Sei sulla pagina 1di 7

A) ,j Extensión o comunicación?

Desde las primeras páginas de este ensayo,


hemos insistido sobre esta obviedad: el hombre,
como un ser de relaciones, desafiado por la natu-
raleza, la transforma con su trabajo; el resultado
de esta transformación, que se separa del hombre,
constituye su mundo. El mundo de la cultura, que
se prolonga en el mundo de b historia.
Este mundo, exclusivo del hombre, con el
cual "llena" los espacios geográficos, es llamado
por Eduardo Nicol, como vimos en el capítulo an-
terior, "estructura vertical", en relación con la e s -
tructura horizontal".
La "estructura vertical", el mundo social y
humano, no existiría, como tal, si no fuese un
mundo de comunicaciones, fuera del cual, sería irn-
posible el conocimiento humano.
La intersubjetividad, o la intercomunicación,
es la característica primordial de este mundo cul-
tural e histórico.
Por lo tanto, la función gnoseológica no pue-
d e quedar reducida a simples relaciones de sujeto
cognocentes, con el objeto cognosible. Sin la rela-
ción comunicativa entre sujetos cognocentes, en tor-
no a un objeto cognocible, desaparecería el acto
cognocitivo.
La relación gnoseológica, por esto mismo, no
termina en el objeto conocido. Por la intersubje-
tividad, se establece la comunicación entre los su-
jetos, a propósito del objeto.
Ésta es la razón por la cual, estudiando las
tres relaciones constitutivas del conocimiento, la
gnoseológica, la lógica y la histórica, Eduardo Ni-
col agrega una cuarta, fundamental, indispen- un 'Pienso", sino un 'pensamos". Es el 'pensamos"
sable, para el acto del conocimiento, que es la que establece el "pienso", y no al contrario.
relación dialógica. Esta coparticipación de los sujetos, en el acto
No hay pensamiento aislado, así como no hay de pcnsar, se da en la comunicación. El objeto, por
hombre aislado. esto mismo, no es la incidencia final del pensa-
Todo acto de pensar exige un sujeto que pien- miento de un sujeto, sino el mediatizador de la
sa, un objeto pensado, que mediatiza al primer su- comunicación.
jeto del segundo, y la comunicación entre ambos, De ahí que, como contenido de la comunica-
que
- se da a través de signos lingüísticos.
- ción, no pueda ser comznzicado de un sujeto a otro.
El mundo humano es un mundo de comu- Si el sujeto "A" no puede tener en el objeto,
nicación. el término de su pensamiento, sino que 6ste es
Cuerpo consciente (conciencia intencionada al la mediación Gntre él y "B", en comunicación, no
mundo, a la realidad), el hombre actúa, piensa y puede, igualmente, transformar al sujeto " B en in-
habla sobre esta realidad, que es la mediación en- cidencia depositaria del contenido del objeto, sobre
tre él y otros hombres, que también actúan, pien- el cual piensa. Si así fuese -y cuando así es-
san y hablan. no habría, ni hay comunicación. Simplemente, un
Nicol afirma que la función del pensamiento sujeto estaría ( o está) transformando al otro, en
no debería designarse por un sustantivo, sino por paciente de sus comunicados
un verbo transátivo (3). La comunicación implica una reciprocidad,
que no puede romperse.
Tal vez, rigurosament~e,podríamos decir que No es posible, por lo tanto, comprender el
el verbo que designa el pensamiento, más que pu- pensamiento, fuera de su doble función: cognoci-
ramente transitivo, debería ser uno que compren- tiva y comunicativa.
diese, como régimen sintático, el objeto de la
acción y un complemento de compañfa. Esta función, a su vez, no es la mera exten-
sión del contenido significante del significado, ob-
De este modo, más allá del sujeto pensante, jeto del pensar y del conocer.
del objeto pensado, habría, como exigencia (tan Comunicar es comunicarse en torno al signi-
necesaria como la del primer sujeto y la del ob- ficado significante. D,e esta forma, en la comuni-
jeto), la presencia de otros sujetos pensantes, re- cación, no hay sujetos pasivos. Los sujetos, co-in-
presentados por el complemento de compañía. Se- tencionados al objeto de su pensar, se comunican
ría un verbo 'Co-subjetivo-objetivo", cuya acción su contenido.
incidente en el objeto, seria, por esto mismo, co- Lo que caracteriza la comunicación, es que
participada. ella es diálogo, así como el diálogo es comunicativo.
