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EL MONUMENTO AL CRUCERO"BALEARES": Historia, polémica y

artífices

El 14 de Marzo de 1938, nueve días después del hundimiento del


crucero nacional, aparece en la primera página del periódico "La Ultima
Hora" , un artículo titulado: "Gloria a la Armada Nacional" y subtitulado:
"Nuestro homenaje al Baleares", "Un monumento a los héroes en la ciudad
de Palma". En él, y con la prosa característica de la época, se da cuenta de la
iniciativa por parte de dicho periódico de erigir un monumento a la memoria
del crucero hundido. No solo en Palma de Mallorca se erigieron monumentos en honor
del crucero nacional, también se levantaron en: Llerena (Badajoz), en el Museo Naval de
Dicha idea recibe el apoyo inmediato de
Madrid, en San Sebastián y en Algeciras.
las autoridades políticas y militares del momento así como el apoyo de gran
parte de la población de la isla.

El periódico se propone sufragar el proyecto por suscripción


popular, encabezada por el mismo. Los donativos se depositarán en la propia
redacción del diario, y en los pueblos se encargarán de recogerlos los
corresponsales del mismo diario, además se efectuaron gestiones para que
en las taquillas de teatros y locales públicos también se pudiera recaudarlos.
El depositario de los mismos sería el Banco de España en donde se abrió una
cuenta especial.

La labor que realizó el "La Ultima Hora" fue laboriosa y constante,


poniendo toda su estructura en la isla al servicio de la empresa. Podemos
afirmar que la paternidad del proyecto le correspondió casi por entero a la
familia Tous, propietaria del periódico en aquellas fechas, que supo canalizar
la voluntad popular.

Las listas

El diario "La Ultima Hora" anuncia que "semanalmente las listas de


los donantes vendran a nuestra redacción para que sean publicadas,
honrando así sus páginas con los monbres de todos sus amigos que quieran
colaborar en el patriótico empeño".
El día 17 de Marzo de 1938, aparece la primera lista de donantes y
así en sucesivos días. El primer donativo lo realizó el propio periódico con la
cantidad de 500 ptas.

Llegaron aportaciones económicas desde dentro y fuera de la isla, e


incluso desde el extranjero, (de Alemania e Italia concretamente) multitud
de particulares, y un sinfín de entidades de carácter deportivo, educativo,
militar, político, cultural, y religioso, aparecen en las listas, junto a
empresas y comercios, entidades bancarias , sindicatos, colegios oficiales,
empresas hoteleras y ayuntamientos de toda la isla. Algunas, solo una muestra, de las
empresas y entidades que participaron con sus donativos, muchas de las cuales aún existen hoy día fueron:
El Crédito Balear, Caja de Ahorros y Monte de Piedad, Banco de España, GESA, Cia. De Ferrocarriles de
Mallorca, Cia de Ferrocarriles de Sóller, Compañía de Tranvías, Gran Hotel, Hotel Victoria, Restaurante
Oriente, Hotel Alhambra, Bar Bosch, Teatro Lírico, Frontón Balear, Círculo Mallorquín, Sociedad "La Veda",
Casa Buades, Almacenes Bauzá, Colegio Oficial de Farmacéuticos, Colegio Notarial, CAMPSA, etc...

Las listas estuvieron apareciendo durante varios años, aunque cada


vez menos regularmente debido a los imperativos de espacio que las otras
noticias reclamaban.

Releyéndolas vemos como toda la Isla y el "Todo Mallorca" se volcó


en el proyecto. También se realizaron funciones y representaciones
teatrales en los principales teatros de la ciudad, con el fin de recoger
fondos.

El monumento a concurso

Paralelamente a la suscripción popular ,"La Ultima Hora" convocó un


concurso para que se presentaran los diferentes proyectos de lo que habría
de ser el monumento.

Se llegaron a presentar una veintena de maquetas, que se


expusieron al público en un comedor del Auxilio Social sito en el paseo del
Borne de la ciudad, y el 28 de Julio de 1939, el Jurado, que estaba presidido
por Don Francisco Moreno Fernández, Almirante de las Fuerzas de Bloqueo del
Mediterráneo,premió por unanimidad el que llevaba por lema "Inmortalidad",
que había sido presentada por los arquitectos mallorquines Don Francisco y
Don José ROCA SIMÓ (padre e hijo respectivamente) y el escultor José
Pascual ORTELLS.

