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PROPÓSITOS PSICOLÓGICOS
Libro XVI
Nuestra Tierra
Nuestra Tierra
INTRODUCCIÓN
Entre todos los espectáculos que ofrece nuestro planeta, la vista de un volcán 1
en las Islas Eolinas en el Mediterráneo, no tiene más que una o dos erupciones
por siglo. Mientras que, por el contrario, el Izalco, en América Central, no ha
conocido reposo desde hace dos siglos; nacido en 1770 de una grieta al pie del
volcán Santa María, se elevó cerca de 2.000 metros sobre el nivel del suelo
sobre el cual se ha erigido. Aún cuando se cita siempre al Monte Everest como
el más alto del mundo (8.880 metros) el más elevado es el Mauna-Kea, uno de
los 5 colosos de la Isla Hawai, tiene más de 5.000 metros bajo el nivel del
Pacífico y su cima es de 4.268 metros sobre el nivel del Océano. Así pues,
medido de la base a la cima, el Mauna-Kea es la montaña más elevada de
nuestro globo, ya que la altura del Everest no está medida desde su base que
reposa en el Himalaya, sino desde el nivel del mar. En fin, el Mauna-Kea fue
primeramente un volcán submarino como el Stromboli, el Etna, o como los
volcanes de Islandia, de las Comores, de la Reunión y de las Azores.
1 Se sabe que Vulcano era el Rey del Fuego en la mitología romana; por deformación
“Vulcanus” y “Volcanus” han terminado por ser sinónimos y es así que ha nacido el
término volcán”.
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islas en la región.2
EL AUTOR
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Nuestra Tierra
NUESTRA TIERRA
Ciencias de Tolosa: “De la historia del globo terrestre, que se extiende a dos o
tres mil millones de años, sólo conocemos con alguna certeza el período de
tres o cuatro mil años de los tiempos históricos; sobre los tiempos geológicos
de la era Primaria de hace unos cuatrocientos millones de años, no tenemos
sino un conocimiento fragmentario y en gran parte hipotético; más allá no hay
más que puras suposiciones.”
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La razón es que tanto los organismos vegetales como los animales han 13
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partir del mioceno se esparcieron por toda África, Europa y Asia; inclusive se
extendieron por las dos Américas donde estuvieron ricamente representados
al final del terciario y durante el cuaternario por los “Tetrabelodon”,
“Mastodonte”, “Elephas Atlanticus” e “Imperator”. Sus respectivas áreas de
dispersión, que están ahora nítidamente separadas, se han reducido
considerablemente pues sólo se encuentran en África y Asia tropicales, lo cual
un signo manifiesto de la regresión de un grupo.
3 El zoólogo italiano Rossi, pretendía que una misma especie animal puede tomar
nacimiento en dos puntos mutuamente alejados del globo y que las diferentes cepas se
habrían desarrollado más tarde siguiendo vías paralelas. Esa teoría llamada de la
“Hologénesis”, es demasiado simple ya que no explica los hechos de discontinuidad que se
han constatado a menudo en la distribución geográfica de las especies. Esta teoría ha
entrado desgraciadamente en contradicción con todos los datos paleontológicos, pues la
historia de un grupo prueba que ha aparecido en una región determinada y luego se ha
irradiado hacia los territorios vecinos. Las especies se muestran en vía de regresión sólo en
algunas partes de sus áreas de repartición primitiva, lo que explica los casos de
discontinuidad geográfica.
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opuestos del océano; e incluso cómo organismos de tierra han logrado pasar
de un continente a otro. Pero hacía tiempo que los zoólogos y los botánicos
habían sido conmovidos además por un hecho paradojal: frecuentemente, la
flora y la fauna de continentes diferentes presentan más semejanzas entre sí,
que las que cada una tiene con las especies que ocupan regiones menos
alejadas de su propio continente.
La fauna de África del Sur, por ejemplo, presenta curiosas afinidades con 18
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tierra, de los caracoles o las cochinillas, y es la razón por la cual los zoólogos
han examinado con más particular atención la distribución de esos
organismos.
