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El documento resume el concepto de delirio neurótico según Freud en diferentes etapas de su obra. Explica que Freud consideraba el delirio histérico como una manifestación de un recuerdo patógeno reprimido, y que en la histeria aguda podía tomar la forma de una confusión alucinatoria. También analiza cómo Freud veía el delirio en la neurosis obsesiva a través del caso del "Hombre de las Ratas", considerándolo como formaciones delirantes fruto de la mezcla entre pensamientos obsesivos y reprimidos. Finalmente, resume que
El documento resume el concepto de delirio neurótico según Freud en diferentes etapas de su obra. Explica que Freud consideraba el delirio histérico como una manifestación de un recuerdo patógeno reprimido, y que en la histeria aguda podía tomar la forma de una confusión alucinatoria. También analiza cómo Freud veía el delirio en la neurosis obsesiva a través del caso del "Hombre de las Ratas", considerándolo como formaciones delirantes fruto de la mezcla entre pensamientos obsesivos y reprimidos. Finalmente, resume que
El documento resume el concepto de delirio neurótico según Freud en diferentes etapas de su obra. Explica que Freud consideraba el delirio histérico como una manifestación de un recuerdo patógeno reprimido, y que en la histeria aguda podía tomar la forma de una confusión alucinatoria. También analiza cómo Freud veía el delirio en la neurosis obsesiva a través del caso del "Hombre de las Ratas", considerándolo como formaciones delirantes fruto de la mezcla entre pensamientos obsesivos y reprimidos. Finalmente, resume que
A lo largo de toda su obra Freud trabaja la cuestin del delirio neurtico. Desde los Estudios sobre la histeria 1 , donde aparece como la manifestacin de un recuerdo patgeno devenido de una situacin traumtica, ponindolo de esta forma en serie con la con- ceptualizacin que por entonces manejaba del sntoma histrico. Pasando por el delirio en la neurosis obsesiva presente en el Hombre de las Ratas 2 y el trabajo sobre la "Gradiva" 3 , donde establece una vinculacin entre el delirio y el sueo, sealando como fuente de los mismos a lo reprimido. Para que, luego con la teora del fantasma que desplaza a la del trauma, plantee que puede observarse cierta articulacin entre fantasa y delirio. En 1911, en su trabajo sobre Schreber 4 , trabaja como la cuestin se juega en las psicosis, presenta la forma en que el delirio se pone en juego en la paranoia, exponiendo su tesis de que aquello que ha sido rechazado desde el interior retorna desde el exterior, pero esto no es el objetivo del presente trabajo.
II- El delirio histrico
Entre 1893 y 1895 fueron escritos por Breuer y Freud los Estudios sobre la histeria. Los delirios histricos aparecen tanto en los desarrollos tericos como en los casos clnicos. Para la descripcin de los ataques histricos toman el esquema propuesto por Charcot. La cuarta y ltima fase del "gran ataque histrico", luego de la epileptoide, la de los grandes movimientos, y la de las attitudes passionnelles, es denominada: "la del delirio terminal".
1 Freud, S. Estudios sobre la histeria, Obras Completas, Tomo II. Buenos Aires, Amorrortu, 1985. 2 Freud, S. A propsito de una caso de Neurosis Obsesiva. Hombre de las ratas, Obras Completas.,Tomo X.. Buenos Aires, Amorrortu, 1990. 3 Freud, S. El delirio y los sueos en la Gradiva de J ensen, Obras Completas, Tomo IX.. Buenos Aires, Amorrortu, 1993. 4 Freud, S. Sobre un caso de paranoia descrito autobiograficamente (Schreber), Obras Completas, Tomo XII. Buenos Aires, Amorrortu, 1985. Emmy von N. presentaba, alternadamente con estados de conciencia normales, un delirium histrico, como si se tratara de una suerte de tic que se intercalara entre los movi- mientos sin mezclarse ni que se notara su intromisin. Esta intercalacin abrupta se daba en estado de vigilia y era frecuente en el tratamiento. Se quejaba de las respuestas que ella sola dar por ser retorcidas e inentendibles. En su primer entrevista, en la que Freud le pregunt la edad, respondi seriamente: "Soy una mujer del siglo pasado". Luego volver a esta contestacin para decir que durante