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El documento presenta una reflexión sobre la muerte de Jesús en la cruz según el relato del Evangelio de Marcos. Explica que la crucifixión era el castigo más cruel e ignominioso de la época y que Jesús murió de esta forma para redimir a la humanidad. Se destaca que el grito de Jesús expresando su sentimiento de abandono por Dios cumplía antiguas profecías y permitió que su sacrificio salvara a todos los hombres.
El documento presenta una reflexión sobre la muerte de Jesús en la cruz según el relato del Evangelio de Marcos. Explica que la crucifixión era el castigo más cruel e ignominioso de la época y que Jesús murió de esta forma para redimir a la humanidad. Se destaca que el grito de Jesús expresando su sentimiento de abandono por Dios cumplía antiguas profecías y permitió que su sacrificio salvara a todos los hombres.
El documento presenta una reflexión sobre la muerte de Jesús en la cruz según el relato del Evangelio de Marcos. Explica que la crucifixión era el castigo más cruel e ignominioso de la época y que Jesús murió de esta forma para redimir a la humanidad. Se destaca que el grito de Jesús expresando su sentimiento de abandono por Dios cumplía antiguas profecías y permitió que su sacrificio salvara a todos los hombres.
Lee: Evangelio de Juan 19,16-42 Qu es lo que ms te impacta en el relato de la muerte de Jess? Has hecho alguna vez una reflexin profunda sobre el significado que tiene la muerte de Jess para ti? Has entendido" ya, que de la Cruz del Seor brota tu salvacin?
ORACIN INICIAL Padre nuestro, que con el escndalo de la cruz has manifestado de una manera admirable tu sabidura escondida y tu inmenso amor por nosotros entregndonos a tu propio Hijo, concdenos contemplar, llenos de fe y de esperanza, el misterio insondable de la salvacin realizado par Cristo y recibir las gracias abundantes que brotan de su Cruz gloriosa. Santsima Virgen Mara, que estuviste junto a la cruz de Jess, ensanos tu fidelidad e intercede por nosotros para que, en todos los momentos de nuestra vida, nos comportemos como autnticos discpulos de tu Hijo. Amen
LECTURA Y COMENTARIO DE LA PALABRA DE DIOS Leer Marcos 15,21-41 Qu comentarios interrogantes sentimientos nos sugiere este texto? Qu podemos pensar del abandono que Jess sinti en la cruz? Conocemos situaciones humanas parecidas? Qu mensaje concreto y que enseanzas de vida nos deja a nosotros este relato de la muerte de Jess? Tu eres el Cristo el Hijo de Dios vivo NOTAS PARA PROFUNDIZAR EL TEMA Para nosotros hoy, la cruz tiene un sentido religioso y es un smbolo de salvacin. Pero en los tiempos de Jess no era as. Entonces era el instrumento de castigo ms cruel y humillante que pudiera aplicarse a un ser humano. Tanto que slo en casos muy graves de homicidio, robo o sublevacin se condenaba a un hombre a morir en la cruz y nicamente podan ser condenadas a esta pena las personas que eran tenidas como de inferior categora: los esclavos y los que no gozaban de la ciudadana romana. Los crucificados, desnudos y con los signos de las torturas recibidas, quedaban expuestos al escarnio pblico. Quienes pasaban por el lugar se burlaban de la situacin de los castigados o los insultaban por los crmenes cometidos o hacan reflexiones irnicas, mientras estos se retorcan de dolor, de sed y de desesperacin en el patbulo. Los parientes o amigos de los ajusticiados ordinariamente no se atrevan a asistir a este espectculo horroroso. Se cuenta que cuando los cadveres permanecan varios das en la cruz no era raro ver la ronda de los buitres. Esto nos da una idea de lo que debi suponer para Jess la crucifixin: condenado a morir y en la forma ms ignominiosa y degradante de su tiempo.
