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Últimamente, se está haciendo común oír hablar de los famosos “libros perdidos” de la Biblia. Dicha expresión se aplica a un conjunto de escritos que, al parecer, existían antes de que ésta se compusiera, y en los que se basaron los autores bíblicos para redactar sus obras. Hoy, lamentablemente, dichas obras han desaparecido, y resulta imposible saber qué es lo que decían. Sin embargo, sabemos de la existencia de estos libros porque la misma Biblia los menciona. El Antiguo Testamento nombra 21 de ellos, en un total de más de 50 citas bíblicas.
Titolo originale
¿Existen los libros perdidos de la Biblia? (P.A. David Nesher)
Últimamente, se está haciendo común oír hablar de los famosos “libros perdidos” de la Biblia. Dicha expresión se aplica a un conjunto de escritos que, al parecer, existían antes de que ésta se compusiera, y en los que se basaron los autores bíblicos para redactar sus obras. Hoy, lamentablemente, dichas obras han desaparecido, y resulta imposible saber qué es lo que decían. Sin embargo, sabemos de la existencia de estos libros porque la misma Biblia los menciona. El Antiguo Testamento nombra 21 de ellos, en un total de más de 50 citas bíblicas.
Últimamente, se está haciendo común oír hablar de los famosos “libros perdidos” de la Biblia. Dicha expresión se aplica a un conjunto de escritos que, al parecer, existían antes de que ésta se compusiera, y en los que se basaron los autores bíblicos para redactar sus obras. Hoy, lamentablemente, dichas obras han desaparecido, y resulta imposible saber qué es lo que decían. Sin embargo, sabemos de la existencia de estos libros porque la misma Biblia los menciona. El Antiguo Testamento nombra 21 de ellos, en un total de más de 50 citas bíblicas.
Todos los santos escogidos de Yahvh sabemos que las Sagradas
Escrituras (La Biblia) de por s son una recopilacin de los libros redactados por aquellos siervos llamados por el Eterno Dios para que Su llamado de Salvacin pueda llegar a todos los seres humanos y as reposicionarlos en Su Propsito Eterno. ltimamente, se est haciendo comn or hablar de los famosos libros perdidos de la Biblia. Dicha expresin se aplica a un conjunto de escritos que, al parecer, existan antes de que sta se compusiera, y en los que se basaron los autores bblicos para redactar sus obras. Hoy, lamentablemente, dichas obras han desaparecido, y resulta imposible saber qu es lo que decan. Sin embargo, sabemos de la existencia de estos libros porque la misma Biblia los menciona. El Antiguo Testamento nombra 21 de ellos, en un total de ms de 50 citas bblicas. Muchos grupos esotricos de la actualidad, han salido por el mundo, a travs de los distintos medios a aprovechar la mencin de estos libros para causar confusin en las masas y sembrar en los seres humanos la duda en cuanto a la inspiracin divina de Las Escrituras bblicas. Estas diversas sectas especulan con que tales libros escondan informacin sobre civilizaciones secretas, ciudades misteriosas y culturas fantsticas, informacin que hoy, segn dicen, puede descubrirse oculta en el trasfondo de los relatos bblicos. Otros, en cambio, se valen de estos libros perdidos para desacreditar la Biblia; como es el caso de Orson Pratt, uno de los fundadores de los mormones, que en 1852
denunciaba que la Escritura no contiene la verdad completa,
porque varios de sus antiguos libros sagrados se han extraviado. Existieron estos libros perdidos?
Primeramente, debemos entender que no hay libros perdidos de la
Biblia, ya que dicha expresin permite el equvoco que conduce a pensar en la existencia de libros que fueron quitados de la Biblia. Entendemos que hay muchas leyendas y rumores sobre libros perdidos, pero ninguna de estas historias es verdadera. Cada libro que el Eterno Dios design e inspir para estar en la Biblia, est hoy en ella. Hay literalmente cientos de libros religiosos que fueron escritos en el mismo perodo de tiempo que los libros de la Biblia. Algunos de estos libros contienen relatos verdaderos sobre cosas que realmente ocurrieron (1 Macabeos por ejemplo). Algunos de ellos contienen buena enseanza espiritual (La Sabidura de Salomn por ejemplo). Sin embargo, estos libros no fueron inspirados por el Espritu de Dios. Si leemos cualquiera de estos libros, los apcrifos por ejemplo, debemos tratarlos como libros histricos falibles, no como la inspirada e inerrante Palabra de Dios (2 Timoteo 3:16-17). Entendiendo todo lo hasta aqu explicado, veamos cules eran algunos de estos libros y dnde se les menciona. El primero y ms antiguo es el llamado "Las Guerras de Yahv" (Nm 21: 14). Es el nico que figura en el Pentateuco. Parece que fue una antigua coleccin de poemas sobre diversas batallas de los israelitas contra sus enemigos. Tambin sera la fuente de algunos poemas como "La Cancin del Mar" (Ex 15: 1-18), la "Cancin de Miriam" (Ex 15: 21), la Cancin de Moiss (Dt 32) y la Cancin de Dbora (Jue 5).
