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cultural del hombre contemporáneo: los personajes han sido in- "Por lo consiguiente, en reemplazo del Tío Mc Pato, d e
corporados a cada hogar, se cuelgan en cada pared, se abrazan Donald y de sus sobrinos, de Tríbilín y el Ratón Mickey, los
en los plásticos y las almohadas, y a su vez ellos han retribuido grandes y pequeños tendremos, en lo sucesivo, que habituarnos
invitando a los seres humanos a pertenecer a la gran familia a leer y seguir las historietas que describan nuestra realidad
universal disney, más allá d e las fronteras y las ideologías, más nacional, la que de ser como la pintan los escritores y panegi-
acá de los odios y ias diferencias y los dialectos. Con este pasa- r i s t a ~de la época que estamos viviendo, es ruda, es amarga, es
porte se omiten las nacionalidades, y los personajes pasan a cruel, es odiosa. La magia de Walt Disney consistió, precisa-
constituirse en el puente supranacioilal por medio del cual se mente, en mostrar en sus creaciones el lado alegre de la vida.
comunican entre sí los seres humanos. Y entre tanto entusiasmo Siempre hay, entre los seres humanos, personajes que se pare-
y dulzura, se nos nubla su marca d e fábrica registrada. cen o asemejan a aquellos d e las historietas de Disney.
Disney, entonces, es parte -al parecer inmortalmente- de "Rico Mc Pato es el millonario avaro d e cualquier país del
nuestra habitual representación colectiva. En más de un país se mundo que atesora dinero y se infarta cada vez que alguien in-
ha averiguado que el Ratón Mickc;y supera en popularidad al tenta pellizcarle un centavo; pero quien a pesar de todo suele
héroe nacional de turno. En Centroamérica, las pelíciilas pro- mostrar rasgos de humanidad que lo redimen ante sus sobrinos-
gramadas por la AID para introducir los anticonceptivos son nietos.
protagonizadas por los monos del "Mago de la Fantasía". En "Donald es el eterno enemigo del trabajo y vive en función
nuestro país, a raíz del sismo de julio (1971), los niños d e San del familiar poderoso. Tribilín no es más que el inocente y poco
Bernardo mandaron revistas disneylandia y caramelos a sus avisado hombre común que es siempre víctima de sus propias
amiguitos terremoteados de San Antonio. Y un magazine feme- torpezas que a nadie dañan, pero que hacen reír.
nino chileno proponía, el año pasado, que se le otorgara a Dis- "Lobo y Lobito es una obra maestra para enseñar a los niños
ney el premio Nobel de la Paz. a diferenciar el bien del mal, con simpatía, sin odio. Porque el
No debe extrañar, por lo tanto, que cualquiera insinuación mismo Lobo Feroz, llegada la oportunidad de engullir a los tres
sobre el mundo de Disney sea recibida como una afrenta a la chanchitos, tiene cargos de conciencia que le impiden consumar
moralidad y a la civilización toda. Siquiera susurrar en contra sus tropelías.
d e Walt es socavar el alegre e inocente mundo d e la niñez de
, "El Ratón Mickey, por último, es el personaje por antono-
cuyo palacio él es guardián y guía.
masia de Disney. 2Qiiién que no se considere ser humano no ha
A raíz de la aparición de la primera revista infantil de la
sentido calar hondo en su corazón durante los últimos cuarenta
Editorial del Estado, de inmediato salieron a la palestra los de-
fensores. Una muestra (del tabloide La Scgundu, 20 d e julio, años con la sola presencia de Mickey? No le vimos hasta una
1971) ': vez de "aprendiz de brujo" en una inolvidable cinta que hizo
"La voz d e un periodista golpeó hondo en un micrófono de delicias d e chicos y grandes, sin que se perdiera una nota de la
una emisora capitalina. En medio del asombro d e sus auditores magistral míisica de Prokofiev (NOTA: se refiere sin duda al mú-
anunció que Walt Disney sería proscrito de Chile. Señaló que sico Paul Dirkar). Y qué decir de Fantasía, aquella prodigiosa
los expertas en concientización habían llegado a la conclusión lección de arte llevada al celuloide por Disney, movidos los ar-
d e que los niiios chilenos no podían pensar, ni sentir, ni amar, tistas, las orquestas, los decorados, las flores, y todos los seres
ni sufrir a través d e los animales. animados por la batuta d e Leopoldo Stokowski. Y conste que
allí, para darle mayor realce y realismo a una de las escenas,
1 La Segunda, Santiago, 10 de julio de 1371, p. 3.
correspondió a los elefantes nada menos que ejecutar, de gracio-
sísima manera, "La danza de las libélulas" (NOTA: se refiere sin nistas interpretan eiperta y sabiamente las normas de comporta-
duda n "La danza de las horas"). miento y las ansias de armonía que el ser humalro posee a esa
"2Cómo puede decirse que no es posible enseñar a los niños edad por razones biológicas.