Aunque la escena se prestara para ello, el texto del Evangelio de Marcos que acabamos de leer no hace amplias descripciones, sino que nos impresiona precisamente por la simplicidad del relato sobrio y esquemtico. No tiene inters en una narracin exacta y minuciosa para satisfacer la curiosidad o estimular la piedad, se propone solamente hacer ver que la muerte de Jess es un acontecimiento que entra en el plan de Dios. Por eso, destaca una serie de detalles que, a primera vista, careceran de inters, pero que sin embargo son de gran importancia porque muestran el cumplimiento de algunas profecas sobre el Mesas: el reparto de las vestiduras (15,24), el menear la cabeza de los que pasaban insultndole (15,29), la esponja empapada que le alargan para que beba (15,36). Es fcil comprender que para los contemporneos de Jess esa muerte ignominiosa fue un obstculo muy fuerte para aceptarlo como Mesas. De ah la necesidad de una interpretacin teolgica del misterio de Cristo agonizante, haciendo ver que en El se estaban cumpliendo todas las cosas ya anunciadas en el Antiguo Testamento.
De otra parte, San Marcos pone de manifiesto la crueldad de las bromas de los sumos sacerdotes y los escribas. Se trata de una nueva expresin de las tentaciones de Jess que ya considerbamos en el Encuentro N 5. Aqu, otra vez, se le insina un mesianismo espectacular pidindole, con suma irona, no ya que se arroje de lo alto del templo sino que se baje de la cruz. De modo especial el segundo Evangelio subraya que, a la hora de su muerte, como en toda la pasin, la actitud por excelencia de Jess es el silencio. Un silencio que solo se va a romper con un grito dirigido al Padre: "Dios mo, Dios mo, por qu me has abandonado?" (15,34). Esta frase es el comienzo del Salmo 22(21). Se trata de la oracin dirigida a Dios por un hombre perseguido y deshecho. Naturalmente viene muy bien en este momento Tu eres el Cristo el Hijo de Dios vivo para expresar la situacin de Jess. Convendra leer ese salmo completo en este momento. A travs de ese grito de Jess vemos expresado su verdadero estado de nimo: se siente abandonado de Dios. Es un momento terrible. Los enemigos lanzan este desafo: "Ha puesto su confianza en Dios; que venga y le salve si es que le quiere" (Mt 27, 43). Y Dios no viene. Este es el desgarrn ms profundo y la situacin ms dramtica que ha podido vivir Jess; es la experiencia ms honda y dolorosa de fracaso y soledad que se pueda imaginar. Ahora no cuenta ni siquiera con el mismo Dios. Jess est sumido en las tinieblas ms absolutas, en el silencio ms denso, donde ya todo ha perdido su sentido y no hay vuelta atrs posible. Los Evangelios no esconden la tragedia de esta muerte. Adems, ese grito significa que el suplicio de la cruz es un escndalo para la conciencia juda. Un escndalo no solo por su carcter cruel e infame, sino tambin por su significacin religiosa. La muerte en cruz era considerada como una maldicin: "Maldito el que est colgado de un madero" (Dt 21 ,23; Gal 3, 13). Morir colgado de un madero significaba ser rechazado por Dios, excluido de la Alianza, expuesto a los ojos de todos como objeto de maldicin divina. El grito de abandono expresa este escndalo: Por qu debo morir como un maldito? Al escoger un texto bblico, el Salmo 22, para expresar este escndalo se ve que el abandono entraba en los planes de Dios, que era elemento esencial en la prueba del Justo y que, por tanto, en lugar de contradecir la condicin mesinica de Jess, la estableca y la pona de manifiesto. Este grito, al mismo tiempo, entraa y supera el escndalo de la cruz.
Hay, sin embargo, en este grito un contenido todava ms hondo. El condenado que grita en la cruz su abandono por Dios es el hombre que durante toda su vida no ha dejado de llamar a Dios Padre, aun en los momentos ms angustiosos, con la confianza de un nio; el hombre que se saba en una relacin nica de intimidad con Dios y ha tenido con El la experiencia ms intensa e insuperable de cercana. Por eso, el Dios al que dirige su grito no es slo el Dios de los justos perseguidos; es "su" Padre, con quien ha vivido en una comunin inmediata y radical, a cuya causa se ha entregado por entero y de quien ha recibido la misin de revelar a los hombres su misericordia y su amor. Es desde esta experiencia como el grito de abandono deja traslucir su mensaje ms profundo.
