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SUÁREZ FERNÁNDEZ, Luis: Fernando el Católico y Navarra, RIALP, Madrid, 1985.OLAIZOLA
IGUIÑIZ, Historia del protestantismo en el País Vasco: el Reino de Navarra en la encrucijada de su
historia, Pamplona, 1993. HUICI GOÑI, En torno a la conquista de Navarra, Pamplona, 1993.
CORREA, La conquista del reino de Navarra, Pamplona, 2002; BOISSONNADE-RAMÍREZ
VAQUERO, Historia de la incorporación de Navarra a Castilla: ensayo sobre las relaciones de los
príncipes de Foix-Albret con Francia y con España (1479-1521), Pamplona 2005.
4
Una visión critica de la libertad civil, referida al derecho aragonés pero seguramente inspirada en este
punto en el derecho Navarro: MOREU BALLONGA, José Luis: «Mito y realidad en el standum est
chartae», en GONZÁLEZ DE SAN SEGUNDO, Miguel Ángel (Coordinador): Un jurista aragonés y su
tiempo: El doctor Juan Luis López, primer marqués del Risco (1644-1703); Gobierno de Aragón-
Vicepresidencia, Zaragoza, 2007, Págs. 315-503, propone que se suprima el posible carácter bifronte de
la libertad civil (principio de autonomía y regla de hermenéutica), y que se refiera solo al derecho
dispositivo y en el ámbito exclusivo del Derecho de familia y sucesiones.
5
CARO BAROJA, La casa en Navarra, Pamplona,1982; MORENO ALMÁRCEGUI- ZABALZA
SEGUIN, El origen histórico de un sistema de heredero único: el Prepirineo navarro, 1540-1739,
Madrid,1999; MIKELARENA PEÑA, Modelos de matrimonio y regímenes de herencia en Navarra a
finales del siglo XVIII, Príncipe de Viana. Anejo, 16, 1992 (Ejemplar dedicado a: II Congreso de Historia
de Navarra de los siglos XVIII-XIX y XX), Págs. 19-33; ZABALA SEGUÍN, La historia de la familia en
Navarra: una aproximación cualitativa, Cuadernos de investigación histórica, Nº 17, 1999, Págs.. 67-80;
El heredero ideal: prácticas sucesorias en la Navarra pirenaica durante la Edad Moderna (1550-1725)
Actas del Congreso Internacional de la Población, V Congreso de la ADEH (Logroño, 15, 16 y 17 de
abril de 1998) / coord. por David Sven Reher Sullivan, Vol. 4, 1999 (Matrimonio y nupcialidad,
perspectivas interdisciplinares), Págs. 239-250; MIKELARENA PEÑA- ERDOZÁIN AZPILICUETA,
Las estrategias familiares a través de los contratos matrimoniales en el Norte de Navarra: Lesaka, 1790-
1879, Iura vasconiae: revista de derecho histórico y autonómico de Vasconia, 1, 2004, Págs.. 485-522;
NOAÍN IRISARRI, Nobleza media y transmisión del patrimonio familiar en la Navarra moderna, Iura
vasconiae: revista de derecho histórico y autonómico de Vasconia, I, 2004 , Págs.. 523-550.
6
SALINAS QUIJADA, La libertad de disposición mortis causa en el Derecho foral navarro, Anuario de
derecho civil, Vol. 36, Nº 2, 1983, Págs. 421-450; Manual de derecho civil navarro, Pamplona, 1980;
Compendio de derecho civil navarro, Pamplona 1991
sabido impregna todo el derecho medieval7; en el ámbito de los derechos reales se
instauran formas comunitarias de aprovechamientos de bienes (bienes comunales,
corralizas, helechales, facerias, etc.)8.
El Fuero General no deroga “los fueros” locales, sino que los defiende y
respeta; y esto inspira el gran principio político que van a regir la historia del derecho
Foral de Navarra, que hoy llamamos la autonomía municipal; manifesta el carácter
paccionado del derecho y no es sino el reconocimiento de los fueros territoriales, que
frente a las pretensiones jurisdiccionales de la nobleza y de la autoridad central,
ordinariamente recogen el derecho de autogobierno de los pueblos9.