haciendo hablar a los animales? NO se les ha visto a ellos en- ES evidente, por ende, que todo ataque a Disney significa
tablar tiernos diálogos cori sus perros y gatos regalones, mientras repudiar la concepción del niño que se ha recibido como válida,
éstos se adaptan a sus amos, y demuestran, en un movimiento elevada a ley en nombre de la condición humana eterna y sin
d e sus orejas. en un ronroneo, que entienden y asimilan los men- barreras.
sajes y órdenes que se les dan? iAcaso las fábulas no están re- Hay anticuerpos nutonidgicos que enmarcan negativamente
pletas de enseñanzas valiosas en donde son los animales los que a todo agresor en función de ias vivencias que la sociedad ha
nos enseñan cómo debemos d e hacer y comportarnos ante las encarnado en la gente, en sus. gustos, reflejos y opiniones, repro-
más variadas circunstancias? ducidos cotidianamente en todos los niveles de la experiencia, y
"Hay una, por ejemplo, de Tomás de Iriarte que nos pone que Disney no hace sino llevar a su culminación comercial. De
en guardia frente al peligro que se corre cuando se adoptan acti- antemano el posible ofensor es condenado por lo que se ha dado
tudes rectoras y de obligatoriedad para quien trabaja para el en llamar la "opinión pública", un púbIico que opina y da su
público. No siempre la masa acepta a fardo cerrado que le den consenso según las enseñanzas implicitas en el mundo de Disney
lo que le ofrezcan". y que ya ha organizado su vida social y familiar d e acuerdo a
El que dictaminó. estas palabras es el dbcil vocero d e alguna ellas.
de las ideas prevalecientes acerca de la niñez y la literatura in- Es probable que el día después de que este libro salga a la
fantil que transitan por nuestro medio. --- Ante todo,
_ - se implica que venta, se publicará uno que otro artículo estigmatizando a los
en el terreno d e la entretención no dgbe penetrar la
1
se
-- puede estudiar los y \c,rdcidcs dcl Iioinbic contein-
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poráneo, porque es
_ V .- - donde - . -1nCnos
_ _ _ s e los picii\,t cncoiltr,ir. Y rst;,
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juventud: penetrar ese mundo es dc.struir sus sueños y revelar chos, tal como el niño no tiene obligaciones. La coerción se hace
su realidad. humo para dar lugar al palacio mágico del reposo y la armonía.
Así concebido, lo inlagit~arioirifnt~tilcs la zitopín l~asatlay Palacio construido y administrado desde !a distancia por el pa-
futura del clclirrlto. Pero precisamente, por constituirse en el reino dre, que se ausenta justamente para no provocar la reacción dc
su prole. Su lejanía es la condición sine qira norz de su invasión
interior de la fantasía, es ahí, en ese modelo de su Origen y de
total, de su omni-presencia. Como la revista es la proyección del
su Sociedad Futiira Ideal, doride se reproducen con libertad to-
padre, su figura se hace innecesaria y hasta contraproducente.
das las características que lo aquejan. El puede, d e esta ma-
El se convierte en tío favorito que regala revistas. La literatura
nera, beber sus prop'fos demonio?, siempre que hayan sido aca-
infantil misma sustituye y representa al pacl:e sin tornar su apa-
ramelado~eri el alniíbar del paraíso, siempre que viajen con el
riencia física. El modelo de autoridad paterna es inmanente a la
pasaporte d e la inocencia, siernpre que sean presentados como
estructura y la existencia misma de esa literatura, subyace im-
ingenuos y sin segundas intencioites adultas. Todo hombre tiene
plícitamente en todo momento. La creatividad natural del niño.
la obligación constante de imaginarse su propia situación, y la
cultura masiva ha concedido al hombre contemporáneo la posi-
bilidad de alimentarse de sus problemas sin tener que pasar por
las dificultades y angustias temáticas y formales del arte y la
literatura dc la elite contemporánea. Es un conocimiento sin com-
niundo infantil y simultáneamente asegurar SU invisible dirección
promiso, la autocolonización de la imaginacibn adulta: por niedio
ejemplar y ejemplarizadora. Las revistas infantiles no escapan,
del dominio del niiío, el grande se domina a sí mismo. Tal como
por lo tanto, a la dominación que funda todas las relacioncr
1'1 relación sado-masoquista de Donald con sus sobrinos, el parro-
sociales verticales en una sociedad: la distanciación refuerza 12
quiano de esta I i t ~ r ~ l t u rsea encuentra atrapado entre su utopía
emisión teleguiada.
