Sei sulla pagina 1di 2

MINISTERIO LOKOS POR CRISTO

WWW.LPC.CL - DEVOCIONALES

COPIONA
(Patty Marroquín)

¿Tienes hermanos(as)?, yo tengo 4. Soy la cuarta de 5 hermanas, todas mujeres…


Desde muy chica recuerdo haber sentido gran admiración por mis hermanas mayores, las veía, las
observaba detenidamente e imitaba muchas de las cosas que hacían, otras tantas trataba de
hacerlas pero no me resultaban…y soñaba con poder lograrlas.

Con mi hermana menor era distinto… A pesar de yo ser una “imitadora” de mis hermanas mayores, a
su vez, pretendía ser “única” y no me gustaba para nada la idea de que hubiese una niñita chica
siguiéndome cual sabueso o detective privado por toda la casa, escuchando lo que decía,
observando todo lo que hacía con mis amigas, imitando mis poses, forma de vestir, lo que comía etc.
etc., para “copiarme”.
Me enojaba con ella y le gritaba: ¡Eres una COPIONA!
¡¡Qué lío aquel!! En lugar de sentirme feliz y satisfecha por el hecho de ser un ejemplo digno de
imitar por mi hermanita menor, ¡me enfurecía con ella!

Es cierto que Dios nos ha hecho seres únicos, no existe ninguna persona en todo este ancho mundo
que tenga mis características físicas, mi carácter, tono de voz, color de piel, cabello, ojos y menos
aún mis huellas digitales.
Sin embargo a pesar de ser de ser únicos, eso no quita el que podamos ser “copiados” o mejor dicho
“imitados” por las personas que nos rodean.

Se me paran los pelos cuando leo este versículo que el apóstol Pablo de dijo a los hermanos de la
iglesia de Corinto:

“Imítenme a mí, como yo imito a Cristo. Los elogio porque se acuerdan de mí en todo y retienen
las enseñanzas, tal como se las transmití”. 1ª Cor. 11:1-2

¡¡WAW!!, hay que estar MUY seguro de lo que haces y de que lo que dices es cierto, que es digno de
imitar, es fiel al original de lo que imitas.
Imagina la cara que pondrían tus compañero de clase o del trabajo si de pronto les dices:
- Amigos, fíjense muy bien en mi persona, observen muy bien lo que hago, porque yo soy digno
de imitar. Verán, todo lo que hago, digo y pienso es exactamente lo que haría Jesús”
¡¡PLOP!! (me temo que te colocarían un letrero que diría “Loco de remate”, pensando que se te soltó
algún tornillo…)

Otro de los versículos que me llaman la atención es cuando Pedro les encarga a los líderes de la
iglesia que cuiden como “pastores” que son, a todo el “rebaño”, (las personas que están a su cargo),
que Dios a puesto a su cuidado, que lo hagan con gusto, no como por obligación, sino que lo hagan
con mucho gusto, como Dios quiere. Y finaliza diciendo nuevamente: “procuren ser un ejemplo
para ellos”. 1ª Pe. 5:2-3

Mirando uno de esos programas culturales en TV, vi como una “mamá cebra” paría a su hijito. Se
desvivía por atenderlo, darle de comer, velar para que las hienas y otros animales grandes no se lo
fueran a comer. Pero lo que me llamó poderosamente la atención es lo que las cebras hacen para
que sus hijitos las reconozcan. ¿Te puedes imaginar entre tanta raya, cómo encontrar a tu mamá?
Las madres colocan a su cría bien apegada a ellas y cuando esta trata de alejarse o da vuelta su
cabeza para otro lado, ella vuelve a colocarse frente a él. Esta operación la repite muchas veces,
cuantas sean necesarias, de manera que lo que lo único que su cría ve permanentemente son las
rayas de su madre, no las rayas de las otras cebras. A nosotros nos podrán parecer todas iguales,
pero NO lo son.
La mamá cebra muestra permanentemente sus rayas a su hijo, ella se pone de ejemplo, de esa
forma, cuando su cría es más grande, aún en medio de muchas mamás cebras, todas rayadas, él es
capaz de reconocer las rayas de su madre.

¿No te suena similar o conocido este ejemplo?... (valga la comparación, ¡¡por supuesto!!)

Heb. 12:2
“puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe…”

Col. 3:1-2
“Ya que han resucitado con Cristo, busquen las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la
derecha de Dios. Concentren su atención en las cosas de arriba, no en las de la tierra”…

¿Cómo poder ser ejemplo o digno de imitar por alguien si nuestro ejemplo, nuestra inspiración
máxima no es Jesús mismo?
Difícilmente podremos llegar hacer algo que realmente sea digno de imitar y que trascienda e impacte
nuestra propia vida y después la vida de las personas que Dios coloca a nuestro alrededor, si nuestra
fuente de inspiración no es Dios mismo y su inigualable Hijo Jesucristo.

Entonces… ¿en qué quedamos?


¡¡Pega tus ojos a Cristo!!, vuélvete un “copión” de su ejemplo…

“Imitemos a Dios como sus amados hijos, y llevemos una vida de amor, así como Cristo nos amó
y se entregó por nosotros como ofrenda y sacrificio fragante para Dios”. Efe. 5:12

Y dispongámonos a ser ejemplo digno de seguir o imitar por otros.

Temuco 2 de Septiembre, 2006

Potrebbero piacerti anche