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Biofísica de las radiaciones

El sol es la fuente de energía que hace posible la vida, la misma que


perdura porque la materia viviente está adaptada para capturar y almacenar en
ella parte de la energía solar que alcanza la tierra. La vida existe en la tierra
quizás por dos billones de años y ha transcurrido, literalmente, “bajo el sol”.
Hasta que los humanos comenzaron a utilizar la energía atómica, cada porción
de energía que consumían provenía, en última instancia de la radiación solar.

Existen otras clases de radiaciones en la naturaleza que no están


presentes en los rayos solares cuando alcanzan la superficie de la tierra.
Algunas de las cuales son destructoras de las entidades biológicas y que se
denominan radiaciones ionizantes, penetrantes, onda corta o radiaciones de
alta energía, que son producidas por sustancias radioactivas. Los científicos
han aprendido a crearlas artificialmente; algunas de ellas son generadas en los
procesos de fisión y fusión atómica.

ÁTOMOS Y MOLÉCULAS
El mundo está compuesto de de determinados tipos de sustancias,
algunas sólidas, otras líquidas y aún gaseosas. Numerosas palabras de
nuestro vocabulario nombran a estas diferentes sustancias- agua, alcohol, sal,
azúcar, aspirina etc. Las reconocemos por su consistencia, color, sabor, olor;
por sus efectos sobre nosotros mismos o sobre las cosas o en procesos que
transcurren en nuestro entorno. Estas propiedades y efectos dependen
principalmente de la estructura molecular de la sustancia en cuestión. Si
tomamos un terrón de azúcar y lo dividimos cada vez en piezas más pequeñas,
seguirá siendo azúcar hasta cuando lleguemos a la más pequeña unidad de
azúcar, denominada molécula. Si esa molécula de azúcar fuese magnificada
100 millones de veces alcanzaría el tamaño de la página de un cuaderno. Si el
terrón de azúcar pesara una libra y también fuese magnificado un billón de
veces, alcanzaría el tamaño de la tierra.

Las moléculas pueden dividirse en partes aún más pequeñas. Por


ejemplo, si ingerimos azúcar, tendremos finalmente dos sustancias diferentes-
residuo de carbón y agua. El agua obtenida cuando el azúcar es metabolizada
es la misma que cae desde una llave en la piel y el carbón es exactamente el
mismo que encontramos en una pieza de carbón vegetal o en el hollín. Si una
corriente eléctrica pasa a través del agua, se obtienen dos gases- hidrógeno y
oxígeno. Nuevamente, el oxígeno y el hidrógeno que conseguimos del agua
son precisamente aquellos que se obtienen del aire o de otras sustancias.

Los elementos son las partes constitutivas de las moléculas. Hay miles,
quizás millones de clases de moléculas, pero solo son 92 los elementos
naturales, algunos de los cuales son muy raros en la naturaleza. El azúcar y el
agua pueden romperse en sustancias más simples, pero si una sustancia
elemental tal como el carbón, oxígeno o hierro es dividida una y otra vez,
permanecerá como carbón, oxígeno o hierro. La partícula más simple de un
elemento.es el átomo, que no puede ser subdividido por métodos ordinarios.

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Una molécula de azúcar está compuesta por 6 átomos de carbono, 6 de
oxígeno y 12 de hidrógeno. Sus propiedades están determinadas por el número
y posición de esos átomos en la molécula. Las moléculas pueden ser rotas en
átomos por calor, corriente eléctrica, o por reacciones químicas con otras
sustancias. Los átomos no pueden ser divididos por estas acciones.

Durante la segunda mitad del siglo XIX y comienzos del XX se


consideraba que los átomos eran la última realidad del mundo material. Pierre
Y Marie Curie descubrieron un elemento denominado radio que emitía
radiaciones penetrantes y poderosas sin necesidad de una fuente de energía
exterior, y que se transformaba finalmente en plomo. Lo que indicaba que los
átomos tenían una estructura interna muy compleja y que los átomos de un
elemento eran capaces de transformarse en átomos de otro elemento.