1. su infierno, entre su proyecto y su realidad. Pretende evadirse
La primera prueba de que esta visión crítica es acertada :o
a otro rnundo, santificado, y cle heclio sólo viaja cada vez más
constituye el hecho de que dentro d ~ mundo
l imaginado mismo
adentro de sus propios traumas, un giio sin tornillo y un tornillo
se reitera esta relación padre-hijo. En general, como se verá a lo
sin giro.
iatgo de este estudio, en miíltiples ocasiones, la experiencia del
lector (niño) con respecto a la obra que consume, tiene su base
~ I , AIA~AGISACIÓS AL JODER! y su eco en la experiencia de los personajes con su propia rea-
lidad. Así observaremos, tomado el caso, que el niño no sólo sc
Esto se relaciona con toda la problem6tica d e la cultura de va a identificar con el Pato Donald por razones temáticas, co-
m'lsas, que ha democratizado la audiencia y popularizado las te- rrespondencia de situaciones vitales, sino también en cuanto su
máticas, ampliando indudat~iementelos centros de interés del aproximación inmediata a la lectura del Pato Donald, el ,nudo
I-iombre actual, pero que estlí elitizando cacl'i vez más, apartando y las condiciones de su recepción, imita y prefigura el modo en
cada vez mhs, las sol~~ciones, los métodos para estas soluciones que el Pato Donald vive sus problemas. Ea ficción robustece
y las variadas expresiones que logran trasuntar, para un círculo circularmente el modo de acercamiento que el adLilto lia p:o-
reducido, la sofocada complejidad del proceso. puesto.
Es esencial, por lo tanto, que lo imaginario infantil sea de-
Por lo tanto, para iniciarse en el mundo de Disney, empe-
finido como un dominio re~ervado exclusivamente a los niños cemos -ya que se enunció el vínculo padre-Iiijo- con la gran
(mientras el padre exiliado se solaza mirando por el ojo d e la familia de los patos y los ratones.
cerradura). El padre debe estar aiis(~ntc,sin ingerencia ni dere-
NQ 113).
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Todos los intentos de Disney- se basan en- la- necesidad - -- -- "
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conjunto de las relaciones sociales animalizándolas y pintándolas
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a n--.-. irauaxx3'rl+~~r,esaewa
~~d~"fi~ck6,
tzcarse con la juguetona bestialidad de los animales. A medida
que el niño crece va comprendiendo que las características del
animal (maduro) corresponden a algunos de sus propios rasgos
evolutivos psicosoniáticos. El ha sido, de alguna manera, como
ese animal, viviendo en cuatro patas, sin habla, etc. Así, el ani-
mal es el único ser viviente del universo que es inferior al niño 4,
que el niño ya ha superado, que es el muñeco animado del niño.
Constituye además uno d e los sitios donde la imaginación in-
fantil puede desenvolverse con mayor libertad creativa; ya no es
un secreto para nadie que muchas pclíctilas que han utilizado
animales, tienen alto kdlor pedagógico, educando su sensibilidad
y sentidos.
