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Stafford Beer DISENANDO LA LIBERTAD Portada: V. Amat / Foto: sose atiguel Onoia Tyas e DISENANDO LA LIBERTAD Stafford Beer BREVIARIOS Fondo de Cultura Econémica S. BEER DISENANDO LA LIBERTAD Este sugestivo titulo es el re- sultado de seis conferencias ra- diofénicas, emitidas en Canada, y muy pronto convertidas en un éxito de libreria, en las que el pro- fesor Stafford Beer analizaba las posibilidades que brinda la ciber- nética para la solucién racional de miltiples cuestiones de la vida social contemporénea. Enfrentin- dose a la burocracia como causan- te en gran parte de los desfases en el desarrollo de una nueva or- ganizacién laboral, el profesor Beer pone sus esperanzas en un ‘movimiento de conciencia colecti- ‘vo en torno a los programas eco: logicos, sanitarios, de trénsito, eteétera, que pueda imponer con- eeptos nuevos de produccién, dis- tribucién y gobierno, capaces de erradicar el burocratismo e im- pulsar la satisfaccién de los inte- reses comunitarios en un marco de creciente libertad y parti cién ciudadanas. La era del ma- quinismo, y sus secuelas de alie- nacién y produccién en serie, ha de dejar paso a una época en que Ja actual revolucién cientifico-téc- nica dignifique el trabajo del hombre y fundamente su libertad. Stafford Beer es profesor invi- tado de cibernética en la Escuela de Estudios Superiores para la Di- reccién, en la Universidad de Man- chester, y profesor de estadistica en la Universidad de Pennsylvania. Condecorado con la medalla de plata de la Real Academia Sueca de Ciencias de la Ingenieria y con el premio McCulloch Memorial Award de la Sociedad Americana de Cibernética. Ha sido también asesor de la ONU, UNESCO, OCDE y de los gobiernos de Gran Breta- fia, Canada, Francia, Suecia y Chi- le. En este tiltimo pais fue conse- jero personal del Presidente Allen- de, Algunas de sus experiencias en Chile son expuestas en este libro. Es también autor de Cybernetics ‘and Management, traducido a diez idiomas; Management Science, Brain of the Firm, Platform for Change y Decision and Control, que apareceré préximamente en espafiol editado, asimismo, por el Fondo de Cultura Econémica. MeN ve ay ats See: BREVIARIOS det ‘Fonvo pz Curruza Economica amt DISENANDO LA LIBERTAD Disefiando la libertad por STAFFORD BEER FONDO DE CULTURA ECONOMICA MiixXICO - MADRID - BUENOS AIRES Primera edicién en inglés, 1974 Primera edicién en espafol, 1977 ‘Traduooion de ‘Aierano Rovio ‘Titulo original en inglés: Desighing Freedom’ D. R. © Fonvo ve Curren Beonsaarea Avda. de la Universidad, 975-México 12. D. F. Eprcrowes P. ©. B. Barats, 8. A Fernando el Caidlico, 85. Madria.s © by Stattord Beor ISBN: 8497501369 (en tela) ISBN: 84375-01377 (en rustica) Depésito legal: M. 43.201 -1977 Impreso en Espatia Gréficas Roma Emilio Ferrast, 20-Madrid17 1 AMENAZA REAL “A LO QUE ESTIMAMOS MAS VALIOSO” La casita a In que he venido a vivir comple- tamente solo durante algunas semanas, se halla situada en la ladera de una colina sobre una tranguila aldea de la costa oeste de Chile, Las olas gigantescas se deslizan majestuosa- mente hasta la bahia rompiendo con estrépito contra las roces, salpicando blanca espuma sobre el verde mar, bajo el sol invernal. Para mf es una época de paz, época propicia pars clarificar ideas y enriquecer conceptos. Tales ocasiones acontecen rara vez al hom: bre de Ia civilizacién moderna. Pasamos el tiempo encajonados en nuestras casas o en- trando y saliendo de colmenas de oficinas como regueros de hormigas, apifiados en los trenes, enlatados en los aviones y bloqueados hermé. ticamente en las aglomeraciones de coches de las carreteras, Nuestra preocupacién —ajena a las ensefianzas biblicas— por Ia comida, In bebida y el vestido se amplia y vuelve obsesiva por la presién del consumo, sobrepasando con exceso las necesidades naturales, Estas exigen- clas estén en consonancia con la manera en. que hemos planificado nuestra econom{a, ¥ las instituciones que hemos creado para dirigir tal economia, para salvaguardarnos, para pro- teger nuestros hogares, para que asistan y eduquen a la familia, se han convertido en grandes y poderosos mecanismos del aparato social, el cual de pronto parece mas bien ame- nazarnos que protegernos. La humanidad ha estado siempre en lucha on el medio ambiente, pero hasta tiempos ‘muy préximos en la historia sus luchas fueron ‘@.una escala razonable, a una medida humana. El hombre, si se decidfa a desafiar la intem- perie, podia restaurar su casa, pero sin nece- sidad de contender con la seccion de urbanis- mo del ayuntamiento ni con sus acreedores hhipotecarios y sus saldos deudores. Podia ves- tir a sus hijes como le parecfa, ensefiarles 10 que sabia y cémo aprenderlo, sin sentirse me- diatizado en su tarea por las autoridades do- centes, asistidas por un consejo de expertos. Cuando ese hombre se enfrentaba a un peli- gro tenia que medir sus fuerzas y destreza con un animal de un tamafio semejante al suyo. No asumfa el riesgo de verse lanzado repenti- namente por los aires viajando dentro de dos toneladas de acero a seiscientas millas por hora, Cuando se enfrentaba a la muerte supo- nia también un riesgo personal: ganar o per- der; sin embargo, no vivia sometido a la ten- sion de una amenaza de genocidio o extermi- nio nuclear. Tal es nuestra situacién actual, aunque no pensemos demasiado en ello. Cuan- do las cosas van mal echamos la culpa a la DISERANDO LA LIBERTAD ® situacién ereada, como si ésta fuera fatal, y no a nosotros mismos, lo cual significa una forma de exculparnos. Queremos en realidad reflexionar sobre ello?, creo que la humanidad esté, cada dia més, empezando a poner en tela de juicio los postuulados de nuestra sociedad —y no debido a ninguno de los motives que yo haya expues- to hasta ahora, La mayoria de los que viven hoy en nuestra sociedad urbana se dispuso desde hace tiempo a representar el papel de pigmeos entre sus propias instituciones gi- gantes, motivado por lo que aparece como el progreso: un nivel de vida més alto de acuerdo con la renta nacional per capita, Pero en las dos iltimas décadas algo est intranquilizando la conciencia publica: ia duda de ai el aparato de nuestra civilizacién en su totalidad fun- ciona en la actuatidad, ;Comienza a fallar? Hay abundantes pruebas que fundamentan esta sospecha. Cito como ejemplo la decaden- cla de cludades, antes ricas y salubres en toda su extensién, desde el centro a la periferia, y en las que se han ido formando ghettos y todo el horror que esto implica: enormes desigual- dades, penuria, degradacién social, aumento de la criminalidad y de la violencia. Por otra parte, la contaminacién a escala mundial: el envenenamiento de la atmésfera, mares, lagos y ios. Bxiste un abismo cada vex més pro- fundo entre el lujo y la indigencia, debido a que nosotros nos las hemos arreglado en al- guna medida para acumular ms riqueza alre- 10 stavroxo mex dedor de los que son ya ricos y mas pobreza en Ios que son pobres. No seguiré con esta penosa enumeracién, puesto que las personas ‘conscientes estén al corriente de todos estos problemas. La pregunta que me importa des- tacar en estas conferencias es solamente: por qué?, ya que si profundizamos en ella tal vex podamos también Ievar a cabo una fruct fera indagacién para hallar respuestas. ‘Fijar el primer punto es lo més dificil, pre- clsamente porque parece el més facil. Hay que decir que todas esas instituciones que hemos enumerado —los hogares, las oficinas, las es- cuelas, las empresas, Ins ciudades, los esta- dos, los paises— no son vinicamente cosas 0 entidades que reconocemos y etiquetamos, son, por el contrario, sistemas dindmicos y super vivientes. Dije que parecia muy simple. Evi- dentemente estas entidades son sistemas, por- que constan de partes relacionadas entre sf y de las relaciones y conexiones entre dichas partes. Por consiguiente, también estas enti- dades son din4micas, Nadie piense que estas instituciones permanecen estiticas, todas “es- tan en marcha”. Por tltimo, sino fuesen supervivientes no habrian Iegado donde estan, ¥ Iegando al fondo de la cuestién en los sis- temas de los que estamos tratando, podria ocu- rir que la dejésemos a un lado —que la pasi ramos por alto, a su alrededor, o a través de ella— sin abordar el auténtico significado de 1s misma, ‘Aunque reconozeamos la estructura sistemé- isefiano 1A LmmETAD u tica del mundo y estemos de acuerdo, si se nos pregunta, en que lo que normalmente hemos considerado una entidad es realmente un sis- tema, nuestra cultura no nos lo propone como un objeto de estudio digno de consideracién, Permitanme que les invite a un pequefio efer- cicio mental, tomando la bahia que ahora es- toy contemplando como un ejemplo idéneo. No es dificil reconocer en el movimiento del agua de esta bahia Ia conducta visible de un sistema dindmico, después de todo las olas se mueven continuamente y se desvanecen a lo largo de la costa, Pero, por favor, consideren una ola, Pensemos en ella como si fuese una entidad: una ola, decimos, gqué esté haciendo alli2, gpor qué tiene esa forma? y cudl es Ia razon de su alegre cresta? El ejercicio consiste en preguntarse a si mismo con rigor, no para dar una respuesta cientifica, que se conoce, porque seria entonces una simple explicacién técnica, sino si esas interrogantes son el tipo de preguntas que le han sugerido a uno. La cuestion radica en que las preguntas —y no precisamente las respuestas— se pueden en- tender, pero solamente cuando dejamos de pensar en la ola como una entidad. En tanto que la consideramos una entidad, tendemos a. definir e6mo son las olas: el hecho de que la ola est ahi moviéndose en la bahia, adopte una determinada forma y esté coronada por una alegre cresta, son los signos que me indi- can “es una ola”, de la misma manera que el hecho de que un libro sea rojo-y no de otro 2 ‘srarvon wax color es un signo que me indica: “ése es el bro que yo quiero”, La verdad, sin embargo, es que el libro es rojo porque alguien lo encuaderné con cubier- tas rojas, cuando igualmente podia haberlo encuadernado en verde. Sin embargo, la ola no puede adoptar otra estructura mas que la que tiene porque es un sistema dinamico. Consta de grandes masas de agua que constituyen sus partes componentes, y de las relaciones entre esas masas de agua, regidas por las leyes natu- rales de los sistemas de agua, estudiadas por Ja ciencia de la hidrodindmica. La configura- clén de la ola, su forma y su alegre cresta blanca son los ineludibles resultados del sis- tema. Los resultados son como son porque el sistema esta organizado de la manera que esta y.su propia organizacién produce un inelucta- le tipo de condueta, El corte transversal de luna ola es parabélico, con dos formas basicas: una, que domina el estado de la ola en mar abierto, y, otra, que predomina més tarde; ‘como la segunda forma se desenvuelve a par- tir de Ja primera, hay un momento en que Ia ola adquiere ambas formas; en este momento Se configura con un Angulo de 120° y en este instante la segunda forma comienza a ac- tuar y la ola empieza a romperse —de ahf la alegre cresta blanca. Ahora bien, en términos de un sistema diné- mico 10 que denominamos la alegre cresta blanca de una ola no representa el vistoso sig- no con el que manifiesta su existencia lo que pisifoo La LaneraD rr hemos identifieado como Ia entidad “ola”. Para Ja ola esta cresta es su propia catéstrofe. Por- que lo que ocurre es que Ia ola tiene un sis- tema conflietivo implicado en ella, determina- do por su forma de organizacién que le con- duce a una fase de “inestabilidad”. La alegre cresta blanca sobre la ola supone el signo fatal de su destruceién, puesto que la inestabilidad se incrementa por si misma y el colapso catas- tréfico de la ola sobreviene como resultado ineluetable del sistema. ¥ yo les pregunto, {lo sabian? No si cono- cian las leyes de Ia hidrodinémica, sino més bien si sabian que una ola es un sistema dind- mico abocado a la catdstrofe como resultado de la inestabilidad de su organizacién interna, La ragéon de este ejercicio es prepararnos para plantear Ia misma pregunta acerca de las {nstituciones sociales, sobre Ins que estamos iscutiendo. Si consideramos a esos monolitos gigantes que rodean a los pigmeos como enti- dades no nos sorprenderé encontrar en ellos los signos de Ia burocracia, como son la vaguedad e imprecisién de sus respuestas y las demés caracteristieas que anteriormente mencioné, ‘Las entidades son asi, afirmamos y lo admiti- mos resignados. Pero de hecho estas institu- clones son sistemas dindmlcos que tienen una ‘organizacién genuina, Ia cual produce resulta- dos peculiares, Quiero argumentar que dichos sistemas se mueven dentro de fases inesta- bles, cuya inevitable consecuencia es su propia destruccién. Y pienso que el sentimiento de “ starrono oa, reciente inguletud que mencioné se deriva de a intuicién colectiva, de que es ahi donde radica el problema. Para darse cuenta de cémo. Surge, cuales son sus peligros y, sobre todo, de qué medidas deben adoptarse’ para evitarlo, no es necesario dominar la elbernética socio- politica. Esta ciencia estudia la conducta de Jas instituciones, asi como Ia clencia hidro- dindmica estudia la conducta de las olas. Habremos de acostumbramos a considerar de manera distinta algo que siempre existié y establecer que no se trata de una entidad monolitica, sino de un sistema dinémico, y 6ste no posee una alegre cresta, sino que ésta es una advertencia de su inestabilidad catas- tréfica. Hasta ahora hemos hablado un poco de la naturaleza de los sistemas dindmicos, pero el otro calificativo que utilicé al principio fue 1a palabra “superviviente”. La ola no es un sis- tema dinémico superviviente, porque su des- truccién esté implicada en su organizacién, Sin embargo, siempre hemos considerado que nuestras instituciones son dignas de sobrevi- vir. Después de todo, han sobrevivido hasta nuestros dias porque son capaces de realizar un truco al que lamamos adaptacién, del que Jas olas no son capaces. Entonces, Zpor qué damos tanta importancia a la inestabilidad y a una inevitable catéstrote? ‘Nuestras instituciones han demostrado su capacidad de supervivencia, como se puede comprobar, y podemos esperar de ellas que con- isefiawo 14 emraD Fy tiniien adaptndose a los cambios. Por consi- guiente, conjeturamas que proseguirfn de este modo conservando ademas todo lo que