Anatomía del átomo: Radiaciones


Los átomos de los 92 elementos conocidos antes de 1940, y 11
descubiertos desde entonces pueden considerarse que están compuestos de
tres partículas básicas: electrones, protones y neutrones. Las mismas que son
extremadamente pequeñas-10 000 veces más pequeñas que el diámetro del
mismo átomo. La disposición de esas partículas en el átomo se asemeja al
sistema solar. En el centro se encuentra el núcleo formado por protones y
neutrones. Alrededor del núcleo y girando en órbitas se encuentran los
electrones. El número de electrones es diferente para los átomos de los
diferentes elementos. Han sido identificados alrededor de otras treinta
partículas nucleares, que no son consideradas en este estudio generalizado de
la estructura atómica.
El átomo más simple es el del hidrógeno, que tiene un diámetro de
0.000000002 cm. (2 mil millonésimas de centímetro). El núcleo contiene un
protón cuya carga eléctrica es positiva. Alrededor del núcleo gira un electrón
cargado negativamente para balancear la carga positiva del núcleo. La masa
del electrón es muy pequeña 1/1840 la del protón. Por lo que la mayor parte del
peso del átomo se concentra en el núcleo. No se menciona al neutrón, porque
por su simplicidad el hidrógeno no contiene neutrones en su núcleo. Los
átomos de otros elementos son más complejos. Su núcleo contiene protones y
neutrones (no poseen carga eléctrica) en un número que depende del elemento
y muchos electrones giran en órbitas fijas alrededor del núcleo. Para cada
elemento el número de electrones balancea el número de protones en el
núcleo. Así el átomo de uno de los elementos más pesados, el uranio, tiene en
su núcleo 146 neutrones y 92 protones. Alrededor del núcleo giran 92
electrones en diferentes órbitas, a diferentes distancias del núcleo y con
diferentes niveles de energía. Los átomos de los otros elementos tienen una
complejidad variable y peso diferente, se encuentran entre el más simple- H- y
el uranio.

Para el estudio de sus propiedades, los electrones fueron removidos de


los átomos que los contenían. Una de las herramientas más tempranas fue el
tubo de Geissler, hecho de vidrio y en el cual se evacua el aire. En el interior
los polos, que están conectados a una fuente de alto voltaje, están unidos por
una placa metálica. Al suministrar la corriente eléctrica (flujo de electrones) el

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tubo se vuelve incandescente por el paso de un flujo de electrones a través del
aire rarificado.

En 1895, el alemán W. Roentgen descubrió las radiaciones que emitían


los tubos Geissler. A su criterio esas radiaciones eran misteriosas por lo que
las denominó rayos X, para recalcar su naturaleza desconocida. Los rayos X
no son visibles para el ojo humano, pero pueden detectarse en placas
fotográficas y penetran fácilmente algunas estructuras y otros materiales que
son opacos a la luz.

Los rayos X son parte del espectro electromagnético, también


denominado espectro de radiaciones. Las propiedades de las diferentes
radiaciones dependen de sus longitudes de onda.

Se considera que las radiaciones se desplazan en forma de paquetes


denominados quantum, que contienen diferentes cantidades de energía.

Efectos de la radiación en la materia


Cuando la luz visible cae en un objeto material, los quantum de luz parte
de su energía es absorbida y otra es reflejada desde el objeto. La energía
acarreada por el quantum de luz visible no es suficiente para afectar la
estructura o comportamiento de la mayoría de los átomos. El quantum de luz
puede ser comparado con un garbanzo disparado desde una pistola de juguete
contra una pared, que es desviado y que no la atraviesa. Algunas substancias
son fosforescentes. Esto significa que si son expuestas a la luz, los electrones
son sacados de sus órbitas atómicas o niveles de energía. Una radiación
visible o incandescencia es emitida cuando los electrones retornan a su órbita
natural dentro de un corto tiempo. Otras substancias como el bromuro de plata,
que se emplea en las placas fotográficas, son sensibles a la luz; sus moléculas
sufren cambios químicos debido a la energía liberada en ellos, por la luz.