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DEL RIO ALDAZ, Las ultimas cortes de Reino de Navarra 1828-1829, Pamplona 1985; HUICI
GOÑI, Las cortes de Navarra en la edad moderna, Madrid 1963; BULLÓN DE MENDOZA, Ideología
carlista y régimen foral, 1833-1845; RODRIGUEZ GARRAZA, Navarra de Reino a Provincia (1828·
1841), Pamplona 1968; Tensiones de Navarra con la Administración Central (1778-1808), Pamplona,
1974. M' Cruz MINA APAT, Fueros y revolución liberal en Navarra, Madrid, 1981; ANDRÉS Gallego.
Historia Contemporánea de Navarra, Pamplona 1982. Págs. 120 y sigs; MINA APAT, Fueros y
revolución liberal en Navarra, Madrid 1981. PAN-MONTOJO GONZÁLEZ, Las bases del Carlismo
navarro: 1833-39, Príncipe de Viana. Anejo, 5, 1986 (Ejemplar dedicado a: I Congreso de Historia de
Navarra de los siglos XVIII, XIX y XX: Tomo II), Págs. 23-36.
16
M. ARTOLA, Hacienda Real de Navarra en el Antiguo Régimen, en Hacienda Pública Española,
55/1978. BARTOLOMÉ HERRANZ, Fuentes para el estudio de la Hacienda Real de Navarra, 1513-
1700, Príncipe de Viana. Anejo, 9, 1988 (Ejemplar dedicado a: Primer Congreso General de Historia de
Navarra. Comunicaciones: Historia Moderna y génesis de la Navarra contemporánea), Págs. 61-70;
RAZQUIN LIZARRAGA, Las instituciones de Navarra en la época contemporánea: aspectos
estructural-organizativos y fiscales, Príncipe de Viana. Anejo, 15, 1993 (Ejemplar dedicado a:
Conferencias y comunicaciones sobre Historia Moderna y Contemporánea), Págs. 299-311. ENERIZ
OLAECHEA, Navarra provincia foral: las leyes de 25 de octubre de 1836 y 16 de agosto de 1841, RJN,
39, 2005, Pág., 9 y sigs.
17
OLABARRI GORTAZAR, Génesis y significado de la ley de modificación de fueros ("Ley
Paccionada") de 1841, en el Vol. "Cuestiones de Historia Moderna y Contemporánea" (Pamplona, 1986),
p. 85; ENÉRIZ OLAECHEA, La función pública. La competencia histórica de la Comunidad Foral de
Navarra en la materia, Derecho de la función pública de Navarra / coord. por Francisco Javier Enériz
Olaechea, 2006, Págs. 35-66.
18
De hecho aun después de la proclamación de la unidad jurisdiccional, la jurisprudencia acepta la
vigencia íntegra del derecho Foral navarro y lo aplica tanto a nivel estatal (por el Tribunal Supremo),
como a nivel específicamente navarro (por las Audiencias territorial y Provincial). Antes de la
codificación no se había aun corrompido el termino derecho foral y junto al derecho de Navarra reconocía
también la jurisprudencia la vigencia los derechos forales de carácter local y consuetudinario; la
El desarrollo político y aplicación práctica de la autonomía de Navarra se enfrenta
a un ambiente encrespado por el persistente centralismo y las insistentes insurrecciones
carlistas (1846-1872). Navarra mientras tanto recauda sus impuestos con plena potestad
legislativa, y como contrapunto abona el cupo, que se supone el pago de los servicios
del Estado en Navarra. El cupo se fija en 1841 en 1.800.000 reales, pero se debe
actualizar sucesivamente en torturados convenios, cuidadosamente negociados, de
1877, 1927, 1941 y 1969, 1990, en los que, cada vez, la Diputación exige del Estado la
renovación del “voto” de reconocer la potestad tributaria de Navarra; mientras que el
Estado exige de Navarra, también cada vez, el “voto” de evitar estridencias, y adaptar
el perfil de su régimen tributario al del Estado19. El dinero recaudado se invierte con
peculiar cuidado por un competente y comprometido funcionariado navarro, que
dirigen los Diputados forales (elegidos por las merindades históricas de Pamplona,
Estella, Tudela, Sangüesa y Olite)20.
