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Las consecuencias que acarrea la producción de banano a gran escala han sido
analizadas por Giovanni Rodríguez Rodríguez (2000) en relación con el ambiente, pero
a un nivel general. Según el autor, la producción del banano a escala comercial y la
necesidad de cada vez más una mayor productividad tiene una serie de costos
ecológicos que se muestran principalmente en una marcada erosión de suelos,
deforestación y pérdidas de biodiversidad. Con respecto a ésto, Rodríguez habla de
silencios vistos principalmente en textos como el siguiente:
“Lo que describe mejor la situación mortal en las bananeras es el silencio dentro de las
plantaciones. Tanto los animales en general como las aves o los monos que vivían antes en
la región evitan estar en los bananales. ” (Giovanni Rodríguez Rodríguez, Biblioteca virtual
CEDIL, “Impactos ecológicos”, 2002)
También el autor aborda el subtema del uso de plaguicidas en la industria del banano,
y pone en evidencia las grandes consecuencias que trae el uso de muchos plaguicidas
para la salud humana. Esto lo evidencia a través de frases como la siguiente, captadas de
personas que han sufrido las consecuencias de estar en contacto con estos productos:
Además el autor no sólo se conforma con poner en evidencia estos problemas sino que
hace una crítica a la poca voluntad de las autoridades para aplicar nuevas técnicas de
plantación que permitan combatir plagas sin pesticidas artificiales en una forma
biológica o natural, esto a pesar de que ya existen los estudios.
El inadecuado uso de los plaguicidas también es abordado por los autores Vindas,
Ortiz, Ramírez (2004) pero ellos emprenden el tema por medio de tres plaguicidas que
se siguen utilizando en la actualidad: el imazalil, el tiabendazol y el clorpirifos; y las
consecuencias nefastas de éstos para la humanidad. Los plaguicidas representan
problemas de intoxicación para las personas que manipulan, aplican o trabajan con estos
productos. De acuerdo al tipo de toxicidad, estas sustancias afectan el crecimiento y la
sobrevivencia por factores reproductivos, y en el caso de toxicidad aguda podrían causar
la muerte de los organismos expuestos. Estos muestran en que situaciones específicas
los trabajadores están en contacto con estas sustancias:
“Las trabajadoras del empaque del banano están expuestas directamente al tiabendazol y al
imazalil, que se utilizan dentro de la planta empacadora, y al insecticida clorpirifos que
viene impregnado en las bolsas que protegen los racimos de la fruta. El daño detectado fue
mayor en las mujeres que tienen entre cinco y quince años de laborar en las empacadoras”
(Vindas Rebeca et al, p.601-609, 2004)
Uno de los estudios más importantes es el del autor Alexander Bonilla Durán (1995-
2000), debido a que se refiere a aspectos negativos elementales que envuelven la
actividad bananera en Limón y en otras zonas: la deforestación por las plantaciones
bananeras, mala disposición de los desechos en las bananeras, los plaguicidas y la
muerte y el impacto ambiental de estas industrias.
“En cuanto a lo forestal, la UICN estima que las plantaciones bananeras han sido una causa
de deforestación, principalmente en la última expansión en las zonas de Sarapiquí y
Llanuras del Tortuguero. Igualmente los bosques del sur de Limón y del Pacífico Sur y
Central, sucumbieron para dar paso a las bananeras. Una de las razones para este fenómeno
es que las compañías adquirían a precios más baratos las montañas que las fincas hechas, y
que preferirían terrenos de bosque porque ahí tenían suelos ricos en su estado natural, sin
ningún grado de compactación y con alto contenido de materia orgánica”. (Alexander
Bonilla Durán, pág.2, 1995-2004).