Los gusanos de tierra del género Microscolex pueblan América del Sur, 20
Australia y Nueva Zelanda, África del Sur y Madagascar, y aún las islitas
perdidas en los Mares del Sur: Macquaria, Campbell, Crozet y Kerguelen;
mientras que el género Megascolex se encuentra solamente en India y en
Australia. Ahora bien, un transporte pasivo de gusanos de tierra a través de
los inmensos espacios oceánicos parece absolutamente inverosímil. El caracol
de jardín (Helix hortensis), por ejemplo, se encuentra en Europa occidental,
Islandia, Groenlandia, Tierra Nueva, Labrador y Este de los Estados Unidos.
Los Moluscos terrestres de la familia de los Acavidas se reparten en cuatro sub-
familias que pueblan respectivamente: la primera, América del Sur; la segunda
África Austral; la tercera Madagascar, los Seychelles y Ceilán; y la cuarta
Australia, Tasmania y las Filipinas. Los peripatus, seres vermiformes que se
localizan en la cuenca de los ríos y que constituyen un tipo de animal con
débil poder de diseminación, se encuentran en todas las tierras australes; hacia
el norte, en cambio, no sobrepasan el Trópico de Cáncer. Por último, una
pequeña cochinilla, Styloniscus magallanicus, ha sido cosechada en la Patagonia,
Tierra del Fuego y Australia, pero también en las Islas Falkland (Malvinas),
Crozet, Posesión, Auckland y Campbell.
nos muestran no son del gaje de la flora y la fauna actuales. Por otra parte, los
paleontólogos han establecido que semejanzas del mismo orden han existido
en todas las épocas geológicas.
Pero demos todavía el lugar al Prof. A. Vandel, autor del libro intitulado 22
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esa teoría, Europa y América del Norte habrían sido religadas en varias
ocasiones en el curso de las épocas geológicas, por una serie de puentes que
sólo habrían surgido para hundirse después, una vez que su papel de “paso”
para la vida hubiera concluido. Es así que Europa y América del Norte
habrían estado religadas por una serie de puentes que han emergido y se han
hundido después en varias ocasiones en el curso de las épocas geológicas.
Pero hay que reconocer que esa explicación está lejos de ser satisfactoria, 23
incluso desde el punto de vista biológico. Así pues, no basta con ligar dos
continentes con un puente para explicar la identidad de sus respectivas fauna
y flora; y esto por cuuanto la dispersión de los seres vivientes se produce con
extrema lentitud. Si la la fauna y la flora común a dos continentes dependiera
de un puente entre ambos, esa semejanza no habría podido alcanzarse sino
después de un inmenso lapso de duración. Para subrayarlo basta con algunos
ejemplos, pues vemos que la fauna y la flora del África Septentrional difiere en
todos los puntos de aquellas de África del Sur. Por otra parte, los elementos
comunes a las Américas del Norte y del Sur son poco numerosos a pesar de su
unión por un “puente continental” típico; por último, a pesar de la gran
estabilidad del zócalo asiático, resulta aún más claro que la fauna y la flora de
Asia Menor no presenta ningún parentesco con las del Extremo Oriente.
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Figura I
ESQUEMA DE LA ISOSTASIA, SEGUN AIRY
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El sima posee una rigidez que recuerda a la del acero, sin embargo no 26
excluye una cierta elasticidad y aún una viscosidad que, a decir verdad, debe
ser extraordinariamente fuerte y difícil de apreciar en el estado actual de
nuestros conocimientos. El aplastamiento de la tierra en los polos como
consecuencia de su rotación alrededor de su eje, otorga por otra parte la
prueba certera de la viscosidad del globo terrestre. El sial reposa pues sobre el
sima al nivel de los zócalos continentales. La diferencia de densidad de esas
dos substancias implica el juego de relaciones expresadas por el principio de
Arquímedes. Por otra parte, se comprende bien que los estados de equilibrio
no son alcanzados sino con una extrema lentitud, es decir, que las montañas
deben tener como contrapeso masas correspondientes hundidas en el sima, de
la misma manera que la parte que emerge de un navío no representa sino una
parte del casco.