El coste del monumento se presupuestó en 100.000 ptas. de las


cuales ya se habían recaudado por esas fechas la mitad.

Se decide emplazarlo en el glacis de Sta. Catalina, Sa Faxina,


constando de una plataforma de tres gradas, de 400 metros cuadrados, y
una columna de 22 metros. Rematando la columna un faro que dibujará con
sus focos una enorme cruz. tal y como se conserva actualmente, y la parte
escultórica, hoy desaparecida, que constaba de una estatua de tres metros
de altura representando a un marino abrazado a un áncora y con el brazo en
alto. En un principio se pensó en poner en el monumento una placa con los
nombres de los caídos en el hundimiento, pero finalmente no se llevó a la
práctica.

De la memoria que acompaña al proyecto transcribimos los


siguientes párrafos:

"A nuestro modo de ver, debe constituir el monumento la mas acertada


expresión de este homenaje a los héroes del glorioso crucero "Baleares" y
por lo tanto debe ser a modo de túmulo y faro que con sus símbolos,
inscripciones, estatuas y altorrelieves, altra y sacrosanta cruz combinado
armoniosa y acertadamente, expresen por si mismos la gran epopeya
inmortal.

Dado el sitio del emplazamiento debe dominar en este monumneto la


dimensión vertical; pues no sólo obliga a ello las amplias vias que lo circundan
, sino aún más, la importante atenciónn de que pueda ser descubierto desde
el mar por los navíos que lo crucen, y puedan tributar un emocionante grito
de "presentes" y "Viva España"."
Las obras para su emplazamiento empezaron el 7 de agosto de 1939.

La inauguración

El 16 de Mayo de 1947, el monumento al " Crucero Baleares" fue


inaugurado contando con la presencia del Jefe del Estado Francisco Franco.
De este hecho se hicieron eco los periódicos locales y del resto de España,
así como el noticiario "NODO" que filmó el evento.

El diario "La última Hora" en un alarde tipográfico y en primera página así lo


contaba:

"A las diez y media con exactitud cronométrica, llegó el Generalísimo


Franco al glacis donde se erige el monumento levantado a la memoria de los
héroes del "Baleares" (...)"

"A los acordes del Himno Nacional, (...), el Jefe de Estado, que vestía
uniforme de Capitán General de la Armada, revistó a las fuerzas que le
rendían honores, descendiendo a continuación por las escalinatas centrales,
para dirigirse al altar, mientras su esposa Doña Carmen Polo de Franco y su
hija la señorita Carmen Franco Polo lo hacían por uno de los accesos
laterales, acompañados por los aplausos incesantes de los asistentes."
"Frente al altar esperaba a SS.EE. el Obispo Coadjutor de Mallorca, Monr.
Hervás (...) y el Obispo de Ibiza Dr. Cardona (La presencia del Obispo y del alcalde de
Ibiza entre las autoridades, se justifica porque entres los tripulantes del crucero había, además de
mallorquines, ibicencos y de Formentera.)”

"Bajo las gradas del altar se colocaron las autoridades y jerarquías por este
orden: A la izquierda: los Ministros de Marina y de Industria y Comercio;
Almirante Jefe de la Escuadra; Capitán General de Baleares; Almirante
Jefe de la Base Naval del Archipiélago; General Gobernador Militar de
Mallorca; General Subinspector de Baleares y General Jefe de Artillería de
la Región. Detrás de ellos, los jefes de estado Mayor de la escuadra y de los
ejércitos de Tierra, Mar y Aire, y ayudantes; y a continuación el Jefe de la
2 cia Aérea y el comandante de Marina. A la derecha tomaron asiento el
Gobernador Civil de la provincia; Alcalde de Palma (El alcalde de Palma de
Mallorca en aquellas fechas era el Ilmo Sr. Juan Fuster Coll).
; Presidente y Fiscal de la Audiencia ; Delegado de Hacienda; Presidente de
la Diputación; Magistrado de Trabajo y Alcalde de Ibiza"

" (...) ocupando un sitio destacado los supervivientes del "Baleares" y


familiares de los caídos en la heroica gesta."
(...) "seguidamente dio comienzo la ceremonia religiosa"

El obispo Sr. Hervás procedió inmediatamente a la bendición del


monumento, terminada la cual el generalísimo procedió a su inauguración. La
estatua central , que representa un marinero en el momento de rendir el
máximo tributo a la patria, estaba recubierta por una gran cortina con los
colores nacionales. Un flecha naval, procedió a descorrer la Bandera,
quedando oficialmente inaugurado el monumento, al tiempo que estallaba una
estruendosa salva de aplausos. (...)