Jess muere abandonado en el sentido en que lo entenda la conciencia juda, es decir, apartado del pueblo de la Alianza, excomulgado por los judos, maldito de Dios; muere como un impo, como un sin-Dios. As se integra en el hombre universal, en su indigencia y en su alejamiento de Dios; se identifica con la humanidad perdida, est en el lado de los "abandonados de Dios". Era preciso que Jess conociera, aceptara y se sumergiera en esta situacin de rechazo y maldicin para que su obra encontrara su cumplimiento. Con su abandono, Jess entrega a Dios todos los excluidos, inaugurando as una Alianza nueva y universal, que no se funda ya en la ley juda sino en la gracia. Es lo que explica Pablo: "Cristo nos rescato Tu eres el Cristo el Hijo de Dios vivo de la maldicin de la Ley hacindose l mismo maldicin por nosotros... a fin de que llegara a los gentiles, en Cristo Jess, la bendicin de Abraham" (Gal 3, 13-14). Cuando Jess entra entre los perdidos, es entonces cuando se hace ms solidario de la humanidad perdida y se muestra ms abierto a Dios aceptando llegar hasta el fondo de la situacin del hombre sin Dios. En el acto supremo de dolor, de amor y de obediencia de su abandono es, a la vez, mas hijo de Dios y mas hermano de todos los hombres; se hace el puente definitivo por donde Dios llega al hombre y el hombre accede a Dios. La Buena Noticia culmina pues en la cruz aunque, despus de todas las explicaciones que puedan darse, nunca acabemos de comprender la profundidad de ese insondable misterio. Los presentes, como una imagen de la indiferencia y el rechazo de la humanidad al misterio redentor, reaccionan con nuevas burlas. Y Jess, ya en la ltima agona, consumido por el dolor, vencido por la inanicin, envuelto en la tristeza de su pena interior, hace el ltimo y ms grande acto de fe y de amor, inmediatamente antes de morir: "Padre, en tus manos entrego mi espritu". Esto no es ms que el lgico desenlace de toda su vida. Un desenlace en el que convergen el pecado del mundo, la falta de sabidura de muchos, el miedo y la indiferencia de otros, la actitud fiel y decidida de Jess y, como envolvindolo todo, el misterio de Dios, desde donde nicamente puede esclarecerse esta muerte, aunque no siempre lleguemos a comprenderlo todo plenamente.
La conclusin que Marcos le pone al relato es sorprendente. En medio de la indiferencia de todos los presentes un soldado romano confiesa: "Verdaderamente este hombre era hijo de Dios" (15,39). No lo movieron a esta afirmacin los fenmenos naturales que acompaaron los ltimos momentos de Jess, sino algo ms desconcertante: el ver "que haba expirado de esa manera" (15,39). No deja de extraar que el ms ajeno a los acontecimientos, un pagano, es el nico capaz de creer. Slo en un acto de fe se puede confesar, ms all de las conclusiones que la razn normalmente sacara de la muerte trgica de Jess, que detrs de ese cadver destrozado hay un enviado de Dios.
Mientras los judos, sobre todo los dirigentes, se mantienen en la incredulidad que expresan en su beligerancia y en sus burlas, un pagano da el salto de la fe. Quienes estaban ms preparados para recibir al enviado de Dios, son los que lo matan; se encerraron tanto en su ley, su templo, su culto, su religin, que no fueron capaces de entender los caminos de Dios, que superan las expectativas de los hombres y que no coinciden con los caminos humanos. El pagano, en cambio, vislumbra otros horizontes. Es el primer fruto de la muerte de Jess, que hace llegar la salvacin de Dios ms all de las fronteras religiosas del judasmo. Es el cumplimiento de aquel anuncio: slo cuando el grano de trigo cae en tierra y muere, da mucho fruto (Cfr. Jn 12, 24).
Ms tarde lleg Jos de Arimatea con el sudario, baj el cuerpo de la cruz y lo deposit, no lejos de all, en un sepulcro excavado en la roca.
Tu eres el Cristo el Hijo de Dios vivo
PARA EL DIALOGO Y LA VIDA
En general, Cmo se interpreta la muerte de Jess? Qu sentimientos y reacciones suscita en nosotros la muerte de Jess? Qu caractersticas adquiere para nosotros ahora el seguimiento de Jess?
Para profundizar este tema: Catecismo de la Iglesia Catlica 606-628
ORACIN FINAL Oracin comunitaria a partir del encuentro vivido hoy. Recitacin de Padre nuestro.