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Intervención de: D. Ramón Flecha García (Experto en Formación Comunitaria. CREA.

Barcelona)

LAS COMUNIDADES DE APRENDIZAJE COMO EXPERTAS


EN RESOLUCIÓN DE CONFLICTOS

Los cambios sociales que se han producido en la actualidad han


dado paso de la sociedad industrial a la sociedad en la que estamos actualmente:
la sociedad de la información.

La sociedad de la información ya ha introducido cambios que no sólo afectan a la


economía, sino que afecta a las condiciones de vida de todas las personas. Se ha
introducido dentro de nuestros despachos, de nuestras bibliotecas, pero también
dentro de nuestros hogares, y dentro de las diferentes formas de actuación que se
han llevado a cabo en el mundo para construir la convivencia en los centros
escolares. Estos cambios, también se han introducido en las evaluaciones que las
comunidades científicas correspondientes han hecho de estas diferentes
actuaciones.

En Internet está todo, lo bueno y lo malo, sólo hay que saber seleccionar y
procesar la información. Si dentro de Internet nos introducimos en la base de
datos de educación más importante del mundo, que se llama ERIC, podremos ver
los diferentes tipos de actuación respecto a la construcción de la convivencia, la
superación del fracaso escolar y otras cuestiones que nos ayudarán a una
investigación científica y rigurosa.

Antecedentes de las Comunidades de Aprendizaje

Resultado de la investigación de muchos proyectos educativos que, en diferentes


lugares del mundo están obteniendo resultados exitosos en la superación del
fracaso escolar y una convivencia solidaria, hemos recogido las experiencias más
reconocidas dentro de la comunidad científica y que han servido de antecedentes
a las comunidades de aprendizaje.

Estas experiencias con otros nombres pero con la misma orientación, son en estos
momentos más de 6.000 escuelas infantiles, de primaria y de secundaria en todo
el mundo. Hay algunos de estos programas de los que se ha hablado más en estas
comunidades científicas, en parte por estar en Estados Unidos y Canadá, pero que
también podemos encontrar en otros lugares del mundo como Korea y Brasil.

Recordaremos brevemente los tres programas que tienen más escuelas y de los
cuales también hay información en Internet:
1- Programa de Desarrollo Escolar (School Development Program)

Este es el programa pionero, nacido en 1968 en la Universidad de Yale, fruto de la


demanda de colaboración de esta universidad con dos escuelas primarias de New
Haven, que sufrían muy bajo rendimiento escolar y muchos problemas. El
promotor de esta experiencia es James Comer. El programa va dirigido a escuelas
del centro de las ciudades en situaciones de bajo rendimiento escolar, problemas
sociales, etc. Sobre todo se dirigen a alumnado desde parvulario hasta los 12 años.
Es el programa más reconocido por el propio Gobierno estadounidense.

2. Escuelas Aceleradas (Accelerated Schools)

Este programa se inició en 1986 por Henry Levin, profesor de la Universidad de


Stanford y director del Centro de Investigación Educativa (CERAS) de esa misma
universidad. Es el único programa del que en el estado español se ha hablado
tanto en la prensa como en las revistas pedagógicas.

Este modelo se inspiró en las cooperativas de trabajadores/as y en modelos de


organización democrática de trabajo. Se parte de una comunidad que analiza su
situación actual e idea una visión compartida de lo que quisiera que fuera la
escuela.

3. Éxito para todos (Succes for All)

Comenzó en 1987 en Baltimore en una cooperación entre Johns Hopkins University


y el Departamento de Educación de la ciudad para trabajar en escuelas de muy
bajo rendimiento y muchos problemas de convivencia, conflictos, etc. Su director
es Robert Slavin que basándose en investigaciones sobre psicología evolutiva
impulsó esta experiencia. En estos momentos este es al programa con más
escuelas - más de 2.000-.

Aprendizaje dialógico

Los tres programas explicados en el apartado anterior comparten características y


orientaciones comunes que son las que posibilitan su éxito en los resultados. Estos
antecedentes son los que han ido mostrando líneas de concreción para el
funcionamiento de escuelas en un sentido más dialógico.

Las comunidades de aprendizaje se basan en la transformación social y cultural de


un centro educativo y su entorno, basada en el aprendizaje dialógico. Esto supone
reorganizar todo, desde el aula hasta la organización del propio centro y su
relación con la comunidad, barrio o pueblo, en base al diálogo. El diálogo se
extiende a todo el mundo.

El primer paso para la transformación de una escuela en comunidad de


aprendizaje, una vez se ha decido iniciarla, es el sueño. Ese sueño compartido de
aquel discurso de Martin Luther King que decía: I have a dream. Tengo un sueño, y
es que los niños y niñas negros puedan ir a las mismas escuelas que los blancos y
la blancas, las mismas viviendas, los mismos autobuses.

