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ILLUMINATI: EL PODER SECRETO DETRÁS DE LA HISTORIA

Escribe: Gustavo Fernández (gusfernandez@gamma.com.ar)


Necesaria nota introductoria:

Ustedes ya lo saben. Esta es una revista digital que trata sobre OVNIs,
Parapsicología y otras Disciplinas Herméticas. En consecuencia, a
medida
que avancen en la lectura de este trabajo puede ocurrir que se
pregunten:
"¿Qué diablos tiene que ver este artículo con AFR?". La verdad sea
dicha:
yo también me lo he preguntado. Pero la duda no sobrevivió mucho
tiempo.
En primer lugar, porque así como esbozamos en otros números la
raigambre
de cierto "poder oculto" con la sistemática intoxicación de ámbitos
ovnilógicos y la manipulación de la información, también veremos, si
tienen
la paciencia de leerlo, que su existencia maquillando la "Historia oficial"
incluye el ocultarnos conocimientos que quizás habrían ya proyectado al
ser
humano a vivir y evolucionar de acuerdo a otros paradigmas. Y en
segundo
lugar, porque es mi personal opinión que tan importante como hablar de
las
disciplinas que nos interesan, es sacudir las telarañas mentales y patear
las
estanterías de los pensamientos anquilosados. Así que, a confesión de
parte...

Introducción: ¿Cómo nace un paradigma?

Un grupo de cientistas colocó cinco monos en una jaula, en cuyo centro


colocaron una escalera y, sobre ella, un montón de bananas. Cuando un
mono subía la escalera para agarrar las bananas, los cientistas lanzaban
un
chorro de agua fría sobre los que quedaban en el suelo. Después de
algún
tiempo, cuando un mono iba a subir la escalera, los otros lo molían a
palos.
Pasado algún tiempo más, ningún mono subía la escalera, a pesar de la
tentación de las bananas.
Entonces, los cientistas sustituyeron uno de los monos.
La primera cosa que hizo fue subir la escalera, siendo rápidamente
bajado
por los otros, quienes le pegaron. Después de algunas palizas, el nuevo
integrante del grupo ya no subió más la escalera. Un segundo mono fue
sustituido, y ocurrió lo mismo. El primer sustituto participó con
entusiasmo
de la paliza al novato. Un tercero fue cambiado, y se repitió el hecho. El
cuarto y, finalmente, el último de los veteranos fue sustituido.
Los cientistas quedaron, entonces, con un grupo de cinco monos que,
aun
cuando nunca recibieron un baño de agua fría, continuaban golpeando a
aquel que intentase llegar a las bananas.
Si fuese posible preguntar a algunos de ellos por qué le pegaban a quien
intentase subir la escalera, con certeza la respuesta sería:
"No sé, las cosas siempre se han hecho así, aquí..." ¿Les suena
conocido?
No perdamos la oportunidad de pensar por qué nos golpean, o por qué
pensamos las cosas de una manera cuando podríamos hacerla de otra.
"Es más fácil desintegrar un átomo que un preconcepto" (Albert
Einstein).
Debo en buena medida a las reflexiones y búsquedas de información -no
creo que ameriten la distinción de "investigaciones"- que me motivara la
sucesión de números analizando la probable aparición de OVNIs en torno
al
atentado a las Torres Gemelas y las especulaciones sobre su naturaleza,
así
como el cotemporal en el Pentágono y las otras consideraciones que
ustedes
ya habrán leído en los números 82 a 87 de "Al Filo de la Realidad",
haberme adentrado aún más en el apasionante y no poco aterrador
terreno
del "gobierno en las sombras". Un poco cómodamente he decidido
aceptar
la denominación generalizante de "Los Iluminados" (o, para respetar la
Historia conspirativa, los "Illuminati") un poco por ser ese el mote con
que
en el fantástico mundo de las finanzas internacionales se conoce a esa
élite
de privilegiados que hacen fabulosos negocios a través del orbe en los
momentos de mayor crisis, anticipándose a ellas, otro poco por el
indudable
efecto que la sociedad esotérica conocida como tal en el siglo XVIII ha
tenido sobre buena parte de la geopolítica de entonces y después. A
fuerza
de parecer reiterativo, permítanme recordarles las anotaciones que el
malogrado Andreas Faber-Kaiser hiciera oportunamente -y que
reprodujéramos en el número 86 de esta revista- en el sentido que en la
política entonces europea y luego mundial, miembros inefables de esa
orden
como Mazzini tuvieron sobre la diagramación del mapa de las potencias.
O
el increíble -pero verazmente histórico- hecho que el propio Karl Marx
creara "El Capital" por encargo de un barón de la economía, nada menos
que un Rotschild.
Karl Marx

Cuando uno va atando cabos y descubre las estrechas, casi sanguíneas


relaciones que las principales familias detentadoras del poder político y
económico en los últimos doscientos años han mantenido entre sí,
cuando
uno advierte que en cualquiera de las grandes potencias existe una
verdadera "rotación de puestos de autoridad" entre unos pocos apellidos
-nuevamente recomiendo al respecto volver a leer esos números-
cuando un
mediocre servidor se sorprende cuando enemigos aparentemente
irreconciliables para la opinión pública -como Bush y Ben Laden, qué
mejores exponentes de ese paradigma- en realidad han estado -si no
siguen
estándolo- asociados en negociados comunes, cuando el Secretario del
Tesoro de Estados Unidos acaba de admitir que una guerra con Irak
sería
"beneficiosa para la economía mundial", pagando con la sangre de
decenas
de miles lo que sin duda sólo se reflejará como la bonanza material de
unos
pocos centenares, cuando alguien -yo, por ejemplo- se pregunta quién
podría explicar con una lógica asequible a los entendimientos poco
iluminados como el mío por qué los "gendarmes del mundo" -ya saben a
quiénes me refiero- deciden, en la Guerra del Golfo, detenerse casi a las
puertas de Bagdad, permitiendo la permanencia de su odiado símbolo
del
Mal -Hussein- en el poder (como si su perpetuación sirviera en el futuro
a
oscuros fines; siempre es necesario conservar un enemigo en el
"freezer"
para, por caso, tiempos futuros de escaso apoyo interior) aduciendo un
dudoso "respeto a la autodeterminación de los pueblos" mientras en
otros
casos, muchos otros casos, no se trepida en alterar por la fuerza el
orden
interno de otras naciones (desde el fogoneo de operaciones
antigubernamentales en el Chile de Allende hasta la invasión de
Granada),
cuando uno contempla panorámicamente todo eso, sobrenada sólo con
dos
certeras impresiones: que la verdadera Historia, las razones y los fines,
nada tienen ni remotamente que ver con los que la prensa -si
mercenaria y
corrupta, si ingenuamente autodefinida como "progresista" pero
sirviendo
como estúpidos chivos emisarios, cada uno sabrá- nos relata, y que a
través
de los años, eventos sociológicos, políticos y militares a través de todo el
orbe aparentemente inconexos entre sí terminan teniendo un hilo
conductor
que finalmente parece vincular siempre a los mismos protagonistas.
Ya hemos hablado en otra oportunidad de "Calaveras y Huesos", la
pálida
sociedad esotérica a que pertenecen los Bush. Es mucha la tentación
-especialmente pensando en lectores recién arribados- de repetirme:
evitaré esa celada, invitaré a los mismos a consultar los números
atrasados de "Al Filo de la Realidad" y avanzaré sobre mis
elucubraciones.
Que, sencillamente, apuntan en una sola, previsible dirección: a través
de
las épocas, una oculta fraternidad, poseedora de la mayoría del poder
económico y político, vinculada a prácticas esotéricas, ha digitado la
Historia de hombres y mujeres de este planeta, y sigue haciéndolo.
Vamos a
tratar de conocerlos un poco más.
Su "historia oficial"

Nos cuenta el historiador de religiones Serge Hutin que la "Orden de Los


Iluminados" (primeramente llamados "Perfectabilistas") fue fundada en
Ingolstadt (Baviera, por lo que también se les conoce como "Los
Iluminados
de Baviera"), el 1 de mayo de 1776 por Adam Weishaupt, joven de
veintiocho años de edad que enseñaba derecho canónico en la
Universidad
de dicha ciudad. Weishaupt tenía ideas de reforma social sumamente
"avanzadas" y fundó dicha Orden con el fin de hacerlas triunfar.

Adam Weishaupt consiguió que entraran en la Sociedad numerosos


francmasones que habían roto con la regla que prohibía las discusiones
religiosas o políticas en las Logias; en su apogeo, la Orden contaba, en
1783, con seiscientos miembros sólo en Baviera y cierto número de
afiliados en toda Europa. Pero, "oficialmente", el éxito habría de ser de
corta duración, según dicen sus apologistas.
¿Cuáles eran la organización y los fines de esta sociedad secreta
paramasónica?.

Grados: Los grados formaban una jerarquía de tres series sucesivas,


debida a Weishaupt y a sus amigos:
1) Almáciga
a. "Preparatorio"
b. "Novicio"
c. "Minerval"
d. "Illuminatus minor"
2) Masonería "Simbólica":
a. "Aprendiz"
b. "Compañero"
c. "Maestro" "Escocesa"
d. "Illuminatus major"
e. "Illuminatus dirigens"
3) Misterios "Menores"
a. "Sacerdote"
b. "Regente" "Mayores"
c. "Mago"
d. "Rey"

