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2.

Estadios, hinchas y rockeros:


variaciones sobre el aguante
José Garriga Zucal y Daniel Salerno

En este capítulo comparamos dos actores sociales distintos:


los seguidores de un estilo particular de rock' y los miembros
de una hinchada de fútbol.' Cotejar las prácticas y las repre-
sentaciones de ambos universos sociales tiene como objetivo
dar cuenta de las diferencias y las similitudes que posee la
noción de agmante para cada uno de ellos; el mismo término
refiere a relaciones sociales específicas para cada ámbito. Es
posible que un mismo individuo se defina a sí mismo como
hincha3 y rockero. Sin embargo, no confundirá el significado

1. Nos referimos al denominado "rock chabón". El término fue crea-


do por la prensa especializada a principios de la década de 1990.
Académicamente es retomado por Semán y Vila (1999) y por Semán
(2005). Es un estigma que, según nuestro trabajo, n o devino en emble-
ma. Para ampliar esta cuestión véase Salerno y Silba (2006). "Chabón" es
"boncha" al revés. En el lunfardo rioplatense de principios del siglo XX
esta palabra significaba tonto.
2. Cada uno de nosotros trabajó con sendos grupos que constituyó
como unidad de análisis.José Garriga Zucal trabajó con un grupo de hin-
chas y Daniel Salerno asistió a una serie d e conciertos con un grupo d e
rockeros. El trabajo de campo de Garriga Zucal se realiza desde febrero
de 2004 hasta la actualidad entre los integrantes de la hinchada del club
Huracán. La investigación de Salerno comenzó en octubre de 2004.
Además del trabajo de campo, analizó varios Corpus de publicaciones
gráficas especializadas en música rock, de registros discográficos y de
material audiovisual. Comenzó a asistir a recitales con grupos de fanáti-
cos en julio de 2006.
3. La "hinchada" es uno de los nombres nativos con que se identifi-
ca uno de los grupos organizados de espectadores que acompañan a un
de la palabra, no se equivocará de conducta, ni pretenderá I)orado una definición taxativa porque no la tiene; es un con-
establecer vínculos sociales que no se ajusten a los de los roc- c.cpto dinámico cuyos significados varían en cada esfera social
keros o los hinchas en cada caso. Ello nos indica que los senti- vil la que es usado. En nuestro grupo de trabajo hemos anali-
dos son históricos y que se definen en función de cada tipo de ~ado particularmente las dimensiones sociales del aguante en
relación social. cl campo futbolístico, entendiéndolo como una ética, una
El trabajo está organizado en torno a la comparación de cstética y una r e t ó r i ~ a . ~
tres ejes: la autenticidad, el ejercicio de la violencia fisica y el Con respecto a la relación entre el rock y el aguante hay
género. Cada uno de ellos nos permitirá, además de analizar pocos trabajos académicos,"aunque existen diversos abordajes
los sentidos específicos del aguante, dar cuenta de los modos periodísticos dedicados a reflexionar sobre el tema. Una de las
en que se articulan las luchas por la significación y las formas Iiipótesis que relacionan al aguante futbolístico con el rock
de resistencia que, potencialmente, pueden desarrollarse en el argumenta que algunas prácticas y atributos de las tribunas
terreno de la cultura. El primer eje refiere a las maneras en Iutbolísticas pasaron a desarrollarse durante los conciertos. Es
que se distinguen los verdaderos hinchas y los auténticos roc- decir, habría ciertas similitudes en cómo se configura el aguan-
keros: la posesión del aguante es central en ambos casos. En le, que señalarían una influencia de las particularidades futbo-
segundo término, la comparación del lugar que ocupa el ejer- lísticas, básicamente el machismo, la homofobia y determina-
cicio de la violencia fisica en cada ámbito no apunta a medir das formas de desplegar las banderas y entonar cánticos. Sin
en cuál de ellos hay más personas peleándose, sino a dar cuen- embargo, esta influencia no es lineal y tampoco abarca, nece-
ta de las construcciones específicas que se realizan sobre la vio- sariamente, a la totalidad del campo del rock, sino que se com-
lencia y cómo son regulados y valorados los comportamientos bina con formas anteriores: el rock nacional construyó desde
corporales. Por Ultimo, tanto en el fUtbol como en el rock se sus inicios una retórica que, a partir de ciertos cuestionamien-
asignan roles y valores distintos a lo masculino y lo femenino tos, hablaba de resistencia y de rebeldía.
en función de su historia y su conformación como universos Comparar al rock y al fútbol en función de la categoría de
simbólicos; a partir de allí, entonces, la relación entre el aguante nos permite dar cuenta de los modos en que se confi-
aguante y la constitución de la identidad de género serán, nue- guran en cada espacio social la violencia, la autenticidad y las
vamente, distintas para cada esfera social. relaciones de género, indicando las dimensiones contextuales
El aguante4 es una noción en la que se encuentran relacio- de la ~ignificación.~ Además, permite avanzar en una com-
nados el cuerpo, la violencia y la masculinidad. No hemos ela- prensión más integral de las culturas populares contemporá-
neas y de los modos en que se organizan las jerarquías sociales
en el plano cultural.
club de fútbol. Éstos son denominados "barras bravas" por los medios de
comunicación pero preferimos utilizar los nombres nativos: "hinchada",
"los pibes" o "la banda". Asimismo, nombraremos como hinchas a los
miembros de dichos grupos diferenciándolos del resto de los espectado-
res.
4. Las primeras investigaciones sobre la noción de aguantefiieron de-
sarrolladas en el ámbito del fútbol por Archetti. Afirmaba que el aguan- 5. Véanse Alabarces (2004b), Dodaro (2005), Garriga Zucal (2005),
te debía ser entendido como una resistencia que, a través de ciertos ele- Moreira (2005), Salerno (2005), Alabarces y Garriga Zucal (2007 a y b) ,
mentos, podía conducir a una posible serie de transgresiones, aunque, Garriga Zucal y Moreira (2006).
aclaraba, n o fundara una rebelión abierta (Archetti, 1992). Varios inves- 6. Para una primera aproximación véanse Salerno y Silba (2006) y
tigadores (Elbaum, 1998; Alabarces et al. 2000 y 2005; Gil, 2002) conti- Alabarces (2005b).
nuaron esta línea de trabajo, utilizando la noción de aguante para anali- 7. Un primer análisis comparativo de ambos universos sociales fue
zar el ejercicio sistemático de la violencia física en el fútbol, sin ocuparse realizado por Alabarces (1996), quien tuvo en cuenta las similitudes en
exhaustivamente de otros aspectos. la interpelación de los partidos y de los conciertos.
Industria, guitarras y banderas El rock tiene una trayectoria distinta a la del fútbol. Los
cstudios musicológicos insisten en la a~isenciade rasgos distin-
Tanto el rock como el fútbol tienen intensas aunque dife- ~ivosde la míisica de rock y proponen su conformación como
rentes relaciones con la cultura de masas y la industria cultu- tina mixtura de estilos preexistentes. Algunos historiadores lo
ral. El fíitbol es un juego que se coilvirtió en deporte y que en vinculan directamente al Rhythm & Blues eléctrico urbano de
ese proceso comenzó a ser puesto en escena por revistas, dia- principios de la década de 1950, en especial, los estilos que se
rios, radios y, por último, la televisión. La relación entre el fút- originan en la ciudad de Chicago. Vila (1998) sostiene que el
bol y la industria cultural ha sido extensamente estudiada por rock se define por su decodificación ideológica antes que por
diversos autores, desde diferentes perspectivas. En el plano su especificidad musical. Además, los primeros artistas masivos
local se ha indagado sobre el pasaje a través del cual este del rock eran personas que tenían una trayectoria previa en
deporte se constituye en espectáculo, acerca de los modos en otros estilos o, directamente, carecían de ella. Entonces, en el
que los asistentes a los estadios fueron representados y descrip- caso del rock es muy dificil encoiltrar algo por fuera de la
tos a lo largo de la historia del fútbol para, finalmente, ser industria cult~iral:no hay un pasado previo a ella, situación
nombrados como hinchas (Conde, 2004). También se abordó que podemos encontrar en otros estilos musicales y también,
la construcción de un estilo nacional de juego ocurrida duran- coino vimos, en el fíitbol. Esta situación continúa siendo una
te los Últimos años del amateurismo y los primeros de la etapa premisa insoslayable para cualquier análisis: aun aquellos
en que se convirtió en un deporte profesional (Archetti, músicos de rock que se oponen a determinadas formas de pro-
2001), el lugar que el fíitbol ocupó en la construcción de una ducción, no piensan ni realizan su trabajo por f ~ ~ eder alos dis-
identidad nacional (Alabarces, 2002a)', y la relación específica positivos de la industria cult~iral.En el caso argentino. además,
en que se vincularon el fútbol y la televisión, especialmente en quedará establecida una contradicción fundacional que aún
los últimos años en que los hinchas ocupan casi tanto espacio continúa determinando al género: el cuestionamiento del
como los jugadores. valor de algunos artistas y de sus obras al calificarlos como
Respecto a los hinchas coiltemporáneos, la televisión reali- meramente comerciales o masivos a partir de haber logrado
za, por un lado, una apología de sujetos correctos y pasionales grandes ventas de discos (Alabarces, 1993).
que son los habitantes legítimos de las tribunas; la exhibición El rock argentino contó rápidamente con una serie de
de sus atributos (cánticos, banderas, gorros y camisetas) des- cscritores y de periodistas que instit~iyeronal rock como un
cribe un espectador fervoroso pero disciplinado. El caso paro- movimiento, y se convirtieron en una suerte de iiltelect~iales
xístico de esta representación es el programa El Aguante, emi- orgánicos que desarrollaron explícitainente las posiciones de
tido por el canal especializado en deportes TyC Sports (larga- los rockeros en varias publicaciones periodísticas.%stas perso-
mente analizado por Salerno, 2005). Por otro lado, los grupos nas eran muy conscientes de la f~inciónque cumplieron y asu-
organizados de hinchas que tienen como práctica distintiva el mieron: muy tempranamente escribieron libros en los que his-
ejercicio de la violencia tienden a ser representados como bes-
tias compulsivas carentes de racionalidad. En esta operación 9. Las primeras publicaciones f ~ ~ e r oPin-i~p,
n Pelo, El Expeso
suelen quedar soslayadas y relativizadas las complejas y cotidia- Itiingi7zaiio. En la década d e 1980 el diario Clnriiz comenzó a editar el
nas relaciones que estas personas establecen con otros actores siil~leinentoS< en 1992 Pd@na/12 inicia las p~~blicaciones del No.
de la arena f~itbolistica. Actualinente, además de los medios citados, se editan las revistas especia-
lizadas La Mano, Rolling Stone, Soy Roclt e Inrokz~j)tibles.En 1985 comienza
siis transinisiones la radio Rock & Pop, dedicada íntegramente a la músi-
8. Con excepción del trabajo de Archetti, estos trabajos f ~ ~ e r ode-
n ca de rock; a esta emisora se suinaron Aspen, Kabul y La Mega (con una
sarrollados a lo largo de una década por diversos equipos pertenecientes programación coinpuesta totalinente de grabaciones de rockeros argen-
al Instituto Gino Germani de la Facultad de Ciencias Sociales de la iinos). El noticiero Telenochedel Canal 13 de Buenos Aires tiene una sec-
Universidad de Buenos Aires y dirigidos por Pablo Alabarces. ción llamada Telaoclze Rock.
torizaban el desarrollo del estilo ;o género? en el país. Así, el i;idos con otros hinchas, que disputan por el mismo capital
periodismo especializado en rock cumplió funciones de críti- simbólico, o con la policía, con la que se enfrentan en térmi-
ca estética, de divulgación e institución de un campo artístico, iios semejantes a los de la otra hinchada, aunque no con las
que f ~ adquiriendo
~ e mayor legitimidad a medida que evolu- iriismas armas (Galvani y Palma, 2005). Los rockeros, por el
cionaba el género y sus artistas envejecían." contrario, además de las disputas en el interior del campo,
Por supuesto, este desarrollo no incluye a todos los rocke- (.stablecen relaciones de alteridad que están por fuera de él:
ros, ni todos reciben el mismo tratamiento. Mientras unos se los adultos, la autoridad, los políticos ... Y también con la poli-
consagran como artistas e ingresan a los salones de la fama cía, por supuesto.
mediática y de la legitimidad cultural, otros continúan ocu- Hay una serie de diferencias entre ambos ámbitos que
pando las periferias; aunque logren éxitos de convocatoria en t lcterminan otras. La relación entre quienes brindan y quienes
recitales no poseen posiciones legítimas dentro del campo del 1)resencian el espectáculo es distinta en cada caso. El escena-
rock y tampoco por fuera de él. Una misma banda, en el rio y los equipos de sonido otorgan a los músicos una posición
mismo momento pero en lugares distintos, puede ser cataloga- rcspecto del público de la que carecen losjugadores de fútbol.
da dentro de dos estilos diferentes (Yonnet, 1988). La prensa Idosmúsicos pueden (de hecho lo hacen) hablarle al público,
especializada tiende a describir la participación del público en los jugadores no. Los deportistas, a pesar de las idolatrías y de
los conciertos de rock "chabón" con grandes fotos y relatos, sii peso simbólico, son empleados del club respectivo; en cam-
pero habla menos de las cualidades artísticas de sus músicos. Ijio, con los músicos es más dificil hacer esa evaluación y su
Cuando en los conciertos hay episodios de violencia íisica, iiiiportancia es distinta en cada caso. Es decir, la relación entre
peleas entre rockeros o entre éstos y la policía, encontramos c.1 público y lo que sucede en el escenario es mucho más influ-
una representación estigmatizada y animalizada similar a la y(:nte en el desarrollo de un concierto respecto de lo que suce-
que se construye para los partidos de fíitbol. tlc en un partido de fútbol entre los hinchas y los jugado re^.'^
El rock y el fútbol, como dijimos, son eventos distintos. Además, hay diferencias en la periodicidad de ambos even-
Aunque en ambos los espectadores son actores del espectácu- 10s:los equipos de fútbol juegan regularmente dos campeona-
lo, las características de cada uno estructuran de modo distin- 10spor año y lo hacen una semana de local y otra de visitante.
to la participación del público. El fútbol en tanto competencia 1.0s conciertos de rock, en cambio, están organizados en
se constituye en base a una otredad siempre presente, una riva- Iorma de giras (una noche en cada lugar distinto), aunque
lidad constitutiva. Por el contrario, en el rock las disputas iciigan cierta regularidad estaciona1 (los conciertos de vera-
entre fanáticos de distintos estilos se construyen, necesaria- 110).Por otro lado, las personas son hinchas de un solo equi-
mente, de otras formas: la presencia del otro, inevitable en el ])o.Los rockeros, en cambio, tienen una banda favorita, pero,
fútbol, acontece en el rock sólo en algunas ocasiones partic~i- ;itlemás, son fanáticos de un estilo. Esta situación implica que
lares. Los enfrentamientos entre seguidores de diferentes gru- iisistan a conciertos de varios grupos.
pos son más frecuentes en conciertos en los que tocan varias
bandas." Además, los hinchas construyen su alteridad enfren-