Wegener admite que la corteza terrestre está constituida por una superposición
de materiales de densidad creciente a medida que se hunden hacia el centro de
la Tierra. Hasta los 30 Km. de profundidad, los zócalos continentales estarían
principalmente constituidos por granito. Ese granito reposaría sobre una capa
de basalto y, en fin, el basalto reposaría sobre otra capa ultra basáltica llamada
dunita. En cuanto al fondo de los océanos, estaría constituido únicamente de
basalto. Sin embargo, en el caso de vastas extensiones como la del Océano
Pacífico, el basalto no recubriría enteramente a la dunita. Por otra parte, este
esquema sigue siendo puramente hipotético.
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continentales cuya emersión data de las épocas geológicas más antiguas. Los
mares que los han penetrado apenas en el curso de trasgresiones marinas, han
recubierto temporalmente sus regiones costeras, pero nunca han llegado a
alterar de veras su integridad. Pero esa noción de “permanencia”, que no se
puede poner seriamente en duda, ha sido confundida con aquella de
“fijación” que sin embargo es muy diferente. La idea fecunda de Wegener
consistió justamente en disociar esas dos nociones: para él, los zócalos de dos
continentes, por ejemplo, representan formaciones permanentes de cada una
pero no fijas la una con respecto a la otra, pues los zócalos continentales han
sufrido una “traslación” en el curso de la historia geológica de la Tierra.
4 Una exposición completa ha sido dada en una obra intitulada “La Génesis de los
Continentes y de los Océanos”. Las 4 ediciones de esta obra, aparecidas sucesivamente en
1915, 1920, 1922 y 1929, muestran el desarrollo progresivo de la concepción inicial y el
alargamiento de sus bases que se fundan sobre hechos cada vez más numerosos y precisos.
No hay ninguna duda que Wegener habría enriquecido su concepto con puntos de vista
originales, si él no hubiese encontrado la muerte en 1930 sobre la Islandia groenlandesa
durante una expedición científica destinada a verificar la exactitud de su teoría.
5 La incertidumbre reina aún completamente sobre el estado del globo antes del período
carbonífero. Es probable que en la aurora de los tiempos geológicos la capa de sial
formaba, una envoltura continua alrededor del globo. Las razones de su reducción
permanecen en la oscuridad. G. H. Darwin admite que una parte de la corteza terrestre se
habría desatado para constituir la Luna. La colocación de ese fragmento desatado estaría
representado por el Océano Pacífico.
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Por su parte, el Mar Rojo que divide al África, representa el primer estadío de
la formación de un Océano6. Pero, es preciso distinguir cuidadosamente entre
Océanos y “mares epicontinentales” tales como La Mancha, el Báltico, el Mar
de Java, etc., que no representan sino inmersiones –más o menos extensas y
temporales– de regiones pertenecientes a los zócalos continentales. Esa
distinción confirma la diferencia fundamental que se debe mantener entre
zócalos continentales y fondos oceánicos.
de las cadenas montañosas. Hasta una época reciente se admitía que los
pliegues que dieron nacimiento a los relieves montañosos, se originaron
debido a la contracción de la corteza terrestre que a su vez era un resultado del
enfriamiento del globo. Sin embargo, esa teoría de la contracción se derrumbó
el día en que el estudio de la radiactividad permitió establecer que la Tierra
tiene tendencia a calentarse o al menos a permanecer en un cierto equilibrio
térmico.
