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Todos los 28 de setiembre, desde hace veintidós años, el jazz recuerda asordinadamente la partida de uno de sus hijos predilectos. Lo que afirmaré es una perogrullada: Miles Davis podría, de estar aún vivo, atribuirse que revolucionó el jazz en tres ocasiones (muchos sostienen que la tercera vez, a finales del 60, decidió autoexiliarse de la tradición acústica con intenciones válidamente comerciales: el jazz estaba agonizando y Miles esa vez murió simbólicamente queriendo salvarlo, su disidencia esa vez fue muy lejos). Trompeta en mano dejó tres hitos bien marcados para que el jazz no se quede en esa jaula aún vibrante que dejó Charlie “Bird” Parker y toda su endiablada legión de bebopers de los cuarenta.
Titolo originale
NO SOMOS MILES, SOMOS "MILES" (Oja x Oja 2014-09-29)
Todos los 28 de setiembre, desde hace veintidós años, el jazz recuerda asordinadamente la partida de uno de sus hijos predilectos. Lo que afirmaré es una perogrullada: Miles Davis podría, de estar aún vivo, atribuirse que revolucionó el jazz en tres ocasiones (muchos sostienen que la tercera vez, a finales del 60, decidió autoexiliarse de la tradición acústica con intenciones válidamente comerciales: el jazz estaba agonizando y Miles esa vez murió simbólicamente queriendo salvarlo, su disidencia esa vez fue muy lejos). Trompeta en mano dejó tres hitos bien marcados para que el jazz no se quede en esa jaula aún vibrante que dejó Charlie “Bird” Parker y toda su endiablada legión de bebopers de los cuarenta.
Todos los 28 de setiembre, desde hace veintidós años, el jazz recuerda asordinadamente la partida de uno de sus hijos predilectos. Lo que afirmaré es una perogrullada: Miles Davis podría, de estar aún vivo, atribuirse que revolucionó el jazz en tres ocasiones (muchos sostienen que la tercera vez, a finales del 60, decidió autoexiliarse de la tradición acústica con intenciones válidamente comerciales: el jazz estaba agonizando y Miles esa vez murió simbólicamente queriendo salvarlo, su disidencia esa vez fue muy lejos). Trompeta en mano dejó tres hitos bien marcados para que el jazz no se quede en esa jaula aún vibrante que dejó Charlie “Bird” Parker y toda su endiablada legión de bebopers de los cuarenta.
acompaaron siempre. Una era el boxeo: "Para tocar hay que tener a la vez imaginacin y cono- cimientos. Si no, no vale la pena. Oigo a msicos que, si fueran boxeado- res, seran enviados a la lona, porque en boxeo no puedes hacer dos ve- ces lo mismo". La otra, las mujeres: Las chicas siempre estn ah para arrebatarle la fuerza a los msicos. Son peligro- sas. Por otro lado, son ellas quienes realmente tienen un feeling por la msica. Nos hacen componer canciones de amor, todas esas cancio- nes de amor, todas dife- rentes, son ellas...". Con- tundencia y fragilidad, el estruendo y el silencio, polos donde Miles siem- pre soplaba fuerte. Siempre se tom en serio su profesin. De personalidad muy fuer- te, temperamental a veces, rrito e irritante, para muchos una perso- na muy difcil, pero en- traable. Era un msico con opiniones punzo- cortantes, como aquella referida contra Wynton Marsalis: ...me pareci que se consideraba el salvador del jazz. Pero no quiero decir nada contra l. A mucha gente no le caigo bien porque no digo nada. Pues bien, hay otros que hablan demasiado. Sumido en hacer perfectible cada proyecto, hizo de la di- reccin un credo, cuid que cada una de sus ms de cien entregas disco- grficas contara con el todo de sus msicos, en estudio o en vivo, exiga a cada uno de ellos su pro- pio vocabulario: "...sabes, 14 Arequipa Lunes, 29 de Setiembre de 2014 T odos los 28 de setiembre, des- de hace vein- tids aos, el jazz recuerda asordinada- mente la partida de uno de sus hijos predilectos. Lo que afirmar es una perogrullada: Miles Davis podra, de estar an vivo, atribuirse que revolucion el jazz en tres ocasiones (muchos sostienen que la tercera vez, a finales del 60, de- cidi autoexiliarse de la tradicin acstica con intenciones vlidamente comerciales: el jazz esta- ba agonizando y Miles esa vez muri simblica- mente queriendo salvar- lo, su disidencia esa vez fue muy lejos). Trompeta en mano dej tres hitos bien marcados para que el jazz no se quede en esa jaula an vibrante que dej Charlie Bird Par- ker y toda su endiablada legin de bebopers de los cuarenta. La anterior aprecia- cin es tan evidente para los devotos del jazz que atenerse a las aclara- ciones y disculpas sera intil. Lo afirmado es de dominio pblico en las esferas de la msica de improvisacin. Este texto no quiere ahondar al respecto, se han escri- to demasiadas, y muy buenas pginas sobre los logros y