El borroso e impreciso equilibrio entre Navarra y el Estado se ha mantenido más
allá de los cambios y vaivenes de los diversos regímenes políticos que han poblado la
inestable política española de los siglos XIX y XX. No es este el momento de subrayar
detalladamente vicisitudes políticas y sobresaltos varios21, pero el éxito de esa formula
Novísima Recopilación disponía en su ley 3, título, 2, libro, 3. que los fueros municipales que cada
ciudad, villa ó pueblo tuviere, debían observarse, con preferencia á las leyes generales de las Partidas,
siempre que se pruebe su uso y no sean contrarios a leyes mas modernas, (también se reconocía en el
Antiguo Régimen la vigencia en España de algunos fueros locales relevantes, como el Fuero de Baylo o
el Fuero de Sepúlveda).
19
Aparte del trabajo de ENERIZ OLAECHEA, puede citarse entre otros MART1NEZ BELOQUI. La
negociación del Convenio de Tejada Valdosera (1876-1877), en Primer Congreso General de Historia de
Navarra, Revista Príncipe de Viana, Anejo 10, 1988, Págs. 271 -28 1; MIRANDA- ILUNDAIN-
BALDUZ, Cien años de fiscalidad en Navarra, Pamplona 1998; Fiscalidad y foralidad en Navarra,
1941-1990, Pamplona 2003; BURGO AZPIROZ, Principios rectores del régimen fiscal de Navarra,
RJN, Julio-diciembre 1994, Pág., 31. ILUNDAIN-BALDUZ- LEGARRA, La contribución directa y el
cupo contributivo en Navarra en el último cuarto del siglo XIX, Estudios de ciencias sociales, 6, 1993,
Págs. 51-69; BURGO AZPÍROZ Autonomía Financiera de Navarra, El sistema de Convenio Económico.
Pamplona 1996. Las facultades normativas de Navarra se extienden a los mas variados órdenes
administrativos (montes, carreteras, fomento, enseñanza, hospitales, etc.) y es particularmente importante
la preocupación por un desarrollo armonioso de las potestades en materia municipal, materia
particularmente sensible en el orden político por significar especialmente la identidad Navarra, donde
existe un desarrollo normativo favorable a la autonomía municipal, que contrasta con la legislación estatal
(que hasta bien entrado el siglo XX somete a los ayuntamientos a un régimen de tutela similar a la de los
incapaces). La legislación Navarra culminará con el mítico reglamento de la administración municipal de
1925.
20
Los reyes franceses de Navarra conservaron la sexta Merindad de Navarra que sería una pieza clave en
las guerras de religión Francesa y el mismísimo Calvino tenia correspondencia frecuente con la Reina de
Navarra en el Castillo de Nerac. En 1594 el Rey Enrique III de Navarra, líder del partido hugonote
(calvinista) en Francia, se convirtió al catolicismo para convertirse en Enrique Cuarto Rey de Navarra y
Francia. Luis XIII, incorporará su reino a la Corona de Francia en 1624.
21
La ley de mostrencos estableció un orden legal de sucesión que se pretendió que como ley general
derogaba la sucesión intestada del derecho de Navarra, cuestión que se repitió con machacona insistencia
hasta mediados del siglo XX. La pretensión de desamortización civil (de Pascual Madoz) en Navarra, fue
seguida de una enérgica protesta que propicio tras el reconocimiento de la autonomía foral a una mucho
mas limitada y madura desamortización en Navarra (Ver GOMEZ CHAPARRO, La desamortización
civil en Navarra, Pamplona 1967, ALVAREZ CAPEROCHIPI, La propiedad en la formación del
derecho administrativo, Pamplona 1978; LANA BERASAIN, Desamortización foral (1841-1861), Iura
vasconiae: revista de derecho histórico y autonómico de Vasconia, ISSN 1699-5376, 1, 2004, Págs.. 437-
452; FLORISTÁN SAMANES, Desamortización y organización del espacio agrario en Navarra a
mediados del siglo XIX, Príncipe de Viana. Anejo, 15, 1993 (Ejemplar dedicado a: Conferencias y
comunicaciones sobre Historia Moderna y Contemporánea), Págs. 285-298. La Gamaza es otro momento
crítico, cuando el ministro de Hacienda, Germán Gamazo y Calvo intentó legislar en materia tributaria en
constitucional es innegable (seguramente porque, en medio de los recelos y del caos,
los dos sujetos políticos enfrentados se comportaron con respeto y lealtad recíproca).