Los rayos X, los rayos gamma, y otras radiaciones de alta energía tienen
quantum tan poderosos que pueden compararse con las balas de un rifle.
Cuando un quantum alcanza un átomo, cede su energía a los electrones que
circulan alrededor del núcleo. Estos electrones energizados pueden ser
eyectados desde el átomo y movidos a velocidades enormes hacia el entorno,
donde hay otros átomos. Ese átomo ha perdido uno de sus electrones y por lo
tanto carga negativa y se ha transformado en un átomo con carga positiva o
ión positivo. Estos iones son químicamente más activos que los átomos
eléctricamente neutros: y pueden reaccionar rápidamente con otros átomos o
grupos atómicos con los cuales puede “compartir” un electrón.

El electrón eyectado a través del espacio circundante, puede chocar con


otros electrones de los átomos vecinos y salir, a su vez, de sus órbitas. La
colisión de quantum de rayos X puede producir una serie de electrones
agitados y de átomos ionizados. La perturbación inicial subsiste hasta que la
energía de ese quantum se distribuya en más y más electrones. Hasta que
finalmente, un electrón que ha sufrido el choque de otro, ya no dispone de
energía suficiente para desplazar a otros electrones y la energía remanente se
disipa en forma de calor (entropía). Para entonces, un número de electrones

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habrán sido desplazados de sus átomos, dando lugar a los iones positivos. Los
átomos que capturan los electrones eyectados por otros son iones negativos.
Cada electrón desplazado da lugar a un par de iones, uno positivo y otro
negativo. Por esta razón, las radiaciones de alta energía se denominan
radiaciones ionizantes.

La absorción de átomos cuyos quantum son radiaciones de alta energía


no es la única causa de ionización. Electrones de alta velocidad, denominados
rayos beta pueden dar lugar a la ionización. Los rayos beta se producen en los
tubos de rayos X. Los rayos X son producidos cuando los electrones chocan el
metal del electrodo positivo. La desintegración de los átomos también da lugar
a la eyección de electrones desde sus órbitas, a alta velocidad. La emanación
de electrones de alta velocidad, o rayos beta, es característica de la
desintegración de átomos de radio. Estos rayos tienen un amplio rango de
velocidades y energías. Los producidos por desintegración atómica pueden
atravesar placas delgadas de aluminio o hasta cinco metros de aire. Pierden su
capacidad de penetración conforme colisionan con otros electrones por lo que
energía se transforma rápidamente. (Nuevamente, los rayos beta traen consigo
la formación de muchos pares de iones).

Debido a que los rayos beta son electrones de alta velocidad, por lo que
están cargados eléctricamente. Otro tipo de partícula cargada es la alfa que se
comporta como una partícula pesada con dos cargas eléctricas positivas. En
realidad son núcleos de átomos de helio. Debido a su peso las partículas alfa
no son muy penetrantes, no logran atravesar una hoja de papel. Sin embargo,
los tejidos vivos no están exentos de sus efectos, especialmente cuando la
fuente de esa radiación está en el interior del organismo. A pesar de su poco
poder de penetración, sus efectos son enormes; al pasar por entre los átomos
golpean sus electrones y los sacan de sus órbitas en una proporción enorme.
Los átomos mismos pueden ser sacados de la configuración molecular.

Los neutrones tienen sus propios efectos. Los neutrones junto con los
protones conforman el núcleo atómico. Al producirse la desintegración del
núcleo, los neutrones son eyectados frecuentemente a velocidades que pueden
ser lentas o rápidas. Debido a que no tienen carga eléctrica pueden
desplazarse rápidamente y a la deriva a través de las órbitas electrónicas de
los átomos sin que sean repelidos por los electrones o por los protones.
Eventualmente, ellos son “capturados” por el núcleo de estoa otros átomos.

Por razones aún no comprendidas, ciertas combinaciones numéricas de


protones y neutrones son inestables y dan lugar a una desintegración nuclear
espontánea que se denomina fisión, en la que puede producirse la eyección de
neutrones adicionales. Lo que da lugar a que se produzca una reacción en
cadena. Esta reacción puede ser lenta y controlada (como en las pilas
atómicas) o casi instantáneas y de gran violencia (como en el caso de las
bombas atómicas o bombas de fisión). Los electrones también son
frecuentemente expelidos desde los átomos inestables tal como ocurre con las
partículas beta de alta velocidad. Además, el empuje de los electrones en sus
órbitas causados por los ajustes nucleares, también da lugar a la eyección de
quantum de radiaciones gama. Los rayos gama son rayos X muy poderosos.