Otro estudio de gran relevancia es el hecho por el comité coordinador de Foro Emaús
formado por Alvaro Rojas et al (1997), debido a que aborda en toda su dimensión el
tema de la problemática de la industria bananera en Costa Rica. Según la información
planteada en este Foro la producción bananera tiene grandes impactos sociales: la
explotación de los trabajadores, entre otros; y terribles impactos ambientales: bosques
desaparecidos, paisaje envenenado, desechos sólidos entre otros.
El gran impacto que sufre la sociedad es evidente, y los autores muestran como se da
una concentración de la mayoría de tierras en posesión de los productores bananeros y
las consecuencias de esto para el habitante de la zona, esto se puede observar en el
siguiente fragmento:
“El estado ha destinado todos sus recursos al desarrollo bananero y no le interesa ningún
otro tipo de producción en las áreas de expansión de esta actividad… En la periferia
bananera al campesino se le prohíbe cultivar productos para su alimentación…” (Comité
coordinador de Foro Emaús formado por Rojas Alvaro et al, Pág. 19, 1997)
Sin embargo, la industria bananera, tal como lo muestra Rojas Alvaro et al, en su
artículo, no sólo impacta al ser humano sino que produce daños graves en el ambiente.
En su estudio los autores muestran como los químicos utilizados en las bananeras son
uno de los principales problemas.
“Los efectos de los plaguicidas no terminan sobre la planta de banano y sobre el hombre,
sino que gran cantidad de residuos son llevados al suelo, a los ríos y luego al mar,
afectando a su paso toda forma de vida”. (Comité coordinador de Foro Emaús formado
por Rojas Alvaro et al, Pág. 28, 1997).
En este artículo de este foro también se hace una crítica al gobierno, los autores
argumentan que la exportación de la fruta en cierto aspecto si es beneficiosa para el
desarrollo económico del país, pero que se debe evitar la explotación de los recursos
que se poseen. Y los autores de este estudio ponen en evidencia la poca preocupación
que tiene el gobierno costarricense en este aspecto por el ambiente y el desarrollo social.
Por último, no se puede dejar de lado que los autores de este estudio de Foro Emaús
mencionan que en Costa Rica hay un proyecto “Eco-O.K.” para mitigar un poco los
daños producidos por los desechos sólidos que quedan durante todo el proceso de
producción, pero cabe mencionar que los resultados son invisibles comparado con el
daño provocado por estas industrias. También dan a conocer la existencia de una
producción orgánica en Costa Rica que podría ser una alternativa para lograr una
armonía entre el ambiente, la sociedad y la producción de banano.
“En Costa Rica ya hay una producción alternativa, socialmente justa y ecológicamente
sana. Los pequeños productores y los indígenas tienen experiencias en la agricultura
orgánica desde hace mucho tiempo. Ellos conocen, por ejemplo, más de 200 plantas que
sirven como plaguicidas naturales y protegen a las plantas sin causar daños…” (Comité
coordinador de Foro Emaús formado por Rojas Alvaro et al, Pág. 42, 1997).
Un artículo de gran importancia es el del Dr. Eduardo Mora Castellano (1995), porque
nos explica qué es el ambiente, cómo está conformado este, qué hace la industria
bananera con este; y cuál es la relación existente entre el ambiente y el desarrollo
sostenible, y por qué tiene tanta importancia dentro de la producción bananera. En todos
estos aspectos mencionados anteriores el plantea que la industria del banano no le
importan los problemas ambientales y sociales que causa, y el gran desequilibrio
ecológico producto de esto:
Otro artículo de gran relevancia es el escrito por Emilio Vargas Mena (1992), debido a
que hace referencia a la lucha constante de los empresarios y los ecologistas en Costa
Rica, con respecto a los temas de conservación y producción. El debate radica más que
todo en que los primeros quieren demostrar que las medidas de control ambiental ya se
están aplicando en las bananeras, pero los segundos no creen en esto porque en la
práctica ellos han visto que los problemas ambientales no se han erradicado del todo
como quieren hacer verlo los empresarios, aunque a veces los esfuerzos que los
ecologistas hacen tienen muy pocos resultados.
