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SEÑOR, de todos los rincones de África me está llamando tu voz. Siento tu mirada en
muchos ojos que me miran. Oigo tu Palabra en muchas voces que me gritan.
Y en aquellos que me necesitan veo tu mano extendida. Y todos ellos gritan en silencio
que no viva de manera inconsciente mi vida.
¿Qué puedo hacer yo? Tú me invitas a ser el Buen Samaritano. Tú me mandas lavar los
pies a los demás. Tú me dices: “Ven y sígueme”.
Pero Tú sabes que me cuesta decir “SÍ”. Tú sabes que prefiero no arrodillarme, no
acercarme y pararme ante el herido en el camino.
Son voces de tu Reino. Por eso, cuento conmigo, porque en todas ellas y desde todos los
rincones de la tierra africana, SEÑOR, me está llamando tu voz.
ORACIÓN AFRICANA
Dios bendiga a África, permita que su espíritu se eleve, escucha nuestras plegarias y
bendícenos. Desciende sobre nosotros, ¡Oh, Espíritu Santo!
Bendice a los hombres públicos y también a los jóvenes. Todos ellos deben cuidar la
tierra con paciencia.
El Señor bendiga a África. Nos libre de la debilidad y de cualquier mal o pecado. Que el
Señor bendiga a África, que la bendiga siempre.
Señor Jesús, en esta mañana ponemos en tus manos y en tu corazón el dolor que se vive
en África.
Te pedimos por los niños que tienen hambre, frío, sufrimiento y tragedias.
Por esos niños que no tienen hogar, ni padres. Vela por los niños que tienen que trabajar
para alimentar a su familia y que no pueden jugar, ni estudiar.
Hazles ver que estás presente en cada uno de ellos que nunca los dejarás solos.
Bendícelos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
LECTURA de la Palabra de Dios (Miércoles)
Gratitud por África, el Continente de la Esperanza, acción de gracias por los dones
dados al pueblo africano con sus 2000 culturas y sus 2000 lenguas. Hay una
expresión de alabanza a Dios, “Kafu Kafu Namaú”. Vamos a repetirla después de
cada gratitud.
Damos gracias a Dios por este Encuentro que nos abre las puertas de África, este gran
Continente tan cercano pero, a la vez, tan lejano. R/. Kafu Kafu Namaú.
Porque nos has permitido participar en este encuentro, por la alegría, la solidaridad, por
tantas maravillas de tu amor, porque sigues haciendo historia en este pueblo atropellado,
pero que en medio de tantos atropellos, caminas en medio de nosotros y te podemos
sentir. R/. Kafu Kafu Namaú.
Gracias Padre bueno por la capacidad que nos has dado de amar. R/. Kafu Kafu
Namaú.
Por habernos dado hermanos y hermanas de otro color, de otra raza, de otras culturas,
que juntos formamos un mundo multicolor y una Iglesia llena de vida. R/. Kafu Kafu
Namaú.
Porque en Ti, Señor, todos somos iguales, todos somos uno, haz que nuestra sangre sea
siempre una corriente de amor. R/. Kafu Kafu Namaú.
Señor, te damos gracias por la vida que de manera tan poderosa se manifiesta en el
Continente africano, en su naturaleza exuberante, en sus gentes. R/. Kafu Kafu
Namaú.
Gracias por el milagro de la vida, porque en medio de tantas dificultades, África sigue
siendo un Continente que camina, que no pierde la esperanza. R/. Kafu Kafu Namaú.
Por esta conciencia negra que está creciendo en muchos lugares, por este orgullo que los
negros tienen por afirmar su cultura, te pedimos por los que no quieren aceptar esta
realidad tan bella, gracias Señor. R/. Kafu Kafu Namaú.
Gracias por crear las lenguas, las razas, las culturas; que todos sepamos reconocer este
regalo como un don que nos enriquece y nos invita a crear un mundo más fraterno. R/.
Kafu Kafu Namaú.
Gracias por la salud, la alegría y el amor de cada uno de nuestros hermanos africanos
presentes en tantos lugares de la tierra. Gracias por poder sentir sus problemas, sus
esperanzas. R/. Kafu Kafu Namaú.
Gracias especialmente, Señor, porque a través de este JOMI nos permites abrir nuestro
corazón a nuestros hermanos de África y nos invitas a llevar a nuestras comunidades el
compromiso de aceptar las diferencias y de hacer un mundo de hermanos. R/. Kafu
Kafu Namaú.
Gloria a Dios que es Padre y Madre, gloria al Hijo y al Espíritu Santo, como era en un
principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos, amén.