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La desintegración del radio se traduce en la emisión de las tres clases de
radiación’ alfa, beta y gama. Estos rayos son todos ionizantes, y los gamma
tienen un altísimo poder de penetración.

La desintegración del núcleo atómico plantea nuevos tipos de problemas


biológicos, ya que los átomos inmersos cambian desde un elemento químico a
otro. Así la captura de un electrón por un átomo de sodio común, da lugar a
que se desintegre y transforme en un átomo flúor más otro de helio. El isótopo
(variedad) de flúor producido en este proceso es inestable y se transforma
rápidamente en neón. Es obvio que si tal proceso ocurre en la célula viva, se
producen grandes perturbaciones. Suponiendo que una reacción fisiológica
depende de la presencia de átomos de sodio; y si uno de ellos cambia
repentinamente a helio y neón, el proceso de esa reacción no será normal. La
presencia de fósforo radioactivo plantea un problema especial en el proceso de
la herencia. El ADN, el más importante constituyente de los cromosomas, y
responsable directo de la producción de enzimas y proteínas, contiene una
gran cantidad de fósforo. Si el fósforo es radioactivo su incorporación dañará a
la molécula de ADN. El fósforo radioactivo tiene una vida de pocos días y luego
decae e azufre, un elemento inusual en la constitución química del ADN.

La vida depende de la presencia en el lugar y tiempo adecuado de


ciertas moléculas químicas. Especialmente durante el proceso de la herencia.
Un cambio en el gen de la esperma o del óvulo puede ser la diferencia entre un
ser normal o con deficiencias. Las radiaciones ionizantes o de alta energía
rompen la estructura física de los átomos y dan lugar a reacciones químicas
impredecibles. La adición o pérdida de un átomo, la formación de iones, la
ruptura física de las cadenas moleculares, alteran la organización de la célula.
En muchos casos, el daño causado a una sustancia especializada no es
fácilmente reemplazada o reparada. Aquí los efectos de la radiación son muy
serios.

Los efectos biológicos de las radiaciones ionizantes se producen


después de la absorción de la energía procedente de esas radiaciones, de los
esfuerzos del organismo para compensar los efectos de esa absorción y de las
lesiones que pueden producirse en el organismo.

La interacción de la radiación con las células es una función de


probabilidades, una cuestión que puede o no interaccionar y si se produce la
interacción puede o no producir daño.

El depósito inicial de energía ocurre en un lapso muy corto que dura


aproximadamente 10-17 segundos.

La interacción de la radiación con la célula no es selectiva. La energía


procedente de la radiación ionizante se deposita en forma aleatoria (sin ningún
orden) en la célula. La radiación “no elige” zona determinada de la célula.

Los cambios visibles producidos en las células, tejidos, órganos no son


de carácter específico, por lo que no se los puede distinguir de otros traumas.

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Los cambios biológicos debidos a las radiaciones se producen luego de
un período de latencia que depende de la cantidad de radiación recibida y que
dura desde varios minutos a años.

La acción de la radiación sobre la célula puede ser de acción directa e


indirecta, según el sitio donde aparezca.

La acción directa ocurre cuando la radiación, sea o no ionizante, es


absorbida por una macromolécula biológica como el ADN, el ARN, proteínas
estructurales y enzimáticas o cualquier otra macromolécula de la célula y da
lugar a cambios en la estructura celular o de su función. El daño se produce por
la absorción directa de la energía lo que da lugar a la ionización de la
macromolécula biológica.

La acción indirecta se produce por la absorción de la energía de la


radiación ionizante por el medio en el cual están suspendidas las moléculas. El
medio de acción indirecta es fundamentalmente el agua. Da lugar a la
formación de pares iónicos y de radicales libres (Compuestos químicos que
reaccionan rápidamente y que tienen un espín electrónico no acoplado. Cada
electrón además de moverse en torno al núcleo, se halla dotado de un
movimiento de rotación en torno a sí mismo. La rotación se da en un sentido o
en otro)
Los radicales libres tienen una alta capacidad de iniciar reacciones químicas y
producir lesiones en lugares distantes de la célula. Durante la interacción del
agua con los radicales libres se forman otros productos que pueden ocasionar
lesiones celulares.