Las familias académicas estamos logrando nuestro sueño, estamos potenciando y


logrando que nuestros chicos y chicas aprendan los suficiente para vivir sin
exclusiones sociales y en igualdad. En otros contextos o poblaciones como, esos
niños y niñas gitanos, magrebies, etcétera, tienen que tener las mismas
oportunidades que los chichos y chicas de familias académicas.

En algunas escuelas nos encontramos con profesionales que piensan que


enseñando un poco de castellano a los niños y niñas magrebies ya es suficiente,
que para qué inglés, que ya es demasiado. Con este punto de partida no podemos
resolver los problemas de convivencia. Y esto es una afirmación demostrada, sólo
hace falta consultar en las bases de datos de educación y comprobar qué tipo de
investigaciones y propuestas funcionan.

Como profesionales de la educación debemos compartir ese sueño de igualdad, y


que sea un proyecto mundial: que el aprendizaje que queremos para nuestros
hijos e hijas esté al alcance de todos los niños y niñas. No se trata sólo de ver que
les podemos dar a esos niños y niñas pobres, quizás inmigrantes. Sino qué damos a
nuestros hijos e hijas y ofrecer lo mismo. Un lema de los modelos norteamericanos
es: no compensación, sino aceleración. Se trata de ver lo que estamos haciendo en
casa con nuestros hijos e hijas. Todos y todas, independientemente de la ideología
o de las opciones pedagógicas, estamos haciendo básicamente lo mismo, poner al
alcance todos aquellos conocimientos, medios y recursos para que aprendan todo
lo necesario. Si nuestros hijos e hijas no aprenden suficiente inglés en el colegio,
los enviamos a Irlanda en verano. ¿Por qué los otros niños y niñas no tienen
derecho a lo mismo?.

La escuela, por sí sola no puede conseguir que esta escuela soñada sea una
realidad. El profesorado, por sí sólo no puede conseguirlo. En estos momentos
continuamos funcionando con una escuela heredera de una sociedad industrial y
que tiene muy poco que ver con la sociedad de la información. Ante esta
situación, tenemos dos posibilidades: La primera opción es dejar la escuela como
está perpetuando la exclusión social de los niños y niñas con menos recursos y que
sufren más desigualdades. La segunda opción es plantearnos la transformación de
la escuela en comunidad de aprendizaje, logrando superar la exclusión y el fracaso
escolar. Elegir esta última opción es hacer realidad los sueños.

Para realizar esta transformación, la comunidad educativa, marca una serie de


prioridades, elige esos trozos de sueño que se van a poder conseguir en dos o tres
años. Un trozo de sueño son los grupos interactivos.

Para explicar mejor en qué consisten los grupos interactivos, debemos reflexionar
sobre el debate a nivel mundial relacionado con el tema de los grupos homogéneos
- debate que también podemos recuperar en las bases de datos - y explicar la vía
de la prisión y la vía de la universidad.
El itinerario de la vía de la prisión está claro. En CREA trabajamos mucho en
prisiones y hemos investigado algunos itinerarios de los jóvenes que acaban en
prisión. Si recordamos el crimen de la Villa Olímpica de Barcelona, pensaremos en
aquella pandilla de chicos que mató a golpes a otro al salir de un pub. Para
explicarlo mejor cambiaremos el nombre de los dos principales protagonistas del
crimen. Fueron dos hermanos a los que llamaremos Juan y Luis. ¿Qué itinerario
educativo han recorrido?: son del barrio de la Mina (barrio de la periferia de
Barcelona y de los más desfavorecidos) e iban a la escuela de La Catalana, bien
conocida por muchas personas sobretodo cuando empezó a ser señalada como
ghetto y como conflictiva. Así que en esos momentos decidieron una solución que
creían fenomenal, aunque a nivel internacional no había ido nada bien - sólo hacía
falta consultar las bases de datos para saberlo -: la redistribución. Entonces es
cuando a Juan, el principal acusado, con diez años, es redistribuido porque la
escuela se cierra, su hermano Luis con nueve años también junto con el resto de
niños y niñas. Los dos hermanos son enviados a una escuela muy buena, una
escuela que está muy bien organizada a nivel de Consejo Escolar, participación,
etcétera, pero allí topan con los grupos por niveles (este es el segundo paso que
lleva a la exclusión). El tercer paso es hacer grupos en los que se ponen en un
rincón, los/as que más matemáticas saben; en otro, los/as que menos. En este
último rincón es donde encontramos a los/as magrebíes, los/as gitanos/as, los/as
pobres, y ahí estaban también Juan y Luis. Cuarto paso: problemas de disciplina;
medidas disciplinarias, castigos fuera del aula, en otras aulas donde hacen otras
cosas. Quinto paso: se les saca fuera de la propia escuela, del propio centro. Pero
el problema se soluciona: se cierra una escuela, y así ya no es conflictiva. Estos
niños y niñas desaparecen; ya no son conflictivos dentro del aula, pero reaparecen
después en la prensa o en la prisión.