estima- mos més valioso. Empezando por ia familia, basada en el amor y el apoyo mutuo, exten- digndose a la escuela —y tal vez a esa alma ‘mater, la universidad; unida en unos mismos intereses con los vecinos, el municipio y las iglesias; ramificdndose a los negocios y la cre- clente prosperidad para todos; considerada como ejemplo, protegida y planificada por el Estado, Tal es la estructura de nuestra socie- dad, entidad que sobrevive, no obstante, por ‘su capacidad de adaptacién a los cambios. ¥ si esta sociedad integrada por sus instituciones se ve amenazada por un camblo demasiado rfipldo, la respuesta que gran parte de la gente sensata da consiste en reforzar las normas de actuacién social, reforzar las instituciones, en- durecer las leyes penales, morales y sociales y de esta manera hacer frente a las circunstani- clas adversas. Esta es la actitud conservadora. No es la mia. ¥ no creo que siga dando resul- tados por mucho tiempo. ‘Tenemos que admitir que esa teoria ya no sirve, La gente trata de convencerse de que sigue slendo efleaz porque consideran a la s0- cledad como una entidad cuya pecullaridad radica en que se estima como algo intrinseca- mente valioso, Entonces se reafirman y pro~ claman que los errores que se cometen pueden rectiflearse. Las barreras que derriba una mo- ral permisiva pueden repararse, A los hijos 16 ‘starrow mux que abandonan la casa paterna se les puede hacer volver a comer la suculenta ternera. La, mayoria de los que no asisten a la iglesia si- guen siendo, sin embargo, basicamente cristia- Tos. Las dos terceras partes de la poblacién mundial que pasan hambre logrardn final- mente alimentarse (si bien no aquellas dos ter- ceras partes que ahora mismo estén murién- dose, sino sus descendientes). ¥ de algin modo hharemos que un planeta limitado y con recur- sos agotables sea ilimitado para dar cablda a una poblacién cada vex mas numerosa. Pero no, no nos engafiemos, tal cosa seria posible quiz4 si se tratase de una entidad estatica, una sociedad 0 modo de vida que se mantu- viera para custodiar valores eternos, en suma: un ideal dorado. Si éste se manchase podria abrillantarse de nuevo frotando vigorosamente. Eso es lo que parecen pensar algunos y, en especial, clertas politicos. Sin embargo, si la sociedad es un sistema dinamico, todos estos fenémenos no son sim- plemente manchas —son sus resultados—. Las inguietantes amenazas a lo que conservamos como més valioso son los efectos de un siste- ma organizado para producirlos —para produ- cirlos ¥ no a sus contrarios—, No son acciden- tales y no pueden considerarse errores. Son 1a continua secuela de conflictos implfeitos en el sistema, debidos a la forma especifica de su organizacién. Y estos modos de organizacién han alcanzado en la actualidad, debido al des- envolvimiento inexorable de su proplo arque- DiseSANDO TA LIKERTAD wv tipo de conducta, una etapa semejante a la ola cuando forma un dngulo de 120%, que comienza a convertirse en Inestable y se en- cuentra al borde de un colapso catastréfico, Tal es, al menos, mi opinién, Espero que acepten mi invitaclén para que Juntos profundicemos esta hipétesis. ¥ permi- tanme sentirme desde ahora mis animado. Las predicciones pesimistas que he hecho se cum- pliran, pues, como ya dije, son inexorables s6l0 si continuamos manteniendo los tipos de orga- nizacién en los cuales estén implicadas estas consecuencias. No debemos hacerlo, Tenemos Jn posibilidad de cambiarlos por completo, Para lograrlo, en primer lugar debemos estudiar la estructura de los sistemas dinémicos eapaces de sobrevivir y Ins condiciones que deben reunir para que continien slendo estables e incluso adaptables. Para desechar el concepto de la Institueién como entidad esttica empezare- mos por desechar la imagen elfisiea de su orga- nizacién. Ya conocen cémo estén estructura- das. La actividad de la instituelén esta divi- dida en departamentos, que también estén considerados como entidades; éstos se dividen su vez en negociados inferiores y asi sucesi- vamente. En cada departamento hay un jefe a cuyo cargo estin otros jefes inferiores que @ su vez dirigen los negociados. Este organigra- ma es muy parecido a un 4rbol genealégico y S6lo posee una utilidad: si hay algin error puede utilizarse para seguir la pista y descu- bril al que tuvo la culpa, De hecho, ei organi- 18 StaProrD nEER grama de una institucién es como la gréfica que se utiliza para detectar averias en un coche y que muestra Ia estructura interna del automévil, Algunos funcionarios y los canales que los conectan aparecen en rojo (como si se tratase del sistema de combustible), otros en amul (como si se tratase del sistema eléctrico) y asi sucesivamente. Pero en ninguna parte del organigrama consta una cosa llamada velo- ‘eidad, que es precisamente para lo que el auto- mévil ha sido disefiado, Lo que el organigrama clisico no ha tenido en cuenta al representar la institucién es que no se trata de pistones, ombas y cadenas de distribuidores, sino de personas, y las conexiones entre las partes componentes no son clgiiefiales, tubos y cables eléctricos, sino relaciones humanas, Lo que es importante en una institucién no es el reparto de cometidos, sino su desenvolvimiento. Las fuerzas de la organizacién por las cuales la maquinaria de Ia institucién se mantiene en- granada incluyen los conflictos psicol6gicos, 1a lealtad y ln perfidia, In rectitud de intencién, el trabajo eflcaz y cl negligente. También in- cluye toda clase de engranajes que vinculan entte s{ a los primos del Arbol genealégico, ‘como son las juntas directivas y los comités, Jos funcionarios menos importantes y los con- sejos consultivos y la red de funcionarios y subordinados de menor importancia e incluso es posible que existan conexiones secretas cuya, existencia se niegue. ¢Cémo podemos represen- ‘DISEKANDO LA LIBERTAD a tarnos este sistema dinémico? y ,eémo exami- nar sus resultados y su estabilidad? Por lo pronto, voy a pedirles que imaginen un dispositivo provisto de una pelota de tenis —dos postes sujetos por cuerdas a unas esta- ‘eas clavadas en la tierra que van a conectarse entre si por un cordén elastico en cuya mitad cuelga a su vez, suspendida por otro cordén eléstico, una pelota de tenis— Supongamos que una institucién consta tinieamente de dos personas que se hallan sentadas en la parte superior de los postes —los cuales se mantie- nen fijos en su lugar por las cuerdas, lo que representa su puesto de trabajo en la institu clén—. Entre ambos deben efectuar las tareas de la institucién, lo que requiere una relacién representada por el cord6n elistico, La fun- cién de la pelota de tenis suspendida del cor- én no esta claramente definida y resulta de vital importancia comprenderla. La pelota re- presenta la productividad final del sistema, Por compiieado que sea un sistema siempre desemboca en un estado de productividad final que Jo configura, Dicho estado es el rendi- miento del sistema —no en términos de obje- tivos especificos o consecuencias coneretas que emanan de la actividad de una institucién, sino de términos de actuacién conjunta y total de su balance definitivo, Esto serfa como afir- ‘mar que un ser humano —configurado por él conjunto de todas sus manifestaciones vita- Jes— se define tinicamente en funcién de sus estados concretos de suefio, de violento esfuer- al ‘STAFFORD BEER zo, de ensimismamiento 0 de lucha, De nuevo podriamos comparar la pelota de tenis con el estado en que se encuentra una partida de ajedrez, pongamos por caso, en la jugada 26, Ha habido toda clase de tensiones implicitas en las relaciones de Ias piezas; si la partida se nos mostrara en eamara rapida de cine podria- mos ver con claridad un sistema dinamico fun- eionando con todos sus conflictos de organiza- elén. Por el contrario, si sacamos una foto- grafia del tablero de ajedrez en Ia jugada 26 el estado en que aparece es un estado singular, que se puede expresar como “pierden las blan- cas” o “jaque mate”. Si los hombres sentados en los postes efec- tan sus respectivas tareas adecuadamente tiraran con tino del eldstico y la pelota, que indica el estado de productividad del sistema, se agitard ligeramente, para enseguida quedar inmévil. Lo que significa que el sistema dind- mico est funcionando bien, ya que tlende a lograr su estabilidad. Si los hombres son inefi- aces y no saben cémo tirar del elAstico (sobre todo si empiezan a “escurrir el bulto” en su trabajo) la pelota se agitaré durante un lar- guisimo perfodo de tiempo y tal vez nunca logre quedar en reposo. Este sistema es ines- table. No obstante, dando por supuesto que hay buena voluntad y una eficiencia normal por parte de los dos hombres, éstos se compor- taran como conexiones elésticas idéneas y Ia pelota entonces dejaré de agitarse, Al tiempo istkanoo La LimearaD a que tarda en detenerse se le Hama tiempo de reaccién del sistema. El cuadro que he presentado es demasiado simple para nuestras necesidades. Por lo cual vamos a levantar muchos mis postes (inten- ten imaginar unos cuarenta), dispuestos en forma circular, en donde la conexién eléstica original marea el diémetro. Ahora unamos al sistema a todos los nuevos hombres subidos en los pastes, dndoles a cada uno un extremo de un cordén elastico y atando el otro al nudo central. Los nuevos miembros de Ja institueién no son igualmente competentes, leales y labo- riosos, 1o que representaremos dandoles @ unos unas tiras de elistico finas y a otros unas tiras mis gruesas. La pelota se ha agitado durante la distribucién de los cordones elasticos y es de suponer que el tiempo de reaccién seré ahora muy largo. De hecho, y esto es curioso, cuanto mis se afanen esos hombres en mani- pular con cuidado el sistema para lograr su estabilidad probablemente se tornara tanto més inestable, Imaginémonos el caos: “Oye, Jorge, deja de tirar un momento”; “Harry, tira un poco mas”, ete. Desde luego, si cada uno de los cuarenta hombres trata de dar instruc- clones a los otros tendremos 1,560 canales de comunicacién intentando hablar al mismo tiempo. Hay razones para pensar que el siste- ma no funcionard, El motivo radica en que el sistema en su totalidad tiene demasiados estados posibles; no me refiero ahora al estado de productividad 2 starrono BEER aislado, sino al inmenso mimero de configura~ clones que la organizacién puede asumir por ssi misma, Cada uno de ‘os hombres de los pos- tes puede comportarse en un gran numero de formas alternativas y éstas se totalizan en un conjunto que demuestra la enorme cantidad de conductas posibles en la organizacién. Si consideramos el nimero total de configuracio- nes de condueta posibles tendremos la medida de la complejidad del sistema. Transformemos esta suposicion en una definicién formal. El mimero de estados posibles de un sistema se Tlama variable. Como ésta va a ser una pala- ra sumamente util para entendernos, permi- tanme repetir: variable significa el niimero de estados posibles. ‘Supongamos que cada hombre puede hacer de entre dos cosas solamente una, lo cual es una absurda simplificacién. Pues bien, entre todos ellos pueden originar mas de un millén de millones de posibles situaciones en el sis- tema. Son demasiadas y la pelota de tenis nunea podré quedar en reposo. Asi seré al me- nos en teoria. Pero en la practica los agentes externos tampoco dejardn en paz al sistema por mucho tiempo. Imaginemos por un mo- mento a esos pobres hombres percibiendo que ‘casi han agotado sus posibllidades después de tuna semana de trabajo cuando, de repente, el gato entra en el jardin y da con la zarpa un impulso juguetén a la pelota y, jvuelta a em- PeTodas las principales instituelones de nues- DISERANDO 14 LEBERTAD 2 tra sociedad son sistemas con un alto nivel de Varlables. Necesitan tener un tiempo de reae- cién limitado y, por otra parte, todas ellas estén expucstas’ a constantes,perturbaciones sa ea palabra quo ustmos al referass @ la inesperada interferencla de ia zarpa gato, ;Cémo se resueve? Solo existe un modo de resolvero y 1o utiliza todas las instituelo- hes, aunque To hagan de formas dstintas: re diuir las vaviables del sistema, He aqul alg nos de los procedimients. Se pueden clavar euatzo postes més alt conectar dies de los bajos con cada uno de ellos. Ei Hombre que esté sobre el palo alto da Instrueciones a sus die subordinados, To. que reduce la vaciable total de sstema,’sl bien coarla Ta Uertad de los hombres de los pos tes bajos para realizar su trabajo como crean mis conveniente, De esta manera la libertad empieza a estar subordinada a la efcacia, ya aque ln alternativa a In que nos enfrentamnon ee la total anarquia, Como segunda medida podrian introducirse gran cantidad de conexiones rigidas, lamers Hormas imperativas, entre 1s eordones elas cos, cn lo que el sistema pareceré una tela. de aratia, También esto reduce las variables, Pero se maldito gato continua dando vueltas alr. odor y haclendo initles todos Ios estuerzos Supongames también que el nifo de la casa entra en el jardin y pega un fuerte golpe @ la pelota con su raqueta de tenis sistema pue- ™ srarvono BEER de no disponer de Ia suficiente elasticidad y posiblemente se derrumbaré por completo. Un tereer método para reducir Ja variable que utilizan ciertas instituciones, tales como Dancos y compafiias de seguros, es matar al gato de un tiro, En todo caso, no seria conve- niente disparar contra el hijo de Ia casa. ‘No tenemos tiempo para seguir examinando nuestro modelo (éste es el nombre de nuestra tela de arafia eldstica), pero cada cual puede hacerlo particularmente; recuerden el trabajo aque hemos realizado juntos hasta aqui. Un sis- tema dindmico esta en movimiento constante y cuanto més alta sea su variable mayor seré $u movimiento, Su estabilidad dependeré de 1a complejidad del proceso necesario para teco- rar el equilibrio después de cada perturbacién. Fi tiempo que dura dicho proceso sera el tiem- po de reaccién. El tipo de organizacin que se adopte para el sistema sera el controlador de su variable. Teniendo las ideas claras sobre es- tos esquemas podré resumir el contenido de esta primera conferencia con rigor y espero que con sencillez. Nuestras instituciones, que nacieron hace largo tiempo, han venido controlando un cierto grado de variables por medio de un organizado eonjunto de reductores de variables. Tenian (que hacer frente a una serie de perturbaciones que ocurrian con una determinada frecuencia. EI