Los fines reales de la Orden eran develados poco a poco, a medida que
el
adepto ascendía en la jerarquía:
1) El Illuminatus minor prestaba un juramento de obediencia absoluta a
sus
superiores. Se le enseñaba que el fin de la Sociedad era hacer de toda la
humanidad un solo cuerpo, gobernado por los superiores.
2) El Illuminatus dirigens prometía luchar contra la superstición, la
maledicencia y el despotismo, y hacerse el campeón de la virtud, de la
sabifuría y de la libertad.
3) En el grado de Sacerdote, se ponía al candidato aún más al corriente
de
las doctirnas de la Orden. En ella se decía que el mejor medio para verse
libre de dirigentes inoportunos era proceder mediante la operación de
una
sociedad secreta que apuntara a apoderarse de todos los poderes del
Estado. Príncipes y sacerdotes debían ser exterminados. El patriotismo
habría de ceder lugar al cosmopolitismo.
4) En el grado de Mago, se predicaba el panteísmo materialista: "Dios y
el
mundo no son más que uno -escribía Weishaupt-. Todas las religiones
son
igualmente sin fundamento, puros artificios inventados por ambiciosos".
5) En fin, el grado más elevado (Rey) enseñaba al adepto que todos los
individuos tenían iguales derechos, que el hombre debía ser su propio
soberano "como en el estado patriarcal, y que las acciones habían de ser
llevadas a este estado por todas las vías que a ello pueden conducir, es
decir, por medios pacíficos, si es posible; si no, por la fuerza, pues toda
subordinación debía desaparecer de la superficie de la Tierra".
Los Iluminados se designaban con seudónimos antiguos: "Espartaco",
"Filón", "Catón". Además, en su correspondencia designaban a Baviera
como
"Grecia", a Munich como "Atenas", etc.
Fin último perseguido por los Iluminados
El fin último de los Iluminados era nada menos, al fin y al cabo, que la
Anarquía, en el sentido filosófico del término: "He propuesto -decía
Weishaupt- una explicación de la Francmasonería, ventajosa desde
todos
los puntos de vista, por cuanto se dirige a los Cristianos de todas las
confesiones, los libra gradualmente de todos los prejuicios religiosos,
cultiva y ranima las virtudes de sociedad por una perspectiva de
felicidad
universal, completa y rápidamente realizable, en un Estado donde
florecerán la libertad y la igualdad, un Estado libre de los obstáculos que
la jerarquía, la clase, la riqueza, arrojan continuamente a nuestro paso...
No
tardará en llegar el momento en que los hombres serán dichosos y
libres".
Anotemos, al pasar, que ciertos historiadores han atribuido a la
Francmasonería propiamente dicha los propósitos de los Iluminados que,
al
contrario, trataban de confiscar la institución en provecho propio; así, B.
Fabre escribe en "Un iniciado de las sociedades secretas superiores"
(París, 1913), para caracterizar la finalidad de los Masones: "Nada de
autoridad, así pues, nada de gobierno; nada de leyes, de modo que nada
de
legislador; nada de familia; nada de sociedad; no más nacionalidades;
no
más fronteras, no más patrias".
Disolución de la Orden
Los progresos de la Orden fueron muy grandes después de la adhesión,
en
1782, de un francmasón ilustre, el barón Von Knigge, que fue jefe del
círculo de Westfalia, pero Knigge se cansó pronto -dicen- de los modales
autoritarios de Weishaupt y en compensación éste lo acusó de
"fanatismo"
y de "mojigatería", diciendo que había dejado una parte demasiado
grande
al elemento religioso en el ritual (principalmente por el "Festín de amor",
celebrado con motivo del grado de Illuminatus dirigens, en el curso del
cual "J. de N." (es decir, Jesús de Nazaret) era invocado como fundador
de la Orden); por último, el barón se retiró de la sociedad que en ese
momento estaba seriamente amenazada; ya en 1787 el Elector de
Baviera
había ordenado una investigación sobre esa Orden cuyos designios
revolucionarios comenzaban a conocerse; después de la defección de
Knigge cuatro afiliados, alarmados, se asustaron y fueron a revelar todo
al
Elector, declarando que "la Orden abjuraba del cristianismo, que se
entregaba a placeres epicúreos, justificaba el suicidio, repudiaba el
patriotismo y la lealtad como prejuicios de espíritus estrechos,
condenaba
la propiedad privada, permitía que se hiciera el mal cuando de él había
de
salir un bien, y en fin, colocaba los intereses de la Orden por encima de
toda otra consideración". En 1785 quedó oficialmente -sólo oficialmente-
disuelta: Weishaupt fue destituido de su cátedra y expulsado de Baviera,
así como otros tres altos dignatarios.
¿Pero fue ese el fin?. Ya veremos que no. Además, es evidente que
además
de la actividad "exotérica", pública, de la sociedad, hay una profunda
raigambre hermética. Sólo un no iniciado -como Serge Hutin-
simplemente
aceptaría ciertos "datos históricos" sin ver más allá. O, en otros
términos,
creer que un tal Adam Weishaupt era realmente el nombre del jefe de la
orden.
¿Adam Weishaupt?. Adam que nos hace pensar, quizás no tanto en el
Adán
simplista del catecismo escolar sino en Adam Kadmon, el hombre
universal
arquetípico de la Cábala hebrea. Y Weishaupt, que significa, después de
todo, "cabeza de sabio". ¿Es sólo mera casualidad o hay aquí un
mensaje?.
Como el mítico Christian Rosenkreutz, a fin de cuentas, alguien a quien
se le
supuso una historia, un nacimiento, una vida, una muerte, pero eso
resultó
ser sólo literatura para ignaros; cualquier estudiante de Rosacrucismo
sabe
de la alegoría.
Bueno, sí. Cedo a la tentación. Vuelvo a citar a Faber-Kaiser: "Es
marcada
la influencia de los preceptos de los Iluminados en la inminente
Revolución
Francesa; se dice que Mirabeau y el duque de Orleáns (el futuro
"Felipe-Igualdad") habían estado afiliados a la misma.
"Así, en carta dirigida a Mazzini con fecha del 15 de agosto de 1871
-hace
más de un siglo- Pike le comunica que la Primera Guerra Mundial se
debía
generar para permitir a los Iluminados derrocar el poder de los zares en
Rusia, y transformar este país en la fortaleza del comunismo ateo. Las
divergencias provocadas por los agentes de los Iluminados entre los
imperios británico y alemán -y también la lucha entre el pangermanismo
y el
paneslavismo- se debían aprovechar para fomentar esta guerra. Una vez
concluida, se debía edificar el comunismo y utilizarlo para destruir otros
gobiernos y debilitar a las religiones.
"La Segunda Guerra Mundial debía fomentarse aprovechando las
diferencias entre fascistas y sionistas políticos. La lucha debía iniciarse
para destruir el nazismo e incrementar el sionismo político, con tal de
permitir el establecimiento del Estado soberano de Israel en Palestina.
Durante la Segunda Guerra Mundial se debía edificar una Internacional
Comunista lo suficientemente robusta como para equipararse a todo el
conjunto cristiano. En este punto se la debía de contener y mantener,
para
el día en que se la necesitase para el cataclismo social final.
"La Tercera Guerra Mundial se debe de fomentar aprovechando las
diferencias promovidas por los agentes de los Iluminados entre el
sionismo
político y los dirigentes del mundo musulmán. La guerra debe de
orientarse
de forma tal que el Islam y el sionismo político se destruyan
mutuamente,
mientras que otras naciones se verán obligadas a entrar en la lucha,
hasta
el punto de agotarse física, mental, espiritual y económicamente.
"Desandemos este sendero. La Comisión Trilateral es una agrupación de
personas privadas de las altas finanzas, del mundo de los negocios y de
la
política, procedentes de Norteamérica, Europa Occidental y Japón, que
brinda a la élite procedente de la masonería de las distintas
orientaciones
unas posibilidades de encuentro, con vistas a una colaboración secreta
que
abarca todo el mundo. El objetivo ideológico de la Comisión Trilateral es
el
mismo que el del Council for Foreign Relations (Consejo para Relaciones
Exteriores), fundado en 1921 por el banquero norteamericano Morgan, y
conocido también como "el Gobierno invisible". El sector político
entronca
con los Iluminados, que son altos grados de la masonería. Hay
escasamente
unas cien organizaciones que pertenecen al mundo de la masonería.
Se explica por esta trama secreta de planificación del destino de la
humanidad, el que Karl Marx escribiera sus obras londinenses por
encargo
de Nathan Rothschild (cuyo apellido significa "escudo" o "protector de
los
rojos").
Los cheques con los que le pagó pueden verse en el Museo Británico.
Marx
participó en la fundación de la Primera Internacional en 1864.
"La idea del alemán Adam Weishaupt, que fundó la cúpula de los
Iluminados el 1 de mayo de 1776, era el camino a través de la anarquía.
El
que su fundación tuviese lugar el día siguiente de la noche de Walpurgis,
y
el hecho de que este día fuera consagrado mundialmente festivo -el 'Día
del Trabajo'- aclara todavía más la estrecha relación que existe. El hecho
que además el sello de los Iluminados aparezca con la fecha de 1776 en
el
dólar americano, asombra a aquéllos que no saben que Washington fue
tan
masón como su rival Jefferson.
"Si hablamos del poder efectivo, debemos mencionar a los Rockefeller y
-más importantes aún- a los Rothschild. En sucesión ascendente siguen
los
Bilderberger, un club formado en mayo de 1954 e integrado por los 500
hombres y organizaciones más ricas e influyentes del mundo, que se
propone la instauración del "Nuevo Orden Mundial"."
La constante esotérica
Mencionaba unas cuantas líneas atrás que pareciera haber una
continuidad
esotérico-histórica a través de las edades. Tratemos de rehacer ese
recorrido lineal.
Ya los he aburrido en párrafos anteriores citando, con referencia a la
ubicación espacio-temporal de Los Iluminados, con fechas, nombres
propios
y otras circunstancias. De las agrupaciones esotéricas que siguen, si se
desea saber más, nada más sencillo que ir a un "buscador" cualquiera,
tipear el nombre elegido y se tendrá más que abundantre información.
Por
lo pronto, lo que aquí deseo hacer es establecer la relación causal entre
estas asociaciones, para que el lector saque sus propias conclusiones.
Todas, hablan de las raíces de ese, ya tan temido, Nuevo Orden Mundial.
Posiblemente el origen de esta especulación deba remontarse a la época
de
la erección del Templo de Salomón, cuando el rey judío ordena a Hiram
y
Lamek la construcción del mismo. De Lamek volveremos a hablar
después. De
Hiram, ya sabemos cómo terminó: tres aprendices celosos dieron cuenta
-tal
vez físicamente, tal vez, simbólicamente- de su vida y, dicen sus
seguidores, allí nació la Masonería. Ciertos historiadores dicen que esto
es
pura leyenda y que para hallar sus fundamentos más remotos tenemos
que
esperar hasta el siglo XVIII (casualmente, el siglo que vio nacer la orden
de Los Iluminados) pero las influencias esotéricas de hebreos y caldeos
tuvieron tierra fértil entre los egipcios, de muchos de cuyos rituales
también se ceba esa orden. Templarios y, siglos después, Rosacruces se
dicen herederos -si unos primeros que los otros, es ahora una discusión
bizantina; si la Masonería es tan remota como se atribuye, los
Templarios
pueden ser sus sucesores; si no lo es, muchas investigaciones
reivindican
para aquella la heredad de éstos últimos- especialmente estos últimos,
que
nos hacen recordar el grado de "Caballero Rosacruz" tan caro en ciertas
elevadas esferas masónicas. Mientras todo parece apuntar a que los
Templarios tras su persecusión buscaron refugio en su "Secretum
Templi"
(América, donde ciertos antropólogos e historiadores los rastrean hasta
el
Amazonas y tal vez el propio Cono Sur sudamericano) los Rosacruces
inficionaron la Orden de Cristo (en Portugal), la de los Hospitalarios (en
Francia) y el llamado "Colegio Invisible" en Gran Bretaña, docta cofradía
de sabios que luego devendría en la Real Sociedad de Ciencias de Gran
Bretaña, el cual, por muy "científico" que pareciera, era sin embargo
fuertemente esotérico, como que se hace eco y difunde el primer
manifiesto rosacruz. Recordemos que a esta sociedad perteneció Francis
Bacon, genio enciclopédico y presunto autor de las obras de
Shakespeare,
cuya mansión es llamada por sus allegados "el Temple" y que sostenía
en sus
obras que el verdadero poder mundial estaba en manos de quienes él
denominaba los tres Superiores Desconocidos, líderes de una sociedad
conocida como el Templo de Salomón. La Orden de Cristo, a partir del
descubrimiento "oficial" de América tuvo plena influencia en el devenir
político de las nuevas colonias, no sólo portuguesas, como lo prueba la
constitución en tierras americanas de la Logia de San Juan, a la que
perteneciera Benjamín Franklin (creador del Gran Sello característico de
los billetes de dólar) y "factótum" de la libertad de Estados Unidos en
1776, casual o causalmente, el mismo año en que queda constituida en
Europa la Orden de Los Iluminados. A Franklin, está claro, lo
acompañaron
56 firmantes de la Constitución, de los cuales 53 eran masones.
Mientras tanto, en Europa, la orden de Los Iluminados tenía enorme
influencia en Francia y en la Revolución, tanta como en la misma -y en el
modelo librepensador heredado después- tendrían Danton y Lafayette
quienes, como sabrán, venían de hacer algo parecido en América. Los
Iluminados y la Revolución Francesa despertaron honda pasión en Italia
y
la constitución de los carbonarios (a la que pertenecieron el ya
mencionado
Mazzini y Garibaldi quien, preanunciando quizás a sus remotos
descendientes espirituales, se encargó de dejar unas cuantas cuentas
pendientes en Argentina; al frente de buques ingleses y franceses, allá
por
1845 violentó nuestra soberanía fluvial, bombardeó, saqueó e incendió
varias ciudades argentinas y uruguayas -Gualeguaychú, Paysandú y
Salto,
entre otras-) y a ellos se sumó también el general sudista
norteamericano A.
Pike, reconocida autoridad también de la Masonería Escocesa. Masón
Pike,
masón Lincoln. ¿Masones contra masones?. Pero, ¿acaso no es una
táctica
obvia que quienes se manejan en los cenáculos del poder aparentan
enfrentamientos para sellar alianzas ocultas?. Otra vez, recuerden,
Bush-Ben Laden. En Argentina podríamos citar un bananero reflejo de
esa
estrategia, cuando a principios de los años 70 el "montonero" Galimberti
secuestra a los poderosísimos empresarios Born y en los noventa la
historia
los encuentra a los tres... socios en conocidos emprendimientos
comerciales.
Jorge Born, secuestrado por Rodolfo Galimberti. Más tarde serían socios.
Pero no nos desviemos de nuestro hilo conductor: Mazzini funda la Logia
P1, de la cual devienen, con el tiempo, la Logia P2 -que en tiempos muy
recientes cierto caballero apellidado Gelli usó para monstruosos lavados
de
dinero bancarios, ocasionando la casi bancarrota del Vaticano y, lo que
es
más penoso, de muchas economías nacientes tercermundistas- y la Liga
de
los Hombres Justos, que bajo la advocación del barón Rothschild
fomenta y
difunde los trabajos de Engels y Marx y que en 1848 provocaría el
nacimiento de la Liga Comunista y en 1864 la Primera Internacional.
Otra
facción de la Liga de los Hombres Justos, con el poeta W. B. Yeats a la
cabeza, decide dedicarse a actividades más "espirituales" y funda la
"Golden Dawn" o "Amanecer Dorado", que en los años 20 del siglo XX
constituye su filial alemana bajo el nombre de Sociedad Thule. De ella
deberíamos escribir extensamente en otra oportunidad; baste recordar
que
durante muchos años fue Secretario de Actas de esta asociación un
oscuro
ex cabo del ejército alemán, petiso, histérico y de ridículo bigotito de
nombre Adolf y de apellido Hitler.
¿Volvemos un poco atrás?. Estábamos hablando de los amigos de
Franklin.
Muchos de ellos fueron los artífices de la asunción de quien fuera el
segundo presidente de los Estados Unidos, John Quincy Adams, ocultista
de cuño como que formaba parte de la llamada Sociedad de los
Dragones.
Miembros de esta sociedad fueron responsables del diseño urbanístico
de
la ciudad de Washington, en el cual se reconoce un indudable sello
metafísico. Y a la misma sociedad perteneció Abraham Lincoln, confeso
ocultista y espiritista, cuyo pensamiento siempre influyó -y no
precisamente
por sus ideales libertarios de la esclavitud- en otro presidente, grado 33
de la Masonería, llamado Franklin D. Roosevelt. Sí, el mismo que
internacionalizó el concepto del "New Deal" en palabras y etapas en un
todo identificables en las proopuestas escritas por Los Iluminados de
Baviera.
Franklin Delano Roosevelt