El sujeto pensante no puede pensar solo: no En relación dialógica-comunicativa, los sujetos
puede pensar sin la coparticipación de otros suje- interlocutores se expresan, eomo ya vimos, a tra-
tos, en el acto de pensar, sobre el objeto. No hay vés de un mismo sistema de signos lingüísticos,
Para que el acto comunicativo sea eficiente, ne el agrónomo de realizar serios estudios de
es indispensable que los sujetos, recíprocamente naturaleza semántica.
comunicantes, estén de acuerdo. Esto es, la expre- Sólo se comunica lo inteligible en la medida
sión verbal de uno de los sujetos, tiene que ser en que es comunicable.
percibida, dentro de un cuadro significativo co- No es posible la comprensión del significado
mún, por el otro sujeto. a que un sujeto llegó, si, al expresarlo, su signifi-
Si no hay acuerdo en torno a los signos, como cación no es comprensible para el otro sujeto.
expresiones del objeto significado, no puede haber La búsqueda del conocimiento, que se reduce
comprehensión entre los sujetos, lo que imposibi- a una mera relación sujeto cognocente-objeto cog-
lita la coxnunicación. Entre comprensión, inteli- nocible, y rompe la "estructura dialógicn" del co-
gibilidad y comunicación, no hay separación, como nocimiento, está equivocada, por importante que
si constituyesen momentos distintos del mismo pro- sea su tradición.
ceso o del mismo acto. Es más, inteligibilidad y Equivocada también está la concepción según
comunicación se dan simultáneamente. la cual el quehacer educativo es un acto de trans-
Si estamos, o no advertidos de esta verdad misión o de extensión, sistemática, de un saber.
científica, hará que tomemos, seriamente, en cuen- La educación, por el contrario, no es la trans-
ta, o no, nuestras relaciones con los campesinos, ferencia de este saber -que lo torna casi "muer-
cualquiera que sea nuestro quehacer con ellos, to"-, es situación gnoseológica, en su sentido más
En relación a un hecho -la cosecha, por ejem- amplio.
plo- podremos usar un sistema simbólico ininte- La tarea del educador, por tanto, no es colo-
ligible para ellos. Nuestro lenguaje técnico, que se carse como sujeto cognocente, frente a un objeto
expresa en un universo de signos lingüísticos pro- cognocible para, después de conocerlo, hablar so-
pios, puede no ser comprendido por ellos, como bre él discursivamente a sus educandos, cuyo papel
el significante del significado, sobre el cual ha- sería el de archivadores de sus comunicados.
blamos. La educación es comunicación, es diálogo cA),
De ahí que las charlas se consideren, cada vez en la medida en que no es la transferencia del
menos, como método eficiente. El diálogo proble- saber, sino un encuentro de sujetos interlocutores,
matizador se considera aquí aún más indispensable, que buscan la significación de los significados.
para disminuir la distancia entre la expresión sig- Interesan algunas consideraciones que hace
nificativa del técnico y la percepción que de esta Urban ( 5 ) al clasificar los actos comunicativos.
expresión tenga el campesino. Y esto sólo se da Según este autor, estos datos se realizan en
en la comunicación e intercomunicación de los su- dos planos fundamentales: uno, en que el objeto
jetos pensantes, a propósito de lo pensado, pero de la comunicación pertenece al dominio de lo
nunca a través de la extensión del pensamiento emocional; otro, en que el acto comunica conoci-
de un sujeto, hasta el otro. miento, o estado mental.
Es indispensable señalar la necesidad que tie- En el primer caso (que no nos interesa en este
estudio), la comunicacibn, que se da a nivel emo- este capítulo, en este nivel, la comunicación es
cional, "opera por contagio", como señala Schaff ("). esencialmente lingüística.
Es una comunicación en la cual uno de los suje- Tal hecho, irrecusable, nos plantea problemas
tos, por un lado, advierte un cierto estado emo- de real importancia, que no deben olvidarse, ni
cional en el otro: miedo, alegría, odio, etc., pu- tampoco menospreciarse.
diendo contagiarse de tal estado, y conocer, en lo Podrían reducirse al siguiente: la comunicación
que expresa, el estado referido. eficiente exige que los sujetos interlocutores inci-
No existe, en este tipo de comunicación, que dan su "admiración" sobre el mismo objeto, que lo
se realiza también a nivel animal, la "admiración" expresen a través de signos lingüísticos, pertene-
del objeto por parte de los sujetos de Ia comuni- cientes al universo común a ambos, para que así
cación ("). comprendan, de manera semejante, el objeto de la
La "admiración" del obieto de la comunica- comunicación.
ción, que se expresa a través de signos lingüísti- En esta comunicación, que se hace por medio
c o ~se
, da en el segundo tipo de comunicación, que cle palabzas, no puede romperse la relación pensa-
Urban distingue. miento-lenguaje-contexto o realidad.