sistema contaba con un tiempo de reaccién caracteristico que la sociedad consideraba faceptable. Con el transcurso del tiempo la va- piseiiomo 14 mmeraD 25 riable aument6 debido al crecimlento demo- gréfleo, Io que supuso que se produjera un ma~ yor niimero de situaciones tanto en 1a pobla- ‘cién como en el sistema de 1a instituclén en su conjunto, Esto dio lugar a que en el seno del sistema se constituyeran paulatinamente mAs reductores de variables, que hasta hoy son la base de la organizacién de nuestras institucio- nes. Mientras tanto el grado y frecuencia de las perturbaciones también ha aumentado. Pero, como acabamos de decir, Ia variable en el sistema ha sido contenida, Esto produce un desajuste, ya que el tiempo de reaccién del sistema no esta acoplado al niimero de pertur- aciones que se dan en esta época. Significa, por lo tanto, que Ia pelota reclbe un nuevo golpe antes de que haya tenido tiempo de pa- rarse, De ahi que nuestras instituciones estén en una situacion lébil. La pelota sigue agitén- dose y no hay manera de encontrar el punto de equilibrio. ‘Si no sabemos hallar el punto de estabilidad, quiere decirse que no podremos encontrar 1a manera de lograrla porque no hay punto de referencia, ¥ si no sabemos conseguir la esta- ilidad no podremos proyectar estrategias de adaptacién, puesto que nos faltan los métodos de aprendizaje, Si no somos capaces de adap- tamos no podremos evolucionar. Entonees la inestabilidad amenaza ser como la de las olas —catastréflea, ‘Afirmé anteriormente que existen solucio- nes, pero también he mostrado que éstas con- 2% svarrono Been ciernen a los distintos tipos de organizacién, Conciernen a la mecénica de la variable de los sistemas dinémicos. Por ello prescindire- ‘mos de las tinicas soluciones si continuamos tratando nuestras instituclones sociales como entidades, creyendo que sus organizaciones son. estiticas como Arboles y estimando sus fallos como aberraciones, Particularmente, si nos empecinamos en se- guir utilizando métodos de reduccién de las variables que dieron resultado en épocas pre- téritas recaemos precisamente en métodos erréneos y firmamos nuestra propia condena, Esra es la auténtica amenaza a lo que esti- mamos més valioso, OBSERVACIONES ALA PRIMERA CONFERENCIA Cibernética en un principio definida por Norbert Wiener La ciencia det control y de la comunicacién en ‘el animal y en la maquina, Hace exactamente treinta afios que nacié Ja cibernética. Se le dio el nombre en 1947. Esta primitiva definicién sefiala la relacién que hay entre el control y 1a comunicacién y Ia existencia de leyes generales que afectan por isefimmo 14 LimEREAD Fg igual a los sistemas animados e inanimados. El principio que debla admitirse por su impor- tancia era el de la realimentacién que existe en todas los sistemas, sea cual fuere la materia de sus partes componentes, Después de treinta afios preferimos dar esta nueva definieién La cibernética es la ciencia de 1a organizacién eficiente, Variable es la medida de la complejidad de un sistema, definida como et nimero de sus posibles es- tados ~ UNG Muestra cémo Ia ola se vuelve inestable y T Bstados equivale aqui a situaciones 0 contin goncias. 2s ‘starroro mm finaimente entra en un colapso catastréfico. segiin René Thom Stabilité Structurelle et Morphogénése. Benjamin, Massachusetts, 1972. Los pastes, sostenidos por cuerdas, represen- tan el cargo que desempenan los empleados en una institucion, La pelota define el punto representative de In productividad total de un sistema, El tiempo de reaccién de un sistema es el tiempo que tarda el punto representativo en conseguir la estabilidad después de que haya sufrido una perturbacién (por ejemplo, en el caso del gato que produce una interferencia arbitraria), anizacion, més at~ cuanto mayor sa la or go terh e Lempo de reaceén. pera Sai (po desercis) ia cual puede wo a er catastroc, ects Savin a(a—1) canals de coms nicacién. si n—40; n(a—1) — 40 X 89 — 1.500 abt ‘Tres de los principales métodos, por los cua les las instituciones reducen sus variables: 1. Un jefe constrifie la libertad de sus subor- dinados. Unas conexiones rigidas lamadas normas imperativas restringen la interaceién de Jos cordones elésticos ‘Uno mata al gato: la institucién no acepta interferencias arbitrarias y obliga a aque- los con quienes se relaciona a convertirse en estereotipos. DUSHHANDO LA LIBERTAD a Proliferacién de Ia variable Si hay n personas en un sistema y cada una tiene una variable x (es decir, cada cual adopta un niimero x de estados posibles), Ia variable dal sistema en su totalidad seré x" Asi, si hay solamente cuarenta personas (2 = 40), cada una de las cuales tiene sola~ mente dos estados posibles (x—2), aun asi habré 2! estados posibles en el sistema. 2! = 1,099,511.627.776 En el mundo real encontramos que el incre- mento de libertad (incluyendo las nuevas opor- tunidades) proliferaré la variable hasta un extremo al que nuestras respetables institu- clones no pueden hacer frente por mas tiempo. Hipétesis El tiempo de reacclén de un sistema insti tucional es ahora més largo que el promedio de los intervalos entre las perturbacion« dando el resultado de que los sistemas inst tucionales sean permanentemente inestables, Como la inestabilidad se realimenta conti- nuamente (dado que no existe una situacién estable reconocible en la que basar nuestro conocimiento y adaptacién), esta inestabili- dad, semejante a las olas, puede legar a ser catastréfica, IL INSTRUMENTOS SUBESTIMADOS POR EL HOMBRE MODERNO Si usted se encontrara sentado debajo de un manzano y de repente le cayera una man- zana en la cabeza, ga qué fuerza lo atribuiria?, ga un mono que subido al drbol tira manza- nas? Por supuesto que no. La fuerza que actiia, es la gravedad. Como sabemos que esta fuerza, actiia en nuestro planeta no tendriamos que realizar ninguna experiencia previa si se nos preguntase qué sucederia si soltéramos un vaso de agua que sostuviéramos en la mano 0 que le ocurriria a un aeroplano al que repen- tinamente se le parasen los motores. De ante- mano sabemos 1o que sucederia, Sin embargo, el concepto de la fuerza de gravedad que actua sobre todos los cuerpos del planeta, sean cuales fueren, y les afecta en la misma medida (en consecuencia, un kilo de plumas procede de igual manera’ que un kilo de plomo, siempre que para estos dos ccuerpos ja resistencia del aire sea la misma) es clertamente un concepto dificil. ¢Cémo puede existir una fuerza que afecte a todas Jas cosas, que no se puede experimentar direc- tamente, que s6lo se puede expresar en térmi- a ‘STAFFORD BEER nos matematicos y que (al contrario de lo que intuimos) acta de igual modo en las plumas que en el plomo? Ustedes dirin: usted esté hablando como un salvaje ignorante, Incluso un nifio sabe contestar a esas preguntas; y ademas cual- quiera puede experimentar la fuerza de la gra- vedad porque es la fuerza que mide nuestro cuerpo cuando nos pesamos. A lo que yo res- pondo: {Cree que usted hubiera contestado ‘asi, aunque hublese sido amigo de Newton, en el afio 1687? Nuestra cultura ha necesitado cerca de tres- clentos afios para asimilar las newtoniana, Ha necesitado mis de medio sig! para comprender la teoria de la relatividad y Ia segunda ley de la termodinémica y empieza ahora @ darse cuenta de que es posible hacer enuneiados generales de las leyes fisicas del universo. Me atrevo a suponer, sin embargo, que no todos estamos preocupados en plan- tearnos y encontrar soluciones a los proble- mas bisicos suscitados por estas dos teorias, aunque cabria suponer que actualmente nues- tra cultura ya los ha asimilado, Es un hecho constatado que la cultura tarda muchisimo tiempo en aprender. También es un hecho comprobado que el ser humano resulta suma- mente teflactario a cambiar la imagen del mundo que su cultura le proyecta, ‘Voy a intentar profundizar precisamente en esta cuestién al hablar de las instituciones. Nuestra cultura no acepta que se puedan DISERANDO LA LIBERTAD 3 hacer afirmaciones clentificas acerca de las instituciones. Por consiguiente, a los indivi duos les resulta muy dificil por bien dis- puestos que se hallen para ello— admitir que existen leyes (lamésmolas asi) que rigen Ia conducta de las instituciones, sea cual fuere Ja institueién. Sabemos que existe una ciencia de Ja fisica; hoy no quemarén a nadie en Ia hoguera por decir que la Tierra se mueve alre- dedor del Sol. Ni siquiera expulsarian de un colegio profesional al fisico que formula una teoria matemética en la cual la hipétesis fuera presentar a la Tierra como centro del universo, ¥ eso se debe a que tanto la gente en general como los fisicos en particular pueden revisar facilmente tales formulaciones. Pero lo que no 8 de todos conocido es la existencia de la cien- cla de la organizacién eficiente y 1o probable es que los dirigentes de las instituciones le fulminen a uno si se le ocurre proponer tal teoria. Eilos afirman que su institucién es tini- a, por lo que una empresa dedicada al eultivo de manzanas no tiene nada en comin con una fébriea de vasos 0 con una compafia agrea. Las consecuencias son disparatadas. Bl fallo de nuestras instituciones est en no seguir las leyes de la organizacién eficiente, de las que sus administradores no saben nada y para las) cuales, no cabe duda, sus mentes estén cerra- das, ya que sostienen que no existe ni puede existir una ciencia capaz de descubrir dichas leyes. De esta manera permanecen satistechos 36 STAFFORD BEER haciendo uso de unos cuantos principios para Ja organizacién de sus instituciones —que se- rian equivalentes al principio de la fisica que dijera que un metal base puede transformarse en oro por arte de encantamiento— y de cuyos prineipios se derivan efectos muy parecidos al Gel ejemplo. Por esta razén observan los ins- trumentos que podrian utilizar para un fun- cionamiento adecuado de las instituciones a una luz completamente errénea, Los princlpa- Jes medios a los que me reflero son las compu- tadoras electrénicas, las telecomunicaciones y las técnicas de la cibernética... Si pensamos con seriedad en Ia transmuta- ¢lén de elementos en fisica sabemos que con- tamos con los atomizadores y los aplicaremos. No los utilizaremos en partir nueces ni conti nuaremos con el arte de magia, Pero al dirigi Jas instituciones infravaloramos los instrumen- tos a nuestro aleance porque no reconocemos su verdadera utilidad. Asi que empleamos las computadoras para procesar datos como si fuera imprescindible el procesarlos y como si tales datos procesados fueran necesariamente Gigestibies y nutritivos para la institucion, aferrandonos asi al arte de encantamiento, ‘como tantos alquimistas de tiempos pasados. Consider. necesario invitarles a afrontar esta realidad si estamos dispuestos a compren- der Ia funcién que pueden desempefiar en Ia actualidad los instrumentos a nuestro aleance, No estoy proponiendo nada que requiera uns inteligencia excepcional ni una complicada DIsmRiaoo 1A LIREEAD a ampliacién de las técnicas del lavado de cere- bro, inasequible al entendimiento popular, ni se trata tampoco de “un hermano mayor” de la monstruosa maquinaria electronica, que nos aliene atin més, Ia cual, al parecer, rige nues- tras vidas en la época actual. Simplemente propongo que la sociedad uti- lice los instrumentos de que dispone para pla- nificar de nuevo sus instituciones y para que éstas funcionen de forma diferente. Ya pueden ginar todos los problemas que esto com- porta. Pero el primero y més grave de todos reside en nuestras mentes, condicionadas por todas las represiones de la cultura en que nos movemos. No se necesitan conocmientos espe- ciales para comprender lo que estoy diciendo, sino libertad intelectual. Es un don gratuito para todos los que tengan el valor de acep- tarlo. Recuerden: nuestra cultura no nos en- sefia a ejercitar la audacia intelectual, sino la conformidad mental. ‘Vamos a lo nuestro y recordemos dénde nos habiamos quedado. Una institucién social no es una entidad, sino un sistema dinémico, La medida que necesitamos para abarcarlo es la medida de la variable, Variable es el mimero de posibles estados del sistema y ese mimero rece de dia en dia en cada institucién debido a.una serie de posibilidades siempre en aumen- to, proporeionadas por la educacién, la teeno- logia, los medios de comunicacién, la prospe- ridad y por el modo en que estas posibilidades se interrelacionan generando atin mas varia- 38 starronn Bees les, Para regular un sistema hay que absor- ber su variable, Si no se logra el sistema se torna inestable, Entonces, en el mejor de los casos, no lo podremos controlar —como ocu- rrié con la pelota de tenis que se agitaba en nuestro complicado tinglado— y, en el peor de los casos, se produciré un colapso catastré- fico como sucedié con la ola. Qué es lo que controla la variable? La res- puesta es muy sencilla: le variable absorbe a la variable, sin que ninguna otra cosa pueda absorberla, Examinen en primer lugar la verdad de esta. afirmacién, Consideren, por ejemplo, todos los clientes que hay en unos grandes almacenes. Desde el punto de vista de la direccién del esta- lecimiento eso supone una enorme variable que debe ser controlada. Pronto advertirdn el uso que doy a la palabra “control”. No es que fa esas sefioras y sefiores haya que decirles lo que tienen que hacer ni obligarles a hacerlo. Se trata de que cuando uno de ellos quiere ‘comprar algo la variable del sistema “cliente- almacén” se incrementa, porque un estado potencial se convierta en real. Una sefiora ha elegido un par de zapatos, como hubiera podi- do elegir un bizcocho de frutas. El estableci- miento debe absorber esta variable, teniendo a mano un empleado para que rapidamente en- yuelva los zapatos y los cobre. Més atin, ten- ria que haber otro dependiente disponible para hacer lo mismo ante la eventualidad de que compre el bizcocho. Cuando todos los grandes almacenes se es- tructuran por secciones tiene su razén de ser. Hay un vendedor de zapatos y un vendedor de bizcochos. La organizacién de su estructura responde precisamente a este objetivo: distri- buir la variable total del sistema en subsiste- mas con una variable de menor volumen. El cliente —que no sabe exactamente qué articu- lo, si 1o hay, satisfaceré su necesidad— repre- senta una variable que no puede ser aprehen- dida por este sistema de almacén estructurado en secciones, quedando, en