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Los pobres sacan la basura y los ricos mandan

“no hay peor ciego que el que no


quiera ver”

Si pretendiera abordar la gran problemática social a la que estamos inmersos en la realidad


educacional chilena, sería la desigualdad social y la mala distribución de los recursos. Las cuales
se encuentran en la peor decadencia por la incorporación de elementos excluyentes y desiguales 1 en
la vida de los ciudadanos como lo es el sistema de libre mercado en la sociedad. En particular, para
aquellos estudiantes que integran ciertos contextos educacionales, los cuales deben “Asegurar un
sistema educativo equitativo y de calidad que contribuye a la formación integral y permanente de
las personas y al desarrollo del país, mediante la formulación e implementación de políticas, normas
y regulación sectorial2. Lamentablemente es incompatible la posibilidad de llevar a cabo este
objetivo por la compleja realidad que se pudo observar en el colegio y posiblemente en la gran
mayoría de los colegios subvencionados del país.
Para comenzar con la descripción de aspectos que a mi parecer, ha sido imperceptibles para
los integrantes del colegio, aplicaban sin notar, la carga social que se transmitía a los estudiantes
que integraban aquella escuela, a través de un currículo propuesto por los mismos que dicen
desarrollar una sociedad igualitaria, pero aceptan que existan colegios donde para recibir mejor
educación deben los padres de los niños cancelar más dinero, aceptando entonces que existan otros
niños que no pueden postular a mejor educación por el simple hecho de que sus padres no presentan
una situación económica estable, gracias a las condiciones que el sistema económico determina para
aquellas personas que integran el escalafón menor en la sociedad chilena, debido al desempeño
productivo que realizan para sustentar la estructura libremercadista.
Dentro de lo que se observó en el colegio lo que llama de sobre manera la atención, es la
forma involuntaria que los docentes deben fomentar las perspectivas de sus estudiantes, en torno al
trabajo mal remunerado y que no consiste en mayor especialización profesional o técnica, sólo de la
voluntad de trabajar en un medio que valore exclusivamente el desarrollo manual. Por consiguiente,
esta situación deriva en un estancamiento social que en algunos casos bordea la marginalidad que
muchos de los estudiantes ven con normalidad y que esta realidad se emplea acorde con sus
proyecciones latentes en su contexto. Es por ello que en la mayoría de los casos, ni siquiera se
podría fomentar alguna intención de proyección laboral, a causa del mal comportamiento de
algunos estudiantes que por el rechazo a tolerar las reglas impuestas sin consultarles 3, los docentes
prefieren ignorarlos y liberar los altos niveles de estrés que se crean a causa de la problemática
señalada con mensajes hacia los estudiantes que los denigran por el comportamiento expuesto en las
condiciones adoptadas exclusivamente por personas que velan por su desempeño laboral y no por el
deber social que desarrollan como docentes hacia los estudiantes. Olvidando por completo la labor
docente, entendiéndola como un agente de cambio en la cultura de nuestra sociedad. En otras
palabras, estamos hablando de que el profesor posee un poder sobre sus estudiantes que determina
la manera en como los estudiantes deben percibir sus vidas4.
Los motivos que determinan una incompatibilidad de la idea central que proviene del estado
es impuesta por la ausencia de factores elementales, intrínsecos en la realidad escolar, que al no
1
Impulsados por el sistema económico imperante en la sociedad mundial que transgrede también en la educación con
la competitividad que cada centro educacional adscribe en sus estudiantes.
2
Misión que se concede desde el ministerio de educación a los colegios. http://www.mineduc.cl/index.php?
id_portal=1&id_seccion=204&id_contenido=90
3
Elemento central que fue tratado con el profesor Patricio Calderón en sus clases y que determina el buen trato y
ambiente propicio para brindar a los estudiantes, las condiciones mínimas para desarrollar sus habilidades cognitivas
y emocionales.
4
Christine E. Sleeter,Peter McLaren, Multicultural education, critical pedagogy, and the politics of difference; pag
423, 1995.
participar en la puesta en marcha de planes de - como lo son el currículo y reglamento interno de los
colegios- la resistencia a integrar un recinto al cual confiar de las intenciones de hacer de la vida de
los estudiantes mas grata que en la actualidad, seguirá incólume la visión de considerar la escuela
como el lugar donde establecemos el valor social de cada uno de los educandos que la componen.
Según Emilio Durkheim, el sistema de valores y normas de una sociedad deben ser
aprendidos por los miembros de ésta, adoptando en el individuo la forma de una conciencia
colectiva, pues la educación no es más que la socialización metódica. La constante presión que
sufre el alumno es la presión del propio medio social, el cual quiere formarlo a su imagen y
semejanza, mientras los padres y profesores sólo cumplen la función de mediadores de los objetivos
que persigue la superestructura.
Habiendo hecho este amplio análisis de mi experiencia en la vise y mi parecer entorno a
esto, creo necesario persistir en buscar respuestas en el amplio mundo de la teoría pedagógica para
poder determinar libremente las decisiones con la mejor de las intenciones, por el bien de mis
estudiantes y la sociedad que integro actualmente. Porque a pesar de que podamos tener las
mejores intenciones decidiendo el peyorativo castigo que los estudiantes merecen por haber
incurrido en una falta al reglamento interno de la escuela, la lista innecesaria de anotaciones
negativas contra los estudiantes, la intolerante uniformidad de la vestimenta estudiantil sin
considerar en este aspecto la diversidad de nuestros niños es considerado por mi, como la seguera
profesional docente que muchos de los nuevos profesores no queremos ver y tendremos como
responsabilidad laboral resolver según nuestro propio criterio..

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