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La arquitectura es un diálogo entre diferentes elementos como la forma, el espacio y el contexto. Un buen diálogo arquitectónico interactúa armoniosamente con su entorno en lugar de imponerse de manera invasiva. Al igual que una conversación, la arquitectura debe comunicarse de manera clara y coherente para transmitir su mensaje de forma efectiva.
La arquitectura es un diálogo entre diferentes elementos como la forma, el espacio y el contexto. Un buen diálogo arquitectónico interactúa armoniosamente con su entorno en lugar de imponerse de manera invasiva. Al igual que una conversación, la arquitectura debe comunicarse de manera clara y coherente para transmitir su mensaje de forma efectiva.
La arquitectura es un diálogo entre diferentes elementos como la forma, el espacio y el contexto. Un buen diálogo arquitectónico interactúa armoniosamente con su entorno en lugar de imponerse de manera invasiva. Al igual que una conversación, la arquitectura debe comunicarse de manera clara y coherente para transmitir su mensaje de forma efectiva.
Un dilogo consiste en un intercambio de ideas alternativamente. Su principal
requisito, es la participacin de dos o ms personas. De ser un discurso unipersonal auto dirigido, sera un monlogo. La arquitectura es un dilogo porque se trata enteramente de interaccin, como su primera necesidad. Un monlogo arquitectnico consistira en un objeto invasivo, ajeno a su emplazamiento, auto dirigido y asocial. Un monlogo arquitectnico no interacta con el espacio, lo obstruye. La arquitectura no solo es sintagmticamente equivalente a una conversacin verncula, tambin su objetivo es el mismo, interactuar y expresarse adecuadamente. Es tambin, una forma de expresin que pretende realizar un intercambio de informacin entre diversos interlocutores como la idea, el espacio, la forma, el programa, las solicitaciones constructivas, el contexto socio-cultural, las restricciones econmicas y materiales, y finalmente, los usuarios. La efectividad con que se produzca el intercambio de informacin, es consecuencia de la claridad del discurso arquitectnico planteado por el objeto; eptome material de la resolucin de este dilogo. Sin embargo, la arquitectura no se restringe a la obra arquitectnica. Los objetos arquitectnicos, carentes de pensamiento, pueden ser catalogados como mediocres. Y su objetivo se limita a mimetizarse, basado en la reproduccin sistemtica de dilogos vecinos. Su intencin no es dialogar con su entorno o sus usuarios, sino aparentar que funcionan.
Los dilogos diegticos se encuentran contrapuestos, lejos de la mmesis, poseen aspiraciones mucho ms profundas. No como puras entelequias, pero s teniendo consideraciones ms lcidas, que se materializan de forma social. Esta es arquitectura paradigmtica que logra trascender los arquetipos. Como una conversacin, la obra arquitectnica puede presentar incongruencias o contradicciones que suelen presentarse desde sus ciernes, a nivel de conceptualizacin y son planteamientos vagos que carecen de reflexin. O bien, podra decirse que son balbuceos, en vez de discursos. Tarareos, en vez de cantos. Garabatos, en vez de expresiones caligrficas genuinas. Ests obras arquitectnicas no poseen gran relevancia. El dilogo se puede producir de forma desacertada. Depende de que tan desacertada sea, en vez de una exclamacin elogiosa, se puede interpretar como una mala palabra. Estos dialogan de forma hostil, trascendentes pero no de una forma agradable. El dilogo arquitectnico, debe ser acertado. Debe ofrecer las respuestas ms adecuadas a las preguntas que le hace su emplazamiento, trascendiendo las palabras para evocar emociones. La comunicacin con otros debe suscitar lo que Le Corbusier denomina Lespace indecible, la incorporacin de un elemento que no se puede definir, pero que est ms cerca de lo espiritual que de lo cientfico. Es posible acotar, de igual manera a Kahn, proyectando a la inconmensurable.