10. También se hizo cargo d e las primeras explicaciones sociológicas


del fenómeno del rock, aunque en realidad estos trabajos eran una ope- 12. Lo que n o elimina, por cierto, los intercambios informales o los
ración de apología y de estabilización de significados. El primer trabajo i~ic~<liáticos,
mucho más abundantes, a través de los cuales los públicos
sistemático sobre sociología del rock en la Argentina es el d e Vila (1985). c+iitablanrelaciones de diálogo con los jugadores. Recientemente (en un
Para un análisis pormenorizado de la relación entre periodistas y músi- 1);wtidojugado en marzo de 2008) pudo verse esto en su plenitud, cuan-
cos de rock, véanse Varela y Alabarces (1988) y Alabarces (1993 y 2005b). t l o la hinchada de Estudiantes d e La Plata defendió a su ídolo Verón
11. Los organizadores de estos espectáculos suelen tener esto en Ii.c*iiteal ex técnico Simeone, interviniendo, incluso, con comentarios
cuenta y programan los festivales de acuerdo con los diferentes estilos. soljre el divorcio de este último.
La autenticidad al palo inúsicos. En estos casos, lo que sucede con mayor frecuencia
cs que la persona decida no asistir más a los conciertos, aun-
Hay una serie de rasgos que definen al verdadero hincha y que es posible que siga escuchando grabaciones de esa
al auténtico rockero. La posesión y la puesta en escena de ellos I>anda.l"or el contrario, los hinchas, como veremos, no se
regulan la pertenencia al grupo, porque cada ámbito posee comportan de igual modo.
características específicas de organización. El aguante es una En los recitales encontramos una disputa entre iniciados y
cualidad común a ambos, pero mientras que en el fútbol es iiovatos. Los iniciados son los verdaderos poseedores del
condición excluyente para ser un verdadero hincha, en el caso (quantey lo demuestran bailando, haciendo pogo,'%ntonando
del rock es un atributo que permite construir una posición los cánticos correctos en los momentos adecuados. Además,
específica dentro del campo. tleben conocer todas las canciones del grupo que está tocan-
La autenticidad es uno de los rasgos positivos que tienen en (lo y no sólo "las que pasan en la radio". Esto permite varias
cuenta los melómanos para ponderar el valor de una música o inferencias. La primera es que, cuando asisten a un concierto,
de la obra de un artista:13en el campo del rock hay diversas for- iio van sólo a escuchar música sino a participar y a evaluar el
mas de ella que permiten, internamente, calificar a los rocke- "ritual" del recital. En segundo lugar, que la distinción entre
ros y distinguirlos de los no-rockeros. Para algunos estilos, en iniciados y novatos no evalúa la experiencia y el tiempo que
especial el denominado "rock chabón", la posesión del aguan- tina persona lleva como asistente a conciertos, sino que refie-
te es directamente proporcional a la autenticidad. Pero entre 1.c al conocinliento y la predisposición para participar del reci-
ambos no hay una relación mecánica, sino que poseer el bien i;il, de la puesta en escena del aguante. Si una persona no se
simbólico aguante es una de las formas en que los rockeros son comporta ni asiste con la sistematicidad de un iniciado, será
auténticos. siempre un novato, un advenedizo. Esta forma de evaluar los
Para los asistentes es tan importante el desempeño de los cwmportamientos en los conciertos permite distinguir entre
músicos como el del público; ambos deben demostrar su los auténticos rockeros de los que no lo son. La pertenencia a
aguante. Es posible que el despliegue no sea simétrico y en ese 1111 grupo u a otro está determinada por el tipo de participa-

caso el concierto no es bien valorado. Rubén14comentaba que ción que tenga la persona en el concierto y no por la cantidad
"Los Piojos suenan, pero la gente no está a la altura del show, tlc conciertos a los que haya asistido.
son muy amargos, no hacen nada. Es un embole, creo que no Por otra parte, el pogo ocupa un lugar central en la cons-
voy a ir más". La explicación que dan los entrevistados es que ii-ucción de la autenticidad. En este tipo de conciertos el
se trata de personas que no son rockeras y que se acercan por- aguante ejercido por los músicos en el escenario es correspon-
que escuchan al grupo (que se volvió "comercial") por la tlido con saltos y empujones debajo de él (Salerno y Silba,
radio. Esto implica también una valoración negativa para los 2006). Los integrantes de este grupo de asistentes desean y
5icnten la obligación de estar "pogueando" durante todo el
concierto. A diferencia de otras personas, deciden descansar
\tilo cuando se sienten extenuados (en caso de que el grupo
13. Fischerman (2004) denomina "efccto Beethoven" a la experien-
cia musical que es vivida d e acuerdo con los parámetros de autenticidad, ioque su canción favorita hacen un esfuerzo extra). Gabriel
( omentaba: "salgo a tomar aire cuando no doy más, el menor
complejidad y progreso que definen su valor. La autenticidad está rela-
cionada con la legitimidad de un estilo musical y sus músicos. La comple-
jidad determina la calidad y la pertinencia de esa música, y el progreso
está relacionado con la evolución del género no sólo en términos de la 15. Dado los diversos formatos y soportes en los que es posible alma-
complejidad técnica de su ejecución sino de la producción de recitales y ( (-iiarmúsica y la proliferación de copias ilegales (piratería), preferimos
discos. ii.;;ir. este término para abarcar todo el abanico de posibilidades.

14. Los nombres de nuestros informantes fueron cambiados para 1G. El pogo es una forma de baile que consiste en saltar y empujarse
preservar su anonimato. I o 1 1 los compañeros. Se originó en Inglaterra con el estilo punk.
tiempo posible". Del mismo modo, esperan que la banda eje- . es decir, la autogestión en la producción de sus concier-
(.ia71.17

