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LAS MICROFINANZAS
HÁBITAT Y EL DESAFÍO DE
LAS MICROFINANZAS
Alfredo Bateman
Cesar Ferrari
Fabio Giraldo
Bateman, Alfredo; Ferrari, Cesar y Giraldo, Fabio
UN-Hábitat
MUHAMMAD YUNUS
UN CAMINANTE DE LA CALLE
PRÓLOGO 11
Índice
Presentación . .............................................................................................................. 13
I. Introducción . ......................................................................................................... 17
II. La problemática habitacional en bogotá . ......................................................... 23
El déficit habitacional .................................................................................................. 25
Precios e ingresos en la solución de vivienda ........................................................... 31
El sector de la construcción ......................................................................................... 33
El ciclo sectorial de la construcción ........................................................................... 41
El PIB potencial de la construcción ............................................................................ 45
E
s más o menos conocido cómo el intento de llevar los mercados a la proble-
mática habitacional de las personas de más bajos ingresos, presenta una de
las tareas pendientes de la industria de la micro financiación a nivel global.
La compra de nuevas viviendas, de un lote para construir o mejorar las condiciones
habitacionales de las viviendas precarias existentes, requiere de condiciones de
créditos con plazos relativamente largos, en el marco de las microfinanzas, para
lograr ampliar el mercado de la vivienda para las familias más pobres. Empero, se
conocen casos exitosos donde los operadores de microfinanzas han logrado dise-
ñar metodologías como la del Grameen Bank, que presta dinero sin garantía a los
más pobres; por ello, cuando se dio origen al Proyecto COL/46930 Apoyo a la
política de Hábitat en Bogotá finales de agosto del año 2005- dentro de su docu-
mento de proyecto, tanto UN-Hábitat como el PNUD, se comprometieron a invertir
parte de los recursos de las agencias en realizar un estudio sobre las Necesidades
Habitacionales de Bogotá D.C., desarrollado mediante las metodologías que UN-
Hábitat viene proponiendo para tal efecto1 .
1
Giraldo, Fabio y Torres, Jorge, Hábitat y Desarrollo Humano. Cuadernos PNUD/UN-Hábitat,
Bogotá, Octubre 2004.
14 HÁBITAT Y EL DESAFÍO DE LAS MICROFINANZAS
El presente trabajo muestra cómo muchas de las familias de bajos ingresos pue-
den acceder a un crédito a largo plazo si el sistema financiero cambia su visión
sobre la naturaleza de los ingresos de dichas familias. La vivienda satisface una
necesidad básica y representa no sólo un lugar de alojamiento; siendo en muchos
casos un activo de capital para las familias e incluso su lugar de trabajo. En efecto,
como lo vienen indicando las diferentes investigaciones que está desarrollando
UN-Hábitat en el país, muchos de los clientes potenciales de la microfinanciación
inmobiliaria utilizan fondos de crédito o aplican parte de los ingresos que obtienen
en sus actividades económicas para comprar vivienda propia o realizar mejoras
sustantivas a la misma. Por esta vía, las familias más pobres logran hacerse con la
propiedad de activos de largo plazo que sin duda son la base para enfrentar los
vaivenes de los ciclos económicos de nuestras economías y la volatilidad y vulnera-
bilidad en sus ingresos.
Cuando el ingreso obtenido por un salario o por cuenta propia es muy bajo, es
claro que los programas tradicionales de vivienda enfrentan serias dificultades, en
razón a que el tamaño del crédito es desproporcionadamente alto y las condiciones
porco flexibles con respecto a los ingresos de la población objetivo. Para resolver
parcialmente esta situación, el gobierno nacional, al igual que muchos de los go-
biernos de América Latina, viene otorgando subsidios a la demanda para que las
familias más pobres puedan adquirir, mejorar o construir su vivienda; la dificultad
está en que los sistemas financieros convencionales no han podido llegar a los
segmentos más pobres de la población, haciendo que dichas familias no puedan
hacer efectivo el derecho otorgado por el Estado.
2
Casasfranco, Ma. Virginia y Arcos, Oscar, 10 Años de Metrovivienda Modelos del suelo, vivienda
y Hábitat, Alcaldía Mayor de Bogotá, Secretaría del Hábitat, Metrovivienda, PNUD, UN-
Hábitat, Bogotá, Diciembre 2007
PRESENTACIÓN 15
Los cambios en los mercados más dinámicos son importantes, pero las dinámi-
cas de los proceso de microfinanciación son ingredientes necesarios; lo que real-
mente importa es evaluar los procesos que tienen lugar en el conjunto del sistema
para, de allí, decidir dónde debe el Estado intervenir activamente, no solo para la
generación de una mayor riqueza, sino para alcanzar una mayor equidad. Para
lograr este objetivo, es bueno tener presente lo que la sabiduría popular afirma en
forma coloquial: No es lo mismo Cundinamarca que Dinamarca.
Pero, lo más importante de todo, ingresos y empleos suficientes para que las
familias puedan no sólo adquirir sus viviendas, sino honrar los créditos que otorga
el sistema financiero. En una palabra, mayores y mejores empleos a través del tiem-
po, o, lo que es lo mismo, oportunidades efectivas de escape para quienes han
quedado atrapados en la trampa de la pobreza. En la búsqueda de estos objetivos se
orienta la asistencia técnica de UN-Hábitat al país, donde la presente publicación
no es sino un pequeño esfuerzo en esta dirección.
3
Ferguson, Bruce, La gran Importancia de las microfinanzas para vivienda en Microfinanzas
para vivienda: Una guía práctica Franck Daphnis y Bruce Ferguson , 1ª ed, San José de Costa
Rica, Hábitat para la Humanidad Internacional, 2006, Pág, 28
4
Op cit, Pág., 31
I
Introducción
Introducción
L
a pobreza abruma, aunque algunas veces, de tanto observarla, se vuelve
silenciosa. Pero, sobre todo, atenta contra la dignidad de los pobres. Sus
manifestaciones incluyen, entre las principales, desnutrición, falta de edu-
cación y salud y, en particular, déficit de hábitat y vivienda. Es tal vez en los proble-
mas del hábitat que se hace más dramática y, por ello, ante la magnitud de la
deficiencia, demanda una solución equitativa, eficiente y eficaz.
Para el caso de la vivienda, una posible solución es el crédito. Sin embargo, las
modalidades crediticias tradicionales parecen insuficientes e ineficientes para aten-
der los requerimientos financieros de los pobres. Dadas sus condiciones, sin patri-
monio, amigos solventes ni ingresos estables, es imposible que los pobres puedan
ofrecer las garantías que exigen las instituciones financieras para acceder a las
diversas modalidades tradicionales de crédito de vivienda. Por otro lado, con mon-
tos de crédito tan reducidos, los que los pobres pueden pagar, cualquier esquema
tradicional de crédito resulta imposible: el costo de analista acaba siendo mayor
que el propio crédito que debe analizar y calificar.
El capítulo III trata sobre la política habitacional. Incluye los antecedentes institu-
cionales en la solución de vivienda, en particular el sistema UPAC y la UVR, la
problemática de los créditos hipotecarios, las tasas de interés y el subsidio familiar
de vivienda.
A
pesar de los avances que en materia habitacional se han logrado en el país,
en Colombia aún se mantiene un déficit de vivienda muy grande, que afec
ta particularmente a la población más pobre. Bogotá encarna una situación
similar, aunque con proporciones menores.
El problema también puede verse desde el lado de la oferta. Para el efecto es útil
tratar el comportamiento y los ciclos del sector de la construcción de vivienda en
Bogotá.
EL DÉFICIT HABITACIONAL
En sus mediciones, UN-Hábitat/Colombia tiene en consideración la diferenciación
entre déficit cuantitativo y cualitativo. La metodología incluye en el déficit cualita-
tivo a los hogares que tienen alguna de las siguientes carencias: servicios públicos
1
Para un análisis de los determinantes de oferta y demanda de la construcción de vivienda se
puede consultar: Bateman, Ferrari y Giraldo, Ingresos y vivienda para todos, equilibrio general,
ciclo económico y capitalización de pobres, en: Hábitat y financiación: una estrategia para la lucha contra
la pobreza, UN-Hábitat - MAVDT - DNP - First Iniciative, Bogotá, mayo de 2007. En este texto
se omiten, sin desconocerlos, los problemas asociados a la oferta como la escasez relativa de
suelo urbano, el precio de los materiales, las tecnologías constructivas, etc.
26 HÁBITAT Y EL DESAFÍO DE LAS MICROFINANZAS
A continuación se revisan las cifras del Censo 2005 relacionadas con el cálculo
del déficit habitacional. Es importante mencionar que en Colombia, por primera
vez, se ha aprobado una medición oficial, desarrollada por el DANE2 , del déficit de
vivienda.
Las cifras de Bogotá se muestran en el siguiente cuadro. Entre 1993 y 2005, fecha
de los dos últimos censos realizados en el país, el déficit de vivienda se redujo del
44,3% al 19,2%. La reducción no ocurrió exclusivamente en términos relativos, tam-
bién se redujo en términos absolutos3 . En 1993 en Bogotá se tenían 555,500 de
1,255,091 hogares en déficit habitacional mientras que en el 2005 fue de 369,874 de
los 1,931,372 hogares.
Los problemas de espacio son los más significativos dentro del déficit total. El
espacio incluye los problemas de cohabitación, hacinamiento (mitigable y no
2
Dicha metodología, muy cercana a la utilizada por UN-Hábitat en el país, fue aprobada por el Consejo
Superior de Vivienda.
3
Con respecto a la reducción en el déficit se debe ser cauteloso. Puede explicarse por la caída en una
proporción muy importante de la cohabitación como resultado de variaciones metodológicas en la
definición de vivienda y/o hogar, lo cual dificultaría la comparación de las cifras.
LA PROBLEMÁTICA HABITACIONAL EN BOGOTÁ 27
mitigable) y cocina. En 1993 el 34.3% de los hogares tenía algún problema relacio-
nado con el espacio, siendo el problema de cohabitación el más representativo. Para
el 2005, los problemas de espacio se redujeron pero continuaban siendo los de
mayor impacto, afectando al 16.1% de los hogares.
1993 2005
Total hogares 1,255,091 100.00% 1,931,372 100.00%
Hogares sin déficit 699,591 55.74% 1,561,498 80.85%
Hogares en déficit 555,500 44.26% 369,874 19.15%
Hogares en déficit cuantitativo 412,656 32.88% 282,678 14.64%
Estructura 12,524 1.00% 8,595 0.45%
Cohabitación 381,328 30.38% 254,992 13.20%
Cohabitación - unipersonales 47,394 3.78% 39,026 2.02%
Cohabitación - dos o más personas 333,934 26.61% 215,966 11.18%
Hacinamiento no mitigable 18,804 1.50% 19,091 0.99%
Hogares en déficit cualitativo 142,844 11.38% 87,197 4.51%
Estructura 7,597 0.61% 3,737 0.19%
Hacinamiento mitigable 16,617 1.32% 29,177 1.51%
Servicios 78,217 6.23% 40,397 2.09%
Cocina 13,720 1.09% 7,649 0.40%
Estructura y hacinamiento mitigable 603 0.05% 488 0.03%
Estructura y servicios 6,589 0.52% 1,873 0.10%
Estructura y cocina 766 0.06% 319 0.02%
Hacinamiento mitigable y servicios 6,523 0.52% 1,540 0.08%
Hacinamiento mitigable y cocina 1,342 0.11% 658 0.03%
Servicios y cocina 6,525 0.52% 597 0.03%
Estructura, hacinamiento mitigable y servicios 863 0.07% 186 0.01%
Estructura, hacinamiento mitigable y cocina 144 0.01% 139 0.01%
Estructura, servicios y cocina 1,765 0.14% 193 0.01%
Hacinamiento mitigable, servicios y cocina 1,132 0.09% 149 0.01%
Estructura, hacinamiento mitigable, 441 0.04% 94 0.00%
servicios y cocina
4
Las cifras no coinciden con las de los CENSOS por diferencias metodológicas, pero la tendencia
decreciente, al menos en términos porcentuales, se mantiene.
LA PROBLEMÁTICA HABITACIONAL EN BOGOTÁ 29
Fuente: UN-Hábitat/Colombia
32 HÁBITAT Y EL DESAFÍO DE LAS MICROFINANZAS
Sin embargo, lo anterior no quiere decir que se deba perder de vista el comporta-
miento de los precios, particularmente de la vivienda de interés social. Por ejemplo,
durante el 2007 se han presentado crecimientos en los precios de la vivienda nueva
superiores al 10%. Particularmente en dicho año, la economía creció de manera
excepcional al 7.5%, básicamente por el buen comportamiento de los precios inter-
nacionales de las materias primas de exportación. Ello implicó un crecimiento del
ingreso de similar envergadura. Dicho ingreso, seguramente concentrado por el
tipo de crecimiento, no encontró mayores canales de colocación excepto en el sector
construcción de vivienda de estratos altos por lo elevado de la tasa de interés que
significó una reducción notable de las oportunidades de inversión en el sector real.
La excepción a dichas tasas elevadas, desde mediados del 2006 al mediados del
2007, fue precisamente en los créditos hipotecarios destinados a la vivienda no VIS
(vivienda de interés social). Tal incremento de la demanda aporta una explicación
del incremento de los precios en la vivienda nueva.
5
Eso se puede observar porque la relación es menor a la unidad.
LA PROBLEMÁTICA HABITACIONAL EN BOGOTÁ 33
EL SECTOR DE LA CONSTRUCCIÓN
Por su parte, los costos indirectos comprenden los costos de oportunidad, los
costos financieros y los costos de transacción. Los costos de oportunidad se refie-
ren a los ingresos no obtenidos por inversiones alternativas, ya sean éstas finan-
cieras y/o productivas, dependiendo de ese modo del tipo de cambio, la
competencia y/o el tipo de interés. Los costos financieros se relacionan con los
costos de adquirir capital, asociándose, prioritariamente, a la tasa de interés. Por
su parte, los costos de transacción hacen referencia a la seguridad jurídica, la
información incompleta y asimétrica, y el tiempo destinado a los trámites legales,
entre otros (ver diagrama No. 2).
Fuente: UN-Hábitat/Colombia
6
En las edificaciones se consideran: los edificios residenciales, las viviendas urbanas unifamiliares y
multifamiliares, y las rurales; y los edificios no residenciales con destino a: bodegas, locales, oficinas,
hoteles, hospitales, centros asistenciales, de educación, para administración pública, entre otras.
7
Los trabajos y obras de ingeniería civil comprenden la construcción de: carreteras, puentes, túneles,
líneas de ferrocarril, campos de aviación, aeropuertos, vías navegables interiores y costeras, redes de
acueducto y alcantarillado, entre otras.
LA PROBLEMÁTICA HABITACIONAL EN BOGOTÁ 37
Fuente: DANE
Las siguientes gráficas (No. 10 y No. 11) muestran el comportamiento del ICCV
en Bogotá y en Colombia entre enero de 2005 y marzo de 2008. Se puede observar la
alta correlación entre las series y como en todo el período de análisis se presentaron
variaciones anuales en los costos de la construcción positivas, por encima del 2%
pero no mayores al 8%.
LA PROBLEMÁTICA HABITACIONAL EN BOGOTÁ 39
Fuente: DANE
Fuente: DANE
40 HÁBITAT Y EL DESAFÍO DE LAS MICROFINANZAS
Incluso, la importante recuperación del sector puede estar presionando los pre-
cios hacia el alza, produciéndose en un segmento como el de la VIS tipo 1, que está
regulado vía precio, un exceso de demanda.