~ r d ~ ~ Taf
c n es así, que para
---d.sm e
revistas que constituían nuestro material de estudio, el 47% d e
qi!e la Abuelii Pata pueda dejar "1ii paz y tranquilidad - del ciiin- las págiiias estaba dedicado a historietas donde los protagonistas
pon, debe pasar por las pliigns de los inosqiiitos, ratones y abe- debían enfrentar seres de otros continentes O razas. Si se agre-
jas, iin incendio, la destriicci6ii clc. sil jardín por iin~ivaca inva- garan las historietas que juegan con la ficción extraterrestre, se
sora, fenómenos provocados aitificialiiicnte por cl ganso Gus. Se alnpliamente el 50%. Estti muestra cubre todos 10s rin-
46 PARA LkEB AL PATO IWSALD DEL AL BVEN S A L V A J E 47
cones, tierras, m'lres e isl'is del glubo. ílustremos ¿,>te todo fiiics-
t r , ~Am¿rica: Inca-Blinca ( , P e r ú ? ) (TB. 104), Los Andes (Perú)
( D. 457), Ecuador ( D . 434), Azteclano, Azatlán y Ixtikl del Sur
(Méjico, D. 432, 455, TB. 107), una isla de Méjico (D. 451),
Brasil ( F . 155), Altiplano chileno y boliviano (incluso se habla
de Antofagasta) (TB. 106), Caribe (TB. 87). América del Norte:
indios de EE. UU. ( D . 4 3 0 , q B 62), s'tlvajes del Gran Cañón
( D . 437), indios de Canad6 ( D . 379-y TR. 117), esquimales del
Artico ( T R . 110), indios d e 1.i antigua California ( D . 357).
Africci: Egipto ( D . 412, donde se llama Esfingelandia, y TR. 109),
algún rincón del continente negro ( D . 431, D. 382, D. 364, F. 170,
F. 106). Oriente: países árabes, uno con el extraño nombre d e
Aridid, uno denominado el archipiélago de Frigi-Frigi, los otros
tres sin nombre (TR. 111 y 123, dos episodios, D. 453, F. 155),
Lejanostán ( D . 455, 2Hong Kong?), Franistán, una mezcla rara
de Afgailistán y Tjbet (TR. ll'i'), Lejana Congolia (ihlongolia?)
( D . 433), Inestablestán (Vietnam o Camboya) (TR. 99). Ocea-
~ ~ i islas
a : habitadas por salvdjes ( D . 376, F. 68, TR. 106, D. 377),
islas deshabitadas ( D . 439, D. 210, TB. 99, TR. 119), a las cuales
cabría agregar la multitud de islas a donde llegan hlickey y Tri-
bilín, pero que por c'irecer d e interés ~limindmosd e la muestra.
Eri estos mundos, lej'tnos d e la metrópoli Patolandia, pistas
de casual aterrizaje de las akenturas de nuestros liéroes, :ividos
d e tesoros y deseosos de fracturar su aburrimiento cotidiano con
una sana y pura entreteilción, espesan I-iabitantes cie caracterís-
ticas poco comunes.
Cualquiera de nuestros pijes se entiisiasmaria aquí y diría
que es como para llevarse esto:, sa1~'ijex a In cds'i.
Le ~iarernos la introducción tuiístic,~ a ~ s t epije pdra que
sepa exactamente lo que \,a a consumir, prics sc trata sin duda
de consumo. Va aquí el retrato-típico extr'lido del i\I;inii,il "Cómo
Viajar y Enriquecerse" de la gran f,in-iili,i noite,iiiiericL~n,ide
Selecciolics de1 Render's D i g ~ s t .
y que alguna vez cobijó una civiliznción antigua con muchos misioneros que están haitiados de los delincuentes juveniles, Po-
monumentos y comidas específicas. Sin embargo, ninguna d e las dráil solazarse con estos cristianos primitivos nunca evangeliza-
dos especies ha incursionado en la era tecnológica. dos. Y sin embargo son capaces de entregarlo todo. TODO,
2, RESIDENCIA. El primer grupo no tiene ciudades. A veces TODO. Así, son una fuente permanente d e riquezas y tesoros
logra levantar cabañas. El segundo tiene ciudades, en ruinas O que h ellos para nada les sirven. Son supersticiosos e imagina-
inservibles. Se sugiere llevar cámara fotográfica, porque todo, tivos. Por sobre todo, podríamos calificarlos, sin ponernos eru-
absolutamente todo, es folklórico y exótico. ditos, como el típico buen saleaje de que hablan Cristóbal Colón,
3. RAZA. Todas menoc la blanca. Es menester comprar Jean-Jacqiiei Rousseau, Marco Polo. Richard Nixon, WiIliarn
Kodakchrom porque existen todos los tonos: desde el negro más Shakespeare y la Reina Victoria.
oscuro hasta el amarillo, pasando por el café crema, el ocre y 8. ENTRETENCIOXES. Este primitivo canta, baila, y a veces,
un cierto ligero matiz de naranja para los pieles rojas. por divertirse, hace revoluciones. Tiende a utilizar cualquier arte-
4. TALLA.Debe llevar una escalera o un microscopio. Ge- facto que usted lleve como un juguete (teléfonos, pelucas, ca-
neralmente scn enormes, gigantescos, brutos, macizos, pura ma- ñones ) .