La arquitectura como tratado espacial y formal
Los dilogos arquitectnicos deben materializarse para existir. El traslado de idea a objeto, le resta intensidad. Como enuncia Platn, lo ideal solo puede existir en las ideas, ya que es un estado inalcanzable. La arquitectura esta confinada por la materia, como el idioma lo est por sus palabras. El espacio en la arquitectura es tan importante, como el silencio lo es en una conversacin. Intersticial a las palabras, les da sentido. Regulado por la puntuacin, les da intencin. Segn su jerarqua, puede anunciar la culminacin de una idea o de un dilogo. El silencio ordena el dilogo, pues permite la alternancia entre los interlocutores. Si el silencio es absoluto, no hay conversacin; as como tampoco la hay si las palabras se yuxtaponen entre s, carentes de silencio, ilimitadas, insignificantes; las palabras se tornan tan ininteligibles y saturadas como un palimpsesto. Cualquier expresin carente de significado se entiende como ruido. La conversacin consiste, esencialmente en intervenir el silencio. Contenerlo entre las palabras de la mejor manera posible. En todo caso, es preferible el silencio que el ruido. El segundo elemento de este tratado es la forma. Esta es a las palabras lo mismo que el silencio es al espacio. Las palabras albergan el contenido del discurso, porque muestran la lnea de conduccin del tema que se est tratando de explicar. Su intencin puede estar implcita o explcita, y puede despertar el inters, o no, de su interlocutor. La eleccin de las palabras debe ser pertinente; de la misma forma el uso de la geometra debe ser pertinente en el diseo, para que su efecto sea el deseado.
Espontaneidad e improvisacin A pesar de que una conversacin suele ser espontnea, en el sentido de que sus dilogos no estn previamente establecidos (a excepcin del teatro y la literatura), responde a un protocolo lgico. Esto le confiere sentido y estructura. De la misma forma, el diseo responde a preguntas de su contexto, con argumentos lgicos.
El objeto arquitectnico es el eptome del dilogo, por antonomasia. Un dilogo culmina cuando sus partcipes agotan los temas a tratar, traducido a arquitectura, la obra se culmina cuando el dilogo arquitectnico est en posibilidades de desenvolverse coherentemente con su contexto, dialogar con l. En ese caso, este siempre est en condiciones de extenderse, ya sea para corregir lo dicho, retractarse, o simplemente abordar nuevos temas. Al igual, una construccin est sujeta a cambios, tomando en cuenta diferentes consideraciones. Una buena conversacin puede parar el tiempo, hacerlo transcurrir a distintas velocidades, a su merced. As como tambin puede postergarse, como lo hace a travs del teatro, el cine o la literatura). Una buena actuacin supera a cualquier efecto especial. La buena arquitectura no pasa desapercibida. Es trascendente sin clamar atencin. No necesita espectacularizarse para deslumbrar. No requiere de artilugios que aturdan a los usuarios. La arquitectura es un dilogo personal y sensible.
Sobre el contenido Como se dijo anteriormente, el dilogo arquitectnico se debe regir por un protocolo de pensamiento lgico. Es la tensin intelectual la que logra respuestas acertadas.
Ritmo No solo es lo que se dice, sino como se dice. El ritmo con el que el intrprete expone su discurso, permite a su interlocutor comprender mejor lo que dice. Cuando es acertado, se puede decir que es elocuente. La arquitectura puede quedar en puntos suspensivos. Donde quizs su discurso se esconde tras ellos. Esta arquitectura es ausente, pues realmente no dice nada. El planteamiento de dilogos arquitectnicos expone una hiptesis del origen de los hechos arquitectnicos. Ms que un planteamiento desde la morfologa o sintaxis, su objetivo es evidenciar la necesidad de una vinculacin lgica entre sus componentes. La arquitectura en funcin de dilogo presenta una condicin personalizada. Evitando la reiterada disposicin enajenada de patrones, sin una reflexin real.