8
Entre los problemas del hábitat en Bogotá se identificaron: el elevado déficit de vivienda, la
escasez y los altos costos del suelo urbanizable, la persistencia de la urbanización ilegal, el
deterioro urbano, la estrechez de la oferta de vivienda de interés prioritario. Alcaldía Mayor de
Bogotá, Pacto por el Hábitat Digno en Bogotá D.C. 23 de junio de 2005.
LA PROBLEMÁTICA HABITACIONAL EN BOGOTÁ 41
9
Los autores agradecen el apoyo de Andrés Alonso en la construcción y análisis de los modelos
que en esta sección se presentan.
10
Ver: i) Bateman, Ferrari y Giraldo, Ingresos y vivienda para todos, equilibrio general, ciclo económico
y capitalización de pobres, en: Hábitat y financiación: una estrategia para la lucha contra la pobreza,
UN-Hábitat - MAVDT - DNP - First Initiative, Bogotá, mayo de 2007; y ii) UN-Hábitat, La
microfinanciación de la vivienda: hacia la configuración de un nuevo sistema habitacional. UN-Hábitat
- MAVDT - DNP - First Initiative, Bogotá, noviembre de 2006.
11
Ver Giraldo, Fabio. Los ciclos de la edificación en Colombia 1950-1994. Otra mirada. Cuadernos del
CIDS. 1995. Giraldo, Fabio. Cuarenta años de edificación en Colombia 1957-1997. Camacol. 1997
12
Benoit Mandelbrot y Richard Hudson, Fractales y finanzas: una aproximación matemática a
los mercados: arriesgar, perder y ganar. Editorial Tusquets, Barcelona, 2006.
42 HÁBITAT Y EL DESAFÍO DE LAS MICROFINANZAS
13
Ver metodología completa en anexos
LA PROBLEMÁTICA HABITACIONAL EN BOGOTÁ 43
GRÁFICA No. 13: Ciclo del sector de la construcción de Bogotá 1986-2006. Por
período de los alcaldes de la ciudad
En términos generales, cuando surge una ley, un plan o una nueva regla de juego
formal, los agentes se adaptan a ella y esto toma tiempo, tiempo en el cual la activi-
dad económica se asimila a la nueva situación. La gráfica No. 14 muestra el ciclo
del sector de la construcción de Bogotá y se señalan las fechas de las normas
relevantes para la actividad edificadora. Se observa que en 1998, un año después de
la aparición de la ley 388 de 1997, el ciclo del sector cayó a su punto más bajo. Sin
embargo, no es posible señalar este hecho como el único determinante para dicho
comportamiento; debe considerarse que a finales de los noventas la economía na-
cional presentó una crisis generalizada. En el 2000 aparece el POT y en el 2003 es
revisado. Esta revisión coincide con una caída pronunciada del ciclo que se mantie-
ne hasta el año 2006.
Surgen entonces las preguntas ¿qué lleva a esa caída tan pronunciada? ¿Mala
gestión de la ley por parte de las autoridades, incertidumbre política o elevados
costos de transacción? Y si fue mala gestión, ¿cuál habría sido el impacto en térmi-
nos económicos si se hubiera gestionado bien? Es decir, continuando con el supues-
to de que cualquier entrada de una nueva regla de juego trae consigo un período de
ajuste de la actividad económica, cabría ver si la caída pudo no ser tan grande si los
instrumentos de gestión del suelo se hubieran utilizado de otra manera.
14
Giraldo, Fabio, La mano invisible del Estado. En: El uso del suelo; un gran desafío para Bogotá.
Cuadernos del Informe de Desarrollo Humano para Bogotá, Cuaderno No. 4, Bogotá, octubre
de 2007.
LA PROBLEMÁTICA HABITACIONAL EN BOGOTÁ 45
las reglas de juego existentes, por la escasez de suelo inducida por la discutible
aplicación de las normas urbanísticas en la ciudad; teóricamente, la intervención al
estar influida por los economistas clásicos, no fue capaz de reconocer que los pre-
cios relativos no sólo dependen de los costos de producción, sino también de las
valoraciones finales de los individuos, tal como se expresan en los márgenes de
uso, es decir, de las utilidades marginales (el poder de la demanda) que se espera
que proporcionen los bienes.
En breve, en materia de los instrumentos de gestión del suelo -las plusvalías, las
cargas y beneficios-, en el Distrito se ha diseñado un sistema antitécnico, donde se
violan los principios de equidad horizontal los individuos o agentes que son
iguales en todos los aspectos relevantes, deben recibir el mismo trato- y en la equi-
dad vertical, pues los agentes que se encuentran en mejores condiciones que otros
para pagar -sistema financiero, exportadores, comerciantes, etc.- no pagan en las
mismas proporciones que aquellos que le generan el valor agregado a la ciudad.
Para corroborar estadísticamente que la caída pudo haber sido menor, es útil anali-
zar el PIB potencial del sector de la construcción. Por potencial se entiende el PIB
15
Los autores agradecen el apoyo de Andrés Alonso y Felipe Colmenares en la construcción y
análisis de los modelos que se presentan en esta sección.
46 HÁBITAT Y EL DESAFÍO DE LAS MICROFINANZAS
que pudo haberse obtenido pero que por diversos motivos no se logró. Existen dos
enfoques teóricos sobre la estimación del PIB potencial. El primero es una noción
física que considera el PIB potencial como el máximo nivel de producción que se
conseguiría cuando los factores de producción sean utilizados plenamente, esto es
equivalente al grado de utilización de la capacidad productiva del país y toma
siempre valores positivos debido a que los factores de producción no pueden ser
negativos16 .
El enfoque neoclásico indica que los ciclos económicos son producto del com-
portamiento de los agentes privados y no del manejo de las políticas fiscal y mone-
taria. Estos ciclos son explicados en su mayoría por choques inesperados que hacen
que los agentes tomen decisiones racionales. Por el lado de la oferta, los agentes
reajustan sus inversiones y su producción para ajustarse a estos choques. El pro-
ducto efectivo fluctúa alrededor de un producto potencial que es asociado con la
tasa de crecimiento de la tendencia del producto efectivo, el que no corresponde a
elementos coyunturales o transitorios. Según este enfoque es posible tener brechas
negativas, es decir, que el producto efectivo puede estar por encima del producto
potencial.
16
Cabredo, Pedro y Valdivia, Luis. Estimación del PBI potencial: Perú 1950-1997. Documento de
Trabajo, Banco Central de Reserva del Perú, 1998.
17
Miller L., Shirley. Métodos alternativos para la estimación del PBI potencial: Una aplicación para el
caso de Perú. Documento de Trabajo. Banco Central de Reserva del Perú, 2003
18
Para una definición del modelo VAR estructural se puede consultar el Anexo No. 2.
19
Misas A., Martha y Posada, Carlos Esteban. Crecimiento y Ciclos económicos en Colombia en el
siglo XX: el aporte de un VAR estructural. Banco de la República de Colombia, Borrador No. 155,
Bogotá, 2000.
LA PROBLEMÁTICA HABITACIONAL EN BOGOTÁ 47
Dado que la información estadística sectorial para Bogotá aparte del PIB del
sector es casi inexistente, estimar un PIB potencial por medio del enfoque de la
función de producción se torna un tanto difícil porque no hay una desagregación
de datos tan específica estimada por el DANE de tal forma que se puedan obtener
los datos de empleo sectorial y de acervo de capital para el sector de la construcción
en Bogotá. De igual manera, debido a la escasa disponibilidad de variables diferen-
tes al PIB, formular un modelo VAR para estimar el PIB potencial por medio del
enfoque keynesiano no es posible. Aunque este hubiera sido útil porque permite
realizar un análisis de impulso respuesta, no es factible formularlo utilizando sola-
mente el PIB. Es por esto que el ejercicio se centra en el enfoque neoclásico.
Las series que se usaron para poder hacer la estimación del PIB potencial pro-
vienen del libro Estadísticas Históricas Santa Fe de Bogotá D.C. (1950-1999) publi-
cado por la Secretaría de Hacienda Distrital (SHD) y del DANE. Para el periodo
1960-1975 el libro utiliza datos del Producto Interno Bruto Distrital (PID) calculado
a partir del año 1959 por el Departamento Nacional de Planeación (DNP) con cifras
expresadas en millones de pesos de 1970. Para el periodo 1970 -1990 se obtuvieron
datos de Maldonado 199222 con cifras expresadas en millones de pesos de 1975.
Para el periodo 1990 2005p se tomaron los datos del PIB departamental publicado
por el DANE en millones de pesos de 1994. Todos los datos tienen una periodicidad
anual23 .
20
Para una explicación del filtro se puede consultar el anexo No. 2.
21
Caballero, M. y Gallegos, José. La incertidumbre sobre la brecha del producto y la función de reacción
bajo un esquema de inflation targeting. Banco Central de Reserva del Perú, documento de
Trabajo, 2001.
22
Maldonado, Héctor. Evolución del PIB por Departamentos en Colombia (1970 - 1990). Pontificia
Universidad Javeriana, 1992
23
Ninguna de las tres fuentes estadísticas se puede empalmar debido a que todas tienen una
metodología distinta de medición. Sin embargo, son las cifras históricas que publicó la Alcal-
día Mayor de Bogotá en Estadísticas históricas Santa Fe de Bogotá 1950-1999, por lo cual son
utilizadas para desarrollar el análisis. Para estimar la serie del PIB desde 1960 y, en conse-
cuencia, calcular el PIB potencial, se retropolaron las tres fuentes de datos de tal manera que
se pudiese calcular un indicador homogéneo en millones de pesos de 1994.
48 HÁBITAT Y EL DESAFÍO DE LAS MICROFINANZAS
24
Hodrick, Robert y Prescott, Edward. Post-war Business Cycles: An Empirical Investigation. Carnegie-
Mellon University, Working Paper, 1980
25
Miller et al, Ibid.
LA PROBLEMÁTICA HABITACIONAL EN BOGOTÁ 49
El hecho que el PIB potencial esté creciendo más que el PIB efectivo no dice
mucho por sí solo. Lo que señala es que de seguir esta tendencia, el PIB potencial
será mayor que el PIB efectivo en algún momento del tiempo, no en variaciones sino
en valores absolutos. En años recientes, 2003-2005, los niveles del PIB potencial y el
PIB efectivo están muy cercanos, como se muestra en la gráfica No. 16.
Dado que el potencial está creciendo más que el efectivo, es muy probable que en
el 2006 y 2007 el PIB potencial se ubique por encima del efectivo. Este hecho no
puede ser mostrado debido a que aún no existen datos de PIB sectorial de Bogotá
para los años 2006 y 2007; sin embargo, de cumplirse estaría mostrando que puede
estar ocurriendo al menos uno o más de los siguientes problemas: (i) los factores de
producción no están siendo utilizados en su totalidad, es decir, hay capacidad
instalada ociosa y/o (ii) la institucionalidad no está siendo aprovechada,
específicamente, los instrumentos concebidos para incentivar la construcción y/o
(iii) expectativas de estancamiento económico generalizado. En cualquiera de los
casos es un elemento a tener en cuenta de cara al futuro del sector en la ciudad.
III
La política habitacional
La política habitacional
D
e acuerdo con la economía neo-institucional los resultados que logra una
sociedad, en términos de crecimiento y desarrollo, están profundamente
determinados por la matriz institucional de dicha sociedad. La matriz
institucional está compuesta por la estructura institucional formal, las restriccio-
nes institucionales informales y por las características para garantizar el cumpli-
miento de las reglas26 . Según North
debe haber una estructura institucional que
estimule a los actores a competir dentro de los márgenes que sean socialmente productivos, y
sólo dentro de ellos. Por lo general, esto implica un conjunto de restricciones formales (usual-
mente mezcla de leyes, reglas y regulaciones) e informales destinadas a producir los resulta-
dos deseados.27
Existen decisiones que podrían llamarse cotidianas y otras que se tornan tras-
cendentales. En estas últimas se produce una situación de desequilibrio e inestabi-
26
Para un estudio detallado se puede consultar la extensa obra de Douglass North, particular-
mente: i) North, Douglass, Instituciones, cambio institucional y desempeño económico. FCE, Chile,
1995 y ii) North, Douglass, Para entender el proceso de cambio económico, Editorial Norma,
Bogotá, 2007.
27
North, Douglass, Para entender el proceso de cambio económico, Editorial Norma, Bogotá, 2007,
p.p. 177-178.
28
Mandelbrot, Benoit y Hudson, Richard. Fractales y Finanzas. Una aproximación matemática a los
mercados: arriesgar, perder y ganar. Barcelona, 2006. p.p. 185-206.
54 HÁBITAT Y EL DESAFÍO DE LAS MICROFINANZAS
29
Para un análisis más detallado se puede consultar: Bateman, Ferrari y Giraldo, Ingresos y
vivienda para todos, equilibrio general, ciclo económico y capitalización de pobres, en: Hábitat y
financiación: una estrategia para la lucha contra la pobreza, UN-Hábitat - MAVDT - DNP - First
Initiative, Bogotá, mayo de 2007.
LA POLÍTICA HABITACIONAL 55
Según Lauchlin Currie30 , creador intelectual del sistema UPAC, se debía aumen-
tar el ahorro personal, canalizarlo hacia la construcción y mediante este impulsar
los otros sectores de la economía, como la industria y la agricultura, que son secto-
res seguidores. Dichos sectores tienden a moverse con el crecimiento global; mien-
tras la construcción puede, mediante estímulos exógenos, apartarse de la tendencia
general de crecimiento. Aquí, a partir nuevamente de la intervención directa del
Estado, se profundizó la acción del mercado.
30
Al respecto se pueden consultar: i) Lauchlin Currie, Ahorro, corrección monetaria y construc-
ción: ensayo sobre interrelaciones en Colombia. Universidad de los Andes, Bogotá, 1974. ii)
Lauchlin Currie, La política urbana en un marco macroeconómico: Banco Central Hipoteca-
rio, Bogotá, 1982. Y iii) Lauchlin Currie, Reactivación, crecimiento y estabilidad. Legis, Bogo-
tá, 1988. Adicionalmente, un resumen comprensible de la obra de Currie se puede consultar
en: i) Sandilands, Roger, Vida y política económica de Lauchlin Currie. Fondo Editorial Legis,
Bogotá, 1990; ii) Universidad Nacional de Colombia, Cuadernos de Economía No. 18-19:
Homenaje a Lauchlin Currie, 1993; y iii) Revista CAMACOL No. 52, Bogotá, septiembre de
1992, dedicada a Lauchlin Currie.
56 HÁBITAT Y EL DESAFÍO DE LAS MICROFINANZAS
Aún más grave para el sistema fue el cambio en el sistema de indexación: me-
diante el Decreto 678 de abril de 1993 se dio un mayor peso en la formula de correc-
ción monetaria a las tasas promedio de captación del mercado financiero (DTF) que
a la inflación. De tal modo, aunque siguió existiendo un instrumento financiero que
seguía llamándose UPAC, éste no tenía nada que ver con el que había sido creado
20 años atrás.
31
Para ver un análisis del sistema UPAC se puede consultar, entre otros, ICAV, El crédito de vivienda:
pasado, presente, futuro. ICAV, Bogotá, 1993; y ICAV, La financiación de la vivienda en Colombia.