desatinos de este genio del jazz. Este texto pretende, desde la humana inocencia de Pe- dro Grullo, invitar a ani- marse a escuchar algo de la msica de ese querube obscuro. O recordarles, desde mi humilde con- dicin de escucha sin formacin musical, a ese Miles Davis, ejemplo del tu sonido es... es como tu sudor. Es tu 'sonido'". No es exagerado se- alar que muchos de los partners que reclut, por no decir todos, forja- ron una carrera slida e igual de innovadora que el buen Miles. Prueba de ello los ostentosos none- tos previos al Birth of the Cool de 1949 (primer hito/hijo Davis, para entender lo cool como estilo de esos entonces) cont con msicos de la talla de Gerry Mulligan (saxo bartono) y Lee Ko- nitz (saxo alto), que mar- caron los tiempos del Cool Jazz. Y diez aos despus grabara de un tirn, luego de haber ensayado cinco veces en dos aos, el monumental Kind of Blue (segundo hito/hijo Davis, referen- cial absoluto del jazz mo- dal), liderando ese sex- teto de lujo, Cannonball Adderley (saxo alto), John Coltrane (saxo te- nor), Bill Evans (piano), Paul Chambers (contra- bajo) y Jimmy Cobb (ba- tera). De ellos Coltrane dio las coordenadas para que el jazz volutara a otras at- mosferas cargadas de esa espiritualidad que pare- ca agotarse en los apor- tes de Miles . Bitches Brew de 1969 fue la ltima revolu- cin. El hijo negado del jazz. Davis se sum a la euforia del Rock y trat de acercar a esos nuevos escuchas a sus fueros. El resultado hasta ahora es materia descompuesta pero en discusin. Las opiniones se disparan por el cableado elctrico o se refugian en la acsti- ca de un pianoforte. Para algunos fue su disco de despedida, para otros fue el portal para hacer que el jazz siga fluctuando. Pero para un grupo fue la licencia necesaria para hacer que las regalas por la ventas de discos fue- ran un buen negocio, el jazz rock fue una minita para "Weather Report" y Return to Forever", combos que tuvieron en sus vientres a virtuosos msicos que supieron sa- carle provecho a la ltima revulsin davisiana. Mi acercamiento a Davis fue gradual. Gus- taba en ese entonces de los sonidos de Parker o la nasalidad de Baker. A Mi- les lo conoca de nombre, pero auditar el Birth of the Cool (la edicin con bonus de sus presentacio- nes en el Royal Roost en 1948) y el Kind of Blue fue demasiado. A esas primeras impresiones se sumaran sus impres- cindibles: Bags Groo- ve, Cookin, 'Round About Midnight, Sket- ches of Spain, Miles Ahead, Ascenseur pour lechafaud, Miles Smi- les, y ms y ms Miles. Hablar sobre estructura armnica, secuencia de acordes, lo modal, trn- sito por las escalas, color, texturas translucidas, sentido esttico, tempo de velocidad, etc., es co- mn cuando los msicos hablan de la obra de este grande, yo no entiendo nada de eso hasta ahora; son sus cdigos, no los mos. Pero como simple auditor, me conformo en saber que, como yo, no somos miles pero somos Miles, somos algo en, o con, la msica del buen Davis cada vez que corre- mos o reposamos por un surco digital o analgico del legado de este gran msico. Por: Omar Suri NO SOMOS MILES, SOMOS "MILES" ya participaba tocando en algunas orquestas), segn sus propias pala- bras, fue la punzada en el pecho cuando escuch a Charlie Parker y de Dizzy Gillespie, esos so- nidos se quedaran con l para siempre. Poco despus se mud a New York para continuar con sus estudios en un con- servatorio y de manera alternativa comparta es- cenario junto a los gran- des monstruos de ese entonces: Charlie Parker y Thelonious Monk fue- ron sus principales men- tores. All comenz todo, Miles se involucr pasio- nalmente en las diferen- tes direcciones que tom el jazz: desde el bebop, el cool jazz, el jazz modal, la tercera corriente, el hard bop, el post bop, el jazz rock, el jazz funk, el jazz fusin e incluso el acid jazz (Doo-Bop, 1992, irreverente disco pstu- mo ). artista que deja todo en esta vida por el arte al que se entrega. Miles Dewey Davis III leg a la historia musical no slo discos geniales y estilos nuevos, sino tambin, a lo largo de su carrera fue dejando tras de s una estela de seguidores, imitadores, simpatizantes y cidos detractores. Naci entre los rumores del Missi- sipi en Illinois en 1926 y muri en la frvola y sobrepoblada California en 1991. Desde pequeo su inclinacin por la msica era evidente y el apoyo familiar no le fue esquivo su padre, den- tista adinerado, segunda generacin de los benefi- ciados por el abolicionis- mo de Lincoln, no objet la eleccin de su primer hijo varn. El desper- tar para Davis fue haber asistido a un concierto de la orquesta de Billy Eckstine, la seal (Davis RRITO E IRRITANTE, PARA MUCHOS UNA PERSONA MUY DIFCIL, PERO ENTRAABLE