Para Wegener, los pliegues que han dado origen a las cadenas de 35
6 El ejemplo es muy típico aquí. El desgarramiento del Continente Africano, que comienza
en la depresión del Mar Muerto y continúa por el Mar Rojo, está jalonado por una serie de
Lagos (Nyassa, Tanganyka, Kivu, Alberto-Eduardo, Alberto-Rodolfo) que en ciertos
puntos de África alcanzan una anchura de 50 a 80 kilómetros y un desnivel considerable; la
fosa del lago Tanganyka, con una profundidad de 1.700 a 2.700 metros, está bordeada de
cadenas que alcanzan hasta 3.000 metros de altura. Ese desgarramiento de África, cuyas
huellas prosiguen hasta la Colonia del Cabo, se encuentra quizás en vía de alargamiento.
En todo caso nos da una imagen de cómo ha podido ser el nacimiento de los Océanos
Atlántico e Índico.
* Nota Edición Internet. Se puede consultar el estudio: “La distribución de los seres vivos y la
historia de la tierra”, realizado por: Jorge Llorente, Nelson Papvero y Marcelo G. Simoes,
Ed. FCE, México, 1996. En dicho trabajo se verifican las teorías de Wegener.
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Para dar cuenta de esos cambios climáticos, que han traído por sí mismos 38
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familia de los Megascolécidos, que hasta hoy parecía tan aberrante, se vuelve
completamente normal si se admite la interpretación wegeneriana. Esa familia
ha debido expandirse en una época en que las tierras que la hospedan
actualmente, es decir, América, África, India oriental y Australia, estaban
reunidas en un solo bloque.
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Ahora podemos decir una palabra sobre unos lugares que durante mucho 46
tiempo fueron rodeados de misterio: las grutas y las cavernas. En su obra “El
descubrimiento del mundo subterráneo”, 1943, André Glory, Doctor en Prehistoria
de la Universidad de Tolosa (Francia) escribe: “Ha nacido una ciencia nueva,
la espeleología, que sabe explicar el nacimiento, la vida y la muerte de las
cavernas”. Son las aguas subterráneas, las aguas de lluvia y las aguas perdidas
por los ríos las que al circular bajo la tierra y horadan esos precipicios, galerías,
salas, sólo para abandonarlas después y filtrarse de nuevo hacia un suelo más
profundo. Son ellas también las que revisten a las cavernas de esas
cristalizaciones magníficas que hacen la admiración de los turistas. Siguiendo
al agua en su recorrido subterráneo es posible remontarse a la fuente de ciertas
corrientes y poner en evidencia el peligro de sus poluciones. Finalmente, las
cavernas no han estado siempre deshabitadas, pues se han encontrado huellas
de dibujos, utensilios, cenizas, osamentas, etc., de los primeros hombres que
buscaron refugio en ellas contra las bestias y el frío.”
En todos los tiempos el hombre se ha interesado en el mundo 47
7 Las grutas de Roufignac en Francia, descubiertas en 1956 por el Profesor Laugier, tienen
10 kilómetros de galerías y una muchedumbre de dibujos de mamuts, caballos, etc. Se las
llama a menudo “Grutas de los combates de Mamuts”, ya que sumando los dibujos de
todas las cavernas del mundo hay 180 dibujos de estos animales, de los cuales 120
representaciones de mamuts se encuentran en Roufignac.
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Figura III
RESQUEBRAJAMIENTO DE UN ESPEJO BAJO
EL EFECTO DE UN ESFUERZO DE TORSIÓN
(Experimento de DAUBRÉE)
Esas grietas en las capas plegadas de las rocas han sido observadas desde 51
hace mucho tiempo por los canteros quienes les han dado el nombre de
“junturas”. Los terrenos calcáreos están particularmente impresos por esas
torceduras, de manera que en ciertos lugares se observan grietas verticales u
oblicuas llamadas diaclasas, y que cuando se las puede seguir se comprueba
que alcanzan varias centenas de metros de alto y de largo. En cuanto a la
“compresión”, da lugar a resquebrajamientos rocosos que son menos
perceptibles. Un sistema análogo de ese tipo de hendiduras se obtiene
aplastando bloques de cera de moldear por medio de una prensa hidráulica.