No queremos contemplar el Universo mirándonos el ombligo. No


queremos
creer que el triste, perdido terruño donde uno nació es "Te Pito Te
Henua".
Pero, ¿recuerdan a Lamek?. Tras la construcción del templo de Salomón
partió con las tribus "perdidas" de Israel.
Ustedes ya saben que muchos suponen que con rumbo a América. El ya
citado Jacques de Mahieu y el nunca hallado Sir Fawcett los supusieron
en
la Amazonia o más al sur también. Hay huellas extrañamente templarias
en
el centro de Argentina y en la Patagonia, dicen quienes saben de esto
más
que uno. Y desde hace décadas, la Municipalidad de Gualeguaychú, en
nuestra provincia de Entre Ríos (la que tratara de destruir Garibaldi,
hagan
memoria) viene inútilmente tratando a nivel oficial de conseguir
subvenciones para exhumar, en sus parajes, lo que historiadores locales
sostienen son "restos de un probable barco fenicio y un puerto de
ultramar
de más de tres mil años".
¿Fenicios en América?. De Mahieu y Fawcett ya habían especulado sobre
ello, y no conocieron Gualeguaychú ni a las sucesivas autoridades de
esta
hermosa y pujante ciudad que no entienden por qué el CONICET
(Consejo
Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas, el organismo
gubernamental que regula, beca y supervisa los trabajos científicos
considerados de interés nacional) ha negado sistemáticamente hasta
ahora
hacer prospecciones, argumentando que se trata de una "insensatez",
pero
refutando desde la comodidad de sillones y oficinas pues nunca se
dignaron siquiera echar una mirada a las evidencias reunidas
provisoriamente por los investigadores locales, claro, pobres hombres de
provincia.
No sé si hubo fenicios en América y mucho menos si los hubo en
Argentina
(N. del Admin: al respecto, ver artículo: "¿Fenicios en Entre Ríos?" en
Argentina Misteriosa). Sí sé, como todo aplicado estudiante de mi
geografía, que el sur de la provincia que habito fue un gran mar
primigenio
y su ondulada geografía habla de actividad orogénica muy reciente, muy
diferente del resto de la región. A no gran distancia de donde escribo
estas líneas, hace unos años se encontró un esqueleto parcialmente
fosilizado de una ballena y, remontándonos mucho más atrás en el
tiempo,
yo mismo he encontrado desde antiquísimos trilobites y amonites hasta
aun
calcáreos restos de conchas marinas en colinas circundantes. Pero como
no
lo sé, no puedo afirmarlo ni negarlo. Sólo que cabe la posibilidad...
En fin. De esto escribiré en otra ocasión. Ahora lo que captura mi
atención
es esa especie de continuidad solapada desde los tiempos de Salomón
hasta
los actuales, ya que luego de Roosevelt toda otra asociación (incluidos
los
Bush, el Club Bilderberg, etc.) pueden leerla en los artículos
mencionados
al comienzo de este trabajo. Permítanme, sin embargo, citar palabras
del
respetado Eliseo Bayo ("La Caída del coloso soviético" en "Año Cero",
número 16):
"El final wagneriano del Este, tal como se ha producido es el resultado,
en
lo esencial, de una conspiración largamente planeada para destruir los
Estados-Nación, detener el crecimiento de las poblaciones, parar el
crecimiento industrial y tecnológico, balcanizar las regiones, volver a un
orden feudal y caminar hacia el gobierno mundial. Este vasto programa
se
puede encontrar reflejado al pie de la letra en los proyectos secretos de
las sociedades de Iluminados que impulsaron los movimientos
extremistas
del pasado y del presente siglo, en la correspondencia de Lord
Palmerston
y de los banqueros suizos que crearon, entre otras, las figuras de Marx,
Mazzini, Bakunin, Garibaldi y Hegel, como antes habían animado las de
Voltaire, Robespierre, Danton y Madame de Stäel.

Así lo reveló en su tiempo Heine. Se pueden encontrar sus raíces


ideológicas en aquel gran impulsor de conspiradores que fue lord
Shelburne y en sus criaturas Bentham, J. Stuart Mill, Hume, Turgot y
Quesnay, que iniciaron los movimientos de vuelta atrás con ropaje
"progresista", los Malthus, los Ricardo, los Adam Smith. Casi todos ellos
pertenecieron al servicio secreto de inteligencia británico y trabajaban
para la Compañía de las Indias Orientales. Ya en nuestros días, este
programa de "crecimiento cero" poblacional y tecnológico, contracultural
y
profeudal, se halla presente en instituciones tan reconocidas como el
Club
de Roma, la Comisión Trilateral (reunida en Moscú en plena
"perestroika",
como si supieran con antelación de qué venía la mano N. de G.F.) el Club
Bilderberg y otras no tan aireadas como la Fundación Cini, de la que han
salido muchas de las corrientes ocultistas, el Instituto Aspen, el Proyecto
1980 y decenas de organizaciones cuya finalidad es extender los
movimientos neomalthusianos y anticientíficos bajo una apariencia de
"progresismo" y de "modernidad post-industrial".
"La operación ha triunfado y aparentemente es un éxito, pues parecía
que
el imperio soviético no podría caer por "acciones desde dentro" y que
fiar
su desmoronamiento a una intervención exterior equivaldría a asumir un
riesgo de destrución nuclear compartido. Las acciones "desde dentro"
han
sido protagonizadas por las fuerzas políticas agrupadas en torno a la
figura de Gorbachov y de su enigmática esposa Raisa, quienes, a cambio
del
aparente "harakiri" del sistema, han puesto en marcha los mecanismos
necesarios para hacer saltar por los aires la Alianza Atlántica, los
Estados-Nación europeos y la "casa común" dentro del esquema de
complicidades y de voladura controlada del Partido Comunista que se
inició
hace treinta años con el debate chino-soviético y con la lenta sustitución
de
los partidos comunistas europeos por la socialdemocracia en la
hegemonía
de la izquierda mundial. La Europa profeudal, ocultista, financiera, volvió
a
encontrar el camino de Moscú para meter definitivamente a Lenin en la
tumba. El revolucionario se había reído de ellos. Hizo peligrar los
intereses
coloniales de Gran Bretaña y los intereses financieros de las grandes
familias oligárquicas radicadas en Venecia, Génova y Lombardía. Para
estos
círculos había resultado prioritaria a comienzos de siglo la mutua
destrución de Rusia y de Alemania. Antes habían orquestado la guerra
ruso-japonesa e inducido a Rusia a librar guerras contra Austria y
Turquía
para que se destruyeran mutuamente.