cute canciones que permitan ese despliegue. Cuando esto no los y la grabación y distribución de sus discos.'' Del mismo
sucede se comportan con indiferencia respecto de lo que pasa inodo, es escamoteada la firma de un contrato con un sello
en el escenario. ~liscográficode los considerados "mainstream" o multinacio-
Un concierto puede resultar exitoso si el comportamien- iiales."
to de los músicos y del público es el esperado, aunque haya Estos atributos no son menores en la valoración de los
otros problemas que dificulten su realización, y aunque los scguidores de estos grupos: una trayectoria militante en este
músicos no hayan tenido su noche más inspirada. El 16 de scntido pondrá la autenticidad del grupo a resguardo de las
diciembre de 2006, La Renga tocó en Mar del Plata. Pocas críticas en caso de un gran éxito de ventas. Más aún, el éxito
horas antes del inicio del recital se desató una fuerte tormen- comercial logrado de este modo es un argumento más a favor
ta: las calles se inundaron y se cortó la luz en toda la ciudad. (le1valor de la autenticidad y la legitimidad de un grupo." El
De todos modos, el público ingresó al estadio, aun cuando 'rano decía que "la Bersuit está haciendo propaganda cuatro
continuaba lloviendo; aguardaba y alentaba a través de cánti- ineses antes de que vayan a tocar en River, no tienen gente
cos para que el concierto se realizara. A las 22 horas el grupo
subió al escenario, fue recibido con una ovación. Unos días
después Gabriel recordaba: 17. La independencia como noción que designa a aquellos grupos
iio-comerciales es contemporánea; no la encontramos en los inicios de la
Iiistoria del rock, salvo en el caso del sello Mandioca, como señalan
Estuvo re bueno el recital de Mardel. Nos va a quedar en la memoria el
Alabarces y otros en el capítulo anterior. Por otro lado, la independencia
barro, la lluvia, la lona... No estaban dadas las condiciones para que
c.s casi el único camino cuando una banda se inicia, y es poco probable
toquen y asíy todo le pusieron unos huevos gigantes para no defraudar a (111efirmen un contrato con un sello discográfico. En el caso en que esos
la gente, la gente también le puso unos lzueuos gigantes. Salieron [los itiúsicos logren consagrarse, la independencia es una de las opciones
músicos] a tocar con equipos mojados, sin escenogra$a, con temas nue- iiiás rentables.
vos que la gente no sabía ... Obviamente que no iba a salir de la mejor 18. Los primeros rockeros que llevaron esto a cabo fueron la familia
manera. Pero todos le pusimos unos Izuevos tremendos. Eso me encantó. Vilale con MIA (Músicos Independientes Asociados) y el grupo Patricio
Otro público se las toma de una. Si hasta lo dijo Chizzo [el cantante d e I¿cy y sus Redonditos de Ricota.
La Renga] : ''ustedes son el único público de rock que se la aguanta': 19. El mercado anglosajón está dividido en dos grupos d e sellos dis-
Hasta me lo reconoció Vero [la novia], que es re piojosa [fanática del c.ográficos: uno integrado por empresas multinacionales con estrategias
grupo Los Piojos] ". .I nivel continental y mundial denominado "circuito mainstream". El
scgundo grupo se conoce como Indie y en él se agrupan empresas de
La autenticidad está estructurada en un diálogo permanen- iiicdianas y pequeñas proporciones casi siempre especializadas en un
te entre la actitud de los asistentes y la trayectoria de los músi- solo género musical con alcance limitado a un Estado-nación o una
ic.gión como suele suceder en los Estados Unidos (para ampliar esta
cos. Los rockeros valoran a las bandas de acuerdo con la forma
c.iicstión véase Negus, 2005). En la Argentina suele emplearse el apelati-
en que editan y promocionan sus discos y conciertos, si son -o v o "independiente" para designar a los pequeños sellos que componen
se volvieron- comerciales o no. Es decir, evalúan a los músicos 1.1 conjunto Indie, casi siempre integrados por capitales nacionales. Se
en base a una combinación de indicadores éticos, estéticos y corisidera que una banda que edite sus discos a través de uno de estos
de política comercial que está vigente desde el principio de la rc-llos es también independiente.
historia del rock en nuestro país. Estos parámetros varían en 20. Pedro, manager del grupo La Covacha, decía al respecto: "Nos
cada momento histórico. Esto es muy importante para ellos ii,iitan así: rock chabón, rock barrial. Despectivamente. Pero la mayoría
t l c i cstas bandas no salen en el circuito comercial, casi no se habla de ellas
porque construyen y ponen en escena su propia autenticidad
c.11 la Rock & Pop, ni en los grandes diarios, ni en ningún lado. La Renga,
en función de la que atribuyen al músico que admiran. Uno (-1 lin de semana, metió 40.000 personas en Tandil y n o se enteró nadie.
de los atributos que más esgrimen algunos grupos de esta ( :;il;imaro llevó 20.000 y se enteró todo el mundo. Eso es lo que vende el
corriente denominada "rock chabón" es el de la "independen- ~wriodismoque es domesticado".
propia. (Sabés la gente que va ir? Pendejitas y giles que se quie- vc )l." y la "pasión". Los integrantes de la hinchada afirman que
ren hacer los rockeros". Por el contrario, la relación con una los "pibes" no se desalientan frente a condiciones desfavora-
de estas estructuras mercantiles será mal vista por los seguido- I)lcs,que ellos son los únicos espectadores que saltan y cantan
res de este tipo de grupos (denominados rock "chabón") aun- cliirante todo el partido. En un encuentro contra Argentinos
que el éxito en términos numéricos sea menor. Seguir a una Iiiniors el equipo perdía tres a cero. Los hinchas, afónicos y
banda independiente significa ser más auténtico, mientras c-iif.Óricos,cantaban la grandeza de Huracán y elogiaban su
que seguir a una banda "comercial" es no tener aguante y no ~)t'opiaactitud de no desilusionarse ante la derrota. En otra
ser un auténtico rockero. ( )portunidad, en una noche fría y lluviosa, Huracán jugaba con
I~(.rrocarrilOeste en el estadio de este último. La tormenta
Iiizo que muchos espectadores se fueran antes de que termine
Piñas, piedras y patadas o aguantar es pertenecer c.1 partido. Por el contrario, la hinchada no paraba de alentar.
S;illaban y gritaban como si el equipo estuviese ganando una
Para los integrantes de una hinchada de fútbol la posesión liiial o jugando un clásico de la categoría. En realidad,
del aguante distingue al hincha verdadero del falso; es el atri- I luracán estaba perdiendo un partido sin trascendencia.
buto simbólico más importante porque delimita la membresía. Por otro lado, en el ámbito del fútbol encontramos dos
Existen tres características que definen la pertenencia a la cxmceptos de aguante. La diferencia radica en la importancia
"hinchada": "ir a todos lados", "alentar siempre" y "aguantar" ;(tribuida a "las peleas", a "los combates". Mientras algunos
(Alabarces y Garriga Zucal, 2007 a y b) . <.spectadores, los denominados hinchas militantes," llaman
"Ir a todos lados" es la expresión que nombra a la fidelidad. pante te al fervor y a la fidelidad por el club, los "pibes" de la
Los integrantes de la hinchada de Huracán afirman que ellos I~inchadalo vincuIan sólo al enfrentamiento corporal. El
van a todos lados, con especial énfasis en los encuentros de visi- c ~ p a n t econcebido de formas distintas se conforma como
tante, sin tener en cuenta el desempeño deportivo del equipo, Iierramienta de identificación, distingue dos universos diver-
ni el lugar ni el momento en que se disputan los partidos. Pero sos y dos masculinidades diferentes: la de los "pibes" y la del
todos esos datos son rigurosamente tenidos en cuenta por los resto de los espectadores (Garriga y Moreira, 2006). Por eso,
hinchas porque la fidelidad es proporcional a los kilómetros "ir a todos lados" y "alentar siempre" son particularidades rele-
recorridos y a la cantidad de derrotas soportadas. Un martes a vantes en la conformación de una comunidad de valores, pero
la tarde, luego de un partido que Huracán había jugado en tienen un lugar - secundario en la conformación de un límite
Comodoro Rivadavia, estábamos con Coco en la puerta de su (le inclusión. El aguante es la característica específica que dis-
casa y pasó por ahí Miguelo, otro integrante de la hinchada. tingue a los "pibes" del resto de los espectadores.
Empezaron a hablar de lo extenuante que había sido el último La autenticidad otorgada por la posesión del aguante inclu-
viaje, en el que, según ellos, estuvieron más de cincuenta horas ye a los hinchas dentro de una red de relaciones sociales, de
