Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
INDICE
Las funciones vitales del organismo requieren un determinado gasto energético que
debe ser compensado por los alimentos y bebidas de la dieta. Las necesidades
energéticas se definen, por tanto, como la cantidad de energía necesaria para
mantener la salud, el crecimiento y un nivel adecuado de actividad física. En
situaciones de equilibrio es el propio organismo el que ajusta el gasto y la ingesta a
través de mecanismos endocrinos e hipotálamo-hipofisiarios, que regulan con gran
precisión el apetito, y corresponde a las condiciones óptimas de salud, evitando
grandes fluctuaciones en el peso a lo largo del tiempo y previniendo así la obesidad y
la desnutrición.
Las células del organismo obtienen la energía y los componentes estructurales a partir
de alimentos mediante un conjunto altamente integrado de procesos físico-químicos
que reciben el nombre de metabolismo. Los términos anabolismo y catabolismo hacen
referencia a las reacciones de síntesis y de degradación de macromoléculas propias
en el organismo, en las que participan los hidratos de carbono, las grasas, las
proteínas, los minerales y las vitaminas.
Cuando las sustancias nutritivas son oxidadas, quemadas en el cuerpo de los seres
vivos ocurren dos fenómenos:
Los síntomas de una persona que sufre deficiencias nutritivas no son específicos y
varían. Suelen manifestarse en términos muy generales: cansancio, astenia, apatía,
irritabilidad o malestar general, aunque estos síntomas pueden también presentarse
en personas bien alimentadas por razones no relacionadas con la nutrición. Asimismo,
existen carencias cualitativas (vitaminas, hierro, etc.) que son frecuentes en
poblaciones aparentemente normales.
Son carencias larvadas y carencias cuantitativas, siendo las más habituales las
enfermedades por hipernutrición como la obesidad, la diabetes, la hiperlipidemia o la
aterosclerosis. La valoración nutricional ha de ser una parte de la relación
enfermera/o-paciente, debido a que el alimento y los líquidos son necesidades
biológicas básicas de todos los seres humanos. La valoración nutricional es esencial.
Resulta especialmente importante en los pacientes que presentan riesgo de padecer
trastornos nutricionales relacionados con la hospitalización, con el estilo de vida y con
otros factores como la cultura, la religión, el nivel socioeconómico, las preferencias
personales, algunos factores psicológicos, el alcohol y las drogas, informaciones
erróneas y modas alimentarias.
Para llevar a cabo una buena y correcta valoración nutricional se precisan de las
siguientes
intervenciones:
• Entrevista.
• Observación.
• Exploración física.
• Análisis de los datos analíticos.
La valoración se realiza de forma individualizada, a fin de evaluar adecuadamente el
estado de cada paciente y determinar el riesgo de alteraciones nutricionales.
LA ENTREVISTA ENFERMERA
Constituye una herramienta básica para la valoración del estado nutricional del
paciente. La capacidad para establecer una relación de confianza, formular preguntas,
escuchar y observar es clave para una interrelación enfermera-paciente positiva y es
esencial para conocer los hechos.
• Organizarse: saber exactamente qué es lo que hay que hacer y el tiempo que se
va a emplear en esta etapa. Definir claramente los límites de nuestra tarea evita
distracciones y nos permite centrarnos en las respuestas dadas por el paciente.
• Contar con un guión acerca de las preguntas que se deben formular en cada
caso, decidiendo previamente, en función de nuestros objetivos, el tipo de preguntas
que se van a realizar y si éstas serán abiertas y/o cerradas.
El objetivo de la entrevista es obtener una historia dietética específica para valorar las
necesidades reales o potenciales del paciente. La historia dietética se centra en la
ingesta habitual de alimentos y líquidos y en la información sobre preferencias,
alergias y problemas digestivos. También se puede recoger una historia detallada de
la ingesta de alimento durante tres días, incluyendo un fin de semana. Este registro
permite calcular la ingesta nutricional y compararla con los requerimientos
diarios recomendados. Así mismo, recogerá información sobre el nivel de actividad,
con el fin de determinar las necesidades energéticas y compararla con la ingesta.
Para valorar el estado nutricional de una persona, la enfermera necesita conocer todos
los factores que afectan al estado de nutrición de aquélla. Se incluyen:
• Sexo, edad y etapa del desarrollo.
• Variaciones recientes de peso. Problemas de peso.
• Ingestión actual de alimentos y líquidos: tipo, hora y cantidad de comidas habituales,
así como alteraciones recientes, si las hubiese.
• Seguimiento de una dieta especial y grado de cumplimiento de la misma.
• Alimentos que causan indigestión, diarrea o flatulencia.
• Dificultades para tragar y deglutir.
• Uso de prótesis dentales.