"El alcalde de Palma hizo la ofrenda al monumento pronunciando un discurso


cuyo final fue calurosamente aplaudido. A su vez el Jefe del Estado
contestó a las palabras del alcalde pronunciando un patriótico discurso , que
fue interrumpido en numerosas ocasiones..." (...)

"El acto que tuvo lugar a continuación resultó de una emoción imposible de
describir. Mientras las aclamaciones y vivas a España y a Franco atronaban
el espacio, fueron desfilando ante el generalísimo los supervivientes del
"Baleares" a quienes S.E. fue estrechando la mano uno por uno. Algunos de
ellos iban de paisano mientras otros vestían el uniforme de la Armada; El
Caudillo estaba visiblemente conmovido, a la par que muchos de los
presentes, especialmente los que colmaban el recinto destinado a los
familiares de los gloriosos caídos no podían contener las lágrimas" (...)

"Seguidamente el Caudillo se dirigió a la tribuna situada junto al puente de


la Riera para presenciar el desfile militar..." (...)

"Terminado el desfile se reproducen las aclamaciones a las que el Caudillo


corresponde complacido, retirándose a continuación hacia el coche en el que
marcha rodeado por una multitud enfervorecida que le aclama
incesantemente."

La polémica

Cuando el tiempo pasa, la concepción de las cosas cambia, y hay


temas que se olvidan o prefieren olvidarse, y así ha pasado pasó con el
monumento que nos ocupa. Durante la transición política, grupos radicales
mutilaron en repetidas ocasiones el conjunto monumental que figuraba al pie
del monumento. Las primeras veces se restauró, pero con el tiempo no se
destinó partida alguna a su restauración, quedando en un estado lamentable.
Un día la estatua desapareció y actualmente esta en un almacén del
ayuntamiento hecha añicos. Recientemente se ha animado una cierta
polémica sobre lo que había que hacer con el conjunto monumental, oyéndose
opiniones para todos los gustos, desde los que querían cambiar los símbolos,
a aquellos que querían derruirlo o a los que simplemente querían añadirle una
placa "explicativa contextualizadora".

Recientemente la alcaldesa de Palma Aina Calvo, ha argüido que existe un “calmor


popular” para su derribo, cosa que sólo se ha concretado en una manifeatción de
100 personas. Y artículos en los diarios. A ello se oponen otras tantas entidades
cívicas como ARCA que creen que el monumento tiene suficiente entidad histórico
y aqruitectónica como para seguir formando parte de la fisonomía de la ciudad.
Actualmente ha quedado incluido e integrado plenamente en la reforma que
de la zona se ha hecho, aunque sin la estatua que completaba el conjunto
monumental que desapareció para siempre, como los propios marinos caídos
a los que representaba.

Cabrá recordar algunas cosas al respecto como ha señalado la Hermandad nacional


de Marineros Voluntarios:

“Clamor popular”
Afirma la señora Calvo (del PSOE) que el derribo obedece a un “clamor popular”…
Es curioso pero en las dos manifestaciones que ha habido al respecto en los últimos
años, la primera no pasó de una docena de manifestantes, y en esta última han sido
150, siendo generosos, las personas que en un recorrido “cultural” sobre la guerra
civil en Palma acabaron en citado monumento.… Desde luego todo un “clamor
popular “comparable a una manifestación vecinal, como la de los vecinos del Molinar
o de Son Gotleu, sin ir más lejos, de esas a las que su consistorio no hace ni caso…

“Monumento fascista”

Paradójicamente este monumento no tiene signo fascista alguno, el único que tenía,
una estatua con un marinero brazo en alto, fue retirado y almacenado por su
consistorio, hecho añicos por grupúsculos de la extrema izquierda.