arriba de un micro. Comentaban el cansancio y el sacrificio intercambios simbólicos y materiales, señala a quien le corres-
como una ofrenda por Huracán. El Globo, que "no jugaba por
nada", en alusión a sus escasas chances de salir campeón,
demandaba igualmente la presencia de sus hinchas en el otro 21. Con hinchas militantes, término acuñado por Archetti (1985),
- nos referimos a espectadores involucrados fuertemente con su club, que
extremo de la Argentina. A pesar de presentarse como agotados
organizados en grupos (en subcomisiones del hincha o diferentes agru-
por el viaje, hacían planes para el próximo partido: calculaban paciones) o de forma individual participan activamente e n las dimensio-
cuántas horas tardarían en ir a Mendoza donde Huracán juga- nes festivas que acontecen en las tribunas. Estos espectadores hacen gala
ba en diez días. El compromiso con el club debe demostrarse en de su fidelidad y su fervor, al igual que la hinchada, pero a diferencia de
la adversidad y en la lejanía. cllos raras veces participan de enfrentamientos fisicos. Es más, tienen
"Alentar siempre" es una cualidad constituida por el "fer- una postura resuelta ¿explícita? en contra de la violencia.
ponden entradas, ropas y favores. Varios de los hinchas que, artículo periodístico era la prueba de su participación en los
por diferentes motivos, no pueden acompañar al equipo a hechos. También nos mostró una foto en la que aparecía en la
todos los partidos desarrollan una rica argumentación para primera plana del diario deportivo Olé,'3 cuyas imágenes mos-
demostrar que ellos siguen perteneciendo al grupo. Éste es el traban una gresca entre los integrantes de la hinchada de
caso de Tito, que a raíz de un tratamiento médico no puede Huracán y la de Los Ande~.'~Mientras nos mostraba la imagen
realizar esos viajes. El dice: "ya no puedo ir siempre, pero estoy decía: 'Ves, siempre estoy ahí". "Estar ahí" remite al aguante, a
cuando tengo que estar. Fui contra Chaca.. . allá, contra los la bravura de este hincha que no teme al enfrentamiento.
putos'" de Chicago, fui a Córdoba y a Juj~iy.Por eso nunca me Hacer visibles estas acciones, mostrarse como participantes de
falta la entrada y si pido ropa me la dan". Los partidos que estos sucesos, permite ganarse el respeto de sus colegas. El
menciona no son azarosos: son relevantes, medidos por la peli- aguante, fuente de orgullo y estatus, debe exhibirse para capi-
grosidad del adversario. En este caso el aguante, estar en los talizarse.
momentos indicados, tiene que ver con los enfrentamientos Exponerse a las cámaras televisivas y a las notas de los dia-
íísicos, con las peleas. rios, aun a costa de ser mal visto por vecinos, familiares y ami-
Puestos en escena y estigmatizados recurrentemente por gos, es mostrar lo que los distingue. Tito comentó que hace
los medios de comunicación, los hinchas utilizan esas repre- unos años había salido en la tapa de un diario peleándose con-
sentaciones construidas sobre ellos para dar testimonio de su tra un hincha de San Lorenzo en la cancha de Vélez; en la foto
aguante. Es decir, los signos negativos se convierten en atribu- se veía claramente que estaba ganando la pelea. Haber partici-
tos positivos. Coco nos prestó un video en el que están graba- pado del incidente lo llenaba de orgullo; sin embargo, su ale-
das diferentes peleas de la "banda" de Huracán extraídas de gría no era completa porque su madre se había disgustado al
programas periodísticos de televisión. En una escena aparece observar a su hijo de esa manera. Igualmente, conserva la tapa
él, cinturón en mano, blandiéndolo como un látigo, auxilian- del diario en su casa y es una de sus pertenencias más precia-
do a un compañero que estaba siendo golpeado por la policía. das. Mostrar que "se la aguantan" es mostrarse diferentes, dis-
Cuando le devolvimos la cinta nos preguntó si lo habíamos tinguirse según los parámetros válidos para el grupo.
visto "robando cámara" porque decía que aparecía en prime- Estos parámetros son las señales de su estilo, que se defi-
ra plana. Varias veces comentó esa escena. Lo llenaba de orgu- nen en el coraje, la bravura y la valentía expresados en una
llo haber auxiliado al compañero y, también, aparecer en la lucha corporal. Aparecer en los medios peleándose establece
televisión, porque así su comportamiento se volvía inobjetable, una relevancia imposible para otros estilos, genera un rápido
era un documento público de su aguante. acceso a un lugar, aunque sea de condena, para exhibir carac-
Coco tiene en su casa muchas fotos y recortes de diarios y terísticas éticas y estéticas que definen su identidad. Los signi-
revistas. En nuestra primera charla nos mostró, emocionado, ficados de pertenencia e identidad son construidos con mayor
un artículo periodístico de 1982 en el que aparece, menciona- eficacia cuando se es reconocido, sin importar la valoración
do con nombre y apellido, como uno de los responsables de negativa. Coco estaba sumamente disgustado con la cobertura
las peleas ocurridas en un partido contra San Lorenzo. que los medios habían hecho de un enfrentamiento entre los
Risueño, narraba que había ingresado con un cajón fúnebre al que mero^"'^ y los hinchas de San Lorenzo en la ciudad depor-
campo de juego para satirizar a los rivales por el descenso de tiva de estos últimos. Las noticias de los diarios afirmaban que
categoría. Este acto fue tomado como una provocación y fina- los hinchas de Huracán habían atacado a niños y mujeres;
lizó con intensos combates y detenidos, entre ellos Coco; el
23. Olé es iin diario dedicado exclusivamente a las noticias deportivas
22. "Cagón" significa "cobarde"; "puto" puede tener el mismo senti- editado por el grupo Clarín desde el año 1998.
do, aunque en otra dimensión que, retomaremos más adelante, refiere a 24. Los Andes es un club del sur del conurbano d e Buenos Aires.
la dominación. 25. Apodo de los hinchas de Huracán.
Coco decía que eso era mentira. Asumía los calificativos de Piña va, piña viene
"bestias" y "salvajes" pero argumentaba que los hinchas nunca
golpearían a "los pibitos" porque eso sería romper los códigos. En el caso de los hinchas la resistencia, el coraje y la sabidu-
Enojado, explicaba que los medios habían omitido mencionar ría para luchar son atributos constitutivos del aguante; para los
que el enfrentamiento había sido contra la "banda" del cl~ib 1 ( u kvros, en cambio, la situación es totalmente otra: ellos se
rival y que ésta había sido vencida. Los medios estigmatizaron ( I ~ ~ l i i iac n y cali-
sí mismos como contrarios a toda beligerancia
a "los violentos" a través de la operación, recurrente, de atri- Lican las peleas que protagonizan como hechos extraordina-
buir a los hinchas la ausencia de atributos racionales y civiliza- rios y fortuitos. El ejercicio de la violencia fisica ocupa un
dos. Coco reivindicaba el triunfo de su hinchada al tiempo que lugar distinto en cada ámbito. Está sujeto a diferentes regula-
cuestionaba el estigma por inexacto. ciones.
Ramón decía: "nosotros ponemos la vida. Cualquiera te El aguante es el concepto central de la estructura simbólica
puede dar un tiro o dar un puntazo (clavar un cuchillo)... de los "pibes" de la hinchada. Sin embargo, no hay una refle-
Nosotros nos jugamos la vida. No sabés las veces que yo me xión elaborada sobre el mismo. Ante la pregunta sobre qué es
jugué la vida por Huracán". Esta frase construye un nosotros el aguante se enmarañan en explicaciones que terminan grafi-
que contiene a los que se arriesgan, a los que tienen aguantey cándose con ejemplos de luchas, riñas y reyertas varias. Tito,
se juegan por su equipo. Relaciona el honor del club con los con una sonrisa entre dientes, comentaba que "aguantar es
enfrentamientos contra las hinchadas contrincantes, es decir pararse siempre, en desventaja, quedarse y poner el pecho".
que los hinchas consideran que subyacentemente al encuen- "Pararse" y "poner el pecho" son términos que remiten a la
tro futbolístico se dirimen cuestiones de honor y prestigio del iicción de lucha, al enfrentamiento. "Aguantársela" refiere a
club. En este sentido, sus simpatizantes sólo pueden debatirse las riñas, a las contiendas físicas. Coco, luego de contar con
en el plano de la lucha, o mejor dicho, en términos nativos, lujo de detalles una pelea contra simpatizantes de San
del aguante. Al mismo tiempo, ese aguante se construye como Lorenzo, afirmaba que habían "corrido" (vencido) a los riva-
mecanismo de distinción entre los verdaderos hinchas, que se les en tres oportunidades en el mismo "combate" (enfrenta-