Esas dos especies de accidentes, diaclasas por torsión y resquebrajamiento por
compresión, se completan con las fallas y las junturas por estratificación:
cuando la corteza se rompe, una de las dos partes generalmente se separa y se
hunde en la profundidad, y las rocas que están en contacto a lo largo de la
línea de fractura pueden ser de dureza y naturaleza diferentes, de manera que
la “falla” podrá ser recta u oblicua según la dirección en que se ramifiquen sus
fracturas laterales en los puntos de dislocación.
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suma, es por las diaclasas, los resquebrajamientos, las fallas y las junturas de
estratificación, que el agua va a atacar a la roca haciendo cada vez más
profunda toda grieta que encuentre, horadando así grutas y cavernas. Los dos
tercios o los cuatro quintos de las aguas meteóricas que caen en la superficie
del suelo se evaporan o son fijados por los vegetales, el resto chorrea en el
suelo y, solicitada por la gravedad, se infiltra aprovechando todas las grietas
naturales para descender a un nivel tan bajo como le sea posible. ¿Hasta
dónde puede llegar?
Existe agua a unas profundidades del orden de los 4.000 metros, pero 53
Los macizos calcáreos más amplios, como los Alpes, el Jura, los Pirineos, 54
ofrecerán grutas de 200 a 300 metros, mientras que en los Cáucasos las grutas
no pasan de término medio entre 100 y 200 m. de profundidad. Entre esas dos
altitudes, el curso del agua subterránea, así como los cursos de agua subaéra,
van a cavar un lecho hasta que su perfil en anchura tienda hacia una curva
límite llamada por Surell, en 1838, “perfil de equilibrio absoluto”. Ese perfil se
alcanza cuando la excavación de la caverna se detiene y el aporte de
materiales estabilizados en su lecho inferior (arenas, guijarros, limo, arcillas),
hace que se produzca un equilibrio entre la erosión y la corrosión de las aguas
de penetración. (Esas fases de excavación se reconocen por dos clases de
fenómenos: los unos químicos y los otros físicos, pero no los estudiaremos
aquí).
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Figura IV
CORTE ESQUEMÁTICO QUE EXPLICA EL ORIGEN
DE LOS SURTIDORES DE CHORRO INTERMITENTE
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Las cavernas están habitadas por seres que no ven jamás la luz del día, 59
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Henos aquí en un nivel que nos permite citar un artículo muy interesante 60
“El Ozono atmosférico, gas indispensable para la supervivencia en la tierra” del Prof.
Charles Fabry, de la Academia de Ciencias, quien escribe: “Junto al ázoe, el
oxígeno, el gas carbónico y los ya bien conocidos gases nobles como helio,
argón, neón, xenón y kryptón, la atmósfera terrestre encierra además otro gas,
que se encuentra en cantidades extraordinariamente débiles y repartido a tal
altura que a primera vista resulta sorprendente, pues su desaparición
ocasionaría consecuencias catastróficas para los seres humanos en la
superficie de la Tierra. Se trata del ozono, poli-madre del oxígeno y forma
alotrópica de éste, pues posee propiedades esencialmente diferentes; se forma
en la muy alta atmósfera y especialmente en las regiones polares, debido a la
acción de la radiación ultravioleta del sol sobre las moléculas de oxígeno.”
ciertos cuerpos pueden tener una enorme importancia para la vida humana y
para la vida en general sobre nuestro planeta. El caso más común es aquel de
los venenos; así, por ejemplo, con un gramo de estricnina, se puede matar al
menos a veinte personas y hay toxinas que son mortales en dosis aún mucho
más débiles. Se trata ahí de acciones nocivas, pero desde el descubrimiento de
las vitaminas y de las hormonas, se conocen sustancias no vivientes cuya
presencia en la alimentación del hombre es necesaria y que se revelan no por
las enfermedades que causan, sino por las que se deben a su ausencia y que se
curan por asociación de alimentos y una cantidad increíblemente pequeña de
vitaminas. Asimismo en el aire, en el que existen cuerpos en ínfimas
proporciones que se revelan como necesarios para la vida.