consecuencia, esta variable desatendida, sin absorber, y nos da- mos cuenta de que la situacién est fuera de control. Sin embargo, si los almacenes estén adecuadamente organizados contarén con un servicio de informacién al piblico, instalado precisamente para absorber este exceso de variable. Yolvamos a la compradora de zapatos. Ob- servamos que se va impacientando, debido a que no la hacen caso, El dependiente de la seccién de calzado esté atendiendo a otro cliente y hay cuatro mas esperando, Los otros vendedores de esta seccién también estén ocu- pados. Momenténeamente, en cualquier caso, la situacién esté fuera de control porque el establecimiento ha calculado mal el numero de vendedores de zapatos que se necesitan para absober 1a variable que la clientela genera. Pues bien, recordarén el concepto que dimos para describir esta situacién y su nom- bre. Se la denomina tiempo de reaccién. La 0 ‘SraPFoRD mex variable va incrementandose con mas rapidez de la que el sistema puede absorber, lo cual es perjudicial para el cliente. Si esto ocurre permanentemente sera también perjudicial para los grandes almacenes, ya que el cliente dejaré de comprar en ellos y buscar otro esta- bleclmiento donde el tiempo de reaccién sea més breve. De esta manera la inestabilidad temporal en el servicio de esos grandes alma- cenes se volveré permanente y desde ese mis- mo momento incipientemente catastrofica. El problema que tiene el ciudadano con respecto las institueiones sociales estriba en que no tiene otro remedio que seguirlas utilizando, Unicamente la variable puede absorber va- riable. Aunque parezca absurdo, el modo per- fecto e infalible de dirigir esos grandes alma- cenes es adjudicar un dependiente a cada cliente a su Negada, asi podremos despreocu- parnos de que haya Secelones como la de zapa- teria, donde los vendedores estén agobiados de trabajo, mientras que en In de lenceria las dependientas se hacen la manicura y absor- ben la variable tranquilamente, como pode- mos observar. No necesitamos solamente una clerta variable para absorber In que se genera, sino que se requiere la misma cantidad de variable para que funcione bien, Hablébamos hhace poco de 1a ley de Ia gravedad en fisica, que posiblemente es la ley més importante de Ja fisiea universal. A la conclusion que hemos Hegado en el ejemplo de los grandes almace- ne$ es que la ley més fundamental en los si istkisno La LimeZAD a temas sociales es 1a Ley de 1a Variedad Reque- rida !, amada también Ley de Ashby por su deseubridor. El ejemplo que presentamos es absurdo, ya que no podemos suministrar la exacta varia- ble que se requiere, por razones obvias. No podemos proporcionar a cada cliente de los grandes almacenes un dependiente sélo para i, ya que tal gasto no se podria sufragar. No obstante, ustedes habrén observado que en los establecimientos de venta de ciertos artfculos de lujo (y, por tanto, muy caros), como son. Jos que venden automoviles o trajes hechos a. medida, esto es exactamente lo que sucede. De hecho resulta dificil quitarse de encima al yen- dedor, Como tampoco podria uno burlar al detective asignado en el caso de que media poblacién fuera contratada para espiar a la otra media. Y como esta medida es impracti- cable existe el ctimen. No podemos cumplir taxativamente la Ley de Ashby, pero debemos, en la medida de nuestras posibilidades, seguir la lo ms de cerca posible o estaremos aboca- dos a un colapso catastréfico. ;Qué podemos hacer entonces? Cuando las variables estén desajustadas, como suele ocurrir, tendremos que estructurar nuestras organizaciones para hacer frente a esto, Existen dos formas, y tinicamente dos for- mas de conseguirlo, Recordemos: no podemos ir en contra de las leyes de la naturaleza y 1a Law of Requisite Variety (N. de 1a 7). 2 sstarrono nxn Ley de Ashby es tan incluctable como elas. Hablamos en la primera conferencia del pri- mer método para reducir las variables, Dicho método consiste en reducir 1a variable gene- rada espontaneamente por el sistema, de ma- nera que se ajuste al regulador de variable que se ha establecido previamente en ese sis- tema, Recordemos a los hombres que estaban sentados en los postes mas altos; ésa era pre- cisamente su tarea, reducir la variable, ¥ pro- nostiqué una quiebra a las instituciones finan- cieras por hacer lo mismo. Dije que “mataban al gato” que generaba variable al agitar la pelota de tenis. Dicho de otro modo, no hay ™manera por la cual una compafifa de seguros pueda suministrar una péliza con la variable necesaria para asegurar los concretisimos ries- gos de usted —considerado individualmente—, La variable de usted tiene que atenuarla, es decir, reduciria para que en su caso se incluya en una péliza de tipo mas generalizado, En teoria usted puede aspirar a una exclusiva y personal atencién, semejante a disfrutar de Jos servicios de un vendedor 0 un policia par- ticulares, pero jinténtelol, yo lo intenté, y vea Jo que le costaré asegurarse, Es natural por- que el afirmar que pueden acoplarse a la varia- ble de cada ciudadano es tan absurdo como el ejemplo que he puesto del policia y el ven- dedor. El problema de nuestras instituciones es que no admiten que la tinica y completa solu- cin que hay sea absurda y por eso no se prac- piseianpo LA LInmeTAD a tica, Las instituciones deberfan, al menos en. su fuero interno, reconocer que estan cum- pliendo la Ley de Ashby al atenuar Ia varia- ble. ¥ la razin por la que no lo admiten es porque suena raro al ofdo de nuestra cultura, La cultura insiste en la individualidad del hombre, pero nuestra sociedad no puede vivir conforme a ello, Esto no es una critica, es un hecho cientifico. Nuestra cultura también insiste en la libertad absoluta del individuo, pero nuestra sociedad tampoco vive de acuer- do con esto. Lo que es también un hecho cien- tiflco, Observen en el lio que nos metemos con nuestras pretensiones. En vez de comprender la situacion y emplear la ciencia para realizar del mejor modo la tarea de atenuar Ia varia- ble bajo las orientaciones del consumidor y del electorado gastamos grandes sumas de los fondos de la nacién —que son los nuestros— fen afirmaciones falsas. Con respecto al consu- midor, le sometemos a la presién de la publi cidad ‘para hacerle creer que tomamos muy en cuenta la variable del cliente —Io cual es imposible—. En cuanto al elector, pierde la Ubertad que tiene cuando se le atentia Ia. varia- le porque no se le pregunta eémo debiera realizarse la atenuacién. Ningén politico se preocuparia de formular a su electorado tal pregunta, ya que él se encuentra demasiado ‘ocupado defendiendo unos derechos inaliena- bles que, por supuesto, no disfrutamos en nit gin easo. Ni tampoco podremos conseguirlos hay que admitir estos hechos de modo realista, “ ‘sravroxo mae El segundo método para cumplir la Ley de Ashby es el que utilizan los grandes almace- nes. Seria insensato atenuar la variable del cliente poniendo a la venta tinicamente una clase y una medida de zapatos, por ejemplo, 0 encerrar al cliente con Iave hasta que se le pueda atender. La solucién ser. ampliar 1a variable reguladora de la totalidad del siste- ma. No debe contratarse a un solo dependien- te, sino a muchos y en todas las secciones. Debe calcularse estadisticamente la propor- cién entre clientes y dependientes, de forma que el tiempo de reaccién se mantenga uni- forme. Existen métodos cientificos de reali- zarlo, pero no se aplican. La variable regula- dora debe empezar a aplicarse cuando un dependiente tiene que atender con eficacia a ‘muchos compradores, Dentro de los sistemas de una sociedad, dicha ampliacién de la varia- ble es Ia forma idénea de actuacién porque ayuda a mantener Ja libertad individual, No se pone en prictica por varias razones, aun- que sélo una de entre ellas es la verdadera, Las demés estén subordinadas a ésta. Pero primeramente pensemos en Ia raz6n més nota- Dle y falaz que se invoca: el coste. A este respecto quiero sefialar dos cosas, Primero: el coste de un sistema es el motivo primordial que se toma en cuenta en nuestra sociedad, mientras que el primer motivo que debe tomarse en consideracién es Ia variable. El coste no es lo que se afirma que es, a saber, el dinero que se necesita para conseguir unos DISERANDO LA LIBERTAD 6 ‘objetivos. En realidad se trata del presupuesto a disposieién del sistema que se utiliza para restringir las actividades que se proyecten realizar —dentro del marco que ha sido fja- do—. Si este marco es una broma que nos ha gastado la historia, entonces su estructura st desfasada, ya que admite un tiempo de reaceién demasiado prolongado y, con toda seguridad, el sistema no funcionara, Seré ines- table. Habremos empleado el dinero en preci- pitar su derrumbamiento. No tiene sentido gas- tar dinero en apuntalar ia estructura, propor- cionando una variable cara, para impedir que el tiempo de reaccién sea todavia més amplio, y hacer que la inestabilidad actual empeore (ecuerden el tinglado de los postes y la pelota, de tenis). ‘Segundo: la reduecién de los costes concier- ne a los objetivos de la socledad. Tales objeti- vyos son, por supuesto, una serie de atenuado- res de la variable porque no podemos realizar Jo que concebimos como socialmente deseable ¥ nuestros objetivos —nuestros programas— tienden a suprimir la proliferacién de la varia- le que se produce por las diferentes opciones surgidas en una sociedad. De este modo, por ejemplo, el atenuador distribuye el presupuesto nacional que el contribuyente tiene que sufra- gar. Una vez més nuestra cultura preflere que no consideremos el problema en toda su am- plitud, En cambio, se admite como plausible una politica de gastos que atentie la variable, déndonos a elegir entre la construccién de un 6 [STAFFORD BEER avién de despegue en vertical, incluso a costa de entablar una pequefia guerra econémica con los Estados Unidos para obtener la propie~ dad do la patente industrial canadienso del avion, o doblar el sueldo a la burocracia por realizar todos sus escritos en dos idiomas. En el silencio que sigue a tal solecismo me parece escuchar una débil voa (debe ser la. de una mujer chiflada) gritar: “quiero servicio de nifiera durante las veinticuatro horas del ia". Pero eso cuesta dinero y no lo hay. jNo sea absurda, seforal, es lo que se me ocurre decirla, El fondo de la cuestion estriba en que nuestros atenuadores de la variable estén ins- talados dentro del sistema, pero por estos me- dios se va suprimiendo la libertad de elececién. Entonces, zpor qué no se usa lo antitético, es decir, los amplificadores de variable? La razén aparente para no hacerlo es el coste, sin em- Dargo, Ia razin auténtica radica en que ten rian que volver a proyectar el sistema por completo, habiendo desmantelado previamente Jos atenuadores instalados en su seno y en su lugar colocar los amplificadores que funciona- rian eflcazmente para lograr la variable reque- rida, un tiempo de reaceién viable y, por con- siguiente, una cierta estabilidad social He indieado ya cuales son los tres instra- mentos bisicos de que dispone el hombre mo- Gerno para ampliar la variable: la computa dora, el teleproceso y las téenicas de la ciencia de la organizacion eficiente, a la que denomino clbernética, Insisto, no obstante, en que, en DISERANDO LA LIBERTAD a7 10 se usan, aunque todo el mundo Claro que los usamos.” Lo malo es que se utilizan inadecuadamente en to con- cerniente a la variable porque los utilizamos sin atender a la proliferacion de la variable que genera el sistema, con lo cual ésta aumenta y no como debiera ser para ampliar la variable reguladora, Si de una de esas instituciones con mal fun- clonamiento de las que acabamos de hablar compra una computadora, ¢qué ocurre? La utiliza con un enorme “coste” para ejecutar en forma més elaborada, exactamente Io mis- ‘mo que se venfa haciendo. Pero como ya hemos analizado aquello no funcionaba. Un famoso fabricante de computadoras dirigié una cam- pafia de ventas de una nueva serie de méqui- nas que lanzaba, basada en un slogan asegu- rando que no se necesitaba mas que slmple- mente transferir el sistema tal como estaba, envasado y envuelto, a la nueva maquina mi- lagrosa. ‘Tal afirmacién parecia razonable al ejecu- tivo de compras, que tenfa conocimiento del enorme coste que implicaba la instalacién de méquinas que Teemplazaran el trabajo huma- no que se venfa desempefiando, desconociendo, sin embargo, que la maquina de hacer mila- gros no se ha inventado atin. Los efectos de dicho cambio de medios en la institucién eran inevitables: hacer que 1a inestabilidad exis- tente se volviera més lébil, c6mo se puede pro- nosticar, si el concepto de 1a variable y de Ia. oe ‘STAFFORD BEER ey de la variable requerida estén claros. La computadora puede generar una imprevisible variable y dicha variable se introduce dentro de un sistema que en un prineipio se proyect6 para la produccién de cien plumas de eseribir. ‘Los procesos de produccién se sobrecargan por encima de su capacidad, tal como la ola se Increment6, y viene el catastréfico colapso, €¥ qué se oye decir sobre esto? En absoluto iremos decir: “Lo siento, no entendimos la funelén que debe desempefiar la computadora, Hemos invertido un dineral para convertir 1a inestabilidad en catéstrofe.” Lo que oimos es: “No tenemos la culpa, la computadora se equi- voré, Disculpen mi audacia, pero yo he trabajado en el disefio de computadoras desde que empe- zaron y puedo asegurarles que las computa- doras 70 se equivocan. El hombre es el que s¢ equivoca, Los que programan las computado- ras se equivocan, es decir, los analistas de sistemas que organizan los programas se equi- voean; pero como son profesionales se descar- gan pronto de sus errores. Tenemos que bus- car a los que se ocultan detras de esta confusa situacion: es decir, a los responsables de que el sistema esté organizado como lo esté, a los que en realidad no saben para qué sirven las computadoras y a los que han convertido a las mismas en el negocio del siglo, sin importarles Jas consecuencias que se derivan de ello para Ja sociedad. Estos y no otros son los que come- ten errores y hasta es posible que ellos mismos ‘DISERANDO LA LIBERTAD 9 no se hayan enterado, En lo que respecta, al ciudadano corriente, diremos que esté des- orientado —y es precisamente lo que me in- digna—. Es triste que se confunda a la gente de modo que leguen a echar la culpa a las méquinas, las cuales