juegan la vida por el club, y aquellos espectadores que no usan miento) porque los otros no se habían "plantado" y que los
estas formas como herramientas de distinción, los hinchas que huyeron demostraban su cobardía y carencia de aguante.
simulados. El relato describía minuciosamente la forma en que los de
En síntesis, la autenticidad se sostiene sobre parámetros 1-Iuracán "corrieron" a sus enemigos de "la gloriosa" (nombre
diferentes para el caso del rock y del fútbol: los rockeros deter- de la hinchada de San Lorenzo); detallaba la posición de los
minan su asistencia a los conciertos en función del desarrollo luchadores, los duelos corporales...
del concierto y se comportan dentro de él en función de la Así, el aguante es una competencia que interpela a todos los
interpelación de los músicos. Ellos pierden prestigio si asisten grupos rivales como alteridad,'"ue toma como única herra-
a recitales de bandas cuyos integrantes dejaron de comportar- mienta legítima de identificación el enfrentamiento físico."
se como auténticos rockeros; hay un sistema de valoraciones I,a necesidad de los "pibes" de ser considerados como hom-
con niveles superpuestos que exceden pero construyen el bres por sus pares y por los adversarios los obliga a ser violen-
espacio del concierto. Los hinchas, por el contrario, deben tos para no ser catalogados como "cagones" o "putos". Algunas
asistir a la cancha para no perder su reputación como tales. La
diferencia, en el interior del campo del fútbol, entre hinchas
militantes y los "pibes" de la hinchada es que estos últimos 26. Excepto los casos en que existe una "amistad" entre hinchadas:
véase Moreira (2005).
consideran que deben defender el honor del club "a las
27. Armstrong (1999) manifiesta la existencia de competencias simi-
piñas". lares entre los hooligans ingleses, dado que los grupos adversarios se de-
safian para saber quiénes son mejores peleadores.
formas de valentía tendientes a confirmar la virilidad, con la tlccir, mientras que la interpelación como rockeros tendía a la
meta de ser reconocidos como verdaderos hombres, encuen- convivencia, los asistentes se peleaban en su rol de hinchas.
tran su principio, paradójicamente, en el miedo a perder la Como dijimos, el rock no es una competencia, los antago-
estima de los pares (Bourdieu, 2000). El temor de ser exclui- nistas suelen estar ausentes y la interpelación entre músicos y
dos del mundo de los hombres los urge a actuar de forma vio- ~)úblicoes una relación basada en la empatía y no en la alteri-
lenta para probar su virilidad. Tirando piedras, pegando pala- tlad. Fabio comenta que "aguantársela en un recital es aguan-
zos, disparando un arma de fuego o peleando "mano a mano", tarse el pogo, agitar y tratar de ir siempre para delante [hacia
los miembros de la hinchada señalan un límite, una diferencia c.1 escenario]. Siempre se dice que el que se pelea es un bolu-
entre dos tipos de personas. Pelear contra hinchadas adversa- (lo. Nadie va a joder a otro, van a alentar a la banda". No es
rias, participar en luchas intestinas dentro del grupo, agredir que en los conciertos no existan peleas, sino que no forman
a espectadores que no son parte de la "banda" y chocar contra parte del horizonte de requisitos de los conciertos, aunque sí
la policía son señales de la distinción entre los que tienen tlel horizonte de posibilidades. Cuando esto sucede, los asis-
aguante y los que n o lo tienen. tentes dicen que "se pudrió" por algún motivo y que el enfren-
El ejercicio de la violencia fisica no tiene la misma impor- tamiento fue inevitable. Además, el rock es un espacio con dis-
tancia para los rockeros que para los hinchas. Los asistentes a lintos actores y rivalidades pero con menos jerarquías que en
recitales de rock ponen en escena un aguante vinculado a la cl fútbol: los grupos de rockeros no están tan organizados
resistencia fisica, pero construido en torno a los modos de par- como las hinchadas. Esta diferencia también está relacionada
ticipación y asistencia que ya describimos en este texto: es con las diversas estructuras de cada evento.28
decir, de acuerdo con los criterios de autenticidad vigentes. En los conciertos no suelen estar presentes los seguidores
Durante los conciertos no es habitual que estén presentes los de estilos y bandas rivales." Cuando hay bandas que tocan
grupos de personas con los que los asistentes establecen rela- antes del concierto principal, las llamadas "soportes": se trata
ciones de antagonismo: seguidores de otros grupos y la poli- de grupos del mismo estilo que tienen algún tipo de relación
cía, que en general permanece afuera de los lugares donde se ;imistosa con la banda central. Los músicos ponen en escena
desarrollan los recitales. La posibilidad de enfrentarse con csta sit~iaciónreiteradas veces durante todo el espectáculo.
otra hinchada está presente durante los partidos de fútbol; las Cuando se trata de festivales, los organizadores intentan pro-
peleas, en cambio, no son condiciones excluyentes para la gramar el evento para que en un mismo día toquen bandas del
posesión del aguante durante los conciertos. mismo estilo o cuyos seguidores no se peleen. Aún más, duran-
De todos modos, durante los conciertos suele haber Le varios festivales a los que asistimos los integrantes de cada
enfrentamientos entre los asistentes y la policía, y entre segui- una de las bandas solicitaban que escucharan a los demás
dores de diferentes bandas o géneros y en menor medida músicos y destacaban que no había peleas entre el público.
entre fanáticos del mismo grupo. Las peleas suelen ser narra- Estas actitudes ponen en escena la subsistencia de ciertas ideas
das por sus protagonistas y testigos como situaciones extraor- pacifistas y de comunidad que el rock desarrolló hacía finales
dinarias; los que participan en las luchas ponen en escena un de la década de 1960 y principios de la de 19'70.
aguante regulado de modo similar al que describimos para el
fútbol. Un asistente comentaba que a comienzos de los noven-
ta solia haber peleas en los conciertos de La Renga entre hin- 28. Estas afirmaciones podían rebatirse con más facilidad en los
chas de diferentes equipos de fútbol que asistían a escuchar a ámbitos metaleras de comienzos de los ochenta, que hacían de la pelea un
la banda. Según él, en esos casos intervenía el cantante y decía signo de identidad.
que en ese lugar eran todos iguales y que no había motivos 29. Durante los setenta y los ochenta era muy frecuente que en los
para pelearse; también intercedía frente a los dueños de los festivales convivieran bandas que tenían relación de alteridad entre sí, lo
que solía derivar en peleas entre grupos de rockeros. A partir de 1990, la
locales para que no echaran a los que querían pelearse. Es situación se modificó.
Por otro lado, la acentuación de estos aspectos puede ser Aunque no pertenezca11 a un grupo organizado del mismo
interpretada como una de las consecuencias que tuvo el incen- iiiodo que una hinchada, es muy probable que, por fuera de
dio en la discoteca República Cromañón el 30 de diciembre de I( )S conciertos, los asistentes rockeros tengan peleas. Los ámbi-
2004.3"Los músicos, con mayor énfasis durante 2005, dedica- l o s más nombrados por los entrevistados son los "boliches" o
ban varios minutos de oratoria explícita o gestos simbólicos I,is calles de su barrio en los que se enfrentan con otros gru-
muy elocuentes al tema en los conciertos (en este Último tiem- I)os?lEn ambos casos ponen en escena su aguante de modo
po la tendencia fue decreciendo); además, resaltaban que el 4c.rriejante al de los hinchas (el que pierde una pelea o "corre"
rock no era violento, que era una comunidad estigmatizada y cSsun "puto"), pero con una diferencia: cuentan también sus
que las posibilidades de cambio debían surgir de los propios tlcrrotas, aunque aclaran enfáticamente los motivos que las
rockeros. Se repetían los cánticos dedicados a Cromañon, ~)rodujeron, casi siempre externos a ellos. En esos relatos tam-
siempre antes de que comenzara el concierto y ocasionalmen- I)ií:n describen algún momento de la lucha a partir del cual
te en algún momento durante su desarrollo. Es posible que 1)retendenaclarar que a pesar de huir o perder siguen "aguan-
esta situación haya tornado a los conciertos más tranquilos y i ,iridosela".
menos conflictivos que otros años. Lucía comentaba que "en El rock no tiene, como el fútbol, a la violencia física como
un recital, entre nosotros, n o nos cagamos a piñas, porque Iii herramienta primordial de identificación. La diferencia res-