El servicio de inteligencia del Kaiser recurrió a los servicios de Parvus


para
tatar de parar la guerra. Se esperaba que Lenin sirviera de elemento
desestabilizador del estado zarista, que ayudaría a extender a Alemania
el
fermento radical, que se adheriría a la estrategia anglo-veneciana de
desmembrar a Rusia, a Turquía y al Imperio Austro-húngaro, para hacer
de
ellos un amasijo balcanizado de pequeños estados regionales en
permanente
conflicto (lo que parece que va a ser el mapa de la región entre fines del
siglo XX y principios del XXI). Alexander Helphand -"Parvus", patrón de
Trotsky en 1905 y de otros muchos líderes bolcheviques en 1917-
trabajaba
en realidad para el más importante y hermético político veneciano de la
época, el conde Volpe di Misurata, el artífice de ese enclave ficticio
llamado Libia y coordinador de las guerras balcánicas que condujeron a
la
Primera Guerra Mundial. Lenin se montó en el tren de Parvus, entró
clandestinamente en Rusia, pero no respondió a lo que se esperaba de
él.
Curiosamente, el siglo XX va a acabar casi como empezó, si se mira
atentamente el mapa. Muy pocas de las grandes familias oligárquicas
que
dirigían el mundo entonces deja de hacerlo hoy. Disponen de más poder
y
más sofisticado. Lo que está en juego son decenas y decenas de países
cuyo
destino creen construir en libertad, sin advertir quizás que se hallan en
las
mismas manos que consideran inacabada la obra iniciada por sus
perversos
antepasados hace doscientos (¿O miles? N. de G.F.) años".
También oportunamente me he referido a la relación -principalmente
sanguínea- que existía entre uno de los integrantes descollantes del
discutido proyecto Majestic-12 (el doctor Vannevar Bush) y la imperial
familia homónima hoy encumbrada en el poder. Vinculando el curioso
ascendente que sobre lo ovnilógico entonces esta prosapia familiar
parece
tener, no es inesperado un pronunciamiento como el que sigue, el cual
nos
informa nuestro Colega Daniel Muñoz en su informe semanal "NotiOvni":
(notiovni@yahoo.com) , el 25 de setiembre de 2002:
EL PRESIDENTE BUSH REACTIVA LA PROHIBICIÓN DE INGRESO
AL ÁREA 51...
El miércoles 18 de septiembre de 2002, el presidente de los Estados
Unidos, George W. Bush, insistió en que el "Área 51" no deberá ser
abierta
a las investigaciones sobre uso y manejo de materiales tóxicos y
nucleares,
"y que sus específicas actividades y operaciones pasadas y presentes
permanecerán clasificadas y no podrán ser discutidas bajo ninguna
circunstancia"... El reporte, proporcionado por el periodista Alex Jonson,
de la MSNBC, señala que la ordenanza emitida por Bush es
incontrovertible, y que vuelve a activar la especulación de que en
realidad,
en las instalaciones de Groom Lake, Nevada, se escondan y manipulen
artefactos y tecnología de posible origen extraterrestre...
http://www.msnbc.com/news/809766.asp (en inglés).
Es bastante obvio el interés que pueden tener los Bush y su estirpe en
ocultar al conocimiento público la realidad extraterrestre; de ello ha
referido en extenso nuestro ilustre colega Ignacio Darnaude-Rojas.
Básicamente, controlar la economía mundial -y el poder sobre las masas
que
ello significa- a costa de -repito a los autores citados hasta aquí-
"balcanizar" las naciones, regresar a una concepción feudal de la
economía
(donde los "señores" locales sostienen su poder a sangre y fuego pero
respondiendo en pactos y alianzas a un poder centralizado en la figura
del
rey). Como parte de ese proceso, es necesario:
a) Ocultar y obstaculizar la relación eventual con otras culturas e
inteligencias que, por su sola presencia manifiesta y admitida,
desplazaría
hacia otra perspectiva cósmica una presupuesta verticalidad sumisa a la
historicidad de ciertas raigambres plutocráticas.
b) "Torpedear" todo progreso tecnológico que pudiera abrir a la
humanidad
los portales del cosmos, revelando no sólo nuevas tecnologías y formas
de
energías accesibles masivamente y casi gratuitas -que pondrían en pie
de
igualdad a rubios anglosajones con pequeños bosquimanos- sino el
conocimiento precisamente de la manipulación de que hemos sido
colectivamente víctimas hasta aquí.
c) Crear un específico paradigma de cómo debe evolucionar el intelecto
de
las futuras generaciones, alejándolas de toda revelación metafísica y
trascendente que podría peligrosamente dar alas a los sueños de
libertad,
mediante un rígido "canon" de academias "científicas" y modos
"políticamente correctos" de ascender en la pirámide social con sus
prebendas.
En este proceso manipulador (déjenme decirlo de una vez y claramente)
son
idiotas útiles dos castas contemporáneas claramente identificables: la
de
los "racionalistas escépticos", esos contradictorios "fanáticos de la
razón"
que aglutinados en entidades como la ARP española o el CSICOP no sólo
son
verdaderos Torquemada del libre pensamiento, sino, los intuyo,
ignorantes
peones en un ajedrez que los premia con migajas de atención mediática
y
ofrendas del limosnero institucional, sintiéndose preclaros fiscales de la
conciencia ajena, sin ser más que agentes involuntarios e inconscientes
de
un Gran Plan que serían intelectualmente incapaces de aprehender en
su
verdadera dimensión. En segundo lugar, cierta prensa, caracterizada por
su
inclinación "socialdemócrata" o simplemente petulantes psicobolches de
café -maridaje extraño de altas dosis de discurso teórico de izquierdas
con el más rancio freudianismo (no sé si existe el neologismo; pero de
no
existir, habría que inventarlo).
Se los llama también "progres", y con cierta suficiencia fukuyámica
digitan
qué temas -y lo que es peor, qué pareceres- son "serios", dignos de su
atención y de recursos aplicados, y cuáles no.
Prescott Bush ya en 1918 integraba la logia estudiantil "Calavera y
Huesos".
En honor a su sociedad, y respondiendo a un desafío de sus
condiscípulos
universitarios, supo invadir un cementerio apache y robar el cráneo del
legendario cacique Jerónimo.
Comenzada la Segunda Guerra Mundial, Prescott, socio de una compañía
de
petróleo en Texas, fue severamente sancionado por el gobierno por
haber
hecho tratos secretos con la nazi Luftwaffe. Experto en vericuetos
legales,
supo no sólo escapar a todo escarnio sino también supo acercarse a los
hombres del poder que habían sido sus correligionarios en "Calavera y
Huesos"; tornóse íntimo de los hermanos Allen y John Fuller Dulles. Éste
último dirigía la CIA cuando el asesinato de John Kennedy, en tiempos en
que asaltado por vaya a saberse qué remordimientos insistió ante Bush
a
devolver el cráneo de Jerónimo, cosa a que Prescott accedió. No pasó
mucho tiempo para que los descendientes de los bravos indígenas
descubrieran que el cráneo era falso...
La amistad con Dulles garantizó que el hijo mayor de Prescott, George
H.,
ejecutivo de la industria petrolera, pudiera acceder a un empleo como
agente de la CIA. George se destacó pronto al punto de, en 1961,
coordinar
la invasión de Bahía de los Cochinos, en Cuba, intentando derrocar al
régimen impuesto por los otrora guerrilleros de Sierra Maestra. Fiel a sus
raíces tejanas, George mismo bautizó a las embarcaciones que llevaron
a los
mercenarios hasta la isla de Fidel como "Zapata" (nombre de una de sus
concesiones petroleras), "Bárbara" (su mujer) y Houston (su centro de
operaciones). La invasión frascasó, mil quinientos mercenarios fueron
presos y más tarde liberados a cambio de U$S 10 millones en alimento y
medicamentos para niños. Pese a la derrota, en 1976 George alcanza el
cargo de director de la CIA. Apenado por el desempeño de su
primogénito
como "007", a estas alturas Prescott se consolaba con el éxito en los
negocios petroleros. Y aplaudió la amplitud de visión de su hijo cuando
George, a mediados de los años '60, se hizo amigo de un emprendedor
árabe que viajaba con frecuencia a Texas, introduciéndolo a unos pocos
de
la sociedad local: Muhammad Ben Laden. En 1968, al sobrevolar los
pozos
de petróleo de Bush, Ben Laden murió en un accidente aéreo en Texas.
No
importaba: los lazos de amistad entre las familias ya se habían
consolidado.
Eran tiempos en que George Bush andaba más preocupado por las
pésimas
calificaciones escolares de su hijo homónimo que por la muerte de sus
amigos.
Arreciaba la Guerra de Vietnam, y para evitar que el hijo fuera
convocado,
George trató de alistarlo en la fuerza aérea de la Guardia Nacional. Pero
la
bebida, mientras tanto, impedía que el nieto de Prescott tuviera chance
de
llegar a ser un buen piloto. Papá George lo incentivó, entonces, a fundar
a
principios de los '70 su propia empresa petrolera, la "Arbusto ("Bush", se
dice en inglés) Energy". Gracias a los contactos internacionales que el
padre mantenía desde los tiempos de la CIA, George hijo buscó las
inversiones de Khaled Ben Mafouz y Salem Ben Laden, este último el
mayor
de los 52 hijos dejados por el fallecido Muhammad. Mafouz era banquero
de la familia real saudita y casado con una de las hermanas de Salem.
Esos
vínculos familiares permitieron que Mafouz llegase a presidente de
"Blessed Relief", una ONG árabe en la cual trabajaba uno de los
hermanos
de Salem, Usama.
Al tiempo, Arbusto llamó a convocatoria de acreedores y renació con el
nombre de "Bush exploration" y, más tarde, "Spectrum 7". Tales
mudanzas
fueron suficientes para impedir que la bancarrota amenazara al joven
George W. Bush. Salem Ben Laden, fiel a los lazos de familia, fue en
socorro de su amigo, comprando U$S 600.000 en acciones de "Herken
Energy", que asumió el control de "Spectrum 7". Y firmó un contrato de
importación de petróleo por un valor de U$S 120.000 anuales. Las cosas
mejoraron para el nieto del viejo Prescott, que logró embolsar U$S
1.000.000 y obtuvo un contrato con el Emirato de Bahrein, el cual dejó a
la
Esso mordiendo el polvo.
En diciembre de 1979, George H. Bush viajó a París para un encuentro
entre republicanos y partidarios moderados de Khomeini, en el cual se
trató
la liberación de los 64 rehenes norteamericanos secuestrados en
noviembre
en la Embajada de los Estados Unidos en Teherán. Se buscaba evitar
que el
entonces presidente Jimmy Carter se valiese del episodio al punto de
perjudicar las pretensiones presidenciales de Ronald Reagan, a fin de
cuentas, otro paladín del "New Deal".
Y, de hecho, papá George hizo el viaje a la capital francesa a bordo del
"jet" privado de Salem Ben Laden, entonces su gran contacto en y con el
mundo islámico. En 1988, Salem, como su padre, falleció en un
accidente
aéreo. En aquél mismo año (de 1979), los soviéticos invadieron
Afganistán.
George, que coordinaba las operaciones de la CIA, recurrió a Usama, uno
de los hermanos de Salem, quien aceptó infiltrarse en Afganistán, para,
supervisado por la agencia de inteligencia, fortalecer la resistencia
afgana
contra los invasores comunistas (si quieren cotejar los datos dados hasta
aquí, pueden consultar el libro "Un hijo afortunado: George W. Bush y la
"fabricación" de un presidente americano", de Steve Hatfield). Todo lo
que sigue es ahora historia harto conocida. Así como el abuelo Prescott
fue
por la cabeza de Jerónimo, el nieto George va tras la cabellera de
Usama.
¿Simple paranoia o plan global?
Por definición es imposible tener siquiera, hoy por hoy, una perspectiva
completa -y correcta- de las estrategias de Los Iluminados. Sin embargo,
podemos inferir que ciertos hechos aparentemente inconexos entre sí
guardan empero una estrecha relación, en orden de condicionar el giro
(tal
vez sea exagerado hablar aquí de "evolución") de nuestra civilización
tras
sus objetivos. Estos hechos serían:
La metódica y planificada pauperización de ciertos países
"tercermundistas" con el objetivo de lograr el control territorial de los
mismos.
La aparición y subsecuente expansión del SIDA.
La "programación mental" de aquella parte de la población mundial
culturalmente activa, encolumnándola tras un paradigma donde lo
"correcto
y aceptado" en términos intelectuales es, paradójicamente, lo más
alejado
posible de una verdadera espiritualidad.
Una simple digresión antes de pasar a ello: estas consideraciones me
supondrán -qué duda cabe- el mote de "conspiranoico", con que se ha
abusado hasta el hartazgo para definir a quienes creen ver -o constatar-
ciertos complots globalizados en marcha. Precisamente, el sólo triunfo
actual de la así llamada "globalización" no tenía tan errados a estos
pioneros que más de cien años atrás ya advertían la aproximación de un
gobierno mundial que bajo la mascarada de progreso tecnológico y
humanitario en realidad sólo tendía a la centralización de las estructuras
económicas de poder. Pero no es de eso que estamos hablando ahora.
Simplemente, quisiera acotar que en cierto modo me resulta halagador
ese
sanbenito, pues la experiencia periodística de los últimos años ha
demostrado que una palabra destinada a insultar y desmerecer a quien
se le
endilgare (presintiéndole un delirante paranoide que ve conspiraciones
en
todas partes) se ha transformado casi en un vocablo aséptico que hoy
por
hoy simplemente etiqueta más una postura ante la historia "oficial" que
encerrar un juicio de valor a quien lo porte. Pequeñas venganzas
semánticas.
Analicemos los tres ítems referidos:
El control territorial
Cada uno de los puntos aquí mencionados merecería por sí mismo un
extenso
artículo. ¿Un artículo?. Una decena de ensayos, seguramente. Pero para
no
aburrir al lector, permítanme llamar su atención sólo sobre ciertos
hechos
puntuales. Por ejemplo, y mirando hacia adentro; ¿es sólo "casual" -en
un
contexto histórico- lo que está pasando en Argentina, hoy?. ¿Es sólo el
producto de la condena kármica de contar con dirigentes corruptos e
ineficientes?. ¿Es el "ser" argentino?. ¿O hay otra cosa?.
Desde la perspectiva que pueden tener los lectores en el exterior, es
sencillo suponer que la debacle de nuestro país es sólo la consecuencia
de
una pésima administración y la falta de cultura democrática. Sin
embargo, a
ese mismo observador exterior se le debería hacer difícil conciliar ello
con
el hecho irrefutable de que a comienzos del siglo XX Argentina estaba
posicionada entre los siete países más desarrollados y ricos del planeta.
Más aún; en 1917, el ingreso de Estados Unidos en la Primera Guerra
Mundial supo demorarse porque entre otros aspectos el Congreso
norteamericano discutía si el embarcarse en una guerra de tal magnitud
no
sería aprovechado precisamente por nuestro país para desplazar al suyo
en
la hegemonía hemisférica. Y esto no son delirios trasnochados: son
hechos
históricos.
Tenemos, sí, una tradición de gobernantes corruptos.
La pregunta es: ¿será parte del "ser nacional" o su instauración también
ha
sido digitada por el poder en las sombras?. ¿Somos simplemente malos
administradores de la fortuna con que la Naturaleza nos dotó -es una
frase
remanida pero no inexacta decir que pocos países en el mundo tienen,
como
el nuestro, todos los climas, todos los minerales, todas las explotaciones
productivas potenciales, todos los recursos- o existe una "programación"
para, en un plazo más o menos mediato, entregar ese inmenso capital a
cambio de unas monedas?. Y si esto fuera verdad; ¿qué mejor estrategia
que convencer, no sólo a los habitantes del resto del mundo sino muy
especialmente a nosotros mismos, que somos unos irredentos
chapuceros,
incapaces de rescatar este país de la desaparición y sugerirnos, a través
de
la TV "progre" que la "gente de bien, con esperanza en el futuro y ganas
de
luchar por una mejor calidad de vida" es precisamente la que opta por
hacer las valijas y abandonar el país?. Los que se quedan son los
resignados, es decir, los pobres de espíritu. Y estoy convencido de que
no
necesariamente piensa así cada argentino que pone en orden su
pasaporte.
Digo, por el contrario; éste es el modelo que nos están vendiendo hoy
por
hoy los medios.
Aún recuerdo algunas de las múltiples consecuencias generadas por mi
ensayo "En busca de las raíces espirituales de la crisis argentina" (AFR

