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LA BIBLIA
P ROFECAS
MESINICAS
Hugo McCord
EL HIJO DE DAVID
(2O SAMUEL 7.12)
Cerca del ao 1000 a. C., David, rey de Israel,
quiso construir un templo permanente que fuera
casa de Dios. Dios le respondi a David que Su
plan era construirle a l una casa (2o Samuel 7.11).
La casa que Dios tena planeada para David, no
sera de madera ni de piedra: Sera de la posteridad
de David. Sera una casa familiar, compuesta por
los descendientes de su linaje. Dios se refiri
expresamente al hijo de David llamado Salomn:
l edificar casa a mi nombre, y yo afirmar
para siempre el trono de su reino. Yo le ser a
l padre, y l me ser a m hijo [] Y ser
afirmada tu casa y tu reino para siempre delante
de tu rostro, y tu trono ser estable eternamente
(2o Samuel 7.1314a, 16).
(Mateo 26.1415).
EL DESAMPARADO DE DIOS
(SALMOS 22.1)
Cuando David era perseguido por Sal o por
Absaln, muchas veces se vio obligado a
esconderse en cuevas o en el bosque. En tales
momentos, debi de haber credo que Dios le haba
retirado Su ayuda. Durante momentos crticos,
cuando apenas haba un paso entre [l] y la
muerte (1o Samuel 20.3), era de esperar que David
clamara: Dios mo, Dios mo por qu me has
desamparado? (Salmos 22.1a). No era que Dios lo
hubiera abandonado, pues Dios, quien no puede
mentir El Dios que no muestra favoritismo
haba prometido: No te dejar, ni te desamparar
(Josu 1.5c; vea Hebreos 13.5). A pesar de lo anterior, hablando humanamente, David se sinti
desamparado de Dios, y su clamor es comprensible.
Mil aos ms adelante, un Hijo de David,
perseguido por enemigos, clam a gran voz desde
la cruz: Dios mo, Dios mo, por qu me has
desamparado? (Mateo 27.46b). La luz del sol
haba desamparado a Jess desde el medioda
hasta las tres en punto, Sus discpulos haban
huido, y Dios se haba apartado de l. En el caso de
David, el abandono de parte de Dios no era real.
Era sencillamente que as le pareca al agobiado
y preocupado hombre. En el caso de Jess el
abandono de parte de Dios era real. Durante las
horas de la crucifixin, Jess lleg a ser la personificacin del pecado. Fue hecho por nosotros
pecado, para que nosotros fusemos hechos
justicia de Dios en l (2a Corintios 5.21). Debido a
que un Dios puro no puede mirar el mal (Habacuc
1.13), l tuvo que apartar Su mirada. Jess se
percat de que, por primera vez en Su existencia,
Su Padre tuvo que apartarse de l.
Adems, la ley deca: Maldito por Dios es
el colgado (Deuteronomio 21.23); por lo tanto
maldito todo el que es colgado en un madero
(Glatas 3.13b). Jess lleg a ser maldito por nosotros.