios de Alejandría. El primero de ellos, el musul-
Poetas y escritores mán Ahmed Rassim (1895-1958), no es lo conoci-
Empezaré por el poeta griego Constantino Cava- do que merecería; era de habla árabe, pero
fis (1893-1933), que cantó a la antigua Alejandría prefirió escribir en francés. Coincidí con él en
y a los aspectos secretos, como su propia homo- numerosas y prolongadas ocasiones; de hecho,
sexualidad. Se consagró en Francia gracias al este narrador nato me dedicó todos los libros
concienzudo trabajo12 realizado por Marguerite que publicó en Egipto. Yo mismo contribuí, ha-
Yourcenar, de la Academia Francesa. blando de él, a la publicación en Francia de la
El italiano Filippo Tommaso Marinetti (Ale- obra Chez le marchand de musc,15 una truculenta
jandría, 1876-Bellagio, 1944) fue el padre del fu- recopilación de proverbios árabes.
turismo. Inició este movimiento con la publica- Al segundo de los autores, Jacques Hassoun,
ción del Manifiesto futurista en la edición del 20 judío, fallecido en 1999, le gustaba referirse a sus
de febrero de 1909 en el diario Le Figaro. En él orígenes puntualizando: «Nací en octubre de 1936,
apelaba a «la insurrección paroxística contra el año de la hégira 1355, 1697 según el calendario ju-
academicismo» y proclamaba que «una carrera dío.» Psicoanalista de profesión, consagró numero-
automovilística es más bella que la victoria de Sa- sas obras a su comunidad, en especial Juifs du Nil 16
motracia». Esta afirmación provocó un escánda- e Histoire des Juifs du Nil; gracias a su aportación se
lo, pero encontraría eco entre los surrealistas y crearon asociaciones muy activas en defensa del
otros muchos partidarios del arte moderno. patrimonio hebraico de Egipto. También quisiera
Otro italiano alejandrino, Giuseppe Ungaretti mencionar su novela Alexandries17 en la que el ex-
(Alejandría, 1888-Milán, 1970), fue el creador del traño uso del plural quiere reflejar la diversidad de
hermetismo, junto con Eugenio Montale (Géno- las comunidades que integran la ciudad.
va, 1896-Milán, 1981), premio Nobel de Literatura Para acabar este recorrido me gustaría referir-
de 1975. Entre 1920 y 1945 dieron ambos vida a me a un tercer autor, en este caso cristiano:
este movimiento, hostil también con el academi- Édouard Al-Kharrat, nacido en 1926 y autor de
cismo y las convenciones de la retórica. Alexandrie, terre de safran,18 Premio de la Amistad
El irlandés Lawrence Durrell (1912-1990), aun- Franco-Árabe (al igual que los dos autores que si-
que no nació en Alejandría, vivió en la ciudad du- guen) otorgado por la Asociación de Amistad
rante los años treinta y se apasionó por su cosmo- Franco-Árabe de París, así como de Belles d’Ale-

12. Presentación crítica de Constantin Kavafis, seguida de la traducción de poemas por parte de Marguerite Yourcenar y Constantin Di-
maras, París, Gallimard, 1958.
13. Barcelona, Edhasa, 1985, 4 vols.
14. Jean-Charles Blanc, «La vraie Justine», Qantara, nº 36, verano 2000.
15. París, Clancier-Guénaud, 1988.
16. Juifs du Nil, París, Le Sycomore, 1981; Histoire des Juifs du Nil, París, Minerve, 1990.
17. París, La Découverte, 1985.
18. París, Julliard, 1990.
19. Arles, Actes Sud, 1997.
Quaderns de la Mediterrània 151