no pueden defenderse, mientras que los verdaderos culpables quedan impunes. Donde la maldad se halla —y mal- dad no es una palabra demasiado fuerte— es en el hecho de hacer creer a la gente sencilla que la computadora es un fracaso caro y pell- groso, una amenaza a su libertad e individua- lidad, cuando, por el contrario, es en realidad su tinica esperanza, ‘No tenemos tiempo en esta conferencia de analizar el falso papel que desempefian 10s otros dos amplificadores de variable que men- cioné anteriormente, pero lo haremos en las conferencias posteriores. Por el momento basta sefialar que, asi como se usan las computado- ras en forma inadecuada en lo que respecta. a la variable —al condueir su empleo a que la inestabilidad se vuelva mas inestable y tal vez catastrofica—, las telecomunieaciones se utili- zan para hacer surgir nuevas esperanzas y no para satisfacerias. Igualmente se emplean las ‘técnicas de la cibernética para lograr que pla- nes mezquinos sean todavia més eficazmente mezquinos, Por lo demés, creo que ustedes estaran més interesados en saber cémo utilizar estos me- dios que en escuchar més noticias espeluanan- tes. Asi, en las tres prdximas conferencias les O STAFFORD BEER hablaré de normas constructivas para contro- lar la variable. Empezaremos por el propio Bs- tado, Tal vez resulte audaz, pero mi impresion es que todos nosotros somos eautivos de gigan- tescos sistemas que eseapan a nuestro control individual y es necesario que lo reconozeamos. Porque en tanto exista un resquicio de demo- eracia no tienen por qué estar fuera del con- trol de Ia colectividad. EI proximo paso serd incidir en el tema mas importante: el hombre. Ely ella —por no nombrar también a sus hijos y nletos— estén envueltos en este mecanismo ¥ es preciso que salgan de 61, Si la clencia no €s capaz de unirse a 1a politica y Ia adminis- tracion para lograrlo es muy probable que en €1 afio ominoso de 1984 yo continuaré pro- nuneiando conferencias sobre el mismo tema, como en este afio 1973, De aqui a entonees hay ‘once afios y, francamente, creo que habremos Tegado @ una situacién limite, En la tercera de las tres proximas sesiones volveré sobre el tema de las instituciones. Y ahora, antes de legar al desarrollo de 1a liltima cuestién, les voy a pedir —si piensan continuar escuchando estas charlas— que me- Giten sobre un punto de crucial importancia: el de la variable requerida —antes de nuestra préxima reunién. Piensen detenidamente en Tl autor debe referirse, sin duds, a In obra 41084, de. George Orwell, en’ la que se plantea. la ferentualidad de un alucinante estado totalitarlo, Libro {@o enorme divulgacidn, sobre todo en los palses de habla inglesa (N. de Ia’). DISEAANDO LA LIBERTAD SL cualquier sistema dindmico complejo, gCémo debe regularse? Sabemos que en él prolifera Ja variable. ¥ ¢no es cierto que tinicamente Ia variable puede absorber a la variable? Enton- ces ge6mo hacerlo? zNo hemos visto ya que en la organizacién de un sistema con buen fun- cionamiento la variable es atenuada al tiempo que la reguladora de la misma es ampliada? Normalmente suele hacerse una combinacién de ambas. Puedo asegurarles que este asunto fs facil una vez que uno rompe con las inter- pretaciones y explicaciones que nos brinda Ia cultura tradicional. Para la teoria que yo les propongo no es necesario reflexionar a niveles remotos de abstraccién ni a los altos niveles que requieren los asuntos de Estado. Las leyes de la cibernética son universales, Por ejemplo, ustedes pueden reflexionar sobre la manera en que estos conceptos de Ia variable, tiempo de reaccién, estabilidad y catdstrofe actéian a favor o en contra durante el camino a su lugar de trabajo. Ese mismo ejercicio puede realizarlo a la hora de meter en la cama a sus hijos, los que, con seguridad, desplegarén una enorme variable, Después re- flexionen sobre la manera en que esos concep- tos funcionan en las grandes instituciones que goblernan nuestras vides dentro de nuestra Sociedad. Indaguen en qué medida las teleco- municaciones —tales como el teléfono, la tele- vision— afectan a esos problemas. Mediten sobre los que ustedes, sin duda, conocen de la funeién que desempefian las computadoras y vean si funcionan de forma adecuada con res- ecto a la variable. Finalmente, y si no les ha resultado dificil, intenten descubrir las raices del problema y c6mo nos las hemos arreglado para haber enredado todo de un modo tan per- fecto. Lo que les llevar a comprender por qué sostengo que deben realizarse grandes cambios ¥ con rapidez, antes de que sea demasiado tarde. Ahora Hegamos al wtimo punto, que espero sirva para clarificar los anteriores argumentos, ‘Sila ley de 1a variable requerida se aplica inte- ligentemente, y no dejando a la naturalesa que por si sola encuentre el equilibrio de la misma, (lo cual podria resultar nefasto para todos), las fuerzas reguladoras no s6lo deben de dis- poner de la variable requerida —1a cual supone un mimero de diferentes situaciones—, sino que también deberdn ajustarse a un patron de sistema, al desplegar Ia variedad; durante nuestro trayecto al Ingar de trabajo debemos eonsiderar distintos modelos. Podemos, por ejemplo, examinar el patron al que se ajustan Jas autopistas, a dénde conducen, c6mo son Sus puntos de control, qué es lo que hacen habitualmente otros conductores, ete. En el proceso de llevar a los nifios a la cama necesi- taremos poner en juego varios amplificadores de variable (tal como lo hacemos, pero de forma. més explicita), pero también tendremos que tener en cuenta el modelo de conducta de los nifios. Sin conocer blen estos patrones de con- ducta Ja proliferacién de la variable nos pare- Disefann0 1A LimeAD 53 cera més amenazadora de lo que es en reali- dad, que ya es bastante. ‘Alo que he venido denominando patrén es Jo que los cientificos aman modelo. Un modelo no es un ctimulo de operaciones mateméticas, como creen algunos, ni tampoco un ideal irrea- izable, como piensan otros. Es simplemente el resultado de un efleulo —expresado de la ma~ nera que se quiera— que se efecttia de la ac- tual organizacién de un sistema real. Sin un ‘modelo del sistema que se ha de regular no se puede utilizar un regulador. Ahi esta el punto clave. Y ustedes pueden también com- robario, ‘OBSERVACIONES ‘A LA SEGUNDA CONPERENCIA 1687 fue el afio en el que Newton acabé su obra Philosophiae Naturalis Principia ‘Matematica, que contiene las leyes de la gravedad, La Ley de la variedad requerida (Ley de Ashby) Ynicamente la variable puede absorber la variable. ‘Si en un sistema las variables estin desequi- Ubradas el sistema no puede conseguir la estabilidad. Suponiendo que el regulador sea el que tenga la variable menor, habré sola- mente dos maneras de satisfacer las exigen- cias de la Ley de Ashby. Una seré atenuar la variable producida por el sistema y Ia otra ampiar 1a variable del regulador, Estas dos estrategias se pueden combinar. ‘Atenuador, Sistema ‘egulado / VARIABLE} isefiaxn0 1A LEmETAD cS El examen de los sistemas institueionales con frecuencia revela que los atenuadores y am- plifcadores se han instalado en el lado inde- bido del cireulo —en el mlembro contrario de Ja ecuacién. 5 sts oes | La Ley de Ashby actuando en unos grandes anactnee (Cémo debe utilizarse 1a computadora, de acuer- do con los principios de 1a eibernética, cone ee DJ en In computador El publico Cémo 1a computadora mal utilizada reemplaz6 ‘roporsione una informacion al escribiente, Feitima ue fo computaors ‘ls vai F EL police proposions una Aso 1873 By pil pein ae Bt: Soe + ( L. Key / Seat ane Existe un riesgo evidente cuando se intro- Guce en la computadora un modelo del pabli- 0, dado que un gobierno despético o una direc- eién sin escripulos pudieran hacer un mal uso de la informacion suministrada. Tenemos que tener presente, sin embargo, el prineiplo cibernético de que ningtin regulador puede, en realidad, funcionar, menos que se haya esta- Dlecido tin modelo de lo que haya de regular. Muchos de los fallos de nuestras instituciones son debidos a los inadecuados modelos que ‘adoptan. Pensamos alarmados en la posibilidad de que Iintereses privados puedan crean sistemas del tipo que antes mencfoné sin que nadie tenga conocimiento de su existencia. Unicamente los goblernos elegidos democraticamente debieran establecerios, a Ia vista de todos y con el ade- cuado control juridico de su legalidad mr PROTOTIPO DE MAQUINARIA PARA LA LIBERTAD El émbito dentro del cual actia 1a mayoria de las instituciones es todavia el de la Nacion Estado, aunque esta situaciin esté en trance de cambio. En algunos casos la. soberania na- clonal es cedida a los bloques supranacionales, En otros las naciones pequefias encuentran ‘que sus asuntos estan considerablemente cons- trefiidos por la actuacién de las grandes poten- cias con respecto a ellos. También suele ocu- rrir que las gigantescas’ compafifas multina~ cionales al tomar decisiones a escala mundial desprecien la soberania de las naciones donde operan. ‘No tengo idea de lo que pueda hacerse para aportar un andlisis cientifico que conduzca a una organizacién eficaz de este estado de cosas mundial, a no ser que las Naciones Unidas lo emprendieran, Tengo, sin embargo, la impre= sidn de que todas las naciones, gracias a las comunicaciones modernas, podrfan aunar sus esfuerzos en esa tarea en beneficio propio. Sobre esto precisamente he venido hablando y escribiendo ya hace afios. Especiaimente he expresado la opinién de que las funciones de C srarrono axe ‘un goblerno —esa institueién “Gargantia”— son como las de una méquina proyectada para regir al pais en interés de la Libertad indivi- dual. Peto por las razones que hemos exa- minado en las dos primeras conferencias su funcionamiento no es bueno, por lo cual Ia Ubertad esta en entredicho en mayor o menor medida en todos tos paises del mundo. Por tanto, propongo que volvamos a proyectar de nuevo esta “mAquina de la libertad” para que sea no una entidad caracterizada por unas mayores 0 menores restrieciones, sino un sis- tema dinémico viable cuyo resultado sea Ia Tibertad. Estas dos formas de concebirlo, como ya saben desde las dos primeras conferencias, ‘son totalmente diferentes. Entonces, zd6nde radica el problema? No ‘debemos impresionarnos ante la prepotencia y pompa del Estado una vez que hayamos encon- trado el modo cientifico de profundizar en los problemas de la organizacién eficiente y de haber comprendido con claridad las leyes fun- damentales de Ia variable, Pero gconstituye un Aelito de lesa majestad afirmar que un Estado ‘se goblerna con el mismo modelo que unos grandes almacenes? Tal vez. debiéramos decirlo al revés para que no suene mal, Hablando en términos clentificos no tiene importancia por- ‘que el patrén que controla la variable y al que he Namado modelo es el mismo. Si digo que 5 preciso expresar este concepto sefialando que las dos organizaciones se acoplan (map ‘onto) al mismo modelo no nos pareceria raro, iseRaamo 14 ummeraD a ya que, por fortuna, el vocablo correlacién ‘(map onto) tiene en ‘mateméticas un signif- cado similar. Un mapa es modelo o patron de un sistema, se representa con mucha atenua- cién de 1a variable, aunque conservando sus elementos mas signifeativos. El gobierno realiza la gigantesca tarea de reducir la variable por medio de departamen- tos, al igual que los grandes almacenes, y, 10 mismo que ésias, necesita estar informado sobre la marcha de los asuntos. Necesita, con toda seguridad, mucha més informacién que Jos grandes almacenes, aunque esto puede con- siderarse irrelevante en tanto que ambas ins- tituciones desplieguen Ia variable requerida —y es ahi precisamente donde la correlacién entre ellas se mantiene y el modelo es idénti- co— El modelo nos indica asimismo que el tiempo de reaccién de! sistema debe ser més corto que el intervalo medio entre las pertur- baciones; de lo contrario, 1a inestabilidad se haria permanente, Ya vimios como los grandes almacenes controlan este problema y también advertimos como, si dicho control fallara, se producirfa un colapso eatastréfico, caracteri- zado por la ausencia de la clienteia, Si es el gobierno el que cae en tal situacién es més dificil detectarla, puesto que la totalidad de sus “clientes” no se ausentarén, En efecto, la poblacién de una nacién no hari et equipaje y emigrarh en masa, Seria tna decision muy grave, Atin més, y aunque resulte algo cinico, Jo més probable es que no encontrasen otro pais que ofreciese muchas més garantias de estabilidad que el suyo propio. Este problema es muy general, de hecho es universal. Por esta razén es tan importante. Cémo emprendemos el anélisis? En un go- bierno Ia variable se controla principalmente atenudndola mediante cuatro procedimientos. Primero, cada departamento del gobierno con- fecciona los diferentes modelos del pais. Para empezar tendremos que rectificar esos patrones que el gobierno mantiene como modelos, ya, que no responden a la realidad del momento actual. Por una razén: esos. departamentos fueron creados hace mucho tiempo y mientras tanto los generadores de variable de la nacién. —a los cuales se supone que se adapta el mo- elo— han sufrido cambios en su naturaleza, su importancia y su proporeién. Por consi- guiente, deberdn crearse nuevos departamen- tos para controlar el exceso de variable, tal y como vimos que se hacia en los grandes ‘almacenes de nuestro ejemplo. Sin embargo, en el caso de un gobierno esto no se consigue facilmente, Los grandes almacenes cambian sus secciones a la vez que los modos de vida. ‘cambian y absorben el pequefio exceso de var tiable por medio de la oficina de informacién. El gobierno, no obstante, es refractario a los cambios y es, en realidad, poco adaptable, debido, en mi opinién, a que ha perdido la no- eién de cual es su situacién estable. De ahi ‘que el exceso de variable legue a ser un grave problema para un gobierno, Un buen ejemplo ‘rseaam 1A xamenAD 6 de to que sucede en la actualidad es el proble- ma del medio ambiente, que supone una enor- me acumulacién de variable, sin que todavia haya, sido configurada en un modelo valido, La idea de crear nuevos departamentos puede no Megar a ponerse en préctica, dada la ten- dencia existente de querer resolver problemas nuevos con viejos métodos, cosa que, por otra parte, ocurre en todos los paises. Por ello cons tatamos el fenémeno de un cambio que no comporta en realidad alteracién alguna