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El nombre de ozono viene de una palabra griega que quiere decir “tener 65
olor” y ese nombre está bien escogido ya que ese gas está afligido de un olor
muy particular y tan fuerte que permite descubrirlo en mucho menos de un
millonésimo de aire. Sin embargo, uno se encontrará seriamente afectado
después de media hora de estar respirando un aire que contenga sólo 4
miligramos por metro cúbico, o sea, una proporción de 2 millonésimas en
volumen. Por otra parte, es precisamente por su olor que el ozono se ha
revelado, desde hace más de dos siglos, alrededor de máquinas eléctricas en
actividad, aunque pasó mucho tiempo sin que ese olor, sentido como “el olor
de la electricidad”, fuera relacionado con un compuesto químico definido. Fue
solamente en 1840, con los trabajos de Schoenbein, de Bale, Suiza, que se
desarrolló la idea de que se estaba en presencia de un gas definido, una
especie química a la que se le dio el nombre de “ozono” antes de conocer su
composición. En lo sucesivo se han venido emitiendo las más diversas
hipótesis sobre este tema.
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es del átomo de oxígeno que se trata; pero en la frase: “el aire es una mezcla de
hidrógeno y oxígeno”, se trata de la molécula. El ozono no es el átomo “O” ni
la molécula “O2”, porque si bien está formada únicamente por átomos de
oxígeno, su molécula contiene tres, de manera que su fórmula química es
“O3”. Cuando esa molécula se descompone, lo que ocurre fácilmente bajo la
acción del calor, el O3 se descompone en O2 + O y enseguida cada átomo “O”
se une a otro de manera que no queda sino O2, el oxígeno ordinario. Hoy en
día se sabe obtener el ozono gaseoso perfectamente puro, el cual es estable a
baja temperatura pero poco agradable de manejar, ya que bajo ciertas
condiciones su descomposición en oxígeno provoca una violenta explosión.
Lo que sí se puede medir es su densidad en estado gaseoso y por consiguiente,
obtener su peso molecular. Así, mientras que el átomo “O” tiene por peso
atómico 16 (número escogido como base de los pesos atómicos), el oxígeno
vulgar (O2) tiene por peso molecular de 16 x 2 = 32 y el ozono, 16 x 3 = 48.
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Es así que las radiaciones visibles son las que se escalonan de 4.000 a 70
8.000 Å. Pero esta doble limitación radica únicamente en los achaques del ojo,
porque cuando nos servimos de otros receptores, aunque también tengan
limitaciones o si se prefiere sus propias “cegueras”, percibimos que en
realidad la serie de radiaciones continúa en ambos lados del espectro y que lo
que percibimos ordinariamente no es sino un islote en un océano mucho más
vasto. Por el lado de las grandes longitudes de onda se encuentran las
radiaciones infrarrojas, por el de las pequeñas longitudes de onda se
encuentran, más allá del violeta, las radiaciones ultravioleta que se estudian
como se hace con los rayos X, es decir por medio de la fluorescencia de ciertas
pantallas o, mejor aún, por medio de la fotografía.
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cada vez más grande. Ahora bien, se constata que la extensión del espectro
ultravioleta se reduce a medida que se acerca a las pequeñas longitudes de
onda. Es lo que uno ve en las fotografías del espectro solar cuando se han
tomado en el momento en que el Sol se encuentra más alejado del Zenit.
Quedaba entonces por saber cuál era en la atmósfera el gas responsable de esa
absorción. Cornu, muy prudentemente, se había limitado a concluir que era
“uno de los elementos permanentes” contenidos en el aire, lo cual eliminaba el
vapor de agua siempre presente, pero en proporciones extraordinariamente
variables y sin que sus variaciones puean afectar el límite del espectro solar.
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vez revelada muestra una serie apretada de espectros. Con este procedimiento
se ha podido explorar la atmósfera hasta una altura de 30 kilómetros.