En la historia deuteronomista (Josu, Jueces, 1 y 2 Samuel, 1 y 2
Reyes), se citan otros cuatro libros perdidos: "El Libro de Yashar" o "Libro del Justo" (Jos. 10: 12-13; 2 Sm. 1: 19-27 y 1 Re. 8: 1213); "Los Hechos de Salomn" (1 Re. 11: 41); "Las Crnicas de los Reyes de Israel" (1 Re. 14: 19); y "Las Crnicas de los Reyes de Jud" (1 Re. 14: 29). En la llamada historia cronista (Crnicas, Esdras y Nehemas), se nombra: "Los Hechos del vidente Samuel" (1Sam. 10:25; 1 Cro. 29: 29; 2 Cro. 9: 29); "El Libro de las Palabras de Jeh" (2Cro. 20:34); "El registro de las Crnicas del rey David" (1Cro. 27:24); "Los Hechos del vidente Gad" (1 Cro 29: 29); "Las Profecas de Ajas de Silo" (2 Cro. 9: 29); "Las Visiones del vidente Id" (2 Cro 9: 29; 2 Cro. 12: 15); "Los Hechos del profeta Shemaas" (2 Cro. 12: 15); "El Comentario del profeta Id" (2 Cro. 13: 22); "El Comentario del libro de los Reyes" (2 Cro. 24: 27); "El Libro de los Hechos del Rey Uzas" (2 Cro. 26: 22); "Los Hechos de Jozay" (2 Cro. 33: 19); "Las Lamentaciones" (2 Cro. 35: 25); "El Libro de las Crnicas" (Neh. 12: 23); "Las Palabras de los Videntes" (2Cro. 33:19); "El Libro de las Memorias de las Cosas de los Tiempos" (Ester 2:23; 6:1); "El Libro de los anales de los reyes de Media y de Persia" (Ester 10:2). Finalmente, podemos agregar como dato temtico que en los libros de Los Macabeos se mencionan los dos ltimos libros perdidos de la Biblia. El primero es "Las Memorias de Nehemas" (2 Mac. 2: 13) y "Las Cartas de los Reyes sobre las Ofrendas" (2 Mac. 2: 13). No sabemos si eran "libros" en el sentido moderno de la palabra, o simplemente colecciones orales transmitidas de generacin en generacin por los israelitas. Lo mismo ocurre en el Nuevo Testamento. San Pablo cita el libro "Fenmenos", del poeta griego Arato (Hch. 17: 28). En su Carta a los Corintios (1 Cor 15, 33) menciona la famosa comedia Tais, del escritor ateniense Menandro (siglo IV a.C.). La Carta a Tito (Tt 1: 12) hace referencia a los Orculos, del poeta cretense Epimnides (siglo VI a.C.). Y san Lucas menciona que el gobernador Festo escribi una carta al emperador romano acusando a san Pablo de criminal (Hch 25: 26). Sabemos que el apstol Pablo escribi epstolas que no fueron colocadas en el canon escritural. Por ejemplo, existi una epstola anterior de Pablo a los corintios. Aparentemente esta carta contena instrucciones de cmo comportarse con la gente de mala voluntad. A
esta epstola se la menciona en 1Corintios 5:9, en dnde leemos: "Os
escrib en carta que no os mezclarais con los fornicarios". Otra epstola de Pablo a los efesios. Esta carta es mencionada, aparentemente en Efesios 3:3, cuando el apstol les dice: "que, segn revelacin, se me manifest el misterio, segn antes he escrito en breve". Existe una carta de Pablo a los laodicenses. sta es mencionada en Colosenses 4:16, cuando el apstol expresa: "Y cuando hayis ledo esta epstola, haced que sea tambin leda en la iglesia de Laodicea, y la que recibiris de Laodicea, leedla tambin vosotros". En la epstola de Judas encontramos la mencin al libro "Las profecas de Enoc". Este libro proftico, es citado brevemente por el hermano de nuestro Seor cuando escribe: "De ellos tambin profetiz el sptimo desde Adn, Henoc, cuando dijo: He aqu que viene el Seor con sus santas miradas para ejercer un juicio contra todos y convencer a todos los impos de todas las impiedades que cometieron y de todas las crudezas que contra El hablaron los pecadores impos (Jd. 1:14-15). Ahora bien, ninguno de estos libros mencionados ha sido nunca un libro "bblico", que tuviera una relevancia cultural en las comunidades de creyentes, sino literatura que los autores bblicos conocan y citaban, porque tena datos que les resultaban tiles o interesantes para sus obras, pero no los consideraban inspirados por Dios. Si hubiesen credo que estos libros eran sagrados, los hubieran preservado completos y no solo la referencia fragmentada de algunas frases o prrafos. Por lo tanto, entendemos que cuando la Biblia cita un libro antiguo, no es para canonizarlo, ni porque reconozca en l una inspiracin divina, sino simplemente para referir una idea que en l haba, y que era oportuna para los lineamientos inspirados, nada ms. Otras veces lo hace para contarnos de dnde tom el autor el material de su obra. En consecuencia, el hecho de que no se hayan conservado hasta hoy no significa que la Biblia est incompleta. La Escritura, tal como la conocemos, est completa. No le falta ninguna obra. Ella tiene el poder, la fuerza, el vigor y la energa capaz de transformar a cualquier persona. En todo caso, lo nico que le falta a la Biblia es que nosotros la leamos, creamos en ella y vivamos sus enseanzas.