La jurisprudencia española ha tenido un particular respeto y acierto en concretar,
desarrollar y adoptar a la modernidad un derecho que si solo estuviera anclado en el
pasado tendría graves problemas de identidad22. Y el innegable progreso de Navarra en
el marco relativo del progreso de la sociedad española, realidad más fáctica que
jurídica, inspira a mi parecer el actual Estado de las autonomías al menos en su ámbito
administrativo, y es seguramente su principal modelo.
3. De derecho foral a derecho regional.
La codificación es otro de los sueños (o despropósitos) de los liberales, y sus dos
problemas decisivos parece fueron la cuestión foral y la libertad religiosa. En 1843 se
constituye la llamada Comisión General de Códigos, que elabora el famoso proyecto de
código civil de 1851; pero el proceso codificador fracasa, entonces, porque pretende
establecer un matrimonio civil obligatorio y porque pretende suprimir los derechos
forales. En el código de 1889 se excluye finalmente la codificación de los derechos
forales, que se respetan íntegramente.
El problema inventado por la codificación liberal es identificar ¿Cuáles? son “los
derechos forales”, y cual es su contenido. ¿Cuales? Pero si solo quedaba el derecho
foral de Navarra, mantenido por los navarros durante el violento siglo XIX con empeño
político, esforzado trabajo y grandes penas. El Ministerio de Gracia y Justicia da
entrada entonces en la comisión de codificación a un jurista representante de cada uno
de los “territorios” forales, con la misión de recoger y compendiar las instituciones
“que conviniese conservar”. La comisión de codificación se completa con un jurista
llamado de cada uno de las “regiones”, calificadas como forales: además de Navarra,
Cataluña, Aragón, las provincias vascongadas, Galicia e Islas Baleares23. Se parte de
igualar el derecho de Navarra con “otros” derechos forales, ahora identificados como
regionales; se niega radicalmente la vigencia de los fueros locales, y la foralidad sería
legislada aparte, por medio de “apéndices” al código civil; con indiferencia de la
historicidad y la coherencia interna de un sistema de derecho. Se prepararon con esta
perspectiva diversos proyectos de apéndice foral para el código civil, del que solo llego
a promulgarse el de Aragón (1926). Después de la Guerra civil, y ante las críticas de los
juristas Navarros al sistema de apéndices, en el Congreso nacional de Derecho civil de
Zaragoza de 1946, se propugnó un nuevo sistema de compilaciones, que ahora parece
significar reconocer una cierta coherencia interna al derecho foral24.
Navarra, lo que provoca una airada protesta popular y un levantamiento militar en Puente la Reina:
GARCIA SANZ MARCOTEGUI, La insurrección fuerista de 1893, Príncipe de Viana, 185, Págs. 659 y
sigs. MIRANDA RUBIO, Historia contemporánea. Dos acontecimientos: La gamazada: defensa de los
fueros, La Aventura de la historia, Extra 3, 2007 (Ejemplar dedicado a: Así se hizo España: Navarra),
Págs. 40-41.
22
SANTAMARIA ANSA, La jurisprudencia y el Derecho Civil de Navarra, Pamplona 1948; SANCHO
REBULLIDA, Jurisprudencia civil de Navarra, 3 Vols., Pamplona 1997.
23
La medida fue debida a las ideas e inspiración del jurista catalán Duran i Bas, traductor de las obras de
Savigny al castellano, partidario de una codificación nacional (tardía y a la alemana) compatible con la
continuidad “regional” de los derechos forales. Jurista brillante y prestigioso, participe destacado en las
discusiones en cortes del proyecto de código civil, se trasformó en ambicioso político, nombrado ministro
de justicia en el Gobierno de Francisco Silvela de 1889, con la tarea principal de solucionar la “cuestión
foral”. Ver: DURAN I BAS, M., La codificación y sus problemas, Barcelona, 1889. MOZOS DE LOS
MOZOS, José Luis de, " Los precedentes de la codificación: la unificación del Derecho en los propósitos
de la Ilustración española", ADC, 1988, pp. 637 y sigs.