per- ceptible. El segundo atenuador de Ia variable consiste en el modelo que cada departamento haya ‘Ajado sobre las tareas que le competen. Con- sideremos 1a economfa. Se ha establecido un modelo para regular la industria. del pais en su conjunto, uno por cada industria, y mo- delos de cada una de los industrias por su pro- ducto, su inversién, su fuerza de trabajo, ete, Esto parece apropiado hasta que nos damos cuenta de que los modelos tratan a estos fac- tores de In economia: producto, inversion, fuerza de trabajo, ete., como si se tratara de lunidades auténomas, Pero, por supuesto, no es exacto porque todo ello constituye en eon: junto —tanto las plantas industriales como las ‘correspondientes socledades mercantiles— sis- temas dindmicos viables y los factores de pro- @uecién que hemos enumerado representan ‘variables continuas que inciden sobre las inver- siones y los rendimlentos. De hecho, lo que fandamentalmente nos interesa se halla impli- cito en la productividad de tos sistemas, dado ‘que el rendimiento que se obtenga determinara ‘en gran medida la inversion. Inversiones tales ‘como las materias primas se incorporan al sis- tema en funeién de la importancia de la. pro- uceién, Sea como fuere, en los conceptos del sistema que estamos analizando queda. bien patente que la solucién inteligente no es ate- nuar la variable congelando las variables con- tinuas en periodos de tiempo arbitrarios (tales ‘como afios, cuatrienios o planes quinquenales), siendo as{ que la esencia de los negocios con- siste en conocer de qué manera se genera con- tinuamente su productividad a 10 largo del tiempo. Se necesita observar continuamente Jas tendencias de In época, es decir, hallar la medida del cambio, los gradientes, Ins funcio- nes, etc. Todo ello es necesario porque nos- otros, como gobierno, tenemos que ponderar Jas interacciones de los sistemas dinémicos, ‘Los modelos que en principio se habian creado para informar a los acclonistas presenténdolos €omo tos adecuados para Ia custodia de su dinero no es de extrafiar que no se acoplen ‘uno al otro. Cuando 10s datos que han sido generados por estos modelos de baja variable (eubriendo ‘en los departamentos largos y estAticos perfo- dos) no se ajustan a la realidad por més ‘tiempo, se acumulan. Esto constituye el tercer ‘tenuador de la variable. Existen dos razones principales para esta acumulacién. En primer Jugar, un ministro, por ejemplo, no puede DiseRiomo 14 LimmeraD Co controlar toda la informacion que ha sido generada, aun cuando su variable haya sido atenuada por dos veces. Su mente no dispone de la variable requerida para abarcar todos los datos hasta que éstos no hayan sido con- Venlentemente sistematizados. La otra razén es que la seguridad comercial exige sistema- tizacién porque, de otro modo, seria facil des cubrir lo que un competidor puede producir si esto ‘es lo suficientemente importante para destacar en las estadisticas oficiales. Aun asi, estas dos razones para que en alguna medida, haya acumulacién no justifican la clase de acumulacién con la que habitualmente nos encontramos —la del total o la del promo- dio— porque, como ya dije, destraye la diver- sidad minima de la informacién que 1a varia ble requerida exige de un sistema dindmico, Imaginense por un momento a un médico que visite a su paciente en el hospital y la enfer- mera le dijese: “Durante el iltimo mes el promedio de su temperatura ha sido de 37,4°", © bien, “ayer sus treinta enfermos tuvieron, una temperatura acumulada media de 37,49." Estas afirmaciones son sin duda verdaderas, ya que la acumulacién en alguna medida es necesaria, a menos que el médico permaneciese durante un mes observando continuamente el termémetro. No obstante, el decidir qué datos acumulados son los que’ deben usarse es un. estudio que concierne a Ia cibernética, no a la ‘economia ni mucho menos a la administracién, El cuarto atenuador de la variable en la informacién que recibe ef gobierno ¢s con mu- cho ¢1 més peligroso. Bs Ia demora que impo- nen 1os métodos de recogida de datos y la.ate- nuacién de la variable que esto comporta. gCémo puede ser que la demora se convierta en un atenuador de la variable? Pues bien, la situacién real del pais en la actualidad debe Teflejarse en la informacién exacta y completa de todds os pormenores que hicieron posible Gicha situaciin y Ia parte més reciente de toda esa serie de datos es sin duda la mas im- portante. Asi, la informacién que se demora Suprime la mitad mAs reciente de la variable que est implicada en la situacién actual, Lo que significa que el gobierno no posee la varia- Die requerida. Es muy corriente ofr a los que elaboran las estadisticas econémicas hablar de Ia “actualidad” que debe tener Ja informa- cién oficial. Quiero insistir en algo diferente el mero pedazo de papel lamado, por ejem- plo, “estadistica del mes de junio siltimo”, ‘earacterizado por un mayor o menor grado de desfase, Voy a insistir sobre el hecho de que ‘euando el gobierno actiia lo hace, invariable mente, respondiendo a una situacién econd- mica en la que @ menudo la demora en las estadisticas suele dar lugar a que el ciclo eco- némico se encuentre a la mitad del incremento © descenso de Ia prosperidad, por lo que el gobierno leva a cabo exactamente lo contra- tio de lo que debiera 1a mayoria de Ins veces. (He dicho “suele dar lugar”, aunque creo que tales actuaciones estén tan ligadas a. la diné- isefiomo 14 Limp oa mica del sistema que la maquinaria de tomar decisiones adopta 1a suya siempre en el mo- mento contrario del ciclo econémico,) ‘Estos son algunos de los problemas de los cuatro atenuadores de la variable, Supongo que mis amigos del gobierno se enfadarén. No les estoy diciendo nada nuevo, simplemente estoy dando un enfoque nuevo a un problema condcido, intentando abrir un cauce que nos Ueve a resolyerlo. Las comunicaciones hoy en dia son rapidas, pero no las movilizamos. Te- nemos computadoras, pero hasta ahora no las hemos utilizado més que para realizar exacta- mente lo mismo que se venia haelendo por el sistema antiguo —y ain tardan mis en efee- tuar esa tarea de lo que antes se tardaba—. Repasemos otra vez el diagnéstico, remon- téndonos a los origenes de las instituciones. Cuando 1a institucién del Estado se hubo con solidado surgieron enormes problemas en la atenuacién de la variable que hubleron de ser Tesueltos por medios muy rudimentarios, de- bido a que los instrumentos con que contéba- ‘mos constituian unos medios propios sélo para atender a una escasa variable. Entonces no contébamos con computadoras provistas de terminales remotos, Ahora disponemos de es tos instrumentos, pero no los valoramos en Ia. medida que debiéramos, Dichos instrumentos, que son esencialmente reguladores aplicables @ una alta variable, se utilizan de manera exrénea, es decir, no para contender con la inmensa variable que genera el sistema dind- o ‘srarronD sx ‘mico, sino para aceptar la variable atenuada procedente de modelos deficientes, con un des- fase de tiempo, y para que aquéllos después generen su propia variable dentro del gobler- no. Pongamos por caso: un ministro en cual- quier momento puede pedir un elaborado con- junto de datos para lo cual se han realizado complicadas operaciones mateméticas, sin em- argo, ha sido la computadora 1a que ha gene- rado la variable y no el mundo real. He aqui un dislate fundamental. Estamos utilizando nuestros poderosos instrumentos para auto- matizar y elaborar los limitados procesos que hubigramos podido realizar sin otra ayuda que Ia mente y un grupo de escribientes a pluma, ‘cuando precisamente para superar ese tipo de tareas se han inventado los nuevos instru- mentos, Después de efectuado el diagnéstico, Ia rece- ta que debemos aplicar no es dificil de enten- der. En primer lugar, se necesitan unos mejo- res modelos de las estructuras econémicas, que eben ser modelos dindmicos. Esto significa simplemente que es necesario considerar en qué forma las diferentes estructuras estén interrelacionadas sobre una base de movimien- ‘to continuo, Entonces, en vez de los formula- ios de los abogados y accionistas, Ia hoja de balance y la cuenta de pérdidas y ganancias que utilizan los consejeros; en vez de la hoja, de inversiones y rendimiento, tan querida. por Jos economistas, consideramos un modelo ela- ‘borado en términos de variedad dinémica, Esto iseRaamo 14 omezaD o serd un simple diagrama de flujo o circulacién. de datos, en el que la variedad estaré simbo- lizada por el grosor relativo de las neas de flujo y el tamafio relativo de los recuadros que indican los procesos que actiian en la circu- lacién. Los retardos de tiempo en el sistema tienen que aparecer y resultaré atin més claro pontendo el diagrama en movimiento, de modo que las Iineas de flujo de datos se muevan & diferentes velocidades, Es muy fécil realizarlo en una empresa y seria interesante preguntar quién deberia efectuario. Nuestra cultura tecnocrdtica res- ponderfa Inmediatamente: un equipo de inge- nieros, de economistas o de investigadores. Yo no soy de esa opinién. No se necesita que sean precisamente ellos y, ademés, es posible que nadie pusiera gran interés en el modelo que crearan, Los que conocen realmente estos pro- esos son los que trabajan en ellos, los proplos trabajadores, @ los que sf se les puede intere- sar en Ia labor de formar el modelo total del funeionamiento de 1a empresa, lo que supon- ria una real participacién de los trabajadores en ésta en ves de hablar tanto sobre su pre- sunta. participacién. Distingamos nuevamente la diferencia entre entidades y procesos dinémicos. ¢De qué modo trata la empresa de dar a su personal Ja sensacion de participacién en los asuntos de la misma? Ya conocemos esa entidad esté- tica Hamada comité de trabajo, earacterizado por limitarse a debatir la cldsiea serie de eues- ” [STAFFORD EER tiones que surgen en cada sesién, También conocemos esa otra entidad estatica que es el Periédico de la empresa. Hemos visto en cada departamento de produccién esa. vitrina esté- tiea, en la que, reunidos los productos, contri- buyen lastimosamente a acumular polvo. Todo esto esta en alguna medida fuera de la reali- dad porque paraliza la dinamica de Ja vida y del curso del trabajo, Ahora examinamos una empresa dirigida por medio de un centro de control, en el cual €l diagrama dindmico de circulacién de datos refleja continuamente el mundo exterior, al teleprocesar en el diagrama los datos, man- tiene constante el patron 0 modelo y ‘utiliza en todo momento ia computadora para con- trolar toda variable que surge, Este concepto ser més inteligible si lo entendemos como la ‘manera en que se dirige una batalla, un barco de guerra o un sistema de distribuclén para controlar el suministro eléctrico, Pero por azones culturales ese enfoque aplicado a la direccién de 1a economia nos resulta extrafio, A pesar de estas disgresiones sobre las empre- a8 no olvido que debemos centrarnos en el examen de la direccién de la economfa, Cons- tatamos que el cuadro de Ja planificacién total de la actividad industrial, proyectado por el gobierno, esté compuesto por fragmentos se- Parados que luego se han unido como si fue- Tan las piezas de un rompecabezas. Dichas piezas representan los distintos sectores de la ‘economia o de las industrias y si su represen- isiomo 1A LommzaD n tacién no es clara, cuando se complete el cua- dro total de 1a economfa, resultaré totalmente ‘eonfuso, Pero hay un rompecabezas dentro de ‘otro que son las empresas que componen 10s, diferentes sectores de cada rama industrial. Por ello deberemos empezar desde abajo. El cuadro de una empresa debe ser lo suficien- temente claro para contribuir a una imagen exacta de la industria, El cuadro de la indus- tria deberé. a su vex ser claro para que el ‘cuadro de Ia economia industrial resulte rigu- oso y nitido. Y, por supuesto, el problemi surge al plantearse si cada empresa o socie- dad auténoma estar dispuesta a colaborar fen tal esquema. La respuesta es que un go- bierno puede ofrecer ciertos incentives para conseguir la informacién que precisa y la ma nera de persuadir podria consistir en que si su colaboracién no resultaba satistactoria Ia empresa no obtendria un tratamiento bené- volo por parte del gobierno, ‘Analicemos en qué consiste nuestro poten- clal modelo total de Ia economia, Bstaria for- mado por un sistema dinémico constituido a su vex por otros modelos ms simples de sis- temas dindmicos acoplados unos dentro de otros, como ocurre en un juego de eajas chi- nas, A cada caja se le denominaré nivel de reeursién porque lo que haremos ser redu- plicar un sistema elbernético de regulacién Tecursiva, es decir, utilizando una y otra vez Jos mismos procesos con 10s necesarios ajus- tes de le variable, Debe cumplirse la ley de n ‘Starrono nex, Ja variable requerida en cada nivel de reour- sién para que se consiga la estabilidad. La informacion circula continuamente de un lado a otro por medio de este sistema recursivo, apareciendo de forma. conveniente en el corres- Pondiente centro de control. ‘Observemos ahora el tratamiento que hay que dar a los problemas de retardo de tiempo +y acumulacion de datos. En vez de aceptar tales problemas utilizando erréneamente las ‘eomputadoras en un intento baldfo de ajus- tarlas mediante el método de reinyectar la variable de manera inadecuada, nosotros mé- gleamente nos desharemos de los problemas Por completo, ¥ les invito a que siempre ten- gan presente esta idea: es mejor disolver pro- Dblemas que solucionarios. Si los retardos de ‘tiempo suponen un inconventente se eliminan ¥ para esto usaremos el teleproceso. Si la acu- Mmulacién es un estorbo la evitaremos usando Jas computadoras para atenuar la variable de ‘una manera més efleaz. Intento crear para ustedes 1a vision de una economia que funcione como nuestro propio euerpo, Tiene que disponer de nervios que se extiendan desde el cerebro del gobierno por todo el pais, recogiendo informacién continua- mente. Esto es lo que se denomina un sistema real de control. Por qué, por ejemplo, los goblernos se empefian en tratar los proble- mas del verano pasado, pongo por caso, los cuales, de un modo u otro, ya se han resuelto para estas fechas? ¢Significa entonces que el DiseRiamo 14 LimmraD co goblerno pueda encontrarse inundado por grandes cantidades de datos a los que le Tesulta imposible atender? Por supuesto que no, Mi cerebro y los