69) entre las cuales no era la menor la de muchos compatriotas
indignados
que -la mayoría escribiéndome desde el exterior y otros casi con un pie
en
la escalerilla del avión- reivindicaban (lícitamente) su derecho a irse, en
una argumentación que siempre giraba alrededor de una
autoconmiseración
jamás reconocida. Es que es difícil, muy difícil, ser juez y parte. Y, de
todas formas, sus argumentos no revelaban más que la profundidad de
esa
programación en la que han sido desde siempre cultivados.
Lo que firmemente creo es que, siempre bajo las órdenes de ese Nuevo
Orden Mundial, la idea es apropiarse -por parte de las plutocracias ya
mencionadas- de territorios aún vírgenes como nuestro país. Primero,
comprándonos muchos recursos (el petróleo, los servicios públicos) a
precios ridículos por obra y gracia de gobernantes sólo eficientes en
contagiar a las masas del clima festivo que la misma dilapidación de
esas
monedas podía generar por un tiempo. Luego, cuando nada quede por
vender, la tierra misma. En la Patagonia, por caso, los así llamados
"hielos continentales patagónicos" encierran la segunda reserva de agua
dulce más importante del planeta. A como avanza la desertización y
según se extinguen las reservas petroleras, dentro de cincuenta años la
Patagonia tendrá más valor estratégico que Kuwait, Dubai e Irak juntas.
Y
los paladines de las doctrinas económicas imperiales no cometerán otra
vez
el mismo error. Así que la estrategia es, desde ahora, asegurarse esos
inmensos territorios. ¿Qué mejor que pauperizar a la población, sumergir
a
las masas en la frivolidad, la incultura y el pasatismo, convencer
maquiavélicamente a los sectores intelectualmente capaces de irse a
ejercer sus neuronas lo más lejos posible, sumir a la Nación en el caos
económico y comprar a terratenientes ahogados en sus deudas grandes
latifundios a precios irrisorios?. ¿Qué mejor, para este Nuevo Orden
Mundial, que presionar a un gobierno tan débil como el argentino (si el
pasado, el presente o el futuro, es sólo cuestión anecdótica) de la
necesidad de preservarse de los grandes fantasmas, el terrorismo
internacional y los carteles de la droga, para desembarcar en sus
territorios desde militarmente (la futura base americana de Tolhuin, en
Tierra de Fuego, y las especuladas en Salta y Entre Ríos, son meros
ejemplos) hasta conómicamente (literalmente, partiendo en dos a la
república con las operaciones inmobiliarias ya citadas).

Cito a la periodista Stella Calloni:


