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El psiquiatra Juan Carlos Stagnaro fue entrevistado sobre temas de salud mental. Argumentó que se le da menor importancia a la salud mental que a otras áreas de la salud a pesar de constituir un alto porcentaje de consultas en atención primaria. También señaló que las condiciones de vida actuales incrementan el sufrimiento mental y que es necesario un trabajo arduo de prevención en salud mental en Argentina mediante la creación de condiciones dignas para la población.
El psiquiatra Juan Carlos Stagnaro fue entrevistado sobre temas de salud mental. Argumentó que se le da menor importancia a la salud mental que a otras áreas de la salud a pesar de constituir un alto porcentaje de consultas en atención primaria. También señaló que las condiciones de vida actuales incrementan el sufrimiento mental y que es necesario un trabajo arduo de prevención en salud mental en Argentina mediante la creación de condiciones dignas para la población.
El psiquiatra Juan Carlos Stagnaro fue entrevistado sobre temas de salud mental. Argumentó que se le da menor importancia a la salud mental que a otras áreas de la salud a pesar de constituir un alto porcentaje de consultas en atención primaria. También señaló que las condiciones de vida actuales incrementan el sufrimiento mental y que es necesario un trabajo arduo de prevención en salud mental en Argentina mediante la creación de condiciones dignas para la población.
Entrevista al Mdico Psiquiatra Juan Carlos Stagnaro
EL LITORAL, Diario de Santa F
Edicin impresa | rea Metropolitana, Martes 16 de diciembre de 2008 Nancy Balza - nbalza@ellitoral.com
Los especialistas tememos al estigma ms que a la locura. La incidencia de la crisis actual sobre la psiquis de las personas y, a la vez, el riesgo de etiquetar y sobre-medicar. El clsico hospital psiquitrico como un concepto superado y la necesidad de otorgar a la salud mental la jerarqua que merece, en una charla con el profesional.
Los especialistas tememos a una cosa ms que a la locura y ms que a los lmites de nuestra teraputica -que los tiene-; le tememos al estigma, un fenmeno humano que probablemente venga de la noche de los tiempos. Quien lo afirma es el Dr. Juan Carlos Stagnaro, mdico psiquiatra, docente, investigador y presidente de la Asociacin de Psiquiatras Argentinos. Y asimila sus dichos al debate -no exento de matices- en torno de la lucha antimanicomial que se viene planteando en la actualidad y encuentra a algunos a favor del liso y llano cierre del hospital psiquitrico clsico y a otros, entre los que se incluye, que plantean una transformacin hacia nuevas instituciones abiertas a la comunidad.
Est preparada la sociedad argentina para que se ponga en prctica este proyecto de desinstitucionalizacin?
La dimensin loca de nosotros mismos es algo que rechazamos profundamente. Proyectarla en alguno que la expresa de manera ms aguda y suponer que colocando a esa persona detrs de altos muros nos desembarazamos de la locura propia, es una ilusin. Y si el estigma es un enemigo del trabajo en salud mental, uno de los actores principales es el periodismo. Si los medios asimilan locura a violencia, desborde sexual, violacin y delito, refuerzan el estigma a nivel social. Si, por el contrario, informan bien, desdramatizan, caminan las instituciones de salud mental y ven que all hay solamente algunos ms dbiles que los dems, el campo de la salud mental se va a expandir fuertemente. No hay ninguna reforma psiquitrica en el mundo que no se haya apoyado en el periodismo responsable.
Tambin es cierto que detrs de los altos muros de los asilos estn los locos pobres, no los ricos. Adems, hay un criterio de salud que indica que est sano el que produce, y ellos no lo hacen. Y si no produce uno de nuestros compatriotas porque sufre mentalmente, merecera que la comunidad se ocupe de l. Porque una comunidad que no se ocupa de sus nios, de sus viejos o sus locos es una comunidad inviable.
Sin embargo, hay ms sensibilidad por los nios o los viejos que por los locos.
Se les tiene menos miedo. Pero los nios pobres y los locos pobres tambin estn institucionalizados. Todos forman parte de una cadena de rechazo a la diferencia, a la fragilidad y la debilidad en una sociedad que viene heredando, desde su estructuracin neoliberal, una forma de funcionamiento que se asimila al darwinismo social: sobrevive el que logra pelear ms en esta situacin. Y el enfermo mental es un conciudadano que no est en condiciones de dar la pelea igual que los otros.
En su justo lugar
Se da a la salud mental la misma importancia que a otras reas de la salud?