“Escudo anticonstitucional y fascista”

El escudo con el águila de San Juan que presenta el monumento no es


“anticonstitucional” puesto que el mismo fue usado durante casi un decenio ya entrada
la democracia. Por otro lado la Constitución Española no menciona escudo alguno
para la Bandera de España, ni tan sólo el actual, aunque curiosamente el ejemplar
firmado por todos los que pergeñaron la última constitución española está “adornado”
con el mismo escudo que el del monumento…

“Lemas fascistas”

El monumento incluye dos lemas, el primero pone “Gloria a la marina nacional” lo


que puede ser entendido hoy por hoy no sólo como la marina del bando franquista sino
también como un homenaje a toda la marina, cosa que entendemos podría molestar a
alguien de secano pero no a un consistorio como el de Palma de Mallorca… El otro
lema pone “Viva España”, no pone “Arriba España”, que sí era un lema fascista, pero
entendemos que a los socios de Aina Calvo les moleste cualquier referencia a la patria
común de todos los españoles, esa que según la Constitución Española es indivisible…

“Falsa iniciativa popular”

Aquí la señora Calvo, a saber por quién asesorada, se erige en historiadora y decide
que el monumento, erigido por iniciativa del diario Última Hora y sufragado por
”suscripción popular”, no fue tal… Indudablemente entre los miles de personas que lo
sufragaron los habría que lo hicieran por congraciarse con el nuevo régimen, los que
lo hicieron obligados, y los que sencillamente, y eran la mayoría, porque querían que
se recordara a los marinos que murieron en el, por cierto la mayoría voluntarios, no
forzosos como se ha dicho en algún sitio, y además una cincuentena eran Mallorquines
que habían solicitado pertenecer al Crucero Baleares. Dudamos mucho que la Señora
Calvo se haya leído nada al respecto, cosa que sería recomendable para no meter la
pata, pero le podemos asegurar que las listas de personas, entidades, instituciones, que
se publicaron en el diario antes citado durante meses, por no hablar de testimonios
recogidos por historiadores, dan una idea de lo bien que acogió el pueblo palmesano y
mallorquín en general la erección de tal monumento.

“El Crucero Baleares bombardeó Málaga y murieron civiles”


Es cierto, el Crucero Baleares en acciones de guerra bombardeó columnas de militares
que iban entremezclados con civiles, práctica desgraciadamente usual en todas las
guerras. Mire señora Calvo igual usted ignora que la Generalitat Catalana
bombardeó en una veintena de ocasiones la ciudad de Palma de Mallorca…
¿Deberíamos por ello eliminar del callejero palmesano la Calle Cataluña?. Pero
sigamos hablando de Málaga, Sabía usted Señora Calvo que el general Francisco
Patxot, responsable militar de tal ciudad al inicio de la guerra civil, no se sumó al
“alzamiento” de forma decidida influido por la llamada telefónica de Diego Martínez
Barrio, quien le dijo que el movimiento insurrecional estaba dominado en toda España
y sólo él permanecía fuera de la legalidad republicana. Dudó el general, pero se
despejó en seguida su desconfianza al escuchar del efímero presidente del Gobierno de
la República, que la Escuadra se dirigía a Málaga para cañonear si persistía en su
actitud. ¡¡ Se imagina, el gobierno de la república pretendía bombardear Málaga !! Y
no vamos a mencionar los asesinatos que se llevaron a cabo en Málaga durante los
primeros meses de contienda por correligionarios suyos de la UGT, CNT, y otros,
contra la población católica y/o de derechas.”

“Ley de memoria Histórica”

Esta ley debería llamarse de la revancha, o de la afasia. Nadie, nosotros menos que
nadie, pretendemos que no se recuerde a los asesinados durante la guerra civil. Es un
episodio del que nadie pretende hacer apología. Nadie se ha opuesto a que se hagan
monumentos que recuerden a los asesinados durante la guerra civil como el del bosque
de la memoria de Calvià, o la placa que está en las paredes del cementerio palmesano,
o que se les recuerde en nombres del callejero local. Lo que resulta molesto es que los
que ahora homenajean a unas víctimas, no se acuerden de las otras y encima derriben
y pretendan derribar los monumentos de los otros. Su concejal de cultura, la
nacionalista Nanda Ramón, manifestó que las calles que se cambiarían respetarían a
las víctimas de la guerra civil… Suponíamos que a todas… Sin embargo eso no ha sido
así… Han eliminado ustedes calles dedicadas a gente, muchas veces mallorquina,
asesinada por los suyos. Le pondré algún ejemplo: Ha eliminado ya o lo pretende su
consistorio una calle dedicada a Ramírez Palmer, fusilado en Alicante por su
ideología falangista, ¿no es una víctima… Y sin embargo puestos a recordar
“Víctimas” su consistorio no recuerda a la familia Sunyer, padre y dos hijos,
deportados desde Cabrera a Menorca y asesinados también por los suyos ayudados por
los chicos de la CNT. Y por supuesto su memoria histórica nunca recuerda los
crímenes que se cometieron en Menorca e Ibiza por no hablar de otros lugares de
España, pero claro es que esos fueron asesinados por sujetos adictos a la república,
cosa que, según nuestro criterio, los hace aún más inmorales porque eran ciudadanos
a los que la “legalísima república” debería haber amparado… Encima han dedicado
ustedes desde hace años una calle a Indalecio Prieto del que se sospecha tuvo
protagonismo destacado con el golpe de estado socialista del año 1934, sí señora
Calvo los socialistas también intentaron acabar con el gobierno legítimo de la
República, pero les salió mal… Y también los suyos tuvieron centros de detención
ilegales (como el de Guantánamo) llamados Chekas de infausto recuerdo… ¿Debemos
por ello eliminar los símbolos socialistas?