24
LACRUZ BERDEJO, José Luis, El Congreso nacional de Derecho civil de 1946, ADC, 1948, Págs.
145-156 (Estudios, T. I, 1992, pp. 15-26); SANCHO REBULLIDA, F.: El Fuero es de todos. Estudio de
La compilación Navarra de 1973 sería la última y más completa. Se define a sí
misma como historicista, pretende respetar y remozar las instituciones civiles Navarras,
y es un buen texto legislativo; aunque de hecho ha realizado una modificación profunda
del régimen histórico al tipificarlo legalmente25.
4. El derecho Foral de Navarra y la Constitución.
La Constitución española de 1978 apostata del centralismo liberal de antaño,
y resuelve con acierto el atávico conflicto de la sociedad española, de dar coherencia a
los entes intermedios entre la persona y el Estado; y en particular perfila el Estado de
las autonomías, e integra en el mismo el régimen foral de Navarra, y lo contempla con
un peculiar de respeto, y reconociendo expresamente la historicidad del Derecho civil
de Navarra. El Art. 149.1.8ª atribuye al Estado con carácter general la competencia en
materia de legislación civil, pero en ciertas Comunidades Autónomas respeta un
derecho civil preexistente, anterior a la propia Constitución, y les atribuye "la
conservación, modificación y desarrollo (...) de los derechos civiles, forales o
especiales, allí donde existan"26. En particular el Párrafo 1º de la disposición Adicional
1ª de la Constitución ampara y respeta los derechos históricos de Navarra; y en el
apartado 2 de su disposición derogatoria, mantiene la vigencia en Navarra de la Ley 25
octubre 1839, de confirmación de los Fueros. Es decir la Constitución define la
foralidad de Navarra desde la perspectiva, ya consolidada por dos siglos de historia
política, de respeto a su identidad e historicidad el derecho civil Navarro en lo que no
atente con la unidad constitucional. Y el derecho Foral de Navarra, es ahora, por fin, un
las fuentes del Derecho Navarro, Madrid, 1975; LOPERENA, Aproximación al Régimen Foral de
Navarra (Oñate, 1984); MARTINEZ DE AGUIRRE y ALDAZ-DE PABLO CONTRERAS Derecho
civil navarro y codificación civil en España, RJN, julio -diciembre de 1988; SANCHO REBULLIDA, El
código civil en la codificación civil Navarra, “centenario del código civil”, 1990, Pág. 1979.
25
Fue una ley dictada por el Jefe de Estado, conforme a la disp. transitoria 1ª de la Ley Orgánica del
Estado de 1966; lo que significa de hecho la admisión del carácter originario de la potestad normativa de
Navarra en lo que atañe a la adaptación y modificación de sus derechos históricos. La compilación es
sumamente innovadora. Por ejemplo abandona el régimen histórico del matrimonio que era dotal y lo
transforma en un régimen similar al de gananciales (conquistas), el testamento de hermandad deja de ser
un contrato sucesorio y se convierte en una forma testamentaria, la propiedad comunal deja de tener una
regulación coherente para convertirse en unas singularidades concretas de aprovechamientos comunes,
etc.; sin embargo es obvio que un derecho basado en la sola historicidad tiene problemas graves de
identidad institucional y de identificación del criterio jurídico, especialmente en un mundo trasformado en
una Aldea Global, y que en términos generales la Compilación realiza una adaptación positiva del
derecho histórico Navarro a los tiempos modernos. La Compilación fue modificada por los reales
decretos-leyes de 26 de diciembre de 1975 y 5 de diciembre de 1978, a fin de ajustar el derecho civil foral
de Navarra a los principios que habían presidido la reforma del código civil en lo relativo a la capacidad
de la mujer casada y a la mayoría de edad, y posteriormente en la Ley Foral 5/1987, que comento
después. Ver LÓPEZ JACOISTE, Los principios generales de la Codificación Foral. “Revista Crítica de
Derecho Inmobiliario”, T. XXXIX, 1966; y también muy en particular la importante obra: Pedro De
Pablo Contreras (coordinador), Francisco Javier Fernández Urzainqui, Victoriano Lacarra Lanz, Carlos
Martinez De Aguirre Aldaz, Aladino Colin Rodriguez y Juan Luis Gimeno Gómez-Lafuente: Fuero
Nuevo, Compilación del Derecho civil foral de Navarra. Derecho histórico, concordancias,
jurisprudencia. Pamplona, 1988. Un volumen de 835 páginas. Recopilada después de la Ley foral 5/1987,
de 1 de abril, acompañándose en cuatro apéndices: las Ordenanzas de los Valles de Roncal, del Baztán, de
Salazar y de las Bardenas Reales; cuatro índices, de textos históricos, cronológico de disposiciones, de
jurisprudencia y analítico; recogiéndose también en comentario de cada ley los textos históricos que la
explican y fundamentan.