“La acusación de que los pozos de agua potable de una empresa bananera podrían estar
contaminados con clorotalonil en niveles no tolerables para la salud humana – quizá uno de
los argumentos más concretos y técnicamente elaborados de los ecologistas- ha quedado
sin respuesta en el debate… Las denuncias contra las bananeras siguen siendo múltiples
pero repetitivas y basadas en situaciones que no parecen bien documentadas…” (Vargas
Mena Emilio, Pág. 2, 1992).
Es por este motivo que el tema que se desarrolla en la presente investigación tiene
gran relevancia, pues viene a encontrar la problemática actual de la industria bananera
en Limón, esto nos permitirá conocer como está la situación en el presente, que tanto ha
mejorado o empeorado la industria y basándonos en esto podremos sugerir soluciones
acordes a los problemas presentes en la actualidad.
DAÑOS QUE CAUSAN LAS COMPAÑÍAS BANANERAS EN EL
ENTORNO
Las industrias bananeras debido a que tienen que producir a gran escala para satisfacer
la demanda internacional de su producto, pueden ocasionar graves daños al ambiente y a
la sociedad, al explotar de manera destructiva los recursos que se encuentran en su
entorno de producción. Algunos daños que puede ocasionar la producción bananera al
ser humano y al ambiente son:
En esto es necesario tomar en cuenta que las personas que se dedican a esta labor en
su mayoría poseen un grado mínimo de estudio, lo que le facilita a las empresas que los
contratan poder explotarlos en su trabajo, y negarles una gran cantidad de derechos que
estos poseen.
Tal como lo dice Rojas Álvaro et al (1997), los aumentos salariales para estos
trabajadores quedan reducidos a los mínimos de la ley, que se ajustan periódicamente,
4
como esa fijación es de carácter nacional, se hace por la jornada agrícola de ocho horas,
pero ésta jornada no se utiliza en la plantación bananera (porque la jornada llega incluso
a las doce horas diaras). Por dicha causa, los precios de los contratos y tareas quedan sin
ajustarse en la proporción debida, en beneficio del gobierno, socios y dueños de estas
plantaciones y en prejuicio de los pobres trabajadores.
el primer semestre del 2008. A esto se suma que la mayoría de trabajadores temporales
son nicaragüenses y ahora ellos prefieren trabajar en El Salvador, donde las maquilas
pagan salarios más altos y en dólares”. Tal como se muestra en esta noticia los productores
bananeros prefieren contratar inmigrantes, pero la paga no es buena y por eso muchos de ellos
prefieren tomar otras rutas como por ejemplo hacia el Salvador donde reciben una mejor paga.
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4Decreto Nº34937-MTSS, Publicado en la Gaceta Nº242, del 15 de diciembre del 2008
C. Límite al derecho sindical: como lo menciona el Comité coordinador de Foro
Emaús formado por Rojas Álvaro et al (1997) en su artículo “Bananos para el
mundo ¿Y el daño para Costa Rica?, en la plantación bananera no se cumple el
derecho de sindicalización, mucho más en las que son de carácter privado. A
pesar de que se han presentado demandas de la persecución sindical que se da en
las bananeras, estas han sido declaradas no procedentes por parte de las
autoridades competentes. También es importante mencionar que además de ser
vigilados para que no se unan a ningún sindicato, que los trabajadores de las
bananeras en su mayoría son personas con escasos estudios, en la mayoría de los
casos ni tan siquiera conocen cuales son sus derechos, sumado a esto la lejanía
que tiene con los sindicatos, es poco posible que se reúnan a ver los aspectos
negativos y positivos de la empresa, lo importante para ellos es llevar el sustento
a sus casas. En muchos de los casos más bien se sienten agradecidos por que la
empresa les dio el trabajo, ya las quejas y las luchas comienzan cuando están
sufriendo las consecuencias de la explotación de la que fueron victimas en su
trabajo.