ese lapso delirante se le haba cruzado el pensamiento de un viejo armario que haba adquirido durante un viaje, y que en su respuesta en realidad se refera al mismo. La interrogacin acerca de la edad la llev a contestar sobre la poca. Por otra parte siempre que Emmy padeca calambres en la nuca sufra de un ataque de delirio. En una oportunidad, en el jardn, un ratn haba corrido por su mano para desaparecer repentinamente. Luego de una sesin de hipnosis, Freud atribuye el ataque de delirio a un estado de fatiga, en cuanto al contenido del mismo es comandado por asonancias. Luego de trabajar este delirio histrico, Freud le permite volver a su hogar sobre el Bltico, recordando que por entonces, hechizado por el libro de Bernheim sobre la sugestin, confiaba en el influjo pedaggico ms de lo que luego lo hara. Un ao ms tarde, y tras algunos avatares, la paciente volvera a Viena a consultar. En la Epicrisis Freud, luego de realizar una observacin sobre las dificultades de diagnstico, concluye que en el caso Emmy von N., por la prontitud para los delirios y alucinaciones, pese a no aparecer otros indicios de la actividad espiritual, la alteracin de la personalidad, el sonambulismo artificial, la neuralgia ovrica y ciertos datos de su historia, no puede dudarse de la naturaleza histrica de la afeccin. Freud y Breuer consideraban, por entonces, estas manifestaciones como restos de excitaciones que influiran de una forma traumtica sobre el sistema nervioso. Impresiones penosas, o ecos de determinados traumas la ponan a Emmy en estado de delirio, determinados por una limitacin de su conciencia, una compulsin a asociar similar a la del sueo, alucinaciones, ilusiones, de donde se sacan conclusiones carentes de sentido o disparatadas. Freud comparar este estado con una alienacin mental, equivalente a lo que en una psicosis aguda se llamara confusin alucinatoria. En principio el delirio duraba todo el da, resultando difcil determinar su carcter. Emmy se sorprenda cuando se le haca saber acerca de lo que haba dicho, el delirio operaba como parches en conversaciones de un contenido normal, como si tratara de dos estados. La actividad delirante no pudo tener el detenimiento que Freud hubiera querido debido a la mejora que llev a que los delirios se circunscribieran a los momentos en que sufra calambres en la nuca. Entonces surgi un tercer estado psquico: el del sonambulismo artificial; all dispona de recuerdos de los tres estados, por lo cual Freud lo considera como el estado ms normal. En la base del delirio, opinaba, podran rastrearse piezas de antiguos recuerdos traumticos. En la parte terica de los Estudios, Breuer describe a los estados hipnoides, considerndolos la base y la condicin de la mayora de los casos de histeria. Se tratara de estados semejantes a la hipnosis, caracterizados por la amnesia y una escisin de la psique. Las conversiones somticas se encontraran al margen de los mismos. Se provocaran, en cambio, autohipnosis reales que, a diferencia de las artificiales, se produciran espontneamente. Debido a su contenido onrico de representacin, Breuer dice que pueden ser llamados "delirium histericum". En la vigilia caen bajo el golpe de la amnesia, pero pueden ser recordados recurriendo a hipnosis artificial. La amnesia hace que las asociaciones se substraigan al estar despierto, pero con la autohipnosis la crtica cede, dando lugar a formaciones delirantes que pueden resultar de lo ms desatinadas, y perdurar en el tiempo. Se producira cierto vnculo simblico entre el fenmeno y la ocasin capaz de desatarlo, que descansara en asociaciones de palabras y semejanzas fonticas. El ataque histrico segn Breuer estara determinado por lo hipnoide. La histeria aguda o gran histeria tendra un carcter ntidamente psictico, que se puede llamar confusin alucinatoria. El contenido estara formado por representaciones que la defensa ha combatido y fueron reprimidos. La histeria se debera a la escisin de la psique; una parte de la misma se encontrara en lo hipnoide, acechando, para que cuando el pensamiento durante la vigilia ceda, cobrar importancia; en este punto, para Breuer, se producira el ataque de delirio.