26
MARTINEZ DE AGUIRRE ALDAZ, Notas para la interpretación del inciso...allí donde existan del
Art. 149.1, 8º Const., en "Primer Congreso de Derecho vasco: La actualización del Derecho civil", 1983,
Págs. 231 y sigs.
tesoro apreciado descubierto en el océano profundo de la pluralidad de la nación
española27.
La LO de 10 de agosto de 1982 de reintegración y amejoramiento del Fuero de
Navarra, reafirma la competencia exclusiva de Navarra en materia de Derecho Civil
Foral (Art. 48)28, y también la autonomía tributaria y financiera de Navarra, que se
regula por el sistema tradicional del Convenio Económico (Art. 45); subrayando
particularmente las competencias en materia de régimen local (Art. 46).
34
ALBIEZ DORMÁN, Una hipótesis: la mayor conexión del hecho con una comunidad autónoma con
derecho propio como regla subsidiaria en caso de conflicto. A propósito de la Ley de reforma del
Derecho internacional privado alemán de 25 de julio de 1986, Competencia en materia civil de las
Comunidades Autónomas (B. Moreno Quesada, coord.), Madrid, 1989, Pág. 69-72. ALEGRE
GONZÁLEZ, Reflexiones en torno al Derecho interregional español, Homenaje a Juan Berchmans Vallet
de Goytisolo, Vol. I, Madrid: Junta de Decanos de los Colegios Notariales de España, Consejo General
del Notariado, 1988, Pág. 53-80 Igualdad, competencia y deslealtad en el sistema español de Derecho
interregional (y en el Derecho internacional privado), Revista Española de Derecho Internacional, 2001,
(1 i 2) Pág. 49-73.ARECHEDERRA ARANZADI, "Los sistemas legitimarios ante el Derecho
interregional", RDP, 1976, pp. 503 y sigs. - "Comentario a los Art. 9.8 y 16 del CC.", en Comentarios a
las reformas del CC., Desde la Ley 21/1987, de 11 de noviembre, a la Ley 30/1991, de 20 de diciembre,
Rodrigo BERCOVITZ RODRÍGUEZ-CANO (coord.), Madrid, 1993, Pág. 470-504; Pág. 526-547.
MARTÍNEZ VÁZQUEZ DE CASTRO, L., Pluralidad de derechos civiles españoles. El artículo 149.1,
regla 8 de la CE. Civitas, Madrid 1997; IRIARTE ANGEL, J. L., Parámetros constitucionales para los
conflictos internos en materia civil, Conflictos de leyes de Derecho Civil Vasco, Bilbao 1999, Pág. 39-62.
ÁLVAREZ RUBIO, La necesaria reforma del sistema español de Derecho interregional, Cursos de
Derecho internacional de Vitoria-Gasteiz, 1997, Madrid, 1998, Pág. 275-321. ABARCA JUNCO, P.
(Dir.), Los conflictos internos en el sistema español de derecho internacional privado, Derecho
internacional privado, Vol. I, 5ª ed, UNED, Madrid, 2004. . ÁLVAREZ GONZÁLEZ, Igualdad,
competencia y deslealtad en el sistema español de Derecho interregional (y en el de Derecho
internacional privado), REDI, 2001-1 y 2, vol. LIII, pp. 49-74, en especial Pág. 70. FONT I SEGURA,
Albert: La pluralidad interna visita el reino del Derecho internacional privado. Comentario a la
Resolución de la Dirección General de Dret i Entitats Jurídiques de 18 de septiembre de 2006, en Indret
Revista para el análisis del Derecho (www.indret.com), Barcelona, abril, 2007, 17 Págs.- ÁLVAREZ
GONZÁLEZ, Santiago: Estudios de Derecho interregional. De conflictu legum. Estudios de Derecho
internacional privado núm. 9. Universidad de Santiago de Compostela, 2007, 170 Págs.