La verdad señora Calvo es que jamás pensamos que fuera usted más radical que el
Señor Grosske, concejal comunista (ideología por cierto responsable de millones de
muertos en todo el mundo) que se limitó en su día a proponer en vez de la demolición
el añadirle al monumento al Crucero Baleares una placa “contextualizadora”, medida
que, aunque discutible, no deja de ser mejor que el querer arrasar con el.

Usted Sra. Calvo, y los suyos de paso, no quieren reconocer que esta isla durante la
guerra civil fue “nacional” por convicción, mal que le pese y les cause mala
conciencia, y que ni tan solo el desembarco en Porto Cristo (calificado por Azaña de
intentona catalanista) hizo que el pueblo mallorquín se sacudiera “el yugo del
fascismo”, más bien todo lo contrario se “abrazaron” al mismo… Máxime después de
saber lo que hicieron correligionarios suyos en Menorca y en Ibiza…

Ha dedicado usted en Palma una calle a “la concordia”, ¿de verdad cree usted señora
Calvo que va a conseguir la tan citada y deseada concordia derribando monumentos?
Nosotros creemos que no.

El arquitecto del monumento al Crucero Baleares

Francisco Roca i Simó nació en Palma de Mallorca en el año 1874 en una


antigua casa de familia, en la calle San Nicolás, hijo de Antonio Roca Roig y
de Francisca Simó Nicolau. Su padre, quien tenía un astillero, falleció muy
joven, cuando Francisco era todavía un niño. Recibió su educación y
orientación en la vida de la mano de su hermano mayor Miguel, un ilustre
sacerdote.

Estudia arquitectura, siendo un alumno brillante. Antes de graduarse había


obtenido el respaldo internacional en un concurso para realizar un
monumento al músico y compositor Wagner, para lo cual el claustro de
profesores de la escuela tuvo que concederle un permiso especial.
Se gradúa en la Escuela de Arquitectura de Madrid en marzo de 1906. Este
arquitecto pertenecía a la promoción de Joseph M. Pujol, Rafael Masó y
Joseph M. Pericás.

Una vez diplomado regresa a Palma de Mallorca, donde fue designado


arquitecto de la Diputación de Baleares. Contrae matrimonio con la
argentina Julia Cabanellas Izaguirre, de familia oriunda de Mallorca. En
1913 trabajó en Almería y un año mas tarde se traslada a Buenos Aires y
luego a Rosario. Por un período de cinco años, realiza su labor más
significativa en la ciudad de Rosario. Esta ciudad tiene la concentración de
patrimonio arquitectónico del modernismo catalán más grande que existe
fuera de España; gracias a la acción de Francisco Roca i Simó a través del
parentesco, se relacionó con la familia Cabanellas, vinculándose con los
círculos de la colonia española, que le posibilitaron la concreción de sus
diseños.

Las obras modernistas que Roca proyectó y construyó en Rosario fueron


solo cinco: El Club Español, La Asociación de Socorros Mutuos, El palacio
Cabanellas, la Panadería La Europea, el mejor ejemplo de edificio comercial
modernista en la Argentina y el edificio Remonda Montserrat, edifico de
rentas construido a pedido del acaudalado banquero Remonda.

Francisco Roca tiene sin ninguna duda una notable capacidad creadora.
Quizá la prioridad de sus objetivos arquitectónicos así como sus ideas
rectoras estuvieron canalizadas hacia el logro del «prestigio» a través de su
grandiosidad y riqueza de tratamiento que mostraban sus edificios.