III- El delirio obsesivo
Segn la opinin de Freud, a los tormentos suscitados por los pensamientos obsesivos, no se contraponen slo argumentos racionales. Tambin se encuentran pensamientos patolgicos fruto del mestizaje entre estas formas que califica de <<Delirie>>, delirios. Con ellos se refiere al loco accionar de Paul. Tampoco duda de ca- lificar la posibilidad de que a su padre le pase algo malo en el ms all como una "amenaza deliriosa". Nos detendremos en algunos puntos de este caso en los cuales se hace alusin a la cuestin del delirio obsesivo. En el caso del "Hombre de las ratas", Freud se refiere en varias oportunidades al delirio obsesivo. Cuando realiza el inventario de la neurosis de Paul, agrega una suerte de delirio o formacin delirante de extrao contenido: los padres estaran al tanto de sus pensamientos porque, sin escucharlos, l los habra confesado. Freud ubica esto de "declarar los pensamientos sin orlos" como una proyeccin del supuesto de tener pensamientos sin saber de ellos, es decir como si se tratase de una percepcin endopsquica de lo reprimido. Por otra parte tras las dudas acometidas en relacin a la deuda por las gafas, Freud dice que la decisin de consultarlo fue entretejida en el delirio: se hara extender un certificado mdico en el cual constara la necesidad de que el teniente primero A le aceptara el dinero. Este acto le permitira restablecerse. Pero una vez con Freud, no se atrevi a hacer referencia a dicho certificado, se limit a solicitar que lo liberaran de las representa- ciones obsesivas. Estas representaciones obsesivas de raro sinsentido, incluso las formaciones que Freud no duda en calificar de delirantes, son sometidas a la asociacin libre. De esta forma las formaciones obsesivas se tornan transparentes, respondiendo al orden de lo simblico. En este caso resulta central el tormento de las ratas, por estimular pulsiones y recuerdos. Las ratas, adems de despertar el adormilado erotismo anal infantil, entran en una cadena simblica. Ratas (Ratten) remite a cuotas (Raten). En este punto Freud se re- fiere a los delirio obsesivos de Paul, diciendo: "En sus delirios obsesivos {Zwangsdelirien}, l se haba instituido una formal moneda de ratas; por ejemplo, cuando, preguntado por l, yo le comuniqu el precio de la hora de tratamiento, eso dijo {es heisst} en l algo de lo cual me enter seis meses ms tarde: <<Tantos florines, tantas ratas>>. Las represen- taciones inherentes al complejo de intereses monetarios relativos a la herencia del padre, por el puente significante cuotas-ratas fueron arrojadas al inconsciente. En el delirio obsesivo las ratas remitan tambin a "hijos". El significante "ratas", en el cuento del capi- tn Cruel, result una palabra-estmulo de complejo, ante la cual reaccion Paul con ideas obsesivas, en ocasiones de tinte delirante. Los rasgos de supersticin, tributarios de la omnipotencia de sus pensamientos y sentimientos, tambin podran llevarnos a pensar, opina Freud, que estas ideas se tratan de delirios que rebasan la medida de la neurosis obsesiva, sin embargo resultan frecuentes en este tipo de casos. El pensamiento obsesivo irrumpe en la conciencia y se protege de ser disuelto por esta por medio de una desfiguracin acaecida antes de su irrupcin. Sin embargo la idea obsesiva suele no apartarse de su gnesis, pese a la desfiguracin esto podra tornarla transparente. Lo que suele darse es un intervalo que opera entre la situacin patgena y la siguiente idea obsesiva, adems de ser desasido el contenido de sus referen- cias. La "compulsin a comprender" resulta demostrativo de esto en el "Hombre de las Ratas". Otra forma posible de protegerse contra los intentos de disolucin de la conciencia, que podra tomarse a parte de la desfiguracin, es la de servirse de un texto indeterminado o ambiguo. Dicho texto, que lleva al malentendido, puede entrar en los delirios, anu- dndose las formaciones posteriores al malentendido, en lugar de hacerlo al texto corriente. Estos delirios se alimentan de referencias al texto de la compulsin que permanece inconsciente. Freud dice que no es dado esperar soluciones simples, ni recurrir a otros medios que a los asociativos, frente a ideas obsesivas tan graves. Con las logradas a lo largo del tratamiento de Paul, afirma, qued destituido el delirio de las ratas.