xandrie.19 Al-Jarrat fue el buque insignia de una años de cine egipcio», celebrada en el Instituto
generación de novelistas en lengua árabe; descri- del Mundo Árabe de París, ya dio en su día res-
be la Alejandría del Egipto asli, de pura cepa, y ex- puesta. En el cine egipcio existen tres hitos: el
plica por qué defiende el cosmopolitismo en primero fue 1896, cuando las películas de los
nombre de la identidad nacional. hermanos Lumière se proyectaron en Alejan-
Mi colega y amigo Robert Solé (nacido en dría. El segundo es Mohamad Abdô (1849-1905),
1946), miembro de la dirección del rotativo Le máximo representante del fundamentalismo
Monde y de origen libanés, pertenecía a la socie- egipcio que, inmediatamente después, escribió
dad cosmopolita de El Cairo, la cual, a pesar de un texto que defendía el séptimo arte con el ar-
sus particularidades, compartía numerosos pare- gumento de que «es necesario recuperar el sen-
cidos y afinidades con la de Alejandría. Nos hizo tido estético de los europeos». En 1905 había 53
penetrar en sus misterios de la mano de Le Tar- salas de cine en Alejandría, cinco en El Cairo, la
bouche 20 antes de sumergirnos en la segunda ca- capital, y una en Asyut, Port Said y El-Mansura.
pital con otra de sus novelas, Le Sémaphore d’Ale- En 1912, De Lagarne, nacido en Alejandría, ro-
xandrie.21 Su contribución ha sido fundamental, dó los dos primeros documentales del país: Les
sobre todo en lo que se refiere a las relaciones voyageurs de Sidi Gaber y L’entrée du khédive à
entre Egipto y Francia, tratadas en especial en las Alexandrie. El cine egipcio había nacido. Poco
obras L’Égypte, passion française 22 y Les savants de después, El Cairo se convertirá en la capital del
Bonaparte.23 cine árabe.
Andrée Chedid, también de padres libaneses,
nació en El Cairo en 1920 y vive en París desde Cantantes
1946; siente verdadera fascinación por Alejan- Además de Dalida, citada ya anteriormente, des-
dría, ciudad a la que nos transporta con una obra tacaría a Claude François, natural de la región
de teatro dedicada a la hermana de Cleopatra, del canal de Suez, quien gracias a su canción
Bérénice d’Égypte.24 Su novela Le Sixième jour 25 fue Alexandrie, Alexandra se hizo famoso y ha per-
llevada a la gran pantalla por Youssef Chahine, manecido en el recuerdo colectivo. ¿Y qué decir
que escogió para representar el papel principal a de Georges Moustaki, muchas de cuyas cancio-
la cantante Dalida, quien a pesar de no ser de nes no necesitan ni presentación? Moustaki es
Alejandría no por ello es menos cosmopolita. de procedencia grecojudía y formación francesa.
Su padre regentaba la más bella de todas las li-
El cine brerías, y a ella acudieron escritores como René
Lo anterior me lleva a plantear una pregunta: Étiemble (que enseñó en la Universidad de Ale-
¿existiría el floreciente cine egipcio y autores jandría), Georges Duhamel, André Gide... Ello
como Youssef Chahine sin esa Alejandría cos- explica que la enorme cultura del compositor y
mopolita en la que nació en 1923 y a la que ha cantante haya permanecido fiel a su ciudad na-
dedicado numerosas películas, entre ellas Ale- tal, una ciudad que aflora a menudo en sus me-
xandrie, encore et toujours? La exposición «Cien lodías y libros.

20. París, Seuil, 1992.


21. París, Seuil, 1994.
22. París, Seuil, 1999.
23. París, Seuil, 2001.
24. París, Flammarion, 1981.
25. París, Julliard, 1960.
152 El cosmopolitismo de Alejandría

La Bibliotheca Alexandrina Pero acabemos por lo más importante, por un


Tras un cuarto de siglo replegada sobre sí misma, símbolo hecho realidad, un vínculo entre el pa-
Alejandría ha entrado de nuevo en una fase de sado ilustre de Alejandría y su proyección futu-
renovación.26 Así, se han realizado excavaciones, ra: la Bibliotheca Alexandrina.27 Ha sido erigida
en especial bajo la dirección de Jean-Yves Empe- sobre el museion de los ptolomeos y está bajo la
reur, para salvar unos vestigios abandonados des- dirección de Ismaïl Serageldine. Es una verda-
de hacía ya demasiado tiempo. El arquitecto Mo- dera maravilla. Apadrinado por la Unesco y la
hammed Awad, por ejemplo, libra su particular Unión Internacional de Arquitectos, este ambi-
batalla para evitar la destrucción de edificios que cioso proyecto iniciado en 199028 destaca por su
muestran los estilos de los siglos xix y xx. Tam- audacia y originalidad: se trata de un enorme ci-
bién permanece fiel a su espíritu cosmopolita la lindro de 160 metros de diámetro truncado y
Universidad de Senghor, cuya creación se deci- que se adentra en la tierra, evocando al sol na-
dió en la cumbre francófona de Dakar (1969); es- ciente; la decoración de los muros exteriores re-
te centro enseña en francés y acoge a estudiantes produce todas las formas de escritura existentes.
del África negra. El gobernador Mohamed Abdel Pretende ser la «memoria del Mediterráneo» y
Salam Mahgoub, apodado «Mahboub», «el muy albergará 8 millones de volúmenes, 100.000 ma-
querido», ha emprendido, por su parte, un ambi- nuscritos, 10.000 libros raros y 50.000 mapas y
cioso movimiento de renovación. planos. También es multimedia y multilingüe
(árabe, inglés y francés) y utiliza las tecnologías
más avanzadas. En el III milenio de nuestra era,
Tras un cuarto de siglo replegada sobre sí el VIII para Egipto, se ha hecho realidad de nue-
misma, Alejandría ha entrado de nuevo en vo el sueño del saber universal de los antiguos
una fase de renovación ptolomeos.

26. Paul Balta, «La renaissance d’Alexandrie», Les nouvelles frontières d’un monde sans frontières, Plein Sud, nº 2, enero 1997.
27. Ahmed Youssef, Les sept secrets de la Bibliothèque d’Alexandrie, París, Éditions du Rocher, 2002.
28. Bibliotheca Alexandrina, libro de oro de la primera sesión, París, Unesco,1990.

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