En la célula hay más cantidad de agua que cualquier otro componentes


estructural, entonces es más probable que la radiación produzca daños por
acción indirecta.

El daño causado por las radiaciones ionizantes depende1.- de la


cantidad de energía, 2.- de la velocidad de absorción, y 3.- del mecanismo
seguido por esa absorción. El efecto es distinto si la radiación actúa sobre
cualquier molécula proteica que si actúa sobre el ADN.

Interacción con los ácidos nucleicos (Proteínas dan lugar a las enzimas y
componentes estructurales, se forman de CHONS,-Ácidos nucleícos:
almacenamiento y transmisión de información genética, CHONP)
El componente de los genes, ADN, es una molécula compleja, helicoidal,
constituida por dos cadenas formadas por unidades individuales o nucleótidos.
Cada nucleótido consta de cuatro tipos de bases complementarias: adenina,
guanina, timina y citosina. La secuencia de las bases, expresan el código
genético.
El ADN es el encargado de transmitir los caracteres genéticos, sirve de
molde para la síntesis de ARN mensajero, el cual dirige la síntesis de las
proteínas y en particular de las enzimas. Es una estructura estable en la vida
de la célula a diferencia de otras sustancias que son objeto de continua
renovación. Para la división celular es necesaria la duplicación del ADN,

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proceso que puede ser alterado por la radiación ionizante a la que es muy
sensible.

La distribución aleatoria de los procesos de absorción de energía


causados por las radiaciones ionizantes, puede dañar las partes vitales de la
doble hélice del ADN a través de: a.- Rotura de las cadenas, b.- Lesiones en
las bases, y c.- Lesiones en los azúcares.

Las células han desarrollado sistemas de reparación complejo, mediante


mecanismos de reparación enzimática, que son específicos para las diferentes
formas moleculares del daño de ADN y por medio de ellos, las lesiones
inducidas por radiaciones ionizantes , ultravioleta y agentes químicos, son
identificadas y corregidas. Para la reparación de una roturase requiere que la
cadena complementaria que le sirve de molde, esté intacta. Si esas lesiones no
se reparan, se pueden producir alteraciones en la replicación del ADN, o bien,
en su trascripción, dando lugar a proteínas anormales.

Sin embargo, los procesos de reparación pueden estar sujetos a altos


porcentajes de error si, a pesar de que la integridad del ADN se encuentre
intacta, se producen pequeños cambios en la secuencia de bases (mutaciones
puntuales) en los lugares en los que se produjeron las lesiones iniciales;
también pueden ocurrir alteraciones de mayor gravedad o intensidad tales
como la delección o modificación de genes.

Los efectos de las radiaciones ionizantes sobre el ARN, son menos


conocidos, en general su síntesis es menos sensible a los efectos de las
radiaciones ionizantes.

Interacción con los cromosomas


Los cromosomas son el soporte de los genes y están constituidos por
ADN, ARN, proteínas básicas y otros componentes.

La s mutaciones son modificaciones del material genético (ADN), no


reparadas o mal reparadas y que pueden ser compatibles con la división
celular, presentando caracteres nuevos con consecuencias hereditarias que
afectan a las células germinales.
En las mutaciones cromosómicas, las alteraciones y los cambios
estructurales se denominan aberraciones cromosómicas, resultan de una
irradiación antes de la fase de síntesis “S” (duplicación del ADN) en el ciclo
celular.

Interacción con otros elementos celulares


El citoplasma tolera dosis de radiación superiores a las del núcleo, por lo
que solo grandes dosis de radiación aplicadas al citoplasma pueden causar
muerte celular.
La liberación de las enzimas catabólicas contenidas en los
lisosomas (organismos celulares que contienen enzimas hidrolíticas), tras la
irradiación puede ser letal para la célula. Otros componentes celulares que
pueden ser alterados son la membrana celular, el retículo endoplasmático y las
mitocondrías.

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