compartimos algo y vamos a disfrutar todos lo mismo". 1)cctode la centralidad de este atributo en uno y otro campo
En un recital del grupo Intoxicados, en el Luna Park, el I .idica en los tipos de alteridades que son puestas en juego, y

estadio estaba rodeado por una empalizada de chapa de dos c.11 cómo se desarrollan las relaciones entre antagonistas.

metros de alto, ya cerca de la entrada algunos chicos empeza- Nuevamente, la rivalidad es insoslayable en el fútbol y más
ron a golpearla al ritmo de los cánticos. Enseguida apareció iiicstable en el rock. La relación con la otredad señala que en
una persona de seguridad contratada por la organización del c.1 marco de las hinchadas la disputa debe llegar al plano de la
concierto -los denominados "patovicas"- para reprimir esa violencia fisica como forma final de acreditar el aguante. En
actividad. Los asistentes dejaban de golpear cuando el hombre c,:imbio, en el rock encontramos la relación de empatía entre
se acercaba, pero nadie respondía a la pregunta de quién iiiúsicos y público, la recurrente separación de los públicos
había sido. La situación devino en una especie de noria para .~iitagonistasen la organización de los eventos y un aguante
el patovica porque mientras hacía detener los golpes en un tlue, aunque está relacionado con la resistencia física, no está
lado, éstos sonaban en otro. Nadie vino a asistir a su compañe- I cgulado a partir de las peleas entre rivales.