Una planta tomará del suelo casi toda su agua, algunas sales minerales, 77
nitrógeno y otros productos, y tomará del aire el gas carbónico para fabricar
los hidratos de carbono que forman sus tejidos. En cuanto a los animales
superiores, estos dependen completamente del mundo vegetal para su
alimentación, unos directamente, otros por medio de los animales que se
nutren de éste. Así, la desaparición de la vida vegetal sobre la Tierra
equivaldría casi a la desaparición total de la Vida en nuestro planeta, o al
menos de la que se puede llamar “vida superior”. En definitiva, todo lo vivo
depende de la función “clorofílica” que hace posible que las plantas verdes
extraigan de la atmósfera el carbono que necesitan para fabricar su sustancia.
mayoría de los seres vivientes, exige aún la intervención del Sol cuyas
radiaciones alcanzan el suelo de este único planeta de nuestro sistema en el
que existe la Vida. La química biológica comprende, pues, en su base, una
parte importante de fotoquímica, ciencia cuyos principios comienzan a
deducirse pero cuyo detalle es extraordinariamente difícil de precisar, ya que
por otra parte, las diversas radiaciones pueden actuar de manera diferenciada
en la naturaleza donde sus distintos efectos se encuentran mezclados.
Mientras que ciertas radiaciones actúan de una manera útil e incluso
necesaria, otras se comportan como verdaderos venenos, tanto para los
vegetales como para los animales. En cuanto al hombre, le queda mucho por
hacer antes de comprender del todo esa fotoquímica biológica.
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todo al niño en buena salud, resulta de experiencias tan viejas como la especie
humana; los niños criados en locales privados de la luz del día se vuelven
raquíticos y no se desarrollan adecuadamente, pero una cura de sol o, en su
defecto, de luz artificial rica en radiaciones ultravioletas, los reconduce a la
salud, pero ¿por medio de qué mecanismo? Hoy sabemos que eso se relaciona
con la necesidad que tiene el organismo de ciertas vitaminas, como en este caso
la vitamina antirraquítica. Que las vitaminas son substancias necesarias a
dosis extremadamente débiles, es cierto, pero el organismo no las puede
fabricar sin esa ayuda indispensable que constituyen las radiaciones
ultravioletas.
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bacterias tan solo por su talla más reducida, pues se pensaba que las
“propiedades” de esos agentes patógenos, como su “invisibilidad” e
imposibilidad de ser detenidos por los filtros, no se debían sino a las
imperfecciones de nuestra técnica. En efecto, hoy día podemos fotografiar los
virus gracias al ultramicroscopio que en lugar de ondas luminosas utiliza la
propagación de electrones, permitiendo obtener de 20.000 a 40.000 aumentos.
Por otra parte, ahora es posible retener los virus por medio de filtros de
colodión, cuyos poros son capaces de detener elementos ultramicroscópicos.
De manera que actualmente ya no se puede hablar, ni de virus invisibles, ni de
virus filtrables.
Los virus, mucho menos que las bacterias, no nacen por “generación 89
espontánea” y ningún argumento serio permite creer que los virus aparezcan
de un momento a otro en el interior de las células de sus huéspedes, sino que
son siempre introducidos y su origen siempre exógeno. Así, nada en su
comportamiento parece distinguir a los virus de las bacterias, pero es preciso
hacer notar sin embargo, que los virus son obligatoriamente parásitos. No se los
puede cultivar como a las bacterias en medios sintéticos, pues no se
multiplican sino en la materia viva, de ahí que solamente se los haya podido
cultivar en embriones o tejidos.
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Stanley había logrado obtener el virus del mosaico del tabaco al estado puro y
“bajo la forma de cristalización”. El virus había sido recogido por
ultracentrifugación, pues las centrifugaciones normales que giran a la
velocidad de varios miles de vueltas por minuto, se mostraron incapaces de
asegurar la retención de una partícula tan ligera como el virus. El resultado
fue obtenido por centrifugadoras capaces de girar a 20.000, 50.000 y aún a
100.000 revoluciones por minuto, de manera que el virus recogido así,
cristaliza bajo la forma de finas agujas. Los resultados de Stanley fueron
rápidamente confirmados y extendidos a otros virus, como el de la patata, el
virus del mosaico del pepino y el del achatamiento del tomate, que fueron
obtenidos también al estado cristalizado. Los virus están desprovistos de
membrana envolvente, ese elemento tan característico de todos los seres
vivientes. En una palabra, la forma del virus, tal como la revela el microscopio
electrónico, parece corresponder más bien a una estructura química que a una
organización vital.