teria prima, puro músculo. De vez en cuando, en cambio, se 9. IDIOMA.NO necesita intérprete o diccionario bilingüe.
encuentran pigmeos. Por favor, no pisarlos. Son inofensivos. Casi todos hablan patolandés fluidamente. Pero no se preocupe:
5. VESTIMENTA.En pafiales, a menos que se vistan como si iisted tiene un hijito, puede entenderse con los cleniás sin difi-
su más lejano antepasado de sangre real. Nuestro amigo Disney, cultad, puesto que hablan el mismo lengitaje que niños dt: inuy
que hablaba del "Desierto Viviente", sin duda que aquí habría corta edad, con preferencia por las guturales.
acuñado la feliz frase: Museo Viviente. 10. BASEECONÓXIICA. Economía d e subsistencia. Pastbreo,
6. COST~SMBRES SEXUALES. Por extraño azar, en estas tierras pesca, recolección de frutas. A veces, \endedores. En una que
sólo hay hombres. No se pudo hallar rastro de mujer. Aun en otra ocasión fabrican objetos turísticos: no los compre; priedr:
Polinesia, el famoso baile tamuré es desempeñado por el sexo conseguir eso mismo, y más, gratis, mediante algún truca, De-
fuerte. No se entiende todavía muy bien cómo se reproducen muestran un extraordinario apego a la tierra, lo que les hace m;is
estos salvajes. Sin embargo, en nuestra próxima edición, les in- naturales aún. Hay abundancia. No necesitan producir. Son coil-
fo;maremos, ya que el Fondo Monetario Internacional está fi- sumidores modelos. Tal vez su felicidad se deba a que no tr'l-
iíanciando una investigación sobre la explosión demográfica y bajan.
quieren sabek cuál es la tan eficaz fórmula contraceptiva. En 11. E S ~ U C ~ UPRO A
L ~ I C A . El turista se va a ericontrai 1 1 1 1 1 ~ ~
Franestán se localizó una princesa cuya cara no se ha podido a gusto, ya que 10s paleolíticos viven tina dernocracia rtatiir,il,
ver, porque los hombres n o pueden acercarse a ella. Todos son iguales, menos el rey qirc es niis igual que los d,>iiiiis.
7. CUALIDADES MORALES. Son como niños. Afables, despreo- Esto significa qiie son irinecesarii~slas libertades cívic.ib: el p ~ d t , ~
cupados, ingenuos, alegres, confiados, felices. Les dan pataletas ejecutivo, legislativo y judicial se entrecruzan. Tainpoco cs ncce-
de rabia cuando son contrariaclos. Pero es muy fácil aplacarlos y sario votar o expresarse por medio d t ~la prcnsii, Coinp,~itentotlh,
hasta diríase engañarlos. El turista cauto llevará algunas bara- como en iin club Disneylandia, si se nos concede la conip,ir,ic*ior:.
tijas y seguramente podrá traer más de alguna joya nativa. Ex- y en realidad el rey no tiene aiitoridiid iii dcrcclios, fut,ra dc
traordinariamente receptivos: aceptan cualquier dádiva, sean ar- título, tal como iin general d e iin cliil-, Disiieylrindi,i, si se 110s
tefactos traídos desde la ci\liIización', sea dinero o, en último concede otra comparacion. Es lo que los clifc,renci;i tlt.1 scgiind«
térmiiio, reciben sus propios tesoros, siempre que sea bajo la grupo, de las ciiltiiras antigtins degencr'iclus, cloncle el tiene
forma de un regalo. Son desiiiteres'idos y adem6s generosos. Los poder ilimitado, pero tcimi.Pí.~idebe vivir un const,irite derroca-
miento. Sin embargo, padecen d e una afección un tanto curiosa:
siempre desean restaurar a su rey. rante 8 c'lL15¿1de sil edad? 230 comparten acaso magia, inocencia,
12. RELXGIÓN.No tienen, porque habitan un po~flíso per- ingeiliiid.~d, este fondo natural de una humanidad perdida, cas-
dido, un verdadero jardín del Edén antes de la expulsión de tigrldd, generosa? 2x0 se liallan los dos igualmente indefensos
Adán. fieiite a Id fuerza y al subterfugio de los adultos?