ro. A pesar de la superioridad numérica de los asistentes, uno


solo de los chicos intentó enfrentarlo, pero los que estaban
con él lo retenían. Le decían que no hiciera eso porque "Pity Sólo los chicos
[el cantante de Intoxicados] no quiere". En ese momento el
patovica se fue; nadie más usó la chapa como bombo. En el fútbol y el rock se establecen distintas relaciones de
~Cnero.En el caso del fútbol, se genera un diálogo intragéne-
1.0 que define prácticas válidas para ser un hombre frente a
otros hombres. Por el contrario, en el rock las mujeres partici-
30. El 30 de diciembre de 2004 se incendió el local República pan en las disputas por la autenticidad, pero obtienen ese atri-
Cromañon mientras tocaba el grupo Callejeros. En esa ocasión murieron
194 personas. El fuego se originó e n un aparato de pirotecnia que encen-
dió, como era habitual hasta ese día, una persona del público. Desde 31. Este grupo de rockeros denomina "boliches" a los lugares para
entonces está prohibido el uso d e pirotecnia y el ingreso con banderas a 1);iilarsin diferenciar el tipo de música que pasan. Durante las entrevistas
los conciertos de rock. Paradójicamente, ambos atributos siguen siendo ;iclararon que en los boliches a los que van (en la zona de San Martín)
desplegados en los partidos de fútbol. El juicio penal aún n o concluyó. ¡)asan música de cumbia.
buto a través de prácticas determinadas por parámetros mas- cen los de Morón, "se fueron cuando cayó la primera piedra",
culinos. recordaba entre risas. Ese hecho determinó el final de la rela-
El aguante en el fútbol es un atributo masculino. Para los ción, porque los quemeros acusaron de cobardes y desleales a
integrantes de la hinchada pelear, resistir y no temer son cua- sus ex amigos. Jorge decía que realizaron varias acciones de
lidades de los "machos aguantadores". Archetti (1985) sostie- venganza contra "los putos de Morón, que nos dejaron tira-
ne que los simpatizantes argentinos son actores del espectácu- dos".
lo futbolístico y que a través de su acción no sólo ponen e n Los hinchas diferencian entre discurso y práctica para rea-
juego el prestigio del club, sino también la masculinidad de los firmar el valor legítimo de la práctica: no es hombre el que
participantes. Así, el fútbol argentino es un espacio estricta- dice serlo, sino el que lo ha demostrado. Además, los integran-
mente masculino, donde los hombres y los proyectos de hom- tes de la hinchada no practicantes de acciones violentas, los
bre (adolescentes y niños) tratan de c0nstruir.m orden y u n que abandonan a sus compañeros durante un "combate ", no
mundo varonil. Esta construcción de órdenes se transforma recibirán entradas de favor, no podrán viajar en los micros ren-
en discursos morales que constituyen prácticas distintivas, que lados por la hinchada o se les impedirá concurrir a los parti-
establecen fronteras entre lo permitido y lo prohibido; dos que juegue su equipo (algunas sanciones son más severas).
Archetti sostiene que "el fútbol es un mundo de hombres, es Ramón decía que si se viaja en los micros con los "pibes" hay
un discurso masculino con sus reglas, estrategias y su 'moral'" que estar preparado para todo, "si se arma un combate hay
(1985: '7). que bajar.. . No podés dejarlos de garpe. Yo los conozco a los
El aguante, para los "pibes" de la hinchada, permite fran- pibes desde chico, no podés dejarlos de garpe". Tito, en una
quear una masculinidad percibida como discursiva e imagina- charla, decía que el que va al frente en una pelea "es el más
ria, transformándola en real. Los varones crean distinciones, macho, el más p ~ l e n t a " Un
. ~ ~hincha señalaba: "Soy macho
verdadero o no-verdadero, y se interrogan entre ellos para porque me la aguanto", expresando que para los integrantes
saber qué calificación merecen (Badinter, 1994). Entre los de la hinchada el aguante es la afirmación simbólica y práctica
"pibes" la etiqueta de calidad de "verdadero" se adjudica a de la hombría, la característica primordial, junto al estoicismo,
aquellos sujetos que son practicantes de hechos de violencia; de la masculinidad.
por el contrario, el que no participa de las peleas y "corre", el Comúnmente, en la Argentina se designa como "puto" al
que "no se para" no es un "verdadero hombre". Entonces, a homosexual, pero las concepciones de los hinchas son más
partir de prácticas específicas quedan establecidas dos comu- complejas. Señalar como "puto" al que no tiene aguante no
nidades: los machos y los "cagones" o "putos". remite a su sexualidad sino a su comportamiento social según
Jorge contaba que la amistad que tenía la hinchada d e los parámetros grupales. Coco decía que pelearse por la cami-
Huracán con sus colegas de MorÓnJ' se cortó abruptamente seta que uno ama era cuestión de "guapos", que uno debe
luego de un enfrentamiento contra la hinchada de San demostrar que "se la aguanta". Entonces, le preguntamos si el
Lorenzo en el que murió Ulises Fernández. En esa oportuni- aguante era una cuestión de hombres heterosexuales; entre
dad, treinta hinchas de Morón acompañaban a los "quemeros" risas dijo que no, que se acordaba de un conocido hincha que
en su caminata hasta el estadio de San Lorenzo. Los hinchas
de Huracán afirman que los de Morón "desaparecieron", es 33. Además, este informante comentaba "que quería ser macho en
decir, huyeron del combate y abandonaron a sus "amigos" en todos lados, en el trabajo, con la señora, con los amigos, en todos lados".
medio de la trifulca. Jorge decía que los videos que muestran La violencia que se hace pública entre hombres puede tener alguna rela-
el enfrentamiento son elocuentes: en ninguna imagen apare- ción con episodios de violencia doméstica, que deben ser analizados en
otro trabajo; varios informantes comentaron que en algunas circunstan-
cias "fajaron" a sus mujeres. El fútbol es una arena donde probar la hom-
32. El Club Atlético Deportivo Morón es oriundo d e la ciudad del bría frente a otros hombres. Pero puede ocurrir que esta masculinidad
mismo nombre, en el oeste del Gran Buenos Aires. violenta tenga sus correlatos puertas adentro, en la vida familiar.
era "puto y se la reaguantaba": "el culo podés ponerlo donde de esas cuestiones. Sin embargo, las alteridades rockeras que
vos quieras pero teilés que aguantar, hay que ser guapo". La estudiamos también designan como "putos" a aquellos que
valentía, no la conducta sexual, define el aguante. carecen de un aguante legítimo. El cántico que recurrente-
Existe una matriz cultural que subordina a lo femenino: en mente describe esta situación suele ser el que dice "X se la
este espacio subordinado se encuentran "los putos", que son come/ Z se la da". Los nombres van variando de acuerdo con
exponentes masculinos de los atributos femeninos o de la el concierto y los estilos. El músico Cerati, que representa a sus
carencia de los masculinos, que en este caso es lo mismo seguidores y a los grupos de estilos semejantes, básicamente el
(Segato, 2003). La identidad masculina se asocia al hecho de pop, suele ser ubicado mayormente en el lugar de la X. En el
poseer, tomar, penetrar, dominar y afirmarse, si es necesario, otro lugar ubican al artista que esté tocando en ese momento.
por la fuerza. La identidad femenina, al hecho de ser poseída, La muerte, como una forma de distinguir entre rockeros y no
dócil, pasiva, sumisa. En ese sentido, ser hombre consiste en rockeros, también está presente. El cántico recurrente es:
no ser femenino, no ser homosexual, no ser dócil ni sumiso " L u c no
~ ~se~ murió que se muera Cerati/ la puta madre que
(Badinter, 1994). Para los "pibes" ser hombre, un macho, tiene lo parió". Algunos artistas suelen expresar durante los recitales
los mismos sentidos. Aún más, puede ser homosexual pero en su desacuerdo respecto de esta expresión por parte del público.
la relación debe tener el papel activo, ser el dominador; por Una mayor cantidad de mujeres asiste a los espectáculos
eso cantan "chupanos bien la pija" como forma de poner en rockeros en comparación con los futbolísticos. Ellas participan
escena esa dominación. Lo importante es el rol, no la relación. en un plano de relativa, y supuesta, simetría con los hombres.
Estas dos posiciones están, para los hinchas, asociadas a roles y Pero esa similitud está construida y regulada en términos mas-
pueden leerse, en lo subyacente, en el rol de lo femenino culinos. Las chicas que deciden hacerlo disputan por el aguan-
dominado y en el papel que tienen los otros hombres. te durante un tiempo determinado, a través de las mismas
Ser "puto", entonces, no tiene que ver con la homosexuali- prácticas, en los mismos lugares que los varones. Es decir, la
dad sino con el poder. Los "pibes", como dijimos, expresan igualdad está circunscripta a la duración de un concierto, a la
esta distinción en dos planos distintos: en las prácticas y en los práctica del pogo y la performance dentro de él. La dicotomía
discursos. En torno a las prácticas violentas, Coco decía que los sigue siendo la posesión del aguante o su carencia, pero en este
rivales denominados "putos", al ser derrotados, no eran homo- caso no se trata sólo de varones que intentan ser definidos