La calidad de la obra de este arquitecto y su originalidad, hace de sus cinco


edificios buenos exponentes del panorama arquitectónico argentino.

La avanzada edad de su madre le hizo retornar a Mallorca en el año 1919,


donde en 1922 es oficial segundo de los Registros Fiscales. En el año 1924
los estudios superiores de su hijo mayor Antonio, que también estudiaría
arquitectura, lo llevan a instalarse en Madrid, donde en 1927 actúa como
arquitecto de Hacienda y Diocesano y dos años más tarde en un puesto
similar en Soria.

No es sin embargo en Madrid, donde actuó en sus últimos años de vida,


sino nuevamente en su tierra natal a la que se traslado para tratar de
restablecer su quebrantada salud que había empeorado en los años de la
guerra civil española. Al llegar a Palma en el año 1939 tuvo dos grandes
satisfacciones como arquitecto, durante su ausencia habían construido
su proyecto del Gobierno Civil y en los meses que permaneció sin lograr
recuperarse, obtuvo la adjudicación del concurso al monumento al
Crucero Baleares.

A fines de 1939, y debido a la gravedad de su estado, regresó a


Madrid para poder ser mejor atendido médicamente. Muere en Madrid
el 9 de mayo de 1940.

Hay que destacar su vocación por el arte en general, pintaba la acuarela,


tenía gran afición y conocimiento de la literatura, la música y la ópera. Esta
preparación intelectual lo introdujo en diferentes tertulias, entablando
amistad con numerosos in telectuales de su tiempo como Gaudi, Anglada
Camarasa, Rusiñol y Antonio Maura entre otros.

Llama mucho la atención que su obra en España haya carecido


aparentemente de significación para los historiadores del país, pese a los
diversos lugares donde actuó.

Francisco Roca fue amigo y admirador de Gaudi, de él dijo: «No ha habido ni


habrá entre los arquitectos antiguos y modernos, alguien que pueda igualar
su poder técnico y arrogancia estética»

Hoy por hoy diversos estudios universitarios le otorgan, a pesar de ser


mallorquín, un puesto muy destacado entre los arquitectos argentinos.

El escultor de la estatua al marinero del Crucero Baleares

Josep Pasqual Ortells López (Vila-real, Castelló, 7 de junio de 1887 - 27 de


noviembre de 1961) fue un escultor valenciano.

Sin influencias del ambiente ni antecedentes familiares, desde la infancia


mostró una gran habilidad para el dibujo y el modelado, de forma que sus
padres lo llevaron al taller del imaginero local Pasqual Amorós porque
aprendiera el oficio. Al 1903 marcha a Valencia por empezar estudios a la
Real Academia de Bellas Artes de Santo Carles, dónde alterna las clases con
el trabajo en el estudio del escultor Lluís Gilabert y Ponce. Fruto del sus
primeros trabajos, el año 1904 regaló al Ayuntamiento de Vila-real un busto
de Alfonso XIII, tal y como queda recogido a las actas municipales

Al 1903 y al 1905 participa en unas exposiciones colectivas en Madrid y el


1907 expone en Barcelona, dónde toma contacto con el guitarrista Francesc
Tàrrega. Los galardones oficiales empiezan con la Mención Honorífica
obtenida en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1906. Poco después se
le encomienda un relieve para el monolito conmemorativo del enfrentamiento
de los habitantes de la Llanura contra los invasores franceses, en el puente
del río Millares. Sus inquietudes lo traen a Madrid para trabajar con el
escultor Agustí Querol y, al morir este el 1909, ingresa en el estudio de
Marià Benlliure, que siempre lo consideró su discípulo predilecto.
Gana la Primera Medalla de la Exposición Regional Valenciana de 1909, y el
Gran Diploma de Cooperación en la Exposición Nacional Valenciana
patrocinada por el Estado al 1910 por la obra Dos hermanos. A la Exposición
Nacional de Bellas Artes de 1910 gana la Tercera el mismo año, en la
Exposición de Arte Español celebrada en la República Argentina es
distinguido con una mención honorífica.. Por oposición libre, gana la beca de
la Fundación Piquer concedida por la Real Academia de Bellas Artes de San
Fernando, que le permito residir durante cinco años en Roma y en París.
Sigue los pasos de la bohemia artística, contrasta opiniones con los artistas
de vanguardia, y tiene ocasiones de conocer a grandes figuras como
Modigliani o Isadora *Duncan.