IV- Algunas conclusiones
Vemos cmo en el caso de los delirios neurticos no es aplicable la frmula freudiana para plantear el estatuto del delirio psictico (aquello que ha sido rechazado desde el interior retorna desde el exterior, la traduccin lacaniana sera: lo que es rechazado de lo simblico vuelve desde lo real), sino que el delirio encuentra cierta posibilidad de interpretarse al estilo de una formacin del inconsciente, permaneciendo en el campo de la lgica del significante tal como esta opera en la neurosis. En las psicosis y en las neurosis aparecen caractersticas de diferentes ndole, tanto con relacin a su gnesis como a la estructura del lenguaje en el cual se desarrollan. Si bien el delirium histrico, es comparado en los Estudios sobre la histeria con la alienacin mental, y puesto en equivalencia con la confusin alucinatoria propia de la psicosis aguda, se establecen diferencias referidas a la posicin que Emmy von N. man- tiene con respecto a los lapsos delirantes que irrumpen abruptamente en su vida: ella se percata y se queja de las respuestas de tinte delirante que le surgen cuando alguien la interroga. La certeza inherente a la psicosis no parece acompaar dichas respuestas. Por el contrario Schreber, no slo de ninguna forma desmenta su delirio, sino que pretenda que fuera aceptado por la humanidad entera como un valioso aporte. Los raptos delirantes de Emmy ceden fcilmente, aunque de forma momentnea, al influjo de la sugestin, como cualquier otro sntoma histrico. Con respecto al contenido del delirio, es frecuente la intervencin de asonancias: se daran asociaciones de palabras y semejanzas fonticas que no seran ajenas al momento del desencadenamiento. Si bien, aun no estaba formulado el concepto, responderan como otras formaciones del inconsciente, al proceso secundario. Esto se sustentara sobre la lgica del mecanismo de la represin como estructurante de la neurosis. Por eso pese a la comparacin con la psicosis Freud afirma que la naturaleza histrica de la afeccin no puede ser puesta en duda. Aunque naturalmente se puede prestar a confusiones. Los delirios, a los cuales Freud hace mencin frecuentemente en el caso del "Hombre de las Ratas", o bien la forma deliriosa de los argumentos con los cuales el paciente expone su problemtica, son explicados como un recurso para evitar que las ideas obsesivas que irrumpen desde lo inconsciente sean disueltas por la conciencia; con el mismo fin que se produce la desfiguracin o dislocacin que el pensamiento obsesivo ha sufrido, se toman esos textos que resultan extraos. Sin embargo en el caso de la neurosis obsesiva los delirios permanentemente estn en referencia a la sustancia y texto de la compulsin que el pensar consciente no puede acoger. Es por medio de la asociacin libre, afirma Freud, que Paul Lorenz llega al germen de su delirio: "Tantos florines, tantas ratas. En ese sentido el anlisis permitira ir despejando el terreno argumentativo posibilitando una transparencia de la formacin delirante. Es decir que el delirio en la psicosis responde a otra lgica. Tanto en lo que respecta a la gnesis, a sus caractersticas, como a su desen- cadenamiento.
Bibliografa
Freud, S. Estudios sobre la histeria (J . Breuer y S. Freud), Obras Completas. Tomo II. Buenos Aires, Amorrortu, 1985. Freud, S. El delirio y los sueos en la Gradiva de J ensen, Obras Completas, Tomo IX. Buenos Aires, Amorrortu, 1993. Freud, S. A propsito de una caso de Neurosis Obsesiva. Hombre de las ratas, Obras Completas, Tomo X.. Buenos Aires, Amorrortu, 1990. Freud, S. Sobre un caso de paranoia descrito autobiogrficamente (Schreber), Obras Completas, Tomo XII.. Buenos Aires, Amorrortu, 1985.
Sumario
A lo largo de toda su obra Freud trabaja la cuestin del delirio neurtico. Ubicndolo como la manifestacin de un recuerdo patgeno devenido de una situacin traumtica, ponindolo de esta forma en serie con la conceptualizacin que por entonces manejaba del sntoma histrico. Pasando por el delirio en la neurosis obsesiva, donde establece una vinculacin entre el delirio y el sueo. Cuando la teora del fantasma desplace a la del trauma, plantear que puede observarse cierta articulacin entre fantasa y delirio. Este texto toma a la histeria y a la obsesin para interrogar sus formas delirantes.
Claudia Sandra Palau Lic. en Psicologa (U.K.). Investigadora de la Maestra en Psicoanlisis de la Universidad Arg. J ohn F. Kennedy. Docente del Departamento de Psicoanlisis de la Universidad Arg. J ohn F. Kennedy. Egresada de la Seccin Clnica de Buenos Aires. Autora de numerosos artculos publicados en diversos medios.