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“asimilan” y Stanley ha hecho notar que el virus del mosaico del tabaco ataca
no solamente al tabaco, sino también a un gran número de otras plantas.
En resumen, los virus deben ser considerados como seres vivientes por el 93
primitivo de las bacterias puesto en evidencia por Piekarski. Ese núcleo estar
formado al parecer por una molécula de nucleoproteína, de manera que tal
vez los virus no sean sino bacterias reducidas a sus núcleos. Así, la ausencia o
la reducción del citoplasma sería la razón por la cual los virus son incapaces
de multiplicarse en medios sintéticos. Y no es una razón menor, pues lo que
hace de los virus objeto de extraordinario interés, es que nos ofrecen la
“imagen” más exacta que poseemos de los estadios que marcan el paso de lo
no-viviente a lo viviente. Pero los virus no son los únicos arreglos de orden
molecular susceptibles de presentar las características de lo viviente, pues se
sabe que los caracteres hereditarios se encuentran bajo la dependencia de unos
corpúsculos muy pequeños llamados “genes” encerrados en los cromosomas.
Ahora bien, los genes parecen presentar las más grandes afinidades con los
virus.
textos precedentes, son tan incapaces como los virus de llevar una vida
autónoma, pues los unos y los otros no pueden multiplicarse sino en el
interior de organismos superiores y hasta en la forma de multiplicarse parecen
semejantes. Además, los genes y los virus son de un mismo orden de
dimensiones. Los genes de la mosca de vinagre, por ejemplo, (“Drosophila
melanogaster”), miden 50 “milimicrones”, considerando que un milimicrón es
la milésima de micrón o la millonésima de milímetro. Por otra parte, los genes,
están, como los virus, esencialmente constituidos por núcleo-proteínas. Ciertas
anomalías, como la empenachadura de las hojas son producidas por un virus
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Los biólogos conocen otra categoría de sustancias orgánicas que actúan 100
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Excitación, inhibición, tales son las dos “fases” de la regulación vital que 102
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explica: “¿El modo de acción del nervio en ciertos casos, no debe ser
comparado a aquel de la glándula? Y el nervio motor, lejos de ser asimilado a
un conductor eléctrico siguiendo las concepciones clásicas de Arsonval, de
Lapicque y de sus alumnos, ¿no es más bien una especie de ‘glándula
alargada’ que vendría a segregar, al contacto con el músculo, una sustancia
excitante o calmante?”
En este punto desbordamos el marco del capítulo que nos habíamos 105
Repitámoslo aún, no se trata para nosotros de dar una enseñanza técnica, 106
sino más bien de formar un espíritu de Síntesis y es en ese sentido que, como
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Junio de 1957
9 Se sabe que estos músculos, a la inversa de los músculos estriados, están sustraídos de la
acción de la voluntad y reservados a las funciones puramente vegetativas.
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Nuestra Tierra
AUTORES CITADOS
Devaux, Pierre, “Los seres vivientes reactivos ultrasensibles para los micro análisis
químicos”
Fabry, Charles, “El ozono atmosférico, gas indispensable al mantenimiento de la vida
sobre la tierra”.
Glory, André, “Al descubrimiento del nuevo mundo subterráneo”.
Jeannel, Dr., “La génesis de las faunas terrestres; Elementos de Biogeografía”
Vandel. A., “La evolución del mundo animal y el porvenir de la especie humana”;
“Cómo se habría modelado la Faz de la Tierra”, “Las fronteras de la materia y de la
vida”.
Wegener, “La génesis de los continentes y de los océanos”
PERSONAJES MENCIONADOS
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