"La posibilidad de que Estados Unidos intente algún tipo de acción
militar
en Ciudad del Este, Paraguay, en la zona de la Triple Frontera durante
las
maniobras militares previstas para octubre próximo en Misiones, no
surgió
de una simple especulación. Se trata del avance de una apresurada
militarización estadounidense a consecuencia de la guerra antiterrorista
declarada por la administración de George W. Bush."
"Esa declaración de guerra anuló las soberanías, desconociendo las
fronteras después de los atentados del 11 de septiembre del 2001
sirviendo
como anillo al dedo para avanzar en el esquema de Guerra de Baja
Intensidad (GBI) diseñada para controlar los previsibles conflictos que
agitarían a América Latina, bajo la imposición del denominado
"terrorismo
económico". A esto se agrega la prioridad dispuesta por Washington
para
asegurarse reservas petroleras y otros productos estratégicos en
América
Latina. Como señala un analista local "la convocatoria del Tratado
Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR) en el marco de la
Organización de los Estados Americanos (OEA) dos semanas después de
los
atentados del 11 de septiembre ha generado en algunos países de la
región
la iniciativa de buscar nuevas formas de militarización de su vida
pública,
usando como escudo la movilización mundial contra el terrorismo que
lidera
Estados Unidos".
"Una serie de maniobras y operaciones en distintos países sentaron las
bases para los nuevos movimientos, como los que se proponen en
Argentina
para los próximos meses y en otros países provocando una fuerte
reacción
de Brasil, entre otras naciones. Analistas brasileños advierten que desde
el
Plan Colombia, se avanzó en el 2001 hacia la "Iniciativa Andina" y a
otros
planes como "Nuevos Horizontes" que han permitido el ingreso de
tropas a
distintos países como Guatemala y Paraguay. Por medio de la iniciativa
Andina precisamente se propuso crear una fuerza multinacional para
actuar
en una intervención a Colombia, donde las guerrillas fueron calificadas
por
Washington como el "mal terrorista" que hay que eliminar."
"El Comandante en Jefe Interino del Comando Sur del Ejército
norteamericano, Gary Speer, afirmó que su fuerza "reconoció (en la
Triple
Frontera) una amenaza terrorista viable en América Latina mucho antes
del
11 de septiembre" y que si esa amenaza, "no es expuesta y removida,
representa un potencial de peligro tanto para nuestra seguridad
nacional
como para la de nuestros vecinos". La exposición de Speer se realizó en
el
parlamento donde mencionó la "Guerra contra el terrorismo y la política
estadounidense en Colombia. En el Comando Sur -continuó- nosotros
venimos monitoreando actividades terroristas durante años, incluyendo
incidentes como los ataques con bombas contra la embajada israelí en
Buenos Aires y la sede mutual judía en la Argentina, en 1992 y 1994,
atribuidos a Hezbolá". Según Speer, "recientemente grupos terroristas
internacionales se dirigieron hacia algunos países de América Latina",
donde encontraron "puertos seguros desde los cuales sostener
operaciones
a nivel mundial".
El militar señaló que la zona de la Triple Frontera entre Argentina, Brasil
y
Paraguay "sirve como base de soporte para grupos radicales islámicos
como
Hezbollá, Hamas y Al Gama´at al-Islamiya".
"Todo esto cambió el escenario en el sur. Por primera vez en 132 años
las
fuerzas armadas brasileñas discuten un documento donde ya no se
considera a la Argentina como una hipótesis de conflicto armado para
ese
país, Brasil trata de llegar a acuerdos dentro del Mercado Común del Sur
y
establecer sus esfuerzos en la Amazonia en su frontera con Colombia.
"Los
avances estadounidenses han acelerado la reacción de varios países; en
el
caso de Brasil la iniciativa tiene como fundamento el hecho de compartir
el
mismo espacio geopolítico y las mismas preocupaciones por la
estabilidad
regional. Pero los brasileños tienen, en la mira, un proyecto más
ambicioso:
extender esa cooperación defensiva a toda América del Sur" señala un
análisis.
"Todo esto está en la región conjuntamente con el avance del terrorismo
económico, impuesto a sociedades que han retornado a 50 años atrás
como
sucede en Argentina. Y además se ha movilizado la sociedad en torno a
temas de seguridad colectiva, cuando mafias y bandas organizadas
actuando con el poder político local y mundial ponen su cuota de
criminalidad para azuzar los autoritarismos. América Latina sin embargo
resiste y esto crea tantas contradicciones al poder mundial, como sus
desvaríos y la impunidad con que pretende avanzar y ya hay países que
no
se pliegan tan fácilmente a la maquinaria de una guerra que puede
arrastrar al mundo a la hecatombe."
"El temor de sectores de las fuerzas armadas del Cono Sur es que la
presencia militar de Estados Unidos en esta subregión complementa el
esquema de la base estadounidense en Manta, Ecuador, y permite una
serie
de operaciones conjuntas que involucrarían a otros países, a la vez que
se
menciona el funcionamiento de la Escuela de Selva de Coca en la región
selvática de Ecuador, donde se entrenarían a militares brasileños,
colombianos y ecuatorianos en técnicas de guerra. También se
mencionan
los aportes que realiza a este conjunto la Base Naval de Iquitos, en el
norte
de Perú, donde habría más de medio centenar de asesores
estadounidenses
con lanchas rápidas como las que patrullan en la zona de Zarate Brazo
Largo en el río Paraná en la Argentina."

"La reciente denuncia de Amnesty Internacional sobre el entrenamiento


de
soldados peruanos, a los que se sometía amarrados, a choques
eléctricos y
cuyas imágenes conmovieron al mundo, indican el tipo de
asesoramiento
común a los viejos esquemas de la Escuela de las Américas en el
Comando
Sur estadounidense. Esta Institución prevé para este año una cantidad
de
operaciones y en esto se inscribe la supuesta asistencia para el
desarrollo
ambiental, que ha firmado con varios países del Sur. Mediante ese
convenio
marines armados hasta los dientes ingresaron al territorio de la
provincia
de Misiones para supuestamente combatir al mosquito portador del
dengue."
Asimismo a lo interno, ya hay acciones de intelectuales, y de un sector
de la
población que ha comenzado a reaccionar ante la seguridad interna y
sus
graves consecuencias en desmedro de todos los derechos ganados. Ser
gendarme en un mundo acosado por la injusticia y a la vez despierto en
sus
derechos no será fácil. Y ya se está sintiendo."
Y la importancia estratégica que también tiene el Amazonas para estos
grupos plutocráticos, queda puesta de relive en este cable periodístico:
POLEMICA POR UN SISTEMA DE VIGILANCIA AMAZÓNICA
El Sistema de Vigilancia Amazónica (SIVAM), inaugurado a mediados de
setiembre por el presidente Fernando Henrique Cardoso, vuelve a ser
objeto de escándalos como en 1996, cuando costó el puesto de algunos
funcionarios.
El sistema, que integra radares, aviones y bases móviles y fijas, fue
montado por la cuarta mayor empresa de defensa en los Estados
Unidos.
Raytheon tiene como es obvio un cliente cautivo en el Pentágono. Su
facturación anual asciende a 4.100 millones de dólares. El proyecto
costó
1.400 millones de dólares y fue parcialmente financiado por el
Eximbank.
El SIVAM vigilará los 5 millones de kilómetros cuadrados que cubre la
selva del Amazonas. Y podrá rastrear cualquier avión que entre en el
espacio aéreo brasileño por la extensa frontera selvátiva.
Una investigación periodística del diario Folha de Sao Paulo reveló que la
Raytheon venció a la francesa Tahles (conocida antiguamente como
Thomson) en forma poco leal. Documentos oficiales obtenidos por Folha
en
Washington, revelan que Raytheon tuvo "ayuda" especial para vencer
en la
pelea. El auxilio no sólo vino de los servicios de inteligencia
norteamericanos sino también de un alto jefe militar brasileño. El diario
paulista cita al teniente brigadier Marcos Antonio de Oliveira, hoy jefe
del
Estado Mayor de la Aeronáutica como uno de los artífices de ese triunfo.
Según se afirma, en junio de 1994, antes de la presentación de las dos
propuestas finales, el gobierno norteamericano consiguió información
sobre
las condiciones de financiamiento que ofrecía su competidora francesa.
Y
además tuvo una garantía adicional del gobierno brasieño: que se
compartirán los datos con Estados Unidos. Con la victoria de la empresa
norteamericana, uno de los documentos exhibidos por Folha asegura
que al
integrarse el SIVAM a una red de radares (de EE.UU.) en la cuenca
caribeña, implicará una gran ventaja informativa hemisférica.
Esto contrasta con el contrato con Raytheon, donde la compañía sólo
debía
proveer el software y equipos.
Pero quedaría excluida de la obtención de datos y su procesamiento,
exclusivamente a cargo del gobierno brasileño. Según Folha, eso no
explica
que para Estados Unidos el negocio de Raytheon fue una excelente
oportunidad para satisfacer sus intereses en las áreas de monitoreo
ambiental, seguridad del tráfico aéreo y combate del narcotráfico. (!)
El proceso de contratación de la Raytheon estuvo a punto de fracasar en
1995 y el gobierno llegó a pensar en frenar todo el proyecto. Pero los
ejecutivos de la compañía norteamericana movieron todas las fichas en
Washington. Desde autoridades del Departamento de Comercio hasta la
embajada norteamericana en Brasilia presionaron al Congreso brasileño
para que sacara el proyecto SIVAM del pantano. De acuerdo con el
diario,
el teniente brigadier Oliveira coordinaba el proceso de seleción de las
empresas proveedoras de equipos cuando hizo una maniobra que
aseguró a
Raytheon el montaje del SIVAM. Fue al conseguir una carta del gobierno
brasileño que permitió desatar un préstamo del Eximbank. Así, la
empresa
norteamericana consiguió presentar una mejor propuesta que su
competidora francesa.
El brigadier Oliveira negó la información de que "haya privilegiado" a
una
empresa o a un gobierno en el proceso de seleción. También negó haber
prometido a los Estados Unidos que tendrían un acceso privilegiado a la
información. Oliveira fue uno de los militares que convenció al ex
presidente Itamar Franco a no realizar una licitación pública. Fue
durante
la presidencia del actual gobernador de Minas Gerais que declaró
vencedora a Raytheon, en julio de 1994.
El SIVAM cuenta además con 5 satélites en órbita que sobrevuelan la
región cada 20 minutos y recogen los datos que las estaciones terrestres
recolectan. Hay un CCG (Centro de Coordinación General) en Brasilia y
tres
CVR) Centros de Vigilancia Regional en Porto Velho, Manaos y Belén.
Casulamente, la Raytheon fue la empresa contratista de seguridad más
beneficiada con contratos multimillonarios para proveer tecnología
destinada a reforzar la seguridad interior de EE.UU. luego de los
atentados del 11-S.
Distribución del SIVAM sobre territorio brasileño
A mediados de los 90, un empresario multimillonario ligado al grupo
internacional Rockefeller, Douglas Tompkins, presidente de la fundacion
Deep Ecology, comenzó a adquirir enormes extensiones de bosques
vírgenes
en el sur de Chile, con la aparente intencion de crear el parque privado
más
grande del mundo, con cerca de 300.000 hectáreas. Tras conseguir el
reconocimiento de su parque por el Gobierno de Chile, Tompkins ha
continuado extendiendo sus posesiones territoriales en Chile. Hoy, sus
territorios y los de sus asociados superan ampliamente las 400.000
hectáreas, y han cortado literalmente a Chile en dos.

Lo más grave de este asunto es lo oscuro de las intenciones del


magnate.
Supuestamente actuaría con fines conservacionistas, pero curiosamente
las
regiones adquiridas no estan ni han estado nunca amenazadas. De
hecho,
estan casi deshabitadas, más ahora que Tompkins esta forzando la
salida
de los pocos colonos que aún viven en esas latitudes.

Pero Tompkins no es el único multimillonario extranjero adquiriendo


vastos
terrenos vírgenes. También Rick Klein, David Syre, Jan Mosse, Timmy
Goldsmith, James Goldsmith, Jeremy Henderson y un tal Schidlowsky,
entre otros, han comprado enormes porciones de tierra no sólo en el sur
de
Chile, sino también en el sur argentino. Curiosamente, todos son
importantes
miembros de organizaciones ecologistas (Deep Ecology, Ancient Forest
International, World Tree Foundation, etc.) Dichas extensiones, al ser
adquiridas por fundaciones u organismos constituidos como sujetos de
derecho internacional, quedan sujetas a las leyes de compra de los
Estados
Unidos, lo que constituye un gravísimo antecedente en contra de la
efectiva
soberanía chilena en dichos territorios.