sexuales sino que "no se la aguantaban". En el plano de los dis- como tales.
cursos, en los cánticos y en los relatos, la masculinidad está aso- A pesar de que la participación en el pogo, al menos en el
ciada a lo activo y lo femenino a lo pasivo respecto a los roles sector donde éste es más intenso, es aún una cuestión de géne-
sexuales. Es por esto que un verdadero hombre es quien "le ro, hay cada vez más chicas que participan de los conciertos
rompe el culo al rival", y es "puto" aquel que es poseído en esta desde este lugar; las vemos no sólo subidas a los hombros de
relación. los varones, sino saltando, cantando, sosteniendo banderas y
organizando el espacio para poguear. No son mal vistas por
desarrollar estas performances, sino todo lo contrario.
<Tansólo los chicos? Durante un recital de Los Gardelitos, los varones valoraban
positivamente a sus amigas: "Caro y Mariel se la reaguantan",
El rock también es un universo masculino. Pero no en el decían orgullosos. Por fuera del ámbito del concierto, los varo-
mismo sentido, ni del mismo modo que el f6tbol. Los concier- nes cuidan celosamente a las chicas que van con ellos, aunque
tos no son lugares, ni momentos, en los que los asistentes pon- ellas tienden a considerar excesivos estos recaudos. Lucía
gan obligadamente en juego su aguante a través de peleas. No
hay una profusión de cánticos que aludan a la hombría de los
seguidores ni de los músicos. Tampoco las banderas se ocupan 34. Luca Yrodan era el cantante del grupo Sumo, que desarrolló su
carrera entre 1981 y 1987, año en que murió de cirrosis hepática.
decía: "me tienen podrida, a veces parecen zánganos alrede-
{Rebeldes? {Sin causa?
dor mío".
Muy pocas mujeres son integrantes de grupos de rock;
Comparar ambos universos sociales a partir de la noción de
cuando esto sucede, es tomado como una situación extraordi-
aguante nos permitió dar cuenta de algunas de sus diferencias
naria y aun exótica. Dentro de ese espacio, además, suelen
y de ciertas coincidencias. En ese sentido, podemos afirmar
quedar encasilladas en determinados roles: cantar, hacer
que para rockeros e hinchas pelear, hacer pogo, cantar, resis-
coros, tocar el saxo. En cambio, tocar la guitarra, el bajo o la
tir el dolor y las adversidades, disputar por el honor y la auten-
batería son roles, en ese orden, vedados. No obstante, a pesar
ticidad constituyen formas válidas de identificación. De este
de que su desempeño artístico no será valorado sino directa-
modo, construyen universos simbólicos que, en mayor o
mente ignorado hay mujeres guitarristas, bajistas y bateristas.
menor medida, se oponen a la sociedad hegemónica. El
Esto no es un dato menor porque en el ámbito del rock no
aguante, en ambos casos, consiste en las diversas manifestacio-
existe, como en el fútbol, un reglamento que indique el sexo
nes de una enredada y conflictiva disputa por la significación
o el género de los integrantes de los equipos.
de lo legítimo. El fútbol y el rock generan sus propias normas
Si nos detenemos en las letras, notamos que la igualdad
de inclusión, sus modos de pertenencia legítima y su régimen
decrece rápidamente. Allí las mujeres están representadas en
de visibilidad. Mientras los rockeros determinan la autentici-
forma similar a otros géneros populares latinoamericanos
dad a partir del lugar que sus músicos favoritos ocupan en la
como el tango, el bolero, la cumbia ... Desde los inicios del
economía simbólica y política de la industria musical, los hin-
rock argentino con "Necesito" de Sui Generis, "Rock de la
chas utilizaii, entre otros indicadores, a las representaciones
mujer perdida" de Los Gatos o "Catalina Bahía" de Pedro y
mediáticas como certificado de la veracidad de sus conductas.
Pablo hasta "Putita" de Babasónicos, "Perra" de Viejas Locas y
Esas formas de membresía ubican en un orden de alternativi-
"Nunca me enseñaste" de Los Jóvenes Pordioseros, por men-
dad a quienes pertenecen a ella: los rockeros y los hinchas pro-
cionar algunos ejemplos, las mujeres son tratadas como traido-
ponen como positivo aquello que es estigmatizado, prescripto
ras, altivas, calculadoras, promiscuas; a la vez, son nombradas
como negativo. No es que las formas simbólicas que aquí ana-
como musas inspiradoras.
lizamos sean radicalmente distintas, sino que están organiza-
En definitiva, el aguante de los hinchas es un mensaje diri-
das en modos diferenciados respecto a los dominantes.
gido a otros hombres más que a las mujeres. Se trata de una
Una de las hipótesis que atraviesan los trabajos académicos
operación que busca respeto y reconocimiento que sólo puede
sobre el rock es que en él hay una gran politicidad, aunque no
conseguirse a las piñas. Ser "macho" o "puto" determina luga-
se trate de intervenciones estrictamente partidarias, y aunque
res de mayor o menor poder dentro del universo de las hin-
sean oposiciones articuladas desde los estilos (Reguillo,
chadas. Por el contrario, en el espacio del rock el poder suele
2000) .35 El planteo central de estos argumentos es que a partir
ser caracterizado como una virtud negativa adjudicada a una
de tales estilos se articulan posiciones de desconfianza y radi-
alteridad extramusical (los políticos, la policía, etc.). Durante
calización. A esta característica de oponerse a un orden esta-
los conciertos, el aguante es parte del intercambio que realizan
blecido, en forma total, ignorando sus instituciones tradicio-
los músicos y el público, n o está dirigido a los hombres o a las
mujeres taxativamente, aunque algunos de los valores en
juego son coincidentes con la construcción de la masculinidad 35. Hebdige sostiene que una subcultura expresa en forma de códi-
que encontramos en el fútbol. En el intercambio del rock las go una "resistencia al orden que garantiza la continuidad de su subordi-
mujeres tienen un lugar, pero no lo hacen como singularidad, nación" (2004: 34). Míguez y Semán (2006), por su lado, afirman que la
sino que son incorporadas a las disputas masculinas. cultura popular surge de una serie de elecciones que tienen un valor
político porque no se acomodan al deber ser, ejercen un poder de con-
testación sin ser parte de un proyecto contestatario. Véanse además Vila
(1985) y Casullo (1984).
nales, no participando en ellas, Yonnet (1988) la denomina se oponen, sino que trata de mostrar, solamente, su (o)posi-
"despolitización activa". ción. Tanto hinchas como rockeros no pretenden (no lo pien-
Nosotros observamos que los rockeros identifican un con- san como meta) cambiar el mapa social: quieren ingresar al
junto de actores o de instituciones a los cuales se oponen, y mismo por otro lado, por otra puerta. No son rebeldes sin
otro conjunto con el cual acuerdan y al que apoyan.3G causa, ya que sus causas están en la disputa de los significados.
Preferimos denominarlo "politización afectiva", porque se Pero tampoco -lejos, muy lejos están de serlo- son agentes
trata de la construcción de una posición política por empatías revolucionarios que vienen a indicar el camino del cambio
pero que n o está sostenida, al menos de modo central, por social.
antagonismos netamente ideológicos o de clase. A su vez, los
miembros de la hinchada organizan una serie de antagonis-
mos: con la policía, con los dirigentes, con los medios, que
nunca se transforman en discrepancias políticas." Pero la
ausencia de lo político no es ausencia de resistencia. En ambos
universos sociales, a pesar de no establecer un proyecto políti-
co, existe una dosis de rebeldía que es exhibida en la disputa
por la significación: qué es violencia y qué no, qué es "ser del
palo" y qué n o lo es. La autenticidad y la "independencia" para
los rockeros, y la violencia fisica y la pelea para los hinchas,
cumplen la misma función: marcar los límites de pertenencia.
Pero no sólo marcan las fronteras del grupo, sino que definen
sentidos, valoran sus acciones y sus representaciones. En esta
asignación de valores, otorgarle un sentido positivo a lo que el
resto de la sociedad ignora, estigmatiza, reprime o persigue,
constituyen gestos de resistencia, que pueden ser leídos como
politicidad porque marcan una desigualdad, una diferencia.
Ahora bien, este gesto de resistencia no tiene nada que ver
con una planificación de toma del poder del Estado, sino que
está relacionado con una organización inestable, dinámica y, a
veces, poco articulada de valores alternativos combinados con
valores hegemónicos. El agxante del rock y el del fútbol pue-
den y deben ser entendidos como signos de rebeldía, pero des-
contextualizados no tienen ningún sentido. Es más: esta rebel-
día no es un intento elucubrado de modificar aquello a lo que

36. Organizaciones que sostienen comedores infantiles, Asociación


Madres d e Plaza de Mayo, etc. Es necesario insistir que estas vinculacio-
nes n o implican posturas ni militancias políticas activas.
37. En el sentido estricto y tradicional de la palabra. Varios artículos
de este libro discuten el concepto: por ejemplo, Alabarces y otros en el
capítulo anterior. Nos remitimos, entonces, a esa discusión que pretende
ampliar tanto el concepto de política como el de resistencia.

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