• Uso de medicamentos y otras sustancias vinculados al estado nutricional del
paciente.
• Concepciones previas acerca de determinados alimentos y creencias religiosas
que pudieran condicionar la ingesta de determinados alimentos.
• Actitud frente a la comida.
• Estado emocional del paciente
• Grado de actividad diaria y estilo de vida.
La observación
El segundo método de recogida de datos utilizado durante la fase de valoración es la
observación sistemática, consistente en el uso de los sentidos para adquirir
información sobre el paciente y su entorno. Exige una amplia base de conocimientos y
el empleo consciente de los sentidos, especialmente de la vista, el oído y el olfato.
La exploración física
Constituye el tercer método principal de recogida de datos durante la valoración. El
objetivo de la exploración física del médico es el diagnóstico de la enfermedad. La
NUTRICION Y ALIMENTACION EN LA ATENCION DE ENFERMERIA
El pliegue cutáneo se utiliza para determinar el contenido graso del tejido subcutáneo.
El pliegue cutáneo del tríceps (PCT) es el punto que se mide más habitualmente y con
mayor facilidad. Con el pulgar y el índice se pellizca longitudinalmente un pliegue
doble de grasa, 1 cm por encima del punto medio de la CMB, y con la otra mano se
colocan los dientes del calibrador a cada lado del pliegue de grasa. La circunferencia
muscular media del brazo (CMMB) es una estimación de la masa esquelética
calculada a partir de las medidas antropométricas CMB y PCT.
Pruebas diagnósticas
Las pruebas de laboratorio útiles para la valoración nutricional son:
3.DIAGNÓSTICOS ENFERMEROS
Después de la valoración, la enfermera/o procede a la formulación del diagnóstico
enfermero, segunda etapa del proceso enfermero. En la Tabla 1 se enumeran los
diagnósticos enfermeros que NANDA incluye en su dominio 2 “Nutrición” dentro de la
estructura definida para su Taxonomía II. Se trata, no obstante, de un amplio abanico
de posibilidades dentro de las cuales deberemos realizar la selección de aquellos
juicios diagnósticos acordes con las alteraciones detectadas en cada caso concreto.
La leche de mujer cubre todas las demandas nutricionales durante el primer semestre,
siendo sobre todo las necesidades crecientes de energía y el mayor grado de
maduración del organismo las que exigen iniciar la alimentación complementaria a
partir del 4º ó 6º mes de vida, para mantener un grado óptimo de salud y desarrollo.
Los alimentos deben introducirse uno a uno, tanto por razones organolépticas como
para la identificación de intolerancia a los mismos.
También es importante que la dieta sea lo más diversificada posible, para asegurar no
sólo una mejor nutrición, sino una mayor riqueza de sabores y olores. Los tipos de
alimentos y las cantidades que tiene que ingerir el niño en su primer año de vida han
de ser valorados con relación a la tasa de crecimiento, desarrollo, salud y el bienestar
del niño.
La leche materna supone un impacto beneficioso sobre la salud del niño, el desarrollo,
crecimiento, inmunidad y aspectos psicológicos, sociales, económicos y
medioambientales.
Existen unos beneficios demostrados científicamente de la lactancia materna que se
detallan a continuación.
Protección frente a infecciones y atopias
Desde hace varios años, en sucesivos estudios de cohortes se ha venido demostrando
que los niños alimentados con lactancia materna presentaban menos diarreas y
menos infecciones respiratorias y otitis media, aunque existen sesgos ya que estos
estudios no pueden ser ensayos clínicos debido a cuestiones éticas, que no permiten
este tipo de estudios con niños. Sólo el hecho de que una mujer decida amamantar o
no a su hijo puede ser un marcador de actitudes diferentes hacia el niño y, por lo tanto,
los grupos de menores que reciben lactancia materna y los que no la reciben no serían
comparables, ya que sus madres serian mujeres con actitudes distintas y esto podría
justificar las diferencias encontradas en la evolución de los niños amamantados.
del tracto gastrointestinal, es decir, una respuesta fisiológica a una ingesta dietética
adecuada.
Los lactantes alimentados con el pecho parecen ganar peso más lentamente que los
alimentados con fórmula después de los primeros 2-3 meses y la media de
puntuaciones de peso para talla, peso para edad y, en menor proporción, longitud
para edad es considerablemente más baja. Se pone de manifiesto que los niños
alimentados de forma exclusiva con leche materna durante 4 meses presentan a los 8-
11 meses menos peso, circunferencia de brazo y razón peso/talla que los de
alimentación mixta o con fórmula.
