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Trabajo científico
Ricardo Ruano Barneda1, Lorena Gonzalez Librán1, Jorge Azcárate Mengual1, Valentina Lorenzo
Fernández2 y Alberto González2
1 Clínica Veterinaria Mediterráneo
2 Resonancia Magnética Veterinaria
Introducción
El linfoma canino (linfosarcoma) comprende un grupo de neoplasias que afectan al sistema linforreticular.
Se origina normalmente en tejidos de estirpe linfoide como los ganglios linfáticos, el bazo o la médula ósea,
aunque puede aparecer en cualquier parte del organismo.
Es una neoplasia que aparece con bastante frecuencia en la especie canina (7% a 24% del total de las neopla-
sias según autores), con mayor incidencia en animales de entre 6 y 9 años de edad. Se da con más frecuencia
en razas predispuestas como Boxer, Labrador, Basset Hound, Airedale Terrier, Scottish Terrier, San Bernardo
y Bulldog, aunque aparece en la totalidad de las razas.
Caso clínico
Se trataba de un Yorkshire Terrier macho de 11 años de edad, sin antecedentes patológicos de interés, que
fue llevado a nuestro Centro por un cuadro de una semana de evolución consistente en decaimiento general,
anorexia, diarrea y aumento de tamaño de los ganglios linfáticos.
En la exploración clínica nos encontramos con un animal con adenopatías generalizadas, taquipnea y disten-
sión abdominal, detectándose a la palpación una esplenomegalia marcada.
Se le realizó una radiografía de cavidad torácica en la que se apreciaba una masa craneal al corazón.
RESULTADOS DE LA ANALÍTICA
GR 5.49 M/microl
Continuamos el tratamiento de inducción, pero disminuyendo la dosis de prednisona a 0.5 mg/Kg cada 48
horas. A la tercera semana ya no se apreciaba aumento de tamaño en ningún ganglio accesible a la palpación.
Mantuvimos este tratamiento durante 6 sesiones en total, durante las cuales no hubo ningún episodio de
neutropenia ni se apreciaron síntomas secundarios a la quimioterapia.
El animal se mantuvo estable durante 8 semanas hasta que súbitamente apareció una parálisis del tercio
posterior. En la exploración neurológica se observó que el paciente tenía un síndrome de neurona motora
superior por lo que se recomendó al propietario la
realización de una resonancia magnética (RM) para
determinar el origen de la paraplejia.
Se informó al dueño de la importante recaída que había sufrido el animal y se optó por instaurar un trat-
amiento de rescate introduciendo Doxorrubicina a dosis de 30 mg/m2 cada 3 semanas y volviendo a la
prednisona y Ciclofosfamida vía oral en días alternos y a la vincristina las semanas restantes. Tras una me-
joría clínica en las dos primeras semanas, el animal empeoró y los dueños optaron por la eutanasia.
Discusión
A pesar de que el linfoma canino es una neoplasia frecuente en la clínica, la afectación del sistema nervioso
central es una complicación rara de este tipo de neoplasias. En estos casos es importante la realización de un
diagnóstico precoz, que frecuentemente requiere la realización de pruebas de neuroimagen, siendo la prueba
de elección la resonancia magnética, para instaurar un tratamiento adecuado con fármacos quimioterápicos
que difundan en esa localización anatómica como son la Citarabina y la Lomustina, con vistas a intentar dis-
minuir la compresión medular rápidamente y de ese modo conseguir que reviertan los síntomas neurológicos.
Bibliografía
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