ICAV, Bogotá, 1992. Giraldo, Fabio, El UPAC, la política económica y la construcción 1970-1987.
CAMACOL, Bogotá, 1987. Giraldo, Fabio, La UPAC y la Corte Constitucional, en: Construyendo
democracia, Mesa de Promoción y Defensa de la Constitución de 1991, Bogotá, 1999.
32
En el momento el número de cuentas, por ejemplo, sobrepasaba los 6 millones, cuando el país tenía
32 millones de habitantes.
33
Para un estudio a fondo del sistema financiero en Colombia y particularmente de la financiación
hipotecaria, se pueden consultar: i) Cuellar, Maria Mercedes, ¿A la vivienda quién la ronda? Tomo I:
Situación y perspectivas de la política de vivienda en Colombia, Tomo II: Compilación de las
principales normas, jurisprudencia y estudios relacionados con la financiación de vivienda. ICAV,
Universidad Externado de Colombia, Bogotá, 2006. y ii) ANIF, El sector financiero de cara al siglo
XXI, Tomo I y II, Bogotá, 2002.
LA POLÍTICA HABITACIONAL 57
La crisis que implicó el abrupto cambio del sistema UPAC y que se materializó a
finales de la década de los noventa causo la sensación de que el nuevo UPAC no era
conveniente y se generó un fuerte debate con respecto a lo que se debía hacer. La
Corte Constitucional dada la magnitud de la crisis y el efecto que había tenido sobre
un gran número de deudores, y en respuesta a una acción de tutela interpuesta en
contra del sistema UPAC existente, ordenó su revisión y el re-cálculo de los saldos
de los deudores. Dicho fallo así como la ley 546 de 1999 (ley marco de vivienda)
constituyeron los primeros intentos por reconstruir el sistema habitacional.
En ese contexto, el UPAC (el denunciado por Currie34 como unidad de poder
adquisitivo inconstante) fue reemplazado por la UVR (Unidad de Valor Real) la
cual variaba, de forma similar al UPAC de los inicios, con la inflación. Fue un
intento por volver al pasado pero sin comprender que no existían los instrumentos
que complementaban y hacían exitoso el sistema, hecho que seguramente hoy en
día no sería posible e incluso inconveniente.
34
Lauchlin Currie, en: ICAV, El crédito de vivienda: pasado presente futuro; Bogotá, marzo de
1993, p. 47.
58 HÁBITAT Y EL DESAFÍO DE LAS MICROFINANZAS
incluso disfrutar, una vivienda digna, sólo ha sido parte de las múltiples promesas
e ilusiones a los más pobres.
En Colombia las tasas de interés de los créditos son sumamente elevadas con
relación a las internacionales.36 La explicación tradicional reside en consideracio-
nes sobre los diferentes tipos de riesgo que existen en la economía y en los mercados
de crédito: riesgo de pago de cartera, riesgos de descalce financiero por diferencias
35
En ese sentido es importante destacar la importancia de la conformación en la ciudad de Bogotá de la
Secretaría de Hábitat. Al respecto se puede consultar: i) Apuntes para una política integral de hábitat
en Bogotá D.C. en el marco del proyecto Col 66930 entre UN-Hábitat, PNUD y Metrovivienda; ii)
Acuerdo Distrital No. 257 de 2006 por el cual se dictan normas básicas sobre la estructura, organiza-
ción y funcionamiento de los organismos y entidades de la ciudad de Bogotá; y iii) Decreto No. 271
de 2007 por medio del cual se adopta la estructura y funciones de la Secretaría de Hábitat.
36
El Presidente de la Cervecera Bavaria, una de las mayores empresas colombianas, recientemente
adquirida por SABMiller de Sud África, declaraba hace poco tiempo que las tasas de interés en
Colombia eran brutales (El Tiempo, 2/12/2007.) Dos años antes, el Gerente de Carrefour Colom-
bia, perteneciente a una de las cadenas de comercialización más grandes del mundo, afirmaba que las
comisiones por las tarjetas de crédito y de débito que cobraban los bancos en Colombia eran exagera-
das y tomaban casi la totalidad de sus utilidades operativas.
LA POLÍTICA HABITACIONAL 59
de plazos entre las colocaciones y los depósitos y riesgos jurídicos por inestabili-
dad de los contratos.37 Se supone que, por ejemplo, ante un riesgo de no pago, la
institución financiera eleva sus tasas de interés para compensar los menores ingre-
sos derivados de la posible pérdida por el no pago; cuánto más alta sea la tasa de no
pago respecto al total de la cartera más se elevaría la tasa de interés.
Sin embargo, resulta muy frecuente que agentes económicos que son de cero
riesgo de no pago, por ejemplo pequeños o medianos exportadores con cartas de
crédito a la vista, confirmadas e irrevocables, paguen tasas de interés de las más
altas del mercado. Si ese exportador no tiene riesgo de pago, no debería ser penali-
zado por un riesgo que no le corresponde. Lo mismo sucede con profesionales de
larga historia crediticia, con empleo e ingresos regulares asegurados que son, por lo
tanto, de muy bajo riesgo y que acaban pagando las tasas más altas en las tarjetas
de crédito. Pero las instituciones bancarias discriminan la demanda de crédito
entre clientes preferenciales y no preferenciales, ¿por qué, entonces, los clasifican
entre los no preferenciales? Ciertamente, las tasas de interés que les cobran no
derivan de su riesgo de pago.
Ello se traduce en una liquidez reducida que dificulta las transacciones en los
mercados. De hecho, según el FMI39 , en 2006 la relación del total de dinero y cuasi-
dineros (M3) a PIB en Colombia era 27.2%. Dichas tasas son sumamente reducidas,
muy por debajo de la de países con mejor comportamiento económico como China,
165.1% en 2007. El gráfico 17 y cuadro adjuntos muestran dicha situación. Cierta-
mente, una iliquidez excesiva induce al trueque, como pasó en Argentina, en donde
la extrema restricción monetaria producto de la convertibilidad cambiaria al final
de los años noventa indujo la aparición de casas de trueque y monedas paralelas
(los patacones, emitidos por los gobiernos provinciales, y las notas de cambio usa-
das en las casas de trueque).
37
Ver: Hofstetter, Marc y Galindo, Arturo. Determinantes de la tasa de interés de los créditos hipote-
carios en Colombia. Universidad de los Andes, Documento CEDE, Bogotá, Agosto 2006.
38
La constitución de 1991 estableció que el objetivo principal de la política del Banco de la Repú-
blica es la preservación de la estabilidad de los precios, es decir, la reducción de la inflación. Para
lograrlo, la Junta Directiva fija una meta anual y maneja los instrumentos de política monetaria,
cambiaria y crediticia que tiene a su cargo.. Banco de la República. La historia del banco. Pag 8.
www.banrep.gov.co.
39
FMI, International Financial Statistics, Washington 2008.
60 HÁBITAT Y EL DESAFÍO DE LAS MICROFINANZAS
Fuente: FMI
GRÁFICA No. 18: Crédito doméstico como porcentaje del PIB. Colombia y China
Fuente: FMI
LA POLÍTICA HABITACIONAL 61
Se supone que el banco central eleva o mantiene elevada su tasa de interés para
reducir las expectativas de inflación. Como a mayor tasa de interés menor demanda
de crédito, se argumenta que con menores recursos, el público demandará menos en
los mercados y las presiones inflacionarias se reducirán. De tal modo, la elevación
de las tasas de interés del banco central contribuiría a reducir las expectativas de
inflación, como ha sido manifestado expresamente en las últimas decisiones de la
Junta del Banco de la República.
Por esa vía se argumenta también que ello puede ayudar a mantener bajas las
tasas de interés hipotecarias. Tal argumento no parece consistente, ya que, por un
lado se induce un aumento en las tasas de interés comerciales, incluyendo las
hipotecarias, y por otro lado, como eso reduce la demanda y reduce la inflación, se
dice que ello reduce las tasas de interés.
Por otro lado, elevar la tasa del banco central para reducir las expectativas de
inflación puede ser efectivo, pero es también cuestionable por el impacto negativo
que tiene sobre los sectores transables. Si como resultado de esa política, las tasas de
interés comerciales se elevan, ciertamente se reduce el crédito y la demanda en los
mercados. Pero, a su vez, aumentan los precios en los mercados de bienes y servi-
cios, transables y no transables, porque los costos financieros en que incurren
importadores, exportadores y productores aumentan, siendo trasladados a los con-
sumidores. En resumen, se da una reducción de cantidades y, simultáneamente, en
un primer momento, un aumento de precios.
Pero, en gran medida, las tasas de interés elevadas son un problema de compe-
tencia bancaria y, por lo tanto, de una regulación bancaria que induce poca compe-
tencia en el sistema bancario y, por consiguiente, permite que aparezcan rentas no
competitivas que elevan los niveles de las tasas de interés.
te, los límites a los precios introducen distorsiones en los mercados y producen
soluciones de equilibrio ineficientes. Pero ello es verdad siempre y cuando el merca-
do sea competitivo. Si el mercado no es competitivo, como sería el caso de la mayor
parte de los mercados de crédito colombianos por las razones que se indicaron, los
precios límites son mecanismos adecuados y legítimos usados por la regulación
para asegurar que los precios en el mercado se acerquen a los precios de competen-
cia y sean, por lo tanto, eficientes.
Pero los mercados no operan aislados unos de otros. El hecho que los mercados
de crédito no hipotecarios no sean competitivos tiende a reducir los montos y a
elevar las tasas de los créditos hipotecarios, aunque el mercado de estos últimos
opere de forma más competitiva. En un esquema de banca múltiple como el que
existe actualmente en Colombia, donde los diversos productos financieros compi-
ten por los mismos fondos, la generación de rentas no competitivas en los créditos
no hipotecarios, que los hipotecarios no producirían, induce a los bancos a reducir
los recursos destinados a este segundo tipo de crédito a favor de los primeros que
les arrojan una mayor rentabilidad.
En efecto entre febrero de 2003 y febrero de 2008, mientras los créditos comercia-
les en Colombia crecieron 115% y los de consumo 335%, los créditos hipotecarios
decrecieron 16%%.41 Igualmente, cuando se observa el comportamiento de la parti-
cipación de la cartera hipotecaria sobre la total (Gráfica No. 19) se hace evidente la
40
Cuellar, María Mercedes, Crédito hipotecario en Colombia. ICAV, septiembre de 2005.
41
Fuente: Superintendencia financiera, (http://www.superfinanciera.gov.co/), Evolución de la cartera de
crédito, febrero 2008.
64 HÁBITAT Y EL DESAFÍO DE LAS MICROFINANZAS
GRÁFICA No. 19: Cartera hipotecaria/total de la cartera (Dic 1994 Feb 2008)
El requisito principal para solicitar un SFV es tener un ahorro previo del 10% del
valor de la vivienda, aunque se exceptúa para los hogares con ingresos hasta de 2
smlmv que tengan garantizada la financiación de la vivienda, los hogares objeto de
programas de reubicación de zonas de alto riesgo no mitigable, los de población
desplazada, los de víctimas de actos terroristas y los de desastres naturales. Ade-
42
Decreto 975 de 2004. Artículo 4º
LA POLÍTICA HABITACIONAL 65
Además del crédito hipotecario, en el 2003 con la ley 795 se definió otra modali-
dad de crédito conocida como el microcrédito, el cual se entiende como toda financia-
ción que se otorga para la adquisición, construcción o mejoramiento de inmuebles, cuyo
monto no supere los veinticinco (25) salarios mínimos legales mensuales vigentes (smlmv),
con un plazo inferior a cinco (5) años y una tasa de interés equivalente a la prevista para la
financiación de Vivienda de Interés Social (VIS). El valor del inmueble sobre el cual recae este
tipo de financiación no podrá exceder de ciento treinta y cinco (135) salarios mínimos
legales mensuales vigentes (smlmv). Con el propósito de estimular las actividades de
microcrédito inmobiliario, se podrá cobrar una comisión de acuerdo con la reglamentación
que expida el Gobierno Nacional, con la cual se remunerará el estudio de la operación
crediticia, la verificación de las referencias de los codeudores y la cobranza especializada de
la obligación43 .
43
Ley 795 de 2003. Artículo 95
66 HÁBITAT Y EL DESAFÍO DE LAS MICROFINANZAS
44
Giraldo, Fabio y Torres, Jorge, Hábitat y Desarrollo Humano. Cuadernos PNUD.UN-Hábitat, Bogo-
tá, 2004, p. 196.
LA POLÍTICA HABITACIONAL 67
Si bien esta modificación pretende dar un mayor margen para que los deman-
dantes (la familias beneficiadas) y los oferentes tengan una mayor libertad de en-
contrar las soluciones de vivienda, se corre el riesgo de perder los avances de
focalización sobre los hogares más pobres, que si bien seguirán recibiendo un ma-
yor subsidio, incluso con un pequeño incremento en el subsidio máximo de 21 a 22
SMMLV, posiblemente no encuentren vivienda por el valor que sus ingresos les
permiten adquirir. Es decir, se corre el riesgo de que la VIS tipo 1 deje de existir y por
esa vía se dificultaría aun más el acceso a los hogares más pobres.
De tal modo, si la relación que se establezca entre el monto del subsidio y los
ingresos es de menos 1, un crecimiento del ingreso de x produce una reducción
proporcional del subsidio también en x. Si la relación es mayor a menos uno, cuanto
más aumente el ingreso el subsidio disminuirá más que proporcionalmente, en-
viando una señal de focalización hacia los hogares de menores ingresos. Si por el
contrario la relación es menor a menos uno, los cambios en el valor del subsidio
ante cambios en el ingreso serán menores y un grupo de población más heterogéneo
será el beneficiado. En ese sentido, sería mucho más conveniente que tal relación
fuera fijada con valores mayores a menos uno. Una proporción menor a menos uno
generaría inequidad en la distribución del subsidio.
En cualquier situación, ese 30% de la población, que incluso puede ser mayor,
acaba siendo excluido del acceso al subsidio ya sea debido a una situación de pobre-
za de los hogares o a una situación de informalidad en el empleo y por lo tanto en los
ingresos. Aunque ambos fenómenos están relacionados, y la razón por la cual se
encuentran excluidos es la misma, los primeros no tienen acceso porque no tienen los
recursos suficientes para pagar la cuota de amortización del crédito que complemen-
ta el subsidio, mientras que dentro del segundo grupo pueden existir hogares que aun
teniendo los ingresos para pagar el crédito, no tienen cómo demostrarlos.
Otro grupo es el de los hogares cuyos jefes están ocupados por cuenta propia;
incluye desde los profesionales que trabajan por honorarios, hasta los vendedores
asociados al sector informal de la economía. Este grupo también se divide en dos:
primero, aquellos con ingresos para pagar las amortizaciones del crédito comple-
mentario: algunos pueden demostrar los ingresos y otros no, o se encuentran con la
dificultad de que los bancos comerciales no tengan los incentivos suficientes para
asumir el riesgo de otorgarles el crédito; y segundo, quienes no tienen ingresos
suficientes. Por último, tenemos los hogares cuyos jefes están desocupados o inac-
tivos y no tienen acceso al mercado formal de vivienda.
vi.) proveer una política asistencial, que, sin ser exclusiva ni propiamente
habitacional, contribuya a mejorar las condiciones de vida de la población que
quede eventualmente por fuera de cualquiera de las políticas habitacionales
tratadas más arriba.
Fuente: UN-Hábitat/Colombia
IV
Microfinanciación: Realidades
y posibilidades
Microfinanciación: Realidades y posibilidades
A
un si la economía colombiana en general y la bogotana en particular crecie-
ran de manera elevada, al estilo chino, de 10% por año en las próximas dos
décadas, lo que significaría duplicar el ingreso per cápita cada 10 años, el
ingreso de las personas más pobres seguiría siendo muy pequeño y se inviabilizaría
su acceso a una vivienda digna durante un periodo de tiempo muy largo. En tal
situación, es necesario crear un mecanismo financiero que les permita acceder al
crédito, a tasas de interés pequeñas que puedan pagar, sin que ello atente contra la
liquidez y solvencia del intermediario financiero y principalmente que les permita
capitalizarse para incrementar su ingreso y de esa forma acceder, de manera soste-
nible, a una vivienda digna.
47
En Naciones Unidas se viene proponiendo, desde la conceptualización de Amartya Sen, una defini-
ción de pobreza según la cual la pobreza se debe entender no sólo en términos de bajos ingresos, sino
como la carencia de oportunidades reales para vivir una vida adecuada. Incluso en UN-Hábitat/
Colombia se viene haciendo énfasis en los componentes psíquicos y sociales de la pobreza. Al
respecto se puede consultar: Giraldo, García, Bateman y Alonso, Hábitat y pobreza: los Objetivos de
Desarrollo del Milenio desde la ciudad. UN-Hábitat, Bogotá, junio de 2006.
74 HÁBITAT Y EL DESAFÍO DE LAS MICROFINANZAS
Sin embargo, una gran mayoría de los pobres son grandes ahorradores respecto
a sus niveles de ingreso, lo que registran las estadísticas mencionadas anteriormen-
te es que no tienen capacidad adicional de ahorro con respecto a su ingreso dispo-
nible. Paradójicamente son los pobres informales, no aquellos que tienen un empleo
formal dependiente, los que del total del ingreso que perciben con alguna actividad
de muy baja calificación y productividad (como vender chocolates en una esquina)
destinan una parte considerable como capital de trabajo. Por ello su tasa de ahorro
es necesariamente elevada. No es extraño que llegue a ser 80% de su ingreso total.
Claramente, esa tasa de ahorro es muy superior a la de los otros estratos de la
sociedad.
48
De acuerdo a cálculos de UN-Hábitat, con base en la ECV 2003, en Colombia los pobres tenían en
promedio 5.22 años de educación mientras que las personas que no lo son tenían 8.77 años de
educación. En Bogotá, por su parte, se evidenciaba mayor años de educación promedio que lo
encontrado a nivel nacional; no obstante los pobres tenían menos años de educación promedio que los
no pobres: 6.9 y 10.4, respectivamente.
MICROFINANCIACIÓN: REALIDADES Y POSIBILIDADES 75
Sin embargo, la mayor parte de las veces, los pobres no encuentran dónde ni
cómo ahorrar porque el sistema financiero tradicional no está orientado a captar
esos depósitos y por lo tanto, dicha capacidad de ahorro no les sirve para
apalancarse y capitalizarse.
49
La mayor parte de las apreciaciones consignadas resultan de dos visitas de Cesar Ferrari al Grameen
Bank en Dhaka, Bangladesh, en Julio y diciembre de 1998. La mayor parte de la información
estadística que se menciona está tomada de los Informes Anuales del Grameen Bank, los boletines
mensuales del Grameen Trust, Grameen Dialogue, y del Grameen Bank Update, publicados en su
página web (www.grameen.com).
50
El Profesor Yunus fue galardonado junto con el Banco Grameen con el Premio Nobel de Paz en el año
de 2006 por la construcción de un mecanismo microfinanciero (el Banco Grameen) que permite
llegar en forma masiva a la población pobre a fin de resolver sus principales necesidades contribuyen-
do con ello a una convivencia humana pacífica. La experiencia de Yunus se puede consultar en: Yunus,
Muhammad, Hacia un mundo sin pobreza. Editorial Andrés Bello, Chile, 1998.
MICROFINANCIACIÓN: REALIDADES Y POSIBILIDADES 77
Para la misma fecha, esos miembros ascendían a 7.3 millones, 97% de los cuales
eran mujeres, lo que implica una afectación favorable sobre la situación económica
de aproximadamente 36 millones de personas, para una población total de 150.5
millones en julio de 2007. A partir de 1998, el Grameen financia sus programas de
créditos y las expansiones futuras con sus propios fondos y los depósitos de sus
participantes. A partir de 1995, decidió dejar de solicitar fondos de donación; los
últimos fondos recibidos fueron en 1998.
Actualmente, 94% de las acciones del Grameen está en poder de los prestatarios;
6% en poder del Gobierno. Con ello eligen a la Junta Directiva y al Presidente del
Banco. De tal manera, mujeres simples de las aldeas acaban tomando decisiones
importantes y trascendentes. Obviamente, el staff del Banco proporciona los ele-
mentos y la información necesarios para que esas decisiones sean adecuadas. Este
hecho y los otros mencionados hacen esta experiencia triplemente fascinante: Des-
de el punto de vista económico, desde el punto de vista cultural y desde el punto de
vista político en cuanto a la democratización del país.
78 HÁBITAT Y EL DESAFÍO DE LAS MICROFINANZAS
Los créditos que otorga el Grameen Bank son pequeños, de diferentes tipos y
plazos. El monto de los créditos desembolsados mensualmente es del orden de
US$ 30-40 millones. El monto medio de los créditos es de US$ 85 (alrededor de 170
mil pesos colombianos) y el ahorro medio de sus miembros es de US$ 65 (cerca de
130 mil pesos). Los créditos del Grameen son actualmente de tres tipos: básico,
para vivienda y para educación superior. Los créditos pueden ser de cualquier
duración, en meses o años. Así mismo, el monto de los pagos semanales puede
variar de acuerdo a las posibilidades del prestatario. El límite de los créditos está
determinado por el comportamiento de los prestatarios o por el 150% del monto
de los depósitos, el que sea mayor. El prestatario puede aumentar (o disminuir) el
límite de su crédito, aumentando sus ahorros o asegurando que los miembros de
su Grupo mantengan un comportamiento crediticio intachable; una ausencia a
una reunión de su Centro le significa, por ejemplo, una reducción de US$ 8.6 en
su límite. A septiembre de 2007, el saldo del total de créditos era de US$ 500.7
millones, de los cuales el saldo de créditos básicos era de US$ 457.1 millones, de
créditos para vivienda US$ 3.3 millones, de otros préstamos US$ 10.8 millones y
de créditos flexibles US$ 31.8 millones.
años; la provisión se eleva a 100% cuando el plazo del crédito supera el límite de
dos años.)
Los créditos son otorgados sin garantías bancarias ni colaterales. Sin embargo,
a septiembre 2007, la tasa de recuperación de los créditos, es decir la cantidad
pagada con relación al monto adeudado, era de 98.4%. La elevada tasa de recupera-
ción es consecuencia de la marcada fidelización de sus prestatarios hacia el
Grameen, derivada, entre otras razones, del esquema de garantía solidaria que
respalda las obligaciones. Para acceder a un crédito el interesado tiene que pertene-
cer a un Grupo y este ser parte de un Centro. La principal causa de atraso en el
pago está relacionada con problemas de salud del prestatario (44% de los incumpli-
mientos).
Las tasas de interés que el Grameen cobra por los créditos y paga por los depósitos
son reales positivas. La gran diferencia con respecto a las tasas cobradas por la
banca tradicional es que ésta cobra tasas de interés compuestas, mientras que el
Grameen cobra tasas de interés simples, es decir sobre saldos decrecientes, y, por lo
tanto, resultan ser menores. Las tasas del Grameen también resultan menores a las
cobradas en los programas gubernamentales de microcréditos en Bangladesh, que,
a septiembre de 2007, cobraba en sus programas de microcrédito una tasa equiva-
lente al 11% efectivo anual, frente a la tasa de interés cobrada por el Grameen para
los créditos básicos que es equivalente a una tasa de interés compuesta efectiva
anual de 10.2% (una tercera parte de lo que se cobra por los microcréditos en el
sistema bancario colombiano51 ).
A su vez, la tasa de interés para créditos de vivienda del Grameen era 8% anual,
equivalente a una tasa de interés compuesta efectiva anual de 4.1% (esto se puede
pasar a la parte hipotecaria o decir que se desarrolla después, la de créditos de
educación superior era 5% anual, equivalente a una tasa de interés compuesta
efectiva anual de 2.6%, y la de créditos para mendigos era de 0%. En el 2007, la
inflación anual en Bangladesh fue de 8.8%, el crecimiento del PIB real de 6% y la
tasa de desempleo de 2.5%.52
Las tasas de interés que cobra el Grameen pueden ser menores que las comercia-
les por la naturaleza de sus operaciones. Al otorgar las decisiones sobre el otorga-
miento del crédito a la comunidad, quien acaba siendo responsable del análisis del
prestatario y del proyecto, el Banco no requiere analistas de crédito, lo que disminu-
ye sustancialmente sus costos y hacer viable su operación. De tal manera, los fun-
cionarios que se reúnen con los Centros y los Grupos acaban realizando una misión
de orientación y promoción social.
Las tasas de interés del Grameen no son reguladas por el organismo de super-
visión bancaria de Bangladesh, el Banco Central de Bangladesh. En general, el
Grameen no se encuentra sujeto a las reglas de la legislación bancaria tradicional,
pero tiene que cumplir con las obligaciones relativas a reservas legales obligatorias
51
La tasa de usura para microcréditos establecida por la Superintendencia Financiera de Colombia, con
vigencia entre el 1 de abril de 2007 y el 31 de marzo de 2008, es de 33.93%, la más elevada del sistema
financiero. Los bancos comerciales que otorgan microcréditos conforme a la legislación usualmente
aplican esta tasa.
52
CIA, The World Fact Book, www.cia.gov/cia/publications/factbook/geos/bg.html
MICROFINANCIACIÓN: REALIDADES Y POSIBILIDADES 81
Se afirma con frecuencia que los pobres son buenos pagadores. En realidad, en
gran medida, son los mecanismos con que opera el Grameen los responsables de la
reducida morosidad de sus créditos. Dichos mecanismos acaban creando una
fidelización de los prestatarios hacia el banco, que sin ser forzosa es sumamente
efectiva.
En la banca estatal la situación puede llegar a ser más grave pues muchas veces
sin contar con los mecanismos de fidelización indicados, con el pretexto de atender
a los pobres se condicionan las decisiones de crédito a las relaciones clientelistas
entre los prestatarios y los políticos con influencia en dichas decisiones y se elimi-
nan las exigencias de garantías y avales. Por otro lado, el saberse deudor de una
institución estatal acaba generando una serie de incentivos al no pago, particular-
mente porque se asume que siendo el Estado el acreedor, tarde o temprano, ese
crédito, ante cualquier dificultad, debe convertirse en un subsidio atendiendo al rol
fundamental del Estado de garantizar los derechos fundamentales de las personas.
La conclusión es el colapso financiero de la institución y la conversión del crédito
en un subsidio sin solución de continuidad.
Otro aspecto sustancial que explica el éxito del Grameen es el carácter profesio-
nal de su gerencia, de sus funcionarios y de sus promotores, que ejercen sus funcio-
nes sin perder de vista la misión y el objeto social del Grameen: de atención exclusiva
a los pobres. Ello es reflejo también de la necesidad de evitar todo tipo de clientelismo
político en la constitución de la planta de funcionarios y en el otorgamiento de los
créditos. En ello radica también la importancia de que las decisiones respectivas
correspondan a la comunidad. Si el Grameen hubiera condicionado su evolución y
sus créditos a las voluntades políticas locales, es seguro que no hubiera durado ni
alcanzado todo lo que significa actualmente.
No es que el pobre no esté dispuesto a pagar tasas elevadas. Dada sus necesida-
des, es probable que la elasticidad de su demanda de crédito sea, seguramente, muy
reducida lo que, probablemente, lo llevará a aceptar créditos a tasas elevadas, inclu-
so sin consideración a sus posibilidades futuras de pago, como sucede frecuente-
mente en Colombia en el mercado de crédito informal. El problema es que esas tasas
elevadas requieren negocios con rentabilidad también elevada para que puedan
pagarlas y ello es particularmente difícil en actividades económicas en las que el
capital operativo es reducido y el fijo es prácticamente inexistente, como ocurre en
la mayor parte de las operaciones de los pobres.
Por otro lado, hay una convicción grande de que existe una cultura del no pago
en Colombia y que la gente es muy individualista. En ese contexto se plantea que
replicar experiencias de crédito con garantía solidaria al estilo Grameen es muy
difícil. Sin embargo, si el Grameen significó un cambio cultural impresionante con
relación a la postergación de la mujer en un país pobre y rural, si eso pudo cambiar,
¿por qué una cultura de no pago e individualista, en caso de que exista, no podría
cambiar?
resulta de dividir el patrimonio técnico por los activos ponderados por riesgo. Si
todos los créditos son otorgados sin garantías reales, todos califican como de alto
riesgo lo que eleva el denominador. Por su parte, para tener un patrimonio eleva-
do (y un numerador elevado) se requieren montos muy elevados de capital y
utilidades, lo que sólo puede ocurrir cuando se tiene un número elevado de pres-
tatarios, más aun cuando se trata de pequeños créditos. De tal manera, ello sólo
ocurrirá en un estado avanzado de desarrollo de la institución. Si el ratio de
solvencia no se cumple, la institución no puede tomar depósitos y por lo tanto se
inviabiliza como intermediario financiero. El siguiente numeral trata estos aspec-
tos con mayor detalle.
El artículo 16 de la ley 795 de 2003, que modificó el artículo 80 del Estatuto Orgánico
del Sistema Financiero (EOSF), estableció para enero de 2003 un monto de capital
mínimo necesario para la constitución de un establecimiento bancario de
$45.085500.000 (US$ 16.1 millones, aproximadamente). En el 2008 este valor, ajus-
tando por el IPC y aproximado al millón superior, ascendía a $62,744 millones
(aproximadamente US$ 34 millones). Al menos el 50% del monto respectivo debe
ser pagado en el momento de la constitución y el saldo en el año siguiente.
53
Tomado de César Ferrari, con la asistencia de Catalina Curtidor, Silvio López y Felipe Trujillo.
Limitaciones de la Legislación Bancaria Y Financiera Colombiana Para la Constitución de Institu-
ciones Financieras No Tradicionales. Pontificia Universidad Javeriana, Bogotá, Diciembre 2003.
Versión revisada para el presente texto por Julián López Murcia y Silvia Delgado de la Universidad
Javeriana.
MICROFINANCIACIÓN: REALIDADES Y POSIBILIDADES 85
MARGEN DE SOLVENCIA
Por otro lado, la norma actual (artículo 2 del decreto 1720 de 2001) exige a los
establecimientos de crédito, el cumplimiento de un margen de solvencia mínimo de
9.0%. El margen de solvencia (RMS) está determinado por la relación entre el Patri-
monio técnico y el Valor de activos ponderados por nivel de riesgo crediticio y de
mercado.
De igual manera, el valor de los activos depende del nivel de riesgo crediticio de
éstos y del riesgo de mercado. Dadas las características de los créditos otorgados
por una institución financiera no tradicional, la posibilidad de disminuir el valor
del patrimonio debido al incumpliendo de sus deudores es mayor. Gran parte de
sus activos serán calificados en la Categoría IV (100%), debido a las condiciones
bajo las cuales son asignados los créditos, aumentando el valor de los activos y por
consiguiente, disminuyendo la relación de solvencia.
DEPÓSITOS Y CRÉDITOS
GARANTÍAS
Como las únicas garantías que pueden aportar los prestatarios pobres son las
solidarias y éstas no son aceptables en el esquema tradicional, los créditos que les
otorguen deberían ser provisionados en su totalidad, haciendo inviable la opera-
ción. Por tal razón, para que un banco no tradicional pueda operar, requeriría de la
autorización para aceptar como garantías válidas las de tipo solidario, de respaldo
mutuo de los miembros de los grupos formados por los clientes de la entidad. Por
tanto, su SARC debería poder considerar estas posibilidades y peculiaridades.
TASAS DE INTERÉS
En relación con los límites que contiene la legislación actual respecto a la determi-
nación de la tasa de interés, es necesario diferenciar entre las operaciones activas y
las operaciones pasivas que realizan los establecimientos bancarios.
88 HÁBITAT Y EL DESAFÍO DE LAS MICROFINANZAS
PROVISIONES
Actualmente, una institución financiera no tradicional debería cumplir con los re-
querimientos de reserva legal impuestos a los establecimientos de crédito. Según el
artículo 85 del Estatuto Orgánico del Sistema Financiero, la reserva legal ascenderá
por lo menos al 50% del capital suscrito, y estará formada con el 10% de las utilidades
líquidas del ejercicio. El monto de reserva legal podrá ser menor si es destinado a
cubrir pérdidas acumuladas o destinado a la capitalización de la entidad.
MICROFINANCIACIÓN: REALIDADES Y POSIBILIDADES 89
RÉGIMEN TRIBUTARIO
CONTROL Y VIGILANCIA
Sin embargo, ésos no son los microcréditos que se otorgan a pobres o indigentes.
Tampoco esos microempresarios son los pobres monofactoriales, sin activos ni ca-
lificación. De alguna manera, aunque muchas veces insuficientemente, tales
microcréditos y microempresas son cubiertos por el sistema financiero tradicional.
Pero ese sistema no contempla el caso de los verdaderos pobres de la tierra. Ellos
requieren un sistema de financiero diferente, no tradicional.
54
La información correspondiente está tomada de un estudio sobre el Financiamiento de las Iniciativas
Empresariales Locales desarrollado por Cesar Ferrari para el Ministerio de Protección Social, Bogo-
tá, Noviembre 2007.
MICROFINANCIACIÓN: REALIDADES Y POSIBILIDADES 95
Dichos esfuerzos son encomiables y deben ser potenciados. Sin embargo, alcan-
zan resultados poco significativos en términos de población atendida. En tal senti-
do tienen pocas posibilidades de representar un aporte significativo a la solución
de la pobreza de la población que pretende servir.
De otro lado, también en casi todos los casos, con la finalidad de reducir sus
costos, la decisión de otorgamiento del crédito se traduce en la aplicación de meca-
nismos de Benchmarking. Estadísticamente o por consultas ilustradas se esta-
blecen las características que definen qué tipo de ciudadano, hombre y mujer, puede
ser un buen pagador y se atienden las solicitudes y se resuelve el otorgamiento de
crédito de acuerdo a dicha clasificación. Y como la duda persiste y la necesidad de
garantizar a priori el pago de la obligación es perentoria, se termina solicitando,
en casi todos los casos, algún co-deudor que avale al prestatario potencial. Si bien,
se relajan las restricciones del sistema de financiamiento tradicional, en la gran
generalidad, dado que se mantiene la misma lógica de operación, los más pobres
quedan excluidos del acceso a los recursos de crédito.
De tal modo, dependen de la voluntad del donante inicial que define su capital
y, con ello, su capacidad de ofertar microcréditos. Consecuentemente, son poco
significativos y tienen poco impacto en el desarrollo de la economía y la sociedad.
No obstante, dichas experiencias no dejan de ser valiosas y meritorias pues repre-
sentan una ayuda importante a los hogares que tienen la fortuna de acceder a ellas;
seguramente le otorgan una oportunidad de vida superior.
55
Ver www.fwwbcol.org.
MICROFINANCIACIÓN: REALIDADES Y POSIBILIDADES 97
LA BANCA DE OPORTUNIDADES
Por su parte, la política estatal conocida como la Banca de las Oportunidades, en
desarrollo actual, que incluye corresponsales financieros no bancarios, puede ayu-
dar a través de ellos a mejorar el acceso a los productos financieros a personas
alejadas de los centros poblados importantes. Este programa busca obtener una
mayor equidad social para el grupo poblacional más vulnerable que no logra acce-
der al sistema financiero formal, por lo que se requiere de nuevos mecanismos
especializados.
56
Marulanda, Beatriz. Presentación: La Banca de las Oportunidades. Bogotá, octubre de 2006.
98 HÁBITAT Y EL DESAFÍO DE LAS MICROFINANZAS
Fuente: Beatriz Marulanda, presentación sobre la Banca de las Oportunidades, octubre 2006.
A la fecha, los corresponsales no bancarios establecidos son 3.539 (210 sin in-
cluir al Citibank), distribuidos en todo el territorio nacional.57 Dicha política ha
representado también un avance en el otorgamiento de microcréditos en Colombia.
De hecho, entre agosto 2006 y septiembre 2007 se desembolsaron 1,681,454
microcréditos por un monto total de S/. 5.32 billones de pesos; los microempresarios
que recibieron un crédito por primera vez fueron 558,700. Gran parte de dichos
créditos, 784,730, fueron operados a través de ONGs. Hasta septiembre de 2007, el
saldo de la cartera de microcréditos en el sistema financiero colombiano era de S/.
5.7 billones, equivalentes a US$ 2,850 millones, que representaban 5.4% del saldo
total de la cartera de crédito del sistema financiero (en julio 2002, los microcréditos
representaban 1.5% del mismo). Indiscutiblemente la Banca de las Oportunidades
ha representado un gran avance en materia de bancarización y por lo tanto de
acceso a las fuentes formales de servicios financieros, particularmente, de crédito.
LA MICROFINANCIACIÓN HIPOTECARIA
Los créditos a la población de bajos ingresos tienen desde el punto de vista de la
banca hipotecaria tradicional muy poco atractivo. En primer lugar son muy poco
rentables, dado el mecanismo de funcionamiento de dichas entidades. A su vez, son
considerados de muy alto riesgo: además de la incertidumbre sobre la estabilidad
del ingreso familiar y de su capacidad efectiva de pago, los pobres carecen de una
trayectoria crediticia formal que permita establecer su comportamiento como deu-
dor y definir así su perfil financiero.
57
La información sobre la Banca de las Oportunidades está tomada de su página web
(www.bancadelasoportunidades.gov.co)
58
Se pueden consultar los siguientes libros: UN-Hábitat, MAVDT, DNP, FIRST INITIATIVE. La
microfinanciación de la vivienda: hacia la configuración de un nuevo sistema habitacional, 2006;
y UN-Hábitat, MAVDT, DNP, FIRST INITIATIVE. Hábitat y financiación: una estrategia para la
lucha contra la pobreza, 2007
100 HÁBITAT Y EL DESAFÍO DE LAS MICROFINANZAS
En este sentido, si bien como se mencionó anteriormente las tasas de interés son
elevadas por razones que superan largamente a las consideraciones de riesgo, las
entidades financieras tradicionales utilizan sistemas de clasificación de clientes
potenciales (scoring) a fin de reducir la incertidumbre respecto a los dichos clien-
tes por posibles incumplimientos en el pago de los créditos. En particular, en este
tipo de instrumento se consideran tres diferentes factores que determinan las pro-
bables pérdidas o ganancias derivadas de un crédito60 :
59
Zuleta, Luis Alberto y Jaramillo, Lino. Costeo de los créditos y microcréditos hipotecarios para la
vivienda de interés social 2006. En Hábitat y financiación
60
Reyes, Álvaro y Rodríguez, Óscar, Econometría Consultores, Informe final de la consultoría: Eva-
luación del ahorro programado en el acceso al crédito para vivienda de interés social, en: CD-ROM
anexo a la publicación Hábitat y financiación: una estrategia para la lucha contra la pobreza,
Bogotá, mayo de 2007.. p. 29-33
MICROFINANCIACIÓN: REALIDADES Y POSIBILIDADES 101
61
Zuleta, Luis Alberto y Jaramillo, Lino, Informe final de la consultoría: Costeo de los créditos y
microcréditos hipotecarios para la vivienda de interés social, en: CD-ROM anexo a la publicación
Hábitat y financiación: una estrategia para la lucha contra la pobreza, Bogotá, mayo de 2007.
62
Helms, Brigit y Reille, Xavier. Interest Rate Ceilling and microfinance. The Story so far. CGAP, 2004.
Citado en Zuleta y Jaramillo, Ibíd.
102 HÁBITAT Y EL DESAFÍO DE LAS MICROFINANZAS
Fuente: Cálculo para 23 países con techos en tasas de interés y 7 países sin techos basados en
Christen et. al. En: Zuleta y Jaramillo 2006.
Nota: El número de prestamistas microfinancieros se muestra como un porcentaje de la
población con ingresos inferiores a US$2 diarios.
Fuente: Wright y Alamgir, Tasas de interés para microcrédito en Bangladesh, basado en los
datos recogidos por Sanjay y Sinja. Citado en: Helms y Reille, Topes de tasas de interés y
microfinanciación, la historia hasta ahora.
MICROFINANCIACIÓN: REALIDADES Y POSIBILIDADES 103
TABLA No. 9. Hogares que estaban pagando su vivienda por tipo de acreedor
(iv) Los techos y los controles a las tasas de interés resultan en muchas ocasiones
en sistemas de crédito menos trasparentes y más costosos para los deudores de
crédito, pues estimulan la creatividad de las entidades para convertir tasas
64
nominales controladas en tasas efectivas de interés mucho más altas .
63
Diferente a bancos, corporaciones, cooperativas, fondos de empleados, etc.
64
Zuleta y Jaramillo. Ibíd. , Pág. 118
104 HÁBITAT Y EL DESAFÍO DE LAS MICROFINANZAS
sa difusión de sus tasas, situación que, por cierto, debería ser normada en forma
obligatoria para asegurar que dicha sana práctica no sea interrumpida.
Se puede concluir en este aspecto que los topes a las tasas de interés que pueden
cobrarse para los microcréditos inmobiliarios -UVR más 11 puntos (alrededor de
17% en el 2008) se han convertido en una dificultad mayor para la operación del
microcrédito inmobiliario como un producto específico que puedan promocionar
las entidades oferentes, al existir dudas sobre si para esta modalidad de crédito de
vivienda pueden cobrarse tasas -intereses más comisiones- superiores al 16%. Esto,
por supuesto, se convierte en una barrera para extender el microcrédito inmobilia-
rio, afectando la cobertura65 .
El problema que se generaliza en la región son los bajos ingresos que muestra el
promedio de la población, los cuales no les permiten acceder a los mercados priva-
dos de financiación de vivienda y por lo tanto relegándolos a la asistencia guberna-
mental para poder adquirir una vivienda propia. Adicionalmente, debido a los
altos desequilibrios fiscales que presentan la mayoría de los países, la financiación
por parte de los gobiernos no ha podido alcanzar a cubrir a todos los hogares de
bajos ingresos, y tampoco cubrir el monto necesario, haciendo indispensable una
mayor participación privada para poder suplir las carencias habitacionales, espe-
cialmente a través del acceso al crédito.
65
Adicionalmente se han impuesto a través de la Ley una serie de condiciones contrarias al espíritu y
práctica de las experiencias de microfinanciación, como es el tipo de garantía y la incertidumbre
acerca del cobro de comisiones para cubrir los mayores costos de origen, seguimiento y administra-
ción propios de este tipo de productos.
66
Para un análisis detallado al respecto se pueden consultar: i) CUDS-Harvard, Housing Microfinance
Initiatives, Synthesis and Regional Summary: Asia, Latin America and Sub-Saharan Africa with
Selected Case Studies. Mayo de 2000; y ii) Daphnis, Franck y Ferguson, Bruce, editores, Microfinanzas
para vivienda: una guía para la práctica. Hábitat para la Humanidad, Costa Rica, 2006.
MICROFINANCIACIÓN: REALIDADES Y POSIBILIDADES 105
cientes para poder acceder a los créditos del sector privado. Una importante alter-
nativa puede ser la de los programas de microfinanciación aplicados a la vivienda,
los cuales se caracterizan por:
Los fondos de capital para mantener las iniciativas son limitados; se concede
crédito de pequeño monto a personas que están excluidas del sistema financiero.
Las tasas de interés son, en la mayoría de los casos, superiores a las del
67
mercado.
67
El esquema de tasas de interés simple que aplica el Banco Grameen pareciera ser un caso excepcional.
106 HÁBITAT Y EL DESAFÍO DE LAS MICROFINANZAS
Fuente: UN-Habitat. Financing Urban Shelter: Global Report on Human Settlements 2005
MICROFINANCIACIÓN: REALIDADES Y POSIBILIDADES 107
68
CUDS-Harvard, Housing Microfinance Initiatives, Synthesis and Regional Summary: Asia, Latin
America and Sub-Saharan Africa with Selected Case Studies. Mayo de 2000.
69
Ibid, sección I Pág. 24.
108 HÁBITAT Y EL DESAFÍO DE LAS MICROFINANZAS
Por ejemplo, en el Banco Grameen para iniciar con los créditos empresariales se
comienza, tradicionalmente, con un préstamo de US $20, los cuales una vez paga-
dos le permiten acceder a otro crédito de mayor monto y así sucesivamente hasta un
crédito de US $300. Para acceder a un crédito de vivienda se debe, adicionalmente,
tener la propiedad sobre la tierra, de lo contrario el crédito debe utilizarse para
adquirir el terreno.71
70
Daphnis, Franck. Microfinanzas para vivienda: hacia una definición. En: Franck Daphnis y Bruce
Ferguson, Microfinanzas para vivienda: una guía para la práctica. Hábitat para la Humanidad, Costa
Rica, 2006, p. 8.
71
Ibid, sección II Pág. 47-56.
72
Ibid
MICROFINANCIACIÓN: REALIDADES Y POSIBILIDADES 109
73
En sentido práctico y para efectos de la discusión es importante señalar que la Constitución colom-
biana habla de una vivienda Digna y no de una parte de ella; tampoco habla de un tipo específico de
vivienda. Lo importante es que la sociedad determine cuál es su referente de vivienda digna. Se debe
tener en cuenta que éste derecho hace parte de los DESC y por eso tiene implicaciones a la luz del
Derecho internacional. Por ello, tal y como lo reconoce el código internacional de derechos huma-
nos, la exigencia de éstos no supone su realización inmediata. Esta progresividad supondrá, por un
lado, el desarrollo a lo largo de un tiempo y, por otro lado, el establecimiento de prioridades entre
diferentes derechos. Aún así, el código internacional impone a los Estados la no regresividad de lo que
ya se ha avanzado. Es profundamente regresivo pedirle al Estado que haga menos de lo que hoy hace
en favor de los más pobres de la sociedad. Al respecto, debe anotarse que algunas propuestas de
intervención urbana en el caso bogotano abogan por otorgar, a cambio de vivienda, lotes urbanizados
con vivienda mínima, contradiciendo incluso algunos lineamientos de política definidos para la
ciudad. Una visión alternativa se puede consultar en: Alcaldía Mayor de Bogotá Bogotá Positiva
Secretaría Distrital del Hábitat, Informe técnico de soporte de la Política Integral del hábitat 2007-
2017, Bogotá, febrero de 2008.
VI
Microcrédito para vivienda
en Bogotá
Microcrédito para vivienda en Bogotá
E
l microcrédito parecería ser la solución adecuada para la carencia de vivien-
da en los estratos de menores ingresos. Una primera aproximación a dicho
esfuerzo induciría a replicar el Banco Grameen. Sin embargo, tal solución
parecería sumamente difícil de alcanzar en el corto plazo.
74
Ver capítulo respecto a las limitaciones que la legislación actual implica respecto a la constitución de
instituciones financieras no tradicionales tipo Grameen.
114 HÁBITAT Y EL DESAFÍO DE LAS MICROFINANZAS
instituciones deben aportar ese capital sin esperar utilidades sobre el mismo en el
corto plazo. Un intermediario financiero como el Grameen requiere grandes volú-
menes de prestatarios y operaciones para ser rentable por la naturaleza de sus
créditos pequeños. Lo que deberían exigir esos aportantes, con todo derecho y justi-
cia, es que ese capital no se pierda.
Por otro lado, los problemas de seguridad que aún persisten en parte del territo-
rio nacional colombiano podrían dificultar la expansión de las actividades de la
nueva institución. En ese caso, lo que resulta razonable es iniciar las actividades en
áreas próximas a las ciudades que no tienen problemas notables de seguridad,
hasta que las condiciones sean adecuadas en el resto del país.
75
Handling Repayment Crises, en Grameen Dialogue No 35, Dhaka, Julio 1998.
MICROCRÉDITO PARA VIVIENDA EN BOGOTÁ 115
El problema con este tipo de Fondos es que sólo puede prestar y operar como un
fondo rotatorio. Al no calificar como un intermediario financiero no podrá captar
recursos del público. Ciertamente, ello representará una dificultad en términos de
crecimiento de la atención a posibles prestatarios y obligará a la aportación crecien-
te de recursos presupuestales si se piensa en atenciones masivas.
116 HÁBITAT Y EL DESAFÍO DE LAS MICROFINANZAS
Por tales razones, la alternativa del Fondo debería pensarse como un mecanis-
mo de carácter transitorio. Lo ideal es que más adelante, con la dación de una
legislación ad-hoc, sea transformado en un banco, no necesariamente público. Lo
ideal es que se convierta en un banco privado para evitar las tentaciones propias
del clientelismo que, ciertamente, harían fracasar completamente el esfuerzo.
Otra posibilidad es establecer un banco comercial que, sin embargo, esté orientado,
fundamentalmente, a las microfinanzas. Una experiencia relevante es la del Banco
Sol en Angola que inició operaciones en 2001.76
El Banco Sol es un banco comercial privado creado para atender a los pobres de
Angola, particularmente en las áreas rurales. Como para que un banco tipo Grameen
sea viable financieramente se requiere un número significativo de prestatarios, el
Banco Sol se planeó y organizó con dos divisiones operativas. La primera es la
encargada de créditos y operaciones comerciales corrientes y la segunda de los
microcréditos. De tal manera, la primera no sólo subsidia a la segunda hasta que
ésta adquiera un nivel adecuado de prestatarios sino también permite a la institu-
ción satisfacer los ratios de solvencia y otras exigencias de la actual legislación.
El microcrédito del Banco Sol está dirigido a grupos de 4 a 7 personas, que por
pertenecer a un grupo consiguen reunir el mínimo de garantías exigidas por el
Banco. Éstas incluyen lo que se conoce como garantía solidaria; siendo que unos
prestatarios avalan a otros, unos son responsables y, a su vez, responsabilizados
por los otros miembros del grupo. El microcrédito del Banco Sol es destinado ma-
yormente a la creación de pequeños negocios familiares, a pequeños agricultores y
a micro-empresas. En la mayor parte de los casos, son los promotores del Banco Sol
quienes identifican a los posibles prestatarios en los barrios, comunidades o al-
deas. Para el efecto, identifican a los líderes y la estructura y organización de las
comunidades y recogen información sobre la conducta, tipos de negocios, volúme-
nes y márgenes de ventas, ahorros e historias crediticias de los diferentes miembros
76
Cesar Ferrari participó en el diseño, análisis financiero y constitución del Banco Sol de donde deriva
su conocimiento sobre el mismo. La información actual está tomada de su página web (www.bancosol.ao).
MICROCRÉDITO PARA VIVIENDA EN BOGOTÁ 117
Los créditos del Banco Sol, para capital de trabajo o capital fijo, son de monto
variable, entre US$ 100 y US$ 2,500, con plazos de pago de 3 a 12 meses, conforme
al criterio del Banco. El crédito es amortizado en cantidades fijas, semanal, quince-
nal o mensualmente, de acuerdo a los ingresos del negocio. Puede ser renovado,
siempre y cuando el primer crédito haya sido cancelado en forma puntual. El Banco
Sol distingue dos tipos de microcréditos: Comerciales y Rurales. Actualmente,
los microcréditos comerciales son otorgados a una tasa de interés mensual de 2.9%
y los microcréditos rurales a una tasa anual de 10%. A marzo de 2007, tenía 20,067
clientes activos, con un crédito total otorgado de US$ 20.9 millones, de los cuales
10,557 clientes correspondían a créditos rurales con un monto promedio de US$
203. En 2005, el Banco Sol registró utilidades de US$ 3.4 millones, equivalentes a
una rentabilidad de 27.5% sobre su capital propio.
En otras palabras, los aportantes del capital de un nuevo banco al estilo del
Banco Sol, orientado a servir a las poblaciones pobres a través de las microfinanzas,
tendrán que ser, en gran medida, filántropos. Lo cual no quiere decir que estén
dispuestos a despilfarrar su capital sino a abstenerse durante un tiempo a percibir
utilidades y a orientar su rol como accionistas a exigir a la gerencia del banco al
mantenimiento y acrecentamiento del capital de la institución en el cumplimiento
de su misión de atender los depósitos de los pobres y de capitalizarlos.
Sin embargo, la iniciativa no fue ejecutada a pesar de que los recursos iníciales
estaban disponibles. Realmente la estrategia de financiación no fue adecuadamente
estudiada y si bien fue acertada la intuición de que se requería un producto financiero
que le permitiera a los hogares informales de menos de 2 SMMLV adquirir una vivien-
da, replicar la estrategia de financiación a nivel nacional (subsidio y crédito a través
del sector financiero tradicional con cierto redescuento sobre dichos préstamos) que
no permite el acceso, por problemas estructurales, a dicho grupo poblacional; incluso
el Gobierno Nacional ha sido consciente de dichas dificultades78 .
77
Casasfranco, María Virginia y Arcos, Oscar. 10 años de Metrovivienda: modelos de gestión del suelo,
vivienda y hábitat. Metrovivienda, PNUD, UN-Hábitat, Secretaría Hábitat, diciembre 2007.
78
Precisamente la preocupación del Gobierno Nacional ha permitido la cooperación internacional en
el tema de la microfinanciación hipotecaria. Dicha cooperación es un activo muy importante para el
país y debe ser el punto de partida para cualquier iniciativa pública. En el anexo No. 1 se presenta un
resumen de los resultados de dicha cooperación.
MICROCRÉDITO PARA VIVIENDA EN BOGOTÁ 119
prestatario, tan necesaria para asegurar que la tasa de mora se mantenga a niveles
reducidos.
Sin embargo, más allá de dichas limitaciones resultará útil analizar la viabili-
dad financiera de un fondo distrital inmobiliario, así como de otros esquemas fi-
nancieros. Con dicho fin se construyó un modelo de análisis financiero, el cual se
presenta a continuación.
e) Los requerimientos de personal así como los activos aumentan con el creci-
miento de la cartera de clientes.
a) Tres tipos:
Los siguientes son los supuestos de costos de activos empleados en las proyec-
ciones:
Por otro lado, dado el monto del crédito y la tasa de interés considerada en el
escenario, el valor de los pagos en cuotas iguales, incluyendo amortización e intere-
ses, sería de 43 mil pesos semanales, del orden de 171 mil mensuales. Dicho valor
pareciera ser elevado para los hogares objeto de la política (menos de 2 SMMLV).
El ejercicio inicial considera que todos los años se atienden, como postulado,
alrededor de 20 mil nuevos participantes con similar número de créditos. La dife-
rencia entre el número de participantes y créditos reside en el supuesto de que los
124 HÁBITAT Y EL DESAFÍO DE LAS MICROFINANZAS
Los resultados que se obtienen a través del modelo no resultan viables. Con la
caja disponible y el monto reducido del servicio de la deuda, es imposible otorgar 20
mil créditos anuales durante cinco años, aún iniciando su recuperación en montos
semanales desde la siguiente semana de otorgado el crédito. Por otro lado, sólo
lograrían otorgarse 20 mil créditos durante el primer año. La tabla adjunta muestra
los resultados de caja. Al segundo año ya habría un faltante acumulado de 69,044
millones de pesos; al cabo de 5 años el faltante acumulado sería de 307,872 millo-
nes de pesos. Tales montos subrayan la inviabilidad financiera de la propuesta.
MICROCRÉDITO PARA VIVIENDA EN BOGOTÁ 125
que en el primer año, el resultado sería de -3.1 mil millones de pesos mientras que en
el año 5, el resultado acumulado sería de 166 mil millones de pesos, debido en gran
parte a una evolución creciente de los ingresos financieros por los créditos otorga-
dos, que pasarían de 187 millones de pesos en el primer año a 91 mil millones de
pesos en el quinto.
Dadas las proyecciones indicadas, y a la luz del modelo descrito en este trabajo,
las proyecciones obtenidas son insostenibles por la situación de caja. Resulta impo-
sible que con el monto considerado hubiera sido posible atender a los 20 mil parti-
cipantes por año.
Con los recursos que se plantearon en el escenario anterior ¿qué tanto se podría
desarrollar en términos de financiamiento de vivienda sin incurrir en faltantes de
caja que lo inviabilizaran? Es decir, ¿a cuántas personas hubiera sido posible aten-
der con dichos recursos?
Para tales tasas de crecimiento mensual, la caja terminaría siendo positiva, del
orden de 823.4 millones de pesos. Sin embargo, sólo podrían otorgarse créditos a
5,670 participantes por un monto acumulado de 34.9 mil millones de pesos, tal
como se muestra en el cuadro siguiente. El reducido número y monto de créditos es
debido, en gran medida, a la necesidad de amortizar el financiamiento externo en 5
años. Los principales resultados que se obtendrían se muestran en la siguiente
tabla:
En esta nueva condición, si se procura un saldo mínimo positivo de caja, las tasas
de crecimiento mensual del número de prestatarios podrían ser las siguientes:
Esta modalidad, como se puede apreciar más adelante, resulta la más atractiva
de todas las analizadas. Su establecimiento, sin embargo, resulta el más complica-
do, porque, como se indicó, requerirá no solamente capital sino, seguramente, esta-
blecer una legislación ad-hoc que supere las limitaciones que la actual legislación
implica para este tipo de instituciones.
Los productos del banco serían los indicados en la tabla siguiente. Nótese que la
tasa de interés máxima, para los créditos de más corto plazo, sería similar a las
tasas comerciales actuales de la banca comercial colombiana, pero mucho menor a
la que cobra en micro-créditos. A su vez, las tasas de depósitos, aunque reducidas,
serían superiores a las pagadas por la banca comercial.
Para tales tasas de crecimiento mensual, con dicho financiamiento externo y con
dichos productos financieros, la caja al final de los cinco años terminaría siendo del
orden de 312.2 millones de pesos y se podrían otorgar créditos a 31,805 participan-
tes, cinco mil quinientos más que el caso anterior, en el que se podrían atender a
26,310 participantes. El monto acumulado de crédito sería de 270.2 mil millones de
pesos, superiores a los 235 mil millones de pesos anteriores, para un total de 290,776
créditos superiores a los 260,882 créditos del caso anterior. En este contexto, el
monto total de los depósitos de los participantes al final de los cinco años sería de
22.2 mil millones de pesos.
Al igual que en los casos anteriores, la situación del balance muestra un monto
de activos en aumento al cabo de cinco años, pero con mayor valor, de 141.4 mil
millones de pesos a 186.6 mil millones, casi 30 mil millones más que los 158.8 mil
millones de pesos del escenario anterior. Ello ocurre, fundamentalmente, por el
aumento del saldo de créditos 157.9 mil millones de pesos a 185.8 mil millones de
pesos y, en menor medida, del monto de los activos fijos, a pesar de la reducción del
saldo de caja.
L
os escenarios analizados en el capitulo anterior sugieren que la solución al
problema de vivienda de los más pobres, cuando éstos tienen capacidad de
obtener algún ingreso, pasa por el mercado del crédito, particularmente el
microcrédito, ya sea directamente para adquirir o intervenir la vivienda o para la
generación de ingresos que viabilicen la resolución de las necesidades habitacionales
de dichos hogares.
Sin embargo, la financiación, como se vio, es sólo uno de los factores que inter-
vienen en el mercado de la construcción de vivienda y, particularmente, para que
los pobres puedan hacer efectiva su demanda. Pero adicionalmente, el problema de
la financiación de la vivienda no debe verse sólo desde un enfoque de equilibrio
parcial (solamente el mercado de la vivienda o solamente el mercado del crédito)
sino desde el enfoque del equilibrio general.
Los mercados sustitutivos, por su parte, constituyen aquellos en los que se pue-
den destinar los recursos de manera alternativa a la construcción de vivienda.
Entre ellos se puede destacar a: las actividades productivas (como la construcción
de otras edificaciones y obras civiles, y la producción de bienes transables o no
transables), y no productivas (inversiones accionariales, en deuda pública, de ca-
rácter bancario y/o cambiario, etc.). En ambos casos existe la posibilidad de produ-
cir y/o invertir nacional o internacionalmente. Finalmente, los determinantes
estructurales del mercado son su tamaño, su tipo, la transparencia de los precios, la
segmentación de la demanda y la transabilidad de los bienes.
Tal vez los más importantes de dichos elementos, por su papel en la cadena de
producción y consumo respectivamente son: el suelo, que es el insumo que viabiliza
territorialmente la producción, y la financiación, que para gran parte de los hogares
permite el cierre financiero. El siguiente diagrama (ver diagrama No. 8) permite
identificar algunos de los principales componentes de la oferta y la demanda79 , los
cuales podrían ser resumidos en la siguiente ecuación:
S + U + C ≈ Y + Sub + Cre
79
Es importante recordar que el punto de equilibrio entre la oferta y la demanda es sólo una abstracción,
en la realidad nunca son iguales, incluso, en términos temporales, no ocurren en el mismo periodo de
tiempo y posiblemente tampoco en el mismo espacio.
MICROFINANZAS, FINANZAS, VIVIENDA Y CRISIS 143
Fuente: UN-Hábitat/Colombia
Es por ello que se afirma que los mercados no operan aislados unos de otros. La
falta de consideración de los precios relativos de los bienes, servicios y factores y de
los impuestos, y su consecuencia sobre la competitividad y rentabilidad productiva
es una práctica recurrente en el diseño de política económica. Los economistas
latinoamericanos se han acostumbrado a formularla a partir de la teoría
macroeconómica considerando y preocupándose casi exclusivamente de los gran-
des agregados macroeconómicos: la inflación, el producto interno bruto, el déficit
fiscal, la deuda externa con relación al PIB, el nivel de reservas internacionales, etc.
Las ofertas de crédito tienen origen en los depósitos de las familias y de las
empresas por los que reciben una tasa de interés pasiva del intermediario financie-
ro, típicamente los bancos comerciales. En el caso de las familias, esos recursos son
parte de sus ingresos que tienen que ver con lo que obtienen como salarios, defini-
dos en el mercado laboral, por la venta de los bienes o servicios que producen,
definidos en los mercados respectivos, o como utilidades distribuidas originadas
en dichos mercados.
144 HÁBITAT Y EL DESAFÍO DE LAS MICROFINANZAS
De otro lado, la demanda de crédito tiene que ver con la actividad en los otros
mercados. De hecho, las empresas demandan crédito para poder expandir su capa-
cidad de producción cuando tienen un potencial de ventas mucho mayor del que
pueden atender con la capacidad que poseen. Se inscribe, nuevamente, en un pro-
blema de equilibrio general que involucra no sólo los mercados de bienes o servi-
cios, en los cuales pueden vender sus productos, y los mercados en los que se
definen la tasa de cambio, las tasas de interés y los salarios, sino también las políti-
cas monetarias, fiscales y de regulación vigentes que afectan esos mercados, y los
factores exógenos a las economías nacionales como pueden ser los precios o las
tasa de interés internacionales.
Lo anterior sugiere, por consiguiente, que los mercados de los diferentes bienes
y servicios no sólo tienen expresión temporal sino espacial. De hecho, la existencia
de exportaciones e importaciones implica ubicaciones espaciales diferentes para
productores nacionales e internacionales y para productores localizados en territo-
rios diferentes cuando se habla de comercio interregional.
Por otro lado, al igual que cuando se trata el concepto de economía nacional, las econo-
mías regionales o urbanas se dinamizan por la inversión que también se localiza
espacialmente. Para el efecto, los recursos de inversión se producen en las diferentes regio-
nes y se consolidan nacionalmente, pero su asignación se hace sectorial y espacialmente
conforme a criterios de rentabilidad relativa y riesgo que combinan ambos aspectos.
El siguiente gráfico ilustra las relaciones del modelo de equilibrio general pre-
sentado anteriormente:
Al tener un precio tan alto con relación a los ingresos, el papel del crédito es
prácticamente imprescindible y la cartera hipotecaria suele ser relevante en la
cartera total.
Su adquisición se puede realizar para varios fines como uso, renta, inversión,
demostración, especulación, varias de ellas, combinaciones o todas a la vez.
Sin embargo, la disposición a pagar no es independiente de dichos fines.
Tiene el elemento de diseño arquitectónico que hace que parte del proceso de
producción sea un proceso de creación, como en las artes; en algunos casos
dicho elemento hace que adquiera semejanzas con la valoración y característi-
cas de los bienes culturales.
La heterogeneidad es tal que incluso hay una buena cantidad de viviendas que
son únicas, aunque existe otra buena cantidad de sustitutas, es decir que las
sustitutas compiten entre sí en el mercado.
81
Un análisis del cual se nutre este apartado en la discusión entre la racionalidad y las recesiones
se puede encontrar con el mismo nombre en: Krugman, Paul, Vendiendo prosperidad: sensatez e
insensatez económica en una era de expectativas limitadas. Ariel Sociedad Económica, Barcelona,
Primera reimpresión, 2000, p.p. 213-216.
MICROFINANZAS, FINANZAS, VIVIENDA Y CRISIS 149
El vendedor se encuentra en una disyuntiva muy distinta que en los otros bie-
nes: entre vender a un precio alto o vender rápidamente. Pedir un precio excesivo en
un mercado como la vivienda es una decisión irracionalmente racional. Pero si esas
decisiones casi racionales se producen en una recesión, se genera un exceso de
oferta de larga duración característico de las crisis inmobiliarias.
82
Se habla de racional e irracional en el sentido corriente. Una forma más adecuada sería
introducir, al menos, el aporte de Freud, padre del psicoanálisis, quien descubre un compo-
nente a-racional en el ser humano, denominado inconsciente.
150 HÁBITAT Y EL DESAFÍO DE LAS MICROFINANZAS
En la actualidad, donde cada vez más los bienes se complejizan a la par con la
sociedad, se vuelven más heterogéneos entre sí y por lo tanto su competencia se
vuelve más monopolística, particularmente en los mercados de bienes no transables,
sus precios se alejan más de los costos de producción y los efectos de la casi racio-
nalidad en la economía global son cada vez más evidentes. Cada vez más los pre-
cios y salarios se vuelven más inflexibles a la baja y el ajuste de los mercados se da
más lentamente, por lo cual las recesiones son más profundas y el ciclo económico
más pronunciado e irregular.
En ese sentido, la crisis en una economía puede generar una pequeña perturba-
ción, necesaria para poner fin al período de expansión en la otra economía. Incluso,
no sería necesario que esas dos economías estuvieran demasiado relacionadas en-
tre sí para terminar generando un ciclo sincronizado. Aunque el vínculo fuera
moderado, volúmenes de importación relativamente pequeños pueden llegar a pro-
ducir grandes fluctuaciones económicas en las dos economías al mismo tiempo.
Obviamente, entre mayor sea la interdependencia mayor será el efecto de la crisis de
un país en el otro y entre mayor sea la importancia económica del país en crisis en
la economía global, mayor será el efecto de cascada.
83
Ver: Krugman, Paul, La organización espontanea de la economía. Antoni Bosch Editor, Barcelona,
1996. Particularmente el apartado: sincronización de fases y el ciclo económico global, p.p. 99-102.
84
Dicho término fue acuñado por Edward Lorenz, uno de los pioneros de la Teoría del Caos, en 1963 en
un trabajo matemático para la predicción del clima. Lorenz, quien falleció recientemente, descubrió
que con pequeñísimos cambios en los parámetros del modelo se lograban resultados completamente
diferentes.
MICROFINANZAS, FINANZAS, VIVIENDA Y CRISIS 151
Así las cosas, una de sus contribuciones teóricas de mayor renombre, la teoría de
las estructuras disipativas, muestra como en lo esencial la realidad es una «mez-
cla» de desorden y orden, y que el universo funciona de tal modo que del caos nacen
nuevas estructuras, llamadas estructuras «disipativas». A través de la compleji-
dad, Prigogine explica las transiciones orden-desorden indicando como el orden
sucede por el fluir, por la flecha del tiempo.86
85
Es decir: no existe simetría entre el pasado y el futuro como pretenden los supuestos de un mundo
idealizado. La irreversibilidad en términos prácticos implica que en un momento dado se toman
decisiones que tienen consecuencias, tanto en la vida de las personas como en los procesos sociales y
sectoriales.
86
Para un análisis a profundidad se puede consultar la obra de Prigogine, particularmente los libros: i)
Prigogine, Ilya y Stengers, Isabelle, La nueva alianza. Opera Mundi, Círculo de Lectores, Biblioteca
Universal, Barcelona, 1997; ii) Prigogine, Ilya, El fin de las certidumbres. Taurus, Santillana Edicio-
nes, Madrid, 1997; y iii) Prigogine, Ilya, Las leyes del caos. Editorial Critica, Barcelona, 1997.
152 HÁBITAT Y EL DESAFÍO DE LAS MICROFINANZAS
87
No por azar una de las reflexiones fundamentales de otro gran teórico de la complejidad, F. Jacob,
se centran en mostrar como la vida humana siempre conlleva un diálogo continuo entre lo que podría
ser y lo que es, entre lo posible y lo real. Para Jacob la realidad se crea, surge, a partir de un equilibrio
siempre inestable; F. Jacob, La lógica de lo viviente. Tusquets Editores, 1999, p.p. 22 y 28.
88
Pablo Cazau, La teoría del caos, Antropos Moderno, octubre de 2002. www.antroposmoderno.com
89
Un análisis detallado del cual se nutre este apartado se puede consultar: Mandelbrot, Benoit y Hudson,
Richard, Fractales y finanzas. Una aproximación matemática a los mercados: arriesgar, perder y
ganar. Tusquets Editores, Barcelona, mayo de 2006.
MICROFINANZAS, FINANZAS, VIVIENDA Y CRISIS 153
En el caso de los mercados de capitales, los supuestos son que los cambios de
precios son estadísticamente independientes distribuyéndose con normalidad. Los
precios siguen un camino aleatorio (paseo aleatorio). Las variables centrales en la
conformación de los portafolios de inversión son la media y la varianza; con sólo
esos datos, se podría generar una cartera de inversión eficiente: el mayor rendi-
miento con el menor riesgo; entre mayor sea el riesgo, mayor será el beneficio espe-
rado91 .
90
La campana de Gauss recibe este nombre por la representación gráfica que toma la función de densidad
probabilística más famosa: la normal. La importancia de ésta radica en que muchos fenómenos
naturales pueden ser modelados por medio de este instrumento. Por ejemplo, la talla de las personas,
el coeficiente intelectual, etc.
91
Los principales supuestos son: i) la gente es racional y su única meta es enriquecerse; ii) todos los
inversores son iguales; iii) el cambio de los precios es prácticamente continuo y iv) los cambios en
precios siguen un movimiento browniano.
154 HÁBITAT Y EL DESAFÍO DE LAS MICROFINANZAS
92
La desviación estándar es una estadística que mide la dispersión de los datos: entre más
dispersos se encuentren, mayor será la desviación estándar. En el caso de la distribución
normal la dispersión es relativamente pequeña y los casos extremos (crecimientos o
decrecimientos muy elevados) son pocos.
93
Mandelbrot, Benoit y Hudson, Richard, Fractales y finanzas. Una aproximación matemática a los
mercados: arriesgar, perder y ganar. Tusquets Editores, Barcelona, mayo de 2006, p.p. 105-123.
MICROFINANZAS, FINANZAS, VIVIENDA Y CRISIS 155
94
Samuelson, Paul, The fundamental approximation theorem of portfolio analysis in terms of means,
variances and higher moments. Review of Economic Studies No. 37, octubre, 1970. Citado en
Mandelbrod y Hudson, Ibid.
95
Krugman, Paul, El gran resquebrajamiento: cómo hemos perdido el rumbo en el nuevo siglo. Univer-
sidad de los Andes, Editorial Norma, Bogotá, 2004, p. 60.
96
González, Jorge Iván, Ética, economía y políticas sociales. Corporación Región, Bogotá, abril
de 2006.
97
Este no es el lugar para ocuparnos del gran teórico de la psiquis y lo social histórico, Cornelius
Castoriadis, pero con él, sabemos que la psique humana es a-funcional. En ella se da una
ruptura entre los procesos psíquicos y los biológicos. Para acceder a esta discusión, es clave
entender que hoy asistimos a la creación de una nueva forma de ver, donde se deben tratar de
articular los distintos estratos o dominios del ser y hacerlo lo más consistente posible. Esto es
estableciendo la especificidad y diferencia de cada uno de ellos, sin olvidar que las leyes
reversibles de Newton solo cubren una minúscula fracción del mundo en que vivimos, la
156 HÁBITAT Y EL DESAFÍO DE LAS MICROFINANZAS
Los fractales pueden ser generados por un proceso recursivo o iterativo, capaz
de producir estructuras auto-similares a cualquier escala de observación. Los
fractales son estructuras geométricas irregulares y de detalle infinito. Es una clase
especial de invariancia simétrica que relaciona un todo con sus partes98 .
Como todo el mundo sabe, los mercados financieros son arriesgados, por ello,
Mandelbrot estudia el riesgo como clave para obtener un conocimiento del mundo
y tratar de tener algún control cuantitativo del mismo: El hombre de la calle es sabio
al presumir que los mercados son arriesgados -sobre todo tras el catastrófico final de las
burbujas de internet- pero los teóricos de la economía no son tan sabios
Una mejor evalua-
ción del riesgo y una mejor comprensión de cómo se conducen los mercados en función del
mismo constituyen la meta de una buena parte de mi trabajo.99
descripción del movimiento de los planetas. Como lo señaló a menudo Prigogine, la materia
en equilibrio es ciega; lejos del equilibrio, empieza a ver; empero, no se puede omitir que el
mecanismo por él descubierto, la bifurcación, es distinto en química, biología o economía,
aunque observando ciertas regularidades no dejan de sorprendernos, sus extrañas analogías.
Para desarrollar esta discusión se puede consultar en: Giraldo, Fabio, Ciudad y crisis: ¿hacia un
nuevo paradigma? TM Editores, abril de 1999.
98
A un objeto geométrico fractal se le atribuyen las siguientes características: i) es demasiado irregular
para ser descrito en términos geométricos tradicionales; ii) posee detalle a cualquier escala de obser-
vación; iii) es auto-similar (exacta o estadísticamente) y iv) se define mediante un simple algoritmo
recursivo.
99
Ibíd., p.p. 28 y 29.
MICROFINANZAS, FINANZAS, VIVIENDA Y CRISIS 157
No hay acto que no tenga consecuencias para otros. Un dogma de la teoría del caos es
que, en los sistemas dinámicos, el resultado de cualquier proceso es sensible a su punto de
partida (o, de acuerdo con el famoso cliché, el aleteo de una mariposa en el Amazonas puede
causar un tornado en Texas). No digo que los mercados sean caóticos, aunque mi geometría
fractal es una herramienta matemática primaria de caología. Pero está claro que la economía
global es una máquina inconcebiblemente complicada. A toda la complejidad del mundo
físico de la meteorología, las cosechas, la minería y las factorías, hay que sumar la compleji-
dad psicológica de las actuaciones personales basadas en expectativas ilusorias de lo que
puede o no ocurrir, y que no son más que meros fantasmas.101
En estos países, una explicación más acertada estaría dada por un modelo que
refleje el comportamiento adoptado por inversionistas que no logran diversificar
100
Ibíd., p. 210.
101
Mandelbrot y Hudson, Ibíd., p. 196.
102
El presente numeral es adaptado de César Ferrari y Alex Amalfi González, Fundamentales empre-
sariales y económicos en la valoración de acciones. El caso de la bolsa colombiana, en Cuadernos
de Administración, Pontificia Universidad Javeriana, junio 2007.
158 HÁBITAT Y EL DESAFÍO DE LAS MICROFINANZAS
adecuadamente sus riesgos en la bolsa local por la poca profundidad del mercado.
Por ello emplean como instrumentos alternativos de inversión la compra de divisas
extranjeras. Como resultado de dicho contexto y de la incorporación de la divisa
como instrumento de inversión, los vaivenes en el mercado cambiario y en el com-
portamiento monetario tienen importantes efectos sobre la determinación de los
precios de las acciones.
Ese sería el caso colombiano. Durante los últimos años, Colombia ha experimen-
tado una trascendental apreciación en los precios de sus activos financieros, tanto
los de renta fija como los de renta variable. El Índice General de la Bolsa de Valores
Colombia (IGBC) subió desde 1,000 puntos el 3 de Julio del 2001 hasta un máximo
histórico de 11,433 puntos el 27 de Enero del 2006. Ello representó una valoración
acumulada de 1,043%,103 muy superior a la de otras bolsas del mundo.
103
www.corfinsura.com.co/espanol/indicadores.
MICROFINANZAS, FINANZAS, VIVIENDA Y CRISIS 159
De tal modo, los precios vistos en la Bolsa durante el final del 2005 y princi-
pios del 2006, sólo serían vistos nuevamente en la medida que se generen expec-
tativas de revaluación o revaluaciones reales como las experimentadas en dichos
periodos.