Lactancia natural
• Controlar el horario a demanda, que debe asegurar entre 8 y 10 tomas diarias. Se
tienen que reconocer los signos de hambre del lactante, como son el gorgoteo,
movimientos de manos y pies, chupeteo y búsqueda. El acceso a la madre favorece
el número de tomas (colecho, contacto físico cogiendo al lactante en brazos).
• No dar otro tipo de alimento o líquido.
• Dar de uno o de los dos pechos según demanda del bebé.
• Controlar la ingesta observando el comportamiento con la toma, así como el
control de micciones y deposiciones (3 ó 4 micciones y deposiciones de color
amarillento o verdoso).
• Pesar al lactante cada 7 u 10 días. No efectuar la doble pesada.
• Acudir al pediatra y/o la enfermera de atención primaria tempranamente, así como
a algún grupo de apoyo a la lactancia si se detectan situaciones de riesgo para
el abandono precoz de la lactancia natural.
• La frecuencia y duración de las tomas dependerá de cada lactante, pero una
media de 15 ó 20 minutos es lo normal, aunque existe variabilidad entre unos
niños y otros, aunque siempre se recomienda que la duración sea superior a 10
minutos, ya que la composición de la leche varía a lo largo de la mamada. Si
hubiera tomado poco tiempo de un pecho sería conveniente empezar por éste
lo antes posible. Después de la sexta semana la succión es más pausada y existe
una estrecha interrelación entre las necesidades del lactante, la succión y la
producción. Al introducir la alimentación complementaria disminuyen la frecuencia
y la duración de las tomas.
• Las tomas de pecho durante la noche están asociadas a una duración más
prolongada de la lactancia materna. Es normal que los bebés tomen el pecho
por la noche entre 1 y 5 tomas. Después de la toma el niño volverá a dormirse
sin problemas y la madre también, ya que las hormonas de la lactancia
facilitan el sueño de la madre y la composición de la leche. Por la noche, para
facilitar la lactancia, se puede tener al bebé al lado de la cama, pues no existe
ningún estudio concluyente que indique que el niño está mejor en una habitación
independiente.
Fórmulas de inicio
Se entiende por leche para lactantes la utilizable a partir del nacimiento como sustituto
de la lactancia materna de los recién nacidos a término sanos durante los primeros
4-6 meses. Son preparados a base de leche de vaca sobre los que se realizan
una serie de modificaciones complejas para adecuarlas a los fines nutricionales del
lactante. Su valor calórico es similar a la leche humana. En los últimos años, a estas
fórmulas de inicio se les han añadido aminoácidos con funciones nutricionales
concretas, como la taurina y la carnitina, que se les atribuyen efectos beneficiosos
para el desarrollo gastrointestinal, el sistema inmunitario, la microflora intestinal o la
absorción del hierro. Otra de las modificaciones que han sufrido en los últimos años ha
NUTRICION Y ALIMENTACION EN LA ATENCION DE ENFERMERIA
para hacerlo no son las previstas, ya que forman una cadena en la que no
puede haber errores. Las personas sanas mantienen relativamente constante su
peso. Esto es debido a que su comportamiento alimentario tiende a ingerir la
misma cantidad de energía que gasta.
g y proporcionan 320 kcal adicionales con leche descremada o 640 kcal con
leche entera.
• Debe fomentarse el consumo diario de pan y cereales de grano entero, vegetales
de hoja verde y fruta fresca de 3 a 5 raciones para proporcionar minerales,
vitaminas y fibra.
• Es recomendable la ingestión diaria de 5 a 8 vasos de agua. Con frecuencia hay
estasis intestinal por las restricciones necesarias de las actividades y la presión del
útero en crecimiento.
• Las mujeres embarazadas suelen ser receptivas a los consejos nutricionales. Es
preciso impartir educación colectiva a los futuros padres. La educación nutricional
debe formar parte de los programas educativos y ha de centrarse en las necesidades
alimentarias y en la selección de una dieta adecuada.
La mayoría de los países desarrollados aceptan como persona mayor a la que supera
los 65 años. Sin embargo, debido al aumento en la esperanza de vida y a la
heterogeneidad del envejecimiento se distinguen tres grandes grupos para clasificar a
las personas mayores. Las características sociales y biológicas de estos tres grupos
son suficientemente diferentes como para describir cada una de ellas:
• Ancianos jóvenes: personas de edades comprendidas entre 65 y 74 años. En
general este grupo de población goza de buena salud y de la autosuficiencia
independiente para realizar las actividades de la vida diaria.
• Ancianos: personas de 75 a 84 años. Invalidez funcional y la necesidad de ayuda
para las tareas domésticas o el transporte. Suelen suceder los cambios más
acusados, así como la mayor morbi-mortalidad.
• Ancianos viejos: de más de 85 años. La fragilidad y la incapacidad son los aspectos
más predominantes.