No se le da la misma importancia. Es curioso porque, en la atencin primaria de la salud, sta constituye un altsimo porcentaje de las consultas. Como muchas veces no son identificados los problemas mentales, porque toman la apariencia de una alteracin fsica, los pacientes son sometidos a mltiples e intiles anlisis y estudios porque no se interpreta la causa inicial. La salud es una sola; el hombre es una unidad antropolgica y hay que enfocarlo desde todas sus dimensiones. Pero el trmino es polismico. Se puede hablar de la salud mental (con minsculas) o de la Salud Mental. Si la primera alude a estar sano, a sentirse bien, a poder crear, amar y trabajar, la segunda alude a las poblaciones y est vinculada al concepto de Salud Pblica. En este caso los trabajadores de la salud mental somos un actor ms dentro de un concierto multidisciplinario que, si no se pone en marcha de conjunto, no funciona y arroja saldos de enfermedad mental a nivel poblacional.
El contexto actual
El momento de crisis como el que se est atravesando a nivel global, ms los condimentos propios de la situacin en la Argentina, pueden derivar en un sufrimiento a nivel de la poblacin en salud mental?
Sin ninguna duda. Cuando se miran las estadsticas actuales de la Organizacin Mundial de la Salud, se observa que hay un incremento porcentual de las enfermedades mentales en relacin al conjunto de las enfermedades. Algunos dicen que se las detecta ms, se las diagnostica ms, y seguramente eso incide. Pero creo que las condiciones de vida contemporneas incrementan el grado de sufrimiento mental.
Si toda una poblacin puede sentirse afectada por una situacin de crisis, hay alguna accin que pueda aplicarse en el conjunto, ms all de la estrategia individual que cada uno adopte?
La prevencin en salud mental es posible. Hay que partir de lo general a lo particular: una poblacin bien alimentada; que vive en condiciones dignas; que tiene trabajo con el salario correspondiente a su esfuerzo; que se educa; que puede recrearse y utilizar el ocio creativo; que es libre en su expresin poltica y religiosa; que se siente segura en la comunidad donde est; que se siente dirigida por polticos que la interpretan y respetan; que nace, crece, se desarrolla y muere en un ambiente donde la honestidad y la cultura del trabajo son valores importantes; que puede criar a sus hijos y jugar con ellos, seguramente va a soportar mejor las contingencias de la vida, los avatares de su destino. Habr siempre traumas y habr quienes tengan una personalidad que se organice mal, pero va a haber menos afectados.
En nuestro pas, entonces, hace falta un trabajo arduo de prevencin.
Sin duda, pero que no se medicalice y no caiga solamente sobre los trabajadores especialistas en salud mental la responsabilidad de prevenir aquello en lo que debe actuar toda la sociedad. Nosotros haremos nuestro trabajo, pero hay que tomar conciencia de que esas condiciones generales de vida tienen que estar.
No hay reforma psiquitrica en el mundo que no se haya apoyado en el periodismo, afirma Stagnaro.
Foto: Flavio
ADEMS Los riesgos de etiquetar
Reconocer que existe un aumento porcentual de enfermedades mentales y que nuevos contingentes de sufrientes mentales se incorporan -de acuerdo con datos objetivos- al mundo de los llamados enfermos habilita, para el Dr. Juan Carlos Stagnaro, un nuevo debate.
Es que si el sufrimiento mental se reduce al funcionamiento cerebral, habr que actuar sobre el cerebro con el recurso ms directo que es el frmaco. Esto lleva a que ciertos colegas, caractersticos de algunos centros universitarios del hemisferio norte -lase Estados Unidos- vayan introduciendo en la clasificacin psiquitrica distintas formas de conducta para catalogarlas como enfermedad mental y hacerlas pasibles de tratamiento.
Entonces, se empieza a abrir un negocio interesante para algunos. Adems, las personas que caen bajo el efecto de un diagnstico mdico tienen un peso suplementario sobre su destino; porque el diagnstico no es una palabra inocua, es un juicio de valor. En tercer lugar, se ocultan -de esa manera- otras causas que son de orden social, poltico o econmico, y el sujeto por algn lado flaquea y muestra un sntoma.
Pero sntoma, en medicina, siempre es seal de otra cosa; la cuestin es cul es la otra cosa. Esto nos lleva a una lucha epistemolgica en el campo de la psiquiatra entre los que incluimos estos elementos y los que a veces ingenuamente y a veces intencionalmente optan por el reduccionismo que mencionaba. En nuestra asociacin, esto es un tema de debate profundo y constante.
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PERFIL Dr. Juan Carlos Stagnaro: Presidente de la Asociacin de Psiquiatras Argentinos (APSA), adems de un destacado historiador de esa disciplina y del pensamiento psiquitrico, Doctor en Medicina y Especialista psiquiatra (UBA), es profesor titular y director del Departamento de Salud Mental de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires.