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ESCUELA DE SOCIOLOGÍA
Lo que se podía encontrar, por lo tanto, eran detalladas descripciones de la Doctrina, ejemplos
ejemplares sobre cómo aplicarla, (en que ciertos autores clásicos, como Lenin o Mao, eran
citados una y otra vez, incansablemente, para abordar los problemas más diversos), y también
manuales acerca de cómo descubrir, denunciar y combatir el "desviacionismo".
Esto explica que recién en los años 60, es decir, ¡después de 100 años!, aparezcan las primeras
historias generales, considerando las diversas polémicas y recogiendo las muchas posturas en
juego. Y esto explica también por qué incluso estas historias fueron resistidas por todos los
sectores del marxismo común durante mucho tiempo, sin que la Historia del Marxismo pudiera
constituirse en un campo de investigación sólido y respetado sino hasta fines de los años 80.
Quizás es útil al respecto una distinción que muchas personas razonables aceptan como
perfectamente posible. Una cosa es ser marxista, otra cosa es ser marxólogo. Por cierto para los
marxistas el problema central es cambiar el mundo. Para los marxólogos, en cambio, no tiene
porqué serlo. Es cierto que para ser un buen marxista es recomendable saber mucho de
marxismo. Pero saber mucho de marxismo no tiene porqué significar que uno es marxista. La
verdad es que nuestras verdades están muy lejos de ser irresistibles.
Es cierto que se puede sospechar de alguien que escribe sobre el marxismo desde fuera del
marxismo. Los efectos de esta distancia, sin embargo, están muy lejos de ser unívocos. Hay un
amplio margen de razonabilidad, de rigor académico, de aspiración por la verdad histórica, que
se puede encontrar incluso entre los adversarios más dedicados. Es cierto quizás que el mundo
sería más simple si fuese en blanco y negro, pero no sólo sería abiertamente más fome sino
que, afortunadamente, simplemente no es cierto que sea así.
Entre los historiadores del marxismo abundan más los marxólogos que los marxistas.
Desgraciadamente esto aún parece lógico. Los marxistas se resisten visiblemente a considerar
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las complejidades y las contradicciones de lo que consideran la verdad. Sus ánimos
combatientes les impiden reconocer las razones posibles de sus adversarios con algo de
razonabilidad hasta el día de hoy, en que, hay que reconocerlo sinceramente, la situación se
presenta algo difícil.
Entre los marxólogos dedicados a la Historia del Marxismo, sin embargo, es bueno distinguir,
y saber previamente, a los marxistas, a los marxólogos que sin serlo son, sin embargo,
simpatizantes del marxismo, y a los que estudian el marxismo para poder criticarlo mejor. No
es raro que los historiadores anti marxistas sean malos historiadores. No es raro, de manera
correspondiente, que los mejores militantes marxistas sean tan malos historiadores como sus
adversarios.
b. Historia General del Socialismo, dirigida por Jacques Droz, 8 tomos, Ed. Destino.
Barcelona, 1984.
Publicada originalmente en francés, en 1979. Es también una obra colectiva, Sus autores son,
en general, académicos de la Universidad de París, el enfoque es predominantemente
académico, y rigurosamente histórico. Es útil porque su objetivo es más amplio que el
marxismo y permite ubicarlo en el conjunto de la tradición del pensamiento crítico. Se puede
encontrar completa en castellano. En Santiago está en casi todas las bibliotecas más grandes
dedicadas a las Ciencias Sociales.
c. Historia del Pensamiento Socialista, G.D.H. Cole, 8 tomos, FCE, México, 1957.
Un clásico, publicado originalmente en inglés, en 1953. Mucho más amplia que el marxismo,
es extraordinariamente útil para ubicar el pensamiento de los marxistas en el conjunto del
pensamiento anti burgués. Los socialistas utópicos, los anarquistas, los socialistas no
marxistas, son estudiados a la par con las principales corrientes del marxismo. Se puede
encontrar fácilmente en castellano, en librerías y bibliotecas.
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d. Las Principales Corrientes del Marxismo, Leszek Kolakowski, 3 tomos, Alianza
Editorial, Madrid, 1980.
Publicado originalmente en polaco, en 1976, es la visión de un crítico, un militante que viene
de vuelta de la dolorosa experiencia del fracaso del socialismo real. Se circunscribe al
marxismo en sentido estricto, describiendo sus diversidades y principales polémicas. Menos
erudito y abiertamente más crítico que las anteriores. Es muy útil, sin embargo, por el
tratamiento, riguroso y bastante rico, de Marx, Engels y Lenin, que son la parte más fuerte del
texto. Es considerablemente más débil en el tratamiento de la izquierda marxista, Luxemburgo,
Mao, Guevara, Marcuse. Es fácil de encontrar, está en casi todas las bibliotecas, vale la pena
leerlo.
e. Historia del Marxismo, Pedrag Vraniki, 2 tomos, Ed. Sígueme, Salamanca, 1977.
Publicado en Yugoslavia, en 1971, por uno de los principales representantes del Círculo
Filosófico de Belgrado. Es interesante por el tratamiento de las corrientes filosóficas en la
tradición marxista. Desgraciadamente breve, resulta, sin embargo, muy útil como orientación
en las discusiones de los años 50, y 60.
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d. Karl Marx, su legado, David McLellan, (1983), Ed. Quarto, Madrid, 1984.
Escrito para el centenario de la muerte de Marx, sobre la base de una serie de conferencias en
la BBC de Londres, por el marxólogo inglés D. McLellan. Aunque algo periodístico, es útil y
riguroso. En general, todo lo que se lea de McLellan, que es un estudioso no marxista del
marxismo, es confiable y útil.
e. Karl Marx, Francis Wheen, (1999), Editorial Debate, Madrid, 2000
Un texto escrito por un periodista inglés, conservador, muy bien documentado, que ofrece un
perfil de Marx como político radical y hombre de familia del siglo XIX. Es una muestra del
nuevo interés que la figura de Marx ofrece tras el fin de la confrontación entre los países
capitalistas y el campo socialista.
f. Marx y América Latina, José Aricó, (1980), Alianza Editorial Mexicana, 1980.
Un excelente estudio sobre la actitud y los escritos de Marx dedicados a América Latina, y las
polémicas que han causado. Contiene el discutido artículo de Marx "Bolívar y Ponte", y un
comentario sobre la presentación que hace de él Aníbal Ponce.
Buscando en Google bajo “obras de Marx y Engels” se pueden encontrar muchos sitios
similares a estos.
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y el Comisariado del Pueblo que juzgó a Nicolai Bujarín, que son los extremos directamente en
disputa.
1.- Charles Bettelheim: La lucha de clases en la URSS, 4 tomos, (1977), Ed. siglo XXI, 1978
2.- E. H. Carr: La revolución bolchevique, 3 tomos, (1966), Alianza Editorial, 1977
3.- Francois Fejtö: Historia de las democracias populares, (1970) Martínez Roca, 1971
4.- Cristopher Hill: La revolución Rusa (1947), Ed. Ariel, 1971
5.- León Trotsky: La revolución Rusa, 2 tomos, (1932), Ed. Quimantú, 1972
6.- Stephen F. Cohen: Bujarín y la revolución bolchevique (1972), Ed. Siglo XXI, 1976
7.- Pierre Broué: Los procesos de Moscú (1964), Ed. Anagrama, 1969
8.- Maurice Merleau - Ponty: Humanismo y terror (1948), Ed. La Pléyade, 1968
9.- Roy Mevdeved: The origins and consequences of stalinism, Nueva York, (1973)
10.- Isaac Deutscher: Stalin, una biografía política, Londres, (1966)
11.- Milos Hajek: Historia de la Tercera Internacional, (1969), Ed. Crítica, Grijalbo, 1984
12.- Le procès du "Bloc des droitiers et des trotskistes" antisoviétiques, publicado por
Le Commissariat du Peuple de la Justice de l’URSS, Moscú, 1938
(versión estenográfica de las sesiones del 2 al 13 de Marzo de 1938)