13. EMBLEMANACIOKAL. El molusco, de la familia de los LA re lresentacibn que este tipo de revista ----.,.-- infantil, elabo-
..-- -. -- -
invertebrados. rada por ----y--*-=- para el padre en su juego narcisista,.-hace del niño- ---*--.-*-%-- *--"--,S
- -.- .
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buena
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a veces los juguetes. Pero, segun s e x a visto, representan
-^-.-escola-
- "C"-IZ"- ni-l-. " - L .-.",L
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los as~~e'!!?:~,~aG~nalidad~,
-M P ~ L ~ J J ~ ~ ~ J . . , ~ ~7%~sbu_ $~J~!?
A cualquier lector perspicaz le debe haber llamado la aten- re, d e los mismos adultos. En 42 episodios de Donald y sus
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ción las semejanzas y paralelismos entre estos buenos salvajes y estos tienen razón en 38. En cambio, sólo en 4 (ej.
esos otros salvajes que se denominan niíios. Burladores burlados), los pequeños son los que han transgredido
,:Es que por fin -y es legítimo que se h'iga la pregunta- se las leyes del 'comportamiento adulto y son verdaderamente cas-
ha encontrado al verdadero niílo dentro d e las revistas de Disiley, tigados por haber adoptado la conducta de los niños. El lobito
el inocente y subdesarrolliido bárbaro? 2dcaso en las vastas islas feroz (30 episodios) no admite variación ya que su padre es ne-
y altiplanos de los incultos, no se darían la mano el pueblo igno- gro, feo, grande y malo: siempre vence el niño que alecciona a
rante a causa d e su condición socjcd el niño igualmente igno-
T.r
su padre que ha descendido por la inocente pendiente d e la
flojera Y el delito. La aparición de esta figura paterna física, ra-
DEL NI%O AL BUEN SALVAJE 53
tifica una vez más nuestra tesis: el único padre d e esta litera- Ahora poden-ios entender la aliogante presencia de los sal-
tura es el vagabundo, cuyo poder, al no estar legitimado por \ a j , ~ c ticntro de rsie mundo. Ellos vienen a reemplazar el hueco
los valores adultos, será siempre burlado. Sugestivamente, el c l i ~ c dg~jai10% peqiicños niiiomorfos (forma de niños) urbanos
nombre del padre (alimenticic) d e Pillín es Vagabundo (Tramp), t ~ i .i1 ~SI 1 ez sustiti~!~enconstantemente a los a d u l t m r f o s (for-
y es criado por una jauría de tíos, entre los cuales se confunde ma (le ad~iltos).
su propio padre. El verdadero padre d e Pillín es el amo huma- rI-iy [los tipos de niiios. Afientras los metropolitanos son
no, es el dueño. Las ardillitas burlan las torpezas y deshonesti- inteligíjntcs, calciiladores, cargados de maxias y estratagemas,
dades d e todos los adultos (Donald, Lobo Feroz, el oso Quija- superiortJs !co~.c,boys) ; los periféricos son cándidos, tontos, irra-
da, e1 hermano zorro y el hermano asno, etc,) en 18 de las 20 ciu~iciltbi.(lesorganizddos 1 fáciles d e engaii'tr (indios). Los pri-
aventuras. En las otras dos, al comportarse traviesamente, reci- nlfros 5011 t,spíritii y se mueven eii la esfera de las ideas bri-
ben palizas. Gus y Jacques, Bongo, Peter Pan: 100 por ciento Ilalitr-, los segundos son cuerpo, materialidad, peso. Unos re.
de razón. Tribilín es fuente eterna y culminante d e lecciones preseiit;in el fiituro, los otros el pasado.
adultas en bocas infantiles: él nunca tiene razón, porque carece Por eso, los cliicos urbanos están en constante movimiento,
d e la madurez intelectual del adulto. Y es en el ratón Mickey, dcrrocqi~doal grande cadd \.ez que éste revierte al infantilismo.
el primer personaje de Disney, donde mejor se concilian los ras- EI rce~np!"zo es licito y hasta necesario, porque de esto manera
gos maduros e infantiles. Este perfecto adulto en modelo redu- :lo Iin! cambio. Todo s i g ~ eigual. No importa que unos tengan
cido, este niño detectivesco, este paladín de la ley y la simpatía, la r,izí,ii y otros se equi~oqiien,siempre que la regla se manten-
ordenado en sus juicios y desordenado en sus costumbres (re- ya in:iliciable. E:,to siilo puede ocurrir en el territorio céntrico
cordemos a Pepe Grillo, el torpe guardián d e la conciencia d e t l ~T'.itolniicli,i.
