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PLANEACIÓN:

Antes de iniciar la ejecución de la actividad es indispensable realizar las labores


previas de planeación y estudio del movimiento de tierras lo cual es de vital
importancia si se quiere hacer un trabajo en forma económica y sin desperdicio de
tiempo y de recursos. El estudio de oficina y exploración en el campo son las dos
investigaciones que dan las bases para una correcta planeación del movimiento de
tierras y deben estas dos actividades correlacionarse y hacerse simultáneamente
alimentando con la información obtenida en cada una de ellas a la otra. Es
indispensable hacer una visita de inspección al sitio de trabajo, para observar todos
los aspectos que puedan influir en la ejecución de la obra, y el estado de las vías de
acceso a ella. Se debe dejar constancia del estado de las vías por donde circularán
las volquetas, pues es usual que las municipalidades cobren al constructor los daños
resultantes por la circulación de equipos pesados sobre vías no diseñadas para tales
cargas.

Analizada la obra a ejecutar, se debe seleccionar un sitio para la disposición del


material sobrante, o botadero, el cual debe tener disponibles todas las licencias
ambientales y municipales. Para ello se debe tener en cuenta la cercanía al sitio de
la obra, con el fin de minimizar el costo del transporte del material sobrante,
usualmente el insumo que más influye en los movimientos de tierra en las grandes
ciudades, pero teniendo en cuenta la tarifa que usualmente cobran en estos sitios.

5.1.1. Estudio de planos: Se deben estudiar detalladamente los planos y las


especificaciones propias del proyecto, aclarando y definiendo todos los factores que
van a condicionar las características específicas de la labor a realizar. También es
indispensable que el ingeniero o profesional responsable de la obra analice en
detalle el estudio de suelos, el cual debe contener un estudio de estabilidad del lote
antes, durante y después de ejecutado el movimiento de tierras. Este debe contener
una serie de recomendaciones para realizar la obra, las cuales deben ser seguidas
en detalle. El profesional responsable solicitará ayuda al experto en suelos y
geotecnia, en caso de duda. Deberá ser cuidadoso en verificar la cota en donde
encontrará el nivel freático, pues un suelo saturado se comporta de un modo muy
diferente respecto a cuando su humedad es normal; es más pesado, se expande,
dificulta el trabajo y rebaja los rendimientos de los equipos, y afecta la estabilidad
general de la excavación.

5.1.2. Cantidades de obra: Del estudio de los planos se hará el cálculo de las
cantidades de obra discriminando según las distintas etapas de ejecución del
proyecto. Estas cantidades servirán de base para la negociación del suministro de
los equipos de excavación, las volquetas para disponer del material sobrante en el
botadero. La selección del equipo se basa en el volumen de tierra a remover, la
capacidad y cantidad de los equipos disponibles, la disposición del equipo en el sitio
de trabajo, y las características del material a cortar. Seleccionado el equipo de corte,
generalmente una o varias retroexcavadoras, se procede a calcular la cantidad de
volquetas necesarias para asegurarle continuidad en el trabajo de las máquinas que
cortan tierra, sin que las volquetas estén sobrando haciendo fila de espera. Para ello
hay que tener en cuenta: la distancia del botadero, el tiempo del viaje de ida y
regreso, el coeficiente de expansión del material excavado, la sobre-excavación por
taludes que aseguren la estabilidad del trabajo, la necesidad o no de dejar parte del
material en la obra para futuros llenos, y la capacidad de las volquetas disponibles.

5.1.3. Programación: Con las cantidades de obra calculadas, y seleccionado el


equipo, se analiza el programa de trabajo general para el proyecto, con el fin de
determinar si se está cumpliendo con las necesidades de la obra. Si esto no se da,
se harán los ajustes necesarios en la selección del equipo.

5.1.4. Planos de trabajo: Las obras de movimiento de tierras se deben planificar


hasta el punto de dibujar planos de trabajo, en los cuales se deben plasmar las
secuencias de ejecución de la obra, vías industriales para circulación del equipo de
corte y las volquetas, rampas, taludes, drenajes y otras obras que garanticen la
estabilidad del terreno y sus vecinos durante la explanación, y con posterioridad a
ella. Es de común ocurrencia que haya que prever un sistema de drenaje y bombeo
con el fin de bajar o abatir en nivel freático y así mejorar las condiciones de
estabilidad de la obra y rendimiento del equipo de trabajo.

5.2. COTIZACIONES:

Con toda la información recopilada se preparan las solicitudes de cotización


definiendo por escrito muy claramente las cantidades, características, plazos de
entrega, responsabilidades acerca de la calidad del trabajo y certificaciones si son
necesarias.

El movimiento de tierras en las edificaciones generalmente es subcontratado con


empresas especializadas en este tipo de labores, que requiere equipo costoso y
personal experto. Se debe subcontratar pagando por unidad de volumen en corte o
lleno medida en el sitio. El subcontratista especializado debe correr con los riesgos
de botadero, transporte del equipo, y de la mano de obra empleada. Debe conocer
en detalle el plan de trabajo, el cual usualmente se desarrolla o afina con su
colaboración.

5.3. PRESUPUESTO:

Conocidas las cotizaciones, se deben rehacer los análisis de precios unitarios para
los distintos tipos de suelos contando con los precios ofrecidos, los rendimientos
reales, los reajustes de precios si los hay, y las cantidades de obra recalculadas. El
resultado de este estudio se compara con el presupuesto vigente para el proyecto. Si
no se acomoda a lo esperado, se debe informar al superior responsable de la
ejecución presupuestal para encontrar una solución al costo adicional, o para buscar
una aprobación de este. En estos casos se debe avisar al encargado de hacer los
prosupuestos para que tenga en cuenta el hecho en futuros presupuestos.
5.4. CONTRATACIÓN:

Superada esta etapa se adjudicarán los distintos contratos, tanto de suministro de


equipos, como de mano de obra, plasmándolos por escrito, dejando claramente
establecidas las condiciones de contratación estipuladas en la solicitud de
contratación, además de las correspondientes a la forma de pago, garantías, multas,
pólizas, responsabilidades y arbitramentos necesarios.

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