104
Paul Krugman, El gran resquebrajamiento: cómo hemos perdido el rumbo en el nuevo siglo. Univer-
sidad de los Andes, Editorial Norma, Bogotá, 2004, p.76-77.
160 HÁBITAT Y EL DESAFÍO DE LAS MICROFINANZAS
Lo que ocurrió finalmente es que dada la enorme presión política, ante la fuerte
tendencia revaluacionista, el Banco de la República acabó adquiriendo una canti-
dad sustancial de divisas, lo que implicó una emisión monetaria notable, elevó la
liquidez en el mercado, profundizó la demanda por acciones y elevó aún más los
precios de las mismas. A su vez, redundó también en un incremento del valor de las
importaciones, que más adelante, al superar el incremento en el valor de las expor-
taciones, dio lugar a un corto periodo de devaluación de la tasa de cambio que
condujo a la caída simultánea de los precios de las acciones.
Por otra parte, los enormes recursos que acumulan los fondos de pensiones
voluntarias y obligatorias deben ser colocados en los limitados mecanismos de
inversión del mercado local, generando presiones sobre los precios de los activos
financieros. Si la moneda extranjera no es un instrumento atractivo por su
revaluación, entonces estos son destinados a la compra de acciones.
Como viene ocurriendo actualmente, lo que el modelo sugiere es que si se dan los
elementos coyunturales como el incremento sustancial de los precios internaciona-
les, la reducción de la tasa de interés pasiva externa, el pre-anuncio de revaluación
y emisiones monetarias que amplíen los medios de pago pero insuficientes para
evitar la revaluación, etc., se generaría un nuevo incremento de la oferta de divisas
que reduciría las expectativas sobre el precio del dólar induciendo a que los fondos
regresen a la Bolsa presionando súbitamente los precios, más allá de lo que puedan
explicar los elementos fundamentales empresariales de esas acciones como instru-
mentos de inversión.
La evidencia sugiere que estas relaciones tan marcadas entre los mercados
cambiario, accionario y el sistema monetario, pueden desvirtuar, al menos par-
cialmente, la efectividad de los instrumentos monetarios a disposición del banco
central.
MICROFINANZAS, FINANZAS, VIVIENDA Y CRISIS 161
VISLUMBRANDO EL FUTURO
Con ese complicado contexto nacional e internacional, adquieren una importancia
particular los problemas mundiales de recesión económica y elevados precios de
los alimentos, así como los nacionales de crisis comercial con los vecinos y relación
entre los mercados cambiario y de valores.
Por otro lado, las tasas de interés elevadas atraen capitales externos. Las empre-
sas grandes se financian externamente pues domésticamente les resulta muy caro:
el importante diferencial de tasas es aumentado por la revaluación cambiaria. El
exceso de dólares que ocasionan produce dicha revaluación que compensa parte de
los efectos de tasa de interés y precios internacionales. En el neto, la inflación se
acelera; a marzo 2008 fue 5.9%, superior al 5.6% de 2007.
Por otro lado, el ingreso de divisas expande la demanda con lo que aumentan
las importaciones, aceleradas por la revaluación cambiaria. Así, aunque el valor de
las exportaciones crece por los precios internacionales, el de las importaciones lo
hace más fuertemente, generando un déficit en cuenta corriente de la balanza de
pagos. Dicho déficit es sobrecompensado por el superávit de la balanza de capita-
les inducido en gran medida por las tasas de interés. De tal modo, la tasa de cambio
continúa revaluándose, reduciendo la competitividad de los transables, lo que acen-
túa el déficit en cuenta corriente; casi 4% del PIB en 2007.
riesgo es grande, dejan de traer capitales y de expandirse. Concluye con una crisis
de balanza de pagos, recesión, devaluación, inflación, caída de ingreso real, más
recesión
hasta una nueva expansión en el siguiente ciclo.
Hace algunos años (abril de 2002) Krugman escribía lo siguiente: ¿Cómo puede
ser preocupante un crecimiento del 5,8%?...Más de la mitad de ese crecimiento fue única-
mente un rebote de inventarios. Las ventas finales, de hecho, sólo crecieron 2,6%, cifra
inferior a la del trimestre pasado. E incluso esa tasa de crecimiento puede no ser sostenible: la
construcción de vivienda aumentó mucho, en parte como consecuencia de un clima
inusualmente cálido, pero ya hay signos de que el mercado de vivienda se está enfriando.
Mientras tanto, la inversión de las empresas, abrumadas por el exceso de capacidad y por las
bajas utilidades, en realidad disminuyó. En resumen, no hay nada en las cifras que sugiera
la inminencia de un gran auge. Esto no debería sorprendernos, pero en realidad lo hace,
porque la gran mayoría de analistas económicos se han convertido en porristas
Parece que
la euforia brota eternamente. 105
105
Krugman Paul, El gran resquebrajamiento: cómo hemos perdido el rumbo en el nuevo siglo.
Universidad de los Andes, Editorial Norma, Bogotá, 2004, p.93-94.
MICROFINANZAS, FINANZAS, VIVIENDA Y CRISIS 163
hogares que soportan préstamos secundarios106 . Entre tanto, la crisis seguirá dejando
muchas víctimas. Como lo sostiene el propio Greenspan, si se pudiera modelar
cada fase del ciclo de forma separada -como lo trata de hacer la teoría de los fractales-
detectando señales que nos indiquen cuando está a punto de ocurrir el cambio del
ciclo, cosa bastante improbable que se pueda lograr, podríamos tener algo de tran-
quilidad sobre el futuro.
106
Greenspan, Alan, We will never have a perfect model of risk. Financial Times, Marzo 16 de 2008
107
Mandelbrot y Hudson, Ibíd., p.p. 256-257.
108
Gonzalez, Jorge Ivan: La dicotomía micro-macro no es pertinente revista de economía
institucional, volumen 6 Nº 11, Universidad Externado de Colombia, 2004, pág 90-91
109
Castoriadis Cornelius, El ascenso de la insignificancia. Ediciones Cátedra, S.A, 1998, p. 234 y
siguientes, para la discusión de la ética, pág. 204 y siguientes.
164 HÁBITAT Y EL DESAFÍO DE LAS MICROFINANZAS
Quien habla de la política, habla del poder, habla del elemento crucial del deve-
nir histórico. En los tiempos que corren, el poder se ha vuelto difuso, es horizontal
y se expresa en la red a través de los flujos financieros y la liberación de los
mercados de capitales producidos por la revolución informática y de las telecomu-
nicaciones. Ellas han conectado el tiempo y el espacio casi en forma instantánea,
transfiriendo el poder político hacia el poder económico y financiero llevando a
una compleja realidad: son los mercados los que mandan y ellos se representan en
la bolsa de valores y en Internet.
Este economicismo ha hecho emerger al poder de los mercados, sobre todo los
rentistas, de monopolios y oligopolios, como poder fiscalizador del Estado, reaccio-
nando con enorme celeridad y castigando duramente cualquier medida de política
económica que considere negativa. Su método principal es la retirada de la confian-
za que, produciendo desequilibrios, lleva al poder político a la ingobernabilidad y
a aceptar la imposibilidad de discutir con el único poder que no ha generado ateos
exitosos, ni disidencias célebres, el poder del dinero.
Entre tanto, muchos economistas para quienes los modelos pueden más que la
realidad seguirán, como lo cuenta Bob Woodward110 en su biografía sobre
110
Woodward, Bob, Greenspan: Alan Greenspan, Wall Street y la economía mundial, Editora
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MICROFINANZAS, FINANZAS, VIVIENDA Y CRISIS 165
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Anexos
Anexo 1
Los esfuerzos nacionales y la cooperación
internacional
T
eniendo en cuenta las recomendaciones que fueron surgiendo en desarrollo
de la cooperación internacional que recibió el Ministerio de Vivienda y Desa-
rrollo Territorial, se vio la necesidad de estructurar un proyecto para impul-
sar el microcrédito inmobiliario. En este sentido, el MAVDT, a través del
Viceministerio de Vivienda y Desarrollo Territorial -VVDT-, recibió una asistencia
técnica especializada con el fin de fortalecer el sector de las microfinanzas para la
vivienda, especialmente la vivienda de interés social, mediante el proyecto Desa-
rrollo de las microfinanzas para la vivienda, financiado a través de First Initiative.
111
La totalidad de consultorías se encuentran publicadas en el libro: Hábitat y financiación: una
estrategia para la lucha contra la pobreza. Bogotá, 2007.
112
Las cuentas de ahorro programado para la adquisición de vivienda se deben realizar en
establecimientos de crédito vigilados por la Superintendencia Bancaria; en las secciones de
ahorro de las Cajas de Compensación Familiar -CCF-, cooperativas de ahorro y crédito,
178 HÁBITAT Y EL DESAFÍO DE LAS MICROFINANZAS
En ese sentido, para las entidades financieras las cuentas de ahorro programa-
do son inoperantes como instrumento para conocer los hábitos y la capacidad de
pago de potenciales clientes de crédito115 , restando posibilidades al producto como
factor de calificación para la aprobación de créditos hipotecarios (scoring). A ello se
añade el hecho de que la banca no ha adoptado estrategias suficientes para fomen-
tar este tipo de cuentas por no ser un producto estratégico en razón a su baja renta-
bilidad; de hecho, en algunos casos, tan sólo se ha utilizado esta vía para financiar
la compra de activos de menor valor.
mas de ahorro mixto donde, por cada peso que ahorre el beneficiario del subsidio, el
programa de vivienda aporta un monto equivalente o superior.
Es así como este estudio buscaba evaluar la efectividad de los instrumentos con
que cuenta en la actualidad la política de vivienda de interés social, con el fin de
116
Tales como riesgo crediticio, de fondeo, de agencia y político, los cuales se encuentran afecta-
dos principalmente por la falta de acceso a garantías, el alto costo de suscripción y de
aseguramiento, el pobre acceso al mercado de capitales, el control existente a las tasas de
interés y la no tenencia de títulos de propiedad por parte de los hogares.
117
La tecnología que debe implementarse para cubrir al segmento poblacional pobre es diferente
a la aplicada a otros segmentos, en cuanto a que a este grupo se le debe de dar un tratamiento
más personalizado para obtener una mayor información del hogar dada la incapacidad del
prestamista para juzgar la capacidad de pago del cliente para acceder al crédito, la ausencia
de record crediticio y la ausencia de cultura de pago; además, es de gran importancia que el
repago de los créditos esté asociado a las condiciones del hogar (diaria, semanal, quincenal,
etc.) para que las provisiones de cartera se puedan disminuir y con ello los costos asociados.
118
Cuellar, María Mercedes. Crédito hipotecario en Colombia, ICAV, septiembre de 2005.
119
Consorcio Latinvestco-Galvis-Villota. Estudio sobre mecanismos alternativos de fondeo y
mejoras al marco normativo de crédito para vivienda de interés social. Investigación realiza-
da para el Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial, a través de la Coopera-
ción BID-Japón. Diciembre de 2005
180 HÁBITAT Y EL DESAFÍO DE LAS MICROFINANZAS
El análisis estadístico permitió retomar y ajustar los avances que venía elabo-
rando ONU-Hábitat en el país para, a partir de una visión integral, discutir con
mejores criterios el papel del sistema financiero y, particularmente, los alcances y
las limitaciones de la microfinanciación inmobiliaria; dicho análisis, supone un
ejercicio retrospectivo y prospectivo en relación con los ciclos económicos del sector
de la construcción. En efecto, el comportamiento general de la economía incide de
manera significativa en la dinámica del sector de la construcción con un impacto
correlativo en el segmento de VIS. Por ello, en desarrollo del proyecto, se ha hecho
una revisión histórica de los indicadores a fin de identificar las tendencias más
relevantes y con ello, contextualizar el alcance y eficacia de los instrumentos de
financiación de manera acorde con la realidad económica.
Estos estudios han contribuido al logro del objetivo de la primera fase del pro-
yecto, mediante la promoción y recomendación de sistemas sostenibles de
microfinanciamiento habitacional accesible a los ciudadanos de menores ingresos.
LOS ESFUERZOS NACIONALES Y LA COOPERACIÓN INTERNACIONAL 183
Los aportes de las consultorías, los debates en las mesas de expertos y los talleres
han generado un insumo valioso para ofrecer una visión de conjunto objetiva en
torno al microcrédito habitacional que sin duda constituye una herramienta para
discutir entorno a las disposiciones de la Corte Constitucional en relación al dere-
cho a la vivienda digna y su consiguiente financiación.
1. CICLO DE LA CONSTRUCCIÓN
FILTRO HODRICK PRESCOTT
∑ (y t − τ W ) 2 + λ ∑W = 2 [(τ W +1 − τ W ) − (τ W − τ W −1 )]2
T 7 −1
min t =1
120
Hodrick, Robert, y Edward C. Prescott, Postwar U.S. Business Cycles: An Empirical Investigation,
Journal of Money, Credit, and Banking, 1997.
186 HÁBITAT Y EL DESAFÍO DE LAS MICROFINANZAS
Una serie está compuesta por su tendencia, su ciclo y un componente irregular. Por
lo tanto, para la estimación del ciclo, y su posterior análisis, es necesario encontrar
la tendencia de la serie y su componente irregular. Para estimar la tendencia del
índice se utilizó el filtro Hodrick-Prescott121 y el componente irregular se estimó por
medio de un modelo autorregresivo, AR(1), asumiendo los residuos del modelo
como el componente irregular de la serie. Posteriormente, se aisló el ciclo de la serie
restándole al índice su tendencia con y el componente irregular.
121
Para ver los beneficios de usar esta técnica ver Muñoz, Evelyn; Kikut, Ana Cecilia. El filtro de
Hodrick-Prescott: una técnica para la extracción de la tendencia de una serie. Banco Central de Costa
Rica, División Económica. Departamento de investigaciones económicas. Marzo de 1994.
METODOLOGÍAS Y DEFINICIONES ESTADÍSTICAS 187
A continuación, los pasos que se siguieron para marcar los puntos de giro, los de
enfriamiento y calentamiento:
1) Encontrar los puntos que están por encima y debajo de la tendencia de la serie
a la cual se le van a buscar los puntos de giro.
2) Se observa el comienzo de la serie para saber cuál es el punto de arranque:
un pico, que se denotará con α, o un valle, que se marcará con β. El procedi-
miento es:
Si el punto de arranque es un pico, el primer α será el punto que sea mayor
que todos los demás puntos ubicados por encima de la tendencia.
Si después del punto candidato la serie aumenta y hay un punto por encima
de la tendencia y superior al anterior α, entonces ese punto será el nuevo α y
el punto candidato será el valle β. Si hay varios puntos por encima de la
tendencia y que superen el anterior á entonces el más alto de todos se esco-
ge como el nuevo α.
122
Anas, Jacques; Ferrara, Laurent. Detecting cyclical turning points: the ABCD approach and two
probabilistic indicators, p. 5. Conferencia 26, Taipei. 2002.
188 HÁBITAT Y EL DESAFÍO DE LAS MICROFINANZAS
El primer punto después del valle y que esté más cercano a la tendencia por
abajo, se marca con C. Si después de C la serie vuelve a crecer, ese punto estará por
encima de la tendencia y se marcará con D
2. DEFINICIONES ESTADÍSTICAS
MODELO AUTORREGRESIVO (AR)
VAR ESTRUCTURAL
MODELOS MULTIVARIADOS