Ahora bien, si nos remontamos a la década del 60, durante la


administración Kennedy, el gobierno norteamericano quiso reevaluar la
efectividad de su política imperialista. Debido a que los conflictos
bélicos estaban teniendo un costo politico demasiado alto (recordemos
la
Seguna Guerra Mundial, Korea, Vietnam), acordaron estudiar una mejor
forma de mantener su dominio sin la necesidad de la guerra
convencional.
Para esto, se reunió a doce de sus mejores científicos, sociólogos y
psicólogos en la Universidad de Houston, financiados por Rockefeller,
quienes crearon el denominado "Iron Mountain Plan", y que elaboraba
como
solución la utilización de la preservación del medio ambiente. Es decir, la
"ecología", al ser una causa tan noble y de relevancia universal, seria
difícil que encontrara opositores. Así, comenzó la creación y la ofensiva
de
innumerables grupos "ecologistas", manipulados por los intereses
norteamericanos.

Ya que para nadie es un misterio el que Estados Unidos sea a su vez


controlado por la consabida cúpula hegemónica, bien podemos afirmar
que
es esta cúpula la que está detrás de la ecología. Y si vemos que la
compra
de territorios en Chile y Argentina está siendo efectuada por estos
mismos
grupos ecológicos, es cosa de saber sumar dos y dos.

Aun así, la real dimensión de esta situación la obtenemos analizando a


Theodor Herzl, el fundador ideológico del Estado de Israel. En su libro
"Der Judenstadt", de 1897, Herzl _evalúa dos opciones para la ubicación
geográfica del Estado de Israel: Palestina y la Patagonia. Asimismo,
afirma
que en cincuenta años habrá un estado judío en Palestina, pero lo que
realmente importa es que en cien años habrá un estado judio en el cono
sur
de Sudamérica, pues por la escacés de habitantes y la riqueza de
recursos
sería "la Tierra Prometida". Nair Judá.
¿Debo decirlo?. Sí, debo decirlo, pues no faltará aquí el imbécil que sin
profundizar la médula de estos planteos simplemente concluirá que mis
argumentos -y mi ideología- es "discriminatoria". Sí, debo decirlo: no son
las etnias, ni las colectividades, ni las naciones, ni siquiera las ideologías
ni
las creencias las responsables de este monstruoso plan de dominación
mundial. Son los individuos. Ciertos individuos, aquellos que sólo
reconocen
como ciudadanía común la de la Bolsa, como lengua común la del
dinero,
como moral y principios comunes los del poder a toda costa.
Individuos que a conveniencia adoran o execran su propia Historia, las
luchas de sus antepasados. Que cambian de banderas como de ropa
interior. Individuos que tratan de confundirnos estimulando entre
nosotros
-todo el orbe- odios y rencores de estos contra aquellos, de "ismos"
contra
otros "ismos". Individuos que no dudan en llevar la carnicería a sus
propios
compatriotas -por lo menos, a quienes lo son en teoría- que no trepidan
en
valerse de instituciones preexistentes, sociedades iniciáticas,
organizaciones no gubernamentales, partidos políticos, estructuras
todas
que inficionan para, aprovechándose de la buena voluntad de muchos
que
en ellas militan, propender a sus propios fines.
Anoten, simplemente anoten. Al día de hoy, más de 34.000.000 de
hectáreas de las regiones más ricas de Argentina -sí, leyeron
correctamente la cifra- han sido vendidas o están en trance de
hacerlo a multinacionales. El país destruido, el país donde nada queda
por
hacer, el país condenado a la ignominia por no "honrar sus compromisos
internacionales" (según un FMI que exige que las deudas sean pagadas
a
costa de las reservas y la coparticipación federal, esto es, el dinero que
el
gobierno central debe enviar a las provincias para tender planes de
ayuda
social, salud y educación), en fin, el país en el cual no vale la pena
invertir
según pontifican en Wall Street es comprado con voracidad de buitres
por
una camada de "elegidos".
Y en consonancia con esto, existe un rosario de hechos sobre los cuales
no
podemos extendernos aquí (no porque no podamos, sino simplemente
porque
lo reservamos para una mejor oportunidad). Deberíamos hablar de los
experimentos semiclandestinos, semioficiales, que a mediados de los
años
'90 se realizaron en campos cercanos a la ciudad de Azul, en la provincia
de Buenos Aires, por elementos nunca claramente identificados de
empresas farmacéuticas norteamericanas con el ganado vacuno de esa
región, en un escandaloso programa experimental de vacunación que,
según
se supo después, sólo enmascaraba la prueba de medicamentos
prohibidos
por sus autoridades en el gran país del norte. Podríamos extendernos
sobre
las operaciones militares del 2001 en la provincia norteña de Salta
juntamente con las llevadas a cabo por unos 80 "marines" en nuestra
provincia de Entre Ríos, sobre la cual hubo una demanda de
explicaciones
de la honorable Cámara de Diputados de la Nación a las autoridades
militares al trascender al público su presencia, ya que estaban operando
sin
informar siquiera a los gobiernos provinciales. (Acotación graciosa:
preguntada una alta fuente de Gendarmería Nacional por qué ese grupo
de
marines elegiría precisamente esa zona de islotes boscosos, aquella
respondió que "por las especiales características del lugar, que la hacían
ideal para el entrenamiento de los norteamericanos"... ¡como si los
"marines"
no contaran en todo el mundo con miles de lugares de similar tenor para
entrenar, y además y extrañamente, a escondidas de las autoridades
civiles).

Podríamos relatar que durante todos los '90 la misma zona donde en el
2002 entrenaron los "marines" fue constelada por decenas de
testimonios
de visiones de "helicópteros negros". Podríamos preguntarnos si fue
pura
casualidad que las maniobras conjuntas en el Norte argentino estaban
programadas desde el 25 de agosto al 11 de setiembre de 2001.
Podríamos
extendernos sobre ciertas extrañezas -si cabe la expresión- que hemos
estado observando al estudiar panorámicamente la "oleada" de
mutilaciones
de ganado en Argentina. Podríamos hablar de que a fines de este año
-con
una continuidad insólita- han de repetirse las "operaciones conjuntas",
pero
Estados Unidos (recuerden: "o están con nosotros, o están contra
nosotros") ya advirtió que esta vez quiere para sus efectivos de todo
rango
el status jurídico de la "inmunidad diplomática". Es decir, que en otros
términos, si algún "marine" en su próxima visita viola a la hermana del
lector, no puede ser juzgado por la Justicia civil y Penal de este país, lo
que es tanto como darle "licencia para matar" a cualquier uniformado
por el
mero hecho de tener pasaporte estadounidense, una monstruosidad
jurídica
imposible de concebir en cualquier nación que respete su
autodeterminación y su dignidad... Pero para qué seguir.
El fantasma del HIV y el SIDA
Sobre esto no abundaremos en extensión por el mero hecho de no ser
suficientemente idóneos para ello. Salvo para hacernos ciertas
preguntas,
las cuales comenzarían con algo tan aparentemente "inocente" como:
¿estamos seguros de que hay una pandemia de SIDA?. ¿Qué certeza
tenemos de que el HIV produce el SIDA?.
Ya en aquel informe de la "Montaña de Hierro" a que hiciéramos
referencia
párrafos atrás, se planteaba la necesidad de reducir drásticamente la
población mundial para un "mejor Aprovechamiento" de los exigüos
recursos.
Una solución malthusiana es la guerra, siempre oportuna... siempre
conveniente... siempre redituable.
Otra, una enfermedad tan irreversible que aun cuando se conociese una
cura, ésta estuviera sólo al alcance de unos pocos privilegiados
económicos.
Recomendamos al lector interesado la lectura de dos artículos ya
publicados en nuestra revista electrónica, en AFR Nº 64 (LAS PRUEBAS
PARA DIAGNOSTICAR LA INFECCIÓN VIH NO SON ADECUADAS
enviado por Patricia Sobrado a la lista Sanación Natural (suscripción)
extractado del artículo "Las pruebas para diagnosticar la infección VIH
no
son adecuadas", publicado en El Pequeño Periódico, edición Nº 52,
julio/agosto de 1999) y AFR Nº 62 (SIDA: ¿CONTROL DEMOGRÁFICO?
por Patricia Sobrado).
Pero podemos profundizar esas reflexiones. De hecho, formalmente
prometo regresar sobre el particular en un próximo trabajo, elaborando
una hipótesis vinculante entre SIDA y explotación capitalista. De neto
corte
malthusiano, el síndrome "pandemia SIDA" no sería, bajo esa
aproximación,
más que otra faceta de la sociedad de consumo digitada por un
omnímodo
poder financiero centralizado.

La programación colectiva
Desde que se desenmascarara la realidad de proyectos como el MK Ultra
de los militares norteamericanos (y Dios sabe cuántos otros "proyectos
negros" de Control Mental de la población aún permanecerán bajo siete
llaves) hay que ser realmente muy ingenuo para no pensar que el eterno
deseo de los gobiernos de todos los tiempos de monitorear los
pensamientos, deseos y creencias y, de ser posible, digitarlos, en orden
a
sus propios pueblos, ha encontrado en estas épocas el perfil más
cercano a
hacerse realidad. Pero tal vez ese logro no responda a
cienciaficcionescos
equipos ultrasofisticados en manos de alucinados científicos, sino
simplemente manipulando uno de los grandes fenómenos del siglo XX,
un
ícono del entretenimiento popular: la televisión. No resisto la tentación
de
reproducir aquí un largo pero sustancioso artículo que me enviara
nuestro
amigo Brent ( Brent@euskalnet.net ) y que pertenece a Carlos Bravo
Regidor, la crítica literaria de una obra de Giovanni Sartori; "Homo
videns.
La sociedad teledirigida" (publicado en Madrid por Editorial Taurus bajo
traducción de Ana Díaz Soler, 1998):

Dice Ortega, en La rebelión de las masas, que "lo característico del


momento es que el alma vulgar, sabiéndose vulgar, tiene el denuedo de
afirmar el derecho de la vulgaridad y lo impone dondequiera". Dicha
aseveración, escrita a finales de la década de los veinte, se ratificaba a
mediados del siglo, cuando aparecía el aparato creador y recreador, por
excelencia, de las masas: la televisión.
A partir de ese hecho, Giovanni Sartori advierte: un mundo concentrado
sólo en el hecho de ver es un mundo estúpido. El homo sapiens, un ser
caracterizado por la reflexión, por su capacidad para generar
abstracciones, se está convirtiendo en un homo videns, una criatura que
mira pero que no piensa, que ve pero que no entiende.
El proceso comienza desde la infancia. La televisión es la primera
escuela
del niño, en donde se educa con base en imágenes que le enseñan que
lo que
ve es lo único que cuenta. Así, la función simbólica de la palabra queda
relegada frente a la representación visual. El niño aprende de la
televisión
antes que de los libros: se forma viendo y ya no lee. Dicha formación va
atrofiando su capacidad para comprender, pues su mente crece ajena al
concepto -que se forma y desarrolla mediante la cultura escrita y el
lenguaje verbal-. De esta manera, "Los estímulos ante los cuales
responde
cuando es adulto son casi exclusivamente audiovisuales".
Dejando a un lado la función de entretenimiento que la televisión tiene,
Sartori se concentra en su labor formativa. No es el homo ludens el que
le
interesa, sino el homo videns. Si el niño crece junto al televisor, su
concepción del mundo se vuelve una caricatura; conoce la realidad por
medio de sus imágenes y la reduce a éstas.
Su capacidad de administrar los acontecimientos que lo rodean está
condicionada a lo visible: su capacidad de abstracción (de trascender,
por
decirlo de algún modo, lo que le dicta el ojo) es sumamente pobre, "no
sólo
en cuanto a palabras, sino sobre todo en cuanto a la riqueza de
significado". La imagen no tiene contenido cognoscitivo, es
prácticamente
ininteligible. El acto de ver anula, en este caso, el de pensar. El concepto
queda sumergido entre colores, formas, secuencias y ruidos de fondo.
En
tanto que la asimilación de una palabra requiere del conocimiento de un
lenguaje y de una lengua, la imagen, por su parte, se procesa
automáticamente: se ve, y con eso es suficiente.