de ustedes estén reci- biendo en este momento toda clase de sensa- clones, todo lo que nos rodea se esté regis- trando en ellos, 1o que supone una ventaja puesto que de ‘repente podriamos necesitar prestar atencién a alguna de estas sensacio- hes, Sin embargo, hasta que surja esa nece- sidad nuestros cerebros recogen automética- mente estas sensaciones irrelevantes y las filtran, desechando la mayoria de ellas. Esto e6 lo que considero utilizar las compu- tadoras de forma adecuada en lo concerniente al control de 1a variable, Las computadoras deben recibir toda clase de insumos y atenuar su variable autométicamente. Sélo dejarin pasar a la eémara de control lo que es verda- deramente importante, En este momento nos otros estamos decidiendo en nuestros cerebros Jo que consideramos importante y desechando Jos datos de entrada que se desvian de lo que nos interesa. Tos demas datos admitidos se acoplan al patrén que hemos establecido como modelo. Los insumos fluctiian, pero siempre dentro de unos limites que pueden determi- narse en cualquier momento por el eleulo de probabilidades —si se tiene una computa- dora. Para reconocer lo que es importante la computadora tendria que realizar célculos muy complicados sobre cada dato que entra, En Ja mayoria de los casos dicho insumo ser « ‘sTArroRD seam de escasa importancia, por Jo cual seré sim- plemente descartado. ‘No se almacenaré en e0s gigantescos bancos de datos de los que tanto se oye hablar, ya que no se le considera ‘itil. Sabremos por nuestro modelo basico cuél 5 la variacién ordinaria y si dicho insumo eae dentro de ella. Por Jo que si uno no es propietario de un equipo de almacenamiento electrénico o esté interesado en estudiar algu- na especialidad con miras particulares no en- contraré motive alguno para conservatlo, ¥ si uno esté particularmente interesado por la libertad encontraré suficientes razones para desechario, ‘Ahora comprenderdn con claridad cuAl era el motivo que me impulsé a hacer aquellas observaciones sobre los costes. Tan pronto como se piense en dirigir la economia por me- dio de computadoras nuestra cultura les pro- yectaré a imagen de muchas toneladas de cos- toso equipo. Para dirigirla, sin embargo, no es necesario. Se requiere ‘inicamente disponer de una computadora corriente con caras inter- puestas de teleproceso, que estdn situadas en- tre 1a computadora y los insumos del pais, y entre la misma y la edmara de control; asi ‘como también se requeriré un programa extra- ordinariamente inteligente. El precio se paga en términos de software, no en téminos de muchas y grandes méquinas, con gran des- pliegue de equipos técnicos 'y de manteni- miento. Por tanto, si el modelo es el mismo en cada nivel de recursién de la economia. y, * DisefiaDo 1A LIBSaEAD 8 dado que los modelos cibernéticos se corres- ponden entre si, no se necesitaré més que un Teducido equipo humano para la programa- eign, Podemos imaginamos ya el centro de con- ‘rol y a los que toman las decisiones dentro de 41, actuando juntos en relacion simbiétiea, como tin solo cerebro en la direccién de Ia eco nomia, Los nervios que transmiten continua mente la informacién a ese cerebro atraviesan sus lobulos computadores, donde los filtros de 1a variable realizan su funcién. El modelo bé- sico apropiado para este nivel de recursion modelo que se encuentra aqui en movi- miento como un diagrama de circulacién de datos— es el centro de toda la atencién. Esté constantemente actualizindose por medio de las diferentes sefiales de alerta que las com- putadoras producen. Estas sefiales harén que Jos que dirigen las operaciones pidan més informacién al almacén electrénico, proyec- tando dicha informacién en las pantallas, Si tienen que tomar decisiones importantes acti- varén los modelos de sistemas dindmicos con Jos nuevos datos y probaran diferentes medi- das de actuacién simuladas, observando su funcionamiento con gran rapidez, Probablemente sabrén ustedes que por me- dio de la simulacién electronica es posible Tealizar un proyecto con dies afios de adelanto de modo instanténeo y @ continuacién probar otros métodos de actuacién y comparar la diferencia. De este modo se experimentan los 6 ‘starrono som istintos métodos de actuacién en el labora torio del centro de control en vez de realizar- los sobre la nacién indefensa, para tal ver darse cuenta diez afios més tarde de que eran equtivocadtos. Asi también se pueden probar y Gesechar métodos equivocados durante la hora del almnerzo sin dafiar a nadie. Al volver del almuerzo es posible que ya se haya dado con €l método adecuado que pueda servimos. Es cierto que las simulaciones técnicas han Jevantado grandes polémicas, principalmente por Jo inadecuado de los datos que se utilizan y el desfase en tiempo de los mismos. 2qué podemos esperar de esos modelos de baja va- Tiable, de sus acumulaciones y de sus Tetra 05 de tiempo que se vienen utilizando haste ahora? Todos estos problemas se disolverin olviendo a proyectar la institucién de nuevo ¥ por completo (es la ‘inica manera) y asf 1os datos que empleen las simulaciones serén ac- ‘tuales, verdaderos y_significativos. No he trazado mas que un breve bosquefo del planteamiento que defiendo, el cual podria ‘estudiarse de modo més completo y detallado fen otro momento, Las criticas principales que hha suscitado son cuatro, Una de ellas sostiene que, lejos de ser este planteamiento una mé- quina para la libertad, supondria 1a muerte de 1a Ubertad individual. De esto hablaré més adelante por ser un tema muy importante y Jes pido que esperen a formar un juicio sobre esto hasta que les haya expuesto mis argu- mentos. de la anterior, pero diferente, Segiin ésta, el dirigir un pais poniendo en préctica el pro- yecto de que hablé presupondria el que ese pais tuvlese un régimen en el cual el Bstado fuera duefio de Ja industria o interviniese ma sivamente en ella, Como ven, se basa en un falso concepto. Confunde la’ mecanica para gobernar con la clase de régimen que adopte un gobierno, No estoy hablando de ningtin régimen ni presuponiendo que uno en par ticular sea mejor que otro. Estoy hablando de a organizaciin que debe adoptar cualquier Estado moderno en Ia ineludible tarea de gobernar y sostengo que su funcionamiento debe ser satisfectorio. ‘Todo gobierno regula, todo gobierno controla en una mayor o menor medida, es decir, gobierna, Mis teorias con- ciernen a la “manera” de gobernar, no hasta donde debe Hegar su intervencién. La tercera critica encuentra que mi teoria es demasiado simple, La vida real resulta mu- cho més complicada. La tinica respuesta seria Janzar una sonora carcajada. Por supuesto, 10 que propongo aqui es, como espero que les haya parecido, lo bastante simple para que puedan entenderlo después de haber conocido algunas de las leyes de Ia cibernética, Y si no fuera lo suficientemente simple para que se pueda entender gde qué serviria? Adin més, estd infinitamente més cerca de la vida real que el sistema que venimos utillzando porque es dinémico en lugar de ser estitico, forma un, 7 Starrono BEER conjunto sistematizado en vez de ser una sim- pple coleceién de entidades auténomas, 10 que Te capacita para controlar la variable de acuer- do con los principios de la clencia, cosa que no puede realizar el sistema que actualmente est en vigor. ‘Una ventaja que apreciaremos al comenzar a utilizar este tipo de sistemas es que requiere menos datos de los que se necesitaban ante- riormente porque dichos datos estén sinteti- zados en el modelo del sistema, Me reflero con esto a las criticas anteriores porque de ningiin modo creo que las empresas privadas vayan a suministrar al gobierno una mayor informa- én de ta que ahora proporcionan; 1o més probable es que sea menor, {Por qué el mé- {ico no tiene que abrir nuestro cuerpo y con- tar todo Io que hay en él cuando legamos diciéndole: “estoy hecho migas”? Porque é iene formado un modelo claro del cuerpo humano. Una vez que ha tomado la tempera- ‘ura, el pulso y la tensién arterial a su pacien- 4, le ha mirado la lengua y observado las oje- as que tiene con eso ya conoce el proceso de ana enfermedad comtin. De la misma manera, uilizando modelos recursivos en la economia podremos conseguir el mismo resultado, Paradéjicamente, mientras esta tercera eri- tics afirma que todo ello es demasiado simple, la) cuarta critica sostiene que todo es dema- siado complicado, que no se puede realizar 0 que se tardaria en logrario veinte afios. Pues bien, hasta hace dos afios yo era més mode- ising 14 LamAD @ rado porque estaba menos seguro de mis aftr maciones; incluso me excusaba al dar cono- cer mis opiniones sobre esta cuestién, Hoy, ssin embargo, no dudo porque todo el trabajo bisico de este proyecto ya se ha puesto en préctica. Recordarén que al principio expliqué que habia preparado estas conferencias en Chile, ‘Yo no estuve alli de vacaciones, como alguien huubiera podido suponer, sino todo lo contrario, Hace dos afios el presidente Allende me inst6 a que montara un sistema de este tipo para el pueblo chileno, Chile no es un pais rico y no pudo sufragar el coste que implicaban todos los instruments que se habrian necesitado, Por ejemplo, tuvimos que utilizar el telex ordi- nario en lugar del teleprocesador, Aun asi sit- vi6 para lo que queriamos, Jin dieciocho meses. habiamos preparado todo lo que se necesitaba Y¥ quedé dispuesto para su inmediato uso en Ja tarea de dirigir la economia. En los pocos meses que nos quedaban estu- vimos ensefiando a los trabajadores —para quienes este fruto de la ciencia habia sido creado— el manejo de los instrumentos més modernos que existen para la direeeién de Ia economia de una nacién. Los trabajadores pudieron sentarse con sus ministros en el cen- ‘wo de operaciones de la economia de Santiago, ‘observando con atencién las proyeeciones ani madas en las pantallas y discutiendo las sefia~ Jes de alerta que emitia aquel ingenioso pro- grama de la computadora. En los brazos de ’ 0 ‘srarron me Jas butacas habia unos botones que al pul- sarlos hacian aparecer en otras pantallas otros datos de consulta, con una eapacidad de 1.200 representaciones ‘en diferentes colores, enfo- ccados por dieciséis proyectores de repeticién. ‘También tomaron parte en los experimentos preliminares a los planes simulados con un enorme modelo animado de sistema, dindmico, Estos hombres, unidos codo con codo alrede- dor de su ciencia, estaban destinados a ser el aparato que adoptara las decisiones en Ja direc- ida de 1a economia, Todos sabemos lo que sucedi6. El 11 de septiembre de 1978, Salvador Allende murié victima de una sangrienta conjura cuyas con- secuencias para la humanidad son ain ineal- eulables. Porque puedo afirmar solemnemente que en Chile toda la humanidad ha sufrido una derrota. De Ins ensefiangas derivadas de mi proplo trabajo quiero mencionar cuatro. En primer lugar diré que es absolutamente posible proyectar de nuevo las instituciones de Jun gobierno de acuerdo con los principios y Pricticas de la clbernética, No son suefios fnrealizables, En segundo lugar diré que el ‘camino que hay que recorrer para desmontar Ja burocracia es largo y més adelante discuti- ‘remos los problemas que comporta un cambio efectivo, En tercer lugar las posibilidades de Tealizar dicho cambio, esto requlere que les dedique mi préxima charla, en la que exami- naremos el impacto de los avances cientificos sobre el status y In Ubertad del individuo, DIsERANDO 1A LamEREAD on ¥ Mego al cuarto y ultimo punto por hoy. La libertad individual se ha perdido en Chile, ‘al menos de momento. Yo s6 eémo fue; el pue- blo en esta ocasin no fue victima de la tec- nocracia, Queda claro que todo lo que les he escrito como posible se levé a la préctica (y se acabé) en dos afios y no se hizo con la rapi- dez que habria hecho falta. Cuando preparé el borrador de estas conferencias esbocé la hhipétesis que les he expuesto —que nuestras fnstituciones quizés no leguen a reaccionar con la celeridad necesaria para evitar un colapso catastréfico— y recuerdo que estuve pensando que tendria que defenderme del cargo de haber hecho sonar una prematura y espelumante alarma, 2Pensarén todavia en interpelarme? rset A LameraD a 1. Modelos de una nacién por departamentos de gobierno, {os modelos de tor planifcados de nuevo, para adaptarios 9 ulteriores cambios, 2 Modelos de empresas dentro de In eco- nomia: Ja elecci6n arbitraria de las caracteristicas que pueden ser significativas y de periodos de tiempo enmascaran una cantidad im- portante de variable. iseRioo 1A LamEETAD 8 3, Acumulacién de informacién estadistica, 4. El tiempo se retarda mientras se registra Ja informacion; la percepeién (linea discontinua) del mo- vimiento de los indicadores de la economia se capta “demasiado tarde”; esto signifies ademés que a la hora de adoptarse una decisién la variable més relevante, gene ada por un modelo que ya no es adecuado, queda eliminada, Esto puede conducimos a hacer precisa- mente lo contrario de lo que debiéramos, Cuatro niveles de recursién: Un modelo: una Programacién de computadores > Poet | oF! ey eomeiat ae 1 Te Ea & = | ca [osm e iseftaeo 1A ramarzaD Un estudio mas completo de este plan directores de proyectos cibernéticos se en Brain of the Firm, también del autor este libro (Allen Lane, The Penguin 1972). Una relacién dando cuenta de su cacién en Chile figura al final del libro form. for Change (John Wiley, pendiente ublicacién). 2EE tho | Iv LA CIENCIA AL SERVICIO DEL HOMBRE La escena se desarrolla en un pequefio aero- puerto de un lugar de turismo donde durante ‘1 fin de semana se ha dado una conferencla sobre automatizacion en un congreso de hom- bres de negocios, Todo el mundo regresa a sus respectivas ciudades. El hombre que va de- lante de mi en la cola se entera con gran per- plejidad al Negar ante el mostrador de la com- aia aérea que el vuelo para el que tiene su billete se halla completo. “Lo siento —dice el empleado de la compafifa con tono melifiuo—, tenemos dificultades con todos los vuelos de las Lineas Aéreas Flyaway, funciona mal su computadora,” En el relativo silencio de la equefia sala de espera del aeropuerto todo el mundo ha ofdo estas palabras. Un hombre cor- pulento, saliendo del final de la cola, se ade- lanta y afirma en alta vos: “Perdone usted, yo soy el director de Lineas Aéreas Flyaway y no tenemos ninguna computadora.” Algunos se rieron, pero la reacclén general fue de perplejidad; sin embargo, no creo que fuese debida a que el empleado habia sido cogido en una mentira. Como ya argii en mi 0 StarroRD ax segunda conferencia, la computadora ha Ie- gado-a ser considerada como una influencia maligna, algo que asusta a 1a gente, Por eso hay pocas probabilidades de que la gente re- quiera su ayuda o se decida a emplearlo para, disefiar de nueva planta la sociedad. Pero el desconcierto que surgié de este incidente tam- bién me sugirié el gran respeto que inspira y negarlo es un acto peligroso, El titulo de esta conferencia es “La clencia fl servicio del hombre" y, desde luego, me sor prenderfa mucho que sa anuncio sugiriese un gesto de escepticismo. En efecto, se ha evado @ cabo una labor concienzuda para que se admita sin reserva el lema de que la ciencia, esté al servicio de la humanidad; sin embargo, ha legado el momento de analizar este axio- ma con rigor. Hsto no significa efectuar una comparacién entre los beneficios de la energia nuclear y los riesgos de una guerra atémica o ‘entire el progreso de la medicina con el control de los gérmenes nocivos y el deterioro de In ecologia con los pesticidas. Este tipo de deba- ‘tes conducen aparentemente a dilemas insolu- bles para nuestra sociedad porque recogen el contradictorio resultado de sistemas dinémi- 0s con alto grado de variables, cuya mecé- nica institucional basica contimia sin revision. La ciencia ha sido presentada como servi- dora del hombre de manera errénea y por razo- nes inconfesables. Empecemos por el origen de Ja riqueza: la produccién. Aqui se ha exaltado Ja ciencia como la promotora de la efictencia. rseinoo A LamERAD om No resulta necesario, sin embargo, recordarles Ja historia de la revolucién industrial, tan ‘econoeida de todo el mundo; de las lineas de ‘montaje de produceién en masa y de su con- secuencia, la reduccién del coste por unidad; ni tampoco es necesario enfatizar triunfal- mente la mejor distribucién y comercializacién de los productos. Pero debemos tomar con- clencia de la alienacién a que ha conducido este proceso al obrero industrial. Por eso ahora, Jos sociélogos intentan con gran empefio Tes- taurar un clerto humanismo en las relaciones de trabajo, en las que tantos trabajadores se hallan; una situacién a la cual innumerables millones de hombres del Tercer Mundo se ve- én condenados en el futuro mientras sus pat- ses luchan por conseguir la parte que les ‘corresponde de la riqueza mundial. Luego hay algo que no funciona. En segundo lugar, ta ciencia ha sido pre- sentada como servidora del consumidor. Nos han vendido aparatos de todo tipo para aho- rrar trabajo y esfuerzo, como fruto precioso de la ciencia ¥ Ia teonologia, EI automévil nos leva al campo —donde, por clento, nos encon- ‘ramos con todos los demas en sus automévi- les—. La plétora de electrodomésticos libera, ‘al ama de casa de las penosas faenas del hogar a la vez que resulta victima de la eficiencia 4e los mismos debido a la creciente dificultad —y el creciente coste— de las reparaciones de estos astentosos electrodomésticos. ¥ en su misma casa, e pesar de su aparente confort, a menudo se siente atrapada con sus nifios en ‘compafi‘a del televisor, facil prese de pertur- bbaciones psiquicas de ansiedad o depresién. Insisto de nuevo en que hay algo que no fun- clona. ‘A pesar del contrasentido de esta situacién en el trabajo y en el hogar, la ciencia y la tec- nologia son utilizadas inexorablemente para fomentar la sociedad de consumo, puesto que constituye el tinico desarrollo que nuestro sis- tema econémico puede crear. Quiero decir que ‘el crecimiento esté a la orden del dia, Mas bienes de consumo se ponen al aleance de més Personas, lo cual se consigue con una mayor ‘Automatizacion, més estandarizacién y mas ajo coste por unidad, ligado, por desgracia, on una creciente disminucién de su valor intrinseco, No obstante, debe persuadirse a todo el mundo que esto es precisamente lo que quieren, que esto constituye la vida dichosa y deseable y que a esto responde la ciencia al servicio del hombre. Considero, no obstante, que la sociedad de consumo esta demostrando ser la Tuerza mas alienante que el mundo haya. conocido, el fantastico consumo de drogas (tanto las que recetan legalmente como las ‘que se consiguen ilegalmente) representa. un laro exponente del grado de alienacién a que estamos legando, Por ahora hay algo que va mal, Qué se propone demostrar este breve anéli- sis? Argtlir que el sentido en el cual el mundo acepta que la clencia sirve al hombre es falso, piseRanoo 1A LINEHTAD 8 puesto que Ia clencla usada de esta manera s6lo ha servido para destruir en el hombre su Gimensién humana y su alegria de vivir. Mas aiin, ha imbuido en el hombre medio la falaz ‘tusién de que —en un planeta cuyos recursos: hoy sabemos limitados— resulta posible la prosperidad para todos. La verdad es que adquirimos una prosperidad creciente para unos pocos de nosotros, a expensas de que mu- chos jamés puedan ‘conseguiria, Mientras tanto la alienacién aumenta, susciténdose una oreciente resistencia ante ‘nuevos adelantos clentificos, con la consecuencia de que nuevas propuestas para tratar viejos problemas utili- zando computadoras y telecomuntcaciones se reelben a menudo con wn rechazo rayano en 1a histeria colectiva. Me refiero a los archivos electrénicos sobre los datos de los ciudadanos ya los sistemas de control por parte de los goblernos, aspectos de los que he hablado anteriormente. El caso es que este pénico est fustificado en tanto In sociedad prosiga por el cauce trazado hasta ahora por la tecnolo- gia, Ahora bien, si queremos que las institu- clones sociales escapen al riesgo de una ines- tabilidad catastréfica necesitaremos con toda seguridad sistemas nuevos. Por consiguiente, la elencia debe ser conce- bida de manera distinta. Yo consider que Yinicamente existe una solucion, consistente en quitar el control de 1a clencia y la teeno- logia a quienes hoy pueden financiar su des- envolvimiento y devolver su control al pueblo, ‘Los clentificos y los téenicos deben ser autén- ticos servidores del pueblo a pesar de la ten- dencia actual de convertirles en una élite, instrumento de quienes ostentan el poder econémico sobre los propios sistemas clentifi- 0s, De esta manera nace la tecnocracia, a la que nos estamos aproximando peligrosamente, gEn qué medida puede ser real esta sol elén? Por Jo pronto, las personas que deten- tan el poder nunca Jo entregan a otros, ade- més siempre hay implicadas grandes sumas de dinero. Respondo que la solucién resulta, factible en una sociedad democratica en la medida en que se sienta 1a necesidad de vol- ver a disefiar de nueva planta las institucio- nes sociales. El proceso puede empezar por desvelar el misterio que rodea la investigacion cientifica. Un postulado basico para el cluda- dano corriente consistiria en decirse a si mis- mo y @ los demés: or yer primera on la historia de la humantdad Ia clencia. puede dominar toda rama del conoot ‘miento cuyo objetivo pueda espeoificarse con exic- fitud, También por ves primera no necesitamos ser hhombres de ciencia para comprender lo que debe- ‘mos hacer. De ah que no estemos por més tiempo ‘8 merced de 1a tecnoeracia, que hasta ahora nos hha indicado 1o que debemos hacer. Nuestra tarea ‘consiste en empezar a especfioar:» ‘Son necesarios nuevos cauces y clertamente éstos se pueden hallar, Para qué sirve la tele- visién? 2Es quiz un cementerio de peliculas muertas 0 un papel de pared animado desti- iseRaamo 1a LImKREAD 6 nado a impedir el proceso del pensamlento? @Para qué sirve la computadora? {Es acaso Una méquina de claborar bobos errores a un enorme coste? ;Qué haremas con la ciberné- tica, 1a ciencia de la organizacion eficaz? 2Per ‘maneceremos lamentandonos y esperando que algin malintencionado se apodere de ella y nos esclavice? Tal vez una mafia electronica nos aeecha, Sin embargo, todos estos aparatos son instrumentos que esperan ser empleados en la creacién de una nueva sociedad libre, Ha llegado el momento de utilizarlos, En cuanto al coste, cquién pagard los gas- tos? Ya los estamos pagando entre todos, pues. son los impuestos y la inflacién los que finan- ‘clan 10s planes de los goblernos y un recargo sobre los precios que pagamos lo que financia Jas empresas privadas y estatales, Pero, por 10 que puedo ver, los cludadanos han perdido por completo el control tanto como contribu yentes y consumidores en la eleccién de los proyectos que se emprenderdn para su bene- ficio. En el mejor de los casos, juegan un papel defensivo en su intento de invalidar los pro- yeetos que no les gustan: esto constituye una funeién dificil porque no conlleva modificar Ja variable requerida para su propésito, Cual- quiera que haya intervenido en encuestas pri- Diicas sabe muy bien que 1a burocracia tiene poder para ampliar su variable indefinida- mente tanto en términos de tiempo como de ‘dinero y asesoramiento técnico; por eso puede enfreniarse libremente contra un grupo redu- 6 ‘STarronD een ‘eldo de eludadanos que no tiene acceso a estos amplificadores de variable. Obviamente, intento incidir bajo de la cor- teza més superficial de la ciencia y la tecno- ogia tal como la sociedad la comprende para descubrir nuevos estratos de potencialidad clentifica. La utilizacién que la sociedad est haciendo de la ciencia resulta amenazadora, se esta tornando opresiva y alienante. Sin em- ‘bargo, él uso qué la sociedad podria hacer de Ja ciencia es una liberacién. Aférrense a esta idea: requiere valor y resolucién. El riesgo radica en que las propias personas que se dan cuenta del peligro volverdn la espalda ante las Gificultades que entrafia. ¢Pero qué seguridad hhubleran sentido nuestros mayores si de pron- to se hubieran visto zambullidos en el am- Diente de una casa o una calle moderna? Hemos necesitado tres 0 cuatro generacio- nes para adaptarnos a la mortifera, electrici- dad y a las calles infestadas de peligrosos camiones, Tardamos veinte afios para adap- tarnos a los inventos y descubrimientos objeto de estas conferencias, No obstante, Ia adapta- cién atin no es completa. No tiene nada de extrafio que la gente se sienta tranguila con su automévil, que domina por completo, y muy ineémoda con la computadora, a la que toda~ via no domina, Lo curioso del caso radica en que la mayoria de los que conducen un auto- ‘mévil no conocen exactamente cémo funcio- nan estos vehicules y, sin embargo, invocando ‘una ignorancia parecida sobre el mecanismo ‘DIseSAxo 1A LIBRETAD ” de las computadoras, justifican su desconfianza en ellas, Sea como fuere, el problema de la ripida ‘adaptacién del individuo, que ya hemos anali- zado, puede constitulr un patron —en térmi- nos eibernéticos— aplicable al problema de 1a répida adaptacién de la institucién, ‘Tratemos de analizar los problemas del individuo en el lenguaje que hemos estado aprendiendo por- que es una cuestién concerniente a una orga- nizacion efleaz, El primer aspecto con el que tenemos que enfrentarnos es un hecho bastante dificil de aceptar para las personas inmersas en nuestra, cultura. Lo que el hombre puede hacer esté mediatizado por nuestro cerebro y éate es limi- tado, Tenemos dentro del erineo una compu- tadora electrénica ligeramente aleatina, de kilo y medio de peso, funcionando sobre ‘glucosa { 25 watios. sta computadora contiene unos diez mil millones (0 diez elevado a diez) de elementos 16gicos denominados neuronas y que actiian a un ritmo de dies ciclos por segundo, Constituye un sistema dinémico de un alto grado de variable, pero es ciertamente finito, De acuerdo con Ia Ley de Ashby, podemos reco- nocer modelos hasta un cierto limite, pero no més alla de él. Por esto, si acontece algo que supone una mayor variable de Ia que el cere- bre puede dominar no reconocemos lo que es. ‘Tropezamos otra ver con el viejo limite, constituido por el requisito de la variable requerida, De esto se derivan consecuencias priicticas, Por ejemplo, estoy seguro que la razén por 1a que nos preocupan tanto las cuestiones sobre 1a ecologia mundial radica en que no podemos ‘comprenderlas. No quiero decir con ello s610 que son enormemente complicadas y que el comprenderlas comportaria una investigacién Profunda, quiero decir que no podemos com- tenderlas en absoluto. Algo parecido ocurre ‘eon muchos asuntos de gobierno, sobre todo on 10s del Gobierno mundial. Incluso podria ser asi al nivel de recursion donde se dirige una empresa, Recuerdo que el nivel de recur- sién es simplemente el foco de atencién a tra- ‘yés del que contemplamos cualquier sistema viable y que cada nivel esta implicado en el siguiente. He aqui un pensamiento desagra- dabie: Tal vez no podamos comprender nues- tras propias vidas, nuestro propio medio am- biente. Contemos 0 no con un conocimiento com- pleto, con o sin la variable requerida para detectar patrones vitales, tenemos de alguna ‘manera que abarcar estos niveles. Por supues- to, nos valemos de modelos mentales. Simpll- ficamos de modo que el sistema que estamos considerando se adapte a nuestro cerebro. Esto 610 podemos realizario atenuando la variable ¥ no se puede garantizar que la informacién ‘Que desechamos sea precisamente la que no nos interesa, Evidentemente, nos acostumbra- remos a desechar informacion y a eliminar Diseato 14 tamERTAD ry ‘insumos que no se ajustan bien a los modelos que previamente hemos configurado, Pienso que esto puede significar que aquello lo que todos nos referimos como “realidad” es una version muy limitada del universo. Podriamos decir, hablando claramente, que nuestra humanidad vive particlpando de una delusion respecto a cémo son las cosas en realidad, ‘A este respecto, me gustaria empesar a hablar sobre misticismo, sobre psicosis 0 sobre drogas psicodélicas y primordialmente me gus- taria comentar la relacién que hay entre todas ellas, Porque estas tres cosas tienen mucho en comin; afirman tratar con los aspectos de la realidad que nuestra participacién en la delu- slén deja filtrar. Pero el meollo de la cuestién que me preocupa es éste, El explosive prome- Gio de cambios en curso produce perturbacio- nes a intervalos mucho mAs cortos que el tiempo de reaccién de nuestro sistema insti- tucional. Esta fue la hipétesis que presenté en un principio. He explicado su relizacién en Chile. Ahora amplio dicha hipétesis hasta abarearnos a ustedes y a m{ como individuos,

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