Al tercer año de pensionado gana la Segunda Medalla de la Exposición


Nacional de Bellas Artes de 1915. Sin llegar a los treinta años, modela un
grupo escultórico con el nombre de Poema que merece la Primera Medalla de
la Exposición de 1917, otorgada por un jurado formado por nuevo escultores
que deciden el premio por unanimidad y dejan sin adjudicar la otra Medalla
correspondiente a la misma sección.

Ortells se instala definitivamente en Madrid, abriendo estudio propio dónde


dibuja, modela, proyecta, presenta obras a los concursos y atiende los
encargos que profesionalmente le van surgiendo, como por ejemplo la figura
en bronce del arzobispo Costa y Borràs que, por selección restringida entre
otros escultores, le adjudica el Ayuntamiento de Vinaròs al 1918 y destinada
a su monumento público. En la década de los veinte realiza otros
importantes encargos en varias ciudades: los monumentos a los doctores
Tolosa Latour y Lázaro Ibiza para el parque madrileño del Retiro; el del
músico Tomás Bretón en Salamanca, y el del actor Isidoro Máiquez en
Cartagena. Modela también seis grandes relieves para la fachada del Círculo
de Bellas Artes de Madrid que finalmente, no pudieron ser ubicados.
Retrata en una pequeña escultura a S.M. la Reina Victoria modelando en
directo al Palacio Real y realiza otros diversos encargos de personalidades
de la política y la cultura.

Durante esta años se inicia también su obra en Vila-real, La ciudad


manifiesta su satisfacción por los éxitos del artista con varios homenajes y,
en 1927, la colocación de una placa conmemorativa a la fachada de su casa
natalícia a la calle del Tremedal.

Al 1935 realiza el monumento a Don Manuel Gullón a la ciudad de Astorga,


pero el estallido de la Guerra Civil interrumpe su obra y le crea una difícil
situación económica, hasta el punto de vender la Medalla de Honor con que
había sido galardonado. Varias obras suyas son destruidas, incluyendo el
onumento a D. Avelino Montero, fundador de los Tribunales de Menores,
antes de llegar a ser inaugurado. Las dificultades de la posguerra lo mueven
a opositar a la plaza de Escultor Anatómico de la Facultad de Medicina de la
Universidad Central, que gana al 1941. AL año siguiente obtiene por
concurso-oposición la Cátedra de Modelado de Estatua a la Escuela Central
de Bellas Artes de San Fernando. Tras la guerra civil se dedica a restaurar
gran parte de la imaginería religiosa destruida por los republicanos en su
furor anticlerical.

Por concurso público en 1940 realiza el monumento a los héroes del Baleares
en Palma, triunfante también con su proyecto para el monumento a la
República Argentina, aun cuando después no llegó a hacerse. en Vila-real
modela el busto para el monumento al guitarrista Francesc Tàrrega (1952) y
la cruz memorial de los Caídos (1957). Entre otras obras que va creando en
Madrid de encargo ministerial.

Hace falta no olvidar varias obras menores de carácter funerario: el


panteón del doctor Albiñana en Enguera. Hizo muchos modelos por concurso
público, y obtuvo la Medalla de Madrid, o los galardones de varias
Exposiciones Nacionales de Bellas Artes. También las medallas
conmemorativas de la Conquista de Sevilla, del centenario de Sant Joan de
la Cruz o la Fundación del Museo Naval.

En los últimos años de su vida intensificó su presencia en Vila-real, dónde el


Ayuntamiento le facilitó un estudio y lugar de residencia. Considerado entre
los hijos predilectas de Vila-real, el Ayuntamiento de la ciudad le ofreció
una exposición antológica en su honor cuando, al 1961, por su meritoria tarea
docente le fue concedida por el gobierno español la encomienda con placa de
la Orden Civil de Alfons X el Sabio. Poco tiempo después, Josep Pasqual
Ortells López murió en su ciudad natal, el 27 de noviembre de 1961.
Recordemos que la estatua del marinero que realizó este afamado escultor
valenciano, permanece abandonada y hecha añicos en un almacén municipal
del ayuntamiento de Aina Calvo.

Eduardo CONNOLLY
(Coautor del libro Crucero Baleares: 1936-1938)

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