Por supuesto, Sartori no ignora las repercusiones políticas que acarrea el


surgimiento del homo videns. Si es cierto que la democracia es el
gobierno
de la opinión, y que los medios (especialmente la televisión) son, en
gran
medida, formadores y transmisores de la misma, entonces la
importancia
que adquieren como instrumentos de y del poder es enorme.
En el mundo del homo videns no hay más autoridad que la de la
pantalla: el
individuo sólo cree en lo que ve (o en lo que cree ver). Sin embargo, la
imagen también miente; puede falsear los hechos con la misma facilidad
que
cualquier otro medio de comunicación, con la diferencia de que, "la
fuerza
de la veracidad inherente a la imagen hace la mentira más eficaz y, por
tanto, más peligrosa". Además, la propia naturaleza del espacio
televisivo
tiende, irremediablemente, a descontextualizar las imágenes que
transmite,
pues mientras se ocupa de las últimas noticias y de las imágenes más
escandalosas, margina otros aspectos que aunque pueden ser más
importantes que los que se ven, no son, plásticamente, tan atractivos.
Lo
inquietante es, pues, que el poder de la evidencia visible es
contundente,
ésta siempre dice lo que tiene que decir: su veredicto es irrefutable.
Asimismo, el hecho de que la televisión lo convierta todo en
espectáculo,
atropella la posibilidad del diálogo: la pantalla, simplemente, no tiene
interlocutores. La imagen no discute, decreta; es, al mismo tiempo,
juicio y
sentencia. Lo cual es aún más grave si se piensa que la televisión tiene,
por
lo mismo, cierta preferencia por el ataque y la agresividad, pues pueden
ser, en sí, visuales; en tanto que la defensa o la inteligencia requieren,
por
su parte, de un discurso que para el ojo desnudo es aburrido e
indescifrable. Quien es acusado por los medios, es, en la mente del
público,
culpable inmediatamente.
Las elecciones se vuelven, por su parte, una competencia en donde son
los
hombres, y no los programas de gobierno ni el respaldo partidista, los
que
se graban en la mente del elector. "La televisión nos propone personas
en
lugar de discursos [...] El video-líder más que transmitir mensajes es el
mensaje." La política, por televisión, requiere de personajes, se
fundamenta
en la exhibición de rostros. No obstante, ello varía según el sistema
político
en cuestión: si el voto es por lista o por candidato, si es en distritos
uninominales o plurinominales, si los partidos son débiles o están
institucionalizados, si se trata de un sistema presidencial o
parlamentario.
La tendencia, sin embargo, persiste en mayor o menor grado: la imagen
televisiva personaliza la política.

Cuando Ortega sentenciaba "el hombre-masa no atiende a razones", su


juicio era exacto. Ahora, la televisión acentúa ese fenómeno en el homo
videns: promueve la emotividad y la excitación, muestra imágenes que
conmocionan y encienden pasiones en el televidente, sin que éste tenga
que
comprender lo que mira; sus pasiones lo determinan sin sesgos
racionales.
En la era global, la televisión fortalece el localismo, aldeaniza. "El mundo
visto en imágenes es necesariamente un mundo de primeros planos:
algunas
caras, un grupo, una calle, una casa. Por tanto, la unidad foto-
aprehensible
es, al máximo, la aldea, el conglomerado humano mínimo." La realidad
se
percibe por medio de estampas, de tomas y cortes que, en definitiva,
reducen la complejidad de los hechos y del planeta para hacerlo
video-interesante. De tal suerte, la televisión se convierte en un agente
perverso de la globalización. Mientras que por un lado homogeneiza
mediante la explotación de la sensibilidad del público (¿o debería decir
sensiblería?); por el otro, fragmenta, mostrando recortes del mundo que
impiden una comprensión integral de éste. Muestra imágenes de aldeas
dispersas y distintas, pero que provocan lo mismo.

Sobre la posibilidad del gobierno del pueblo en la época del homo


videns,
Sartori cita a Ghita lonescu: "El hecho de que la información y la
educación
política estén en manos de la televisión [...] representa serios problemas
para la democracia. En lugar de disfrutar de una democracia directa, el
demos está dirigido por los medios de comunicación". Éstos no son el
espejo
de la opinión pública, sino la pantalla que recoge el eco que viene de
regreso. De acuerdo con Sartori, no reflejan los cambios que ocurren,
sino
las transformaciones que, a la larga, promueven. La abundancia de
información no garantiza la comprensión de los fenómenos: "se puede
estar
informadísimo de Muchas cuestiones, y a pesar de ello no
comprenderlas".
La televisión produce un demos cuyo criterio somete a sí misma. No es
una
multitud que cree opinión, es un público que la demanda. Y así, se
genera un
grave problema de autoconsistencia: la referencia del público es la
opinión
que los medíos transmiten, de manera que el productor produce a sus
consumidores y éstos, a su vez, se vuelven adictos al producto. Un homo
videns que ha perdido la capacidad de disentir se vuelve, entonces, un
elector teledirigido.
"En estas condiciones, el que apela y promueve un demos que se
autogobierne es un estafador sin escrúpulos, o un simple irresponsable,
un
increíble inconsciente."

La difusión de encuestas que pretenden retratar a ese desconocido


llamado
opinión pública, degenera en un gobierno de los sondeos. Sin embargo,
éstos no constituyen, de manera alguna, un instrumento del poder de
los
ciudadanos; por el contrario, son "una expresión del poder de los medios
de comunicación sobre el pueblo". La consistencia de las opiniones
expresadas estadísticamente es nula: su argumentación es pobre, su
profundidad inexistente. Es tal el margen que existe para provocar una
respuesta, manipulando la pregunta, que la opinión que se recoge no es,
necesariamente, la del encuestado, sino, por lo general, la que el
encuestador persigue. Y en ese caso quien gobierna no es el pueblo,
sino los
medios.
Finalmente, y frente a un escenario tan poco alentador, ¿cuál es la
salida?
Sartori, bien a bien, no lo sabe. Señala, sin embargo, las respuestas
equivocadas. En primer lugar, argumenta que la competencia no es una
solución, pues lejos de incrementar la calidad de los medios, la
disminuye
para cautivar a un público acostumbrado a la basura mediática.
Rivalizando
en conformismo, la competencia entre los medios no acarrea sino un
deterioro de su contenido: el sensacionalismo se vuelve más pagadero
porque llama más la atención, es más emotivo y no requiere de reflexión
profunda. Por si fuera poco, la libertad de expresión presenta un
obstáculo
que complica sobremanera la cuestión: intentar alterar las transmisiones
televisivas podría interpretarse (no sin cierta razón) como una forma de
censura. Lo único que queda, pues, es defender al libro: la cultura
escrita
contra la revolución visual. ¿Pero cómo?
Homo videns es más una reflexión que un estudio. Se distingue de los
demás
trabajos de Sartori, especialmente, en cuanto a la profundidad del texto:
no es un tema que el autor domine, es, más bien, una asunto que le
preocupa.
Está lejos de ser un libro especializado (como, por ejemplo, Ingeniería
constitucional comparada): el rigor académico de otros trabajos no es
tan
evidente. Incluso su aparato crítico está mucho menos nutrido. Empero,
su
agudeza y suspicacia siguen resaltando. Al final, y a diferencia de
algunas
otras de sus obras, lo que pretende es generar preguntas, no ofrecer
respuestas. Desde el inicio, avisa sobre sus intenciones: "La mía quiere
ser
una profecía que se autodestruye, lo suficientemente pesimista como
para
asustar e inducir a la cautela".
Propone el tema del imperio de la imagen, poniendo énfasis en sus
peligros
y esperando, así, detener el florecimiento y la expansión del homo
videns.
Pausa para una alocada especulación por sobredosis de Sartori
Podría escribir durante horas sobre la farandulización de la televisión.
Sobre los "modelos" propuestos. Pero se me ocurre un pensamiento
lateral.
Habría que preguntarse si cuando desde la TV y otros medios se nos
estan
vendiendo como "modelos", por ejemplo, a adolescentes embarazadas,
contestatarias, frívolas, rebeldes, ello, a diferencia de lo que ciertos
grupos moralistas pretenden reivindicar, tiene el peligro, no de atentar
"contra la familia" sino, peor aún, contra el crecimiento intelectual y
emocional parejo de la criatura para que le obligue, por ejemplo, a
abandonar estudios y así generar una masa de mediocres sin poder ni
herramientas intelectuales.
La idea básicamente es: si bien la abuela del barrio ve mal que la
adolescente tenga un hijo, esto no es intrínsecamente malo pero sí es
complicado, pues cierra los caminos de crecimiento de esa chica. Pero
desde la TV se le presenta como ejemplo de "modernidad". ¿Se piensa
sólo
en el rating por identificación o se trata de imponer un modelo de
conducta?. Si es esto último, ¿por qué?.
Es posible desde la óptica que estamos planteando, que la
"intelligentzia"
cultural, el academicismo "adecuado", este modelo de sociedad
neoliberal y
pseudoprogresista que se nos vende a diario sean parte de esa
programación histórica y mundial. ¿Quién sabe?. Como dije, quizás hasta
los
"psicobolches" de café y los "escépticos profesionales" que invierten su
tiempo y hasta dinero de sus bolsillos en atacar la "contracultura New
Age"
sean parte de esa manipulación, idiotas útiles -o algunos a sueldo- para
diseñar lo que es correcto aceptar si uno es un ilustrado cosmopolita a
tono
con la época, o, por el contrario, prefiere ser excecrado a la cloaca de
las
creencias populares más o menos aceptadas en tanto o en cuanto no
cuestionen el "establishment". Porque eso es en lo que tenemos que
detenernos. Los mismos escépticos recalcitrantes que nos atacan no lo
hacen con los obispos católicos, los ministros protestantes, los rabinos
judíos ni los imanes musulmanes no Porque sus teologías sean más
"aceptables" desde el punto de vista de ese racionalismo, sino,
simplemente,
porque nosotros cuestionamos el establishment, el paradigma, y ellos
no.

Tan sencillo como eso.

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