Los grupos interactivos son lo contrario, es el aspecto más radical de la


experiencia. No se saca a nadie del aula, ni del centro, pero asumiendo que el
profesorado solo no puede con todos los chicos y chicas, se meten dentro del aula
todos los recursos que necesita para que todos los niños y niñas aprendan y
desaparezcan los problemas de fracaso y conflicto. Las personas que entran en el
aula no son sólo profesores/as, sino los propios familiares de los niños y las niñas,
profesorado jubilado, voluntariado, etcétera; tantas personas como sean
necesarias para que nadie se quede rezagado en el aprendizaje y para que todos y
todas convivan desde pequeños/as de forma solidaria.

La segunda transformación, que es imprescindible también, es la que más


resultados da: la formación de familiares. En las comunidades de aprendizaje, si
hay un aula de Internet - cuestión ya vieja, porque lo que hay que tener es
Internet en todas las aulas -, se utiliza unas horas para los chicos y las chicas,
otras horas para los familiares y otras horas para toda la familia junta. Esta forma
de aprender, estimula mucho por ejemplo, a las familias gitanas, que les encanta
ir juntos/as a todas partes, los chicos/as enseñan Internet a sus abuelos/as.
También en algunas comunidades se ofrece alfabetización para aquellos familiares
que lo necesiten y así lo deseen. Las escuelas tienen que ser lugares de formación
para toda la comunidad si realmente quieren conseguir una transformación del
entorno que genere posibilidades. En la sociedad de la información, el aprendizaje
depende cada vez menos de lo que ocurre en el aula y cada vez más de la
correlación entre lo que ocurre en el aula y lo que ocurre en la calle. Hay que
combinar lo uno con lo otro. O lo coordinamos, o no hay nada que hacer.

Modelos de resolución de conflictos

A lo largo de la historia se han intentado solucionar los conflictos dentro del aula
de muchas maneras. Pero estos intentos han sido fruto de medidas arbitrarias que
en la práctica no han conseguido la superación de los conflictos ni la superación
de la problemática real de los niños y niñas.

Estos modelos han sido el disciplinar y el basado en la mediación, que en la


realidad educativa son superados por el modelo comunitario que demuestra día a
día los éxitos en la resolución de conflictos.

Las transformaciones mencionadas en el apartado anterior, sólo son posibles si se


hacen desde el modelo comunitario, donde las familias de cualquier cultura que
sean participan en igualdad. Donde se involucra toda la comunidad en un diálogo
que descubre las causas y orígenes de los conflictos desde sus inicios. Entonces, se
produce un proyecto ilusionante, en el que los niños y niñas, día a día, van
aprendiendo más. Los problemas de convivencia, cuando se hacen grupos
interactivos desaparecen del aula. Aquellas familias que no están motivadas a
participar, cuando ven que realmente se hace una transformación que mejora la
situación de sus hijos e hijas, cuando nos ven comprometidos con un proyecto, se
deciden a colaborar.

Trabajamos en algunos centros en los que el 20 por ciento de niños/as tiene


familiares en la prisión, y no les podemos excluir o hacerles sentir diferentes.
Cuando se va a convocar una asamblea, antes de convocarla, entramos dentro de
la prisión y hablamos con ellos y ellas, les proponemos que hagan reflexiones y les
conectamos. Eso da sentido de gran familia. Ya no somos unos extraños que
venimos de otras culturas a decirles lo que tienen que hacer. Estamos implicados
con ellos, dialogamos, y soñamos por el mismo proyecto conjunto.

A nivel mundial, no conocemos ninguna otra forma de hacerlo. Desde 1989


tenemos un observatorio de formas de actuación en cualquier parte del mundo
para construir la convivencia. Esta parecerá muy radical, pero es la única que está
obteniendo resultados reconocidos por toda la comunidad científica internacional.
BIBLIOGRAFÍA:

Castells, M. 1997-1998. La era de la información (Vol.I: La sociedad red; Vol. II: El


poder de la identidad; Vol. III: Fin de milenio). Madrid: Alianza.

CREA. 1999. Cambio Educativo. Teorías y prácticas que superan las desigualdades.
I Jornadas Educativas del Parc Científic. Organizadas por CREA y celebradas en
Barcelona el 21 y 22 de noviembre de 1999.

Flecha, R. 1997. Compartiendo Palabras. Barcelona: Paidós.

Freire, P. 1997. A la sombra de este árbol. Barcelona: El Roure.

Habermas, J. 1987-1989. Teoría de la acción comunicativa. Vol. I y II. Madrid:


Taurus.

Touraine, A. 1997. ¿Podremos vivir juntos?. Iguales y diferentes. Madrid: PPC

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