La historicidad es una característica de los seres vivos, que no conocen sus
orígenes, sino que son parte de un desarrollo de unos principios que le son antecedentes,
misteriosos y condicionantes; y ese enigma de los seres vivos no les obliga a ser
inmutables sino que también les exige para sobrevivir adaptarse como individuo, como
grupo o como especie a un medio territorial, social y político muchas veces adverso. El
error de Duran i Bas de asimilar en el ámbito civil foralidad y regionalidad, para
resolver “a toda costa” la cuestión foral, se paga así ahora, porque en realidad negaba la
historia, negaba la historicidad en nombre de la coherencia territorial racionalista; y nos
estremecemos ante el abismo de la posible disolución de un derecho civil genuinamente
español. El derecho civil de Navarra se pone entonces en esa terrible tesitura de tenerse
que definir entre ser un derecho histórico o de ser un derecho regional. A mí me parece
que la respuesta esta clara: el derecho civil de Navarra no puede ser un derecho regional
legislado, al contrario es un derecho que encuentra su razón de ser en su racionalidad en
la historia, y en la legalidad constitucional.
Me explico, entiendo que para superar el error de Duran y Bas hay que
comprender que el derecho civil español se manifiesta con un alma única, pero con una
estructura formal dual, que tiene su principal razón formal en la ley, pero que tiene una
segunda razón formal de su ser en la historicidad y bondad de sus instituciones.
Dualidad que me parece que se recoge y plasma perfectamente en el actual marco
constitucional. Y si el derecho codificado se justifica primordialmente en la sistemática
y racionalidad de la ley formal, el derecho Navarro se ha justificado y se justifica
primordialmente en su arraigo histórico y aplicación practica. Pero los dos principios
son también y a la vez la justificación del derecho civil como uno, común y foral, o si se
quiere común como foral o como especial. Y así razón (la ley) y la historia se perfilan
como los dos principios inseparables, parte de una única esencia, que justifican tanto el
derecho civil común como los derechos civiles especiales o Forales, y que da sentido a
la conservación, modificación y desarrollo (...) de los derechos civiles, forales o
especiales, allí donde existan. El derecho Foral de Navarra representa en sus orígenes
los principios de una cultura primordialmente vasca, de autoridad y familia, ciertamente
disgregada de su entorno originariamente agrario y religioso, pero que en todo caso
tiene una clara identidad y sentido propio, más allá de la lengua y la raza, que en
Navarra son plurales, y aún mas allá de la historia misma. Y el derecho de Navarra no
se identifica con la visión autonomista de ser uno mas entre una pluralidad de los
derechos civiles españoles, porque no tiene su razón de ser en un territorio; al contrario
el derecho de Navarra se siente singular en su historia torturada, y además y a la vez
creador del derecho nacional y parte esencial del mismo.
La identidad del derecho civil de Navarra no se sitúa en su territorialidad regional;
y su historicidad no tiene siquiera su razón de ser en la propia historicidad, a conservar a
todo trance como particularidad; sino que se justifica en que estas instituciones
históricas no son inventadas sino que se han mostrado idóneas para regir la realidad
plural de Navarra, y sirven como justo contrapunto para el desarrollo y la comprensión
del propio derecho civil común, y de las razones profundas de sus instituciones; ha sido
y es un contrapunto fiel al derecho civil de origen romano que preside la codificación. Y
la Constitución es en sí misma también bifronte, es una ley superior, pero es un humilde
reconocimiento del hombre singular y sus singularidades (de los derechos humanos)
como superior a la ley misma. El derecho foral de Navarra es también bifronte, es la
historia pero es también una arteria viva y vibrante que se engarzada en la Constitución.
José Antonio Alvarez Caperochipi