Piriocchio), ejemplifica la síntesis y simbiosis que Disney quería L,I iinidad f4rrea (le ehtos tiiiios y adultos metropolitarios
transmitir inconscienten~ente,y que después, al poblar su mundo, to:iis ;I los irlealcs de 1,i civilizaci6n, 1;i madurez y la habili-
fue escindiéndose y dando lugar, al dividirse, a la rotatoria susti- dad te(i?ica cada ~ r qiie z se enfrcntan i i i mundo natural, es la
tutiva ixy!el).i la ~xeeniineiicia dc estos valorcs adultos dentro de
Esta
-""
estructura
"-'-'-._ no
_-_ Ia inventó Disney: tiene su raíz en los
&-XI.-.i*l*..ii--. --IX----w"--i i--
Patolnndia. Los salvajes-niiios. no pueden criticar, ni por lo tan-
cuentos y leyendas llamados populares, y más .de - un investiga- to sir~tit!ris,,il 1,loqric monolitico d e afuerinos de la ciudad. Sólo
~ ~ ~ ~ ñ o__ ____ -.____
t" folklóricos
i v o s ha 1141.1
descubierto
..-
-1>1411 esta simetría
*.-11114,,.*-
,*,
central
" .-*e-
,
I
-
~xicvlcri rc.cil)ir sus lil~cr~ilidadrs y entregarles sus riquezas. LOS
-
S " - " X
fiado e inmune, que purifica y perfuma sus pesadillas transfor- mundo satisfactoriamente inmutable: sus propios valores y sus
mándolas en sueños. Los trucos de los pequeños, aunqiie estén buenos salvajes que los aceptarán sin chistar.
despachados como travesuras, empañan la imagen de perfección Pero parecería que los autores mismos fuéramos víctimas
originaria, imposibilitan un mundo ( y por ende una salvación) de esta circularidad: nos paseamos adentro de la estructura fa-
más allá del pecado sexual y el dinero. Si bien el padre quiere miliar y no hemos asomado afuera todavía.
que el niño sea igual a él, que sea su reflejo, hecho a imagen Detrás de esta relación padre buen-salvaje ;no se escon-
y semejanza suya, prolongarse eternamente a través de un hijo derá otra?
que nunca lo contradiga, que asegure su inmortalidad (tal co-
mo Disney lo trata de mono-polizar a través de sus monos), el
padre tambi6n desea que haya seres que respondan siempre a
su imagen de la niñez transparente y totalmente sumisa, inmó-
viles, congelados en la fotografía del living. El adulto quiere
un niño que sea adulto en su futuro, pero que nunca deje de
ser dependiente, que nunca abandone el pasado.
Así, al niño lector se le abren dos alternativas, dos proyectos
de infancia en qué modelar su comportamiento: puede elegir
imitar a los sobrinos y otros pequeños y astutos, elegir las ar-
timañas, y por lo tanto vencer adultamente, ganar la compe-
tencia, salir primeros, obtener recompensas, escalar; o bien, pue-
de seguir al niño buen-salvaje, que jamás se mueve ni gana na-
da. El único camino para emerger de la puerilidad es el camino
que el adulto ha trazado disfrazándolo de inocencia y de na-
turalidad. Es un camino normal, m'hijo.
Esta escisión no obedece a razones místicas o metafísicas.
Los anhelos de la pureza no surgen de la necesidad de una sal-
vación que pudiéramos denominar religiosa. Es como si el pa-
dre no quisiera continuar dominando su propia carne, su propia
ramificación. Al sentir que sil hijo es él mismo, él se percibe a
la vez como dominante y dominado, traslación de su perpetua
represión interna. Tratando de alejarse de este círculo infernal,
huyendo de sí mismo, busca otro ser al cual dominar y con el
cual puede haber una polarización no-culpable y una definición
nítida de quién es el dominado y quién el dominante. Su here-
dero puede tranquilamente crecer, adoptar sus valores y seguir
reprimiendo al otro, que nunca varía ni protesta. Para escapar
del conflicto sado-masoquista con su propio hijo y con su pro-
pio ser, busca una relación únicamente sidica con ese otro ser
il-ierme, ingenuo, que es el buen salvaje. El lega n su hijo un