En éste, la con~unicaciónse verifica entre su- No hay pensamiento que no esté referido a la
jetos,.sobre algo que los mediatiza, y que se "ofre- realidad, directa o indirectamente marcado por ella,
ce" a ellos, como un hecho cognocibb. por lo cual el lenguaje que lo expresa no puede
Este algo que mediatiza los sujetos interlocu- estar exento de estas marcas.
tores, puede ser tanto un hecho concreto (la siem- Queda claro el equívoco al cual nos puede con-
bra y sus técnicas, por ejemplo), como un teorema ducir el concepto de extensión: extender un cono-
n~atemático.En ambos casos, la comunicación ver- cimiento técnico, hasta los campesinos, en lugar de
dadera no es la transferencia, o transmisión del (por la comunicación eficiente) hacer del hecho
conocimiento, de un sujeto a otro, sino su coparti. concreto, al cual se refiera el conocimiento (ex-
cipación en el acto de comprender la significación preso por signos lingüísticos), objeto de la com-
del significado. Es una comunicación, que se hace prensión mutua de los campesinos y los agrónomos.
S610 así se da la comunicación eficaz, y sola-
La comunicación, a nivel emocional, puede mente a través de ella puede el agrónomo ejercer
realizarse tanto entre el sujeto "A" y el sujeto "B", con éxito su trabajo, que será coparticipado por
como frente a una multitud, entre ésta y un líder los campesinos.
carismático. Su carácter fundamental, es ser acrí- Veamos ahora, otro aspecto de igual impor-
tica. En el caso anterior, la comunicación implica tancia problemática en el campo de la comunica-
la comprensión, por los sujetos intercomunicantes, ción, que el agrónomo-educador debe tomar en
del contenido sobre el cual, o a propósito del cual, consideración.
se establece la relación comunicativa. No hay posibilidad de que exista una relación
Y, como señalamos en las primeras páginas de comunicativa, si entre los sujetos interlocutores no
se establece la comprensión del significado del que hay en ella de "teoría", o pseudo-ciencia, que
signo (8). abarca todo un conjunto de "conocimientos téc-
El signo debe tener el mismo significado para nicos".
los sujetos que se comunican, si no la comunica- Pero lo que no se puede olvidar es que, lo
ción no es viable entre ambos, por falta de com- que constituye, para nosotros en contraposición a
prensión indispensable. la creencia mágica del campesino, el dominio de
Considerando este aspecto, Adam Schaff (a) los significados (en el sentido aquí estudiado, y
admite dos tipos distintos de comunicación: una que le da Schaff ), es considerado por el campesino
que se centra en significados; otra cuya contenido como una contradicción a su Ciencia".
son las convicciones. En este caso, la convicción del campesino, de
En la comunicación cuyo contenido son convic- carácter mágico, convicción en torno a sus técni-
ciones, además de la comprensión significante de cas incipientes y empíricas, choca, necesariamente,
los signos, existe el. problema de la adhesión, o no con los "significados" técnicos de los agrónomos.
adhesión, a la convicción expresada por uno de los De ahí que la relación del agrónomo con los
sujetos comunicantes. campesinos, de orden sistemática y programada,
La comprensión significante de los signos, a debe realizarse en una situación gnoseológica, por
su vez, exige que los sujetos de la comunicación tanto, dialógica y comunicativa.
sean capaces d e reconstituir, en sí mismos, el pro- Aun cuando estuviésemos d e acuerdo -que no
ceso dinámico en que se constituye la convicción es el caso- con la acción "extensiva" del conoci-
expresada por ambos, a través de los signos lin- miento, en que un sujeto lo lleva a otro (que de-
güístico~. ja, por esto mismo, de ser sujeto), sería necesario,
Puedo entender d significado de los signos lin- no solamente que los signos tuviesen el mismo sig-
güístico~de un campesino del nordeste brasileño, nificado, sino también, que el contenido del co-
que me diga, con absoluta convicción, que cura nocimiento extendido se originase en un terreno
las heridas infectadas de su ganado, rezando sobre común a los polos d e la relación.
los rastros que éste va dejando en el llano. Como ésta no es la situación concreta entre
Desde luego, como afirmamos arriba, el enten- nosotros, la tendencia del extensionismo es caer,
dimiento del significado d e los signos lingüísticos fácilmente, en el uso de técnicas de propaganda,
de este campesino, implica la comprensión del con- de persuasión, en el vasto sector que se llama "me-
texto en que se genera la convicción, que se ex- dios de comunicación de masas".
presó por medio de estos signos.