En el financiero del 2009 se cito en la sección de Economía y Política: “El alto nivel
de consumo de los rusos y su poder adquisitivo hacen que los exportadores de banano,
melón, café en grano y ornamentales vean a ese mercado con alto potencial. Una
empresa bananera ya está exportando, los caficultores y meloneros han hecho envíos
tímidos para probar ese mercado y los productores de helechos y follajes están buscando
clientes para generar negocios. Todos coinciden en que Rusia, el país más grande del
mundo con 142.893.540 habitantes, puede convertirse en un mercado alternativo a los
tradicionales Estados Unidos y la Unión Europea, sobre todo en periodo de crisis. Rusia
es el socio comercial de Costa Rica número 33. La empresa bananera Bonanza S.A., de
capital ruso, exportó 75 contenedores por semana a ese país en el 2008, lo que convirtió
al banano en el principal producto de exportación a Rusia el año pasado, según datos de
la Promotora de Comercio Exterior (Procomer). Ocupó el 82% de toda la exportación a
ese país. Es decir, de los $35 millones exportados a Rusia en total, en el 2008, $28,7
millones fueron banano. La fruta entra sin pago de arancel. Para este primer semestre
del año, el número de contenedores cayó a 20 semanales, pero para la empresa no tiene
nada que ver con un cambio en el consumo de los rusos o menos demanda. Mikhail
Rázov, representante en Costa Rica de JFC Group, empresa madre de Bonanza, explicó
que la caída se debe a un tema de precio, pues a pesar de la crisis, el costo del banano
costarricense es más alto que el ecuatoriano y por eso decidieron estos meses comprarle
más cantidad a ese país. “El nivel económico de ellos es muy alto y pagan buen precio
por productos exóticos, eso es lo que hay que aprovechar”, dijo Rázov. Un estudio de la
Corporación de Promoción de Exportaciones e Inversiones (Corpei), de Ecuador, señala
que el consumidor ruso se caracteriza por tener bastante dinero en efectivo debido a que
muchos gastos esenciales, como luz o calefacción, aún son subsidiados por el Estado.
El estudio agrega que Rusia tiene el porcentaje de ingresos disponibles para consumo
más alto de los países emergentes, el 87% del ingreso per cápita”.
Como lo dice Rojas Álvaro et al (1997), aún en la actualidad a pesar de lo que dice el
discurso oficial, en Costa Rica se sigue talando los bosques de manera legal e ilegal.
Para el año 1992 se habían reducido en la provincia de Limón las áreas de bosques
naturales y de bosques secundarios en 166.460 hectáreas. Aunque en la actualidad es
sorprendente ver como están deforestando toda la zona en Limón sobre todo las
bananeras y las transnacionales con su construcción de cada vez más predios. Pero el
problema de la deforestación no sólo se limita a la destrucción de la fauna y la flora de
la zona, sino que también provoca otros efectos negativos que afectan en gran medida a
las poblaciones. Por ejemplo:
En el Diario Extra del 2008 se cito: “en los próximos días se firmará un convenio por
un año, con el Ministerio de Obras Públicas y Transportes, la Asociación Sindical
Nacional de Estibadores y Afines (Asnea) y la Municipalidad local por ¢150 millones,
para la colocación de diques y gaviones a la orilla del río Limoncito, al cual se le
forman lagunas debido a la alta deforestación que se está produciendo en sus
inmediaciones”. En esta noticia se evidencia que todavía en la actualidad se esta dando
de manera legal o ilegal una gran tala que llevan a que muchas personas sufran las
consecuencias de estas debido a que provocan una gran vulnerabilidad en los suelos y
esto a su vez conlleva a que se den grandes inundaciones. Este ejemplo es tan solo uno
del sinnúmero de consecuencias negativas que tiene el desarrollo insostenible de la
industria bananera.