No obstante, la comprensión de los signos, y En último análisis, son comunicados a las ma-
del contexto, no son suficientes para que yo com- sas, a través de cuyas técnicas son conducidas y
parta su convicción. manipuladas, y sin estar comprometidas en un pro-
Pues bien, al no compartir la convicción, o la ceso aducativo-libertador.
creencia mágica, de este campesino, invalido lo Esta advertencia sólo se dirige a quien se sir-
ve d e estos procedimientos, equivocadamente, y nos puede romperse, si aquel, inadvertidamente,
no por otras razones. asunle posiciones consideradas negativas, dentro de
Uno de los motivos del equívoco es que, fren- los límites de cada uno de estos indicadores.
te a las primeras dificultades para la comunicaciói~ Por último, nos parecen indispensables algunas
con los campesinos, no perciben que éstas se de- consideraciones finales, en este capítulo, a prop0-
ben, entre otras cosas, a que el proceso de comuni- sito del aspecto humanista en que debe inspirarse
cación humano no puede estar exento de los condi- el trabajo de comunicación, en un proceso de re-
cionamientos socio-culturales. forma agraria, entre técnicos y campesinos.
Entonces, en lugar de tomarlo en cuenta, y Aspecto humanista de carácter concreto, rigu-
reflexionar sobre los condicionamientos socio-cultu- rosamente científico, y no abstracto.
rales de los campesinos, que no son los suyos, sim- Humanismo que no se nutre de la visión de un
plifican la cuestión y concluyen (como afirmamos hombre ideal, fuera del mundo, d e un perfil del
anteriormente) afirmando su incapacidad dialógica. hombre fabricado por la imaginación, por mejor in-
De ahí, a los actos de invasión cultural y de tencionado que esté quien lo imagine.
manipulación, hay sólo un paso, que ya está prácti- Humanismo que no incluye la búsqueda de con-
camente dado. cretización de un modelo intemporal, una especie
Algo de indiscutible importancia para el tra- de idea o de mito, al cual el hombre concreto se
bajo del educador, en sus relaciones con los cam- aliena.
pesinos, debe ser considerado en el proceso de co- Humanismo que, no teniendo una visión crí-
municación. tica del hombre concreto, pretende un serd para
Queremos referirnos a ciertas manifestaciones, él que, trágicamente, está siendo una forma de casi
ahora de carácter natural, cuya existencia no de- no ser.
penden del hombre, sino del carácter socio-cultural, Por el contrario, el humanismo que se impone
que se constituyen en el proceso de comunicación. al trabajo de comunicación, entre técnicos y campe-
Ambas funcionan dentro de las relaciones so- sinos, en el proceso d e la reforma agraria, se basa
ciales de comunicación, como signos que apuntan en la ciencia, no en la "doxa", no en "me gustaría
hacb. Por esto mismo, son indicadores o anuncios que fuese", o en gestos puramente humanitarios.
de algo. Es un humanismo que, pretendiendo verdadera-
La relación de causa y efecto, que los campe- mente la humanización de los hombres, rechaza to-
sinos pueden descubrir entre algunos de estos sig- da forma de manipulación, en la medida en que
nos -naturales o no- y ciertos hechos, no es siem- ésta contradice su liberación.
pre la misma para el agrónomo, que también los Humanismo que, viniendo de los hombres en
capta. el mundo, en el tiempo, ccsumergidos"en la reali-
En cualquiera de los casos, sea frente a indi- dad, s610 es verdadero, en cuanto se da en la ac-
cadores naturales, o a indicadores socio-culturales, ción transformadora de las estructuras donde se
la comunicación entre el agrónomo y los campesi- encuentran "cosificados", o casi "cosificados".
Humanismo que, rechazando tanto la desespe-
ración como el optimismo ingenuo, es esperanza-
damente crítico. Y su esperanza crítica se basa en
una creencia, también crítica: los honibres pueden
Iiacer y rehacer las cosas, pueden transformar al
mundo. Creencia donde, haciendo y rehaciendo las
cosas y transformando al mundo, los hombres pue-
den superar la situación en que están siendo un ca-
si no ser, y pasan a ser un estar siendo en búsqueda
de un ser más.
Es en este humanismo científico donde debe
apoyarse la acción comunicativa del agrónomo-
educador.
Por todo esto, una vez mhs, estamos obligados a
negar, al término extensión, y a su derivado, ex-
tensionismo, las connotaciones del quehacer verda-
deramente educativo, que se encuentran en el con-
cepto de comunicación.
Por lo tanto, a la pregunta que da título, no só-
lo a la primera parte del presente capítulo, sino a
este ensayo, "4Extensión o Comunicación?", respon-
demos, negativamente a la extensión, y afirmativa-
mente a la comunicación.

Potrebbero piacerti anche